Revista Juaveler No. 2 / Sep. 2012

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Revista Juaveler

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Dale voz a tus pensamientos


Los 3 cochinitos, Los 3 mosqueteros, Los 3 García, Los Panchos, Los 3 chiflados, AlvinTeodoroSimón, El tri, bandera tricolor, Ménage á Trois, El Triángulo de las Bermudas, RGB, 3 Reyes Magos, 3 tristes tigres, CatetoOpuestoCatetoAdyacenteHipotenusa, 3 deseos de la lámpara maravillosa, La Niña La Pinta y la Santa María, HugoPacoLuis, Las Chicas Superpoderosas, XXX, Ángeles de Charly, Tres puntos suspensivos, Above & Beyond, Blink 182, Los 3 grandes imperios europeos, Ejército Trigarante, FloraFaunaPrimavera, EdEddEddy, MustangCamaroChallenger, LíquidoSólidoGaseoso, BartLisaMaggie, FamilyGuy, Two and a Half Men, Llantas de trimoto, Third, Interpol, RobinCharlinNeneconsentido, NataliaBaboroEdgar, Evolución de Pokemon, Trifuerza Zelda, OroPlataBronce, Colores Primarios, RachelMonicaPhoeby, JoeyChandlerRoss, Jonas Brothers, Madagascar, Brandy 3 reyes, ReciclarReducirReutilizar, LinkPrincesazeldaGanondorf, 3 sillones de una sala minimalista, Pandora, MadonnaBritneyChristina, PanchoVilla y sus dos viejas a la orilla, Inframundo, Bee Gees, Camila, FordDodgeChevrolet, SamFreddyCarli, La Santísima Trinidad, Las 3 garantías, PrimeroSegundoTerceranillodecircunvalación, MarimarMaríaMercedesMaríadelBarrio, El Caballero de la Noche, AlaskaHawaiPuertoRico, 3 fronteras mexicanas, 3 poderes de la unión, El cinturón de Orión, HadesZeusPoseidón, Flans, Monstruo de 3 cabezas, Men in black, Fluffy, Las reliquias de la muerte, Bourne, AudiMercedesbenzBmw, Volver al futuro, Piedra papel o tijera, PolaTalitaMaga, Las 3 pirámides de las reinas, BorgesCortázarBioy, TequilaMezcalPulque, BuñuelDalíLorca, KillBill, TicTacToe, El Señor de los Anillos, AzulBlancoRojo, The Triplets of Belleville, Los 3 Huastecos, Trébol, Triple A, IMSS, 3 Strikes, El Padrino, Jurassic Park, SanLorenzoLaVenta3Zapotes, 3 Marías, Las Grayas, Los juegos del hambre En llamas y Sinsajo, tripié, Actividad paranormal, Toy Story, 3 garras Wolverine, Manecillas del reloj: 3 números de Revista Juaveler que pueden estar en tus manos y luego reciclarse… o no. Patricia Vázquez González

EDITOR Responsable COORDINADORA Ejecutiva Dirección de ARTE DISEÑO Dirección de FOTOGRAFÍA CORRECCIÓN de estilo RELACIONES Públicas VENTAS

Patricia Vázquez González Rocío Macías Meléndrez María Cristina Vázquez Díaz de León Wendy Herrera Aldana y Victor Rodríguez Cristina Wendolín Martínez Delgadillo Ivonne Cortés Ortega Dalila Vázquez González Janette Motta

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COLABORADORES Qk Terrones, Dafne Estefanía, Adriana Pérez Cadena, María de los Ángeles Camacho Rivas, Melissa Sánchez Zúñiga, Juan Carlos Veranes Ferrer, May Rovles, Aletss Murdoc, Giselle E. Mena, Antonio Ortíz (El Toñito), Susana Rodríguez, José Abraham García Sánchez (JAGS), Yoliztlli Sánchez, Juan Francisco Camacho Aguilar, Don Juan Manuel Choza, Karen Sierra, Ilse Díaz, Wattu García, Efraín Cruz, Angélica María Andújar, Mara Pérez, Fernando Yacamán, Luz María Castillo Melgosa, José Ignacio Trejo Ledesma, Arandy Márquez Carrillo, Caifán Fernández, Ivonne Cortés, Sandra Lidia Paz del Rosario, Luis Israel Martínez López, Patricia Schaefer Röder, Cronista incidental, Genny Martínez, Dalila Vázquez González, David Martínez Pérez, José Ponce, Rosalba Jaquez y Salvador Heras, Omar Lucio, Olivia Ponce, Alondra Ojeda, Pedro Estrada, Karina Alejandra, Oziel Alejandro Muñoz, Uriel B. Gallegos, Michelle Ruvalcaba, Alejandro Gallegos Alba, Quetzalli, Tiburón Martillo, Rodrigo Márquez Díaz, José Trinidad Guerrero, Gisela de la Torre Montoya, Cristina Wendolin Martínez Delgadillo, Giselle Santacruz Martínez, Fernando López Mena. FOTOGRAFÍA Cristina Wendolín Martínez Delgadillo, Pedro Estrada, Efraín Cruz, Qk Terrones, Quetzalli, Oziel Alejandro Muñoz, Omar Lucio, Tiburón Martillo, Michelle Ruvalcaba, Olivia Ponce de León Arroyo. ILUSTRACIÓN Aletss Murdoc, Susana Rodríguez Montiel, Melissa Sánchez Zúñiga, Antonio Ortíz (El Toñito). ARTES VISUALES José Abraham García Sánchez (JAGS), Yoliztlli Sánchez. CÓMIC Rosalba Jaquez y Salvador Heras. ARTES PLÁSTICAS Adriana Pérez Cadena, José Trinidad Guerrero. PORTADA José Trinidad Guerrero. Agradecimiento especial por el apoyo incondicional a Judith Castañeda, Xime, Gaby, Alejandro González, Yhin Yhin Ang, Estela Agis, Joseles Cruz Martínez, Constanza Pozzi, Isis González, Sandy Martínez, Dafne Estefanía Chacón Barajas, Tienda de Diseño, Café Gaia, Callejón 112, Librería de la UAA, Radio UAA, Ricardo Domínguez, Gustavo Delgado, Juan Gutiérrez, Óscar Gutiérrez, Susana Torres, Jessica Escalante, Fausto Guapollo, Especialmente agradecimiento a las familias: Martínez Delgadillo, Vázquez Díaz de León, Macías Meléndrez y Vázquez González. VENTAS, PUBLICIDAD Y SUSCRIPCIONES: SITIO WEB: www.juaveler.com TELÉFONO: 449.196.19.75 somos@juaveler.com


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Historias I-Reales

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Revista Juaveler No. 2 / Septiembre 2012 • Editor Responsable: Patricia Vázquez González • El contenido de los artículos firmados no refleja necesariamente la opinión del editor • Los artículos contenidos en esta publicación, con excepción de las imágenes, podrán ser reproducidos siempre y cuando se cite la fuente, solicitándolo previamente por escrito al editor • Todos los Derechos Reservados © 2012 • Impreso en México.

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Tiempos de Guerra MAY ROVLES

Sólo el que ha vivido una guerra sabe el sentimiento, la desolación. Sufrí una guerra, porque éstas se sufren, te cogen y corroen las entrañas, te quitan el aliento y la esperanza de un mundo nuevo… O quizás bueno. Soy malo para dar discursos, menos cuando se carece de palabras que describen claramente las realidades, los descalabros y las pérdidas, el afán inicial y los huecos finales. Nadie podrá describirte una guerra bajo un discurso trapo. Lo último con tintes políticos y fines sociales, nadie podrá que recuerdo son retratarte una muerte enmarcándola como un los ojos de mi madre, triunfo artístico. Las luchas surgen por amor al quietos, profundos… poder sobre el amor mismo, nada las justifica Me veían fijamente ni las vanagloria. Los héroes que arrastran la mientras sangraban entre sangre de hermanos no pueden llamarse los murmullos de aquellas así, ¿con qué derecho? ¿cuándo dejan escopetas que llenaban de ser asesinos? el ambiente como aves en cautiverio. Las balas me arrebataron la infancia querida, hurtaron mis Empiezas llorando, bramando padres, hermanos y amigos. el adiós de tu vida diaria y tranquila. Los tanques barrieron sus Luego llega un silencio, largo y tendido, no cuerpos cual títeres de un articulas palabra ¿qué puedes decir cuando tétrico escenario, cuyos lo pierdes todo, hasta el apetito, las ganas de hilos fueron tirados bailar y jugar, el ánimo de expirar e inspirar a como cabellos de otros? ¿a quién demostrarle que has crecido? ¿a quién le importa tu sonrisa chimuela y tu brazo torcido? ¿cuántos se reirán por tus caídas y tus chistes malos? No hay nada, ni los cuervos que comieron esos ojos, ni las cucarachas que se alimentaron de las migajas que arrojaste porque el pan estaba frío. No hay ojos, no hay migajas, menos pan. Sólo estás tú, tus recuerdos y ese lunar de nacimiento que no se va ni se olvida de lo que un día viviste. Vives en muerte, mueres en vida, muchas veces buscas y oras por adelantar el fin. Ahora porto otras ropas, mi cabello ha blanquecido y mis uñas han dejado el hedor de sangre seca, sin embargo no se aleja, la pérdida nunca se aleja. Conoce tus miedos, se aloja en tus huecos y vive plácidamente hasta el día en que te marchas, sin discursos ni faramallas, sólo con un pensamiento: En tiempos de guerra nadie consigue la paz. ◄



