Edición impresa Quito del 22 de mayo de 2012

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REPORTE

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MARTES 22 DE MAYO DE 2012 La Hora QUITO, ECUADOR

BELISARIO QUEVEDO, EL BARRIO DE LOS OFICIOS

NEGOCIOS. Las plantas bajas de las casas han sido adecuadas para negocios.

En su entramado de calles estrechas conviven unos 90 negocios y decenas de artesanos.

E

l microcosmos comercial parece estar en perfecta concordancia con la realidad arquitectónica de Belisario Quevedo. Una mezcla de lo antiguo con lo nuevo, de lo tradicional con lo innovador. La razón de este panorama se diluye en los grupúsculos de artesanos tradicionales y nuevos empresarios que se asienta en la transitada calle Cuero y Cai-

cedo, donde durante todo el día resuena el sonido de serruchos y maquinaria. Claver Morales, quien ha vivido toda su existencia en el barrio y ahora posee una empresa de publicidad allí, comenta que Belisario Quevedo es visitado mucho entre semana, ya que “si alguien necesita algo, aquí lo puede encontrar”. Nubia Casares, moradora del lugar, señala que la pujanza de la gente del barrio es algo a destacar. “Progresamos con esfuer-

zo”, comenta. Y es que hay casas como la Y es que en la última década de Pozo -construida en los años han proliferado los locales comer- 20- de techos extremadamente ciales, que ahora ocupan la planta altos, lo que la convierte en una baja de casi 50% de las viviendas. vivienda fría y húmeda; o pa“Últimamente hay muchos almace- tios internos de gran longitud y nes. Después que los dueños de las difícil mantenimiento que han viviendas comenzaron a envejecer obligado a sus nuevos dueños a también empezaron a vender sus cubrirlos de cemento para facilicasas. Y vinieron jóvenes tar su limpieza. a arrendar para poner neEn la calle Murgeon, EL DATO gocios”, cuenta Marx Pozo, donde una casa antigua quien vive 50 años en este es protegida por una movecindario céntrico de Qui- El Parque Pasaje derna puerta de acero, es Chiriboga es uno donde más resalta esta to. de los emblemas “Estos meses se han del barrio. mezcla de temporalidaestado haciendo refacdes. ciones, están construAllí todavía subsiste la yendo nuevas casas porque ya generación anterior, octogenanadie quiere vivir en estas casas rios que ahora se asoman al mar viejas”, agrega Xavier Jaramillo, de nuevos vecinos. quien trabaja junto a Pozo elaboEn su frutería, Ignacio Amarando zapatos. ya, el hombre más longevo del “Belisario Quevedo siemsector, se zambulle en esa pre ha sido un barrio corealidad. Ante la avalanmercial, antes que todos cha de jóvenes emprenlos otros barrios. Hay gendedores que pedían un VIVIENDAS han sido invente que no vive aquí pero espacio, dividió su casa tariadas como que trabaja 40, 50 años en (construida en 1900), en patrimoniales. el barrio. En cada esquina tres locales comerciales. encuentra un taller, un almacén”, comenta Pozo. De taller a barrio comercial La historia de Belisario Quevedo y su ubicación se despeñan como Amalgama del tiempo También se encuentra en este una cascada desde el centro. Allí barrio inmuebles inventariados fue donde se instalaron los pricomo patrimoniales. A partir de meros carpinteros, zapateros y los años 80, muchas casas aban- artesanos. En ese entonces, sus calles emdonadas fueron alquiladas o compradas y modernizadas para una pinadas y laberínticas formaban mejor funcionalidad, ya sea para lo que parecía “un solo taller de obreros, donde reinaba la tranvivienda o para negocio.

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RENOVACIÓN. Los patios internos de las casas antiguas fueron encementados.

quilidad”, según cuenta Amaya. Lo que son locales comerciales fueron pequeños negocios familiares de gente que trabajaba para abastecer al barrio y ganar un poco de dinero, para gastarlo allí mismo, “entre vecinos”. Ahora esas mismas calles están repletas de negocios y algunas cadenas comerciales que a veces son propiedad de gente ajena al barrio. “Suelen salir siete de la mañana de sus casas y venir a abrir sus almacenes, hombres con terno. Supongo que es porque trabajan en empresas que necesitan que se vistan así”, menciona Pozo. Su compañero, Xavier Jaramillo, añade que eso es justamente lo que le encanta del barrio, su transformación. “Encuentras desde zapaterías antiguas y merenderos baratos hasta locales de Internet con todos los servicios”, señala este ciudadano y después matiza lo siguiente: “Pero el sector ha tenido sus problemas de delincuencia. No lo podemos negar. De vez en cuando ves alguna persona intentando alcanzar a un grupo que le quitó la cartera”. Pese a ello, cada vez más, la vitalidad del sector atrae a compradores. “Uno se topa aquí con gente de mucha plata, que vienen con sus autos nuevos. Vienen acá porque es más barato que en otros sitios y está todo a la mano”, concluye Pozo.


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