

Editorial
Pavel Ugarte Céspedes / Director del Fondo Editorial de la Corporación Khipu
Logros institucionales 2023:
Licenciamiento de la Escuela Superior Khipu Revalidación del licenciamiento del Instituto Khipu Reconocimiento de la Cámara de Comercio del Cusco
Entrevista a Roberto Portugal
Del Castillo “Khipukamayoq 2023”
Miguel Mejía Castro
VIII Feria y semana de Ciencia y Tecnología Yachayninchis 2023
Choquequirao Virtual
Martín Chambi, fotógrafo del Mundo Andino
Pavel Ugarte Céspedes / Director del Fondo Editorial de la Corporación Khipu
Javier Orós
Perferiate et volore des sed moles ut volorrorro diostibus, solore con rem aliqui
Ex alumno visionario Khipu
Miguel Mejía Castro
Ferias de Proyectos y Responsabilidad Social
• Ferias de Proyectos
• Responsabilidad Social
Fototeca andina
Herramientas
tecnológicas Khipu
Carmen Quispe
Khipu, 40 años anudando historia
Unidad de empleabilidad
Chris Abanto
Los estudiantes de Marketing
Perferiate et volore des sed moles ut volorrorro diostibus, solore con rem aliqui
Formación continua
Fondo Editorial Corporación Khipu
Maite Portugal
Sin embargo, esta edificación tiene tanto sustento como la más legendaria de las fortalezas incas, pues él la considera “un observatorio arqueoastronómico, aquí los visitantes ven el cielo que miraban los Incas. La civilización andina es el único foco civilizador de la humanidad ubicado en el emisferio sur, nuestro cielo no es el mismo que se ve en el hemisferio norte, culturas occidentales antiguas como los sumerios veían a Capricornio o Géminis, desde aquí puedo ver el Llamañawi, el H’ampatu, el Amaru, la Chakana, interpretar ese universo es entender la filosofía cultural de nuestros ancestros”. A este lugar lo ha bautizado como InkaLab, que en noviembre próximo abrirá sus puertas como laboratorio de investigación científica para el sector turismo.
El pasaje, desde la puerta principal hasta la gran Chakana, rebosa de simbología andina. A la derecha, el Señor de Qoyllorit’i yace pintado
Sin embargo, esta edificación tiene tanto sustento como la más legendaria de las fortalezas incas, pues él la considera “un observatorio arqueoastronómico, aquí los visitantes ven el cielo que miraban los Incas. La civilización andina es el único foco civilizador de la humanidad ubicado en el emisferio sur, nuestro cielo no es el mismo que se ve en el hemisferio norte, culturas occidentales antiguas como los sumerios veían a Capricornio o Géminis, desde aquí puedo ver el Llamañawi, el H’ampatu, el Amaru, la Chakana, interpretar ese universo es entender la filosofía cultural de nuestros ancestros”. A este lugar lo ha bautizado como InkaLab, que en noviembre próximo abrirá sus puertas como laboratorio de investigación científica para el sector turismo.
El pasaje, desde la puerta principal hasta la gran Chakana, rebosa de simbología andina. A la derecha, el Señor de Qoyllorit’i yace pintado
en la pared y a su lado la escultura en piedra de un Ukuku, su más fiel peregrino, que lleva grabado el rostro de Portugal. Dos pasos más allá, construido con ladrillos de roca, la réplica del portal cósmico Inti punku, desde el cual se aprecia el Apu Wakay Willke. Esa devoción por la cosmovisión andina la sintió desde niño: “cuando papá trajo a la casa unos discos grandes de plástico con la música del Centro Qosco de Arte Nativo, donde figuraba una recopilación de lo mejor de la tradición musical de las naciones quechuas de Cusco y a mi me fascinaba tanto que los ponía una y otra vez”.
Otra de las influencias culturales que asimiló de pequeño también proviene de Don Teodoro, su padre, un gran aficionado a la lectura. En el hogar de los Portugal los libros de la biblioteca saltaban a la sala, las alcobas y el jardín. A fines de los años cincuenta, cuando Cusco era considerado un pueblo aletargado en medio de los andes,
el pequeño Roberto se encontraba en medio de viajes interplanetarios, máquinas de tiempo y sistemas anti gravitatorios, pues “tenía preferencia por la ciencia ficción, la literatura ya había inventado estas máquinas, que ahora conocemos como computadoras y relojes con los que podías comunicarte con otro sujeto al otro lado del mundo”. El escritor favorito de aquel muchacho era el científico ruso Isaac Asimov, que además es considerado uno de los tres grandes novelistas de ciencia ficción en el mundo.
