La Central ... not of an age, but for all time

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Marzo 2013 Número 01

... not of an age, but for all time Quizás Shakespeare consiguió vencer al Tiempo, ese tirano cruel contra el que combatir, que pasa muy lento para los que esperan, muy rápido para los que tienen miedo, muy largo para los que se lamentan, muy corto para los que festejan… Pero ¿qué es el tiempo? Bienvenidos a nuestro particular viaje para averiguarlo. Ramón Andrés, Rodrigo Fresán, Valèria Gaillard, Yuri Herrera, David Jou, Alexis Nolla, Josep Olesti, Damián Ortega, Mireia Pérez, Sergi Puyol, Joan Tarrida, Marc Torices, Irkus M. Zeberio.


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Cada plato a su tiempo Sopa de cebolla para dí­as lluviosos, magret de pato para momentos especiales, sopa de calabaza para dí­as soleados, hamburguesas a todas horas, ensaladas para días calurosos o el steak tartar para cuando hay que celebrarlo; dulces y postres para tardes tiernas y el brunch dominical para un mediodía familiar. Y la lista sigue...

Concurso

Relatos del bistró La Central y Cervezas Ambar convocan el I Concurso Relatos del bistró, con tres convocatorias anuales. En cada una de ellas se seleccionarán tres relatos ganadores. El plazo de recepción de la primera convocatoria finaliza el 15 de marzo de 2013. ¡Anímate a participar!

Consulta las bases en www.lacentral.com / relatos@lacentral.com

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editorial

Un espacio para el tiempo

Índice Literatura Cómic Ensayo Arte y Artes escénicas Miscelánea Infantil y juvenil Inclasificados

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Créditos Editor Ediciones de la Central, 2013 Coordina Fani Manresa Núria Solsona

Si hoy alguien nos preguntara cómo definir el tiempo, es probable que la mayoría nos inclináramos a pensar que la respuesta certera debe buscarse dentro del ámbito del conocimiento científico, pues los derroteros que han tomado sus distintas disciplinas a lo largo del pasado siglo lo han convertido en un nuevo y decisivo gen de nuestra cultura. Pero quizás en su origen la historia del tiempo fue más bien la del tiempo histórico o del tiempo como historia; surgió de la preocupación por el espacio que ocupamos dentro del devenir de los acontecimientos y la importancia de su extensión; una extensión que hemos querido cuantificar y cualificar, para luego categorizar y atribuirle un valor final. Buen ejemplo de esta preocupación es su pertinaz presencia en la literatura, en versos como los que escribiera Ben Jonson a propósito de Shakespeare, ese Hombre no de una época, sino de todos los tiempos, culmen del mérito de permanecer, de perpetuarse, de parar todos los relojes, de ganar la partida al tiempo... Hace ya tres meses que estrenamos nuestro periódico con un «Catálogo de maravillas» ideado para sobrellevar el invierno. Estamos convencidos de que ningún esfuerzo es poco cuando se trata de facilitar el tráfico de mercancías literarias, habida cuenta de que los

Joan Casaramona

lectores somos un género insaciable. Por todo eso, aquí estamos de nuevo, y esta segunda vez –¡que no la última!– hemos querido dedicarle un espacio al tiempo. Al empezar a preguntarnos ¿qué es el tiempo? se nos abrieron cada vez más posibilidades e inquietudes –más de uno nos señaló: ¿pero, a qué tiempo os referís?–. Así pues, con el ánimo de descubrir todos los tiempos que transcurren en la historia del tiempo, acudimos a expertos músicos, científicos, artistas, editores, escritores, ilustradores y traductores –todos ellos apreciados y admirados en esta casa–, quienes nos ofrecieron magníficas respuestas, despejaron algunas dudas y ensancharon otras, pero alumbraron un poco más nuestro camino de lectores. Por nuestra parte, los libreros nos hemos preocupado por las inclemencias atmosféricas, el enigmático momento del descanso en el fútbol, por los libros más actuales que discurren sobre los asuntos más actuales y también, a modo de antídoto, por los más atemporales. Hemos decidido abriros una ventana para dar consuelo a vuestras tribulaciones pasionales y además, nos hemos permitido sugeriros una colección de objetos imprescindibles para que permanezcáis a buen recaudo ante el mal tiempo.

Redacción Sílvia Aymí Neus Botellé Jesús Casals Álex Cerrudo Ana Cibeira Joan Flores Marta Hereu Martín López-Vega Fani Manresa Àngel Martín Elena Martín Toni Joan Mascaró Elisabeth Massana Marc Navarro Daniel Parellada Cristina Pérez Mireia Pérez Meritxell Ral Antonio Ramírez Abel Ramon Marta Ramoneda Mireya Valencia Diseño gráfico Hermanos Berenguer Impresión Rotimprés D.L: B.7077-2013 Imagen de la portada Stanley Kubrick: Commuters in train station, Chicago, 1949 Look Magazine Photograph Collection.


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literatura

Varlam Shalámov Relatos de Kolimá, vol.5: El guante o RK-2 Minúscula, 2013 pvp: 19,50 €

Georges Perec El Condotiero Anagrama, 2013 pvp: 17,90 €

Roberto Arlt Los siete locos. Los lanzallamas Valdemar, 2013 pvp: 17,90 €

J. M. G. Le Clézio Revoluciones Adriana Hidalgo, 2013 pvp: 23 €

Yuri Herrera Hay que saber escuchar El escritor mexicano Yuri Herrera (Actopan, 1970) ha publicado cuentos, artículos, crónicas y ensayos, pero es sobre todo conocido por sus dos novelas Trabajos del reino (Premio Binacional de Novela Border of Words y premio Otras Voces, Otros Ámbitos a la mejor novela en castellano de 2008) y Señales que precederán al fin del mundo (2009), ambas publicadas por la editorial Periférica, la misma que acaba de editar La transmigración de los cuerpos, una narración singular, con ingredientes de novela apocalíptica y policíaca y, sobre todo, muestra de una capacidad narrativa única, de un lenguaje exuberante y preciso, de un narrador imprescindible de la actual novela en español. Charlamos con él sobre su último libro. Todo lo que ocurre en sus novelas es verosí­ mil, pero parece buscar más lo alegórico que lo realista. No pretende retratar a unos per­ sonajes de este tiempo, sino a personajes que simbolicen este tiempo. Esa no deja de ser una responsabilidad del novelista, que no siempre acepta... ¿Qué supone para un escritor asumir ese reto? ¿Cuál cree que es la pretensión última de sus novelas? No pienso en esos términos, sino en contar una historia. Lo demás es resultado de la observación, de aprender a escuchar, y de lo que uno hace con eso y con sus lecturas y con sus obsesiones. En sus novelas es fácil reconocer homenajes a textos clásicos, desde pequeños guiños a su estructura. ¿Cuál es la proporción perfecta entre literatura y realidad en su escritura? La realidad se cuela en la escritura lo quiera o no, imprime cierta tensión, mete ciertos temas, así sea como polizontes.

Victor Serge El caso Tuláyev Capitán Swing, 2013 pvp: 18,50 €

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El afán universal del que hablamos es com­ patible con la raíz hondamente mexicana de sus libros. ¿Cree que un escritor puede

influir en su tiempo? ¿Cuál es su visión de ­México hoy? Sí, un escritor influye, pero no en el tiempo más inmediato. Las novelas no tienen el mismo impacto que, por ejemplo, los periódicos; exigen más tiempo. Sobre México, en este momento no soy optimista cuando miro a buena parte de nuestra clase política y nuestra clase empresarial cada vez más cínicamente integradas con nuestra clase criminal. Pero tengo claro que el país es mucho más que ellos. ¿Cuál sería en nuestra realidad de hoy el equivalente a la epidemia de La transmigración de los cuerpos? Bueno, además de las epidemias reales que no se suelen atender porque son enfermedades de la pobreza (es decir, que no son prioritarias para las grandes potencias), está una permanente desconfianza hacia los extraños. Una de las cosas que más llama la atención en tu novela es el lenguaje. ¿Hasta qué punto crees que es importante para el escritor el oído, la capacidad para recoger y transformar el lenguaje de su tiempo, y de qué modo lo tra­ bajas para que, sin perder un ápice de oralidad, no pierda su inteligibilidad? Hay que saber escuchar, pero luego hacer algo con lo que se escucha; la oralidad es materia prima para hacer literatura, pero debe complementarse con la historia y con su ritmo, no basta con transcribir. Hablando de lenguaje, en la novela hay tra­ mos que satirizan el de los poderosos, cada vez más pobre (ya nadie escribe discursos en pentámetros yámbicos, como hiciera Lincoln, por no irnos a los clásicos)... Una constante de la literatura del último siglo es esa crítica del lenguaje oficial. ¿Cómo crees que afecta al escritor el estar rodeado por esos lenguajes, el oficial, el publicitario, y al modo en que el lector interpreta su escritura?


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literatura

Es un material que debe ser atendido, ironizado, transformado en algo más. No hay que dejarse avasallar por esos lenguajes, pero hay en ellos una gran riqueza en términos de cómo se expresan los poderosos y sus corifeos, que es un tema que me interesa mucho. ¿Cómo consigue un novelista hacer política sin hacer propaganda? Asumiendo que la política ya está ahí, en la manera de entender las relaciones humanas, en la manera que cada cual tiene de representarlas, así no es necesario caer en la tentación partidista, que es la que lleva a la propaganda. Sus novelas, me parece, no caen en la trampa de deleitarse en las desdichas de sus perso­ najes (aunque apuestan por los «antihéroes»), sino que de algún modo les buscan el punto de vista heroico, buscan una redención real, «su» felicidad. ¿Intenta siempre que sus perso­ najes no se rindan? Los voy siguiendo. Tengo al inicio una idea de por dónde puede crecer la historia con estos protagonistas, pero llega un momento en que los planes iniciales se transforman en función de cómo crecen los personajes, que, sí, siempre intentan sobrevivir. Esta entrevista se publicará en el periódico de una librería. ¿Me diría qué anda leyendo aho­ ra, me recomendaría algo leído últimamente? Releí una estupenda novela del 2002, Rainey, el asesino, de Héctor Manjarrez, en editorial ERA, impecablemente escrita, sarcástica; se burla de nacionalismos y raleas finas. También leo Vergüenza, de la peruana Patricia de Souza, un libro autobiográfico, escrito con un virtuosismo poco visto; es como escuchar música hecha de imágenes de juventud. Y hace unas semanas terminé de leer La torre y el jardín, de Alberto Chimal, su libro más ambicioso, y sin duda uno de los más importantes de la literatura mexicana reciente. Martín López-Vega

La transmigración de los cuerpos Yuri Herrera (Actopan, México, 1970) tiene una capacidad singular para crear personajes vivos y al mismo tiempo arquetípicos, para involucrarlos en tramas a la vez realistas y alegóricas, y hacerlo en novelas que admiten varios niveles de lectura simultáneos narradas con un lenguaje deslumbrante, hecho a medias de una capacidad narrativa poderosísima y de un oído para la oralidad que muy pocos escritores poseen. Y todo ello sin necesidad de que su obra participe en ninguna clase de polémica etiquetística de esas que tanto gustan en nuestro tiempo: es como un meteorito llegado del espacio exterior de los escritores clásicos. Si en Trabajos del tiempo, su primera novela, indagaba en las interioridades de un shakespeariano compositor de corridos metido de lleno en el narco, y en Señales que precederán al fin del mundo, su brillante segunda entrega, Makina, la protagonista, recorría la frontera entre México y Estados Unidos en un viaje en busca de su hermano que recordaba las nueve etapas de los mitos precolombinos, en La transmigración de los cuerpos, la brillante confirmación de que nos encontramos ante uno de los grandes narradores de nuestro tiempo, levanta, en un escenario medio apocalíptico, una especie de retablo del juicio final repleto de personajes que han olvidado cuál era su función en ese retablo para buscarse la vida lo mejor que pueden de acuerdo con sus apetitos y ambiciones. Herrera aprovecha el decorado de una misteriosa epidemia («Por todas partes rebotó la historia de que en un restorán dos hombres que no se conocían entre sí habían empezado a escupir sangre y casi simultáneamente se habían derrumbado sobre sus mesas. Entonces fue que salió el gobierno a declarar Creemos que la epidemia –y fue la primera vez que usaron la palabra– puede ser un poco más agresiva de lo que habíamos pensado...») para descontextualizar a una serie de personajes memorables (El Alfaqueque y La Tres Veces Rubia sobre los demás, pero no solo) y de ese modo, arrancándolos de su cómoda y anodina cotidianidad, ponerlos en marcha y activar sus miedos y sus deseos, sus recursos y sus incapacidades. Una novela que podría ser la primera tragedia griega policíaca y que se resiste a ser resumida: como las grandes obras, se desborda a sí misma.

