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Al plan económico de Lasso le faltan definiciones
Canadá entra en el mapa de acuerdos comerciales que busca Ecuador
Luego de una reunión telemática entre Julio José Prado, ministro de Producción, y Mary Ng, ministra de Comercio Internacional de Canadá, se dieron los primeros pasos oficiales para iniciar un proceso de negociación hacia la firma de un acuerdo comercial. Prado catalogó la reunión como excelente y reveló que los equipos técnicos de ambos países se reunirán próximamente para delinear una hoja de ruta. Adelantó que hará una visita oficial a Canadá durante 2022. La estrategia de apertura comercial tiene varios mercados en la mira como México, Alianza del Pacífico, China, Corea del Sur, República Dominicana, Panamá, Estados Unidos, entre otros.
Modelo económico de Lasso no se enfoca en la productividad
Están planteados los grandes objetivos, pero las acciones y las herramientas concretas son parte del déficit del Gobierno. El discurso presidencial es contradictorio.

REALIDAD. El primer mandatario todavía debe definir acciones específicas para superar el déficit del Gobierno.
Entre los puntos fuertes de la visión económica de Guillermo Lasso está la apertura comercial y el impulso a la inversión privada. Pero, según economistas como Alberto Acosta Burneo y Pablo Lucio Paredes, esas metas macro no se convierten en un verdadero modelo económico si no existen medidas concretas y claras para mejorar la competitividad y la productividad internas.
En otras palabras, aparte de medidas aisladas y poco explicadas de cara al sector productivo y a la ciudadanía, no se ve una hoja de ruta clara, que permita eliminar las barreras para hacer negocios y las regulaciones obsoletas en sectores como el agro.
Tampoco se han definido herramientas para depurar la engorrosa tramitología estatal o estrategias que permitan detectar y elimi-
Exportaciones y producción sin entorno favorable
°El Gobierno de Guillermo Lasso tiene en la mira una decena de grandes acuerdos comerciales, entre los que están la Alianza del Pacífico y China. Sin embargo, existen varios aspectos pendientes para que la producción y los exportadores ecuatorianos tengan un entorno favorable. Walter Spurrier, economista, puntualizó que el Gobierno de Lasso no ha podido hacer efectiva la devolución de impuestos pagados por insumos, partes y piezas. Esto, a pesar de que las normas están en vigencia desde hace mucho tiempo. En el sector energético, aunque se abrió la puerta a la importación privada, ni siquiera se ha podido avanzar en la aprobación de un nuevo estándar técnico para mejorar la calidad de los combustibles. Además, se necesitan inversiones urgentes, porque el servicio eléctrico no es confiable. El país ha invertido miles de millones en generación de energía, pero descuida la trasmisión.
nar gastos improductivos, para liberar recursos, reducir impuestos y aranceles, entre otros aspectos.
Desde el Ministerio de Economía se ha esbozado de manera general cómo se piensa reducir el gasto público ineficiente. Se habla de un recorte de $3.000 millones hasta 2025, pero las acciones siguen en los ‘cajones’ del Ejecutivo.
Lo mismo sucede con las estrategias para cambiar el impráctico sistema de contratación laboral. Instituciones cercanas a Carondelet, como la Corporación de Estudios para el Desarrollo (Cordes) han alertado que, sin claridad sobre la reforma del mercado de trabajo, la actual situación de alta inflación reducirá con más fuerza los ingresos de las familias y complicará aún más los costos de producción.
Mensajes contradictorios
“Es indudable que, desde el inicio, el actual Gobierno ha intentado un acercamiento con el sector privado. Sin embargo, por el otro lado, se sube el salario básico sin criterios técnicos y se pone impuesto al patrimonio con la misma promesa de siempre de que será por esta única vez. Hay acciones, pero no una agenda ni un modelo económico claro en tema de incentivos para la producción”, dijo Oswaldo Landazuri, analista económico y empresario.
Agregó que la guerra entre Rusia y Ucrania dejó evidenció que Lasso no tiene un plan de competitividad para sectores importantes como el exportador.
Cuando iniciaron las protestas de los productores bananeros, el primer mandatario llegó a decir que eran quejas “sin importancia” de sectores ricos y que no cabían acciones desde el Estado. Asimismo, cuando se reactivaron los reclamos de los panificadores, mencionó la posibilidad de poner controles de precios.
