gran posibilidad de convertirla en la mejor oportunidad para colocar este engranaje y hacer que empiece a marchar esta máquina poderosa de la educación en dirección al desarrollo humano, cultural, educacional, tecnológico y ambiental.
Liderazgo Educativo: El engranaje que falta…!!! Licenciada. Verónica Esperanza Aguilar Gómez.
Hoy
más
que
nunca, la palabra Liderazgo, su significado y acción potencial es más que determinante en cada uno de los procesos y acciones educativas, que dirigen el rumbo de la sociedad guatemalteca. Dentro de los sectores, segmentos e instancias que conforman la compleja maquinaria llamada sistema educativo; se ha perdido la característica esencial de todo liderazgo; el desarrollo de cualquier equipo en una institución empieza con liderazgo, pero, el liderazgo no es nada sin un equipo, quienes serán favorecidos por una conducción efectiva. Un buen líder debe identificarse por ser guía, facilitador y coach, mediante el cual favorecerá a un buen desempeño de los docentes en servicio, dentro de su ámbito de trabajo (su aula) para brindarles el apoyo que se ha generado y propuesto, esto contribuirá al mejoramiento del proceso educativo. Pero a pesar del panorama que se presenta, también brinda una
Es el momento propicio para que el líder natural que hay en cada uno de nosotros, que hay en cada guatemalteco, intervenga activa, productiva y proactivamente; es el tiempo de que surjan líderes que no se resistan al cambio, que utilicen lo que son y lo que tienen, para transformar sus espacios locales, municipales hasta los regionales y nacionales; a través de un dinamismo, emprendimiento y positivismo contagioso, bajo objetivos claramente planteados, con el fin de responder objetiva y acertadamente, a todos los requerimientos de calidad y competitividad global. Es el momento propicio para implementar un liderazgo individual e institucional, que surja producto de una conciencia social y un anhelo personal por crear una realidad distinta a la que hemos arrastrado durante siglos, por las circunstancias y condiciones familiares y del Estado; nuestro país reclama un liderazgo educativo que no necesite mayor motivación e incentivación, más que nuestro compromiso social para ser parte
del cambio naci贸n.
hacia
una
mejor