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Día Mundial de la Salud

El objetivo que persiguen desde Movilab es continuar creciendo, abrir nuevas sucursales y seguir avanzando en cuanto a tecnología y edificaciones modernas y cómodas.

“Queremos que la gente se sienta a gusto. Sabemos que normalmente las personas que acuden

Movilab cuenta con cuatro sucursales, tres en Ambato y una en Pelileo. La atención en la matriz es de 07:00 a 19:00 todos los días del año.

Mientras que en las otras tres sucursales los horarios son de lunes a viernes 07:00 a 19:00, mientras que los fines de semana 07:00 a 13:00.

Además, cuentan con servicio a domicilio, para lo cual puede comunicarse 033 70 01 30.

CHRISTIAN PÉREZ

Drogas: el origen de la violencia

Laseguridad ha muerto en el país, y desde hace mucho, estamos guardando un duelo permanente. Los muertos: gente honesta y trabajadora que representan los daños colaterales de una guerra entre la delincuencia organizada y el Estado, siendo este último, hasta ahora, el vencido.

Desde que el gobierno de Ronald Reagan, en 1981, decidió declarar la guerra a las drogas, las organizaciones criminales empezaron a fortalecerse para hacer frente a este proceso bélico. En este contexto, ningún Estado ha logrado ganar esta guerra, ni EE.UU., ni Colombia, ni México, y al paso que vamos, al parecer, tampoco lo hará el nuestro ya que los carteles, fortalecidos, cuentan con las armas, los soldados y los recursos, mientras que nuestro Estado y su gobierno, cuenta tan solo con inoperancia, negligencia y falta de liderazgo. Esto, sumado a que la clase política, en general, únicamente trata de jalar agua para su molino, haciendo lo impensable para satisfacer sus ambiciones personales, sin importar que el país sangra.

En este contexto, nace una pregunta que podría ser cuestionada y escandalosa: ¿es hora de fortalecer el debate sobre la venta controlada de ciertos tipos de drogas? Sí, causa remezón solamente pensar que las drogas se pudieran expender legalmente, pero, ¿no sería mejor que el Estado tenga el monopolio de la oferta, regulada y tasada, y no dejarlo en manos de las organizaciones criminales? Es conocido que una experiencia similar se vivió en EE.UU. con la prohibición de la venta de licor, el consecuente expendio clandestino desde las mafias, y la posterior legalización de consumo y control estatal que desapareció las ventas encubiertas, ergo, eliminó el negocio de las mafias.

El narcotráfico genera ganancias y beneficios millonarios no solamente para las organizaciones criminales, sino también para los funcionarios corruptos; mientras que los “costos humanos” son asumidos el “pueblo”. Talvez esta venta controlada no llegue a pasar; sin embargo, es una propuesta que va tomando fuerza en el debate social.

La pesadumbre de sobrevivir

Corte Constitucional: terminen con la Justicia tarifada

La actual Corte inició sus funciones con el beneplácito de la gran mayoría y durante estos dos periodos rompieron el desprestigio y corrupción de la anterior, acompañada por profundos fallos jurídicos que le dieron una total credibilidad y respeto. No obstante, creerse dueños de la verdad conduce a estratificarse y ser incapaces de percatarse de que el país toca fondo.

Ha habido muchos fallos jurídicos extraordinarios, también unos pocos alejados de la realidad nacional con efectos dramáticos que los delincuentes, con toga y sin toga, han sabido utilizar.

Así, ante la barbarie del antiguo capataz de la Justicia, la Corte determinó que la alcahuetería del error inexcusable solo se determinaría por los jueces del mismo sistema; los ‘delincuentes’ se convirtieron en juez y parte.

Quitarle a la Judicatura la potestad de sancionar a aquellos jueces corruptos y negligentes ha hecho que la delincuencia judicial se expanda. Lo vimos con recursos de protección en los que una jueza de Quevedo dispuso pagos millonarios a los municipios de Loja y Ambato, con libertad a contumaces delincuentes y habeas corpus repartidos por todo el país al mejor postor.

