Resumen del método de estudio basado en sesiones cortas. 1. Considera tres niveles, o plazos, completamente distintos para enfocar tu práctica o aprendizaje: a corto plazo (trabajo diario), medio plazo (mensual) y largo plazo (de una a cinco años). 2. Empieza por el plazo más largo: ¿Qué piezas te gustaría tocar en un año de plazo, o en cinco? No te preocupe ser demasiado ambicioso porque siempre puedes reconsiderar tus objetivos. Haz una lista con esas piezas. A modo de ejemplo, digamos que en esos cinco años quieres aprender cien piezas. Tu profesor/a puede ayudarte a confeccionar esta lista, aconsejando obras que sumen pequeños incrementos a los diferentes aprendizajes que se requieren para tocar el piano. 3. Planifica tu trabajo mensual. Basándote en la lista anterior, distribuye las piezas a lo largo de doce meses. Procura trabajar en, al menos, cinco piezas cada mes, pero no en más de 30 piezas. A modo de ejemplo, digamos que trabajarás en diez piezas al mes. Ahora haz una tabla de 32 columnas, con esas diez piezas ocupando la primera columna, y deja vacías las otras 30 ó 31 columnas. Cada día, señala en la columna correspondiente si has trabajado, o no, en cada pieza. 4. Planifica tu trabajo diario. Vas a trabajar 10 ó 15 minutos al día en cada pieza. Tras esos 15 minutos, olvida esa pieza hasta el día siguiente (en el caso de que sea una sección de una pieza, olvida esa sección hasta el día siguiente, es decir, no trabajes más de lo necesario en una misma cosa). Descansa brevemente y pasa a la siguiente pieza. Estas tandas de estudio no tienen por qué ser consecutivas, puedes hacerlo a lo largo del día, lo cual es una gran ventaja si no dispones de bloques de dos horas y media libres. 5. El requisito más importante de este método es la constancia. Debes ponerlo en práctica a diario. 6. El segundo requisito más importante es que tengas un objetivo específico, y que éste pueda ser alcanzado en quince minutos (o veinte, o treinta, pero no más). Si estás aprendiendo una pieza nueva, esto supone trabajar, acaso, en un par de compases. Si esto no fuera posible, trabaja sólo en un compás. Al día siguiente trabaja en otro compás, o en una cantidad de información que seas capaz de memorizar en ese breve tiempo de estudio. 7. No trabajes en escalas o arpegios de forma independiente. Practica la tonalidad en que esté cada pieza que estudias, pero incluye ese trabajo en los minutos dedicados a cada pieza. Supongamos que es La menor. Esa es la escala que practicarás. El primer día, toca las notas y nómbralas en voz alta. Tu objetivo es aprender qué notas conforman la escala, no aprender a tocarla. Esto debería llevarte un par de minutos, no más. Ahora pasa a estudiar uno o dos compases, a manos separadas. 8. Al día siguiente, toca de nuevo la escala. ¿Ya sabes las notas de memoria? En ese caso, aprende a tocar dos octavas, a manos separadas. Ahora tu objetivo es aprender la digitación. Luego toca los compases que estudiaste ayer. ¿No los dominas? Repite el trabajo del día anterior. ¿Los sabes? Prueba entonces a estudiarlos a manos juntas. Recuerda que es mucho