REVISTA ITTPA Vol. 1 No. 2 - ARTICULO 02

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MEASURE HEIGHT AND ATTACK INTENSITY OF HYPSIPYLA (Hypsipyla grandella, Zeller, 1849; Lepidoptera: Pyralidae) AND RESPONSE OF CEDRO (Cedrela odorata L) in Los Mangos Channel - Turbo - Antioquia ALTURA E INTENSIDAD DE ATAQUE DE HYPSIPYLA (Hypsipyla grandella, Zeller, 1849, Lepidóptera: Pyralidae) Y RESPUESTA DEL CEDRO (Cedrela odorata L) EN EL CANAL LOS MANGOS - TURBO - ANTIOQUIA Guido Alberto Vivas Narváez1 ABSTRACT The intensity of Hypsipyla grandella attack and the responsiveness of Cedrela odorata to attack were evaluated. The height of the attack, the intensity of the attack and the response of the tree to the attack were measured. A set of 60 trees distributed in 6 permanent plots of 1.000 m2 were measured at 9 and 22 months of age and 2 statistical treatments were used: planting density 3x3 m and 4x4 m. The results showed significant statistical differences between treatments. In the 3x3 m treatment the height range of the attacks was between 20 - 114 cm and in the 4x4 m treatment the attacks were between 4 - 170 cm. Attacks in relation to intensity 173 attacks were identified: 69 (39,9%) at 9 months and 104 (60, 12%) at 22 months. The analysis of variance showed that the treatment factor has a significant effect (p <0.05) on the intensity. At 9 months the intensity of the 4x4 m treatment exceeded that recorded in the 3x3m treatment by 60% and at 22 months the difference was only 6,25%. In general, the intensity in the 4x4 m treatment exceeded the intensity recorded in the 3x3 m treatment by 20,23%. In relation to the resilience, it was found that Cedrela odorata always emits regrowths: at 9 months 50,51% of the trees issued several regrowths; but, none of them dominated over the others. 23,23% issued a single regrowth, 17,17% evidenced the presence of a leading regrowth and 9,09% showed no regrowth. At 22 months, 40.06% of the trees recorded several regrowths; but, none of them dominated over others. 32,56% showed the dominance of a leading regrowth, in 20,75% there is only one regrowth and 6,63% didn’t show the presence of regrowths.

Keywords: Hypsipyla, plantations, Forest measurement, Cedrela odorata, intensity, Los Mangos Channel. Received: 31 - 07 - 2019 Accepted: 04 - 09 - 2019

RESUMEN En el proceso de evaluación del ataque de Hypsipyla grandella se midió la altura del ataque, la intensidad del ataque y la respuesta del árbol al ataque. En el proceso se monitoreo a los 9 y 22 meses de edad un conjunto de 60 árboles distribuidos y seleccionados al azar en seis parcelas permanentes de 1.000 m2 cada una y se utilizó dos tratamientos: 3x3 m y 4x4 m que corresponden a la densidad de siembra. Los resultados mostraron diferencias estadísticas significativas entre los tratamientos en los periodos de medición: en el tratamiento 3x3 m el rango de altura de los ataques varió entre 20 - 114 cm y en el tratamiento 4x4 m los ataques variaron entre 4 - 170 cm. En relación a la intensidad de ataque se identificó 173 ataques así: 69 (39,9%) a los 9 meses y 104 (60,12%) a los 22 meses. El análisis de varianza mostró que el factor tratamiento tiene efecto significativo (p<0,05) sobre la intensidad. A los 9 meses la intensidad en el tratamiento 4x4 m superó en 60% la registrada en el tratamiento 3x3m y a los 22 meses la diferencia solo fue de 6,25%. En general, la intensidad en el tratamiento 4x4 m superó en 20,23% la intensidad registrada en el tratamiento 3x3 m. En relación a la capacidad de recuperación se encontró que Cedrela odorata responde siempre emitiendo rebrotes: a los 9 meses el 50,51% de los árboles emitió varios rebrotes; pero, ninguno dominó sobre los otros. El 23,23% emitió un solo rebrote, el 17,17% evidenció la presencia de un rebrote líder y el 9,09% no mostró ningún rebrote. A los 22 meses el 40,06% de los árboles registró varios rebrotes pero ninguno dominó sobre otros. El 32,56% mostró la dominancia de un rebrote líder, en el 20,75% existe un solo rebrote y el 6,63% no mostró la presencia de rebrotes. Palabras clave: Hypsipyla grandella, Medición forestal, Cedrela odorata, intensidad, Canal Los Mangos.