Email MARÍA DE LOS ÁNGELES CAMACHO RIVAS

Tus cartas son un vino. Miguel Hernández Ya he dicho que no te amo mas me da con esperar tu epistolar trazo tu llegar de líneas borradas y brillante blancura. Se te sale la hermosura por el sobre que no abro pues arribas en virtual hoja borboteando un futuro de cenizas. Mi candil, mi amante que no amo si no lleva ajuar de remitente; mi amante en llama azul de roja pupila. Escríbeme de noche llégame levantándome despacio el día. Mira que no poseo nada tan solo un buzón abierto para tu huerto. Mira que amo al cartero iluminado que nos encuentra. Escríbeme. Mira que no pasa nada hasta que en carta me haces o deshaces la copa mía. ◄


Melissa Sánchez Zúñiga - Belleza Mounstral


El último día JUAN CARLOS VERANES

El último día no va a ser como la gente piensa no vamos a tener fuego ni oler azufre no habrá tiempo para recordar todas las cosas graves podría transcurrir como una jornada tranquila los primeros en ser llamados van a ser los poetas tendremos que dar cuenta letra por letra de cada esquiva y texto incomprendido nos preguntarán por qué les dimos tanta esperanza a los demás por qué exterminamos a los abejorros y le quitamos la sombra a los huertos de olivos el último día va a ser como una canción de Led Zeppelin como un cuadro de Kiev quién dijo que nos someterán con fuego y azufre quién dijo que recibirías un fuerte golpe en la cabeza por qué dicen que vamos a ser borrados como un haz de luz sólo temo por una raza incomprendida constantemente nos van a hacer preguntas enrevesadas en una habitación llena de gente y voces desconocidas los que están allí no saben nada de nosotros / el último día no va a ser como la gente piensa. ◄


Melissa Sánchez Zúñiga - Cuando ya no estén


Pablo Porros GISELLE E. MENA

Pablo, pescaba pirañas por “Puerto París”. Pensaba preparar platos “potentes” para Paola. Podría preparar papas picadas, pasta primavera, pero prefería principalmente preparar pescado. Pescando, plácidamente prendió porros. Posiblemente perturbado, pasó puentes, praderas, “Puerto Paraguay”, pasó, pasó, pasó… Pablo paseaba por perímetros prohibidos. Por “Puerto Panamá”, Paola preocupada, preguntaba por Pablo. Pascual (policía portuario), presenció propulsiones peligrosas. Pablo, perseguía pájaros portando peces. Pascual paralizó pleno puerto, para prevenir pendejadas. Paola picadísima, pregonó “¡Pablooo, partiré! ¡Podrás perderme por porrero!”… Pablo procedió por prescindirla. Para Pascual perdonarlo, proseguido pagó pautas, permitiéndole pescar. Problema pasado, progresó, preparando platos peculiarmente provocativos, preseleccionados por panzas pajareras. ◄





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Yoliztlli Sánchez - Pinupcat

Desde lo irónico a lo fantástico pasando por lo dulce y tierno, la obra de Yoliztlli Sánchez (yolizyorke) nos refleja realidades paralelas, escenarios inundados de una calma aparentemente normal, donde se percibe la sensación de que algo está a punto de pasar o de que algo pasó. Imágenes fuertes y sacadas de contexto, traspasando el límite de lo animal y lo humano ¿quién es quién en este mundo? es así como Yoliztlli nos muestra su mundo, su realidad alterna, representadas por estas obras llenas de color y de un alto nivel técnico donde la ironía y la incertidumbre nos perturban. L.A.P. Eduardo Castillo.

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Sisters - Collage Digital - 2010

Ride with me - dibujo digital - 2011


Para el insomnio JUAN FRANCISCO CAMACHO AGUILAR

No embalsame usted las golondrinas del sueño. Déjelas volar hacia la luz de sus ojos; Para eso hay que tenerlos bien cerrados, de modo que no escurra la claridad, ni escapen las quimeras. Cuente las nubes que se dibujan bajo el cielo de sus párpados: Primero las más grandes, después las más blancas; cuando menos lo espere, estará imaginando figuras que luego se desvanecen. Las golondrinas encontrarán al viento. Ahora sí podrá usted soñar y, si se da permiso, duerma un poquito. ◄

Te quiero tanto, tanto... DAFNE ESTEFANÍA

Tanto que no me alcanzan la real academia, ni Molliner. Espero lo entiendas con mis propias palabras: Te rambitulio con todo el hindrospecto de mi corazón. Te extraño con loca imparturancia de corniglutamia sinope micormijoleo singultando cariño ropibusisimo. Incorpicuspio juniculamia ahogada en sonoxus breves, híñorote hasta el punto más cliomorfo de tu dermopixo. En resumen, muero de güino porque ahogas mi utrema.

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Acrílico sobre papel - 70 x 50 cm - 2004

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Adriana Pérez

Anhelo Volando a tu lado hacia la luz eterna nuestros corazones son uno...

Acrílico sobre tela - 60 x 40 cm - 2004

Viaje Místico II Vuelo del espíritu alegría de la inspiración comunión con la esencia aliento del corazón.


Por ella

Revista Juaveler

GISELLE SANTACRUZ MARTÍNEZ

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Lo tuve junto a mí por períodos cortos, que más bien parecían vidas recorridas. Los dos formamos la unión de la sorpresa. Callamos bocas, firmamos un juramento, provocamos palmadas en la espalda, inducimos las sonrisas, creamos amor en donde antes habitaba la amistad. Fuimos arena de un mismo mar pero acabamos siendo polvo de aguas termales. Teníamos todo, sin embargo no lo vimos en conjunto, visualizamos la meta pero nos olvidamos de dar el primer paso. Tú lo tienes fácil, te lo dejé en bandeja de plata, con un corazón roto para que con tus caricias lo pudieras curar. Ahora nada más escucho tu risa, que se quiebra con sus labios. Los veo felices atados en la rutina, en la que afortunadamente ustedes nutren con su unión. Mientras paso por su lado sus miradas se encuentran gritando tantas verdades. Tú susurrando que lo amas, él procurando decidirse por una respuesta; yo llorando en la ausencia de las mentiras, escondiéndome para que puedan disfrutar de lo que tienen ahora. Es ella la que te está haciendo ver que todo lo puedes tener con sólo pedírselo, soy yo, recordándote que lo tuviste todo y lo mandaste al precipicio. Te dejo libre mi camino que tanto trabajo me costó forjar, te dejo a él, a mi primer amor que ahora he decidido dejar en un cajón. Nunca fue mío y en este momento pasa a ser de tu propiedad. Esto no fue una batalla, fue el final que no acaba en un final feliz. No me ganaste, yo decidí apartarlo de mi

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vida. El tiempo, los días, los minutos, todo está a tu favor pero no te emociones que su cariño no lo vas a poder comprar con tu presencia. Sólo se abre un camino que quizá ambos quieran seguir, pero quizá sólo tú lo recorrerás atado a su recuerdo. Jamás nos podremos comparar, fui yo la del amor incondicional, la ciega de lo invisible, la persona incapaz de olvidar. Eres tu la oportunista que entró para demostrar que tus anhelos son más grandes que tus verdaderos sentimientos. No es un juego en disputa, es el valor de admitir que en mis manos no está mi poder, si no en las de él. No te deseo lo peor, sólo deseo que seas capaz de comprender que el verdadero amor no es el orgullo, es la oportunidad de crecer. Eres tú, es él, soy yo, que no cuadramos en un mismo espacio. Me aparto para darles la oportunidad de convertirse en lo que ustedes decidan ser. Es por ella que me voy, es por ti que ya no puedo más, es por ambos que he decidido dejarte atrás. ◄


► (Julio)

(Julio) parte III DALILA VÁZQUEZ GONZÁLEZ

► ► ► (continuación) Cierro los ojos y pienso en ti… Julia, escucho murmurar tu delicada voz en mis oídos, así como el viento susurra en los árboles justo después de haber sido víctima de un huracán. Esta noche me ha sido imposible conciliar el sueño que tenía desde el atardecer, todo comenzó con pequeñas oleadas de voces que estoy seguro provenían de muy dentro de mi ser, en efecto por tanto pensarte. Siento cómo golpea tu aliento agitado contra mi rostro, una oleada de aire fresco me hace pensarte tanto. No lo puedo controlar, ésto se siente cada vez más y más fuerte, Julia, me haces tanta falta pajarillo cantor, esencia de las rosas, color del arcoíris, amor mío. Si pudieras estar aquí un momento más, si sólo pudiera contemplar tu hermoso rostro aunque fuera por escasos instantes.

► (Julia)

No me gusta la gente Julio, de un tiempo para acá prefiero vivir aislada, disfruto tanto de mi soledad como nunca lo imaginé, me gusta salir del pueblo, visitar la ciudad, vivir de noche, dormir de día. Algunas veces me dan tantas ganas de tomarme unas vacaciones, los días llegan a ser tan agotadores que quiero salir de este mundo por unos instantes, tomar un pequeño descanso, relajarme y envolver mi mente, llenarla de aquellos días de los que tanto disfrutábamos uno con el otro, la compañía, las miradas, nuestra tranquilidad, pero sólo concibo cerrar mis ojos por un lapso pequeño, recordarte y… Suspirar. (continuará)

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Romance en África

Tus manos son agua agua que bebo por mis poros. Mi ser se abre en minúsculos seres a ti. De horizonte tu sonrisa que sabe de atardeceres. En tu piel de sabana mis jirafas pastan. Al venir las estrellas beberé del estanque. Y cuando salga el rojo sol nos evaporaremos entre nubes. ◄

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DAVID MARTÍNEZ PÉREZ

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Humanismo y Contemporaneidad LUIS ISRAEL MARTÍNEZ

LÓPEZ

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► ► ► (continuación)