El economista y empresario Diego Olmedo comentó que Lasso se enreda en un discurso que pretende ser popular y social, pero que deja dudas más que certezas. “En unos momentos trata de presentarse bajo la lógica de que no va a gobernar para los ricos y hace anuncios más cercanos al populismo que un modelo económico de corte liberal. Pero luego ha tenido que ser desmentido por sus mismos ministros”.
Olmedo recalcó que en temas importantes como la fallida Ley de Inversiones, el Ejecutivo falló en comunicar las ventajas de que lleguen al menos $30.000 millones en nuevas inversiones hasta 2025, sobre todo para las micro, pequeñas y medianas empresas.
“En varios sectores políticos, sociales y académicos quedó la percepción que todo estaba encaminado a favorecer a grandes empresas y multinacionales. Es decir, aumentar los ingresos tributarios apuntando a tener más grandes contribuyentes, pero sin cambios en las bases de la economía”, afirmó. (JS)
OPINIÓN
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JUEVES 14 DE ABRIL DE 2022 La Hora ECUADOR O
Se puede ser más sagaz que los demás, pero es peligroso parecerlo.”
ETIENNE COEUIHLE (1697-1749), ENSAYISTA FRANCÉS
Ser feliz es una forma de ser sabio que pocos tienen presente.”
SIDONIE GABRIELLE COLETTE (1873-1954), ESCRITORA FRANCESA
MATÍAS DÁVILA
Kundera
El poeta checo Milán Kundera escribió algo que hoy tiene más vigencia que nunca: “la lucha del hombre contra el poder, es la lucha de la memoria contra el olvido”. ¿Realmente cree usted que un representante de la banca está dispuesto a privilegiar sus necesidades y las mías (las del pueblo) frente a las apetencias de su entorno? Si usted es una de esas personas de ‘fe’, le felicito. En los comentarios, en vez de insultarme, dígnese en contarme un caso en el que un representante de las élites haya marginado sus apetitos y los de los suyos por privilegiar ‘los más altos intereses nacionales’ —que deberían conllevar que usted y yo tengamos una mejor calidad de vida—.
Lastimosamente, una parte de la nueva izquierda también se ha teñido de voracidades muy poco éticas. Los recientes gobiernos progresistas en la región nos han dejado un ‘mal sabor de boca’ (para utilizar un eufemismo publicable).
Nosotros, el 99% de la población, que no tenemos ni empresas ni partido político ni nada, venimos a ser los ‘tontos útiles’ en el apasionante juego de la democracia (sarcasmo). El ruin negocio de la política necesita que usted se identifique como defensor de Lasso o de Correa. Es hacia cualquiera de los dos que usted debe canalizar su odio y hacer de esto un evangelio para propagarlo puerta a puerta. ‘Id y haced discípulos’, nos dice el marketing del oportunismo. ¿No será hora de replantear nuestras fidelidades?
Finalmente no importa si usted cree una cosa u otra, lo que debería ser nuestra causa común es la salud universal, el entierro (ojalá para siempre) de las cacareadas escuelas unidocentes, la desnutrición, el empleo digno, el tiempo para nuestras familias y el mejoramiento sustancial de nuestra calidad de vida. Estimado lector, no se deje entretener en tonterías. Para que el mago haga el truco, necesita que usted fije su atención en otra parte: recuérdelo.
azulcasisiempre@gmail.com

Destapar el Metro
Tras la denuncia de presuntos sobornos en el proyecto del Metro de Quito, el exalcalde Augusto Barrera apela a las mismas excusas que la ciudadanía tiene que escuchar cada vez que alguna picardía local sale a la luz en tribunales extranjeros. Sugiere que hay intereses oscuros y disputas entre actores económicos internacionales que, según él, intentan desprestigiar la obra a las puertas de la licitación y luego de nueve años. Es la berreada teoría de la conspiración internacional vengativa que se oyó tras las revelaciones de los casos Odebrecht, Las Torres o Gunvor, como si las multinacionales tuviesen siempre interés en tejer intrigas contra políticos ecuatorianos.
Barrera no se ha manifestado como un defensor a ultranza de su equipo de trabajo o de su administración, sino que se limita a insistir en la propia inocencia.
El Metro de Quito, una obra que ha necesitado más de dos mil millones de dólares y casi diez años, se estructuró en gran parte en una época en la que la justicia y los organismos de control del país estaban secuestrados por el Poder Ejecutivo y otros cuantos.
