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Gestión

De igual manera, es innegable lo importante que es el aspecto político para el estado, sin embargo, éste debe considerar el “Principio de Legalidad” que cobra gran importancia porque garantiza a los ciudadanos o gobernados que exista un Estado de Derecho y que el gobernante no actuará por voluntad propia, sino que fundado en las leyes.

Principio de legalidad

Implica como primer término la supremacía de la Constitución y la Ley es la expresión de la voluntad general de la sociedad plasmada mediante el poder que dio al legislador, luego entonces, bajo este contexto si la ley es la expresión de la voluntad del pueblo, el gobierno puede y debe hacer extensiva la voluntad y participación de la sociedad en la atención y solución de problemas públicos.

Lo anterior se convierte en un valor que debe ser entendido por la sociedad para organizarse y que de manera formal puedan sumarse al gobierno para ejercer el poder público, si no existe tal organización se crea un vacío de poder público que es aprovechado por el estado como ha sido en el modelo tradicional de gobierno.

A este respecto, las políticas públicas deben verse como un eje central porque tienen que ver con las necesidades y deseos de la sociedad, así mismo por que inciden en el mercado, la producción lo cual puede aprovecharse para incrementar la economía de mercado ya que en cierta parte vinculan el gobierno con los agentes productivos y sociales mediante los planes y programas públicos.

Las políticas públicas conjugan tanto los intereses del estado como los de la sociedad, asimismo, son la palanca movilizadora de las capacidades públicas de sociedad y capacidades públicas del gobierno en favor de los problemas comunes, es la unión de las personas en figuras como asociacionismo, redes de vecinos, uniones de barrios, organizaciones civiles entre otras.

El control social y las políticas públicas que involucren ciudadanos, debe ser un contrapeso al control parlamentario y del ejecutivo.

Otro tema complementario y no menos importante que es indispensable tratar, es la ética en el servicio público o la moral pública ya que son los comportamientos esperados de los funcionarios y servidores públicos que no están definidos o sancionados por las leyes.

Si partimos de la base que, bajo el enfoque de la nueva gestión pública, las políticas públicas las diseñan servidores públicos y los grupos organizados de la sociedad, es importante que exista un comportamiento ético en la actuación de ambas partes para un mayor grado de éxito certeza y legitimidad.

Sabemos lo difícil que es acabar con la corrupción, ya sea por los costos o el efecto de eliminar programas que a pesar de tener al interior corrupción tienen un efecto positivo en la población, por lo que el objetivo sería buscar un incremento en la honradez que se traduzca en la eficiencia y equidad del gobierno.

Se debe construir un marco jurídico apropiado que apoye a que prosperen las políticas públicas y una nueva forma de gobernar, donde se fomente la ética y los valores y como contrapeso, exista claridad en las conductas con su sanción correspondiente.

Si no existe voluntad política para combatir la corrupción, la sociedad organizada debe impulsar que no exista tolerancia para la misma.