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...Se le ha achacado a BIBLIOGRAFÍA ésta última dicho 1. Acotaciones Hermenéuticas, Hanscarácter como uno de Georg Gadamer, Editorial Trotta, 1ra. sus grandes defectos. Aún Edición, Madrid, 2002, 296 pp. cuando es cierto, y sobre todo en 2. La era del vacío, Gilles Lipovetsky, los jóvenes, la apatía e incluso el sentir Editorial Anagrama, 9na. Edición, aberrante hacia “el trabajo”, y que buscan Barcelona, 2010, 220 pp. con el menor esfuerzo el mayor beneficio 3. Tiempos Líquidos, Zighmunt e incluso existe un “encaprichamiento” Bauman, Tusquets Editores, 1ra. por alcanzar las metas que la sociedad les Edición, México, 2008, 170pp. impone, no podemos culparles del todo, 4. Humanismo, bpa.peru-v. pues han crecido en un ambiente que los ha com/documentos/Humanispredispuesto a obtener resultados sólidos y mo.pdf tangibles y sobre todo cuantificables en plazos 5. El existencialismo es un cortos y les han sido puestas “en la mano” por humanismo, Jean-Paul Saruna sociedad complaciente y efímera con una tre, http://www.angelfire. educación que en momentos se muestra no sólo com/la2/pnascimento/ ensayos.html comprensiva sino permisiva. Vivimos en una época donde quizá la mayor expresión del cientificismo o en el menor de los casos, la materialización de éste es la tecnología y el flujo de información en los medios de comunicación. Coexistimos en un mundo inmerso en una evolución vertiginosa y en la que muchas veces no solamente es necesario adaptarse, sino que es inevitable, e incluso, al mostrarnos indiferentes a ese avance nuestra conciencia se ve rebasada por dicha evolución. Los medios de comunicación particularmente “la red” se encuentran saturados de información que no podemos definir como conocimiento pues incluso en muchos casos no es de fiar dado que cualquier individuo puede tanto hacer uso como manipular los datos. Vivir bajo un constante baño de información generalmente indigerida y otras ocasiones manipulada lleva a los hombres a emitir juicios infundados, que en ocasiones derivan en actos con el mismo carácter. Otras tantas veces la lluvia causa que se siembre la indiferencia por lo que al hombre rodea y ha generado una de-sensibilización e incluso apatía frente a los temas sociales, de mayor importancia, aún la

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información que fluye a nivel global minimiza los sucesos locales que aunque pudieran no ser tan impactantes afectan de manera directa al individuo que se desenvuelve en esa comunidad. Con este panorama superficial nos es posible comprender la importancia de las ciencias humanas en la actualidad pues ayudan a encaminar el quehacer humano evitando transgresiones que posteriormente impliquen un mal para sí. ¿Qué busca el humanismo entonces? Como ya lo hemos mencionado la finalidad del saber humanista es entender la interacción del hombre con el medio, es por ello que pareciera rayar en la subjetividad, pues este entendimiento surge de la interpretación y varias veces de la especulación. A su vez el ejercicio humanista pretende encaminar el saber cientificista volviéndonos a todos responsables (en el sentido sartriano) de las consecuencias de dicho saber, y comprometiéndonos con el beneficio común, con el beneficio para la comunidad, y no con un beneficio para unos cuantos que toma valor no por su aportación a largo plazo sino por el beneficio inmediato y cuantificable. Nos ayuda al mismo tiempo a comprender y aprender de los errores cometidos en el devenir temporal para de esta forma conformar nuevas sociedades con fundamentos sólidos y legítimos, con miras a un mejor funcionamiento y el bienestar colectivo. Es plausible por lo ya comentado pensar en un saber análogo, no sólo basado en la subjetividad que pareciera definir al humanismo o el objetivismo, la inmediatez y lo cuantificable del cientifisismo. Una formación humanista no se funda en un sentimentalismo o una falsa calidez, ni en la subjetividad, se funda en la responsabilidad de los actos y la conciencia del impacto que éstos tienen en el hombre como individuo y como sociedad. Un cientificismo puro lleva a convertir a los hombres en medios para los fines de pocos o incluso de uno solo, así como el humanismo lleva al quietismo y la pasividad. ◄


Crónica de un Suicidio

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GENNY MARTÍNEZ

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Han pasado casi 23 horas y aún no puedo dormir, qué es lo que falta para sentir paz. Las manecillas del reloj no han dejado de sonar un tic-tac y en mi cabeza sólo tú. Podría reír pero quizás los vecinos pensarían que estoy loca, sin embargo me río de la desgracia que invade todo mi ser, porque sino sonrío sentiré que estoy muerta y si sólo grito quizás piensen que el dolor regresó y que aún está ahogando mis entrañas. Creo que lo he perdido todo ¿acaso será que lo tengo todo y es por eso la inquietud que recorre mi ser? Estoy a punto de caer en la locura ¡oh Dios! Sé que con lo que quiero hacer dejaré a más de una persona decepcionada, pero qué más da si lo hago porque he perdido la chispa a la vida. Lo tengo todo, una linda casa, unos hijos que me adoran, una familia ejemplar pero yo siento un vacío, he tratado de que me escuchen pero claro cada uno tiene sus propios problemas como para escuchar los míos. Tic-tac tic-tac aún escucho las manecillas girando y marcando la hora de aquel enorme reloj de pared que me heredó mi padre, ¿será que alguno de mis hijos lo querrá conservar así como lo he cuidado yo? Trato de distraer mi atención, creo que tengo un poco de miedo y una voz por mi cabeza va y viene diciendo no lo hagas pero un segundo después se desvanece y otro pensamiento cubre mi interior, ya no quiero estar más aquí. Muchas veces imaginé mi muerte, de pequeña esperaba morir vieja y dormida, claro para no sentir dolor, creo que imaginaba que llegaría un ángel, cerraría mis ojos y me trasportaría al otro mundo (de niños solemos tener una excelente imaginación). ¡Alto! Se escucha un ruido… Otra vez el gato de José, mi vecino ha invadido mi cocina, sólo eso faltaba, más de una vez le he pedido a José que amarre a su gato; tal parece que se le volvió a escapar. He pensado en poner veneno pero al parecer ese animalito es inteligente y sólo hace destrozos mas nunca se come ni un bocado de mis alimentos. Silencio, todo ha quedado en silencio después de que ahuyenté a escobazos al felino, ¿qué será más desesperante: el silencio total o escuchar un ruido infinito? He comenzado a recordar aquello que mi madre me decía, la vida está llena de instantes, ¿cómo me recordarán?.. (continuará)

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Amanecí con la voluntad de ser sombra, de preguntar a la obscuridad por qué vivo de luz y declino aniquilado por la noche.

Sombra

Amanecí etéreo, furtivo, silencioso como si se me escapara el cuerpo y sentí que mi sueño de tan denso se volvía mortaja y cobija. Amanecí con la voluntad de ser sombra, y todavía no he podido recuperarme del olvido de mi cuerpo.

JOSÉ IGNACIO TREJO LEDESMA

Sustituir KAREN SIERRA

Te perdí entre tu amplitud léxica y mi retórica anoréxica, entre el deseo de ser tuya y el deseo de ser tú. No sentirte sin haberte sentido primero en la piel no sé si es más romántico o más perverso, no hay espacio para la razón cuando la razón no tiene sentido... Que si hoy te vas tú y en tu lugar llegan mil problemas, me quedará esperar que mañana sea quincena, y si se me pierde la quincena, que en su lugar te pongan a ti entre mis piernas, ya que la vida me regaló un padre indiferente y ya que en su lugar no tengo el valor suficiente, como para rasgarle el corazón y decirle que lo amo, que en su lugar te quedes tú como compañero eterno, tal como ayer lo habíamos platicado. Revista Juaveler

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ILSE DÍAZ NACIÓ EN EL AÑO DE 1985. ESTUDIÓ LETRAS HISPÁNICAS EN LA UAA Y FILOSOFÍA DE LAS IDEAS EN LA UAZ. ¿QUÉ PASÓ ENTRE SU NACIMIENTO Y EL DÍA DE HOY? 6. ¿Cómo crees que se manifiesta la importancia de las ideas en la vida diaria? Debería manifestarse en todo lo que haces, no quiere decir que sea así… Pero yo creo que finalmente aunque sea inconsciente se manifiestan en nuestras formas de vivir, en nuestras prácticas. En todo lo que hacemos hay ideas aunque no sean precisamente ideas nuestras ahí están. Lo que quería decir es cómo las ideas propias deben manifestarse en todo lo que haces, no creo que sea siempre así pero hay ideas en lo que haces aunque sean de otros. Es ideal también. 7. ¿Cuáles son las luchas que no deben olvidarse? Son bastantes pero de una manera más personal diría que dos: la de la cultura y la educación que yo sí creo que transformen más que al mundo a las personas y la otra pues sería la de las mujeres. 8. ¿Contra qué deberían luchar las mujeres? Yo diría contra la cultura patriarcal. 9. ¿Y en la educación? Persiguiendo la posibilidad de que haya personas más conscientes en todos los sentidos, que al

menos puedan entender mejor otras formas de pensar. 10. A continuación te diré algunas palabras, di la primera idea que se te venga a la mente: Libro: Trabajo. Letras: Amigos. Crear: Poesía. Juaveler: Libros. Amor: Casa. UAA: Trabajo. (¡ay pero qué aburrida soy! dice Ilse riéndose…) Futuro: Playa. Color: Rojo. Vino: Tino. Música: Reggae. y Danza: Vida. 11. ¿Cuál es la presencia de la danza en tu vida? Aparentemente es una presencia secundaria porque no es mi actividad profesional pero yo diría que ocupa un lugar tan importante como lo que me da de comer porque es otro espacio creativo donde además de lo mental está involucrado el cuerpo y se complementan... Se complementan con la otra parte como la de las ideas, las palabras, creo que la danza ayuda ser más felices. ◄

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1. Ilse Díaz ¿Qué sucesos recuerdas frecuentemente? Pueden ser muchos, déjame pensar… Frecuentemente recuerdo las casas donde he vivido. 2. ¿Son muchas? No, no son muchas… Las que recuerdo unas 4. Porque cada una tenía como su atmósfera y es como cuando escuchas una canción y te acuerdas de ese momento, cada casa me hace recordar diferentes momentos, la vida. Eso es lo que recuerdo que recuerdo. 3. ¿Cuáles cosas crees que son las más difíciles y al final son fáciles? Una cosa que parece muy difícil es llegar a encontrar lo que de verdad te gusta hacer o quieres hacer, porque pueden gustarte muchas cosas. Pero creo que cuando lo encuentras aunque a veces sea cansado o aburrido, llega a ser lo más fácil. 4. Como un trabalenguas Sí, es como un laberinto, como encontrar la salida del laberinto. 5. Como Ariadna ¡Ajá! Sí... O como en el centro del laberinto porque se supone que en el centro estaría algo que buscas pero no necesariamente tienes que llegar al centro cuando buscas.