Usar como pretexto el tiempo transcurrido es inaceptable para la capital y debe serlo para la justicia, así como la ausencia formal de ciertas empresas, cuando las personas jurídicas varían, pero los representantes y funcionarios tienden a repetirse. Ante una denuncia tan puntual y detallada, y si se activa la cooperación con la justicia española, no será difícil destapar la verdad en un caso en el que existen apenas un puñado de potenciales responsables. Todo dependerá de que exista interés —que no se ha visto hasta el momento— de parte de la Fiscalía y el actual Alcalde, Santiago Guarderas.
RODRIGO CONTERO PEÑAFIEL
Poderes irresponsables
Los discursos dominantes ponen mucho énfasis en el lucimiento personal y no en las instituciones llamadas a ejercer el poder con responsabilidad, permitiendo que tome fuerza la incapacidad de falsos líderes que se encargan de sembrar el caos en las comunidades, pretendiendo endosar todas las responsabilidades al Estado sin recapacitar ni hacerse cargo de sus propias acciones. Con el supuesto afán de eliminar la pobreza y la desigualdad existentes, y con un discurso populista, crean sociedades insensibles e incompetentes, integradas por personas irresponsables y autosuficientes.
Todos los partidos políticos saben cuáles son sus responsabilidades y cuáles las del Estado; ningún Gobierno puede someter su institucionalidad y gobernabilidad por ningún concepto a grupos de insurrectos, porque afectarían el sentido y alcance de la Constitución que garantiza la democracia representativa. En un régimen democrático, el Gobierno se presenta como autoridad responsable, que asegura la democracia y frena las pretensiones de sediciosos y farsantes que siembran el caos, escudándose en indultos, amnistías, amenazas y pactos vergonzosos que ponen en evidencia una arremetida política para desestabilizar al Gobierno.
La democracia se entiende como la forma de gobierno en la que ciertas decisiones pueden ser consultadas a la población, siendo la más común la democracia directa y participativa, compuesta por una serie de ideales y principios democráticos por los que se rigen la igualdad, la limitación y el control del poder, entre otros. Hay poderes que actúan de forma irresponsable como la Asamblea Nacional, que se mueve a favor de los intereses de grupos políticos identificados con la corrupción.
Asimismo, existen personajes que utilizan el lenguaje de los deberes y derechos como propaganda política, eluden la responsabilidad individual y colectiva, sus discursos limitados e incomprensibles identifican a quienes no cuentan con la preparación necesaria, pero exigen derechos e incentivos sin ningún proyecto o programa debidamente financiado en favor de la población, a la que dicen representar; su desconocimiento e incapacidad es evidente.
rcontero@gmail.com
Máscaras y mascarillas
Hace poco, en un evento universitario, con decenas de personas tratando de mantener cierta distancia social y el uso de mascarillas como es requerido en estos tiempos de pandemia, pensaba, al momento de tener que retirarnos ese adminículo que se ha transformado en parte de nuestra vida diaria, en el significado que tienen las palabras, también en los significantes que les proveemos y en lo diversos que pueden ser en determinados momentos.
Por supuesto en algunos entornos y países, “máscaras” y “mascarillas” aparecen como sinónimos y los asumimos como tales, a la hora de usarlas, de sentirlas como una barrera de precaución que ha demostrado su efectividad.
El origen de las máscaras se remonta a tiempos inmemoriales. Las encontramos en las presentaciones de teatro en la antigua Grecia, también en las culturas latinoamericanas y africanas; sirven hasta para ocultar el rostro, la cabeza, las orejas, o dejan visibles algunas partes de esos rostros cuando se usan a guisa de antifaces en los carnavales y en las fiestas de fantasía.
Pero, y aquí viene el motivo de esta reflexión, en nuestro entorno diferenciamos las palabras y los conceptos de “máscara” y “mascarilla”; esta última como protección eficaz para evitar el contagio del temido coronavirus 19, pero también de otras enfermedades como la gripe o la influenza.
Por otro lado, la máscara aparece con una connotación peyorativa, tiene que ver con esconder el rostro para disimular la falsía y hasta las malas intenciones, como quien se esconde tras un disfraz para cometer un crimen, un robo, una defraudación. Se habla de las máscaras que se acoplan tanto a la personalidad, que nos llevan al engaño.
Por ello, en nuestro medio, en el ecuatoriano, no es lo mismo llevar máscara que mascarilla. La máscara puede encubrir una agresión, la mascarilla nos protege.
rosaliaa@uio.telconet.net
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