CURIOSO A14
MIÉRCOLES 04 DE JULIO DE 2018 La Hora IMBABURA-CARCHI
I
Subida al fuerte Kalavantin Durg (India) ° El fuerte en sí no es más que una pequeña cueva, pero las gradas que
conducen a este se considera, y con razón, una de las más peligrosas del mundo. Los peldaños desiguales están tallados en la roca de la montaña que queda cerca de Kolhapur, India. La subida al antiguo fuerte indio lleva por lo menos tres horas. El descenso puede llevar mucho más tiempo. Esta tampoco tiene barandillas, por lo que los turistas extremos se ven obligados a aferrarse a la roca para no caerse.
Ascensos increíbles solo para aventureros
La escalera prohibida Haiku en Hawái es °aúnLaunaescalera de las rutas más populares entre los turistas que buscan emociones fuertes. Y esto a pesar de que la entrada a la misma está oficialmente cerrada, hay oficiales de policía vigilando en el punto de partida y te pueden dar una considerable multa por tratar de subir. Muchos vienen a la isla de Oahu especialmente para ver la legendaria escalera edificada por los militares en 1942 para construir un cable de comunicación. Desde 1987, la ya inestable Haiku se convirtió en una ruta ‘civil’ para las personas que deseaban superar todos sus 3 922 peldaños y subir a la cima de la montaña Kulau.
Llegar a China y tocar el cielo de Hunan hay una montaña llamada Tian°men.EnSula provincia segundo nombre, ‘Puerta del Cielo’, le fue otorgado
Siguiendo los pasos del profeta Moisés °
por su enorme arco de origen natural, formado después del terremoto de 263 d. C. Se dice que aquel que suba los 999 peldaños hacia este sitio podrá tocar el cielo y obtener el gozo eterno. Por cierto, no es fácil llegar a esta escalera. Está en la cima de la montaña, por lo que los viajeros y peregrinos primero tienen que subir en un teleférico o atravesar los 11 km por una sinuosa carretera llamada ‘99 vueltas’.
En Egipto, en el sur de la península del Sinaí, se encuentra la montaña legendaria de Moisés. Según la historia, fue en su cima que el profeta recibió las tablas de piedra con los 10 mandamientos. Ahora, multitudes de peregrinos de diferentes países se reúnen aquí. Para llegar al Monte Moisés, hay que subir la ‘Escalera del Arrepentimiento’, que muchos peregrinos suben de noche: en primer lugar porque no hace tanto calor, y en segundo porque, según los turistas, el amanecer en esa cima es algo inimaginable.
A la casa de té por el camino de la muerte Esta vía que lleva a la cima de la montaña Hua Shan se °llama la ‘Escalera Celestial’. Sus peldaños están tallados
¡No se puede más que 300 personas por día! conquistar la cima de la montaña del parque nacio°nalPara Yosemite en California, hay que superar un camino de
Genial.guru te cuenta sobre las subidas y las bajadas más vertiginosas que no todos se atreverían a atravesar. Estas gradas o empinadas están en diferentes partes del mundo. Pueden ser de piedra o de madera, con pasamanos o sin ninguna
valla. Pero todos tienen algo en común: la altura y el peligro, que te dejarán sin aliento. (PT/Fotos: Genial.guru)
El acantilado abrochado con cremallera
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El Peñón de Guatapé, en Colombia, y la grada que conduce a su cima se comparan con muchas cosas. A unos les parece que son trozos de piedra cosidos con un hilo, otros dicen que la montaña parece haber sido abrochada con una cremallera. Otros que este sería el refugio ideal en caso de un Apocalipsis zombi.
directamente en la roca y unas cadenas de hierro sirven como barandas. Antes solo la subían los peregrinos, porque Hua Shan es una de las cinco montañas sagradas taoístas de China. Pero ahora se puso a disposición de los turistas. Los que se aventuren a conquistar esta cima, tendrán que subir a una altura de más de 2.000 metros. Y los escalones empinados se alternarán con unos estrechos senderos de madera que cuelgan sobre el precipicio. La escalada termina visitando una pequeña casa de té.
10 kilómetros. Parte de la ruta es una escalera de cuerdas. Los controladores permiten el acceso de no más de 300 personas por día y cada uno de ellos recibe un permiso especial. Los turistas deben tener una buena preparación física y un gran deseo de superar los 400 escalones a lo largo de una subida de cable prácticamente vertical.