21 de octubre de 2017
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Canciones
del maíz
[Los cuatro maíces] Cuatro maíces hay: negro blanco amarillo colorado. Maíz negro como el cuervo. Maíz blanco como la flor blanca. Maíz amarillo como la luz del sol. Maíz colorado como la sangre. como la sangre como la sangre. [Canción de agradecimiento] Rozar pizcar limpiar la roza la limpia. Trozar los elotes mientras alguien muele muele muele muele muele muele muele. Llega el hambre se come se come se come se come. Se levanta el hombre y da gracias al cielo. [Se siembran juntos] El sol dijo: El maíz es mujer el picante es hombre. Se comieron al maíz y lloró el picante. Quería que lo comieran también quería. El maíz es mujer el maíz es mujer el picante es hombre. Dizque el sol dijo: Donde vaya el maíz irá el picante. ¡Ay, maíz! ¡Ay, picante!
¿Monocultivos milperos?
Una transición posible D Víctor Suárez Carrera ANEC @victor_suarez el total de la superficie de cultivos anuales del país (12.6 millones de hectáreas), 95 por ciento se dedica a la producción de granos (maíz, sorgo, frijol, trigo, cebada, soya y arroz). De acuerdo con la Encuesta Nacional Agropecuaria 2014 del INEGI, 82 por ciento de las unidades de producción agrícola granelera utiliza semillas criollas y el resto siembra semillas mejoradas y/o certificadas; 68 por ciento utiliza fertilizantes químicos; 62 por ciento, herbicidas; 48 por ciento, insecticidas, y 27 por ciento de la producción se destina al autoconsumo. Un 30 por ciento de la superficie de maíz y frijol se cultiva bajo el sistema milpa mientras que 70 por ciento se siembra bajo el sistema de monocultivo. Después de más de medio siglo de revolución verde, la lucha por la hegemonía en la agricultura mexicana fue ganada –aparentemente- por el sistema de monocultivo, aunque el sistema milpa resiste y está a la contraofensiva, incluso, dentro del sistema de monocultivo, como se verá enseguida.
A partir de los años 60 se adoptó el modelo de monocultivo como política de Estado y acto de fe para la “modernización” de la agricultura nacional y para sustituir al sistema milpa “atrasado” e “incapaz” de producir los alimentos requeridos por la creciente población urbana.
Para imponer el monocultivo el gobierno federal canalizó durante décadas grandes inversiones en infraestructura de riego, caminos, electrificación, investigación, educación agrícola superior, extensionismo, así como subsidios y créditos preferentes para maquinaria, semillas, fertilizantes y agroquímicos. La milpa fue estigmatizada y arrinconada en las montañas, laderas, selvas y zonas áridas, coincidiendo en la mayoría de los casos con las regiones indígenas del país. Todo para el monocultivo, nada para la milpa. De esta forma, el monocultivo logró dominar la mayor parte de las unidades de producción graneleras del país, en sus dos variantes: a) monocultivo con todo el pa-
quete tecnológico (semillas híbridas certificadas, fertilizantes químicos, herbicidas, insecticidas, maquinaria agrícola, asistencia técnica, etcétera) y b) monocultivos con utilización parcial del paquete tecnológico: semillas criollas o mejoradas, fertilizantes químicos o abonos naturales; deshierbe manual, con tracción animal, mecanizado o con herbicidas; con o sin crédito, con o sin asistencia técnica; etcétera. El monocultivo en retroceso El monocultivo granelero entró en crisis a partir del abandono gubernamental del campo y el TLCAN a principios de los años 90, encontrando límites económicos, sociales y ambientales insalvables que se acrecentaron con el paso de los años.
Por un lado, la mayor parte de los productores perdió rentabilidad por el imparable aumento del costo del paquete tecnológico debido a: i) la existencia de precios de monopolio de los insumos; ii) la devaluación del peso y la cotización en dólares de insumos, maquinaria y
energía; iii) la caída de los precios de las cosechas; y, iv) el creciente recorte a los subsidios agrícolas.
Por otro lado, el modelo de monocultivo profundizó la desigualdad social entre regiones y productores, beneficiando a una minoría de no más de 10 por ciento de las unidades de producción agrícola de los estados del norte. Asimismo, este modelo produce graves daños en la salud de los trabajadores agrícolas y alimentos con residuos de pesticidas y otras sustancias dañinas. Por todo eso, el modelo de monocultivo alcanzó sus límites ambientales al incrementarse la evidencia científica y la percepción pública respecto a los daños ecológicos y calentamiento del clima que provoca. La contaminación del suelo, agua, aire, alimentos y el envenenamiento de los trabajadores agrícolas es cada día más inaceptable para la sociedad -contribuyentes y consumidores-, las leyes nacionales y los convenios internacionales. El monocultivo es insostenible ética y políticamente.
El monocultivo alcanzó sus límites ambientales al incrementarse la evidencia científica y la percepción pública respecto a los daños ecológicos y calentamiento del clima que provoca. La contaminación del suelo, agua, aire, alimentos y el envenenamiento de los trabajadores agrícolas es cada día más inaceptable para la sociedad, las leyes nacionales y los convenios internacionales. El monocultivo es insostenible ética y políticamente.
FOTO: Ecotlan
[Al madurar la siembra] Dios del Cerro: Ya sembré ya regué semillas del rayo comida del mundo. Se dio sazonó se dio sazonó. Relámpago del rayo neblina del rayo. [Siembra y trabajo} Riego siembro siembro crece crece florece florece se seca. Milpa milpa creció se secó. Milpa milpa ahora ofrezco a todos: lo que tengo lo doy que reciban lo que doy que reciban lo que habla el hombre del cerro de la tierra una palabra una palabra una,
De la milpa al monocultivo
Encuentro del Maíz.