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serva-. De postre, iban a “rapiñar” uvas a la viña de “Villa Prestada”, en A Percibilleira, propiedad de los del “Restaurante Moscón”. Al día siguiente, Paco y su esposa María se quejaban a mis padres: “La pandilla de sus hijas nos estropean la viña. Si quieren uvas, que nos las pidan”. Pero eso no tenía gracia… Prometíamos que no se repetiría… hasta la próxima. >>
A Percibilleira, años cincuenta. Vendimia en “Villa Prestada”. Un hijo de Milla -el cartero-, Mary Carmen, Maribel, Paco “Moscón” y un camarero. (Archivo M. Esteiro).
<<Éramos un poco “salvajes”, unos “asilvestrados”… -contestan a mi pregunta las dos hermanas Bonín con cierto rubor-… Esto sólo ocurría al llegar de vacaciones a Baiona, y cuando se juntaba toda la pandilla. >> Concha y María José hacían recuento de los componentes del grupo, uno por uno: mi hermano Miguel, Manolo y Nieves Portolés, Marta y Javier Brandón, Geles Gil, Alejandro y César Núñez Samper, Nacho y Juan Alberto Abia, Marián y