Hemos querido dedicar este número de La Jornada del Campo a un acontecimiento histórico que tiene lugar en el mundo entero y del cual nuestro país no es la excepción: la mayor campaña de vacunación masiva a escala global que ha experimentado la humanidad para enfrentar una pandemia cuyos impactos se han dejado sentir en todas las esferas posibles: salud, economía, educación, trabajo, alimentación, religiosidad y un largo etcétera.
Llevar vacunas a todos los rincones de un país como México, caracterizado por la diversidad sí, pero también por múltiples desigualdades y asimetrías que se han acumulado y sobrepuesto a lo largo de la historia, es un reto de enormes dimensiones. Para empezar, en nuestro territorio habita población dispersa en cadenas montañosas, valles, selvas y desiertos. Ello significa el enorme desafío de mantener la cadena de frío que asegure el correcto almacenamiento y distribución de algunos tipos de vacunas para conservarlas a la temperatura recomendada.