OPINIÓN A8 tiempo lectura 15 min.
LUNES 25 DE NOVIEMBRE DE 2013 La Hora ZAMORA
O
Los hechos son el principio, el medio, el fin; hace un daño irreparable descansar sobre grandes discursos”.
No se está llevando estadísticas de cuántos turistas están llegando”, DIANA ROJAS
JEFA DE TURISMO DE DEPROSUR
GEORGES CLEMENCEAU POLÍTICO Y PERIODISTA FRANCÉS (1841-1929)
CARTAS Evaluación y acreditación excluyentes
Habiéndose publicado la Ley Orgánica de Educación Superior –LOES- en el Registro Oficial No. 298 del 12 de octubre del 2010, el Consejo de Evaluación, Acreditación y Aseguramiento de la Calidad de la Educación Superior –Ceaaces- tiene un plazo de 5 años para cumplir con el proceso de evaluación y acreditación de 57 universidades y escuelas politécnicas, públicas y privadas del Ecuador –Primera Disposición Transitoria de la LOES-. Cumplido el proceso, unas universidades pueden ascender y otras pueden desaparecer, pero todas serán recategorizadas, sin que haya políticas de Estado para ello, sino únicamente políticas de un gobierno transitorio. La evaluación de las universidades siempre ha sido bienvenida, nunca rechazada, pero los hombres y mujeres democráticos dentro y fuera de la universidad, no aceptamos que se ponga en práctica procesos que atentan contra la más importante institución que tiene la patria. Nos expresamos así, porque el organismo encargado de la acreditación impone en el proceso 30 estándares de calidad que conllevan los criterios de evaluación y acreditación de la política educativa del gobierno. Ahora señalemos cuatro aspectos: a) Se realiza la evaluación de la pertinencia de las carreras en base de 30 criterios y el Plan Nacional de Desarrollo del Gobierno, y no las necesidades de las provincias, la región y el país; b) El criterio sobre los docentes es equivocado porque principaliza el número de profesores con título de phd y maestría, sin tomar en cuenta la inexistencia de políticas que permitan que el docente acceda a dicha formación; c) Se exige contar con tecnología, equipos multimedia, etc. Miguel Andrade
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EvangElio bárbaro
La historia registra casos en los que el rencor pudo más que la temperancia y la razón. El rencor se destaca especialmente por una animadversión férrea muy difícil de que desaparezca una vez que se instala en la mente y el corazón de alguien, en particular esas terceras o cuartas exiguas figuras que viven a la sombra de quien ejerce el poder. Hay en ellos un resentimiento arraigado y persistente. Muchos sostienen que “el rencor es el resultado de un daño padecido, un perjuicio o traición sufridos, por parte de alguien, que hace que sintamos por esa persona un desagrado importante y complejo de revertir”. Estos “pobres de espíritu”, como diría uno de los padres de la independencia latinoamericana, padecen encono profundo, difícil de desarraigar. El rencor es capaz de atraer el odio. RICARDO GUAMÁN ARAUJO
Los retos de la ciudadanía frente a la crisis política
Esta es una larga reflexión que nos debemos hacer cada uno y un largo debate que nos debe involucrar a todos de una vez por todas, porque la única definición de lo que somos, es lo que nos dejamos hacer. Esto muestra un claro cuestionamiento de la calidad de los representantes políticos, al tiempo que admite una creciente desconfianza hacia la política que dichos representantes desarrollan y una gran preocupación por la forma en que se ejerce. La política parece estar
Hay en el resentido social un alma vengativa, busca incansablemente el desquite y saldar alguna dolorosa deuda con su pasado. Su sed de venganza le vuelve agresivo e intolerante y busca la violencia física o verbal. Algunos sostienen que no es extraño que el resentido social busque ser alabado por las masas cuando se inserta en la política, aunque, al final, acabe solo, “enclaustrado en el búnker de su odio”, dice un autor contemporáneo. “No hay perdón para los actos de odio”, dijo alguna vez José Martí. Y añadió en otra ocasión: “Asesino alevoso, ingrato a Dios y enemigo de los hombres, es el que, so pretexto de dirigir a las generaciones nuevas, les enseña un cúmulo aislado y absoluto de doctrinas, y les predica al oído, antes que la dulce plática de amor, el evangelio bárbaro del odio”.
