Yo estoy en ti y tú estás en mí
todos los días, en cada milisegundo, que compartimos los dos.
Y es que cada vez que te despiertas, yo estoy en tu abrir de ojos. Y cada vez que hablas, yo navego entre tus palabras. Y cada vez que sonríes, yo me poso en tus labios. Y cada vez que lloras, yo me baño en tus lágrimas. Y cada vez que sueñas, yo te arropo entre mis brazos.
Y ahora también sé que cuando un día deje de caminar, yo seguiré en ti. Me fragmentaré, en millones de pedacitos, que empaparán cada centímetro de tu alma y cuerpo, hasta que ya no quede nada de mi 173