Contrataciones laborales en Euskal Herria

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Marzo 2015

[Contrataciones en Euskal Herria]


Sube el empleo, pero a costa de la estabilidad Contratación sin garantías El número de contrataciones es uno de los principales indicadores que miden la salud económica de un territorio, puesto que influye de forma directa en la población: una tendencia positiva de las contrataciones trae consigo empleo. Eso parece suceder en Euskal Herria, donde según los últimos datos, poco a poco se va generando empleo. Sin embargo, las medidas adoptadas en los últimos años han hecho mella en su calidad: nueve de cada diez contratos que se firman hoy en día son temporales; ha aumentado el peso del empleo en el sector servicios en detrimento del sector industrial y son habituales los contratos que ni siquiera garantizan la dignidad económica de la persona trabajadora. Ahora que el rumbo comienza a cambiar, es imprescindible establecer qué relación debe haber entre empleo y sociedad. Dicha decisión marcará la forma de vivir de las personas y nuestro futuro como pueblo.

Según las estimaciones de Gaindegia, Euskal Herria contaba en 2014 con 1.247.869 personas empleadas, 1.038.191 de ellas por cuenta ajena. La crisis ha ido equilibrando el porcentaje de mujeres y hombres empleados y hoy en día están más cerca que nunca: del total de empleados de Euskal Herria el 53,1% son hombres y el 46,9% mujeres. Dicha equiparación se da en el empleo por cuenta ajena; entre los trabajadores autónomos y cooperativistas, los hombres siguen siendo amplia mayoría. El 16,7% de la población empleada de Euskal Herria trabaja por cuenta propia. Este porcentaje varía mucho de un herrialde a otro, puesto que la mayor concentración de trabajadores autónomos lo encontramos entre los agricultores. No es de extrañar, por tanto, que Nafarroa Beherea (29,9%) y Zuberoa (28,6%) tengan los porcentajes más altos de trabajadores por cuenta propia, seguidos de Nafarroa Garaia (19,3%).

A pesar de que antes del 2008 la tendencia era ya evidente, la crisis ha acelerado la creación de otro tipo de empleo: un empleo inestable, eventual y que ofrece pocas posibilidades de lograr una estabilidad económica.

Hoy en día, el 21,1% de la población trabaja con un contrato temporal. Las políticas llevadas a cabo por los gobiernos en estos últimos años no han hecho más que alentar dicha temporalidad. En Hego Euskal Herria, sin ir más lejos, de cada diez contratos que se firman hoy en día menos de uno es indefinido. Esta tendencia ha coincidido con la época en la que el mercado ha contratado a un mayor número de mujeres, con lo que la falta de garantías es mayor en ellas: del total de hombres empleados un 18% tiene contrato temporal, mientras que en el caso de las mujeres esta cifra asciende al 24,2%.

Trabajo parcial Los datos referentes al trabajo a tiempo parcial son también reflejo de la inestabilidad laboral en Euskal Herria. Hoy en día, el 17,5% del total de

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personas empleadas trabaja a tiempo parcial. Las mujeres son las más perjudicadas en cuanto a la parcialidad: casi un tercio de las mujeres empleadas trabaja a tiempo parcial (un 6% en el caso de los hombres). Cuatro de cada cinco contratos a tiempo parcial se realizan a mujeres.

Estos países, sin embargo, cuentan con políticas sociales que garantizan la autonomía económica de la persona que trabaja a tiempo parcial, a través de ayudas u otras bonificaciones. En Euskal Herria, y sobre todo en Hego Euskal Herria, la persona que decide trabajar a tiempo parcial lo hace a sabiendas de que sus ingresos bajarán de forma automática.

Evolución de la contratación en la crisis La contratación de trabajadores asalariados ha caído de media un 8,7% del año 2007 al 2014. En el 2013 se tocó fondo, y parece que poco a poco la cifra va creciendo, aunque despacio. Este descenso ha afectado, sobre todo, a los hombres, algo que ha sucedido en toda Europa; por lo contrario, aquellos países que han seguido creando empleo han incorporado sobre todo a mujeres.

En comparación con otros territorios de la Unión Europea, los datos referentes al trabajo parcial en Euskal Herria son similares a los de los Países Bajos, Suecia, Francia o Alemania. El trabajo parcial está muy extendido, sobre todo, entre las mujeres, quienes aún en el siglo XXI llevan el peso del cuidado de hijos/as y personas mayores.

