PEPE LAMARCA
DOCUMENTOS LATINOAMERICANOS
JAVIER VILA
A mis queridos compañeros
KERUIN P. MARTÍNEZ
El documento, la memoria y el oficio
Fotografías
7 10 14
JAVIER VILA
A mis queridos compañeros
Pepe Lamarca (Buenos Aires, 1939) nos muestra en estas 46 fotografías que conforman la exposición Documentos latinoamericanos lo poco que pudo salvarse de su trabajo social en Latinoamérica, puesto que la mayor parte de sus documentos se perdieron tras su detención, la ocupación de su estudio y la confiscación del archivo por la policía política del duro régimen de los generales, que acabaría con su encarcelamiento y posterior exilio a España.
Se trata de un trabajo muy comprometido ideológicamente y con unos fines prác ticos muy concretos: defender y mejorar las condiciones de trabajo, a través de los sindicatos gremiales y reivindicar el derecho a la tierra de los pueblos indígenas y de los colonos aparceros “treintañeros” y “golondrinas”.
La labor de sindicalista es ingrata. Normalmente no es sino un compañero más de la chamba quien pone el dedo en la llaga. El que señala lo que otros no se atreven, ono quieren, o no pueden. Casi siempre por H o por B. Casi siempre porque tienen una familia detrás, que si no… Como si el compañero sindicalista no la tuviera o no tuviera que cubrir sus propias necesidades de comida y techo. Como si fuera un mártir que está obligado a sufrir, por algún acuerdo tácito con la vida, que le reservó ese lugar en la escala social, en el que tiene que renunciar a los ascensos o a los pluses que los otros reciben gracias a sus reivindicaciones y a su empeño.
Además de la conciencia de clase, el sindicalista precisa de la determinación, del empecinamiento en la tarea; de la paciencia que permite conseguir logros a largo plazo, sin la mirada puesta en el beneficio personal inmediato. Algo que no suele ser bien visto por sus representados, quienes las más de las veces, con la sabiduría
que otorga la universidad de la vida, saben más de los réditos de inclinar levemente la espalda y asentir, como un tic innato o inherente al puesto y la responsabilidad otorgadas por el patrón.
En las fotos de Pepe Lamarca, un compañero fotógrafo del gremio de la informa ción, la cámara es el testigo, la herramienta de la conciencia, que permitirá al traba jador verse desde fuera en el tajo y será prueba fehaciente para la magistratura de las condiciones de insalubridad u otros riesgos de la tarea encomendada. También es el testigo de los sintierra, de los braceros incansables y de los pueblos indígenas silenciados.
Pepe, el maestro, se inició en la fotografía de la mano del compromiso. Pero su compromiso es con la verdad. Con la mirada clara y directa. Con la defensa del des protegido. Con el trabajo de fotógrafo.
Pepe Lamarca con Mercedes, Juana Carrizo y niño Santiago del Estero, Argentina, 1968
El documento, la memoria y el oficio
El ideal de justicia está antes que el ideal de cultura: es superior el hombre apasionado de justicia al que sólo aspira a su propia perfección intelectual Pedro Henríquez Ureña
Quienes tenemos la fortuna de frecuentar la compañía de José Lamarca sabemos que, cuando se trata de fotografía, valora sobre todo tres cosas: la memoria, el documento y el oficio. Esta tríada es concebida por él de manera compleja, con intersecciones, cruces y retroalimentación, lo que da lugar a una fórmula que podría enunciarse como sigue: la memoria personal y colectiva soportada por el documento cabalmente producido por quien entiende que la fotografía es, ante todo, un oficio.
Desde el inicio de su carrera como fotógrafo, Lamarca se interesó por el documentalismo, género que practicó intensamente y que se podría afirmar que nunca ha aban donado, puesto que, ya fuera un retrato de estudio, ya la cobertura de un evento para prensa, su vocación siempre ha sido dejar constancia de quién es la persona o cuál es el momento retratado. Este hecho ayuda a dotar de coherencia a una obra fotográfica que se desarrolla a lo largo de seis décadas en América y Europa.
En el trazado biográfico de José Lamarca hay una línea divisoria clara, que tiene que ver con su condición de exiliado. En efecto, nacido en Buenos Aires en 1939, la pri mera parte de su vida transcurre en su país natal, con algún eventual desplazamiento por motivos de trabajo a países vecinos. Fue a principios de los años setenta que,
envuelto en causas políticas, tuvo que acogerse a la Ley de Extrañamiento, renunciar a su país y marchar al exilio, lo cual le traería a España, donde reside desde entonces.