secuestrada por unos pocos, una élite de políticos profesionales y tecnócratas cada vez más alejados de la ciudadanía. Además, ese mundo común es presentado, demasiadas veces, desde la perspectiva interesada de los poderes económicos y mediáticos dominantes, los cuales producen una democracia sin ciudadanos. Por ello, es necesario recuperar la educación cívica y retórica de los ciudadanos, partiendo de los supuestos que se podrían dar. Por un lado, a los ciudadanos no sólo se les ha de exigir confianza en reglas y valores con pretensión de universalización, sino la cuidadosa tarea de balancear las situaciones concretas. La tarea cotidiana de valorar cada asunto que afecta a los seres humanos no se puede sustituir por ningún aparato o mecanismo. El mundo de los ciudadanos se funda sobre el sentido común; un sentido que resulta común a los
miembros de la comunidad. Una cualidad importante de ese sentido común es comunicarlo bien en la esfera pública no tanto para buscar el apoyo unánime al juicio propio, sino para iniciar una discusión pública. Así el hecho de que los ciudadanos puedan hablar en público, conocer las limitaciones de sus juicios y ser conscientes de ellas, al tiempo que persuadirse de sus diversos juicios, se torna en el fundamento de la política. Posiblemente la anexión y práctica de estas ideas contribuya a remediar la referida crisis política. Esto se debe hacer ya para que en las próximas elecciones no seamos presas fáciles de los verbilingüistas que se basan en las pasiones y no en las razones que ahora se debe priorizar para tener cambios verdaderos y rumbos firmes de esta paralización en la que nos encontramos por culpa de caudillismos y cacicazgos de tiempos pasados. TWITTER: @ EMDLS
RAFAEL SÁNCHEZ PUERTAS
Rodríguez Guerro y la Bioética
Cuando lo conocí por primera vez al Dr. Ángel Rodríguez Guerro se encontraba reunido con varias personas. Estaba sentado de espaldas a mí, pues yo acababa de llegar. Todos lo escuchaban como si lo hubiesen conocido desde hace mucho tiempo. Pero no era así, acababa de llegar de Chile. Hablaba, con voz grave y acento español, sobre la vida. Son pocas las personas que así, desde el primer momento en que se las conoce, dejan una impresión tan honda en el espíritu, y menos aun cuando hablan sobre la vida, pues ¿a quién se le ocurriría hablar sobre esos temas en el primer encuentro con un desconocido? El padre Ángel, como cariñosamente lo llaman, es español de nacimiento, de nacionalidad italiana. Navega por el mundo de las ideas, pero sobre todo del espíritu, es sacerdote y misionero idente, además de doctor en bioética y en filosofía. Él, como catedrático de la Universidad Técnica Particular de Loja, tuvo el acierto de organizar hace pocos días un Congreso Internacional de Bioética, donde se habló de los aspectos antropológicos, éticos y jurídicos del aborto y la anticoncepción de emergencia; tema siempre actual, pero de especial importancia ahora en nuestro país. ¿La conclusión del congreso? El ser humano es mucho más que su cuerpo, sus circunstancias, su psicología. Vale por sí mismo desde el momento de su concepción. Es cierto que es un ser racional, social, político, sexual, económico, estructural… pero eso no lo define. El ser humano se define por lo que hay en su espíritu, por la presencia de Dios que lo constituye. Dr. Ángel Rodríguez Guerro, Loja y el país le agradecen por su vida. No desmaye en la difícil pero no imposible labor de concienciar y educar a la sociedad sobre el valor de la vida.
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