Así se ultimaron los detalles en Tababela
CiudAd JUEVEs 21 dE fEBrErO dE 2013 La Hora quiTO, ECuAdOr
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Previo a su apertura se registró intenso movimiento de técnicos y obreros en las áreas de carga y de pasajeros. Blanco y negro. Así fue el contraste de emociones entre alegría y nostalgia en el cierre del viejo Mariscal Sucre en el norte de Quito y preocupación y ansiedad por la apertura del nuevo en la zona de Tababela. A las 19:07, con el estruendo de sus potentes turbinas, un Airbus A-319 con 140 pasajeros se perdía en el firmamento quiteño dejando detrás de sí no sólo una historia de medio siglo de funcionamiento de la antigua Terminal, sino también una carrera contrarreloj para abrir la nueva. Al apagarse las luces de la pista a las 19:22, no sólo se cerraron oficial y definitivamente las operaciones, sino que en la práctica se activaba una cuenta regresiva de 13 horas con 38 minutos para evacuar el mobiliario y equipos al nuevo aeropuerto. Se trataba de la tercera y última jornada de ‘trasteo’ de un total de mil 71 metros cúbicos. Entre las 21:00 de martes y las 05:00 de ayer se trasladó 517 metros cúbicos con 38 camiones que se dirigieron en convoyes entre ambos aeropuertos. A las 22:31 llegó el primero de estos convoyes compuesto por tres tráileres en los que se transportó puentes, escaleras y equipos de grandes dimensiones. Los vehículos llegaron con resguardo de la Policía Nacional y apenas ingresaron a Tababela se dirigieron a las áreas de operación de las aerolíneas o agencias de carga y otros 10 edificios del complejo aeroportuario. Un tráiler Kenworth de color
azul, por ejemplo, entregó en los estacionamientos de la terminal de carga una gran cantidad de ‘palets’, o especie de plataformas rodantes que se utilizan para el embarque de productos a los aviones cargueros. Con muchísima anticipación a la llegada de estos convoyes, ya se encontraban en el aeropuerto, quienes en la práctica fueron sus primeros usuarios. Se trataba de por lo menos 30 camiones-refrigeradores con toneladas de flores transportadas directamente desde fincas de El Quinche y Cayambe. Al volante de un Hino Fc de color blanco y placas PWM-303, se encontraba José Luis Estévez. Él fue el primero de los transportistas florícolas en llegar a Tababela. “Mire el reloj, ya son las 9 y 50 de la noche y seguimos esperando que nos atiendan, primero nos ofrecieron a las 8 de la noche”, comentó. A esta opinión se sumaron otros cuatro transportistas que además expresaron sus preocupaciones por el tráfico en la vía E35, o de conexión entre Tababela y las provincias Imbabura en el norte y Cotopaxi en el sur. “Sçolo hay dos carriles y a veces uno se encuentra con tráilers que van bien lento”, indicó Jorge Nicaragua, uno de los florícolas que embarcó en horas de la tarde flores en el barrio San Miguel de Altapamba de El Quinche. En el interior de la terminal de carga se observaba movimiento de decenas de obreros y técnicos que finiquitaban la verificación
CaRga. Los florícolas fueron los primeros usuarios del nuevo aeropuerto. A las 22:00 ya aguardaban atención frente a la terminal de carga.
y prueba de sus cuartos fríos y equipos necesarios para organizar, etiquetar y finalmente ubicar por sus destinos la carga en diferentes aviones cargueros. “Prácticamente está listo, ya sólo falta que venga la Policía a realizar una última inspección antes de empezar a recibir (la carga)”, comentó un técnico de Petralli, una de las cuatro empresas responsables asignadas a esta área diseñada para embarcar 250 mil toneladas, 101 mil toneladas más que en el viejo Mariscal. No era el único movimiento en Tababela a menos de 10 horas de que estrene su capacidad para operar regularmente 240 vuelos diarios, nacionales e in-
eSTaCIOnaMIenTOS. A las 22:00 concluía la instalación de los techos de los dispensadores de boletos a la zona de estacionamientos.
ternacionales directos con destinos más largos a América Latina, Estados Unidos y Europa. A las 22:00 en punto dos técnicos con herramientas y una computadora portátil también concluían la instalación y pruebas de cajeros automáticos. “Aquí se ha vivido una jornada de intenso movimiento, hace un par de horas todavía se observaba a una gran cantidad de gente que limpiaba vidrios, pulía los pisos, enceraba paneles y un montón de tareas para que esto quede no solo presentable, sino funcional”, comentó el técnico Fabián Jara. Cerca de las 23 horas unas chispas de luces blancas se expandían en una estela de niebla que en medio de un intenso frío empezaba a cubrir el costado sur de la Terminal de pasajeros. Se trataba de los trabajos de soldadura de un total de cinco
techos, en forma de arcos, sobre igual número de andenes de ingreso a la playa de estacionamiento tarifado para 1.000 vehículos. Al borde de la medianoche la Policía con canes amaestrados recorrían cada rincón de la terminal unificada de pasajeros. Uno de los uniformados explicó que se trataba de un plan de seguridad para garantizar que no existan materiales peligrosos. El reloj no detenía su marcha. Tras una intensa jornada de trabajo para dejar a punto la mayor infraestructura de comunicaciones del Ecuador con el mundo, se presentó un caso curioso cuando un grupo de obreros de una aerolínea, vestidos con sus overoles rojos y franjas reflectivas recorrían los exteriores de la terminal. “Nos dijeron que por aquí había una tiendita, ojalá ya esté abierta que queremos algo de comer”.
PaSaJeROS. En el edificio de dos plantas de la terminal unificada de salida y arribo nacional e internacional los obreros se apuraban.