Con su resolución en la que unifica tres casos similares, la Corte repuso a la Judicatura las facultades para determinar la jurisdicción y competencia de jueces especializados en casos de recursos de protección y habeas corpus, determinó que solo los afectados o sus familiares cercanos puedan solicitarlos, y que solo pueden hacerlo en su domicilio, el lugar de detención o donde se produjo el hecho. Así, la Corte asumió la responsabilidad histórica de detener la corrupción.

FRANKLIN BARRIGA LÓPEZ

f-barri@uio.satnet.net

Decreto de calamidad

El volcán Nevado del Ruiz, en Colombia, el 13 de noviembre de 1985 arrasó la población de Armero, perdiendo la vida 21 mil de sus 25 mil habitantes, debido a la nieve que se derritió y bajó convertida en gigantesca avalancha de lodo, rocas y ceniza.

La amarga lección que dejó ese coloso con su erupción no quedó en el olvido. Constituye un referente para las poblaciones a fin de que adopten, en forma oportuna, las medidas del caso para protegerse de los desastres naturales. En estos días, ha vuelto a prender alarmas dicho estrato volcán, de 5.321 metros de altitud, localizado en la Cordillera Central de los Andes, a 220 kilómetros de Bogotá, en la frontera de Tolima y Caldas.

Debido a que la elevación se mantiene inestable, por su actividad que va creciendo y que por ello se lo ha declarado en alerta naranja, especialmente en los departamentos mencionados y en los de Risaralda, Valle del Cauca, Quindío y Cundinamarca, que serían los más directamente afectados por una nada descartable erupción, se están tomando medidas prontas y que serán eficaces, dirigidas por expertos de reconocido prestigio y experiencia en la materia, para proteger a los habitantes de aquellos sectores y evacuarles a tiempo.

Por su parte, el Gobierno colombiano tiene listo un decreto al que han llamado de calamidad, por el cual se facilitaría la movilización de recursos económicos y la utilización de bienes públicos y privados para atender la emergencia.

Lo descrito revela responsabilidad de las autoridades frente a la amenaza que constituye la naturaleza cuando se convierte en generadora de desastres. El Nevado del Ruiz, por sus similitudes, nos hace inevitablemente relacionarlo con el Cotopaxi, al que en ningún momento se debe dejar de vigilar y adoptar las acciones de prevención y siguientes que sean menester. El riesgo es latente.

Dejar

el país parece la alternativa insoslayable que muchos auguran tener que tomar, por cómo el país se encuentra y el camino de alta velocidad a Estado fallido que hemos tomado, la pesadumbre nos agobia como

GIUSEPPE CABRERA tal vez nunca antes habíamos vivido muchos y, lo más triste es que para los más pesimistas, este ya es un camino sin retorno, en el que se podrá recuperar algunas ciudades y eliminar algunos mecanismos de violencia pero, hay territorios que están definitivamente perdidos, especialmente los de la frontera norte y, sin importar quién venga o qué se haga, está tan enraizado que tendremos que aprender a vivir con eso, como lo hacen en buena parte de Centroamérica y en México.

Con territorios neutrales y territorios donde ni siquiera se puede entrar. A lo mejor la pesadez que me acompaña, me hace tener una visión pesimista del futuro y me hace creer que no hay mucho que se pueda hacer pero, quizás si lo hay y quizás aún no es muy tarde, porque para nada esto es un acto de condescendencia a la inacción política, porque políticas públicas que se pueden tomar hay muchas, pero, lo que me preocupe es que tendrán que pasar muchos años para ver qué funcionan, qué se reduce la marginalidad, se elimina la violencia y que finalmente se pacifica el país y para eso, hace falta reconocer que no es cuestión de un gobierno solamente, ni de que una tendencia política en específico asuma el poder, sino de un gran acuerdo entre todas las fuerzas políticas en que esas son las cosas que se tienen que hacer y deben hacerse sin importar quién gane las próximas elecciones, claro, para eso tendría que haber partidos políticos primero y, segundo tener cierto sentido republicano del interés público y general, por encima del personal y particular y eso, es tal vez lo que llena mi pesar, que no es solo que todo está mal, sino que parece ser a veces que como sociedad hemos perdido, al no ser capaces de actuar conjuntamente, de asumir consensos y de hacer lo correcto. Ya no estamos viviendo, sino sobre-viviendo en un país en el que la muerte se asoma sin previo aviso y ante las banalidades más absurdas.

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