Beneficios y sacrificios Gerardo Morán, el grupo Zafiro y la Orquesta Gran Sociedad hablan sobre el negocio musical. La gente solo quiere tocarlo. El intérprete ecuatoriano Gerardo Morán parece ser sin duda el más querido. Doce hombres velan por su seguridad para subir al escenario. Él y su sonrisa carismática son un dúo inseparable, a veces, no importa el estrés, los nervios, las malas noches, pues la vida es aquí y ahora, “de muerto ya para qué”. Una historia de esfuerzo
JUEVES 02 DE FEBRERO DE 2012 La Hora, ECUADOR
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ARTISTA POPULAR
La piratería en el país °
Según la Sociedad de Autores y Compositores del Ecuador (Sayce), la piratería supera el 95% de los títulos vendidos, lo que provocaría que los creadores nacionales dejen de recibir entre cuatro y seis millones de dólares, cifra entendible para el director general de esta institución, David Checa, pues “la piratería está aceptada socialmente incluso en los medios de comunicación, que reproducen canciones sin pagar los derechos de autor”.
“¿Se vive de la música?... Definitivamente”, responde el hombre, el cantante, el devoto de su familia, de 1.66 de estatura, de la provincia de Bolívar, a quien la vida le ha permitido con los años comprar un vehículo de su gusto, ya que en su infancia, incluso a los triciclos, los veía lejanos. Morán tiene su propio estudio de música, Dayana Records. No necesitó de una preparación profesional para forjar su talento musical. Tiene 26 años de trayectoria. A simple vista, la carrera parecería resumirse en pasión, lujos y excesos. Sin embargo, “los sacrificios de la música siempre son constantes”.
pasión por cantar y bailar. Gabriela Cedeño y Mishelle Cobo no se arrepienten de “sacrificar” su tiempo. Ambas se emocionan con sus tacos de 12 centímetros, con su perfecto maquillaje, con su vestuario de colegialas, azafatas, policías. Entre tantas minifaldas y escotes, derrochan su vibrante voz que, en ciertas ocasiones, según dicen, no se opaca ni con los ligeros errores en los pasos de baile.
Un caso similar
Dos caras, una moneda
Lo mismo ocurre con las cuatro integrantes del grupo femenino Zafiro. Son ocho años de trayectoria, en los que han tenido que desplazar los momentos familiares como el Día de la Madre o de Año Nuevo para dedicarlos a ensayos y presentaciones. “Las fechas que más quisiéramos pasar en familia son en las que menos estamos”. Son muchas las exigencias que deben cumplir, pero es una la razón que las unió: la
TEMPO
Guitarristas, tecladistas, percusionistas, cantantes y bailarines pertenecientes a la Orquesta Gran Sociedad se dan cita en la Ciudad Mitad del Mundo para animar la tarde. 15 años de carrera han sido más que suficientes para que Juan Carlos Cepeda, vocalista de la banda, entienda que la música es una vocación que se forja durante 365 días, se conjuga con el conservatorio y toma sentido cuando el esfuerzo
APELATIVO. Gerardo Morán es conocido como ‘El más querido’.
se transforma en aplausos divididos para los 10 integrantes de esta agrupación. Los contrastes
Tanto Gerardo Morán como cada miembro de la orquesta logran entretener al público
con su música, la diferencia es que Morán cobra lo mismo que toda la banda junta. A pesar de este contraste económico, para ambos, los shows son lo más rentable de su carrera, ya que el negocio de venta de discos no se encuentra lejos del comercio
de la piratería. El contacto con la gente, el entender lo que fueron antes de ser “caritas conocidas” ha hecho que estos artistas no solo bajen del escenario con una sonrisa, sino con la misma humildad con la que subieron.
“Yo nací con esto, nací para cantar”
CRUZADA. El cantante formó parte de la campaña ‘Yo decido’, del Ministerio del Interior.
Máximo Escaleras es uno de los cantautores e intérpretes más reconocidos a nivel nacional. La gente se identifica con sus canciones porque cuentan historias y tocan temas de la realidad social y la cotidianidad de los ecuatorianos. Ha incursionado en distintos géneros musicales, como la rocola, las rancheras, la cumbia y la tecnocumbia. Dice haber nacido para cantar, “un músico nace, no se hace“. Es un artista sin estudios, ya que tiene la convicción de que un conservatorio podría acabar con su esencia musical. Lleva una carrera agitada pero disfruta la vida con sus seres queridos, se divierte sanamente y se da los lujitos que cree merecer, por esto asegura vivir bajo el lema ‘Chulla vida’, una de sus canciones más reconocidas.
Sabemos que su lema es “soy príncipe a mi modo”. ¿Cuál es su modo de ser príncipe?
Un príncipe puede ser un tipo que vende periódicos o lustra zapatos en la calle, y no necesariamente alguien que está sentado en una silla de oro. Si soy feliz con mi familia, soy un príncipe a mi modo. ¿Se vive de la música en Ecuador?
Vives de la música si el público es generoso, si los medios de comunicación te apoyan y si eres ordenado y respetuoso, caso contrario no. Hoy en día hay voces hermosas que tal vez están esperando una oportunidad. Usted no es solo intérprete, sino también cantautor, ¿tiene una ventaja por esto?
Es importante que uno mismo escriba las canciones, por eso le
agradezco a Dios la dicha de componer mis temas. Ser cantautor es una ventaja al ciento por ciento porque si copias una canción corres el riesgo de que suene más el tema original, pues hay gente que valora lo auténtico. En otro medio de comunicación se publicó que usted no incursionaría en la política, ¿continúa con el mismo pensamiento?
Sí, si mezclo la política y la música seguramente perderé el respeto. Hay políticos buenos siempre y cuando sepan ejercer su función, pero si hacen una política de mentiras la gente los va a llamar ladrones. Por otro lado, yo apoyo la faceta política de Gerardo Morán (cantante ecuatoriano), aunque los medios a veces digan cosas positivas o negativas en su contra, pero ese es el precio de ser político siendo cantante.