Denton Welch Primer viaje AlphaDecay, 2013 pvp: 22,90 €

Ilya Ehrenburg Julio Jurenito Capitan Swing, 2013 pvp: 18,50 €

Cynthia Ozick Cuerpos extraños Lumen, 2013 pvp: 19,90 €

André Gide Diario Alba, 2013 pvp: 12 €

M. L.-V.

La transmigración de los cuerpos Periférica, 2013 pvp: 16 €

Julien Gracq Capitulares Días contados, 2012 pvp: 13€


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literatura

Jim Thompson

Benjamin Black Venganza Alfaguara, 2013 pvp: 19,50 €

Aquí y ahora

Maj Sjöwall Los terroristas RBA, 2013 pvp: 18 €

Ugo Cornia Casi amor Periférica, 2012 pvp: 16,50 €

W.C. Heinz El profesional Gallo Nero, 2013 pvp: 21 €

Junichiro Tanizaki Las hermanas Makioka Siruela, 2013 pvp: 24,95 €

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Jim Dillon, álter ego de Thompson y narrador de Aquí y ahora, no tiene demasiada suerte: una gran familia que mantener, un padre internado en un manicomio, un trabajo mal remunerado en una fábrica de aviones, tuberculosis crónica y problemas con el alcohol. Aún así, es escritor, algo a lo que no piensa renunciar aunque tenga que despertarse a las cuatro de la madrugada para ponerse a escribir. Ha tenido un éxito relativo con algunos relatos, pero quiere algo más que eso, quiere escribir buenas novelas y hacer oídos sordos a su madre que le pone como ejemplo a Jack London y su escritura en un barco pesquero como paradigma de escritor en condiciones extremas. Y así lo hará Dillon: la escritura será su bastión infranqueable, su meta a conseguir y lo que mantendrá su espíritu a flote. La situación económica y social del país no ayuda; todavía quedan secuelas de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial lleva a muchos jóvenes a alistarse a lo que puede ser una muerte segura. El comunismo es una amenaza y los intelectuales son interrogados, llevados a juicio y, en muchos casos, encarcelados. El mismo Dillon no se libra de un interrogatorio del FBI en su trabajo por su afiliación al partido en los años treinta. Formalmente la novela es una mezcla de desesperanza y poesía que emociona a la vez que exaspera, una purga de los demonios que el autor lleva dentro y que constituye además la génesis de la construcción de unos personajes que serán la semilla de los muchos que vendrán después, víctimas y psicópatas inspirados en su realidad cotidiana, protagonistas cuyo autoengaño es el reflejo de una sociedad basada en las apariencias. Aquí y ahora, escrita en 1942 en tan solo diez días y en una habitación de hotel pagada por su editor, es la mejor forma de entrar en el mundo de Jim Thompson. James Sallis equipara a Thompson con Dostoievski, y con toda la razón. Si leemos

cualquier carta de Dostoievski o fragmento de su diario, vemos la misma pulsión creativa que en Thompson, una carrera a contrarreloj para entregar a tiempo los escritos y conseguir dinero, una lucha feroz contra la enfermedad y la desesperación por alimentar a una gran familia; vidas paralelas en tiempos y geografías totalmente antagónicos, con un resultado que va a permanecer en la historia literaria como referente para entender sus épocas respectivas. Stanley Kubrick, quien siempre prefirió trabajar con escritores y tenía a Thompson como uno de sus favoritos, lo eligió como guionista para los guiones de Atraco perfecto y Senderos de gloria. Muchas de sus novelas han sido adaptadas al cine: La huida, Los timadores, 1280 almas, El asesino dentro de mí; algunas se han convertido en piezas clave de la historia cinematográfica y, alguna, como El asesino dentro de mí, de Burt Kennedy, provocó a Thompson una trombosis que lo dejó sin habla. Cuando murió en 1977, a los setenta años, sus veintinueve novelas estaban descatalogadas. Es difícil saber quién fue en realidad el escritor, pues, sin duda alguna se reinventaba constantemente y se fundía en sus propios argumentos. Tampoco llegó a saber nunca que su obra tendría una segunda vida que lo encumbraría entre los grandes del género. A veces el genio tiene que ser destilado para que la sociedad se de cuenta de lo que ha tirado a la basura y pueda ser recuperado. Neus Botellé

Aquí y ahora RBA, 2012 pvp: 27 €


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literatura

Emmanuel Carrère Limónov Difícilmente se puede sentir la menor simpatía por Limónov: seguro de ser el más genial de los poetas, detesta a Nabokov, su obra y a sus lectores; envidia y despotrica contra Brodsky sin ocultar que lo hace solo por envidia; firma sus dedicatorias como «el Johnny Rotten de la literatura» pero, más que literato, se siente hombre de acción. Enérgico y pendenciero, es un perdedor decidido a convertirse en antihéroe; en la habitación de un hotel de mala muerte de Manhattan sodomiza con furia a su hermosa mujer mientras insulta el rostro de Solzhenitsyn que le muestra la televisión americana: «!es a ti a quien enculo!», le grita. A pesar de la repulsión que provoca, uno no puede dejar de seguir sus peripecias: hijo de un carcelero del KGB, su vida de joven proletario y delincuente transcurre en las calles grises y sin esperanza de Jarkov, Ucrania. Son los años de la nomenklatura de Brezhnev. Escapa del psiquiátrico para vivir en Moscú entre los poetas underground, rabiosamente enfrentado a los escritores oficiales, lacayos del partido. Logra emigrar a Nueva York. Vive como un clochard. Homosexual por desesperación. Seduce a la criada pensando que ha conquistado a la rica heredera y se convierte en sirviente de un millonario ilustrado. Relata sus desventuras en una novela sórdida y licenciosa que finalmente publica en París Jean Jacques Puvert, el célebre editor de Sade; allí se convierte en escritor de culto sin dejar de ser polémico y extremo en todas sus manifestaciones. Hastiado del mundillo literario, propone fusilar a Gorbachov y se involucra a fondo con la causa Serbia, acompañando a la siniestra banda del líder paramilitar Arkan; más tarde en Moscú funda el Partido Nacional Bolchevique, a la vez pardo y rojo, y acaba en prisión por participar en un golpe de Estado. Ferviente opositor a Putin, finalmente se gana el respeto de los demócratas más intachables: Anna Politkosvkaya, Gary Kasparov y Elena Bonner, la viuda de Andrei Sajarov.

Carrère afronta el riesgo que supone la biografía de un personaje vivo tan increíble como Limónov, alguien del todo inasible que elige siempre el lado más salvaje en una alucinación sin reposo. Y lo logra de manera brillante gracias a que, además, entrelaza dos relatos paralelos: por un lado, nos enseña su propia ambigüedad frente al personaje, los vaivenes de la atracción-repulsión con la que sigue, siempre con respeto y a veces con simpatía, las aspiraciones del poeta y guerrillero mundano, los anhelos de juventud a los que se mantiene fiel con una autenticidad casi ascética que también está presente en sus impulsos más detestables; por otro lado, nos ofrece un retrato penetrante de la vida en Rusia, desde Stalingrado hasta Putin, mostrándonos un mundo completamente roto, desesperado, y al tiempo intenso y sin complacencias. Si las páginas sobre el underground de Moscú y la vida de los inmigrantes rusos en Nueva York parecen extraídas de una novela de aventuras, los últimos capítulos dedicados a los años convulsos que siguieron a la caída del régimen y a la formación de los grupos de jóvenes contestatarios que capitaneaba Limónov, son agudos y reveladores. Un libro fascinante: Dostoievski en el siglo XXI.

Alexandr Herzen El pasado y las ideas El Aleph, 2013 pvp: 35 €

Vincenzo Consolo La herida de abril Traspiés, 2013 pvp: 16 €

Antonio Ramírez

J.R. Ackerley Mi hermana y yo Sexto Piso, 2013 pvp: 23 € Limónov Anagrama, 2013 pvp: 19,90 €


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literatura

Patricio Pron La vida interior de las plantas de interior Mondadori, 2013 pvp: 15,90 €

H. G. Wells Grandes novelas RBA, 2013 pvp: 24 €

J. G. Ballard El mundo de cristal RBA, 2013 pvp: 17 €

Miqui Otero La cápsula del tiempo Times are changin’, como decía aquél. ¡Tú dirás! Tanto que me atrevería a decir que todos estos constantes y poderosos cambios nos conducen a una profunda incertidumbre ante el futuro. Si bien es cierto que la duda es una constante en la historia de la humanidad, no es menos cierto que durante un tiempo nos creímos la idea del progreso que nos llevaría hacia un futuro mejor. Una idea que de pronto, como una bofetada, se ha desvanecido demostrando que no hay línea recta posible, que en el fondo nos toca decidir desamparados ante el vacío, que todo está por hacer en el sentido más crudo de la expresión. La cápsula del tiempo es un juego que va por ahí: TÚ eres el protagonista y tendrás que ­determinar qué pasará en la página siguiente, empezando por si coges o no un móvil que hay en las vías del metro. Como esos libros que leíamos de pequeños y de jóvenes pensando –qué ingenuos– que todo era posible en las mil y una posibilidades que nos ofrecía la historia, preguntándonos si queríamos abrir la puerta de la izquierda o subir las escaleras. Pero esta estructura está al servicio de la idea de fondo, de la conclusión inequívoca de que todo es tan complicado que cuando nos

damos cuenta de que estamos acompañados en este periplo descubrimos la fuerza de las casualidades, las anécdotas y los secundarios de lujo que podrían generar su propia novela. Además, la podríamos leer entera de forma lineal y el conjunto de las imágenes multiplicadas nos ilustraría una historia tan brutal que dudaríamos de la continuidad del tiempo e incluso el protagonista (que, recordémoslo, eres TÚ), cogería más fuerza. En fin, estamos ante una caja de sorpresas, un regalo formidable, un triunfo de la voluntad que mezcla tiempo, personajes e historias; géneros como el romántico, el detectivesco y la psicodelia, que incluye homenajes a Barcelona y a su literatura y que evoca las inquietudes de nuestra época, así como de unas generaciones marcadas por el desasosiego. Daniel Parellada

La cápsula del tiempo Blackie Books, 2013 pvp: 21 €

Philip K. Dick Tiempo desarticulado

Portraits de femmes Flammarion, 2013 pvp: 15,85 €

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Imagine el lector que ha sido escogido para participar en un concurso en el que cada día se le formula la pregunta «¿Dónde estará la próxima vez el hombrecito verde?», que Vd. siempre acierta gracias a su sólida preparación intelectual, sin cuestionarse su éxito porque pertenece al mundo de lo real, una frontera inquebrantable. Entre la neurosis y la obsesión, Tiempo desarticulado se basa en la paradoja de los tiempos paralelos en la que una sola existencia puede solaparse en reali-

dades diferentes, una presente y acuosa, esa en la que se acierta siempre la pregunta, y otra, ausente pero firme, en la que existe una conspiración para manipularle a Vd., querido concursante, para que se crea inteligente (además de atractivo y exitoso). El juego, realmente, se basa en que Vd. no descubra la trampa y siga tan feliz y contento; y no se pregunte jamás por qué no existen donuts rancios ni Coca-Cola sin gas. Joan Flores


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literatura

Jeffrey Eugenides

Percival Everett

La trama nupcial

No soy Sidney Poitier Etgar Keret De repente llaman a la puerta Siruela, 2013 pvp: 18,95 €

Dicen que todo lo bueno se hace esperar, y bien cierto es en el caso que ahora nos ocupa: llega la nueva novela de Eugenides La trama nupcial; con su llegada, la leemos, y al leerla, nos deslumbra. La literatura constituye el motor de esta historia de enamorados tan poco sentimental, y la recreación de la vida estudiantil en el campus universitario. Pero aquí la literatura nos lleva mucho más allá: el escenario persiste, salpicado de viajes a París, Grecia o la India, en esos años universitarios durante los cuales formamos nuestra biblioteca, cuyos libros, aquí, sirven para presentar a los personajes. Una historia de amor, un estudio sobre la historia del amor en la literatura, una reflexión acerca de cómo pueden vivirse hoy estas historias y cómo puede un escritor contemporáneo contarlas. La novela romántica del XIX pasada por El discurso amoroso de Barthes. Con su escritura diáfana y realista pero íntima en tono y gradación, Eugenides nos relata la llegada a la mayoría de edad de Madeleine, estudiante de literatura, blanca, guapa, algo ingenua, bien situada; Mitchell, bondadoso estudiante de teología, que se debate entre el apego a lo material y su aspiración casi mística a acercarse a Dios; Leonard, pobre pero brillante estudiante de biología y filosofía, acuciado por su tendencia depresiva. Y con ellos, el siempre latente interrogante acerca de la complejidad del deseo, que ni el más calculado estudio semiótico puede depurar. Tras el primer plano de la ficción, hay otro que pretende desentrañar los usos del lenguaje y la estructura de las novelas románticas y responder a la pregunta sobre qué sentido tiene hoy una trama amorosa. Mis expectativas se han visto cumplidas; no así las de los ya graduados protagonistas en su coming of age, cuando descubren que el amor no es otra cosa que soledad extrema y deben afrontar la paradoja. Considero un logro del autor convertir la formación cultural en materia literaria, como una forma crítica de plantar cara a la ignorancia. Marta Ramoneda

Tiempo de formación. La cuestión no es estar ahí, sino cómo llegar. Un imponente negro, de apellido Poitier, a quien su madre le pone el nombre de No Soy Sidney y, además, le deja una herencia millonaria. Con estas particularidades debe empezar su vida, su identidad; una identidad que se construye enfrentada a los demás, para sobreponerse a la marginación, la burla, el asedio, el nombre y el color. Brillante y cómico retrato de un personaje que se explica a sí mismo y que conmueve al lector, con un humor tristísimo que sirve para denunciar los prejuicios que obligan a formar la identidad propia a contracorriente. Y lo que es más importante, el despliegue de un lenguaje grotesco a la par que poético, que empuja la narración, con constantes paradojas, hacia la ceremonia final. Entiendo el ir-y-venir-y-volver que es este libro como un relato-parodia-de formación picaresco en el que, con humor furtivo, se denuncian decepciones, incapacidades y ansias de sobreponerse. No sé si me equivoco, pero me parece que la cosa queda entre los hermanos Marx, Fellini y la madre, siempre latente en el ­nombre.