El grueso de las fotografías que forman parte de la muestra Documentos latinoame ricanos hay que ubicarlo en la primera etapa de su carrera, dado que corresponde a los trabajos realizados en América. Se incorporan a la exposición, no obstante, algu nas fotografías de los primeros encargos realizados ya en España. En cualquier caso, estamos ante un conjunto de imágenes que son memoria social, política y cultural de una época, al tiempo que también son memoria personal, en la que el aprendizaje, el compromiso, la amistad, la lucha, la pérdida y el dolor conjugan experiencias vitales imborrables.
José Lamarca aprendió el oficio de fotógrafo ejerciendo como tal. Sus primeros empleos relevantes fueron en algunas organizaciones sindicales de la Argentina de los años sesenta, como la Unión de Obreros y Empleados Municipales, fundada cincuenta años antes, pero para entonces vinculada a la izquierda peronista. Como a él mismo le gusta recordar, su trabajo como fotógrafo no dejaba margen para florituras o recreaciones esteticistas, sino que se trataba de una fotografía directa cuyo desti no era acompañar los informes periciales sobre las condiciones laborales en distintos sectores. Es decir, fotografiaba lo que le pedían.
El escaso margen del fotógrafo nunca ha sido, para Lamarca, un problema, puesto que toda su vida ha trabajado por encargo, produciendo fotografías para un uso específico, fuera la carátula de un disco, un cartel, prensa o los citados informes para los sindicatos. Es precisamente este uno de los puntos sobre los que Lamarca insiste a la hora de reivindicar el oficio de fotógrafo. En la estrecha vinculación con los sindicatos hay que buscar las causas de la salida de Lamarca de Argentina. En este sentido, no está demás recordar que los años sesenta en aquel país no fueron fáciles. Quien había dominado la política argentina en las dos décadas precedentes, Juan Domingo Perón, había caído tras un golpe de Estado a mediados de los cincuenta, siendo sustituido por un gobierno cívico militar. Durante las presidencias de Perón, el sindicalismo argentino había vivido su etapa de apogeo, puesto que era uno de los pilares que soportaba la arquitectura institucional del sistema justicialista. Sin embargo, tras el golpe, Perón y el peronismo fueron proscritos, lo mismo que las organizaciones políticas progresistas. El sindicalismo, por su parte, pasaba a estar vigilado e intervenido por el nuevo régimen. Los inten tos de apertura a mediados de la década siguiente se saldaron con un nuevo golpe militar, más contundente y sanguinario, en el que la persecución de la disidencia se intensificó y se extendieron las desapariciones, los asesinatos, el encarcelamiento y las torturas. También la expulsión y el exilio.
Lamarca se vio afectado por la intervención militar de la organización con la que trabajaba, hecho que se tradujo en la pérdida de la mayor parte de su archivo fotográfico de aquellos años y, como ya se ha dicho, su salida del país.
Sea como fuere, lo cierto es que la obra conservada de los Documentos latinoame ricanos de José Lamarca da cuenta de su compromiso firme con los trabajadores, tanto en el mundo rural como en el mundo urbano. Así lo evidencian las imágenes que documentan la vida de los llamados “treintañeros”, campesinos vinculados a unas tierras que deberían conseguir al cabo de treinta años de trabajo, o los “golondrinas”, temporeros que se desplazan siguiendo las cosechas. También, en la misma línea, el seguimiento del proceso de reparto de tierras entre el pueblo mapuche, en el sur de Chile, por parte del luego malogrado gobierno de Salvador Allende. Y, por supuesto, el ya referido trabajo con los sindicatos, con poderosas imágenes de las condiciones en las que habían de desempeñar su labor los obreros que procesaban las basuras en las Usinas o los que exhumaban cadáveres para desalojar tumbas en el cementerio de la Chacarita.
En definitiva, José Lamarca es ampliamente conocido y reconocido como el primer gran fotógrafo del flamenco moderno. No obstante, si alguien quisiera hacerse una composición completa sobre su trayectoria y obra, los Documentos latinoamericanos constituyen un paso inexorable, no solo porque se trata de los primeros años del fotógrafo, sino porque ahí están presentes algunas de las claves para entender el rigor que caracteriza a sus imágenes.
En palabras del propio Lamarca, este conjunto de obras es quizás la parte menos co nocida de su trabajo, pero para él es sin duda la más entrañable, pues ahí se dan cita el recuerdo de amigos y compañeros, el valor del registro visual para la intervención social y la perdurabilidad de la memoria y, finalmente, el oficio riguroso del fotógrafo que sabe cumplido su cometido.
Los trabajos insalubres Buenos Aires, 1968-1970
Cementerio de la Chacarita Dirigido por “Muñeca”, secretaria de prensa del sindicato Unión de Obreros y Empleados Municipales, documenta los trabajos de desalojo y cremación para denunciar las condiciones laborales ante los juzgados de trabajo.