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Modestia Aparte

LUZ CASTILLO

Cama 267 pabellón femenino, sin dientes, sin peinarse y con el mismo camisón azul que visten todas las pacientes casi no la reconozco, cuando me acerco sonríe, ya no hay duda, es Modesta. Recostada de lado luce en todo su esplendor sus ochenta y tres años. Tomo asiento y como si no hubiéramos dejado la plática la noche anterior, continúa contándome su historia. Sin perder su mirada y desdoblando arrugas puedo imaginar a la niña de doce años que partió de Polotitlán el mismo día que llegó Fermín, primo hermano de su madre. Hincada, echando tortillas escuchó cuando éste preguntaba si a la más pequeña de las hijas le interesaría ir a la Capital para atender a su esposa que estaba próxima a dar a luz. Aún no se levantaban de la mesa cuando ella ya tenía listo un bultito con su ropa. Había guardado en una sábana sus dos vestidos, los zapatos sin estrenar, los listones para el pelo, el suéter rojo para las grandes ocasiones lo llevaba puesto. Partirían a las ocho de la noche, para ella ya había anochecido desde antes de las cinco. El polvoriento camino principal ahora lo veía como una vía hacia la felicidad. El aseo en el minúsculo departamento era sencillo, sólo se trataba de levantar con cuidado cada cosa, sacudirla y volverla a poner en el mismo lugar para que no se perdiera la simetría visual entre el perchero de la entrada y la lámpara que estaba sobre el buró de la recámara principal.

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Había heredado la buena sazón de Nicha, su madre. Con tanta variedad en el mercado de Santa Fe estaba creando nuevas consistencias y sabores. Ya había caído en la cuenta de que Miguel, el amigo de su tío, no le quitaba los ojos de encima, la miraba todas las veces que recorría el minúsculo departamento o sea, todo el tiempo. No estaba mal, nunca se quitaba el saco, reloj con cadena, los zapatos siempre brillantes, además tenía un plus, era maestro jubilado y VIUDO.

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Sus planes cambiaron cuando se topó con el joven intendente del edificio. Largo, flaco, bien acicalado, bien planchado y con tan sólo un inconveniente, era novio de la fámula del doce. Traba sin importancia ya que Gertrudis (Trudy como le decía su patroDale voz a tus pensamientos


Al ver al muchacho empinado en la cisterna se rio abriendo exageradamente la boca, para que cuando el esmirriado chamaco se enderezara, pudiera apreciar las muelas del juicio que ya le asomaban, signo de que ya no era tan pequeña como parecía. Eso fue todo, Nacho cayó rendido a sus…tobillos. Cuando Miguel, único amigo de su tío se enteró de su relación, sus visitas fueron más espaciadas hasta que desaparecieron. Con la llegada del tercer hijo de su pariente, el depa minúsculo se hizo más minúsculo de tal manera que la que ya no cupo fue ella. Por medio de la Meche se enteró que urgía una cocinera con experiencia en una casona de la colonia Nápoles, con buen sueldo y además, incluía alojamiento. Por fin un cuarto para ella sola. Animada por su novio y tras una pequeña muestra culinaria, fue contratada nada más y nada menos por el compositor Manuel Esperón. Tras breve visita a Polo, su pueblo, recogió la bendición de Nicha y se casó. Entonces el maestro Esperón hizo extensiva la contratación a Nacho, quien desde ese día atendió asuntos de mantenimiento.

Alrededor de las tres de la mañana, cuando el hospital estaba en cierta calma, las dos hacíamos cuentas, ya habían pasado tres años desde que Nachito murió. En su cajón lucía bien acicalado, bien planchado, esta vez gracias a las manos de su mujer. Sentada en la incómoda silla y sin saber qué mirar, vuelvo a cerciorarme del número de cama, la 267, no me he equivocado. Me pongo nerviosa, ya casi amanece, vendrá mi relevo y Modesta todavía no termina de contarme su historia, habla y habla, me pide su dentadura para verse guapa en la visita de las siete que hacen los médicos de guardia. Me despido, voltea a mirarme con sus ojos de niña de doce años, sonríe mostrando todos los dientes, sólo que esta vez sin muelas del juicio. Ya no le sirven de nada. ◄ Dale voz a tus pensamientos

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na), tenía las piernas flacas como el atole de guayaba, en cambio los tobillos de ella Modestia aparte, eran dignos de reproducirse en manos del escultor Olaguibel, creador de la Diana Cazadora.

La familia Esperón les guardaba tanto apreció que un día, después de la felicidad al degustar la versión del adobo de Mode, y antes de pasar a la fase de eructos, el maestro Esperón le ofreció a Nacho escogiera la pistola que más le gustara. Tenía más de cincuenta colgadas en la pared, propiedad de los famosos actores, que después de haberlas usado en películas musicalizadas por Don Manuel, se las regalaban en señal de agradecimiento. Escogió una recién pavonada, casi nueva, la había usado Pedro Infante en su última película, le faltaba un pedazo de carey en la cacha pero era hermosa. Con esta misma arma veinte años después, ayudaría a bien morir al negro, un perro producto de muchas cruzadas y al cual la sarna por fin le había dado raza, parecía shar pei.

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Omar Lucio - Lago


Olivia Ponce - Inocencia


La Ahogada ANGÉLICA MARÍA ANDÚJAR DE JESÚS

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► ► ► (continuación)

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“A la verdad, que tú no tienes respeto por los muertos”. ¡Qué Dios te coja confesa! Mientras tanto, la tercera mujer encendió la luz incandescente que alumbraba justo sobre la ahogada. Observaron fríamente el cuerpo. Su rostro no mostraba arrugas, cicatrices o moretones, pero tenía partido el labio inferior que dejaba al descubierto algunos de sus dientes caninos. El cuello ancho y corto escondía perfectamente las heridas leves por alguna pequeña navaja o quizás por la atadura de soga. Descartaron la última idea por la profundidad de la herida. “Fue asaltada. Es evidente. Tuvo que haber sido alguna mujer que trabajaba afuera de su casa. Incapaz de mantener una vida normal, una familia saludable; un esposo responsable e hijos. Y una noche cerca de por aquí, le robaron, eso es todo”, sostuvo la segunda mujer. “A lo mejor fue una de esas feministas inconformes, que si logró algo en vida fue por el trabajo fuerte o por su capacidad intelectual. Porque del físico no sacó nada”, agregó la primera mujer. “¿Qué piensas tú?, voltean a mirar la tercera mujer. Está silenciosa, no dice nada y continúa estudiando el cuerpo. La última mujer observa los hematomas de la ahogada. Entiende que no pudo haber sido la corriente del mar, ni los golpes de algún malhechor, ni se los pudo propinar ella misma... Su pensamiento es estorbado por un caminar sigiloso y pesado que se acercaba hacia la casucha. Mientras que las otras dos mujeres continuaban cuchicheando. Dale voz a tus pensamientos

Llegan los hombres del barrio en busca de la ahogada. El chisme había corrido y las fotos subidas a la famosa red habían llegado a los principales periódicos del país. A los hombres se les subieron al hígado las suspicacias y empezaron a vociferar por las afueras de la casa. “Al parecer ustedes quieren ir presas. Entréguenos el cuerpo, ¿qué tiene tanto esa ahogada?”. Las mujeres no contestaron a los gritos de sus maridos, ni mucho menos a los golpes sobre la puerta. Esperaron con miedo dentro de la casa hasta que se calmaran las tribulaciones. “¡Se llama Amparo!”, replica en voz baja la tercera mujer. Las otras dos miran asombradas el cuerpo de la ahogada. “Esperemos que Amparo nos salve de ésta”. Al abrir la puerta, de manera furtiva, entran los hombres. “Quítate de ahí mujer, ponte donde no estorbes, mira que casi me haces caer sobre la difunta…”, le dicen a las mujeres. Levantaron a la ahogada con sus fuerzas y la devolvieron a donde pertenece: Mar Caribe. Había sufrido algunos arañazos y nuevamente, cubierta de arena y lodo estaba destinada a sufragar en la mar. Las mujeres llegaron hasta la orilla para detener a sus maridos. Los hombres estaban coléricos, no aguantaban ni un segundo más cargar el cuerpo. Sin embargo, es allí, en la marea donde se guardan escondidos algunos de los secretos, y esa noche la cómplice de algunos. ¡Ustedes son los asesinos de Amparo! vocifera, descontrolada, la tercer mujer. Los residentes del barrio se miraron entre la oscura noche, dejaron que Amparo se sumergiera desapareciendo cualquier rastro en aquella Playa. Las mujeres comprendieron que si hubieran encontrado un ahogado, el final de esa noche sería diferente. ◄


