Lula condenado a 9 años de cárcel por corrupción
GLOBAL I
JUEVES 13 DE JULIO DE 2017 La Hora, ECUADOR
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Un juez encontró culpable al expresidente brasileño de los delitos de corrupción pasiva y lavado de dinero. BRASILIA, AFP-EFE • El expresi-
dente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva fue condenado ayer a nueve años y medio de cárcel por corrupción y lavado de dinero, un fallo que podrá recurrir en libertad pero que amenaza su eventual candidatura a las elecciones de 2018. Los abogados del exmandatario (2003-2010) anunciaron que apelarán la sentencia "en todas las cortes imparciales, incluyendo las Naciones Unidas". La condena contra el líder de la izquierda vuelve a sacudir a la mayor economía latinoamericana.
La acusación
Lula fue hallado culpable de recibir un apartamento tríplex en el balneario de Guarujá (Sao Paulo), ofrecido por la constructora OAS a cambio de su influencia para obtener contratos en Petrobras. El caso se inscribe en la Operación Lava Jato que reveló multimillonarios desvíos de fondos de la petrolera estatal hacia todo el arco político.
Temer, en la mira ° La investigación Lava Jato amenaza igualmente al presidente
Temer, acusado de haber negociado un soborno a cambio de medidas favorables al gigante de la alimentación JBS e investigado por presunta tentativa de comprar el silencio de un exdiputado preso. La Comisión de Constitución, Justicia y Ciudadanía (CCJ) de la Cámara de Diputados discutía ayer un informe que recomienda encaminar a la corte suprema la denuncia por corrupción pasiva presentada contra Temer por la Fiscalía General. Sería la segunda sucesión presidencial desde mayo de 2016, cuando Temer, vicepresidente de Dilma Rousseff, la reemplazó por el ‘impeachment’ en el Congreso que destituyó a la mandataria izquierdista por manipulación de las cuentas públicas.
"Entre los delitos de corrupción y lavado hay concurso material, motivo por el cual las penas sumadas llegan a nueve años y seis meses de reclusión", determinó el juez Sergio Moro, a cargo de esas investigaciones en la primera instancia. Otras causas
Lula, de 71 años, "podrá presentar su apelación en libertad", determinó Moro. "Considerando que la prisión cautelar de un expresidente de la República no deja de implicar ciertos traumas, la prudencia recomienda aguardar el fallo de la Corte de Apelación antes de extraer las consecuencias propias de la condena", explicó. Lula, que enfrenta otras cuatro causas penales, niega categóricamente los cargos y los atribuye a una conspiración para impedir su candidatura en las presidenciales de octubre de 2018. En las encuestas, figura como gran favorito, pese a ser también uno de los políticos con mayor índice de rechazo. El expediente
El extenso expediente afirma además que Lula recibió 3,7 millones de reales (1,1 millones de dólares al cambio actual) de manos de OAS y que esa suma es parte de "un esquema delictivo mayor, en el que el pago de
LÍDER. ‘El hijo de Brasil’ durante un discurso a sus seguidores. (Archivo)
sobornos era rutinario". "La responsabilidad de un Presidente de la República es enorme, y por consiguiente, también su culpabilidad", agregó. Moro también prohibió a Lula a ejercer cargos públicos por 19 años. A las calles La dirección del Partido de los Trabajadores (PT) afirmó en un comunicado que la condena de su cofundador "representa un ataque a la democracia y a la Constitución". Además, el PT relaciona la sentencia con una ofensiva destinada a "suprimir derechos sociales y laborales", un día después de que el Senado aprobara definitivamente una flexibilización de la legislación del trabajo. "Queremos hacer manifestaciones de protesta en todo el país contra esta decisión política ajena a cualquier proceso legal", dijo el líder del PT en la Cámara
SALIDA. El presidente Michel Temer ya está con un pie en la calle. (AFP)
GOLPE. Para el Partido de los Trabajadores, la noticia de la condena a Lula ha sido un gran tropiezo. (Folha de Sao Paulo)
de Diputados, Carlos Zarattini. "Saldremos a la calle". En contraste, Efrain Filho, diputado del partido de derecha Demócratas (DEM), calificó el fallo como "una lección de ciudadanía para el pueblo brasileño".
Moro cerró su sentencia contra Lula con una frase poco auspiciosa para las decenas de diputados, senadores, políticos y empresarios investigados: "No importa lo alto que se esté, la ley está por encima".
AUGE Y CAÍDA DEL ‘HIJO DE BRASIL’ “Prueben que soy corrupto e iré caminando a la cárcel”. Así defendía Luiz Inácio Lula da Silva su inocencia cuando ya estaba cercado por la Justicia y la caída del ‘hijo de Brasil’, como quedó bautizado en una película sobre su vida, era imparable. Lula encarnó hasta hoy, cuando a su historia se agrega una condena en primera instancia a 9 años y medio de prisión por corrupción pasiva y lavado de dinero, el sueño de millones de brasileños. Logró salir de la miseria, estudiar, liderar un sindicato y alcanzar la Presidencia. Una historia de novela con un triste final para un hombre que durante décadas enarboló la bandera de los trabajadores y la igualdad social, y convenció al mundo del éxito de su ‘revolución’ pacífica. De la calle al Palacio Nacido en 1945 en el estado de Pernambuco, en el empobrecido noreste, Lula emigró con su madre y sus siete hermanos a los alrededores de Sao Paulo siguiendo los pasos de su padre, un campesino analfabeto y alcohólico que tuvo 22 hijos con dos mujeres, Lindú, la madre del expresidente, y su prima. Vendió naranjas y tapioca en las calles, a los 15 empezó a trabajar como tornero y poco después se acercó al movimiento obrero y llegó a presidir el poderoso sindicato metalúrgico. A comienzos de los años 80, en los estertores de la última dictadura militar brasileña, participó en la fundación del Partido de los Trabajadores (PT) con políticos e
intelectuales de izquierda. En 1986 se convirtió en el diputado más votado del país y comenzó a acariciar el sueño presidencial, aunque le costó cuatro intentos: 1990, 1994, 1998 y 2002, cuando finalmente lo logró. Presente y futuro Se mantuvo en el poder durante ocho años en los que logró sacar de la pobreza a 28 millones de personas y convenció a propios y extraños del milagro brasileño y de que, por fin, el gigante suramericano había conseguido dejar atrás la sentencia de que “Brasil tiene un gran pasado por delante”, para convertirse en el país del presente y el futuro. Dejó el Gobierno con 87% de popularidad, transformado en el político más valorado de Brasil -un récord difícil de superar por cualquier mandatario del mundo- y se dio el lujo de elegir a su sucesora, su ahijada política Dilma Rousseff, prácticamente desconocida, y llevarla a la Presidencia. Triste final El ‘Lava Jato’, la investigación de la monumental trama de desvíos de Petrobras, golpeó al Gobierno de Rousseff, al PT y alcanzó a Lula. La imagen del expresidente sacado por la fuerza de su casa por la Policía y conducido a declarar a una comisaría, en marzo de 2016, sacudió al país. Pocos podían imaginar que el ‘hijo de Brasil’, a quien Time le dedicó una portada como el líder más influyente del mundo y diarios como Le Monde o El País nombraron ‘Hombre del año’, tendría este triste final político. (OG)