Los trabajos insalubres
Buenos Aires, 1968-1970
Las usinas de quema de basuras. Otro trabajo de documentación realizado con el mismo objetivo.
Los trabajadores recibían la basura sin ningún tipo de seguridad o protección y sin el equipamiento adecuado, con con secuencias infecciosas graves.
Los Treintañeros
Santiago del Estero, 1968-1970
Son campesinos que trabajaban tierras de terratenientes sin explotar. Había una ley que dictaba el derecho a la propie dad después de treinta años. De ahí su nombre. Pero propietarios y jueces se encargaban de que no se cumpliera la ley. Pepe Lamarca acompañado de Oscar Figueroa, hermano de Mercedes Carrizo, que aparece en las fotos con su familia los entrevistó durante dos años. El yerno de Mercedes era un trabajador “golondrina” que se trasladaba como bracero a lo largo del país.
La Reforma Agraria
Chiloé, Chile, 1970-1971
Encuentro de Jacques Chonchol, ministro de agricultura del gobierno de Salvador Allende, con los jefes mapuches en donde se les reconoció la propiedad de las tierras que ocupaban. Los mapuches conservaban los títulos de propiedad que les concedió la corona española.
El gobierno de Allende devolvió esas tierras al pueblo mapuche, durante la dictadura militar de Pinochet les serán nueva mente usurpadas y algunos de los líderes campesinos asesinados.
Este trabajo fue realizado junto con la periodista chilena Carmen Correa.
A mis queridos compañeros
Con estas fotografías Lamarca quiere rendir homenaje a las personas que fueron importantes en su trabajo tanto en Latinoamérica como en su llegada a España y en su introducción al mundo del flamenco.
Leonardo Favio 1938-2012, Buenos Aires
Nombre artístico de Juan Jorge Jury Olivera, director de cine, cantautor, actor y militante político. Películas como Crónica de un niño solo, El romance del Aniceto y la Francisca o Gatica “El Mono” se consideran entre las mejores del cine argen tino. Resultado de su militancia peronista es el documental de 6 horas Perón, Sinfonía del sentimiento La foto es para la portada de un disco. Cantaba para financiar su cine.
Cristina Betanín y Jaime Colmenares
Cristina era una fotógrafa compañera del estudio de Lamarca y Jaime el laboratorista de ambos. Los dos fueron deteni dos y asesinados en 1977, durante la dictadura militar de Videla, en Rosario, Argentina. El retrato es del día de su boda.
Carmen Waugh 1932-2013, Santiago de Chile
La primera galerista de Chile considerada la impulsora del arte latinoamericano del siglo XX. Exiliada en España durante la dictadura de Pinochet fue fundadora de la Galería AELE en Madrid y directora del Museo de la Solidaridad Salvador Allende.
Lamarca realizó un extenso trabajo de reproducción de las obras para los catálogos y retratos de pintores y escritores. Mantiene un estrecho vínculo con ella y sus hijas y colabora con la Fundación que lleva su nombre.
Antonio Gades
1936, Elda – 2004, Madrid
Bailarín y coreógrafo al que Lamarca conoció en Buenos Aires y le ofreció trabajo, a su llegada a España, en Casa Gades, su restaurante en Madrid. Allí fotografiaba a las personalidades que frecuentaban el local. Paco Rebés le encargó su pri mer trabajo para las portadas de Camarón y Paco de Lucía.
También fue el fotógrafo del Ballet Nacional cuando Gades fue su director.
Francisco Moreno Galván
1925-1999, La Puebla de Cazalla, Sevilla
Pintor y poeta, conocido también por sus letras flamencas en las que la crítica social le enfrentó con la censura franquista. Puso a Lamarca en contacto con el mundo flamenco, la importancia de las familias y la manera de representarlas. Fue un gran amigo.
Ayuntamiento de Santander
Gema Igual Ortiz Alcaldesa de Santander
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Guiomar Lavín Raúl Hevia
© De los textos: sus autores
© De las imágenes: Pepe Lamarca, VEGAP, Santander 2022 DL SA 584 - 2022
Esta publicación se edita con motivo de la exposición Pepe Lamarca. Documentos Latinoamericanos, celebrada en la sala del CDIS del 21 de octubre de 2022 al 8 de enero de 2023
Colección Pequeño formato
01 Campúa. Sueños en blanco y negro
02 El taller del artista. Una mirada desde los archivos fotográficos del Instituto del Patrimonio Cultural de España
03 María Gorbeña. Fotografías, 1982-1988
04 Foto fija en el cine mudo de José Buchs. Santander, 1920
05 Eduardo Cortils. Casi un objeto. Cuerpos que importan
06 Gerardo Vielba. Santander en su mirada
07 Pepe Lamarca. Documentos latinoamericanos