CYAN MAGENTA YELLOW BLACK
4
diálogo
I
Ecuador, domingo 25 de enero de 2015
xiPALi
‘Soy anarquista desde chiquito’ AUTOR. Compartiendo su vida y su obra, durante una amena charla.
Cuando uno ingresa al blog de Xipali Santillán, no puede dejar de sorprenderse de que se define como un “escribidor anarcobudista literario”. Más sorpresa causa que, al conocerlo, aquellas palabras le caen ‘como anillo al dedo’. Esto, también, puede evidenciarse en su propuesta literaria. Él es el autor de la saga ‘Las increíbles aventuras de Leoncio Zambrano’ (Editorial Carmín), compuesta por seis títulos, de los cuales dos ya andan circulando: ‘Leoncio Zambrano y el Manuscrito de Quito’ y ‘Leoncio Zambrano y la Hermandad Babilónica’. Mordaz, reflexivo e incisivo cuando amerita, el escritor nos cuenta cómo el Xipali le ganó al Pablo –nombre con el que le bautizaron-, así como da detalles y perspectivas de sus libros. Arranquemos por el nombre, ¿cómo nace xipali?
Xipali nos lleva a la obra que estoy escribiendo ahorita, que trata sobre la búsqueda de mi propio ser, aparte del proyecto identitario que uno busca construir y que no se logra conseguir en su totalidad. Bus-
CYAN MAGENTA YELLOW BLACK
qué un nombre andrógino, que no exista, y que tenga una sonoridad que sea cercana a mi persona. A mí siempre me llamó la atención el hecho de que te tengan que bautizar: te asignan un nombre te guste o no, un nombre que lleva hasta un karma, porque te ponen el de tu tío o tu abuelo. Por qué no puedes escoger tu propio nombre y aferrarte a él. ¿Eres bautizado?
Claro, y no me hago problema por eso. Lo que digo es que si quiero construirme como mi propia persona, uno de los elementos que debo construir es mi propio nombre. Por eso surge Xipali. ¿Te revelas ante todo?
Uf, estructuralmente, anarquista desde chiquito. Siempre busqué mi propia forma de ser. ¿Cómo se cría a un niño anarquista?
Se lo debo mucho a mis viejos. Tenía un papá militar que leía vorazmente. Ese hecho ya te sorprende, ¿no? Él tenía la costumbre de ir dejando sus lecturas reparti-
das por la casa. Mi mamá también hacía casi lo mismo, sino que ella iba dejando cerca de ti un libro que compró para que lo leyeras específicamente. Ella es psicóloga y muy ‘roja’. La primera vez que estuve preso fue en la panza de ella a los seis meses… ¡No! ¿Me hablas en serio?
Por supuesto. Ella participaba en una manifestación… Como ves, tuve unos papás muy singulares, que te mimaban en casa, que te ayudaban, que te permitían crecer. ¿Qué formación te dieron? ¿Dónde estudiaste?
En un colegio religioso, en el San Gabriel. La verdad, no me puedo quejar. Siempre tuve mis ondas budistas e hinduistas y ellos nunca se opusieron. Los jesuítas siempre fueron muy respetuosos conmigo. Mira, la imposición, realmente, viene por el aparato estatal. Por eso es que los temas que abordo tienen que ver con enfrentar al poder. El poder te trata como si fueras cualquier cosa, ahora ya no somos ni mercancía: solo somos carbones que sirven para calentarle las pezuñas…
Entonces, ¿el poder es el director de un drama social?
Siempre. El poder tiene sus métodos. Ahora el poder es mucho más sutil, mucho más psicológico. Se mete mucho más en tu vida, en tu cuerpo. Te quita el tiempo libre, te devora el sueño. Emplea técnicas de control clásicas. Justamente, tu saga lanza dardos al poder, pero antes continuemos conociendo a xipali. vivías en una casa donde tus padres dejaban libros para que sus hijos los cacen, que se interesen por voluntad propia. ¿Cuáles fueron tus primeras lecturas?
Como te explicaba, mi mamá compraba libros para nosotros y los dejaba a nuestro alcance, pero sin exigirnos u obligarnos. Empecé con los libros de Charlie Brown, con el de ‘Petete’, ‘Las Siete Maravillas del Mundo’ y todas las enciclopedias potentes que llegaron en combo por esa época… Mi mamá gastaba un platal en libros, pero todo bien aprovechado por su enseñanza y motivación inteligente. Pero, ¿sabes cuándo me conecto con la literatura?