Extraño No. 3 - Wendolin Martínez





Abuelo CAIFÁN FERNÁNDEZ

¿A qué sabe la muerte, abuelo? Tú que la probaste y desde entonces no volviste a abrir tu boca. ¿Te llenó acaso el hueco que nunca lograste llenar? ¿De qué color es? Apenas si la viste y cerraste los ojos, sin despedirte siquiera con una mirada de gratitud, de tus hermanas. ¿Te cegó la luz de su piel? La aceptaste tan dócilmente, como si la conocieras desde el día que naciste. ¿Es agradable su calor, abuelo? Te arropaste con su cuerpo, te sedujo, te fuiste a vivir con ella, rompiste el lazo del sueño que nunca comprendiste. Te esperamos abuelo. Una noche en vela te esperamos con la esperanza de que tu recuerdo no se fuera. Cuando llegó el alba, nos encontró con el corazón ebrio de tu ausencia. Atoradas en la garganta nos dolían las palabras que no escuchaste, las tragamos con llantos. Cuando comienzan a deshacerse en la profundidad de la panza, cómo duelen, saben amargas, como el silencio que nos dejaste. ¿Qué rostro tiene tu muerte abuelo? ¿Hacia qué recuerdo te llevó? Tu cuerpo lo guardamos bajo las raíces de tu gratitud, bajo la sombra del árbol que viste crecer. Te trajimos a este lugar porque te gusta el silencio, aquí hay murmullos de vientos, flores de esperanza, lágrimas del cielo. Están aquí los que conociste, los que amaste. Cuando regresamos a tu casa, la encontramos llena de recuerdos, mi madre guarda tu ropa que ya no usarás. Al caer la noche nos reunimos en torno a tu ausencia, mi madre nos entrega tu herencia de recuerdos, los grandes se asombran de algo que creían olvidado. Los más chicos los tomamos temerosos. ¿Para qué sirve el recuerdo? ◄


Todos sabían, pero nadie dijo nada. Manuela se acercó a la multitud y la gente la saludó como siempre. Eso sí, ella notó que algunas mujeres la miraban con algo de recelo, o con rabia tal vez. Pero ella estaba acostumbrada y no le daba importancia. Los hombres la comenzaron a ver diferente desde ese día. Le decían frases seductoras y le hacían comentarios subidos de tono. A ella le encantaba el nuevo orden de las cosas; le gustaba que los hombres la desearan y no ► le molestaba que las mujeres la envidiaran. PATRICIA SCHAEFER Lo más importante era hacer lo que le gustara y no otra cosa. Nadie le impondría nada más nunca. Finalmente era dueña de su destino. Libre y dueña de sí misma; ella en su totalidad. La alegría la embriagaba y no podía dejar de sonreír. Era feliz. Feliz. Feliz. Ya no dependía de nadie; nadie la amarraría más. Se habían roto las cadenas. De ahora en adelante viviría su vida como ella quisiera. Ella por siempre y para siempre. Siempre queriendo lo bueno. Siempre lo bueno. Lo bueno. Fue bueno que sucediera aquello que todos supieron pero que callaron forzosamente. Fue bueno que más nunca nadie hablara de eso. Fue bueno que ella estuviera en la tienda del gallego cuando su cuñada llamó a la policía. Fue bueno que el oficial se hiciera de la vista gorda al encontrar el cuerpo de Efraín en el sofá con la boca llena de espuma. Fue bueno que ella tirara el resto de las habichuelas por el inodoro. Fue bueno que Efraín se quemara en la hoguera del infierno. Fue bueno que ella tomara la decisión. Fue bueno que la llevara a cabo. Fue bueno que lo lograra. Fue bueno que todos la apoyaran. Fue bueno que Manuela ya no se llamara Manuel. Fue bueno que nadie dijera nada.

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Fue bueno

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Viví en la casa de mis padres desde que mi esposo me devolvió hace algunos años atrás. El hombre aseguraba que yo había caído bajo alguna influencia o posesión demoníaca... Cosa que no es cierta del todo. Resulta que me casaron cuando yo tenía unos diez años de edad, con un vejete asqueroso y apestoso que me llevaba cincuenta y cinco y que ya tenía tres mujeres más. Mi matrimonio fue algo normal dentro de los primeros tres años (o sea, me refiero a lo que se le llama normal según lo estipulado ► para una mujer en una sociedad MARA PÉREZ ROBLES musulmana). ►

Llevaba yo una vida sometida de servidumbre y golpetazos junto a este abuelo verdugo que se subía, se corría en cuestión de segundos y se bajaba, dejando impregnada sobre mí una pestilencia a amonia rancia bárbara, además de tremendas arcadas en la garganta, un dolor inmenso en mis bajuras, algunas cicatrices en el alma y muchas lágrimas atoradas en las pestañas de unos ojos que se clavaban a algún punto imaginario en la pared, cada vez que a mi esposo se le antojaba jugar con el juguete más nuevo. Al cumplir mis 19 años algo comenzó a cambiar de manera irremediable e irrevocable dentro de mí. Fue como si un espíritu perturbador y persistente se asentara dentro de mi cuerpo. Tenía un apetito voraz por el placer y se esparcía por cada una de mis venas, hasta las más pequeñas. Esta entidad terminó alarmando sobremanera a mi marido, quien, luego de propinarme algunas golpizas, decidió devolverme como mercancía defectuosa a mis padres, al ver que las escaramuzas no eran más fuertes que lo que él terminó catalogando como un demonio y al que ya empezaba a temerle. Sucedió lo que era de esperarse.

El nombre de mi familia saltaba la peregrina de poblado en poblado. Yo los había deshonrado y nuestro apellido, alojado ya en las murmuraciones, se desangraba profuso y a borbotones. Me salvaba que no había cometido infidelidad alguna, de lo contaria, seguro me hubieran lapidado o cuando menos, flagelado. La decisión de mi padre fue encerrarme en un cuarto ante la mirada lastimera de mi madre, que realmente es lo único que recuerdo bien de ella, ahora que al fin llegué al otro mundo, pues era lo único que se podía divisar tras el negro burka. Él le prometió que yo sólo permanecería ahí encerrada hasta que los rumores se disiparan, pero todos sabíamos que su intención era encarcelarme allí hasta que algún hedor a podrido les indicara que el diablo me había matado al fin. De sólo haber sido aquél un demonio de lujuria, seguro me habrían llevado a Sudán a practicarme una ablación genital. Por esa razón fue que opté por hacerme la que convulsaba, con todo y espectáculo de ojos en blanco incluido. Me dio por gritar durante casi todo el día disparates, que intentaban ser otras lenguas desconocidas, en una voz masculina y engolada. Además de que de vez en cuando lanzaba algún escupitajo que garantizara la convincencia de mi agoDale voz a tus pensamientos

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Zohra la Zorra

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tador y desesperado teatro. La idea era que Yusuff se deshiciera de mí ya, y que no le quedaran más ganas de reclamarme nunca jamás en lo poco que le quedara de vida. Total… Lo peor que podría pasar era que me mataran y estaba más que dispuesta a correrme ese riesgo antes que resignarme a morir viviendo aquella indigna y denigrante vida. Los alimentos me los pasaban, a sus respectivas horas, por debajo de una apertura que habían abierto en la parte baja de la puerta. Mientras engullía mi comida con las manos, sentía ese embrujante aroma a mí en las yemas de los dedos, y siempre, por eso, la devoraba con mucha rapidez, para correr a ubicarme en mi lugar preferido, frente al espejo. Abría mis piernas de par en par y jugaba a la frotación cadenciosa hasta hacerme llorar color blanco, por ese único ojo, por esos dos labios, mientras ahogaba, con lo primero que alcanzara, mi orquesta de gemidos. Tengo la suerte de ser una mujer de venidas intensas, tanto que un orgasmo múltiple me provoca llorar desconsoladamente, cosa que me resultaba muy conveniente en mi papel de demente poseída. ¡Todo el vecindario era testigo del gran tormento en que vivía sumida! Confieso que a veces me sentía un tanto culpable. No precisamente por la angustia o por las vergüenzas que pudiera estarle causando a mi familia, sino porque no podía enseñarle a mi infeliz madre todas las cosas maravillosas y ricas que se podían hacer con un espejo, un pepinillo fresco y un par de dedos. Yo sí reconocía al espíritu lujurioso que habitaba en mis adentros; yo sí sabía que algo andaba mal conmigo, pero la verdad… Me acostumbré muy pronto y muy fácilmente a mi pequeño demonio y hasta se me empezó a hacer muy placentero Dale voz a tus pensamientos

vivir con él. Cuando duermo lo veo vestido con diferentes caras y diferentes cuerpos. Despierto húmeda y plácida con la indecisión de si volver a intentar conciliar el sueño o reincorporarme frente al espejo. Realmente, yo era la mujer más feliz que conocía en todos mis alrededores. De hecho, creo que era la única mujer feliz que conocía. Un día recordé que la mujer preferida de Yusuff me habló de La Tierra de la Perversión, un mundo con gente extraña. Cuando comenzó a definir lo que era extraño para ella, inmediatamente me reconocí en su descripción. Fue cuando me comencé a convencer de que en verdad estaba poseída por un gran demonio, y muy poderoso, pues comprendí que poco me importaría renunciar a un Alá sin verga antes que quererme exorcizar de esta posesión suprema que me arrasa y me domina. La única cosa que hacía en ese cuarto, a parte de complacer a la entidad, era pensar en un lugar donde pudiera andar a pie por las calles, sin caminar detrás de nadie, exhibiendo mis lindas y redonditas tetas a través de un escote. Aún no lo sabía bien, pero ahora entiendo que a mí no me interesa mirar tras un hueco de cortinas negras sobre mi hermoso rostro, el cual sólo había disfrutado aquel viejo. Yo quería que todos me miraran, y más aún, que me desearan, que se excitaran al imaginar claridades sobre el negro triángulo incendiado que una faldita muy, muy corta revelara tras mis piernas cruzadas. Quería que un desconocido me invitara un trago de colores raros y propiedades de fuegos fatuos, para que al cabo de unas horas, y sin decirme su nombre siquiera, me clavara con su sable en algún baño grafiteado de una barra, me clavara otra vez en su carro deportivo y luego en su apartamento desordena-


do. Quería poder invitar de vez en cuando a alguna amiguita liberal a mi cuarto, para lamerle el pezón luego de haber visto algunas peliculitas calientes (de esas en las que quisiera actuar) y luego llevarle su mano a mi entrepierna para que me enterrara sus dedos. Aquí en este mundo, La Tierra de la Perversión, he descubierto que mi patria es en verdad el infierno, que mi demonio se llama Ninfomanía y que con toda razón la gente viene aquí a realizar su sueño americano. ◄

