UNIVERSIDADNACIONALDEARTE
DIEGOQUISPETITODELCUSCO
SEDEDESCONCENTRADADECALCA
HistoriadelArtePeruano

Mg.OscarCasafrancaVásquez
ItzelParwaYépezGuevara
A N A L I S I S I C O N O G R A F I C O D E L A O B R A L O S F U N E R A L E S D E A T A H U A L P A

‘Los funerales de Atahualpa’ es una pintura de oleo sobre lienzo realizada por Luis Montero entre 1864 y 1867. Siendo este un encargo del Gobierno Peruano para que fuera expuesto en la Exposición Universal de Paris, a donde nunca llego.

PREICONOGRAFICO: En la obra artistica se puede apreciar a treinta y tres personajes entre masculinos y femeninos ubicados en la misma escena, cada uno en diferente posición, ropaje y actitud, también podemos apreciar que hay una única figura masculina con rasgos y vestimenta indígena, en el medio de la escena tenemos una columna la cual podemos decir que divide en dos actos. Un grupo permanece casi indiferente a lo que ha ocurrido y ocurre y observa con distancia y no poca frialdad al otro que con gran dinamismo quiere incorporarse al eje de la historia que se plasma en colores vivos, rostros, gestos y actitudes.

ICONOGRAFICO: En la obra artistica se puede apreciar que los indios aparecían como europeos en todos aspectos. La pintura está dividida en dos partes iguales. La izquierda exhibe el estilo romántico, con mucha emoción, movimiento, y con figuras arremolinadas. Este lado tiene todos los indígenas, con la excepción notable de Atahualpa. Pero también, este lado tiene aspectos del estilo clásico. Aunque las mujeres son indias, aparecen como mujeres italianas vestidas con túnicas, con la piel blanca, y el rostro con rasgos europeos. Las mujeres Incas en esta pintura simbolizan el mito de las princesas del sol. En contraste, el lado derecho es muy austero con figuras verticales que son reflejadas en las formas inanimadas de las velas, las armas, las banderas, y las columnas. Las expresiones son graves y toda la gente es de origen europeo. Este ambiente de calma simboliza la razón y el orden del estado frente a la pasión e incapacidad de pensamiento de los indios, de acuerdo a las ideas del momento sobre los indígenas.
Es significativo que la única persona que no aparece europeo es Atahualpa. El es moreno con un rostro indio y ropa Inca. Tiene el tocado tradicional de los reyes Incas, con la pluma y borla roja. También, tiene pendientes grandes de oro. Otro hecho interesante es que Atahualpa está encadenado a la cama por su muñeca. Hay una tensión en la pintura entre los puntos de vista de Atahualpa como un rey venerado con mujeres llorándole y nobles rodeando su cama de muerte y de Atahualpa como un indio inferior, con cara oscura y como un prisionero..
ICONOLOGICO: En la primera mitad del siglo XIX Prescott escribe sobre la conquista de México y Perú, textos que sirven a varios artistas para inspirarse en la composición de un cuadro histórico. Montero no es la excepción. Cuando Prescott en su libro Historia de la Conquista de Perú, publicado en 1847, realiza una descripción detallada de la escena de los funeral es del Inca Atahualpa que conlleva a la imaginación y visualización de la obra. Con relación a estos mortales despojos imperiales, describe el hecho el historiador norteamericano Prescott en su libro “Historia de la conquista de Perú (1847)”, del cual recogemos el siguiente y trascendental párrafo en el cual el artista Luis Montero plasmaría al lienzo la fuerza y sentimiento en el que describe Prescott: [...]
“indígenas lloran y tratan de acercarse al cadáver del Hijo del Sol. Los soldados contienen al desordenado tropel de mujeres que interrumpen la ceremonia religiosa. Se celebraron sus exequias con gran solemnidad. Pizarro y los principales caballeros asistieron de luto, y las tropas escucharon con devota atención el oficio de difuntos, que celebró el padre Valverde. Interrumpieron la ceremonia muchos gritos y sollozos que se oyeron a las puertas de la iglesia, las cuales, abriéndose de repente, dieron entrada a gran número de indias esposas y hermanas del difunto, que, invadiendo la gran nave, rodearon el cuerpo diciendo que no era aquél el modo de celebrar los funerales de un inca y declarando su intención de sacrificarse sobre su tumba...Después las intimaron que se saliesen de la iglesia, y muchas de ellas al retirarse se suicidaron con la vana esperanza de acompañar a su amado señor en las brillantes mansiones del sol[...] (Siabala L. 2010).
De ello habría resultado esta versión pictórica para ensayar alguna descripción.
Con excepción del monarca, extinto en su litera, con su atuendo inca, con grilletes, preso a su lecho mortuorio posiblemente para mantenerlo a salvo, las mujeres que lloran con desesperación son modelos latinas con atuendos latinos tomadas de la pintura en boga del siglo XVI. También las columnas, de forzada hechura contrastadas con los muros de clásicas hornacinas trapezoidal e sin cásicas, son producto de la imaginación y composición venidas en socorro para dar majestuosidad al conjunto. Resulta justificada la necesidad de improvisar que tuvo Montero, dado que el conocimiento de la cultura inca no había alcanzado por entonces los niveles que hoy son de dominio general. Destacan otros aspectos sin embargo: el porte soberbió de Pizarro, caballero de larga y canosa barba, que acusa la gravedad del momento, vestido de oscuro, sombrero en mano; mientras activos y expresivos, los dominicos rezan el responso; tan elocuente el gesto del prior Valverde que trata de convencer a una aflictiva concubina, como enérgico el de los soldados para contener el tumulto que pugna por llegar al catafalco .b. Miguel de Estéte (1495-1572).
FUENTES:
https://docplayer.es/80633413-Intertextualidad-en-la-obra-los-funerales-de-atahualpa-de-luis-monterocaceres-arequipa-2016.html
https://elmontonero.pe/columnas/los-funerales-de-atahualpa
http://www.jdiezarnal.com/artepinturafuneralesatahualpa.html
https://www.facebook.com/museodeartedelima/videos/maliadentro-los-funerales-deatahualpa/907991983295622/