El ajedrez, una estrategia poderosa en el aula La práctica continua y organizada de esta disciplina tiene beneficios cognitivos. Rosa H. Chávez B.
Uno de los principios de la educación es el pleno desarrollo de la personalidad del educando en todas sus dimensiones. Uno de los objetivos fundamentales de la pedagogía es enseñar a pensar. A su vez, estas son las preocupaciones y ocupaciones permanentes de los buenos docentes. El ajedrez es un medio ideal para la concreción de estos objetivos. Reúne los requerimientos lúdicos y pedagógicos fundamentales para alcanzar el propósito formativo que persigue la educación. Enseñar ajedrez en las escuelas no solo tendría como objetivo formar jugadores para el campo competitivo, sino desarrollar las capacidades mentales de niños y niñas para hacerlos pensadores eficaces, autónomos y felices. Jean Piaget dice que el juego constituye una manera específica de funcionamiento de la inteligencia infantil que forma parte
de su proceso de adaptación a la positivamente en la mejora del rendimiento escolar. realidad. Esta disciplina es un campo El juego motiva al estudiante, clarifica conceptos y procesos de entrenamiento para el desadifíciles, ayuda en la integración rrollo de las capacidades mentasocial y satisface varios objetivos les de niños y jóvenes, y está al alcance de los maestros, educacionales a la vez, adepuede implementarmás genera procesos actiEL DATO se desde el nivel inicial, vos y participativos. con conocimientos básiEl ajedrez tiene un enorcos que los acerquen con me potencial educativo y Si el maestro como pienformativo, ayuda a canali- sabe sa su alumno y le confianza al tablero, las zar aspectos de carácter psi- ayuda a descu- piezas y los primeros mobrir la fuente del vimientos estratégicos. cológico de formación de la acierto o del sin duda le El éxito radica en el enpersonalidad. Desde los pri- error, está dando paumeros movimientos, el niño tas adecuadas tusiasmo, en la actitud y acertar en confianza del maestro en comienza a pensar mejor, a para las situaciones sus alumnos y en la conidear estrategias, a trazar hi- escolares y la vicción de que enseñar a pótesis, también favorece el vida misma. pensar es asegurar la verproceso evolutivo mental del niño. Desarrolla la capacidad de dadera formación de sus alumnos, cálculo y del razonamiento lógico, y que se logra avanzar con peldaademás estimula la imaginación ños muy pequeños para que creadora, mejora la concentra- sus alumnos no deserten en el ción mental, fomenta la investi- intento. gación e inventiva. Es ideal para forjar valores como la cortesía, acatar normas, respetar las ideas de los P*127725 demás, responsabilizarse de sus propios actos y a entender que toda acción tiene un efecto. Inculca la disciplina, el aprecio por el silencio y el autocontrol que sirven para fomentar y reforzar la adquisición de los hábitos de estudio y, en consecuencia, inciden
¿Sabe escuchar activamente a sus hijos? La escucha activa es la habilidad para escuchar con atención y concentración a quien habla, para entender lo que se ha dicho y demostrar que se ha interpretado los sentimientos, ideas o pensamientos que acompañan al mensaje. Es una forma muy útil de escuchar, para hacer que sus hijos hablen con usted. La escucha activa tiene un principio básico: la aceptación; y es necesario tener en cuenta dos factores, lo emocional y lo racional. La parte racional son las ideas, pensamientos, creencias, conocimientos y lo emocional son las sensaciones y los sentimientos. La escucha activa atiende primero a la parte emocional del hablante y posteriormente lo racionaliza. ¿Cómo aplicar la escucha activa?
Un niño llega de la escuela diciendo. “Odio la escuela, no voy a ir más”. La reacción típica de los padres suele ser. “¿Qué dices? Qué no quieres ir a la escuela, vas aunque tenga que llevarte yo,
es por tu bien”. Aquí los padres han racionalizado el mensaje. Su respuesta es racional. La reacción desde la escucha activa podría ser. “Parece que hoy has tenido un día malo en la escuela, ¿no es cierto, hijo?, cuenta, ¿qué ha ocurrido?” Aquí los padres escuchan el mensaje emocional del hijo y responden emocionalmente. A partir de aquí se puede seguir escuchando. Un niño comenta a sus padres. “Me han castigado hoy en la escuela”. Una reacción de los padres suele ser. “¿Qué hiciste?”; o “Probablemente te merecías”. Esta es una respuesta racional. Desde la escucha activa podría ser: “Me imagino que te sentirías mal, ¿quieres contarme lo que ocurrió?”. Esta es la reacción emocional y a partir de aquí se puede seguir escuchando. Los padres deben entender lo que siente su hijo, luego expresar con palabras lo que comprendieron, no dar un mensaje propio, como una opinión, un consejo, un reproche, sino decir lo que piensan que significa el mensaje.
EDUCACIÓN I
DOMINGO 01 DE MARZO DE 2015 La Hora TUNGURAHUA
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JUEGO. El ajedrez es una herramienta que puede ayudar en el aula de clases.
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