Marcado por una niñez donde la cultura, la identidad andina y la ciencia fueron los bastiones de su educación, al joven Roberto aún le faltaba la chispa para detonar los ideales que se plasmarían en sus futuros proyectos. Su ingreso a la Gran Unidad Escolar, Inca Garcilaso, lo marcaría para siempre. “Soy garcialiciano, soy gato y como todo joven de aquella época abrazamos con idealismo
las causas que considerábamos justas”, rememora mientras levanta la mirada hacia las montañas del Valle Sagrado, respira profundo y añade: “el nombre mi promoción fue Ernesto Che Guevara; en mi juventud quien no era de izquierda no era ser humano. Somos de la promoción del Che”.
Al terminar la secundaria el joven Roberto, admirador de su tío materno XXXX, que estudiaba Ingeniería Química, decidió ingresar a la Universidad San Antonio Abad del Cusco, a la misma carrera. Mientras cursaba el cuarto semestre, un amigo de su padre, el arqueólogo español Manuel Ballesteros Gaibrois, le preguntó, en pleno almuerzo familiar: ¿quieres ir a estudiar a España? “Inmediatamente dije que sí, miré a mi papá y él asintió con la cabeza y a las dos semanas estaba en Madrid”, rememora el fundador de la Corporación Khipu.
El estudiante de Ingeniería Química ya se imaginaba en Europa metido en un laboratorio rodeado de tubos
de ensayo y vestido de mandil. Sin embargo, su madre XXXXX le daría una lección que viró drásticamente aquella ilusión. Moraba en Zaguán del Cielo, un barrio del centro histórico de Cusco y por la calle cruzó un jovencito de pelo largo, mochila al hombro y cantimplora militar al pecho. “Akakallaw, dijo una de las amigas de mi madre, ¿ese jovencito habrá tomado desayuno? ¿Habrá comido algo?, y mi mamá me ordenó que lo alcanzara y lo invitara a la casa. Cuando lo contacté sentí algo indescriptible, pero sobre todo cuando se despidió, porque se marchó regalándonos una sonrisa y una mirada que cambió mi vida”. Durante el vuelo de Lima a Madrid, Roberto concluyó que ya no quería estudiar química, se dijo así mismo, “quiero estudiar turismo”.
En 1983, mi padre, Roberto Portugal trajo la primera computadora portátil al Cusco de marca Osborne. Era una portátil semejante a una maleta grande de aproximadamente 11 kilos, y tenía una memoria de 64 Kilobytes de RAM. Para que entiendan el comparativo con la tecnología actual: un teléfono inteligente pesa 206 gramos y tiene 6 Gb de RAM o sea 6 millones de Kb. Con el anhelo de educar a la juventud cusqueña sobre cómo aprovechar las nuevas tecnologías, y apoyado y alentado por su padre Teodoro y su tío Fidel, quienes le facilitaron sus oficinas en Galerías Turísticas, fundó el primer centro de cómputo de la ciudad. Yo tenía 7 años y fui de las primeras alumnas. Durante mis clases, escuchaba maravillada sobre cómo las computadoras impactarían nuestras vidas cotidianas y cambiarían el mundo como lo conocíamos. Aprendí a codificar en BASIC, y pasaba horas jugando pacman en sus monitores verdes monocromáticos. Sin duda, esas primeras clases me marcaron y fueron la base de mi carrera de más de dos decadas en el área de la informática en multinacionales de EEUU.
Fue con esas computadoras portátiles Osborne que sentamos las primeras piedras de lo que hoy es nuestra corporación educativa: el Instituto de Educacion Superior
Privado Khipu, la Escuela de Educación Superior Técnica
KhipuTech y nuestro flamante centro de investigación: el laboratorio de Innovación y
Calidad - InkaLAB. Nos llena de orgullo haber edificado propuestas educativas y de investigación de alta calidad a la par de los avances tecnológicos, sin olvidarnos de nuestra andinidad. Nuestras propuestas han sido diseñadas para servir a nuestros pueblos en cada rincón del departamento cusqueño, pero también a todo el Perú a través de nuestra multiplataforma tecnológica educativa en la “nube” y las redes sociales.