1 Ingeniero Forestal, Universidad Nacional de Colombia. Especialista en Medio Ambiente y Geoinformática, Universidad de Antioquia. Profesional Especializado adscrito a la Subdirección de Gestión y Administración Ambiental de CORPOURABA. E-Mail: avivas@corpouraba.gov.co

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Introducción En la actualidad el cedro (Cedrela odorata) es una especie forestal de amplia distribución en los municipios del Urabá Antioqueño y en el primer y segundo semestre de 1999 fue una alternativa en los procesos de restauración que CORPOURABA utilizó en el canal Los Mangos durante la ejecución del proyecto “Investigación Acción en el Manejo Comunitario de Bosques en Áreas de Colonización” que en el periodo 1997 - 1999 recibió el apoyo financiero del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) a través del convenio 3292-CO suscrito con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (MADS). El canal Los Mangos se asocia a la cuenca media del río León y geográficamente se localiza en las coordenadas 7°47’50,3”N -76°50’43,2”W, fue construido a mediados de 1970 por una empresa maderera con el objetivo de aprovechar los bosques naturales de cativo (Prioria copaifera) que crecen en la llanura de inundación de los ríos León y Suriquí. Sobre la llanura de inundación se distribuyen las veredas La Rosita, Los Mangos Medios, Santafé de Los Mangos, La Pola y Manatíes que administrativamente pertenecen al corregimiento de Nueva Colonia del municipio de Turbo. La temperatura promedia es de 26,70C, la humedad relativa del 84% y evapotranspiración potencial de 1.573 mm/año. La altitud es de 20 metros sobre el nivel del mar y presenta una precipitación pluvial promedia de 3.200 mm/anuales. El lugar de distribución de las veredas se asocia al bh-T (Vivas, A, 1998). En esas veredas la Ley 70 como una manera de reconocer la presencia de las comunidades Afrocolombianas propició la constitución de los Consejos Comunitarios de Los Mangos y Manatíes en los cuales CORPOURABA ejecuta proyectos de inversión social y ambiental orientados al establecimiento de plantaciones forestales con especies nativas con amplia participación de las comunidades. En 1999, una de esas especies fue el cedro. Sabemos que Cedrela odorata, en gran parte de su estado vegetativo, es atacado por el “barrenador de las Meliaceas” conocido comúnmente en los municipios de la Subregión Urabá, como Hypsipyla (Hypsipyla grandella) que ataca las plantaciones en los primeros 3 - 6 años de edad (Briceño, 1997) frenando el crecimiento y obligando a tomar acciones que en muchos casos resultan costosas. El ataque de Hypsipyla grandella tal como lo demostró Vega (1974) se presenta así exista control de factores ecológicos entre los cuales se tiene calidad de sitio, dosificación de la luz, uso de barreras laterales de vegetación y mantenimiento intensivo de la plantación. La calidad del sitio comprende el suelo y para el caso de Cedrela odorata se menciona (Guevara G, 1998) que en Colombia el rango para las bases intercambiables (meq/100g de suelo) se presenta así: Ca >5, Mg >2, K > 0,12 < 0,65, Na < 0,2 y CIC > 15. La especie tolera texturas de suelos Francos, pH > 5 < 6,1. El ataque de Hypsipyla grandella es evidente también cuando se emplean prácticas culturales tales como: mezcla con cultivos como maíz, yuca, frijol y arroz (Mayhew and Newton, 1998, Paul, C and Weber, M., 2013), fertilización con abonos ricos en 16

