Ecuador, domingo 19 de octubre de 2014
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Un retrato del asesino enamorado creo que es absurdo negar el Holocausto. las pruebas son contundentes, absolutas, indiscutibles y de dominio público. Basta con ir a los diferentes campos de exterminio y/o a las bibliotecas y archivos. algunos tratan de manejar la historia según su conveniencia. ‘el peor ciego es quien no quiere ver’”. KaTrin HiMMler
liBro. Fue escrito por la politóloga Katrin Himmler, sobrina-nieta del jefe de las temibles SS hitlerianas, la segunda figura del III Reich detrás de Hitler, considerado como el más grande asesino en la historia de la humanidad.
por fernando prieto arellano Madrid, efe • Heimrich
Himmler, el brazo ejecutor de las decisiones del dictador nazi Adolf Hitler; el siniestro psicópata y asesino en masa responsable de la muerte de millones de personas durante la II Guerra Mundial, tenía también un lado “humano”, el de un esposo enamorado y un amable padre de familia. Estas características, que hacen aún más terrible al personaje, se plasman en el libro ‘Himmler según la correspondencia con su esposa (1927-1945)’, de la editorial Taurus, una amplísima recopilación de las cartas personales que el jerarca nazi envió prácticamente a diario durante casi veinte años a su mujer, Marga Himmler, analizadas y documentadas por dos investigadores alemanes, el historiador Michael Wildt y la politóloga Katrin Himmler. En entrevista con EFE, Katrin Himmler (1967), sobrina-nieta del jefe de las temibles SS, señala que “lo que estremece” de este personaje, “así como de otros muchos dirigentes nazis es que eran gente bien educada, cultivada, que no asesinaron a millones de personas porque las odiaran o porque ellos fueran unos sádicos”. “Según su criterio, los asesinatos en masa tenían que hacerse, y punto. De acuerdo con su sentido de la vida, no había lugar para algunas naciones o para la convivencia con las minorías. Solo admi-
duda, se resolverá bien (?) Los ancestros y sobre todo el valiente pueblo alemán no dejarán que nos hundamos”. Y concluye la misiva con el saludo ritual nazi - “¡Heil Hitler”!- que jamás había usado hasta ese momento en sus cartas familiares. Himmler fue detenido por los británicos el 22 de mayo de 1945 cuando intentaba huir tras la capitulación de Alemania y se suicidó al morder una cápsula de cianuro que llevaba oculta en la boca. A juicio de Katrin Himmler, estas cartas indican muy claramente que para su tío-abuelo “no había ninguna contradicMás que banales cartas de amor En este libro, el lector encontrará en esos ción entre ser un asesino de masas y al textos (glosados y comentados por los dos mismo tiempo un buen padre. Simpleinvestigadores) todo tipo de pistas para mente, eran distintas facetas de un mismo entender la siniestra personalidad de concepto.” “Se supone que a los enemigos Himmler. No son simples y banales cartas de amor. Hay mucho más en el Dato se los tenía que tratar de manera su interior. completamente distinta que a sus Incluso la última de estas, enca- Katrin Himmler camaradas, a su familia o a sus amicasada bezada con un “¡Mi querida mami! estuvo gos. Pero si los hombres de las SS o con un judío. Es ¡Mi querida hijita!” (en alusión a autora del libro los hijos no se comportaban como hermanos Gudrun, la hija del matrimonio ‘Los Himmler: histo- él esperaba, si no obedecían, entonde una familia ces el abnegado ‘Reichsführer-SS’ o Himmler), fechada el 17 de abril ria alemana’. el cariñoso ‘papi’ podía convertirse de 1945 (con los soviéticos ya a las puertas de Berlín y cuando Alemaen un patriarca, alguien que decinia estaba completa e inexorablemente día sobre premios y castigos”, subraya la derrotada), es muy significativa del grado investigadora. de fanatismo e irracionalidad suicida del Himmler, comenta, “castigaba de mapersonaje. nera brutal e implacable, lo que probaEn ese documento Himmler señala: blemente era la expresión de su desprecio “(?) Los tiempos son terribles para to- por cualquier debilidad y su profunda addos nosotros, pero todo, así lo creo yo sin miración por las virtudes militares.”
tían la idea del ‘todo o nada, ellos o nosotros’. Este criterio es el que les permitía actuar como monstruos, aunque también fueran hombres corrientes”, subraya Katrin Himmler. Según los expertos, Heinrich Himmler es la figura del régimen nacionalsocialista (1933-1945) cuya vida privada está mejor documentada y de la que ya se disponen de referencias historiográficas basadas en sus diarios de juventud, o las cartas que su esposa le escribió a lo largo de los años.
de agrónomo a asesino
No hay que olvidar que Himmler no era -ni fue nunca- militar. Su profesión era la de ingeniero agrónomo. Su ascensión hasta la cúpula de las SS, la unidad de elite de las fuerzas armadas alemanas (a las que, sin embargo, no estaban vinculadas orgánicamente) se debió a su estrecha relación con Hitler, a su ciego fanatismo nazi y a su metódica hasta el paroxismo capacidad de organización. De hecho, para Katrin Himmler, en su tío-abuelo convergen de manera evidente dos elementos decisivos para convertirle en una de las figuras más destacadas (si no, en la más destacada tras el propio Hitler) del régimen nazi: su fanatismo y su mentalidad de burócrata. En este sentido, Katrin Himmler, quien reconoce que en su juventud siempre se sintió “incómoda” por tener que cargar con ese apellido (algo que reconoce haber superado ya), y señala que en el absolutamente imposible supuesto de haberse encontrado alguna vez cara a cara con su tío-abuelo, le habría reprochado todo el mal que cometió. Sin embargo, subraya, “él, probablemente, no me hubiera prestado atención. No le habría interesado lo que le hubiera dicho ¿Cómo podría yo haber convencido para que me escuchara a un fanático que durante toda su vida creyó en su ideología, a alguien que despreciaba la tolerancia y odiaba la debilidad?”.