Tiempo

Treinta kilómetros después de avanzar en promedio a noventa por hora, el chofer detuvo el autobús, descendió y se perdió a la mitad de esa nada en que estábamos. O casi nada (uno que otro árbol). No nos preocupamos, a veces bajan para orinar o revisar los neumáticos, las defensas, qué sé yo, así que no le seguimos con la mirada. Además, el hecho de estar a mitad de ninguna parte es conveniente para el viajero: se puede alargar la siesta, la humectación de labios o la divagación en cualquier cosa. Es una forma de tener, una vez en la vida, todo el tiempo del mundo e invertirlo a placer. Pero esta eternidad duró a lo mucho tres minutos, cinco y empezó a pasar la luz por las cortinillas que las manos intranquilas agitaban al buscar con la mirada el pasajero al expedicionario conductor. Susurros cuestionando qué pasaba. Cuellos girando en 360°, casi. Torsos ya asomándose por las ventanas para ver si oteaban al fugado. Pero nada, ni una seña. Todos a bordo éramos jóvenes, así que nos reconciliamos con la idea de tener todo el tiempo del mundo y recobramos la paciencia, dormitando algunos, silabeando aquellos, entreteniéndose con el móvil otros más. Desesperado, un septuagenario –no advertí hasta entonces su presencia- se paró y, poniéndose el sombrero, nos dijo: “¡Yo voy a buscarlo!”. ◄

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CRONISTA INCIDENTAL

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Alto Contraste FERNANDO YACAMÁN

Hombres con rostros corroídos por la furia. Imaginé recién se enteraron de la peor noticia o fue justo el momento de tomar la decisión de agarrar una pistola para cometer algún crimen. Todos con la noche adherida a sus cuerpos y la mirada fija y desafiante ante la cámara. Alrededor de ellos quedó latente la oscuridad, parece fueron retratados en el abismo. Unos apretaban los puños, otros se agarraban el rostro o movían los brazos sin aparente dirección. Todos con las venas hinchadas y la boca abierta, seguramente se desgarraron la garganta al pegar el grito. —¿Te gustan mis fotografías? —Sí, todos son muy guapos. —Todos ellos están muertos. —¿Cómo? —Están bajo tierra. No me mires así, yo no tengo la culpa de sus destinos. Me gustaría tomarte una sesión de fotos. Dejé el trago sobre la mesa, ni pensé en buscar mi playera, me dirigí a la puerta y me agarraste el brazo. —¿Por qué te vas? Si apenas nos estamos conociendo. Me gustaría mostrarte mi cuarto oscuro, ahí tengo más fotografías como las que te gustaron. Me besaste tan violento que no pude resistir meter mis manos debajo de tu camisa, al levantarla descubrí una cicatriz en tu pecho, justo donde palpita el corazón. Al deslizar tus manos a mis nalgas, abrí lentamente los ojos, atrás de ti estaban los cuadros, los hombres parecían abrir más sus bocas y por un segundo escuché sus gritos. Te aventé y caíste sobre la duela, abrí la puerta y salí del departamento.


Al bajar las escaleras tus palabras hicieron eco por los pasillos: “Espera, tengo algo que confesarte”. Llegué a la puerta principal del edificio y salí a la calle. La ciudad estaba vacía, a pesar de la noche, los postes de luz alumbraban intensamente. Corrí con todas mis fuerzas. Al llegar a la esquina pasaron dos taxis que ignoraron mi señal de abordo. Al mirar atrás, te vi a lo lejos. Crucé la avenida. Al pasar tres cuadras te perdí de vista y me di cuenta que había entrado en la colonia Guerrero. Las casas tenían ventanas enormes, parecían ojos que me observaban, el viento soplaba fuerte y sentí que la tierra temblaba, miré al cielo, la luna estaba llena y me pareció una enorme boca abierta —¡Mierda! Este pendejo puso algo en mi bebida—. Respiré hondo. En la siguiente esquina caminaba un hombre, a unos cuantos pasos le hablé: —Señor, alguien me sigue, ¿podría ayudarme? Cuando él se dio la vuelta y observó mi rostro, abrió la boca e intentó gritar, pero no podía. Las venas de su cuello se hinchaban y reventaron, la sangre salía a presión. Me fui corriendo. A la siguiente cuadra, en la esquina, una prostituta fumaba un cigarro. -¡Oye! Necesito ayuda ¿Cómo salgo de aquí?

Al verme a los ojos, abrió sus labios pintados de rojo y sus venas alrededor de su cuello se hinchaban como serpientes. —¡Respira! ¿Qué te está pasando? Y ella apagó el cigarro en su lengua. —¡Pinches drogadictos! Le grité y seguí corriendo. La calle comenzó a desdibujarse, en un instante quedé atrapado en un callejón sin salida. Tú apareciste caminando entre las luces que desprendían los postes. —Te dije que quiero confesarte algo. —¿Cómo llegaste hasta aquí? ¡No me importa lo que tengas que decirme! Psicópata. —Eso es de lo que quería hablarte. No soy lo que piensas, si me interesas tanto es porque me gustas. Tus ojos tienen algo que me amarran. —No mames. —Me gustas demasiado, quiero tenerte. —¡No te acerques! —Te quiero tener por siempre. Apreté los puños, todo arreglaría con una pelea.

se

De tu pantalón sacaste una pistola, apretaste el gatillo y grité con todas mis fuerzas. Al disparar el flash cegó mis ojos. ◄

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Blanco y negro por ti

ARANDY MÁRQUEZ CARRILLO

Me desperté soñando que estaba a tu lado y me quedé pensando que tienen esas manos…[zip] Dani Martín Tu cabello azul-verdusco me invitaba a examinarlo de cerca, tus manos el soporte perfecto para los giros en el faro. No estuviste mucho tiempo en ese lugar, pero lo recuerdo bien, le gritabas al hombre de los globos de colores que los soltara. Vueltas con la mirada en ellos. Corriste hacia la fuente dorada y con un salto te empapaste completamente. Te seguí con la mirada. Comenzaba a oscurecer. Atravesé la plaza pensando en cómo llamar tu atención. Te perdí.

► Beso Francés WATTU GARCÍA

Te gustaba girar. El veintinueve de septiembre te volví a ver, así, girando pero ahora tu cabello era entre verde y amarillo; esta vez no te dejaría ir. Con mi cámara detuve tu esencia. La realidad ahora tampoco me alcanzaría.

Mi lengua, llama ardiente avivada en el aire de un beso, serpiente de seda, sedienta, que guía mi impaciencia por labios y espacios hacia la pasión.

A partir de ese momento mis colores se habían desvanecido. Por fin tomaste mi mano y soñábamos con aún tenernos al amanecer.

Me abate y debate, sumisa, cautiva, entre el eólico viaje de un corazón; un torno de emociones girando mil sensaciones hacia mi interior.

Oleaje de respiros, caricia húmeda humana, terrenal y divina; es beso y lisonja; verbo y limosna; amor o arrogancia es daga de acción. ◄



Para un día de Reyes SANDRA LIDIA PAZ DEL ROSARIO

Mi hijo sueña con los reyes magos los que yo no le enseñé éstos que vienen llenos de alcohol y entran por la chimenea con papeles de colores luego de haberme dejado un día sin comer. Mi hijo espera las piezas nuevas para su tren mientras traza rasgos primitivos nunca ha visto el circo de hombres amaestrados ignora de las escrituras sobre el futuro de la magia. Mi hijo ha visto que en la vidriera hay un ranger dispuesto a ser su compañero cuando en la próxima columna anuncian: ¡NO A LA GUERRA! ◄

Curioso JOSÉ PONCE

Besos. Caricias. Quejidos gustosos. Desnudez artística. Erotismo soez. Aún te amo. ¿Quién te dijo que yo a ti ya no? ¿y a ti quién te dijo que el amor es eterno? La misma… La misma persona. Te amo… Creo que yo a ti: sí, te amo. Vigilia durmiente: amor fulminante.

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Estrés quemado. Lealtad calcinada.

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Recuerdas que.. Recordar es volver a vivir y prefiero ésto que estoy viviendo a todo aquello que viví; ¡curioso! ¿qué? Que sólo me acuerdo de que dices que me amas. Te amo: I love you. ¿Cómo se dirá en francés o en chino o mejor en latín? No sé ni me importa… Las palabras no importan. ◄ Dale voz a tus pensamientos


Así nada más IVONNE CORTÉS ORTEGA

Soñé con las dos Una me mostraba su casa en una panorámica; su mamá hacía lo propio con la cocina a desnivel y su recámara con los muebles conocidos ajustados a las nuevas dimensiones. Su hermana –casualidades aparte- aparecía también, mostrándome su recámara sin ventanas. Casa curiosa, como alargada. Mi actitud ante el evento carecía de la devoción habitual. O de eso creo acordarme en este momento. Corte a: recorrido por una interminable casa de estudios, que no tuvo buen puerto y nada más. Otra mostraba estar dispuesta a dejar avanzar esa proclividad a la coquetería, que según dicen tiene, esta vez conmigo. La ayudaba un amigo, su amigo. También creo acordarme en este momento. ¿Un camino como de barranca? ¿Un predio que alberga un taller mecánico? No lo sé. Ahí habría de desarrollarse el minúsculo acercamiento, apenas un momento, una tentativa. Estando en el lugar parecía un acuerdo de voluntades aunque sólo una dio el paso inicial y luego no sucedió.