Stefan Themerson La isla de Hobson Automática, 2012 pvp: 18,50 €

George MacDonald Cuentos de hadas para todas las edades Atalanta, 2012 pvp: 20 €

M. R.

Ben Lerner Saliendo de la estación de Atocha Mondadori, 2013 pvp: 16,90 €

No soy Sidney Poitier Blackie Books, 2013 pvp: 21 €

La trama nupcial Anagrama, 2013 pvp: 23,90 €

Antonio Muñoz Molina Todo lo que era sólido Seix Barral, 2013 pvp: 18,50 €


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literatura

Y el escritor vence a Tántalo Sobre el tiempo en la obra de Proust por Valèria Gaillard Marcel Proust Por la parte de Swann A la sombra de las muchachas en flor La parte de Guermantes RBA, 2013 pvp: 22 €

Marcel Proust En busca del tiempo perdido, 3 volúmenes Valdemar, 2005 pvp: 123 €

Marcel Proust En busca del tiempo perdido (7 volúmenes) Alianza, 2011 Pvp: 13,49 € c/v

Marcel Proust Sobre la lectura Pre-Textos, 1989 pvp: 9 €

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«[La iglesia de Saint Hilaire] ocupaba, podríamos decir, un espacio de cuatro dimensiones –la cuarta sería el tiempo–, que desplegaba a través de los siglos su navío que, de bovedilla en bovedilla, de capilla en capilla, parecía vencer y franquear no solo unos metros, sino también épocas sucesivas de las que salía victoriosa». Así describe el narrador de En busca del tiempo perdido la iglesia de Combray, una metáfora de la obra catedralicia de Marcel Proust, que se desarrolla en el tiempo en tanto que se trata de una quête de soi en la que el narrador indagará en el «tiempo perdido». Proust no se refiere al tiempo pretérito, sino a la búsqueda de la existencia de uno mismo, que logra gracias a una suprema revelación final en El tiempo recobrado, volumen que concluye el ciclo iniciado con Combray. Pero vayamos por partes. La cuestión del tiempo hizo hervir la cabeza de muchos científicos y filósofos a finales del siglo XIX y principios del XX. Einstein publicó la teoría de la relatividad restringida (1905) siguiendo las investigaciones de su profesor, Minkowski, primer matemático en hablar de espacio y tiempo como dos variables estrechamente relacionadas. En filosofía, Heidegger publicó Ser y tiempo (1927), en el cual define al hombre como el Dasein, el ser lanzado a la existencia, es decir, al tiempo. Tal vez Proust no conociera los trabajos de ninguno de los dos, pero sí participaba de esta inquietud palpable en el aire de ese cambio de siglo a través del filósofo francés Henry Bergson (casado con una de sus primas) y se inspiró en sus investigaciones para desarrollar las teorías que puso en práctica en la Recherche. El tiempo retratado en la novela no es solo el tiempo real, cronológico, sino que mantiene un diálogo con el tiempo subjetivo, psicológico, reinterpretado por la memoria como el de las Confesiones de san Agustín. Así, la Recherche está llena de zigzags temporales. Este tiempo subjetivo está construido a partir de

acciones repetidas, fijadas por el imperfecto iterativo que marca una costumbre, un hábito. Con el pasado sucede lo mismo que con el movimiento: se trata de una sucesión de momentos inmóviles, como un chorro de agua irisado del que –gracias a un efecto óptico– pueden apreciarse las gotas fijadas en el espacio sin que el ojo humano pueda captar su movimiento. Este tiempo subjetivo se puede recuperar gracias a la memoria involuntaria, que se despierta a raíz de una sensación, un olor, un ruido, un sabor... y recupera la forma intacta y global del pasado, tal y como sucede en la famosa escena de la madalena. En cambio, la memoria voluntaria falsea los hechos que permanecen muertos para el espíritu, como cuando el narrador recuerda ansioso el drama de ir a dormir sin el beso de su madre. En este sentido, Proust secunda de nuevo a Bergson, quien reivindicó el conocimiento que procede, no ya de la inteligencia, sino de los recuerdos, los sueños, la intuición... ¿Cómo se sitúa el escritor respecto al tiempo? El pasaje de los niños que juegan a hundir garrafas de agua en el Vivonne (otro símbolo del fluir del tiempo), nos ofrece algunas pistas. Aquí el narrador afirma el placer del lenguaje que permite una transubstanciación entre la imagen del agua y la idea de frescor. El escritor es capaz de sublimar la realidad a través de la escritura. Transformar el recuerdo en «eso otro». Traduce sus sensaciones y recrea la vida, puesto que –como los peces cristalizan cuando el niño lanza migas de pan al río– solidifica y hace visibles las cosas. Recupera el pasado en todas sus dimensiones y lo hace eterno, fuera del tiempo, en una lógica interna. La muerte resulta «indiferente» al escritor porque ha conseguido, con su arte, anular a Tántalo. Es inmortal.


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literatura

El tiempo que nos queda

Carlos Marzal La arquitectura del aire Tusquets, 2013 pvp: 17 €

Poesía y tiempo: definir lo indefinible Tempus fugit Ya los poetas presocráticos –considerando como podemos considerar que muchas de sus disertaciones filosóficas fueron también filológicas, y que daban sentido a según qué conceptos a través de la palabra– manifestaron la molestia propia de quien forcejea por definir lo indefinible: no saber cómo decir el tiempo. El juego que se está jugando, el núcleo, el agua... Los elementos físicos se conjugaban con los conceptos para intentar explicar lo que veían, casi indefinible: la vida. Carpe diem «Somos el tiempo que nos queda», dice Caballero Bonald; matar el tiempo; el poema de Auden que empieza con un terrible, elegíaco, extático y gráfico «Stop all the clocks»; dame cinco minutos; «Too present to imagine», dejó dicho Robert Frost; tiempo al tiempo; las Cançons de la roda del temps de Espriu; «Mirar el río hecho de tiempo y agua / y recordar que el tiempo es otro río, / saber que nos perdemos como el río / y que los rostros pasan como el agua»; «Dime ¿te acordarás /de esta habitación?»...

Collige, virgo, rosas Las variantes lingüísticas y líricas alrededor del tiempo son inabarcables: tanto endógenas –la busca de las horas– como exógenas –la busca de los minutos–, y parece como si nosotros, lectores de un gran engranaje que nos va grande, solo pudiéramos movernos sobre el segundero, cotejando horizontes; buscando la manera: sin perder el tiempo. Ruit hora Quizás en el fondo todos los poetas escriban un mismo poema, un poema imposible que pretende describir el juego que se está constantemente jugando y que los presocráticos ya contaron. Este segundo. El minuto que ha pasado mientras leías este texto. Quizás la poesía sea la única forma posible de intentar cambiar el ritmo (o la velocidad) del paso del tiempo, ensancharlo, y llenar el que nos queda con todo aquello que realmente vale la pena. El tiempo que nos queda debe tener alas.

Hans Robert Jauss La historia de la literatura como provocación Gredos, 2012 pvp: 27 €

J.M. Caballero Bonald Oficio de lector Seix Barral, 2013 pvp: 23 €

Abel Ramon

Johann W. Goethe El juego de las nubes

¿Quién no ha perdido la noción del tiempo, tumbado en un prado observando cómo cambian de forma las nubes? Todos los genios tienen su as en la manga, y la fascinación de Goethe por los fenómenos meteorológicos desde una vertiente que consideraba científica es un buen ejemplo de ello. Las ilustraciones de Fernando Vicente, en una interpretación romántica de los textos muy acertada, acompañan esta pequeña joya que reúne, por un lado, el diario sobrio pero detallista que es-

cribió admirando el cielo en sus viajes, y por el otro, el breve «Ensayo sobre Meteorología» que recoge sus reflexiones más románticas, panteístas y poéticas de la cuestión, en las que describe la naturaleza y el tiempo atmosférico como un todo orgánico. Encontraremos también los fantásticos esbozos de nubes y paisajes del propio Goethe, a quien solo le podemos reprochar –y que Eolo nos perdone– no haber sido más prolífico en artes plásticas. D. P.

La primavera a Pequín. Un dietari Quaderns Crema. pvp: 22 €


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cómic

Kate Beaton Hark! A Vagrant

La máquina del tiempo

Ganador del premio al mejor webcómic en los Premios Harvey 2012, Hark! A Vagrant es la recopilación de tiras de la canadiense Kate Beaton, que combina su admiración y amor por la literatura y la historia con un finísimo sentido del humor. Una obra única que demuestra que los buenos ejemplos de humor siguen siendo universales.

Ponent mon, 2013 pvp: 23 €

Frans Masereel Mi libro de horas Después de La Ciudad, Nórdica edita por segunda vez en un año a Masereel (18891972). El autor belga fue uno de los artistas más destacados en el campo de la xilografía, técnica que llevó hacia el discurso de la narrativa visual sin necesidad de usar ningún tipo de texto. En el prólogo encontramos un Thomas Mann que se desvive por la obra de Masereel.

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Nórdica, 2013 pvp: 18 €

Corinne Maier Freud Corinne Maier, psicoanalista y autora de libros como Bonjour paresse y No kid, radiografía en este cómic la figura del influyente Sigmund Freud, desde su nacimiento en la convulsa Viena del siglo XIX a los casos a los que se fue enfrentando para establecer su revolucionario método, pasando por el ascenso del nazismo. Una figura imprescindible, sin duda, para entender la modernidad.

Norma, 2013 pvp: 14,90 € 2

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cómic

Sergi Puyol y Irkus M. Zeberio Dictadores. Francisco y Leopoldo Ambos autores interpretan un episodio de la vida de dos tiranos. Sergi ha metido al desalmado dictador Francisco (¿Franco?) en un buen tinglado: defender la tierra de la Tercera Gran Invasión Alienígena. Irkus ha dibujado a Leopoldo II de Bélgica cortando manos de esclavos, a esclavos viendo visiones de Tintín y a Tintín buscando elefantes.

Apa Apa, 2013 pvp: 9 €

Daniel Clowes El Rayo Mortal ¿Cómo serían los superhéroes en la vida real? El Rayo Mortal, considerada como la obra maestra de Daniel Clowes, ha sido recopilada por Mondadori en una edición de gran formato para ser admirada en todo su esplendor. En palabras de Santiago García: «Mucho más que El Quijote de los superhéroes». 4

Mondadori, 2013 pvp: 17,90 €

Jim Woodring La cuerda de laúd (Frank vol.3) 5

6 1. Alexis Nolla / 2. Marc Torices / 3. Mireia Pérez / 4. Irkus Zebeiro / 5. Néstor / 6. Sergi Puyol Una selección de Toni Mascaró

Fulgencio Pimentel nos trae una nueva aventura del naíf pero no-tan-bueno Frank, el personaje antropomórfico que protagoniza los sueños más perturbadores de su autor, el estadounidense Jim Woodring, considerado uno de los grandes dibujantes que ha dado el cómic underground americano.

Fulgencio Pimentel, 2013 pvp: 32 €


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ensayo

Josep Fontana

Julio Arostegui Largo Caballero Debate, 2013 pvp: 32,90 €

El futuro es un país extraño

Zygmunt Bauman Sobre la educación en un mundo líquido Paidós, 2013 pvp: 15,90 €

Chinua Achebe There was a country Allen Lane, 2012 pvp: 27,15 €

Después del impresionante Por el bien del imperio, el profesor Fontana nos presenta un texto breve en el que expresa la preocupación que le provoca la realidad que vivimos y en el que toma plena conciencia del importante rol que todo historiador debe jugar en la situación actual: denunciar las mentiras de la información de los medios de comunicación de masas y a la vez contribuir a reinventar un nuevo futuro. De este modo, analiza cómo nuestra crisis actual arranca en los años setenta del siglo pasado, cuando se rompieron las reglas que regían un mundo que evolucionaba hacia el progreso del bienestar colectivo y de cómo nos encontramos ante la crisis social de comienzos del siglo XXI; una crisis que no es solo económica, sino la quiebra de un proyecto social que ha comenzado por la privatización de la política y aspira a conseguir la privatización completa del Estado, en una etapa que se caracteriza por la desigualdad económica creciente, la privatización de los servicios sociales, la reducción de los derechos y los sueldos de los trabajadores y las restricciones a la democracia y al derecho de protesta.

Fontana nos recuerda que ningún avance social se consigue sin lucha y que esta solo puede tener éxito cuando se basa en la conciencia colectiva de que no es lícito resignarse a una situación injusta. Este libro nos ayuda precisamente a despertar esta conciencia, necesaria para crear ese país extraño que es un futuro mejor. Mireya Valencia

El futuro es un país extraño Pasado y presente, 2013 pvp: 19 €

Ricardo García Cárcel

La herencia del pasado

Ricardo García Cárcel La herencia del pasado Galaxia Gutenberg, 2011 pvp: 30 €

la central

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En el presente libro, ganador del Premio Nacional de Historia 2012, García Cárcel analiza cómo se han construido las historias de España, desde la Hispania romana hasta el presente. Partiendo de una concepción plural y oscilante de la memoria histórica, esta es entendida por el autor como el fruto de repetidas mitificaciones y tergiversaciones del pasado. El presente trabajo pretende derrocar algunos de esos mitos y criticar los intentos de monopolizar la memoria oficial

por parte de los poderes establecidos. Se trata de una reivindicación de la ciencia histórica como lucha contra la instrumentalización de la memoria; un intento de abandonar los prejuicios y los complejos, en el que prima la voluntad de saber frente a la tendenciosidad. Un ejercicio de racionalización, un «­trabajo de toda la vida», en palabras del ­autor, y en definitiva un homenaje personal a la historia. Marta Hereu


