De la necesidad de incorporar a la Constitución de la Ciudad de México la prioritaria protección al campo chilango:
Mucho más de la mitad de la mal llamada Ciudad de México es rural y montañosa. Y si bien en población y producción económica esta mitad cuenta poco, de los servicios ambientales que presta depende la vida del resto de la entidad.
Sin embargo, los defeños nos hemos despreocupado de nuestro campo y más bien lo hemos mermado y dañado.
En momentos fundacionales como los que corren, esto tiene que ser rectificado. Es necesario reconocer formalmente en la Constitución somos una entidad rural y urbana cuya parte rústica es prioritaria pues de ella depende la sustentabilidad ambiental del conjunto.
Preservar, restaurar e impulsar el campo chilango es responsabilidad de todos, tanto los de surco como los de banqueta, y así debe quedar en la Constitución.
Colectivo de La Jornada del Campo