Hablé con las dos No pensar y sí hacer fue una misma cosa así que desahogué temores recientísimos que resultaron no completamente infundados pero afortunadamente tampoco terribles. Reacción no contemplada (pero sí aderezada al margen con conclusiones poco o nada alentadoras) pero siempre –quiero escribir en este momentodeseada. Y superada con creces. Intercambio de ideas, prescripción de dosis en correspondencia con el período transcurrido y revelación impactante. Espera. Premeditación y -obvio- consecuente acción en seguida. Acometida entusiasta aunque no exenta de incertidumbre. Contestación –deseo recordarlo así- entusiasta también. Ligero flujo de información optimista y posterior propuesta. Interludio. Comentario que pretende disminuir mi tensión. Respuesta ampliamente factible y por ello, concedo, verdadera. Interpretación de frases a mi favor. Recupero el tono y me enfoco en los paralelos de la respuesta. Abundar un poco, sugerir, autoaplicar. Resultado: favorable, aunque dilatado. Más espera. ◄


La Tiendita de la Esquina “Irina y Omar”

En esta ocasión “La Tiendita de la Esquina” es para un puesto de periódicos y revistas. Cuando preguntamos a Don Juan Manuel cuál es el nombre de su negocio nos contestó “Nombre en sí, no tiene pero al inicio se llamaba como mis hijos Irina y Omar, si gustas ponle así; Irina y Omar”. Cuando se le preguntó cómo inició con su negocio respondió de la siguiente manera: “Tengo con este negocio 18 años. Antes de todo ésto yo era encargado del área de panadería en Aurrera, me encargaba de los inventarios, pedidos, repartos, etc. Sin embargo tenía la misión de que mis hijos estudiaran. Fue entonces que nos vendieron un negocio de carnitas, mismo que atendían mi mujer y mis hijos, después lo vendimos y adquirimos este puesto de revistas, eso fue hace 18 años y de aquí sacamos para el estudio de todos, excepto de uno que se fue a Estados Unidos de mojado”. ¿De dónde surge Don Juan Manuel? “Soy originario de Escuinapa, Sinaloa pero a los 18 años vine a Aguascalientes, aquí conocí a mi mujer, me casé y me quedé”. ¿Qué es lo que pasó con Don Juan Manuel después de su llegada a Aguascalientes? “Soy un enamorado tanto de la lectura como de la música, me gusta todo lo hermoso de la vida y dar consejos”. ¿Qué es lo más solicitado en el negocio de Don Juanma? “Periódico y después lo más triste, la pornografía pero independientemente de eso también hay otras cosas como juegos para niños”. ¿Cómo se considera Don Juan Manuel? “Fui rico pues tuve a mi madre y a mi padre, millonario me hicieron mis hermanos, y mi esposa y mis hijos me hacen recordar a José Alfredo Jiménez. ¿El dinero dónde lo dejé? El dinero no ayuda, yo nunca he visto una mudanza detrás de una carroza”. En ese momento una señora interrumpe nuestra charla, pide un cigarrillo a Don Juan Manuel, él se lo obsequia y mientras ella se aleja él me mira y dice: “Últimamente la gente anda de prisa”. ◄



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(continuará)

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Para dormir soñando... ALONDRA OJEDA

Ana es una chica muy hermosa que a sus 18 años busca identidad propia; cansada de ver que entre sus únicas opciones para ser una persona exitosa está el casarse con un buen partido o seguir soltera hasta quedarse sola con un montón de gatos como única compañía, decide abandonar su pueblo para probar suerte como cantautora, pero sobre no pudo más, su cabeza daba todo para demostrar a su familia, que está mil vueltas y la voz de su padre chapada a la antigua, que las mujeres diciendo que no era más que una somos mucho más que madres y niña que no sabía lo que quería esposas. Una noche tras discutir retumbaban como plomo sobre el una vez más con su padre Don suelo en su conciencia; entre gritos y Ernesto sobre si estudiaría o sollozos y un inmenso sentimiento de se dedicaría a la música orgullo y fuerza cerró la puerta de la sala dejando a su padre con la palabra en la boca, caminó a su cuarto rápidamente bloqueando a su familia y encerrándose en su mundo gritó fuertemente: “¡Déjenme en paz!”. Su hermana mayor, Lucy corrió tras ella tratando de detenerla, mientras que su madre Eva que aún permanecía en la sala sólo bajaba la cabeza sumisamente ante la fuerte voz de Don Ernesto: “¡Tú tienes la culpa!”. Parecía ser la frase favorita de su padre al referirse a su madre. Estas hijas tuyas no tienen respeto por nadie. Azotó la puerta y se fue directamente a la cantina con sus amigos. Las mujeres sólo sirven para tener hijos y atender a los hombres, vociferaba entres sus amistades.

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Ésta era la razón por la que Ana quería superarse y salir de esa cárcel a la que llamaba hogar donde no tenía voz ni voto. Sola en su cuarto y un poco más calmada, se recostó boca arriba en su cama y comenzó a imaginarse cómo sería el mundo, cómo sería su vida si pudiera ser una estrella o ya mínimo una mujer independiente. Suspiró y comenzó a escribir una más de sus canciones: mi vida se va desmoronando y no queda huella de mis pasos… Escribía mientras afinaba su guitarra. No la terminó pero no se sentía mal por no hacerlo; había en ella un extraño sentimiento de valentía de, de… No sabía cómo explicarlo pero sentía unas ganas de probarlo todo.

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“¡Ni una más!” Se dijo así misma, sacó la vieja maleta de la cómoda todavía más vieja que su abuela Renata y metió en ella unas cuantas prendas, fotos de su familia, un cuadro de la Virgencita de Guadalupe, unas hojas sueltas, un lápiz, su perfume favorito y por qué no, una foto de María Félix. (continuará)

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Bailando GISELA DE LA TORRE MONTOYA

Buscando comida entre las hojas, una hormiga escuchó a un caballo murmurar que pisotearía el hormiguero, alarmada le avisó a las demás que se quedarían sin casa. Con prisa y guiadas por la reina, salieron huyendo. Una hormiga a la que llamaban La Retardada, no se alarmó y se quedó en una de las cámaras. Sin embargo, al cabo de unos minutos se preguntó: —¿Y si fuera cierto? Mejor salgo y me pongo a observar qué ocurre. Pasado un rato, llegó el caballo y dando pisotones desbarató la torre del hormiguero. Satisfecho de su gran hazaña, salió trotando y riendo. “Pobre de mí si me hubiera quedado”, pensó la hormiga. Se fue entonces en busca de las demás y les contó. Luego se marchó. Las otras se quedaron planeando cómo desquitarse. Y qué sorpresa se llevaron luego, al descubrir al caballo relinchando, moviendo la cabeza y dando saltos. —¡Mira cómo baila por lo que nos hizo! Démosle un escarmiento — dijo la hormiga reina. Sin perder tiempo, comenzaron a subir por las patas del caballo, castigándolo con sus picadas. El animal suplicó: —No me castiguen, no estoy bailando, sólo trato de quitarme de encima a una que dice llamarse La Retardada que me está dando picadas en una de mis orejas. —¡Con que La Retardada no es tan Retardada como pensábamos! —dijeron las hormigas y siguieron con el correctivo hasta dejar al caballo exhausto y arrepentido de su mala acción. ◄


Costumbres KARENINA

► Día 1 Uno se pone en la cabeza un día nublado y sale como esperando no mojarse las pecas con la lluvia. La verdad es que la vida pasa así, sin sombrilla por la acera de enfrente, desapercibida sin que nos demos cuenta.

► Día 6 Tu mirada es pelirroja y en ella nadan peces de colores infinitos, tu cabello al sol como espigas de trigo y tú con toda ese inocencia acumulada en ese par de anteojos que, aseguro, no dejan de tentarme, me dicen: -Che, aún estoy vestida, ¿Sos idiota? Y yo me abstengo ¿sabés? Me da miedo tocarte, sentirte, aunque cada noche te bautizo, sí mi amor, te bautizo para que regreses a mí: Carolina, te nombro y no regresas, Fátima, y tu ausencia se presenta, aunque al final, siempre regresas a mí, siempre terminas siendo Mariana.

► Día 22

A mí me importa un carajo, escúchame bien, un carajo completito tu indiferencia, lo que pesa es la distancia, lo que me pesa eres tú, Mariana.

► Día 31

Ayer esperaba el camión, ya sé, qué tonto, el camión no pasa más por tu casa; por un segundo creí que si esperaba eventualmente regresaríamos a tiempos mejores y esos tiempos nos llevarían a otros más remotos, tumbando así los muros y las bardas. Caen una a una, tap tap, las gotitas de tu perfume al aire… Y el aire te trae a mí: Mariana.

Revista Juaveler

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Qk Terrones - Luna

Oziel Alejandro Mu単oz


Amoris

Revista Juaveler

URIEL B. GALLEGOS

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...es como intentar ver a través de los cristales sucios. Suciedad sobre la empatía, indiscreciones al oído, amistad con aprecio. ¿Qué más? Nada más que una epopeya, tal vez menos efímera y yo quiero declamarla hoy y tal vez mañana. Porque existo sin fijarme en epecieismos: capax amoris. Un poco, un equilibrado, un mucho. Son tres maneras de llevar este saco a las cuevas de Ares o con “El colibrí al lado izquierdo” -analogíacon tropiezos más bajos que altos. Los altos y los altos (sin jugar al pleonasmo) son astutos con su labia: primero dictan altura, después reducen crecimiento. ¡Alto! Soy ignis amoris. Los visores que con gritos mudos esperan derrumbar un vestigio del recuerdo, saben que el anillo de Möbius puede ser fraccionado; que las particiones pectorales no son imposibilidades sensoriales y que las inanimaciones temporales son: momentos cartesianos para la metodología de la superación personal. ¡Siga! Soy furor amoris. Es otra formación lingüística: vocales y consonantes que me permitió externarlo: sentimiento caduco -porque así es el interiorYo sé cómo hacerlo hipotéticamente dentro pero sabrás que lo practico entre flores de ático. Amoris et exercitum. ◄

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Pedro Estrada Michelle Ruvalcaba - Rama


Camarones empanizados al coco 4 porciones ALEJANDRO GALLEGOS ALBA

500 g de camarón u 15. 50 g de coco. 100g de pan molido. 250 ml de crema de coco. 2 huevos. 50 ml de aceite. Sal y pimienta c/s.