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ensayo

Jonathan I. Israel La ilustración radical por Josep Olesti Desde su aparición en 2001, el libro de ­Jonathan I. Israel (de hecho, primera pieza de un tríptico que se completa con los dos volúmenes Enlightenment Constested y Democratic Enlightenment. Philosophy, Revolution and Human Rights. 1750-1790, se ha situado en el epicentro de un interés renovado por el pensamiento ilustrado. Las razones son fáciles de entender. La obra de Israel modifica significativamente algunas de las asunciones tradicionales de los estudiosos sobre la Ilustración y amplía su perspectiva, de manera que, para los especialistas, representa un auténtico reto historiográfico, y para los no especialistas, rescata del dominio restringido de los connaisseurs una cantidad impresionante de autores de segundo orden, transformando la fisionomía de un paisaje que, hasta entonces, les podía parecer bastante familiar. A los especialistas les dice que cabe subrayar el carácter supranacional del movimiento (a diferencia de, por ejemplo, un J.G.A. ­Pocock, que enfatiza la diferencia de las tradiciones nacionales); que hay que subdividir la Ilustración en dos grupos (sin contar a los adversarios): moderados y radicales (recuperando una etiqueta que había inventado M. Jacob en la estela de los trabajos de F. Venturi­); que los ilustrados radicales se articulan sobre todo en torno a la figura de Spinoza (en detrimento, por ejemplo, de Hobbes); que, por esta razón, es necesario adelantar la fecha de su nacimiento a 1650 (Paul Hazard la situaba a finales del siglo XVII) y también la de su consolidación (1750); y que debemos desplazar su centro de gravedad desde Inglaterra y Francia (que según las tesis tradicionales representaban respectivamente cuna y altavoz de la Ilustración) hasta Holanda. A los no especialistas, Israel les descubre a un conjunto de autores fascinantes, entre los que destacan, por poco conocidos, los del subsuelo holandés: el que fuera profesor de latín de Spinoza, Franciscus van den Enden,

autor de unas impactantes Proposiciones políticas libres (publicadas en castellano por El Cuenco de Plata), torturado y colgado en la Bastilla por conspirar contra Luis XIV e intentar establecer una república en Normandía –«debemos alejar de nuestro pensamiento a toda costa cualquier opinión que diga que un poder contrario a la libertad general puede ofrecer algo bueno»–; los hermanos Johannes y Adriaan Koerbagh, la heterodoxia de los cuales supera las capacidades digestivas de la supuestamente tolerante República Holandesa –condenado por blasfemia, Adriaan es encarcelado y muere en prisión a causa de los rigores de la vida carcelaria (la editorial Brill ha publicado, con original neerlandés y traducción inglesa, La luz brillante de las tinieblas; la reedición o traducción de Bloemhof [El jardín de las delicias] todavía en espera)–; Anton van Dale, la fuente erudita que nutre la Historia de los oráculos de Fontenelle; Balthasar Bekker, que con El mundo encantado emprende uno de los más rotundos ataques ilustrados a la superstición (libro aburrido, dice Voltaire en una exhibición clamorosa de desacierto en el juicio; aliquando bonus…); Adriaan Beverland, expulsado de la universidad y encarcelado por explorar los pliegues carnales del pecado original; y un largo etcétera que demuestra que Spinoza no es un milagro surgido de la nada (la anomalía salvaje de Negri), sino más bien la punta de un iceberg, un coloso nacido de un humus más modesto, pero fecundo. Correspondería que a esta Ilustración o Protoilustración holandesa se le hiciera lo que la editorial Frommann-Holzboog está haciendo con la alemana, que alguien se decidiera, también, a traducirla. ¡Ay! Justo ahora empieza a volcarse al castellano (KRK) el excepcional Diccionario de Bayle… Pero no lo estropeemos. En cualquier caso, la obra de Israel nos sumerge en las profundidades de la riqueza y variedad del pensamiento ilustrado de la Europa moderna. Bienvenidos a la fiesta.

Jonathan I. Israel La ilustración radical / Radical Enlightenment Fondo de Cultura Económica, 2013 / OUP, 2012 pvp: 55 € / 30,13 €

Jonathan I. Israel Democratic enlightenment, OUP, 2013 pvp: 27,60 € Enlightenment contested, OUP, 2009 pvp: 24,45 €

Helvétius Del espíritu Laetoli, 2013 pvp: 28 €

George Berkeley Obras Gredos, 2013 pvp: 59 €

Paul Vulliaud Spinoza d'après les livres de sa bibliothèque Equateurs, 2012 pvp: 17,90 €


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ensayo

Carlo M. Cipolla Las máquinas del tiempo Crítica, 2010 pvp: 9,95 €

Adam Frank El fin del principio Ariel, 2012 pvp: 24,90 €

Otto Mayr Autoridad, libertad y maquinaria automática en la primera modernidad europea Acantilado, 2012 pvp: 30 €

Mecanizar el tiempo Haciendo historiografía del reloj La lectura del microensayo de Cipolla sobre la invención del reloj mecánico y su consiguiente exportación a Oriente puede llevar a una serie de consideraciones sobre la importancia de tal suceso en Europa. Las máquinas del tiempo no deja de ser un interesante punto de partida para llegar hasta la obra de David S. Landes, Revolución en el tiempo, donde se puede encontrar un abordaje más profundo de los temas introducidos por Cipolla. Además de un análisis de las razones culturales del rechazo del reloj en Oriente, sobre todo en China, en ambas se narra también el proceso económico y social que llevó a la divulgación y expansión del invento y a su establecimiento en ciudades como Londres o Ginebra. La literatura histórica sobre el reloj demuestra, por lo tanto, que su aparición es el resultado de una coyuntura europea, que tiene su raíz en una concepción autoritaria del tiempo. Así lo explica Mumford en su monumental estudio sobre la técnica, así lo reitera el astrofísico Adam Frank en la recién traducida obra, El fin del principio. El libro es un recorrido histórico sobre la idea del tiempo desde

una perspectiva cosmológica y Frank adopta la noción mumfordiana de «megamáquina» para explicar la llegada del reloj mecánico a la cultura europea. A partir de aquí, el reloj mecánico pasa a regular las actividades cotidianas, sociales y económicas. Es, sin embargo, Otto Mayr el que mejor sintetiza el impacto que el reloj mecánico tuvo en las ideas sociales, políticas y religiosas de la época. El libro Autoridad, libertad y maquinaria en la primera modernidad europea demuestra que, aunque la fascinación de la filosofía por el mecanismo del reloj se manifestaba ya en la literatura de la Edad Media, el auge del uso de la metáfora del reloj coincide con el periodo de la Ilustración. En una narración que culmina con la célebre lucha de argumentos entre Clarke y Leibniz, Mayr analiza también la desaparición de la metáfora como consecuencia del florecimiento del liberalismo en la filosofía. Aun así, seguiremos mirando las mane­ cillas. Armando Sousa

Paul Johnson

Sócrates. Un hombre de nuestro tiempo

Sócrates. Un hombre de nuestro tiempo Avarigami Editores, 2012 pvp: 15 €

la central

/ marzo 2013

La extraordinaria pasión con la que los testimonios nos hablan de la figura de Sócrates nos confirma que fue un hombre admirable y fuera de lo común. Por esta razón, y más allá de la distancia en el tiempo, Paul Johnson nos acerca a un aspecto crucial en la forma de filosofar del gran pensador: la enorme correspondencia entre la teoría filosófica, las ideas abstractas y la vida real con sus debates prácticos del día a día. Para Sócrates parece que la filosofía no se puede reducir a un constructo teórico

plasmado en papel, sino que, por el contrario, debe erigirse en una decisión vital que recorre la realidad de quien está dispuesto a llevarla a cabo y de quien está dispuesto a ser transformado por esta acción meditada. Un inspirado e inspirador ensayo sobre el pensador griego, que ensalza la verdad que reside en el corazón de la filosofía, cuando ésta deviene acción para alcanzar la excelencia en la realidad. Cristina Pérez


ensayo

Michael J. Sandel Lo que el dinero no puede comprar Todo está en venta ¿Por qué nos preocupa que vayamos hacia una sociedad en la que todo está en venta? Por dos motivos: uno es la producción de desigualdad, y el otro, la corrupción. Consideremos la desigualdad. En una sociedad en la que todo está en venta, la vida resulta difícil para las personas con recursos modestos. Cuantas más cosas puede comprar el dinero, más importancia adquiere la abundancia (o su ausencia). Si la única ventaja de la abundancia fuese la posibilidad de comprar yates y coches deportivos o de disfrutar de vacaciones de lujo, las desigualdades en ingresos y en riqueza no importarían mucho. Pero cuando el dinero sirve para comprar más y más cosas –influencia política, cuidados médicos, una casa en una urbanización segura y no en un barrio donde la delincuencia campa a sus anchas, el acceso a colegios de élite y no a los que cargan con el fracaso escolar–, la distribución de ingresos y de riqueza cuenta cada vez más. Donde todas las cosas buenas se compran y se venden, tener dinero supone la mayor de las diferencias. Esto explica por qué las últimas décadas han sido particularmente duras para las familias pobres y las de clase media. No solo se ha ensanchado la brecha entre ricos y pobres, sino que la mercantilización de todo ha abierto aún más la herida de la desigualdad al hacer que el dinero adquiera más importancia. El segundo motivo de que no nos guste que todo se ponga en venta es más difícil de describir. No es la desigualdad o la justicia lo que aquí nos preocupa, sino la tendencia corrosiva de los mercados. Poner un precio a las cosas buenas de la vida puede corromperlas. Porque los mercados no solo distribuyen bienes, sino que también expresan y promueven ciertas actitudes respecto a las cosas que se intercambian. Pagar a niños por leer libros podrá hacer que lean más, pero también les

enseña a ver en la lectura una tarea, más que una fuente de satisfacción en sí. Adjudicar plazas para el primer curso escolar al mejor postor podrá incrementar los beneficios del colegio, pero también mina su integridad y el valor de su diploma. Contratar mercenarios extranjeros para que combatan en nuestras guerras podrá ahorrar vidas de nuestros ciudadanos, pero corrompe el significado de ciudadanía. Los economistas a menudo dan por supuesto que los mercados son inertes, que no afectan a los bienes intercambiados. Pero esto no es cierto. Los mercados dejan su marca. En ocasiones, los valores mercantiles desplazan a valores no mercantiles que merecen ser protegidos. Naturalmente, la gente no está de acuerdo sobre qué valores merecen protegerse y por qué. Así, para decidir cuánto dinero estaríamos o no estaríamos dispuestos a pagar, hemos de decidir qué valores deberían establecerse para los diversos ámbitos de la vida social y cívica. Cómo entender esto es de lo que trata este libro. Fragmento extraído de la edición publicada por editorial Debate (páginas 16-17)

Lo que el dinero no puede comprar Debate, 2013 pvp: 19,90 €

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ensayo

Eric R. Kandel

Enrico Coen

La era del inconsciente

De las células a las civilizaciones

Paul Feyerabend Filosofía natural Debate, 2013 pvp: 23,90 €

Brian Cox y Jeff Forshaw ¿Por qué E=mc2? ¿Y por qué debería importarnos? Debate, 2013 pvp: 18,90 €

Matt Kaplan Medusa's Gaze and Vampire's Bite Simon & Schuster, 2012 pvp: 22,70 €

Pocos candidatos tan idóneos como Kandel –americano de origen austríaco, Premio Nobel de Medicina en el año 2000, formado en historia, medicina, psiquiatría y neuropsicología, cultivado en literatura, arte y música– se nos ocurrirían para escribir este colosal volumen sobre el nacimiento del inconsciente en la Viena de fin de siglo y el cambio de paradigma que eso supuso, y que además, puedan hacerlo tan bien. ¿Cómo consigue explicarnos absolutamente todo sobre ese momento embrionario? Coge la pluma y la coloca en un punto, el Retrato de Adele Bloch-Bauer de Klimt, y se arranca a trazar una línea hecha de más puntos: la obra de Freud, la de los grandes narradores germánicos, las teorías de Gombrich, los trabajos de Haeckel y, sobre todo, las indispensables aportaciones científicas. Hasta que, al término del libro, ha conseguido dibujar un círculo perfecto que contiene una mezcla homogénea de ciencia y cultura.

La ambición de esta obra científica es conseguir, mediante el hallazgo de los aspectos coincidentes de las formas transformadoras en la evolución, el desarrollo, el aprendizaje y la cultura, las fuerzas que en estos cuatro ámbitos comparten el mecanismo del cambio: del embrión al hombre, del hombre a las sociedades, de estas al conocimiento, y de este último a las revoluciones culturales. Un brillante esfuerzo teórico de síntesis, que nos relata el hilo que une las relaciones entre nuestro pasado biológico y nuestro progreso cultural. En esta historia del cambio en la vida, desde las primeras células hasta los últimos desarrollos en la evolución tecnológica y cultural, podemos ver que, aunque con grandes diferencias, la fuerza que recorre los movimientos de cambio en la evolución sigue unos mismos principios, que nos son revelados de una forma inteligente en este magnífico ensayo. C. P.

Fani Manresa

De las células a las civilizaciones Crítica, 2013 pvp: 28,90 €

La era del inconsciente Paidós, 2013 pvp: 60 €

David Eagleman

Incógnito. Las vidas secretas del cerebro

Incógnito. Las vidas secretas del cerebro Anagrama, 2013 pvp: 19,90 €

la central

/ marzo 2013

En este ensayo sobre la mente y sus trampas, el neurocientífico David Eagleman hace una apología de la complejidad y una crítica tanto al materialismo como al reduccio­ nismo. Sirviéndose de una prosa extraordinariamente fluida, el autor ofrece un panorama general de los avances en el ámbito de las ciencias cognitivas, destacando sobre todo las aportaciones de una de sus disciplinas: la neurobiología. Para montar este puzle,

Eagleman recurre frecuentemente a ejemplos que enriquecen una narración que conlleva una reflexión social sobre las ventajas de la complejidad. Igual que Montaigne no dejó de investigar ante la empresa vana de conocerse a sí mismo, solo el reto de descubrir ese órgano «tan desconcertante» que es el cerebro, es suficiente incentivo para motivar que se siga avanzando en su estudio. A. S.


