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Vida, obra y pensamiento del Coronel Luis Vargas Torres
dictadura teocrática garciana y el conflicto entre ciencia y fe, agudizado por las ideas evolucionistas de Darwin, era notorio en el ambiente. El papado, a raíz de la toma de Roma por las fuerzas garibaldinas, había declarado la guerra al liberalismo en política y a todo cuanto tuviera visos de modernidad. Una cúpula religiosa fanatizada y obscurantista mantenía a la iglesia ecuatoriana en una dolorosa postración a los pies del tirano.
Obra gas Torres, quien en 1887 fue fusilado en la Plaza Mayor de Cuenca a manos del gobierno de José María Plácido Caamaño, como consecuencia de la pugna del poder entre conservadores y liberales.
Liberalismo vs. conservadurismo
El liberalismo fue una corriente filosófica, política y económica, nacida en Inglaterra durante el siglo XVII y tuvo su momento de máxima expresión con la Revolución Norteamericana 1776, Revolución Francesa 1789 y los procesos independentistas en América Latina a partir de 1810, promoviendo las libertades civiles, fundamentándose en la protección de la propiedad privada, libertad de asociación entre empresas, secularismo y la igualdad de oportunidades. Por su parte el conservadurismo reseñó una ideología que surge después de la Revolución Francesa, que favoreció el uso del poder político o la fuerza del Estado para conservar o restaurar tradiciones –creencias, religión o costumbres– de una nación.
Vida
Luis Vargas Torres nació en 1855 en Esmeraldas y fueron sus progenitores Luis Vargas natural de Tumaco-Colombia de oficio comerciante, dueño de la hacienda ganadera San José y Delfina Torres de la Carrera. Es el segundo de tres hermanos de padre y madre, Rómulo y Zulema. Quedó guácharo de cinco años y en 1867 fue enviado con su hermano Rómulo a estudiar la secundaria en el colegio San Gabriel de los Jesuitas de Quito.

Al quedar viuda doña Delfina Torres contrae segunda nupcias con el Vicecónsul de Nueva Granada en Esmeraldas, Uladislao Concha Piedrahita, procreando diez hijos: Clemente, Jorge, Carlos, María del Carmen, Esther, Fernando, Teresa, José María, Pedro y Delfina Concha Torres.
Ofensiva del conservadurismo
En 1872 y a causa de la influencia religiosa que había recibido, ingresó al seminario con la intención de hacerse sacerdote. Se vivían los tiempos tenebristas de la esmeraldeños embadurnar la construcción de escenarios en materia política, económica, social sobre la base de un plan maestro que congenie la unidad en la lucha por los más caros intereses adheridos a la masa popular, en la consecución del crecimiento integral.
El clericalismo radical, jamás iba a perdonar a Luis Vargas Torres que, durante cinco años, perteneció a la Compañía de Jesús en calidad de novicio, para abandonarla y entregarse por entero a la revolución a la que contribuyó con sus ideas, sus bienes y su vida. En cuanto a su pensamiento, basta citar una frase de su obra en el opúsculo intitulado “La Revolución del 15 de noviembre de 1884”, publicada en Lima, Perú, en ese año:” Es imposible que una Nación pueda prosperar a la sombra del terror y del fanatismo católico: la experiencia nos lo enseña y viendo estamos que, en el mundo civilizado, son las más atrasadas las naciones donde imperan esos dos resortes del retroceso.
Pensamiento
El aciago fusilamiento en contra de Luis Vargas Torres, marcó un antes y un después, se convirtió en una de las figuras descollantes en la mayor transformación política, jurídica y administrativa que registró el país a finales del siglo XIX, defensor de la tesis de la Revolución Liberal, liderado por el viejo luchador Eloy Alfaro Delgado, quien fue arrastrado en las principales arterias de Quito e incinerado a cargo de las huestes clericales, pues este egregio patriota es un ejemplo de ética, moral y valor revolucionario, desprendido de sus bienes materiales, contribuyó con sus ideas y su vida por las causas del proyecto liberal, jalonando el desarrollo nacional; con los nuevos vientos de cambio posibilita a los
Fusilamiento Vargas Torres fue Diputado en el año de 1883, cayó prisionero el 7 de diciembre de 1886, en Loja, trasladado a Cuenca y fusilado el 20 de marzo de 1887 en la Plaza Mayor a la edad de 32 años, se convirtió en un insurgente que tomó las armas para luchar inclaudicablemente contra el despotismo, el oscurantismo, la corrupción galopante y el abuso de poder que regía el gobierno de José María Plácido Caamaño, representante de la oligarquía de Guayaquil y Quito.
Declaratoria de Héroe Nacional
Registro Oficial Nº 673, viernes 30 de marzo del 2012, el Pleno de la Asamblea Nacional a través de resoluciones, lo declara Héroe Nacional al Coronel Luis Vargas Torres, en reconocimiento a su valiosa contribución e invaluable aporte a la Revolución Liberal liderada por el General Eloy Alfaro que llevó a nuestro país a sentar las bases de una sociedad más democrática.
Aforismo
“Quiera Dios que el calor de mi sangre que se derramará en el patíbulo, enardezca el corazón a los buenos ecuatorianos y salven a nuestro pueblo”.
El Dato
El legado del Héroe Nacional, es acogido por instituciones públicas y privadas que vitorean el nombre de Luis Vargas Torres: desde la Universidad Técnica hasta un equipo de fútbol, pasando por un establecimiento educativo, una fundación, una cooperativa de transporte, una calle, un muelle y el parque central “20 de Marzo” de la ciudad de Esmeraldas.