En Euskal Herria el número de hombres empleados ha caído un 15% durante la crisis; el de las mujeres lo ha hecho un solo punto. Los hombres, por tanto, han sido los principales afectados de la pérdida de empleo, algo que tiene que ver directamente con el declive del sector industrial en nuestro territorio. Si analizamos la evolución de los empleados por territorios, la diferencia entre Hego e Ipar Euskal Herria es más que evidente. A pesar de la crisis, en el periodo 2007-2011 el número

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de empleados ha seguido subiendo en Lapurdi y Nafarroa Beherea; un 5% y un 10%, respectivamente. En Zuberoa tan sólo ha caído un 1%. La realidad de Hego Euskal Herria es bien distinta, ya que en siete años ha pasado de 1.041.425 personas empleadas a 937.975 (un descenso medio del 10%).

Los contratos indefinidos han caído un 0,7%, mientras que los temporales lo han hecho un 30% El auge de la contratación temporal ha tenido mucho que ver en dicha pérdida de empleo. Y es que, en este tipo de contratación, es mucho más fácil tanto iniciar como dar por finalizado un contrato. Es por ello que desde el 2007 el número de contratos temporales ha caído un 30%, mientras los indefinidos lo han hecho un 0,7%. Es evidente, por tanto, que las personas que contaban con un contrato indefinido cuando comenzó la crisis han aguantado mejor, aunque sin plenas garantías: el 8,5% de los hombres con contrato indefinido ha perdido su empleo, sobre todo, a partir del año 2010, debido a la reformas laborales puestas en marcha en Euskal Herria. En cuanto a las mujeres, la contratación indefinida ha subido de forma paralela a la bajada de los hombres, aunque esto se debe, sobre todo, a la tendencia positiva registrada hasta el 2011, puesto que después comenzó a caer. En el año 2013 esta tendencia negativa ha cesado, aunque se anteponen las contrataciones con escasas garantías. Esto nos da una pista de lo que vendrá: el número de contratos irá ascendiendo, pero serán, sobre todo, contratos temporales.

Referencias europeas El descenso del número de trabajadores con contratos temporales en Euskal Herria durante la

crisis ha sido mayor que el registrado, de media, en los países de la Unión Europea, y también en comparación con los países de referencia. Sin embargo, existen grandes similitudes en otros indicadores: por ejemplo, en los territorios donde el empleo ha bajado lo ha hecho, sobre todo, en los contratos temporales (a excepción de los Países Bajos). Es más, en Alemania, el número de empleados asalariados ha crecido un 4% en el periodo 2007-2014, y sin embargo, el número de empleados con contrato temporal ha disminuido un 5% de todas formas (o precisamente por eso). Aún hoy los contratos indefinidos tienen un gran peso en Europa, sobre todo, en países con tradición industrial, por lo que éstos han podido responder mejor a la pérdida de empleo durante los años de crisis. En cualquier caso, en los Países Bajos y en otros territorios está muy desarrollada la dinámica que comenzamos a observar en Euskal Herria: la proporción de contratos indefinidos es cada vez menor, mientras que los contratos temporales son cada vez más recurrentes para los nuevos puestos que se crean.

El caso de los Países Bajos Dicha dinámica responde al concepto de flexiseguridad, modelo que encontramos en los Países Bajos. En este país ha disminuido un 5% el número de empleados asalariados durante la crisis; por el contrario, la contratación temporal ha subido un 8%. Los contratos indefinidos han sido sustituidos por los temporales. Al igual que sucede con el trabajo a tiempo parcial, dichas medidas pueden ser o no sostenibles según las políticas sociales que las acompañen: pueden ayudar a generar empleo o pueden debilitar aún más la cohesión social.

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Evoluci贸n de la contrataci贸n temporal e indefinida durante la crisis Euskal Herria y pa铆ses de referencia de Europa, 2007-13 (2007=100) Fuentes: Eurostat, INE e INSEE

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Impacto de la crisis en Hego Euskal Herria y sus territorios Según datos recopilados por la Cámara de Comercio de Baiona, el desempleo en Ipar Euskal Herria está subiendo, sobre todo, en el sector de la construcción y en el sector servicios. Son datos preocupantes, más si tenemos en cuenta que el 78% de los empleos en Ipar Euskal Herria están ligados al sector servicios. De todas formas, hasta 2013, la crisis ha tenido un impacto mayor en Hego Euskal Herria, donde las cifras merecen un análisis más detallado. Las cifras de contratación de Hego Euskal Herria en el año 2014 siguen siendo más bajas que en el 2007, a pesar de que la tendencia ahora es positiva. De todos modos, este crecimiento se lo debemos en su totalidad a Nafarroa Garaia, donde la contratación ha subido un 16,4% desde el 2007.