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Sobre el tiempo y la ciencia Por David Jou A veces la ciencia reprocha a la filosofía la multiplicidad de propuestas que ha dado, a lo largo de la historia, sobre qué es el tiempo. Pero también la ciencia observa el tiempo desde una multiplicidad de puntos de vista, no siempre coherentes entre sí. La física, por ejemplo, considera el tiempo de maneras diferentes en la mecánica clásica –tiempo reversible, determinista, predecible–, en la termodinámica –tiempo irreversible–, en el caos determinista –tiempo determinista, pero con capacidad limitada de predicción–, en cosmología –tiempo con inicio, o quizás sin inicio; con final, o quizás sin final– en las partículas elementales –el tiempo como chispazo brevísimo sobre fenómenos sorprendentes–, etc. La biología considera el tiempo de los ritmos biológicos de todo tipo –moleculares, celulares, de órganos, de poblaciones–, el tiempo psicológico –con aceleraciones y frenazos–, el tiempo creativo de la evolución y el desarrollo –una sinfonía de interruptores genéticos, mutaciones, competiciones–, o el tiempo destructor del envejecimiento y la muerte. La tensión entre las diferentes formas de considerar el tiempo en la ciencia es tan considerable que es mejor respetar el esfuerzo de los filósofos que menospreciarlos con imprudentes pretensiones de superioridad. Hay tres aspectos sorprendentes del tiempo en la ciencia actual. En primer lugar, la corroboración de la relatividad einsteiniana del tiempo en el sistema GPS. Como los satélites van a gran velocidad, su ritmo del tiempo respecto al de la Tierra se retarda; pero como el valor de la gravitación es menor que en la Tierra, el ritmo del tiempo se acelera. Si no tuviéramos en cuenta, muy cuidadosamente, las dos correcciones –de signo opuesto– el sistema GPS sería inoperante: en un solo día se acumularían errores de posición de más de once quilómetros. El segundo aspecto es el de la observación directa –por primera vez, aunque hace

ya cincuenta años existían indicios claros pero indirectos de ello– de la ruptura de la simetría por inversión temporal de procesos con partículas elementales. Esto se consiguió con el experimento Babar, en el acelerador lineal de Stanford, a principios de 2012, en el análisis de transiciones entre formas diversas de mesones B. La importancia radica en que esta ruptura podría explicar, en parte, cómo quebró la simetría entre materia y antimateria en el universo primitivo. Sin tal ruptura, el universo entero sería luz y no habría materia –ni vida, claro–. El tercer aspecto es haber conseguido convertir células normales en células madre, mediante la introducción en la célula normal de genes que consiguen desconectar los interruptores genéticos que la limitan a dar descendencia solo de células como ella misma y no de cualquier tipo, como sí lo hacen las células madre. El descubrimiento –de 2006– le ha valido a Shinya Yamanaka el Premio Nobel de Medicina de 2012. Este experimento es espectacular por lo que respecta al tiempo: una célula que no tenía potencial de dar nueva vida, adquiere, en principio, la capacidad de generar un nuevo organismo. ¡Qué manera tan impresionante de ir atrás en el tiempo y de dar a la realidad limitada de una célula normal la capacidad germinal de los orígenes!

Última publicación del autor: Introducción al mundo cuántico Pasado & Presente, 2012 pvp: 20 €

John Stuart Mill De la libertad Acantilado, 2012 pvp: 9,90 €

Peter Singer Salvar una vida Katz, 2013 pvp: 17 €

Umberto Gialimberti Los mitos de nuestro tiempo Debate, 2013 pvp: 24,90 €

Javier Gomá Lanzón Necesario pero imposible Taurus, 2013 pvp: 20

Jean Starobinski L'encre de la mélancolie Editions du Seuil, 2012 pvp: 24,60 €


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ensayo

Charles Segal El mundo trágico de Sófocles Gredos, 2013 pvp: 25 €

Sófocles / Hölderlin Edipo LaOficina, 2012 pvp: 24,50 €

Paul Veyne Virgile l'Énéide Albin Michel, 2012 pvp: 26,20 €

Iveta Nakládalová La lectura docta en la primera edad moderna Abada, 2013 pvp: 17 €

William Shakespeare Sonetos Acantilado, 2013 pvp: 22 €

la central

/ marzo 2013

Pensar entre ruinas Del gusto y el interés que suscitan los restos Hubo un tiempo en el que estetas, artistas y literatos celebraban unánimamente la ruina como el más humano de los parajes naturales o el más natural de los legados del hombre. La ruina, ora indómita, ora domesticada, osario del esplendor de la antigüedad, predilección de curiosos, ansia de los males de siglo, ha gozado de una feliz fortuna artística y literaria. A aquellos que no disponen de mucho tiempo y hacen de la necesidad una virtud supracardinal, pragmática, el libro de Michel Majarius Ruines. Représentations dans l'art de la Renaissance à nos jours, recientemente reeditado por Flammarion, les parecerá un complaciente tesoro. En cambio, los arqueólogos de la historia en ruinas, abundantes como son por estas latitudes, deberán hacer el pensum más a conciencia. Un ruinista de la talla de Hubert Robert (1733-1808), por ejemplo, merece el debido detenimiento. Debemos ver cómo reaccionaron sus contemporáneos. Debemos leer los Salons de Diderot: «Je vous en dirai mon avis, monsieur Robert... puisque vous vous êtes voué à la peinture des ruines, sachez que ce genre a sa poétique. Vous l'ignorez absolument. Cherchez-la». Quizás así empezaremos a percibir, como monsieur Diderot, que en la pintura de Robert hay demasiados importunios y nos sentiremos impelidos a encontrar la soledad de las ruinas, iluminadas por un claro de luna. «Quelquefois une haute colonne se montrait seule debout dans un désert, comme une grande pensée s'élève, par intervalles, dans une âme que le temps et le malheur ont dévastée». Bella evocación, esta, de René Chateaubriand. Para coronar la ladera melancólica solo nos faltará algo que emule la decadencia y el derrumbe de los grandes imperios, de las grandes glorias, pongamos por caso, el conde de Volney y sus Ruines, ou Méditations sur les révolutions des empires (1791). ¿Existe algo más obsoleto y a la vez delicioso que estas

ruinosas muestras de la condición humana? Quizás, con el paso del tiempo, deberíamos insistir, frente a la indiferencia general por la belleza ruinística, que desecho y ruina no son sinónimos, ni siquiera afines, ni siquiera emparentadas por nada más que la indiferencia. Y aún, permitidme tres recomendaciones librescas de diversa ley, las tres relacionadas con las ruinas y altamente significativas del tiempo y de las preocupaciones actuales: en el apartado de desechos lingüísticos y gabinete de antigüedades, destacamos El latín ha muerto, ¡viva el latín!, de Wilfried Stroh (Ediciones del Subsuelo, 2012). A los que se preocupan por la fragilidad de las cosas y la factura caduca de los inventos de la creación técnica, les aconsejamos la curiosa lectura de Antifragile. Things That Gain From Disorder, de Nassim N. Taleb (A. Knopf, 2012). Y súmmum de la inquietud por los efectos deletéreos del tiempo y por la ruina del mundo, contemplada desde los múltiples y savants puntos de vista, Où est passé le temps?, compilación de breves y nítidos ensayos dirigida por Jean Birnbaum (Folio Gallimard, 2012). Omnes vulnerant... Àngel Martín

Nassim Nicholas Taleb, Antifragile Alfred Knopf , 2012 / pvp: 26,20 € Jean Birnbaum (Dir.), Où est, passé le temps? Gallimard 2012 / pvp: 9,10 € Wilfried Stroh, El latín ha muerto¡ viva el latín! Ediciones del Subsuelo, 2012 / pvp: 22 €


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arte y artes escénicas

Música, tiempo, duración Por Ramón Andrés

En música no puede pensarse el tiempo si no es reconociendo nuestra necesidad de simetría, si no es aceptando nuestra exigencia de reducir a un orden lo que llamamos devenir. Cuando san Agustín escribía sobre estos asuntos en su tratado sobre música, señaló que el tiempo, su pauta, era un flujo del alma que, por su condición cambiante, unas veces «mira hacia lo que es igual» (la unidad), y otras «hacia otro objeto» (lo diverso). En el fondo, estaba hablando de la atracción del espíritu hacia lo unitario, de una fuerza de gravedad hacia el uno, pero también de su contrario: del impulso que tiende a apartarse de él. Claro está que, tras esta deducción, se escondía un atávico sedimento de sensaciones encerradas en el interior humano que revelan el pulso, la respiración, el balanceo del paso, la percepción de lo cíclico, lo dual, el ritmo interno. Un mundo que oscila. Debemos admitir que la búsqueda de estabilidad genera el tiempo, también en música. Esos impulsos instalados en la conciencia adquirieron en lo musical, ya desde antiguo, unos caracteres específicos, sobre todo en Occidente, empeñado siempre en condicionar y pautar. Si se piensa en los primitivos cantos de la iglesia cristiana, que derivaron en el canto gregoriano, observamos que el tiempo no era percibido como hoy lo hacemos, sino que las notas transcurrían en un espacio que diferenciaba, bien que en términos teológicos, lo eterno de lo temporal. Había duración, no tiempo. Haber querido marcar, acompasar y acotar la música hizo que esta, cada vez más, aconteciera como un sistema, como un aserto de la razón, incómoda con todo aquello que es suspensión y puro fluir. Un mecanicista de la época de Huygens vería posible encerrar la perennidad en un reloj, y de igual modo, la música en un sistema temporal. Pero siempre hay un reencuentro con lo perdido, con ese «otro lado» al que se refería san Agustín. No es de extrañar que la especulación metafísica del siglo XVII coincidiera con aquella música

non mesurée, con aquella vaguedad rítmica y voluntaria indefinición observada en maestros como Froberger, cuando se pensó que lo dividido y lo provisional eran asuntos de la muerte. Si el tiempo es tener conciencia de uno mismo, es fácil deducir que la organización del tiempo musical responde a una voluntad de trascendencia. De igual modo, es significativo que, cuando Heidegger operaba más allá de la metafísica, las obras musicales de Occidente comenzaran a alejarse del tradicional concepto de tiempo, y optaran por una ruptura de estructuras temporales quizá más radical de lo que fueron las innovaciones armónicas. Un tiempo ontológico, por así decir, entonces perdido, diluido, olvidado en la linealidad de la música de Feldman, en las oquedades sin tiempo de Nono y Lachenmann, en la suspensión de Ligeti. Es verdad lo que decía Cage: la música no va en una dirección determinada. No puede. Somos nosotros quienes queremos que se dirija hacia algún lugar; necesitamos hacerla a nuestra imagen y semejanza, darle un sentido y un destino, olvidando que la música, en su núcleo, no es tiempo narrado, sino una sonoridad ajena a nuestro relato.

Recordando a Eugenio Trías Desde que tuve la suerte de editar los libros de Eugenio Trías, siempre lo he visto trabajar en condiciones difíciles, debido a su enfermedad. De hecho, escribió sus tres últimos libros después de pasar por la primera operación en 2005. Este es un ejemplo de la indestructible voluntad de Eugenio Trías para construir una obra que, hoy que la muerte le ha puesto el punto final, se erige como uno de los edificios más sólidos que han dado las filosofías española y europea. Esta admirable voluntad es todavía más arrebatadora si tenemos en cuenta que El canto de las sirenas, La imaginación sonora y De cine, aventuras y extravíos (libro que publicaremos antes del verano) son tres tomos extensos (suman un total de dos mil páginas) y muy exigentes tanto en su preparación como en su escritura. Para prepararlos, Eugenio leyó centenares y centenares de libros (los amigos de La Central son testimonio de ello, por la bibliografía que iba a buscar a la librería), escuchó miles de piezas musicales, estudió centenares de partituras y visionó un buen número de películas. Son muchos los que vieron a Eugenio trajinando libros y partituras de aquí para allá, cuando iba a consultar algún aspecto o detalle del libro que estaba escribiendo (­Eugenio escribía sus libros en diálogo con sus amigos). Y los que habíamos estado alguna vez en su casa, pudimos ver la pantalla que se hizo instalar para visionar películas y, sobre todo, para poderlas escuchar mejor, pues el oído le iba fallando cada vez más. Esta es una de las razones por las que dejó de escribir sobre música y se centró en el cine –aunque el séptimo arte fue desde siempre una de las pasiones de Eugenio y a pesar de que en los últimos meses se planteó volver a escribir sobre música–. También durante el proceso de edición, Eugenio era muy exigente, consigo mismo y con los demás, y se implicaba en todos los aspectos del libro. Cuando entregaba el original parecía tener el libro terminado en su cabeza: la tipografía, los criterios de compaginación, la formalización de capítulos, las notas, la bibliografía y, sobre todo, la cubierta. Él era quien proponía la ilustración y daba la aprobación final. El día que fui a su casa para que me entregara el original de De cine, aventuras y extravíos, me dijo cómo quería la cubierta, qué película –incluso el fotograma en concreto– debía ilustrarla. Me dio las razones por las que tenía que ser ese fotograma y no otro, por qué esa película y ese director; no se trataba de un impulso estético, sino de una elección meditada y fundamentada. Voluntad firme de erigir una obra; exigencia para con él y el resto de los que trabajábamos con él; y respeto tanto por su obra como por la de los demás, que es también respeto por el lector. Estas son las tres características de su forma de trabajar que he podido evidenciar a lo largo de los años en los que hemos trabajado juntos. Hay mucho todavía de lo que hablar, del hombre y del amigo. Habrá tiempo de hacerlo cuando se mitigue el dolor de su pérdida. Joan Tarrida

Obras destacadas: Diccionario de música mitología, magia y religión Acantilado 2012 / pvp: 59 € Johan Sebastian Bach Acantilado 2006 / pvp: 20 € El mundo en el oído Acantilado, 2008 / pvp: 28 €


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arte y artes escénicas

Pierre Cabanne Conversando con Marcel Duchamp Alias, 2012 pvp: 6 €

El libro es un objeto unplugged Hablamos con Damián Ortega, artista y editor de Alias, un proyecto que nos invita a releer desde una nueva perspectiva algunos de los episodios más estimulantes del arte reciente.