Nitrógeno, Fósforo y Potasio en diversas dosis (Guevara G., 1988; Calixto, C. G., López, M., Equihua, A., Lira, D., Cetina, V. 2015), podas de formación a los 41 meses y alturas variables de 7,4 metros y 2,5 metros (Vega, 1981) y poda sanitaria y de formación en árboles con ataques frescos (Martínez - Vento, N., Estrada - Ortiz., J., Góngora - Rojas, F., López - Castilla, R., Martínez - González, L., Curbelo - Gómez, S. 2009) El ataque de Hypsipyla grandella en concepto de Zanetti, R., Silva, C., Prado, S. H., Donizete, E. (2017) se centra en varias partes de Cedrela odorata y ocasiona perforaciones en las ramas jóvenes y ellas reaccionan generando bifurcaciones que acortan el tamaño de la troza y por tanto reducen el valor económico de la madera. La especie Cedrela odorata es susceptible al ataque de Hypsipyla grandella y ella, responde a ese evento negativo generando rebrotes nuevos; significa entonces que, a pesar de las medidas que se tome el “barrenador de las Meliaceas” se hará presente (Vega, 1974, Conif, 1986, Guevara G, 1998). Finalizada la fase de susceptibilidad al ataque de Hypsipyla grandella, se ejecutó bajo condiciones de bh-T podas orientadas a eliminar brotes surgidos después del ataque. Como resultado de esa práctica silvicultural se encontró (Vega, 1981) que a los 41 meses los árboles podados alcanzaron 7,41 m de altura y 2,5 m los que no fueron podados. Entre las medidas a tomar para mitigar el ataque de Hypsipyla grandella se encuentran según Newton, A. C., Baker, P., Ramnarline, S. Messen, J. F. and Leaky R. R. B. (1993) los controles silviculturales (plantaciones combinadas con otras especies, densidad de plantaciones, manejo de la sombra, la tasa de crecimiento, selección de especies resistentes), en el control químico (DDT, Parathión) presenta como dificultad los bajos resultados y los altos costos por último el control biológico (entre otros Braconidae, Chalcididae, ulophidae, urytomidae, chneumonidae). En la revisión de estas medidas estos autores afirman que es imposible eliminar el ataque del “barrenador de las Meliaceas”. Ante la imposibilidad de eliminar el ataque del barrenador de las meliáceas López, J., Jara, L.F., y Mesen (1997) analizaron la variación en resistencia y capacidad de recuperación a nivel de procedencias, familias y clones de Cedrela odorata al ataque de Hypsipyla grandella en dos sitios de Costa Rica. Ellos no encontraron diferencias en la capacidad de recuperación y en ambos ensayos solamente el 10% de los árboles presentó una recuperación considerada como deseable caracterizada por la producción de un brote dominante que sustituyó al original y continuó el crecimiento normal del árbol; el 90% mostró una alta proliferación de brotes como respuesta al ataque o bien no se recuperaron. La intensidad de ataque en la investigación orientada por López, J., Jara, L.F., y Mesen (1997) a analizar la variación en resistencia encontró que el Clon 2003-3 tuvo el promedio inferior con 2,2 ataques y promedio superior lo tuvo el Clon 1999-1 con 10,2 ataques. El ataque de Hypsipyla grandella afectó de manera considerable las plantaciones densas establecidas en la región canal


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Los Mangos. CORPOURABA ejecutó acciones silviculturas y económicos para mitigar el inminente ataque; pero, nada de ello dio resultado. Al final, las condiciones naturales que priman en las llanuras aluviales de los ríos León y Suriquí brindaron ayuda y las plantaciones perdieron árboles; pero, alcanzaron aceptables volúmenes comerciales de madera. El análisis que se presenta a continuación tiene como objetivo describir a los 9 y 22 meses de edad las alturas a las que Hypsipyla atacó y analizar la respuesta del árbol a ese ataque.

Diseño experimental En un conjunto de árboles atacados por Hypsipyla grandella se buscó determinar tres parámetros: altura de ataque, intensidad de ataque y respuesta al ataque. La altura hace referencia a la medida tomada desde el suelo hasta el sitio donde se identificó la evidencia. En su cálculo, se utilizó una regla de topografía que sirvió como testigo. En la intensidad de ataque se verificó el número de ataques que se encontraron en el árbol. Y en la respuesta del árbol al ataque se hizo un examen visual donde se buscaron cuatro escenarios así: R1 cuando el árbol no presenta rebrotes, R2 cuando ningún rebrote domina sobre otros, R3 cuando existe un rebrote líder y R4 cuando existe un solo rebrote. Para medir los parámetros altura de ataque, intensidad de ataque se seleccionó 10 árboles en cada una de las 6 parcelas de cedro establecidas en las veredas Los Manatíes y La Pola (Tabla 1). Para medir la respuesta al ataque se examinó la totalidad de árboles (111 y 63) en una parcela de 1000 m2. Para el análisis estadístico de los parámetros se utilizó la Prueba de Duncan en software Statgraphics Plus Versión 4.0 (http://www.statgraphics.com). El examen de los árboles se llevó a cabo a los 9 y 22 meses de edad e involucró Parcelas Permanentes de Muestreo (PPM) establecidas en 1999 a densidades de 3x3 m y 4x4 m. Las parcelas de forma rectangular se establecieron con el objetivo de medir el porcentaje de supervivencia y la altura (Marín, 1999); fueron demarcadas y georreferenciadas con GPS Etrex Summit y el sistema de referencia fue WGS-84. La descarga de datos tomados en campo se hizo a través del software DNR-Garmin versión 5.02 (https://www. dnr.state.mn.us/mis/gis/DNRGPS/DNRGPS.html) y la visualización de los mismos se hizo en el software ArcGIS™ versión 10.1. En el examen de los árboles se tuvo en cuenta la calificación propuesta por López, J., Jara, L.F., y Mesen (1997) y modificada para el efecto. Análisis y discusión de resultados a) Plantaciones En el segundo semestre de 1999, se estableció sobre la llanura de inundación de los ríos Suriquí y León que geográficamente se distribuye por las veredas Los Manatíes y La Pola, 6 hectáreas de plantaciones densas de Cedrela odorata cuyas características se presentan a continuación (Tabla 1).