Crecimiento en Nafarroa Garaia Los datos registrados hasta el 2013 muestran una clara decadencia de nuestra industria. En el 2007 el 11% de las contrataciones provenían de este sector, mientras que en el 2013 el porcentaje bajó al 9%. Por el contrario, el sector servicios ha pasado del 79% al 84%. Los datos del 2014, en cambio, indican que se firmaron casi 200.000 contratos en el sector industrial, un 136% más que en el 2013. La mayoría de estas contrataciones se realizaron en Bizkaia y Nafarroa Garaia. Sin duda son datos positivos, aunque conviene analizarlos con precaución. En Nafarroa Garaia la contratación temporal ha crecido un 24% en el periodo 2007-2014, pero Nafarroa Garaia también es el herrialde donde más contratos indefinidos se han destruido. Por lo tanto, hay razones para pensar que los nuevos contratos que hayan podido crearse en la industria van de la mano de la temporalidad y la inestabilidad económica. Las contrataciones que se realicen ahora en Bizkaia y Nafarroa Garaia, por tanto, son reflejo de la destrucción previa de empleos. El camino a recorrer será largo de cara a fortalecer de nuevo el empleo ligado a la industria.

Las capitales Por comarcas, la influencia de la crisis en las nuevas contrataciones es evidente, sobre todo, en comarcas que tradicionalmente han tenido una industria fuerte y permanente. En las comarcas de las capitales de Araba, Bizkaia y Gipuzkoa las contrataciones han disminuido un 10% del año 2007 al 2014. Aún más evidente es el caso del Alto Deba, donde las contrataciones han descendido un 30%. Sólo la comarca de las Estribaciones del Gorbea supera esta cifra tan negativa, donde han caído más del 50%. A pesar de la caída de las nuevas contrataciones en Gipuzkoa y especialmente en Alto Deba, cabe destacar que la destrucción de empleo en esta comunidad ha sido menor que la media, gracias a que cuenta con un empleo relativamente fuerte y estable.

Las comarcas Por el contrario, en la mayoría de comarcas de Nafarroa Garaia ha crecido notablemente el número de contrataciones en esta última fase de la crisis: en la Cuenca de Pamplona casi un 15%, en Puente la Reina un 48,5%, en Sakana casi un 23%... No hay que olvidar que la mayoría de estas contrataciones son temporales, y seguramente de corta duración; según se puede deducir del crecimiento tan repentino de las cifras. Lo mismo puede intuirse, por ejemplo, en La Rioja Alavesa, donde la contratación se ha duplicado desde el 2007. Teniendo en cuenta la importancia de la construcción y el sector vinícola en esa comarca, no sería de extrañar que esto se debiera a contrataciones de temporeros. La Cantábrica Alavesa tiene también una dinámica semejante a la de Nafarroa Garaia: las contrataciones de 2014 han resultado un 9% más altas que las del año 2007, y la mitad se han realizado en el sector industrial. El impacto del sector secundario es evidente en esta zona, pero en los últimos años está ligado a la contratación de corta duración.

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El peso de la industria Recuperar la industria y el empleo digno que siempre ha estado ligado a este sector es, sin duda, uno de los retos de Euskal Herria. Las comarcas de las capitales, donde las contrataciones han disminuido, han tenido en el 2014 una proporción de contratación industrial muy baja: del 15% de la Llanada Alavesa al 8,9% de la Gran Bilbao. El porcentaje del Alto Deba ha sido más alto, incluso superando la media de Hego Euskal Herria, que se sitúa en un 18,4%. Pero lejos de años anteriores a la crisis: el 21% de los contratos firmados el año pasado en esta comarca fueron en el sector industrial. En otras comarcas con gran tradición industrial también es visible la decadencia de este sector. La

mayoría de contrataciones realizadas en 2014 han venido del sector servicios: en Bajo Deba el 72% del total, en Tolosaldea el 77%, en Urola Costa el 73%... Otra comarca con gran peso industrial es ArratiaNervión, donde el 40% de las contrataciones del 2014 han estado ligadas a la industria. Sin embargo, las cantidades aquí son bajas y las contrataciones han caído casi un tercio del 2007 al 2014. En Nafarroa Garaia más del cuarto de las contrataciones del 2014 han pertenecido al sector industrial, y la proporción ha sido mayor en algunas comarcas como Puente la Reina o Sakana. Las garantías de estas contrataciones y su duración serán, sin duda, factores a analizar y abordar detenidamente durante los siguientes meses.