Francis Picabia Poemas (3 Vol.) Alias, 2012 pvp: 13 €

Robert Smithson Hotel Palenque Alias, 2013 pvp: 13 €

Dan Graham Rock, mi religión Alias, 2008 pvp: 25 €

Lawrence Weiner Mi libro es su libro Alias, 2013 pvp: 5 €

la central

Damián Ortega

/ marzo 2013

El catálogo de Alias se nutre de algunos de los artistas más representativos del arte con­ ceptual. ¿Qué implicaciones crees que existen entre la praxis de estos artistas y la produc­ ción textual? Supongo que es una consecuencia innata del trabajo, como lo es dibujar. Me imagino que los procesos intelectuales de estos artistas les han obligado a tener que hablar mucho consigo mismos y eso implica escribir mentalmente un texto que les ayude a clarificar y asimilar la obra que ellos mismos comenzaron a esbozar. Se trata de descifrar un territorio desconocido, y la palabra escrita es un vehículo para ir asimilándolo y objetivándolo. No hay que olvidar que se trata de artistas que fueron pioneros en el arte conceptual y que han delineado un nuevo lenguaje en concordancia con el contexto en que han vivido. La literatura también es un vehículo para clarificar y para definir ideas y conceptos. Algunos de los textos publicados pertenecen a catálogos o publicaciones aparecidas con mo­ tivo de alguna exposición. ¿Crees que en este caso –la edición de catálogos de exposición– existe una tradicional infravaloración hacia lo textual? Yo crecí viendo ese tipo de catálogos, porque propiamente las exposiciones no viajaban a México, así que el catálogo era la única alternativa para conocer mucho de lo que estaba sucediendo más allá de nuestras fronteras. Es distinta la aproximación que tiene un editor de galería, cuya publicación tiene el objetivo de presentar la obra en un catálogo donde se pone una mercancía a la venta, a la postura de un Kunsthalle o de un museo, cuyo interés es más didáctico o analítico y ahonda y trabaja más

en el texto (aunque las galerías han tomado tal presencia que muchas veces sus catálogos son espectaculares, como los de un museo). Por otro lado, hay una crisis enorme en el sector de los catálogos de museos; la gente no los compra realmente. Las imágenes se pueden conseguir fácilmente en internet, mientras que un libro supone un problema de espacio y de peso. De algún modo hay que cargar con él toda la vida y es un compromiso al que uno no siempre está dispuesto. Con lo digital, la relación es mucho más pasajera, ¡mucho más ligera! Los museos buscan alternativas para hacer que los catálogos sean atractivos y su contenido no siempre es lo más popular; la imagen y el diseño espectacular cobran más peso. El sentido turístico de los museos invita más a llevarse los libros como una compilación de postales, no tanto a estudiar o a generar conocimiento. En esta misma dirección, ¿podemos afirmar que el proceso editorial es similar al de un arqueólogo (dar visibilidad a una serie de ob­ jetos/textos a los que como lectores muchas veces nos es denegado el acceso)? El editor puede ser bastante más caprichoso y simplemente puede limitarse a sus gustos o intereses. Él nos da una versión de los hechos; hace una compilación y explora sus perspectivas. Es tan importante lo que elige publicar como lo que rechaza. Me gusta la metáfora del impresor como alguien que valora las zonas claras y las oscuras; ambas lo describen y lo definen. Vuestro catálogo se inaugura con la reedi­ ción de las conversaciones de Duchamp con Pierre Cabanne y la edición de los poemas de Picabia, dos ejemplos de cómo ya desde las vanguardias se define el marco de acción de lo textual dentro del campo artístico. Estos dos libros parecen remarcar que existe un cambio


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arte y artes escénicas

de paradigma en la producción de literatura artística a partir de las vanguardias... Lo que yo destacaría es la inmensa variación de lecturas que implicaba un mismo texto en diferentes contextos. ¡Duchamp en español es aberrante! Es genial la personalidad y la energía política que implica transportarlo a México, donde habla coloquialmente y con todo su slang. Cruza el puente de la historia del arte y llega hasta nuestro barrio. Duchamp se encuentra entre nosotros y es la vanguardia inminentemente, ¡aquí y ahora! Es curioso, porque en México se absorbieron muchas vanguardias pero nunca llegó el dadá. Supongo que la época revolucionaria lo impidió, o que los chicos que podían viajar y empaparse de la movida europea eran niños bien, que iban a París a cultivarse. ¡Para el resto ver a esa runfla de artistas y poetas era incomprensible! Hasta la fecha, en México, la estructura poscolonial solemniza tanto las relaciones y a las personas que no se permite el sentido del humor tan fácilmente; mucho menos algo tan irreverente y burlón como el dadá. Me parece que se sigue tratando de encontrar el camino de las obligaciones y de la academia. Prefiero los postulados como los de Picabia en contra de la pintura: ¡basta de cagadas de mosca en las paredes! El catálogo de Alias parece compuesto de for­ ma concatenada, como si un título fuese la consecuencia del anterior, y así sucesivamen­ te. ¿Por qué crees que es importante plantear este ejercicio de retrospección? ¡Qué bueno que te des cuenta! Se trata de un proceso de trabajo y de investigación; una cosa te lleva a la otra, una tesis y una antítesis, como una dinámica de discusión. Desde hace un tiempo, la colección ha crecido hacia el interior como un proceso donde se llenan huecos y se crean espacios de articulación entre una publicación y la otra. En vez de hacer el número 9, por ejemplo, hacemos el 3,5. Normalmente, los escritos de artista funcio­ nan como un complemento que ofrece un segundo nivel de profundidad. En Alias estos textos cobran una presencia autónoma y mu­ chas veces son presentados sin aparato ico­ nográfico. ¿Qué limitaciones y posibilidades crees que ofrece este contexto específico en el desarrollo de las prácticas artísticas? Los textos escritos por artistas, por lo general, son más caóticos y embrollados; tratan de definir áreas que ellos mismos no conocen, son parte de la labor intelectual para entender su propio trabajo. En el caso de un artículo escrito por algún crítico o historiador del arte hay una segunda lectura del hecho,

donde ya se puede discernir un poco más, se es más analítico y crítico; se trata de textos más depurados. Muchas veces es muy valioso este tipo de relaciones entre críticos y artistas. Ese es el caso de Guy Brett, que estuvo muy cerca de Hélio Oiticica y lo está de David ­Medalla. Se trata de relaciones de trabajo que, a mi modo de ver, son grandes diálogos y producen grandes aportaciones en el pro­ ceso intelectual.

Georg Simmel Filosofía del paisaje Casimiro, 2013 pvp: 7 €

Los libros de Alias se presentan de una forma sencilla y asequible. ¿Crees que le falta hones­ tidad o le sobra artificio a la edición de libros de arte? No, no, a cada cual lo suyo. Sería difícil condenar todo de un tajo. Lo nuestro es simplificar y tratar de ir a la sustancia de la obra, o como se dice en medicina, al «ingrediente activo». ¿Crees que en un contexto digital, en el que el acceso y la difusión de la cultura escrita se ha simplificado considerablemente, por fuerza estamos convirtiendo el libro en un objeto? Pues sí. El libro es un objeto unplugged, no requiere baterías y no necesita tener recepción. Supongo que el libro es como el teatro: siempre existió el miedo a que el cine o la televisión lo desplazaran, pero es un lenguaje específico y permanecerá por muchos años más. Lo cierto es que ya no fungirá como la herramienta de conocimiento y divulgación que fue. El libro es un objeto tecnológico y hay que aceptar que está obsoleto en muchos sentidos. Creo que aún es un objeto político con mucho valor. ¿Cuáles crees que son los retos de la edición de arte en estos momentos? Bueno, preferiría no ir tan lejos con algo de lo que no tengo idea. Para Alias me parece que es importante aceptar que la libertad y el apoyo que tenemos se debe, en buena medida, a que es como un pan hecho en casa; no tiene fines de lucro, sino de autoconsumo; cumple con necesidades personales y tribales. Con gusto está invitado quien quiera a compartirlo. No podemos seguir el ritmo de producción y ventas tradicional; nuestra editorial lleva un ritmo más pausado. No contamos con el doping de la publicidad, se promociona de boca en boca y por medios como este. No es un proyecto masivo y eso no es malo. A veces se cae en la tiranía de las mayorías. Lo cierto es que leer lleva tiempo. Como dijo una amiga: «oye, no publiquen otro libro todavía; ¡aún no he terminado de leer el anterior!». Por cierto, gracias por la entrevista. Marc Navarro

Robert Adams ¿En qué podemos creer y dónde? Antonio Machado, 2013 pvp: 25 €

AA.VV. Música y acción Diputación de Granada, 2013 pvp: 20 €

Daniel-Henry Kahnweiler El camino hacia el cubismo Acantilado, 2013 pvp: 12 €

Alberto García-Alix Autorretrato La Fábrica, 2013 pvp: 44 €


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arte y artes escénicas

Mark Ravenhill Stanislaw Wyspianski Estudio sobre Hamlet KRK, 2012 pvp: 24,95 €

Santos Zunzunegui Lo viejo y lo nuevo Cátedra, 2013 pvp: 14,99 €

Richard Wagner Cartas sobre Luis II de Baviera y Bayreuth Fórcola, 2013 pvp: 15,50 €

liquidDocs Fanbook

Shoot/Get Treasure/ Repeat

Colección de diecisiete textos teatrales cortos (estrenados durante el festival de Edimburgo de 2007), de unos veinte minutos de duración cada uno, que reflexionan sobre los efectos de la guerra contemporánea –la guerra contra el terror– tanto en los países ocupados como en las sociedades occidentales. Cada pieza lleva el nombre de una gran obra de la literatura, el cine o la ópera –Guerra y paz, Crimen y castigo o El Mikado– formando una nueva épica contemporánea a partir de pequeños fragmentos que recuerdan clips de YouTube o pantallas de un videojuego. Escritos con un estilo desgarrador y descarnado, en un movimiento casi pendular entre el lirismo y la crueldad, Ravenhill explora lo que él describe como la «necesidad occidental» de exportar nuestros conceptos de «libertad» y «democracia». El director Josep Maria Mestres acaba de estrenar una versión en el Teatre Lliure de Barcelona.

liquidDocs Editions es una editorial cuyo proyecto es registrar y ahondar en la investigación en torno a las prácticas de representación del cuerpo. Desde 2007, el colectivo liquidDocs alterna su actividad productiva con esta necesaria tarea de recoger el pensamiento que rodea a la danza y a las artes escénicas contemporáneas. Después de diversas monografías sobre coreógrafos contemporáneos (Sol Picó o Sònia Gómez, por ejemplo) presentan ­LiquidDocs FANBOOK, publicación que se autodefine como «Fanzine para Fanáticos del Movimiento», una cartografía «emocional» sobre las nuevas prácticas escénicas. Desde Israel Galván a Xavier Le Roy pasando por Jérôme Bel, la publicación recoge las producciones nacionales e internacionales más interesantes, haciendo emerger las nuevas sinergias y dinámicas creativas alrededor del cuerpo y del movimiento.

Elisabeth Massana

Shoot / Get Treasure / Repeat A & C Black, 2009 pvp: 20,50 €

Elena Martín

Fanbook LiquidDocs, 2013 pvp: 18 €

Hunter Davies

Las cartas de John Lennon

Las cartas de John Lennon Libros Cúpula, 2013 pvp: 29,95 €

Se publican por primera vez estas cartas (postales, listas, rápidas anotaciones, telegramas). Quizás el valor de este libro, más que documental, sea el de poder ver directamente cómo se construye una personalidad en una posición de prestigio en el mundo de la cultura, y el gran impacto que esto tenía en la política en un mundo pre-11S. Resulta también interesante leer, del puño y letra de Lennon, las intenciones políticas realmente leves de sus performances (junto a Yoko Ono) por la paz y su relación con el mun-

do activista norteamericano (por ejemplo, con John Sinclair, del que se acaba de traducir Guitar Army. Rock y revolución con los MC5 y The White Panther Party). Pero sobre todo interesará a los fans de los Beatles porque por primera vez podrán ver su postura en muchos temas referentes al grupo, y desmitificará la influencia de Yoko Ono. El libro, totalmente ilustrado y de cuidada edición, es un relato en primera persona sobre la amistad, la familia, el amor y la creatividad, hilado por el humor, la ironía y la pasión por el arte. Ana Cibeira

la central

/ marzo 2013


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miscelánea

Milton Crawford

Yotam Ottolenghi

The Hungoevr Coobkook

El gourmet vegetariano

Milton Crawford cree que una «resaca es una oportunidad para ver y saborear el mundo de otra manera». A partir de esta premisa y basándose en las distintas clases de resacas que P.G. Wodehouse indicó en su The mating season según las respuestas que el cuerpo experimenta ante distintas pruebas físicas, Crawford propone al lector de The Hungoevr Coobkook un compendio de recetas que se subliman ante la resaca. Además de ofrecer varias recetas para cada tipo de resaca, Crawford las puntúa según su dificultad, desde la primera estrella que lucen las recetas que se podrían preparar con los ojos cerrados, a las cinco estrellas que necesitan de bastante coordinación y equilibrio.

Yotam Ottolenghi ha dejado de ser uno de los nuevos valores de la cocina para convertirse en un gran valor del vegetarianismo. Él no es vegetariano y por eso dudó cuando desde The Guardian le propusieron escribir para su magazín Weekend un nuevo espacio al que llamó «The new vegetarian». Sus restaurantes se habían hecho famosos por cómo preparaban las verduras, los cereales y por la gran variedad y originalidad de sus ensaladas, y eso es lo que propone este libro, del propio Ottolenghi, que nacen a partir de un ingrediente central y lo sofistican en mayor o menor medida hasta conseguir una creación con denominación propia.

Chad Robertdson Tartine bread Chronicle, 2010 pvp: 34,95 €

Álvaro Castro Panes creativos Everest, 2013 pvp: 19,95 €

S. A.

Sílvia Aymí

Xavier Barriga Pan. Hecho en casa y con el sabor de siempre Grijalbo, 2012 pvp: 19,90 €

The hungoevr cookbook Jonathan Cape 2013 pvp: 10 €

El gourmet vegetariano RBA 2013 pvp: 26 €

Dan Lepard Hecho a mano

Hecho a mano es un libro de amor al pan, para los que aman el pan y para los que después de leerlo van a amar el pan; un libro que parte de los ingredientes que nos da la tierra y se fija en las cosas hechas a mano con calma, cariño y paciencia; «un libro de amor que casualmente trata de pan», según su mismo traductor al español. Dan Lepard nos explica los secretos de la masa madre y las virtudes de numerosos ingredientes, y en su viaje por toda Europa,

acompañado de su vieja Cannon de película, conoce a gente que amasa y hornea su propio pan con ingredientes tradicionales en hornos de piedra o con nuevas recetas innovadoras y en hornos eléctricos. Gente como Vasyl y sus cerdos felices en Ucrania, las hermanas Bera y su latteria en Turín o Nicolas Berger, cuyo panecillo con puntas tostadas es el más imitado del mundo. S. A.