Tabla 1. Clase textural, perfil, fecha de establecimiento, medición y ubicación geográfica de las plantaciones de Cedrela odorata.

La primera medición de las plantaciones (Tabla 1) se hizo en el segundo semestre del año 2000 que en la región canal Los Mangos se caracterizó por la diversidad pluviométrica (IDEAM, 2012) con precipitaciones promedias que alcanzaron 2.486 mm anuales. La segunda medición se hizo en el segundo semestre de 2001 y se caracterizó por la reducción de la precipitación en el rango de 2135 mm promedios anuales. En términos generales las dos mediciones se hicieron cuando el Urabá tenía época de lluvia. En la ejecución de las mediciones se verificó que las plantaciones se establecieron sobre tres perfiles topográficas característicos y el análisis de la textura del suelo arrojó la presencia de texturas medias entre las que se encuentra Franco Limosa (Fl) y Texturas Moderadamente Finas entre las que se encuentra Franco Arcillo Limosas (Farl). El análisis de suelo a las plantaciones de cedro establecidas en la vereda Manatíes mostró, según Rogers, A., Goerdel, R., Gooch, H., (1972), valores deficientes y normales de Cu (> 9 < 11 me/100 g de suelo). Se encontró de igual manera, según ICA (1992) valores altos de Fe (>77 < 158 me/100 g de suelo). El valor del pH según ICA (1992) fue moderadamente ácido (> 5,8 < 6,0). La relación Ca/Mg según rangos de cultivos para Colombia (ICA. 1992), se calificó como ideal con valores que van < 1 < 4,2. Los análisis de suelo efectuados a las plantaciones establecidas en la vereda La Pola mostraron según Rogers, A., Goerdel, R., Gooch, H., (1972) valores normales de Cu (> 3 < 4 me/100 g de suelo). Se verificó la existencia, según Rogers, A., Goerdel, R., Gooch, H., (1972) de valores altos de Fe (> 44 < 129 me/100 g de suelo). Los valores de pH según ICA (1992) mostraron que varían entre moderadamente ácido y neutro (> 5,6 < 7,2). Y la relación Ca/Mg según ICA (1992) mostró valores ideales que van entre > 1,8 < 4,2. Al comparar los análisis de suelo que se presentaron al inicio de este documento (Guevara G, 1998) se encontró que las plantaciones establecidas en las veredas Los Manatíes y La Pola se hicieron sobre suelos Francos donde el rango de pH varió entre > 5,6 < 7,2. b) Altura Tal como se explicó en la metodología se seleccionó al azar 60 árboles establecidos a una densidad de 1100 arb/ha (3x3 m) y 625 arb/ha (4x4 m) los cuales fueron medidos cuando tenían 9 y 22 meses de edad. 17


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Los datos que se presentan en la Tabla 3 muestran que en la parcela PC1 a los 9 meses la intensidad; es decir, el número de ataques registrados en diez árboles fue 0,6; en P2C fue 0,1; en P3C, 0,2 y así sucesivamente.