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Marinar los camarones en la crema de coco sal y pimienta por aproximadamente 2 horas.

Añadir el coco al pan molido y mezclar bien. Después revolcar los camarones hasta quedar completamente cubiertos. En un sartén poner a fuego lento el aceite y ya que esté caliente ir poniendo los camarones hasta quedar de un color dorado.

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Meter por 5 minutos al horno y quedará listo para servirse.


Quetzalli - Ejecuci贸n y Redenci贸n

Tibur贸n Martillo - Negativos


RODRIGO MÁRQUEZ DÍAZ

(De dormir y velar). 1. amb. coloq. Sueño ligero en que se halla el que está dormitando. 2. amb. coloq. Sueño fatigoso y frecuentemente interrumpido.

Mitos:

La madre tierra (Gaia/Gea), creó los frutos, como celebración de la unión de Zeus y Hera. El cuidado de los mismos fue asignado a las hespérides (Egle, Eritia y Héspere), que anunciaban el final del día y el inicio de la noche de bodas, por lo que los griegos consideran dicho fruto como el símbolo de amor verdadero...

Reseña: Las Hespérides de la Duermevela es un compendio de poemas donde se puede dar un vistazo a las hojas del alma de una persona, del autor, a través de varios años donde sus textos han sido recopilados, pulidos, lavados y puestos a remojar en el tintero de la sensibilidad para por fin ver la luz. Por medio de sus hespérides personales, se hace este recorrido, teniendo ese sopor, esa duermevela que deja el haber amado, el haber vivido, el haber soñado, todo ésto por la calle de la melancolía, la avenida del desencanto y por supuesto, el callejón de la nostalgia. Con una idea novedosa, la interacción con el lector por medio de citas directamente relacionadas con el texto en cuestión, solicitadas por medios electrónicos, se llega a esa comunicación secreta, que va más allá de las palabras.

Revista Juaveler

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Una cara, Una boca, Unos ojos, Un beso Un hueco Que te parece si le ponemos dueño tu cara, tu boca, tus ojos, mi beso tu hueco no hay luz sin día y no hay amor sin dolor, así como aliento sin vida… ◄ Dale voz a tus pensamientos


Autor: Rodrigo Márquez Díaz / Ags. Edad: 30 años. Libro: Las hespérides de la duermevela. Portada: Omar de Jesús Lucio Tiscareño. Publicado: Marzo de 2012.


Efrén Cruz

FERNANDO LÓPEZ MENA

Juaverreto ►

HORIZONTAL 2. Título de la obra de Yoliztlli Sánchez. 5. Hermana mayor de Ana en “Para dormir soñando”. 7. Quienes serán los primeros en ser llamados, en “El último día”. 8. La vida y la muerte, bordada en la boca. ¿Quién canta? 10. Título del libro del autor Rodrigo Márquez Díaz. 11. Latín (Desde el profundo pecho) de Uriel B. Gallegos.

VERTICAL 1. May Rovles, narra que a aquel que sufre una guerra sufre, ¿pero que es lo que pierde? 2. “Pablo Poros” prefería preparar. 3. ¿Para el “Insomnio” cuenta? 4. Crustáceo de la receta del ejemplar No. 2 de Revista Juaveler. 6. Día en el que tu mirada nadan peces de colores infinitos. ”Costumbre” 9. Título de la Obra de la escritora Puerto Riqueña, Angélica Andujar de Jesús.


Madero 351, Centro, C.P. 2000 916 5686

Ciudad de Aguascalientes, Ags. MĂŠx. /LaMulaDeNueves


El artista plástico José Trinidad Guerrero muestra a través de su trabajo una variedad de cambios en los que el ser humano se hace protagonista. Es posible identificar en sus obras figuras zoomorfas, abstractas, mutilaciones, grosas realidades que nacen a partir de una necesidad de expresión y de cambio. La idea de manejar el cuerpo humano en su obra pretende atraer, llamar la atención al espectador para que éste sea sumergido en un mundo de re conceptualización de la idea misma de humano y lo hemos conocido hasta nuestro presente. La propuesta del artista en estas obras no delimita de ninguna forma nuevas ideas, ideas latentes a partir de la degeneración de la palabra “humano” como limitante y no abierta ante la degeneración que nos lleva a otras muchas posibilidades de su definición. Ariadna Janette Eudave Rodríguez.

José Trinidad Guerrero (Trino)


Qk Terrones: Aguascalientes, Ags. Licenciada en Artes Visuales y Fotógrafa titular en Terrones Foto, 1987.

Sandra Lidia Paz del Rosario: Santiago de Cuba, Cuba. Informática, 1968.

Dafne Estefanía: Tococirugía, Hospital General ISSSTE Aguascalientes. Estudiante de medicina, 1990.

Luis Israel Martínez López: Aguascalientes, Ags. Profesor en la UAA y en Universidad de las Artes del ICA y Diseñador Gráfico,1987.

Adriana Pérez Cadena: Acapulco, Guerrero. Artista Plástica, 1971. María de los Ángeles Camacho Rivas: Puertorriqueña. Profesora y animadora radial, 1969. Melissa Sánchez Zúñiga: Aguascalientes, Ags. Diseñadora Gráfica e Ilustradora, 1988. Juan Carlos Veranes Ferrer: Santiago de Cuba, Cuba. Sismólogo, 1972.

Patricia Schaefer Röder: Caracas, Venezuela. Escritora y traductora literaria, 1967. Genny Martínez: Aguascalientes, Ags. Ejecutiva de ventas, 1982. Dalila Vázquez González: Aguascalientes, Ags. Estudiante, 1990. David Martínez Pérez: México, D.F. Escritor, 1990.

May Rovles: Villanueva, Zacatecas. Lic. en Mercadotecnia, 1980.

José Ponce: Aguascalientes. Estudiante de Bachillerato, 1995.

Aletss Murdoc: Licenciado en Diseño Gráfico por la Universidad Autónoma de Durango.

Rosalba Jaquez: México, D.F. Tatuadora e ilustradora, 1984.

Giselle E. Mena: Puerto Rico. Poeta, periodista, gestora cultural, 1981.

Omar Lucio: Aguascalientes, Ags. Diseñador gráfico y fotógrafo, 1985.

Antonio Ortíz (El Toñito): Aguascalientes, Ags. Estudiante de diseño gráfico/ diseñador gráfico en Insane co, 1990.

Olivia Ponce: México, D.F. Maestra en Criminalística, 1976.

Susana Rodríguez: Hermosillo, Sonora. Diseño Gráfico, 1982. José Abraham García Sánchez (JAGS): Aguascalientes, Ags. Diseñador gráfico, desarrollador web, artista de graffiti. Yoliztlli Sánchez (yolizyorke): Tuxtla Gutiérrez, Chiapas. Artista visual, 1985. Juan Francisco Camacho Aguilar: Aguascalientes, Ags. Músico y estudiante de Letras por la Universidad Autónoma de Zacatecas, melómano, humano por último, 1991. Karen Sierra: Edo de México. Estudiante Lic. en Psicología y Trabajo empresa de desarrollo web y software, 1990. Ilse Díaz: Aguascalientes, Ags. Profesora de literatura, a veces escritora y un poco bailarina, 1985. Wattu García: México, D.F. Odontóloga, 1977. Angélica María Andújar: Carey, Puerto Rico.1989. Mara Pérez: Puerto Rico. Maestra de español, 1979.

Alondra Ojeda: Aguascalientes, Ags. Camarógrafa y reportera en canal B15, 1989. Pedro Estrada: Estudiambre de Diseño Gráfico, 1990. Karina Alejandra: Aguascalientes, Ags. Estudiante y bailarina de danza folklórica, 1995. Oziel Alejandro Muñoz: Aguascalientes, Ags. Estudiante de la UAA, asesor telefónico y estudiante fotografía . Uriel B. Gallegos: Aguascalientes, Ags. Estudiante de Licenciatura en Derecho, 1989. Michelle Ruvalcaba: Aguascalientes, Ags. Tomar fotos y cantar en ratos libres. Alejandro Gallegos Alba: Aguascalientes, Ags. Chef, 1986. Quetzalli: Aguascalientes, Ags. Lic. en Comunicación, fotógrafo, desarrolladora web y de marca, 1984. Tiburón Martillo: León, Guanajuato. Antifotógrafo, carpintero, dibujante, carnívoro, diseñador y fundador del movimiento fotocaminante, 1986.

Fernando Yacamán: México, D.F. Escritor, 1985.

Rodrigo Márquez Díaz: Aguascalientes, Ags. Escritor, 1982.

Luz María Castillo Melgosa: México, D.F. Estudiante de Danza Flamenca, 1957.

Cristina Wendolin Martínez Delgadillo: Aguascalientes, Ags. Psicóloga, 1985.

José Trinidad Guerrero (Trino): Rincón de Romos, Ags. Estudiante de 5° semestre de la Lic. en Artes Visuales, Universidad de las Artes de Aguascalientes, 1991.

Gisela de la Torre Montoya: Santiago de Cuba, 1956.

José Ignacio Trejo Ledesma: México, D.F. Empleado Federal, 1959.

Giselle Santacruz Martínez: Aguascalientes, Ags. Estudiante de Comunicación e Información. Don Juan Manuel Choza: Escuinapa, Sinaloa.

Caifán Fernández: Teocaltiche, Jal. Rotulista, 1970.

Efraín Cruz: San José de Gracia, Ags.

Ivonne Cortés: México, D.F. Comercio Exterior, 1978.

Fernando Baltazar López Mena: Cancún, QR. 1982.





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