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[Flexiseguridad] Los jóvenes de Euskal Herria han sufrido enormemente las consecuencias de la crisis. Las contrataciones entre los más jóvenes son muy bajas, sobre todo, entre los de 15-24 años de edad: a pesar de que muchos optan por continuar estudiando y son pocos los que se incorporan al mercado laboral, en el año 2014 la tasa de paro entre los jóvenes de esta edad era del 41,5%. Tanto en Euskal Herria como en Europa esta cifra debe servir para cambiar la estrategia de futuro de arriba abajo. Gaindegia publicó en 2014 el estudio monográfico titulado “Situación del mercado laboral en Euskal Herria”, donde entre otros, la profesora de economía de la UPV/EHU Mari Luz de la Cal subrayaba la flexiseguridad, una estrategia utilizada en la década de los 90 por varios países para la creación de empleo: “Se trata de favorecer la flexibilidad de los mercados de trabajo mediante legislaciones laborales más laxas, pero garantizando a la vez unos niveles de seguridad aceptables para la mano de obra (…) La movilidad laboral es mayor, pero las transiciones entre empleos o entre empleo, desempleo e inactividad se hacen con una red de seguridad para los trabajadores, red que les garantiza un ingreso y también unos programas de recapacitación profesional bien financiados”, apunta De la Cal.

Dificultades para proteger a los colectivos más vulnerables En diciembre del 2007, a las puertas de la crisis, el Consejo europeo de la UE aprobó los principios de la flexiseguridad. Tres años más tarde, la Comisión Europea publicó un informe en el que explicaba que algunos de los países que habían aplicado esos principios habían conseguido mantener a sus trabajadores más cualificados en plantilla, a pesar de la crisis. De todas formas, al mismo tiempo, la Comisión admitió que la flexiseguridad no valía para proteger a los colectivos más vulnerables (jóvenes, extranjeros…) y que aún había mucho que mejorar. En dicha comunicación se establecían cuatro principios: contratos flexibles y fiables, estrategias para la formación continua, políticas económicas eficaces (para hacer frente, sobre todo, al desempleo de larga duración) y la actualización de los sistemas de protección social.

Euskal Herria y sus deberes Ya hay quien tiene los deberes hechos en Europa, pero también quien se ha quedado a medio camino. Tal y como explicaba de la Cal en el informe de Gaindegia, la flexiseguridad ha sido eficaz en aquellos países donde la protección social estaba más desarrollada, por ejemplo, en los Países Bajos. En el sur de Europa, sin embargo, no se reforzaron suficientemente las redes de protección social en los años de bonanza y es en esta realidad donde ha quedado atrapada Euskal Herria; sobre todo, Hego Euskal Herria, y más concretamente su juventud. A pesar de que poco a poco vamos recuperando empleo, prima el empleo temporal y sobre todo lo hace entre los más jóvenes. Las instituciones con competencias en Hego Euskal Herria han aplicado herramientas para flexibilizar el mercado laboral; en el otro lado de la moneda debería estar, sin embargo, la seguridad, y las políticas activas que garanticen que a cambio de flexibilidad los jóvenes no estarán condenados a la precariedad. Y desgraciadamente esto queda lejos aún en Euskal Herria. “Si la agenda de negociación abarca la formación, la empleabilidad, la organización flexible del trabajo y la conciliación de la vida laboral y la personal, es más probable que se pueda llegar a acuerdos con ganancias para todas las partes”, afirma De la Cal. Es uno de los retos de Euskal Herria.

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Enlaces de interés     

Informe de Gaindegia: situación del mercado laboral de Euskal Herria. Gaindegia en el programa Azpimarra de ETB1: la contratación de la mujer. Datuak.net: la contratación registrada en Hego Euskal Herria. Gráfico interactivo: los datos del desempleo. Comunicación de la Comisión Europea sobre la flexiseguridad.

www.gaindegia.eus

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