Tabla 2. Altura máxima y mínima de ataque de Hypsipyla grandella en dos periodos en plantaciones de Cedrela odorata en el canal Los Mangos

A los nueve meses, en las parcelas bajo el tratamiento 3x3 m el rango de altura para los ataques se extendió desde los 20 a los 114 cm y en el tratamiento 4x4 m a esta misma edad, los ataques se presentaron en rangos de altura comprendidos entre 4 y 170 cm. Los rangos mínimos se registraron en las parcelas P1C, P3C, y P5C que a su vez presentan las intensidades más altas a la edad de 9 meses. A los 22 meses en las parcelas bajo el tratamiento 3x3 m el rango de altura para los ataques se extendió desde los 20 hasta los 252 cm y en el tratamiento 4x4 m, a esta misma edad, los ataques se presentaron en rangos de altura comprendidos entre 5 y 240 cm. Los rangos mínimos se registraron en las parcelas P3C, y P6C. Los resultados de medición de altura que se presentan en este documento se contrastaron con los resultados de árboles sin poda (Vega, 1981) realizados a árboles que superaron el periodo de ataque de Hypsipyla grandella y se encontró que a los 22 meses de edad los árboles de este estudio alcanzaron 2,52 m en tanto los del citado estudio a los 41 meses alcanzaron 2,5 m. El análisis estadístico de los resultados de altura bajo los dos tratamientos mostró la existencia de diferencias estadísticas significativas en los dos periodos de medición (Anexo 1). c) Intensidad Se identificó en total 173 ataques distribuidos así: 69 ataques (39,9%) a los nueve meses y 104 ataques (60,12%) a los 22 meses. El análisis de varianza (anexo 2) mostró que el factor tratamiento tiene efecto significativo (p<0,05) sobre la intensidad. A los 9 meses la intensidad del tratamiento 4x4 m superó en 60% la registrada en el tratamiento 3x3m y a los 22 meses la diferencia solo fue de 6,25%. En general, la intensidad en el tratamiento 4x4 m superó en 20,23% la intensidad registrada en el tratamiento 3x3 m. El análisis estadístico mostró que la intensidad difiere por tratamiento según la prueba de Duncan al 95%.

En la Tabla 3, una intensidad de 0,6 indica que de diez árboles medidos sólo se registraron seis ataques, lo cual es un indicador de susceptibilidad al ataque de Hypsipyla grandella. En este caso las parcelas del tratamiento 3x3 m fueron menos susceptibles que las parcelas del tratamiento 4x4 m que en promedio presentaron una intensidad de 1,2 ataques por árbol; es decir, superan en 60% la intensidad del tratamiento 3x3 m. Los resultados obtenidos en los tratamientos 3x3 m y 4x4 m a los nueve meses llevaron al montaje del Manejo Integrado de Plagas (MIP) con el objetivo de atenuar el ataque; sin embargo, solo se logró que las mayores intensidades (0,6 y 1,7) se incrementaran en 42,9% (1,5) y 24,4% (2,8) a los 22 meses. La intensidad concuerda con la ubicación de las parcelas (Tabla 1) por ejemplo, si trasladamos la parcela P3C junto a P5C y P6C que se localizan en la vereda La Pola, se tendrá que la vereda Los Manatíes tuvo una intensidad promedia de 1,4 ataques por árbol que la hace menos susceptible mientras que la vereda La Pola que registró 2,8 ataques por árbol la hizo más susceptible. Los 2,8 ataques de Hypsipyla grandella registrados en la citada vereda estuvieron a punto de extinguir la plantación; sin embargo, resultó un ataque menor, si se compara con los 10,2 ataques reportados por López, J., Jara, L.F., y Mesen (1997) en Costa Rica con el Clon 1999-1. d) Capacidad de recuperación El mayor daño causado por Hypsipyla grandella consiste en la perforación del brote terminal, aunque en un proceso lento el árbol responde emitiendo rebrotes en o cerca del área atacada para evaluar esta circunstancia se observó la totalidad de los árboles (111 y 62) en seis parcelas de 1000 m2 cada una. Los resultados (Tabla 4) mostraron que a los nueve meses el 50,5% de los árboles emitieron varios rebrotes; pero, ninguno de ellos dominó sobre los otros. El 23,2% emitió un solo rebrote, el 17,2% evidenció la presencia de un rebrote líder y el 9,1% no mostró ningún rebrote (Figura 2A).

Tabla 4. Código y calificación de la respuesta al ataque de Hypsipyla grandella en el canal Los Mangos Tabla 3. Registro de la intensidad de ataque de Hypsipyla grandella en plantaciones de Cedrela odorata en el canal Los Mangos.

