*** o pingullero sabe perfectamente Rosalino Bautista es uno de los cuándo hay que tocar tal tono, ancianos de un pueblo cuyos ante- así se puede mover a los 30 o 40 pasados resistieron a la conquista danzantes. El ‘mamita’ pone a incaica, según cuentan los propios bailar a todos… Para él fue un camino largo vecinos. Es el único artesano que en la zona y quizás en todo Quito y y difícil alcanzar este reconociRumiñahui aún fabrica pingullos miento, que cada año se traduce y tambores folclóricos y a todos en invitaciones a ferias, fiestas y llama la atención su destreza para exposiciones, como la ‘Feria de ejecutar al mismo tiempo ambos Saberes de la Ruralidad’, celeinstrumentos, tal como manda la brada en octubre anterior en la tradición en las fiestas de Corpus Plaza de Santo Domingo, en el centro de Quito. Ahí fue presenChristi. “Crecimos huerfanitos por- tado no solo como invitado espeque nuestros padres se fueron cial, sino como ‘el último pingua la presencia (de Dios) y así fue llero de Píntag’. De la infancia como peón en nuestra vida, nuestro caminar y desde allí aprendimos a trabajar una hacienda pasó a su juvendesde niños”. Así recuerda que tud como obrero de la construcestudió únicamente hasta el ter- ción. “Trabajé día y noche en los cer grado de escuela antes de ser túneles de El Censo, de la Villa obligado a trabajar pastoreando Flora, de velada, dizque para ovejas, limpiando rediles o con- ganar más dinero. Pero llegantando litros de leche de las vacas do el viernes tarde, el ingeniero me daba solo cinco sucres. No de una hacienda. “Con mi hermano íbamos a me pagó el ingeniero contratista, las siete de la noche, sacábamos solo me dio para el pasaje”. Cansado de la mala paga, delas ovejas del redil e íbamos a dejar en la hacienda del patrón cidió iniciar su propio negocio para no pastar de día y más bien de venta de gaseosas en Tolonestar en las fiestas. Ahí veíamos tag. Para hacerlo, sin embargo, a nuestros mayores bailando ale- necesitó previamente hacer las gres con la música del tambor y veces de carpintero para construir puertas, del pingullo”. Fue en esas No sabía nada. Con ventanas, mesas y estantes. fiestas que temor empecé a En plena tarea, aprendió a muy desarmar el bomen su taller imtemprana edad bo. Anotaba con papel y provisado, una las primeras to- lápiz las piezas que iba nadas de las que sacando. Pude arreglarlo tarde una mujer le encomendó hoy, en la prác- y me dije: ‘no está difíque repare un tica, es guardián cil’. Conseguí una tabla fiel. No solo pro- tríplex, hice tres bombos bombo folclórivee de estos ins- bien parecidos, pero algo co grande, colorido, lleno de trumentos a los faltaba”. adornos y con grupos musica- CARLOS SUMÁRRAGA. un gran valor les, sino que es sentimental. un experto en la “No sabía nada. Con temor difícil fabricación. “Casi no hay nota, al oído se empecé a desarmar el bombo. toca, tal como lo hacían nues- Anotaba con papel y lápiz las tros mayores. Así al oído toca piezas que iba sacando. Pude el ‘mamita’ según sea danzante, arreglarlo y me dije: ‘no está disanjuanito y otros ritmos. Aho- fícil’. Conseguí una tabla tríplex, ra más bien se está valorando hice tres bombos bien parecidos, más, nos llaman para fabricar pero algo faltaba. Me fui al cenlos instrumentos o para que uno tro de Quito, andaba por la termismo toque en Alangasí, en El minal de Cumandá y ahí encontré un almacén musical donde el Tingo”, dice. La mayoría de veces él toca dueño me compró, pero también danzantes: para la tejida de cin- me dio unas recomendaciones tas, bailes de curcos o para llegar para mejorar, para poner masilla donde los priostes. Los tonos no a los bombos”. Bautista cuenta que esta extienen nombre, pero el ‘mamita’
INSTRUMENTOS. Estas son parte de sus herramientas de trabajo.
PAÍS CRÓNICA I
DOMINGO DOMINGO 29 DE MARZODE DE2015 2015 29 DE MARZO LaHora, Hora,ECUADOR ECUADOR La
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TRABAJO. Su tiempo lo comparte entre su artesanía, la agricultura y el cuidado de sus animales. (Foto: Juan Camilo Escobar)
periencia le representó no solo descubrir un oficio que estaba enterrado, sino también romper esa ‘ley’ de que solo los hijos de los ricos estudian. Su trabajo con los instrumentos musicales, sumado a sus habilidades de apicultor y agricultor, le ha permitido brindar a sus dos hijos la educación universitaria completa. En su propia casa tiene un cuarto lleno de estantes de exhibición con pingullos, tambores para niños, tambores pingulleros y bombos folclóricos. *** La jornada diaria de Bautista empieza muy temprano. Antes de las seis de la mañana sale de casa con su esposa a alimentar a sus chanchos, cuyes, gallos y ovejas. Luego retorna al calor del hogar para preparar el desayuno con café pasado, tortilla de maíz y miel. Comenta que programa su trabajo intercalando semanas dedicadas a la artesanía, a la apicultura y a la agricultura. Las dos últimas con la ayuda de su esposa. Él ha combinado décadas
de su trabajo propio con la dirigencia comunitaria en una zona donde, hasta hoy, no hay vías pavimentadas. “Un ejemplo: este barrio antes era pura tierra, pero en 1996, aún con el presidente Sixto Durán obtuvimos presupuesto del FISE (desaparecido Fondo de Inversión Social de Emergencia) y tuve la oportunidad de hacer el empedrado del barrio. En ese entonces era una novedad, hoy ya piden pavimentado e igual me piden que asesore”. “Ahí me ayudaba esto (señala su taller de instrumentos musicales) porque trabajaba toda la noche, y de día iba a comisiones, gestiones, reuniones porque la comunidad a veces da para pasajes o almuerzo y a veces no. Entonces el dirigente debe tener plata”. Bautista ingresa a su taller construido por el mismo con pilares de madera, techo de teja y estantes, en los que guarda celosamente la materia prima de la propia zona como piel y lana de cordero, cuerdas de cuero de vaca, maderos de árbol de chaguarquero y tubos finos y, sobre
todo, elásticos de madera de árboles de yana ango que él obtiene a una hora de caminata en la loma La Calera. “Antes se conseguía material natural de vaciado (el cilindro del tambor) de árboles de aquí mismo, ahora toca hacer de tabla tríplex”, comenta. Él se sube las mangas, se instala cómodamente en su taller, selecciona los materiales y los coloca sobre la mesa. En el momento de empuñar los instrumentos para empezar su jornada declara con orgullo: “En primer lugar estos son instrumentos que utilizaban nuestros antepasados para las danzas y bailes porque no había radio ni equipos de música. No estoy en contra de estas cosas modernas, pero mi sueño es valorar lo nuestro y compartir con toda la gente”. ¿Quién seguirá esta tradición cuando usted muera? -No quedará más que la familia, que los nietos. O también valdría que una institución organice algo con la gente porque no sería bueno que esto se pierda.
Cansado de la mala paga, decidió iniciar su propio negocio de venta de gaseosas en Tolontag. Para hacerlo, sin embargo, necesitó previamente hacer las veces de carpintero para construir puertas, ventanas, mesas y estantes.
LA VIDA. Es reconocido como uno de los ancianos más sabios de su comunidad.