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No hay certezas
uien afirme, en este momento, saber hacia dónde va el país o cuál es el plan maestro en curso miente. La única certeza ahora —valga la paradoja— es la incertidumbre.
Si el presidente Guillermo Lasso opta por la muerte cruzada —algo de lo que no ha dado indicios potentes hasta el momento—, la inestabilidad se prolongará por varios capítulos más. Se suscitará una interminable polémica sobre la legalidad y constitucionalidad de la decisión, seguida de una pesadilla logística y administrativa para la Función Electoral que amenazaría con derivar en un incumplimiento de los plazos. Luego, le esperaría al país una multitud de candidatos medianos —la mayoría improvisados— que encumbraría a algunos advenedizos.
Si el juicio político sigue su curso, cualquier cosa puede suceder.
La volubilidad de los asambleístas y el amplio margen de maniobra que tiene el Gobierno —si está dispuesto a abrir mano de recursos, espacios de poder y hacer concesiones— abren una incógnita sobre cuál sería el Ecuador resultante de esa negociación.
Por último, la partida de Lasso, sea por destitución o por su renuncia, abriría la puerta a la más abultada interrogante en todas: Alfredo Borrero, el más discreto e imperceptible vicepresidente que ha visto la democracia ecuatoriana contemporánea.
Mientras, los ecuatorianos nos vemos obligados a conjeturar y esperar en un momento en el que sobran los problemas dolorosamente reales , como la inseguridad y la falta de crecimiento económico. No es la primera vez que la clase política echa a andar una maquinaria que se le va de las manos.
Servicio geológico
El desconcierto de no consolidar un país diverso y sumadas ambiciones de unos y otros son parte de lo que se vive hoy. Gentes que alcanzan el poder para buscar beneficios y nunca para servir no permiten construir una república coherente.
La tragedia en Alausí deja clara la incongruencia social. Circula en redes un video filmado un año antes del fatal acontecimiento . En este se aprecia el agrietamiento de la montaña que amenaza el poblado y los moradores reclaman urgente atención y las autoridades conocían el escenario.
La necesidad de disponer de un Servicio Geológico Nacional es criterio de especialistas que conocen el alto riesgo en que vivimos, por la estructura orogénica y otros factores del territorio. El grupo técnico ‘Transformación Energética’, conformado por profesionales calificados y preocupados por el país propusieron por escrito soluciones para organizar un verdadero “servicio geológico nacional” que sirva de sustento técnico al Servicio de Gestión de Riesgos y Emergencias, a fin de que las decisiones se tomen con información anticipada y se actúe con previsión y oportunidad evitándose pérdidas de vidas y bienes.
Esta última tragedia, comenta el geólogo Marco Rivadeneira, deja una clara advertencia de que, si no se actúa preventivamente, todo el tiempo tendremos problemas con consecuencias impredecibles. Quizá no somos un pueblo educado y crítico, pagamos el error de ubicar al mando del país una sarta de incompetentes y pícaros que, hoy más que antes, con la “red” como instrumento de comunicación y convertida en flujo de odio y estupidez convencen al usuario incauto. Entonces, ¿qué nos depara el destino? Sin emprender una dura tarea de excelencia en la educación, que promueva valores y conocimiento a escala masiva, no se lograrán cambios. Esto, sumado a la falta de trabajo, hará que la situación empeore.
ROCÍO SILVA seguridad, entre otros factores que son fundamentales para el desarrollo de cada individuo. Pronto se cumplirán cuatro años, en los cuales, ha quedado en nada la búsqueda por mejorar un medioambiente urbano, que se enfoque en la oportunidad de dotar a la comunidad de espacios de recreación, que permitan vincular a la sociedad y al territorio, de manera que el espacio público, sea el articulador de una forma de vida cotidiana, para promover y potenciar el uso de los espacios públicos de la ciudad.
Monumentos deteriorados, parterres y piletas convertidos en basurales, obras inauguradas al correque-te-coge, aceras resquebrajas, iluminarias fundidas, rutas urbanas ineficaces, veredas resquebrajadas, vestigios de obras inconclusas, hacen que el más común de los ambateños, llegue a la misma pregunta de cómo enfrentar la falta, la desigualdad y el derecho a los espacios públicos; la fractura de estas dimensiones sociales y culturales, en Ambato no permiten vincular al habitante y memoria de una ciudad vivible a la que se añore, pues la administración actual, no ha cumplido con referentes de un proyecto que transforme y rememore los espacios de recreación.
Se ha confundido inmisericordemente, derechos con novelerías, un ejemplo muy decidor en el parque
“El Sueño” un gran espacio se ha destinado al amaestramiento canino, la pregunta es ¿Cuál es el costobeneficio de este esnobismo? un parque con entretenciones en desuso, que se encuentra adyacente a río agotado en sus riveras, lo mantiene desvinculado de su contexto.
¿La ‘modernización’de Ambato como ciudad inteligente (cacareo de campaña) en qué quedó? los estándares de funcionamiento recreacional del espacio público, ha avanzado a favor de la economía favorable a contratistas específicos, lo cual, ha definido la forma en que se han apropiado unos cuantos, del territorio, porque la implementación de espacios públicos recreacionales en la comarca de las flores, ha obedecido tan solo a sus intereses.