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La Tabla 4 muestra que a los 22 meses el 40,1% de los árboles registró varios rebrotes; pero, ninguno de ellos dominó sobre otros. El 32,6% mostró la dominancia de un rebrote líder, en el 20,8% existe un solo rebrote y el 6,6% no mostró la presencia de rebrotes (Figura 2B).


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Conclusiones En ejecución de procesos de restauración se estableció en el segundo semestre de 1999 plantaciones densas de Cedrela odorata en las veredas La Pola y Manatíes del municipio de Turbo. Las plantaciones fueron atacadas por el “barrenador de las Meliaceas” conocido comúnmente en los municipios de la Subregión Urabá, como Hypsipyla (Hypsipyla grandella). Para medir la altura del ataque, la intensidad del ataque y la respuesta del árbol a ese suceso se midió los árboles a los 9 y 22 meses de edad. Figura 1. Capacidad de recuperación. A) Número de árboles atacados y código de recuperación a los nueve meses. B) Número de árboles atacados y código de recuperación a los 22 meses.

En general el 42,38% de los árboles emitieron varios rebrotes, pero ninguno dominó sobre ellos. El 29,15% de los árboles evidenció varios rebrotes y uno de ellos dominó sobre los otros. En el 21,30% de los árboles se evidenció un rebrote y solo el 7,18% de los árboles no mostró rebrotes. La dominación de R2 sobre R3 indica la presencia de varias ramas que de no conducirse a través de un manejo óptimo derivarían en calidades deficientes de madera. e) Precipitación pluvial vs Ataques Aunque no constituyó objetivo de esta investigación, se presenta solo como información el análisis de la precipitación y los ataques de Hypsipyla grandella (Figura 2).

Para determinar la intensidad se verificó el número de ataques en una muestra de árboles. Y para cuantificar la respuesta del árbol al ataque se hizo un examen visual donde se buscaron cuatro escenarios así: R1 cuando el árbol no presenta rebrotes, R2 cuando ningún rebrote domina sobre otros, R3 cuando existe un rebrote líder y R4 cuando existe un solo rebrote. El análisis de la capacidad de recuperación mostró que Cedrela odorata responde siempre emitiendo rebrotes así a los 9 meses el 50,51% de los árboles emitió varios rebrotes; pero, ninguno dominó sobre los otros. El 23,23% emitió un solo rebrote, el 17,17% evidenció la presencia de un rebrote líder y el 9,09% no mostró ningún rebrote. A los 22 meses el 40,06% de los árboles registró varios rebrotes; pero, ninguno dominó sobre otros. El 32,56% mostró la dominancia de un rebrote líder, en el 20,75% existe un solo rebrote y el 6,63% no mostró la presencia de rebrotes. El mayor número de ataques (2,8) a los 22 meses se reportó en la vereda La Pola; sin embargo, resultó un ataque menor, si se compara con los 10,2 ataques reportados en otras investigaciones. Aunque no fue objetivo de investigación, se evidenció en este trabajo que el mayor número de ataques de Hypsipyla se presentó cuando en el Urabá hay menos lluvias.

Agradecimientos A CORPOURABA por brindar el espacio para el desarrollo de este proceso, a los propietarios de las fincas donde se establecieron las plantaciones y al señor Rafael Enrique Romaña Moreno que hizo aportes técnicos al proceso y acompañó las jornadas de toma de datos y verificación de las plantaciones. Se agradece también a los evaluadores anónimos porque hicieron observaciones que ayudaron a mejorar este trabajo. Figura 2. Periodos de medición en meses, número de árboles atacados por hectárea y valores de precipitación mensual en mm.

Las barras evidencian los rangos de precipitación en el último bimestre de 1999, en agosto de 2000 y los meses de junio y julio de 2001. La línea muestra el porcentaje de ataques en ese periodo. El análisis del comportamiento de la precipitación muestra un pico donde la precipitación fue de 400 mm en agosto del 2000. En ese mes el porcentaje de ataque fue 8,6 y 48,3. El mayor porcentaje de ataques (90,3%) se presentó en junio cuando se evidencia una disminución en el rango de precipitación. Siguiendo los elementos de análisis, el menor porcentaje de ataques de Hypsipyla grandella se presentó en diciembre de 1999 cuando las precipitaciones empezaron a disminuir.

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Anexos De Referencia Anexo 1

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Anexo 2

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