CYAN MAGENTA YELLOW BLACK
SANTO DOMINGO
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LUNES 14 DE ABRIL DE 2014 La Hora SANTO DOMINGO
Toda manifestación de vida es en sí un enemigo de cualquier régimen dogmático”.
El punto, tal como Karl Marx lo vio, es que los sueños nunca se hagan realidad”.
Reinaldo Arenas Poeta, novelista y dramaturgo cubano (1943-1990)
Hannah Arendt Filósofa alemana de origen judío (1906-1975)
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CARTAS ‘All you need is love’
Aquí la ‘verdad’ no surge del diálogo ni de los consensos. Responde a los intereses del poder y de sus representados. Quienes no la aceptan son corruptos y mediocres. Los que cometen la barbaridad de pensar y de expresar sus ideas, son traidores que representan la vieja política, la corrupción y la antipatria. Los seguidores, en cambio, son patriotas, ciudadanos progresistas y héroes de la Patria. Su condición básica y fundamental es el servilismo y haber renunciado a establecer propuestas. Es indispensable que tengan agilidad para levantar la mano, sin cuestionar nada, deben hablar sólo cuando haya que defender las acciones de la administración. El poder público lo han concentrado en base a una sola idea. Si existe prensa libre, son un minúsculo grupo de periodistas que no han sucumbido al miedo ni a la presión. A costa de vivir bajo constantes amenazas e insultos, alzan su voz y reclaman. La mayoría ha bajado la cabeza ante la prepotencia y se han movido a donde están los elíxires del poder. Algunitos buscan mantener prudente distancia para oportunamente lanzarse sobre el pastel. Los funcionarios son muchos, existe un sinnúmero de ministerios, secretarias, consejos y oficinas, sus titulares rotan, olvidando el sentido técnico y primando la cuestión política. ‘Prohibido olvidar’, se repite cada vez que se inaugura una obra, recurriendo a la argucia de culpar de los errores de ayer a los que tienen palabra de verdad, sin querer mostrar que en sus filas se esconden muchos de los que ejecutaron los actos que dañaron al país. La corrupción es igual o peor que en otros países, únicamente que aquí existe patente de corso para los amigos. Este país se llama ‘All you need is love’ y cualquier parecido con uno real es pura coincidencia. Vinicio Vásquez Bernal C.I. 0102046984
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Un pecado capital
Para negociar hay que ir con dos cestas: una para dar y la otra para recibir. Ir solo con la cesta de recibir, creyendo ser merecedor de todo, es un acto de soberbia y la soberbia es uno de los siete pecados capitales junto a la ira, la gula, la lujuria, la pereza, la envidia, la avaricia y la vanidad. En América Latina, la soberbia es una enfermedad que afecta, fundamentalmente, a los gobernantes de nuevo tipo. En la jerga popular ecuatoriana se dice de los soberbios que se cree “la última Coca Cola del desierto”. Los soberbios no reconocen virtudes en el adversario y mucho menos alguna razón válida en sus proposiciones, críticas y sugerencias. Para el soberbio los derechos y necesidades de quienes no comparten con ellos ideales y puntos de vista son considerados inferiores. Mesías Mestanza
De la justicia indígena Nuestras dos últimas constituciones nos hablan de la justicia indígena, al sostener que las autoridades de las comunidades, pueblos y nacionalidades indígenas ejercerán funciones jurisdiccionales, con base en sus tradiciones ancestrales y su derecho propio, dentro de su ámbito territorial; sostiene también que las autoridades aplicarán normas y procedimientos propios para la solución de sus conflictos internos, pero que no pueden ser contrarios a los de-
Estos soberbios del siglo XXI se consideran seres superdotados, dueños de la verdad, iluminados que tienen la obligación de, sin contar con nosotros, regular nuestras costumbres, dictaminar nuestras necesidades y diseñarnos el porvenir con furia y sin miramientos. En Venezuela, según se vio la semana pasada, los soberbios no entienden que la Patria, como nos repiten aquí, es de todos. Los exagerados rasgos de vanidad y alabanza de los gobernantes, su endiosamiento, el llamado “culto a la personalidad”, tan caro en tiempos de la Cortina de Hierro, sólo conducen a los pueblos a una involución histórica muy difícil de remontar. Solo la humildad y el respeto a los demás, en particular a los gobernados y a los adversarios, puede salvar a muchos de ese pecado capital que hoy tanto abunda.