Hecho a mano Leqtor, 2010 pvp: 24 €


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miscelánea

La huida de Joe Christmas La velocidad, la resistencia y la voluntad de un personaje; el ritmo, el tempo, la fuerza y lo físico con que Faulkner narra la huida de Joe Christmans en Luz de Agosto. Un pasaje mayúsulo, donde el autor consigue el dominio absoluto del tiempo. «La carreta arranca. “Mottstown –piensa Christmas–. Jefferson no está más que a veinte millas. Ahora puedo descansar un rato. Hace siete días que no descanso, de modo que puedo hacerlo un rato”. Piensa que tal vez se duerma mecido por el movimiento de la carreta. Pero no se duerme. No tiene sueño. Ni hambre tampoco. Ni siquiera cansancio. Se halla suspendido entre esas necesidades, balanceado por el movimiento de la carreta, sin pensar, sin sentir. Ha perdido la noción del tiempo y de la distancia. Quizás hace una hora que está en este vehículo; o quizá tres. El joven dice: —Mottstown. Ya estamos. Al mirar, Christmas ve la humareda que planea sobre el cielo, muy baja, más allá de una esquina imperceptible. Y he aquí que está entrando de nuevo en la calle que dura desde hace treinta años. Alguna vez había sido una calle pavimentada, una de esas calles por las que se puede correr mucho. La calle había descrito un círculo y Christmas continúa en su interior. Y, no obstante, siguen dentro del círculo. “Y sin embargo me he alejado más en estos siete días que en los otros treinta años –piensa–. Pero nunca he salido del círculo. Nunca he podido romper ese círculo de lo que ya he hecho y no puedo deshacer”, piensa tranquilamente. Está sentado en el pescante, y delante de él, en el guardabarros, puede ver sus zapatos, los zapatos negros que huelen a negro: aquella marca sobre sus tobillos, el indicador de nivel preciso e indestructible de la marea negra que le va subiendo por las piernas, que le sube desde los pies hasta la cabeza, lo mismo que sube la muerte».

Tiempo de Correr de Jean Echenoz El tiempo narrativo en la novela es tan ficticio como cualquiera de sus personajes y, como sabemos, tramposo y desleal como ninguno; no sin razón, Barthes lo calificó de ilusión cronológica. En manos de un autor competente, el tiempo se alarga o encoge, se deja morir de manera lánguida o se aviva para servir a los fines de la historia y de su narrador. Sin duda, Jean Echenoz es uno de los escritores contemporáneos que con mayor habilidad domina la ficción del tiempo. Correr es la pieza central del tríptico biográfico de Jean Echenoz –flanqueada por las vidas noveladas del compositor Maurice Ravel y del ingeniero Nikola Tesla–, en la que el autor francés se adentra en la figura de Emil Zátopek, atleta checo que fulminó todas la marcas en carreras de larga distancia durante los años cincuenta. Un hombre sencillo que tan solo le pide a la vida una pista para continuar corriendo y que pronto se verá convertido en instrumento del régimen (Emil, el buen comunista), para finalmente ser represaliado por su participación en la Primavera de Praga. Entre ambos acontecimientos, Echenoz recrea el paisaje de una biografía

que sortea con éxito las trampas del icono y descubre un personaje cautivador definido con maestría por su intimidad y por el contexto histórico, más allá del menudeo de sus gestas deportivas. El tiempo se desliza en esta novela de igual forma que su protagonista absoluto corre por las pistas de medio mundo: avanzando de forma dislocada, algo excéntrica y a intermitencias, serpenteando entre las escenas que conforman esta vida novelada. El ritmo de la narración, hostigado por Echenoz con frases cortas y con una economía de recursos espartana, se enciende o apacigua marcado por el metrónomo vital del corredor Zátopek, «la locomotora humana». Así, no es de extrañar que el propio Echenoz admita, acerca del estilo impuesto en Correr, que «... el personaje sobre el que trabajas se convierte en coautor del libro». A lo que se podrían añadir las palabras de Zátopek cuando, acusado de carecer de técnica, de correr siempre tenso y sin elegancia, respondía: «lo del estilo es una gilipollez. Puestos a correr, mejor correr rápido, ¿no?» Nacho Caballero

William Faulkner Luz de agosto Alfaguara, 2010 pvp: 21,50 €

Jean Echenoz Correr Anagrama, 2010 pvp: 14,90 €

la central

/ marzo 2013

Partida de ping pong a cuerda Protocol, 2012 pvp: 18,60 €

Tazas futbolín Soccer Team Cha Cha, 2012 pvp: 10,90 €

Ciclistas de plomo en miniatura Protocol, 2012 pvp: 6,30 €


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miscelánea

Tiempo de descanso: una sospecha Que los partidos de fútbol duran noventa minutos es la primera falacia asumida de este juego. Todos saben que existe un no período intermedio, llamado con candidez de descanso, que pausa la trama y goza de tanta o mayor relevancia que los dos tiempos de juego. Porque la primera obviedad es que no son minutos para el descanso, sino para la redención. Una conjura para cambiar (o no) los acontecimientos. Un espacio muerto donde los futbolistas se detienen y los entrenadores se erigen. Existen minutos de descanso más importantes que minutos en juego. Porque, ¿qué ocurre cuándo no ocurre nada? Pues que ocurre de todo. En 1952, un tipo llamado Alejandro Scopelli aterrizó en Barcelona para entrenar al entonces RCD Español importando, suponemos que entre otras muchas cosas, el consumo de oxígeno en los descansos. No es que la oxigenación fuera una práctica ilegal, pero sí era considerada poco ética por sus colegas de banquillo, al menos así nos cuenta el episodio Alfredo Relaño (366 historias del fútbol mundial que deberías saber). El caso es que los blanquiazules comandaban el campeonato hasta su enfrentamiento en Les Corts contra el Barcelona de Kubala y compañía. Todo bien, 0-1 al descanso, pero fue entonces cuando se desató un pequeño incendio que intoxicó la zona de los vestuarios y desaconsejó el uso de las bombonas. Los blanquiazules, desoxigenados, terminaron derrotados. Cancha con cancha. Scopelli era, claro, argentino. Desconocemos si su historia llegaría a oídos de Dante Panzeri (Fútbol. Dinámica de lo impensado), para quien el fútbol ilustrado solo era posible sin la irritante molestia de estos intrusos del balompié llamados entrenadores. Porque si existe un momento donde estos alquimistas comandan los encuentros, ese es el tiempo de descanso. El tiempo que niega el tiempo de juego. El tiempo nulo, el tiempo que no cuen-

Osvaldo Soriano Fútbol Seix Barral, 2010 pvp: 6,95 €

ta, el no tiempo. La oscuridad del partido. Porque, ¿qué ocurre realmente en los tiempos de descanso? ¿Alguien aún piensa que realmente se descansa? No, Panzeri nos quitó la venda de los ojos: el descanso es el atajo. ¿Qué trata de ocultar el fútbol? ¿Por qué los futbolistas se esconden a descansar? En el baloncesto, por ejemplo, se descansa en público. Gente sana, nada que ocultar. Pero en el fútbol, se refugian. Quizá lean a Spinoza en voz alta o invoquen al maligno. Porque solo una cosa es cierta: en los tiempos de descanso no se descansa. Panzeri hubiera confraternizado con Míster Peregrino Fernández, quizá el único entrenador respetable conocido, «el creador del fútbol espectáculo», un tipo que, al ver a un jugador propio replegarse hacia su campo para defender, no podía evitar la reprimenda: «¡Qué hace ahí perdiendo el tiempo! ¡Su arco es el otro, carajo!». Un entrenador ficticio salido de la pluma de Osvaldo Soriano (Fútbol). Uno de los intermedios más épicos del ­fútbol de ficción nos lo dio el cine, concretamente Evasión o victoria, y nos lo cuenta con pasión Carlos Marañón (Un partido de leyenda). Momento inolvidable al descanso: el butrón para la escapada ya finalizado cuando llega el amago de Pelé a Stallone: «Hatch, si nos vamos ahora perderemos mucho más que un partido». Tensión épica, mirada honda. Todos de vuelta y a zurrar a los nazis. Para acceder a la historia real en la que se basó John Huston, la del Partido de la Muerte, visiten a Eduardo Galeano (Fútbol a sol y sombra) y ­Kuper Simon (Fútbol contra el enemigo). Ambos indispen­ sables. Si el fútbol va de la vida, si la experiencia existencial humana se condensa en los noventa minutos de juego de un partido, ¿de qué metarrealidad trata entonces el tiempo de descanso? Futbolistas, no descansen. Ya no nos engañan. Álex Cerrudo

Dante Panzeri Fútbol. Dinámica de lo impensado Capitán Swing, 2012 pvp: 18,50 €

Simon Kuper Fútbol contra el enemigo / Football against the enemy Contra, 2012 / Orion, 2003 pvp: 18,50 € / 12,40 €

Alfredo Relaño 366 historias del fútbol mundial que deberías saber Martínez Roca, 2012 pvp: 11,95 €

Carlos Marañón Un partido de leyenda Ocho y Medio, 2011 pvp: 22 €


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infantil y juvenil

Valérie Guidoux Las cuatro estaciones SM, 2003 pvp: 14,50 €

¡Cada cosa a su tiempo! Los libros de las cuatro estaciones Cada año, la naturaleza sigue su curso y nos sorprende en cada estación con la llegada de animales, luces, frutos y colores distintos (Las cuatro estaciones). Una nueva estación nos da la oportunidad de ver los cambios mirando el árbol del jardín, comiendo una fruta o poniéndonos un jersey de más.

Leire Salaberría Cuando llueve Faktoría K, 2011 pvp: 13 €

En invierno neblina, y nieve por vecina Durante el invierno, con la llegada del frío y de la nieve, las plantas y los animales descansan esperando la primavera. Ya no podremos ver ni a los erizos, ni a las tortugas ni a las ardillas; tendremos que esperar mientras duermen en sus madrigueras. El árbol del jardín se queda desnudo, sin habitantes, y en el huerto hay poca actividad (Mi primera guía sobre el huerto urbano).

Peter Brown El jardín curioso Takatuka, 2010 pvp: 15 €

Ni primavera sin golondrina, ni despensa sin harina En primavera, el sol y la lluvia se pelean, así que preparad el paraguas y las botas de agua (Cuando llueve) porque, mientras llueva, solo pensaremos en el próximo chapoteo. El árbol del jardín ha empezado a florecer y ha recibido

la visita de nuevos amigos (El jardín curioso). Y, en el huerto, empezaremos a plantar las hortalizas de verano y a recoger las últimas de invierno. Un principio lleno de esperanza está a punto de estallar con la llegada de una estación llena de sorpresas. Verano que dura, otoño asegura En verano todo estalla: ¡frutas y verduras para todos! El árbol del jardín ha crecido y está enfadado porque ahora recibe demasiadas visitas; en cambio, nosotros disfrutamos del calor y de unos días largos que parecen eternos (­El Libro del verano). Cuando a las seis veas oscurecer, otoño seguro es Durante el otoño, las hojas de mi árbol van cayendo, cambian de color y ya no pueden proteger a mis animalitos. Aprovechamos para ir a buscar setas y castañas mientras nos cuentan historias increíbles (Cuentos para todo el año). Y, en el huerto, hacemos la última cosecha de lechugas, rábanos y zanahorias. Meritxell Ral

Rotraut Susanne Berner El libro del verano Anaya, 2006 pvp: 13 €

Carles Cano Cuentos para todo el año Anaya, 2001 pvp: 18,20 € Juego de dados Story Cubes Creatuve Hub, 2012 pvp: 13 €

la central

/ marzo 2013

My Tree Puzzle Londji, 2012 pvp: 21,65 €


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infantil y juvenil

S. Stewart D. Small

C. Dorion B. Young

La jardinera

Cómo funciona el clima

La jardinera es un libro ilustrado de género epistolar en el que una niña, Lydia Gracia, explica a sus padres cómo intenta hacer sonreír y alegrar a su gruñón tío Jim. En 1935, en el período de la Gran Depresión, muchos niños como Lydia eran enviados a casas de familiares que tenían una mejor situación económica. En este relato no solo se habla de una situación familiar y social, sino también de la esperanza e ilusión de que, con unas pequeñas semillas y un poco de paciencia, se puede crear un jardín lleno de luz. Desde que Lydia empieza a vivir en la ciudad, el negocio y la casa del tío Jim parecen despertar de un largo letargo, como si fueran semillas que necesitaran un impulso para florecer. Este álbum, cuya forma y contenido se complementan a la perfección con sus detalles, recibió la Medalla Caldecott en el año 1998 y ha conseguido ser ya un libro de fondo en librerías y bibliotecas.

El clima sigue unas pautas que se van repitiendo durante todo el año debido al movimiento de la Tierra. Mientras en una parte del planeta disfrutamos del verano, en la otra padecemos el peor de los inviernos. Para poder explicar nuestro mundo y los diferentes fenómenos de cada día, desde una leve lluvia a un tornado devastador, Cómo funciona el clima nos acerca a ellos a través de dibujos esclarecedores, lengüetas, solapas y un montón de desplegables llenos de datos. Además de ser un libro de regalo para niños a partir de 8 años, se trata de un buen material para padres y profesores que quieren explicar el origen y el final de los fenómenos meteorológicos de una manera lúdica.

LATA DE SAL es una editorial de álbum ilustrado especializada en dos colecciones únicas: Vintage y Gatos.

Un día de nieve (1962), de Ezra Jack Keats Colección Vintage, 2012. 14,90 € El primer libro ilustrado de la historia con un protagonista negro.

M. R. Amigos, de Michael Foreman Colección Gatos, 2012. 14,90 € La definición de la amistad. Una historia real.

M. R.

La jardinera Ekaré, 2010 pvp: 6,25 €

Cómo funciona el clima SM, 2011 pvp: 15,95 € Un canguro por Navidad (1962), de James Flora Colección Vintage, 2012. 15 € Un libro para siempre, del gran ilustrador de discos de los 40 y 50.