Hoy conmemoramos un hito al cumplir 4 décadas y al mismo tiempo celebramos nuestros logros de este último año, los cuales me enorgullezco en compartir:
•En abril, hemos obtenido el licenciamiento por el Ministerio de Educación para operar la primera Escuela Superior de la Región. Con la carrera de Administración de Empresas Turísticas y Hoteleras del KhipuTech, aspiramos a ser líderes y referentes de educación superior en turismo en toda América. Nuestros estudiantes aprenderán a administrar y gestionar la actividad turística en un entorno práctico, vinculado a las últimas tendencias y con un enfoque de conocimiento aplicado que les permitirá integrarse a la realidad empresarial desde el primer semestre. Una vez egresados con su licenciatura en Turismo, obtenida en sólo cuatro años, nuestros egresados podrán seguir con estudios de maestría y posgrado para complementar sus estudios de licenciatura a medida que avanzan en sus carreras.
•El mes pasado, en agosto, hemos obtenido la renovación del licenciamiento del Instituto Khipu por el MINEDU. Somos el primer
instituto en la región en obtener nuestra renovación, reflejando así nuestro compromiso con una educación de calidad que garantiza las competiencias de especialidad y empleabilidad de nuestras siete carreras: Administración de Negocios Bancarios y Financieros, Administración de Negocios Internacionales, Contabilidad, Desarrollo de Sistemas de Información, Gastronomía, Guía Oficial de Turismo y Marketing.
•Recientemente, hace algunas semanas por el 120º aniversario de la Cámara de Comercio del Cusco, esta prestigiosa institución premió a la Corporación Khipu por promover la Educación con Desarrollo Tecnológico.
Estos logros del último año, reflejan el esfuerzo y dedicacion de cada uno de nuestros colaboradores: tanto nuestros prestigiosos docentes, como nuestros eficientes administrativos y nuestro extraordinario equipo de alta gerencia corporativa y académica. A ellos, gracias por su compromiso inquebrantable para cumplir nuestras metas.
Todo ello, se suma al esfuerzo de tantosotroscolaboradoresquenos acompañaron en estas 4 décadas y a los cuales recuerdo con cariño y gratitud como parte integral de nuestra familia educativa, el Khipu Ayllu. Para todos nuestros colaboradores aquí presentes (los que nos apoyan actualmente y los que nos apoyaron en el pasado) les pido que se paren por favor. Un cariñoso aplauso para ustedes.
Nuestros estudiantes son nuestra razón de ser y su éxito es el nuestro. En estos 40 años de trabajo ininterrumpido, las crisis económicas, políticas, y recientemente la pandemia, no
han truncado nuestro propósito de prepararlos para el éxito en el mercado laboral. Seguimos poniendo a su disposición nuestra amplia experiencia, nuestro enfoque dirigido a la formación integral estudiantil y nuestro compromiso con la investigación y la innovación. Mi agradecimiento más profundo a todos nuestros estudiantes y los padres de familia, por depositar su confianza en nosotros.
A nuestros egresados y exalumnos, decirles que son nuestro mejor referente y quiero repetirles que estamos muy orgullosos de ustedes y de sus logros. Bienvenidos nuevamente a su alma mater. Los insto a que sigan apoyándose entre sí y les doy el reto de que continuen siendo mentores de nuestros estudiantes para acrecentar
la hermandad de las nuevas generaciones de egresados de Khipu. A nuestros asociados, decirles gracias por su confianza y por continuar invirtiendo en nuestro crecimiento.
A los miembros del directorio de la Corporación Khipu, el cual me honro en presidir, nuestro agradecimiento por sus invaluables consejos y trabajo para la mejora permanente de nuestros servicios educativos.
También quiero agradecer a todas las autoridades, tanto locales como nacionales, del sector educativo y del ámbito empresarial: Gracias por todo su apoyo y colaboración, sigamos trabajando juntos para ser el motor de crecimiento en nuestra región y país.
Me emociona anunciar que nuestro Khipukamayoq 2023,
en este año conmemorativo para nosotros, es mi padre, Roberto Portugal Del Castillo, fundador y Gerente General de nuestra Corporación. Por toda su labor en beneficio de la juventud peruana, sus aportes y legado en las industrias del turismo, tecnología y educación. Papi, gracias por ser mi inspiración profesional desde que era niña. Estoy orgullosa de ser tu hija, siempre fuiste mi líder y mi héroe.
A todos los presentes, a nombre del directorio y de la familia Portugal, quiero agradecerles por su presencia en este acto solemne, y reiterarles nuestro compromiso con la educación, la investigación y nuestra cultura.
¡Muchas gracias!
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