rechos humanos, peor a la Constitución. Si bien es cierto que la norma constitucional garantiza aquello, no es menos cierto que para viabilizar la justicia indígena, el legislador debía dictar leyes de orden secundario y de procedimiento, que hasta ahora no existen; de ahí la confusión, capaz de que los indígenas creen que su justicia consiste en torturar y matar a quienes se cree que han adecuado su conducta a un tipo penal dentro de su comunidad; nada más bárbaro que aquello, porque contradice a la propia Constitución; pues no hay pena de muerte en el Ecuador, ni de torturas siquiera, y quienes así actúan deberán responder civil y penalmente por atentar a la integridad física y a la vida misma. Lo que ocurre en las comunidades indígenas precisamente obedece a la falta de seguridad
jurídica, a la desconfianza de la justicia ordinaria, a la falta de un sistema procesal claro, diáfano y efectivo, porque el legislador más se ha preocupado por los derechos humanos del delincuente, que por los derechos de la gran sociedad civil. Sostienen los indígenas que su justicia aunque sea mal aplicada a los delincuentes, éstos, no volverán a delinquir; aquello no tiene un justificativo legal ni moral; dicen también que en la justicia ordinaria, hoy roban, se los detiene y mañana salen; también es cierto; entonces busquemos sincronizar la justicia indígena con la de la gran mayoría, ya que no se puede confundir la pena de muerte y tortura con los conceptos de justicia indígena, donde las sanciones son y deben ser en el ámbito económico y comunitario para la solución de las controversias.
Franklin Barriga López
Personaje universal
Por hallarme ausente de Quito, lamenté no haber podido intervenir en la mesa redonda en homenaje al centenario del nacimiento de Octavio Paz, a la que muy gentilmente el maestro Jaime del Arenal Fenochio, embajador de México en el Ecuador, se sirvió invitarme para que participe como expositor. Este artículo resume la apreciación que tengo de tan alto exponente de la intelectualidad de nuestro continente. Con hondura, Paz supo compenetrarse en el alma de su pueblo y retratarla de manera fidedigna, frontal y hasta descarnada, especialmente en su emblemático libro ‘El laberinto de la soledad’. Su poesía es magistral, donde forma y fondo delatan al bardo que jamás puede dejar su destino de laceraciones, sombras y destellos, para estructurar producciones de raigambre y luminosidad perdurables. Imposible en un artículo de periódico reseñar la calidad y abundancia de su producción. Basta indicar que el Fondo de Cultura Económica, que en buena hora laborará en nuestro país, reeditó en catorce nutridos volúmenes las ‘Obras completas’ de este pensador de talla universal que ganó el Premio Nobel en 1990. Los amplios horizontes que recorrió le posibilitaron tener idea cabal del mundo, en relación con América Latina, por eso su mensaje es de sólida contextura. Embajador en Francia, India y Japón, catedrático y Doctor Honoris Causa de universidades como la de Harvard o la UNAM, ganador de los Premios Miguel de Cervantes y Príncipe de Asturias y Gran Cruz de la Legión de Honor de Francia, entre otras distinciones. Recuerdo que cuando Octavio Paz murió en 1998, su cadáver recibió honores en el Palacio de Bellas Artes de la capital azteca: en espontánea demostración de sentido reconocimiento, allí se hicieron presentes decenas de miles de personas. fbarriga@lahora.com.ec
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