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Pan y circo

El tumulto generalizado que se vivió en los festejos de carnaval en Salinas —cuyas escandalosas escenas han pululado por las redes sociales— conmocionó a amplios sectores de la ciudadanía. El grado de furor, los inusuales sitios que sirvieron de escenario y la inmensa cantidad de participantes despertaron, con vigor renovado, las usuales denuncias de retroceso cultural y decadencia de las costumbres. Pero no basta con escandalizarse; se necesitan alternativas.

Sin justificar los desmanes y sus consecuencias, toda sociedad requiere espacios, celebraciones e instituciones para entregarse, esporádicamente, al esparcimiento exaltado y dejar a un lado las inhibiciones

En el caso de Ecuador, una serie de factores —la pandemia, la mojigata inoperancia de autoridades locales, el fervor ideológico, la transformación socioeconómica del país— llevaron a

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Censura

Empezó la temporada invernal y en Santo Domingo cuando llueve, llueve. La Prefectura de Santo Domingo de los Tsáchilas acaba de empezar el cobro por contribución de mejoras en el sector rural, que consiste en una nueva tasa de recaudación que debemos pagar todos los que tenemos vehículos, será un requisito obligatorio para la matriculación, las motos cancelan $6 y los carros $12, anual.

La vialidad del sector rural está abandonada, poco se ha invertido para mantener la que existe y casi nada se ha hecho para hacer nuevos proyectos viales, este invierno va a ser muy fuerte y va a destruir la desaparición o a la profunda transformación de estos espacios tradicionales, sin que surgiera nada nuevo en su lugar. Eventos deportivos de participación masiva, expresiones de arte popular, fiestas patronales, conciertos barriales, incluso las corridas de toros y las peleas de gallos; todo ello era parte del desfogue que exige la naturaleza humana para sobrellevar la vida en sociedad.

Hay que resistirse a caer en el cómodo moralismo catastrófico. Siempre han existido episodios de extremo relajamiento de las costumbres —aunque sin la tecnología de comunicación para documentar y divulgar, que hacen que parezcan tan generalizados— y cada generación suele juzgar como decadentes a las que la suceden. Sin embargo, la sociedad necesita generar espacios controlados —dentro de lo posible— para atender esta importante faceta.

Todas las personas tenemos derecho a la libertad de opinión y de expresión. Esto incluye no ser molestado a causa de las mismas, el de investigar, recibir informaciones y criterios, y el de difundirlas, sin limitación de fronteras, por cualquier medio. La libertad de expresión comprende todo tipo de ideas, hasta aquellas que pueden considerarse profundamente ofensivas. Está protegida por el derecho internacional , aunque es ‘legítimo’ censurarla cuando esta viola los derechos de otros o incita al odio, a la discriminación y la violencia lo poco que aún tenemos. ¿Qué pasará con la recaudación de este nuevo impuesto al sector rural, cuántas vías se podrán atender cada año?

La censura ha sido y sigue siendo un tema muy debatido. Algunos argumentan que la información debe censurarse para mantener a los ciudadanos seguros. Pero también hay muchos que creen que esto es una ‘profanación’ a las personas y su pensamiento.

La perspectiva tolerante es casi siempre la de un grupo social dominante . Sus puntos de vista se establecen como ‘correctos’ y solo permiten contradicciones que ellos aprueban. Según el sistema de tolerancia , el tolerante tiene derecho a decidir qué tan importantes son las opiniones y necesidades de los tolerados, y pueden elegir no escuchar, no renunciar, exigir y no causar conflictos. Porque desde su posición de poder, son ellos quienes crean y regulan la norma.

Vivimos en un mundo de contenidos cada vez más saturados, homogeneizados y globalizados. La tolerancia de alguien frente a opiniones desfavorables y voces críticas es, con frecuencia, un buen indicador de su respeto por los derechos en general.

En la actualidad no podemos hablar con honestidad sin crear, la mayor parte del tiempo, conflictos o caos entre ideas. Estamos pasando por una generación que se ofende con facilidad, en donde se priorizan sentimientos. Donde la verdad es relativa y que nadie tenga la razón termina siendo inclusivo.

¿Acaso solo estamos dispuestos a respetar cuando la acción o palabra contraria nos parezca correcta?

La campaña ya terminó y las promesas ya se acabaron, ahora vienen los hechos. Para cuándo estarán listos los 7 kilómetros de asfaltado de la vía San Jacinto, 10 de Agosto, Plan Piloto, esa obra debió estar culminada en septiembre de 2022, estamos ya febrero 2023 y la obra aún sin terminar y el contratista nada que se pronuncia.

Aspiramos que en esta nueva administración se logre asfaltar más kilómetros y realmente se dé atención al sector rural, que es prioridad de la Prefectura. Es momento de demostrar que de los errores se aprende y errar es de humanos

Las vacas, los toros y los terneros necesitan de programas de mejoramiento genético para que seamos más productivos como provincia ganadera, la ruralidad es nuestra ancla para el desarrollo, está más que comprobado, no volvamos la mirada al campo, mantengamos siempre la mirada en el campo y nos dará las guías para seguir creando valor en la producción agrícola e industrial. Esperemos que el sol salga más a menudo para poder secar bien el cacao y el terreno esté firme, para que empiecen la construcción del puente del tramo KFC- Sueño de Bolívar, aspiro que sí.

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