!

pronto

Caramba, de Marie-Louise Gay Colección Gatos, 2013 Todos los gatos vuelan, menos Caramba. Es un gato especial.

Maleta Le jardinier Moulin Roty, 2012 pvp: 46,50 €

Juego de experimentos meteorológicos Weather Station 4M, 2012 pvp: XXX €

www.latadesal.com


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inclasificados

Los libros de Amor Un film de Michael Haneke Cupido parece estar regodeándose estos días: no solo ha conseguido que el cineasta austríaco más perturbador firme un bello retrato del amor puro, sino que ha poblado nuestras estanterías de novedades editoriales relacionadas con aquello que Platón calificó como enfermedad mental. Nuevas perspectivas para tratar un tema recurrente en la literatura, como la de Eva Illouz en ¿Por qué duele el amor?, un interesante estudio sociológico sobre el concepto del amor en la época contemporánea, o la de Amor, el porvenir de una emoción donde el filósofo Stascha Rohmer analiza si es un sentimiento inherente a la existencia humana. La película de Haneke, sin embargo, no se interroga sobre el origen del sentimiento; aquí se trata más bien de retratarlo, plasmarlo a través del gesto cotidiano, para recrear así una intimidad solo comprensible si se observa de cerca. Con vocación casi fotográfica, Haneke reconstruye la relación de dos octogenarios que se ven encarados a la muerte desde el refugio de su propia intimidad. Un poco a la inversa que Cicerón en Sobre la vejez, Haneke confronta la enfermedad y la muerte a la plenitud emocional y racional: la irrupción de la muerte en la pareja humaniza a los personajes, revirtiendo su socialización. Imposible no citar los numerosos libros que tienen el amor senil como protagonista, desde la novela gráfica Un adiós especial, que retrata los últimos cuatro años de la vida de los padres de la autora, al triangulo amoroso de El amor en los tiempos del cólera de Márquez, o El último encuentro de Sándor Márai, donde una cena reúne a dos abuelos para reconstruir su amistad. Pero si hay un texto que funciona a modo de espejo del film, ese es Carta a D., la misiva que el filósofo André Gorz le dedicó a su mujer tras cincuenta y ocho años de matrimonio. Si en el caso de Amor la relación se ha retratado a través del reflejo minucioso y detallado del presente, en Carta a D. la intimidad se reconstruye a partir de la evocación épica del pasado. Así, el libro acaba emergiendo como una especie de contraplano del film, recogiendo aquello de lo que Haneke nos ha privado deliberadamente situándolo fuera de campo: la historia de la pareja. E. M.

Lectoróscopo Rodrigo Fresán

ARIES. Terminaste el año haciendo algo que no hiciste en mucho tiempo: robar un libro de una librería. Pero esta vez te atraparon. Y era la librería del hermano de tu mujer. Las bromas sobre el asunto te perseguirán, me temo, hasta el próximo diciembre. TAURO. La relectura de Retrato de una dama –motivada por el descubrimiento del excelente ensayo Portrait of a Novel: Henry James and the Making of an American Masterpiece de Michael Gorra– deviene en sueños recurrentes donde el personaje de Gilbert Osmond se te aparece con el rostro y gestos de José Mourinho, y el de Ralph Touchett, con los de Tito Vilanova. Tu Isabel Archer onírica –gran error de casting– se parece un poco a Sara Carbonero. Sí, lo siento: todo es y siempre será fútbol en tu vida. GÉMINIS. Has dejado tantos mensajes insultantes con tantos alias diferentes en tantos blogs de escritores que ya no sabes quién eres. ¿Te acuerdas? Tú solo querías ser escritor. Pero no este tipo de escritor, ¿verdad? Consulta a un psiquiatra. O dos. CÁNCER. Naciste el mismo día de julio en el que murió Jane Austen y Adolf Hitler publicó Mein ­Kampf. De ahí que la tuya –siempre entre luces y tinieblas, entre el Bien y el Mal– no haya sido una existencia sencilla ni lo vaya a ser nunca. Culpa de todo esto a tus padres. Para eso están y para eso sirven. LEO. Los libros más leídos del verano son, todos, cuidadas y completas reediciones de grandes novelas decimonónicas inglesas y francesas y

Sopa de letras Os hemos preparado un caldo del tiempo, con trece vocablos, para que paséis un buen rato sin pensar en el frío. ¡Buen provecho!

la central

/ marzo 2013

alemanas y rusas donde no se lee chaval donde debe decir chico. Pero era solo un sueño. Y te despiertas. VIRGO. Conocerás al que piensas que es el hombre de tu vida en la presentación de un libro en cuya portada hay un zapato de tacos altos y un par de esposas. Advertencia: no es el hombre de tu vida; es el hombre de tu muerte. Corre. Más rápido. No mires atrás. Sigue corriendo. LIBRA. Un amigo en el poder te confiará que el Gobierno planea para fin de año un impuesto a las novelas que transcurran durante la Guerra Civil Española que enseguida hará extensible a sus lectores. Pasarás por un doloroso proceso de abstinencia y desintoxicación, pero recaerás hasta la ruina cuando se descubran los huesos de Federico García Lorca en el trastero de tu casa. ESCORPIO. Bertelsmann adquirirá a tu mujer e hijos con opción a tus padres y suegros. Primero te angustiarás un poco; pero enseguida comprenderás que es un buen negocio para todos, que mejor así. SAGITARIO. Limpiando el altillo de tu abuela recién fallecida encontrarás el manuscrito de una novela. La leerás y no estará nada mal. La presentarás al Planeta y lo ganarás. El libro será traducido a todos los idiomas y varios dialectos. Te casarás con una princesa europea. Acabarán concediéndote el Nobel. Y serás tan feliz esa mañana en que anuncias que dejas la escritura… CAPRICORNIO. Creciste con Harry Potter, te iniciaste en un sinfín de cosas con los vampiros de

Crepúsculo; ahora fantaseas con Cincuenta sombras de Grey & Co. No temas: el departamento de marketing de una editorial ya está preparando una serie de novelas con ancianos en geriátricos y enfermedades degenerativas varias que harán las delicias de tus últimos años. ACUARIO. Tendrás una idea brillante: le propondrás a tu jefe editar, por fin, los volúmenes zodiacales dedicados a los signos «perdidos» de Ofiuco y Cetus. No lo hagas. No llames la atención. Vivimos tiempos de recortes y no de aumentos, ¿sabes? PISCIS. Comprarás la versión del Quijote para Twitter. Y dice –enseguida reclamarás los 79 caracteres que te ahorraron de los 140– así: «En un lugar de La Mancha, de cuyo nombre no puedo acordarme». Repite conmigo: «Si Shakespeare viviera hoy NO estaría escribiendo guiones de series para la HBO». Cien veces. ARIES, TAURO, GÉMINIS, CÁNCER, LEO, VIRGO, LIBRA, ESCORPIO, SAGITARIO, CAPRICORNIO, ACUARIO Y PISCIS (Y OFIUCO Y CETUS). Este 2013 volverás a no leer Casa desolada, En busca del tiempo perdido, Guerra y paz, El hombre sin atributos, Moby-Dick, La montaña mágica y La broma infinita; pero sí intentarás, en vano, mitigar tu ansiedad volviendo a la última y penúltima voluminosas entregas de George R. R. Martin. Comprarás –y añadirás a la anterior lista de postergaciones que, no nos engañemos, son renuncias– los varios volúmenes de Gibbon, el de Chateaubriand, el de Boswell, el de Shikibu, el de Montaigne, etc. Todo eso está escrito en las estrellas, dicen. Pero tampoco hace falta leerlo todo, ¿no?


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Agenda de marzo día

librería

1

La Central de Callao El garito, 19 h

Presentación:

2

La Central de Callao El garito, 11.30 h

Taller infantil:

4

La Central del MNCARS 2ª planta, 19 h

Ciclo:

La Central de Callao El garito, 19.30 h

Proyección y coloquio:

La Central de Callao El garito, 19 h

Presentación:

La Central de Callao 2ª planta, 19.30 h

Presentación:

5

7

La Central de Callao 2ª planta, 19.30 h

8

La Central de Callao El garito, 20.30 h

El cielo árido, de Emiliano Monge. Mondadori. Presenta Patricio Pron.

Mi primer libro pop-up. Nuevo cine de autor español. Presentación de la 2ª edición de «Márgenes». Participan su director, Diego Rodríguez, Chiqui Carabante y Nacho Segarra.

El vestido zombie. El traje de novia: un signo entre la vida y la muerte. Participan Asunción Bernárdez Rodal y María Gallego Reguera.

Guerra y emancipación, de Abraham Lincoln & Karl Marx. Capitán Swing. Participan Gaspar Llamazares, Andrés de Francisco, Jacobo Muñoz y Pedro Chaves.

Libro de la Creación. Fragmenta Editorial. Participan José María Lassalle, Manuel Forcano, Ignasi Moreta, Lola Escudero y Esther Bendahan. Presentación y coloquio:

99 ejercicios de estilo, de Matt Madden. Sins entido. Ciclo:

1er Ciclo de Intelectuales Borrachos: Explorando las literaturas de género. Inauguración de la exposición de Los Fabulosos Teykerman, de Pedro Villarejo. + Literatura de Videoclub.

La Central de Callao 2ª planta, 19 h

Ciclo Vicegoles:

La Central del MNCARS 2ª planta, 19.30 h

Presentación:

La Central de Callao El garito, 19.30 h

Presentación:

La Central de Callao El garito, 19.30 h

Presentación y dramatización:

La Central del MNCARS 2ª planta, 19 h

Presentación:

La Central de Callao El garito, 20.30 h

Ciclo:

16

La Central de Callao Sección infantil, 12.30h

Actividad infantil:

18

La Central de Callao Sección infantil, 12.30 h

Actividad infantil:

21

La Central del MNCARS 2ª planta, 19 h

12 14

15

La Central de Callao 2ª planta, 19.30 h

Diálogos sobre fútbol para diletantes. Platko y los demás. Participan Benjamín Prado, Óscar Abou-Kassem y Emilio Sánchez Mediavilla.

D7, de Juan Borchers. Ediciones Vaticanochico. Participan Maria Berrios, Sergio Rubira y Jesus Bermejo.

En tus ojos, de Mónica Gutiérrez Serna. SD Edicions. Presenta Jesús Marchamalo.

Festival «Ellas Crean». La noche de Valia, de Monika Zgustová. Participan la autora y el actor Emilio Buale.

Hora solar. Atelier Bonanova. Participan Antonio Huerga, Antonia Payero e Isidoro Valcárcel Medina.

1er Ciclo de Intelectuales Borrachos: Explorando las literaturas de género. Encuentro con The Bolsilibro Appreciation Society, Óscar Alarcia y Scari Wó. Modera Alberto Haj-Saleh.

Mi papá es el mejor. Ediciones Jaguar. Oto y Oli. Amigos de papel. Ciclo:

Nuevo Cine de autor español. 2ª sesión. Participan los miembros del colectivo Los Hijos y Miguel F. Labayen. Presentación:

Compañeros de viaje, Madrid-Barcelona 1930, de Xavier Pericay. Ediciones del Viento. Acompañarán al autor Félix de Azúa y Jon Juaristi.

22

La Central de Callao 2ª planta, 19.30 h

De Mademoiselle Justine

actividad

Presenta Samuel Alonso. Participan John Tones y Noel Ceballos, Modera Alberto Haj-Saleh.

11

Consultorio

Presentación:

Atlas crack financiero. La estafa del siglo. Le Monde diplomatique en español / UNED. Participan Ignacio Ramonet, Ferrán Montesa y Blanca Azcárate.

Apreciada Mademoiselle Justine, Le escribo presa de una gran consternación y alboroto. Mi amante me acaba de anunciar que ha decidido tomarse un año sabático para descubrir Oriente después de leer sobre los viajes de Flaubert. ¿Qué les pasa a los literatos? Yo, que estaba fascinada por su conocimiento de Apollinaire, su dominio de los fetiches de Sacher-Masoch, incluso por las vulgaridades de Bukowski que me susurraba al oído... y ahora toda su palabrería y amor a los libros se vuelve en mi contra. ¿Sabe lo que cuesta encontrar un buen amante en los tiempos que corren? ¿Qué puedo hacer para retenerle? Querida Mademoiselle, ¡ayúdeme! Una dama abandonada Querida dama abandonada, Tranquila; si tu amante literato piensa encontrar el mismo Oriente que Flaubert, lo lleva claro. Déjale que haga un crucero por el Nilo lleno de turistas o que intente entrar en Siria tal y como está el percal. Lo tendrás de vuelta en un par de semanas con el rabo entre las piernas. Mientras tanto, te recomiendo que vayas buscando un plan alternativo para cuando a tu amante el viajero le de por leer a Conrad o a Stevenson. Como decía Colette: «Le voyage n'est nécessaire qu'aux imaginations courtes»; y ese, me temo, querida, es el problema de tu amante actual. Mucho libro y mucho fetiche, pero poca imaginación. Si no le basta Flaubert para descubrir Oriente, será un eterno insatisfecho. Ya sé que los tiempos están muy achuchados, pero quizás deberías buscarte un hombre que solo leyese el Marca y que fuese feliz con los pequeños placeres sencillos de la vida, y reservarte los deleites literarios para la intimidad de tu alcoba. Queridos lectores, Os recomiendo la lectura de Love and Capital, de Mary Gabriel, que a pesar de tener un título de culebrón cutre, es una biografía coral de la familia Marx. Los de Karl, no los de Groucho. Una biografía personal, íntima, basada en una extensa investigación de las cartas que se intercambiaban los miembros de la familia y sus allegados y que nos pinta un retrato cercano de sus relaciones interpersonales, dando por fin la importancia que se merece a Jenny Marx y a sus hijas. Un viaje apasionante por el tortuoso periplo de esta familia que os hará valorar más si cabe la obra de este filósofo cuando penséis en todo lo que sufrió su familia para que él pudiese escribirla. Podéis enviar vuestras consultas a: mademoisellejustine@lacentral.com



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