2 minute read

Los talleres en los que habitantes del Bajo Cauca tratan temas tabú y fortalecen sus comunidades

EPM y Antioquia Presente acompañan a poblaciones aguas abajo de Hidroituango con una serie de conversaciones sobre temas claves que van desde la salud mental o la prevención de la violencia intrafamiliar hasta la salud sexual y reproductiva. ¿Por qué son relevantes estos procesos?

Advertisement

Antes de participar en los talleres, Bibiana Torres, habitante de la vereda Bocas de Purí de Tarazá, pensaba que la depresión era un comodín que usaban algunas personas para llamar la atención o hacerse las víctimas. “Fue el tema que más me llamó la atención porque aprendí mucho y porque es más delicado de lo que pensaba. Es un problema serio y que no sabía identificar, pero que ahora sabemos, puede tener consecuencias graves. Hay gente alrededor que puede sufrir y es muy importante saber qué es la depresión para poder ayudarles”, cuenta esta mujer de 40 años, que buena parte de su vida profesional ha trabajado como auxiliar de enfermería. Al igual que Bibiana, cientos de habitantes de Caucasia, Cáceres, Tarazá, Valdivia y Nechí se han visto beneficiados y confrontados con sus prejuicios y sus miedos, gracias al acompañamiento psicosocial que promueve EPM en alianza con la corporación Antioquia Presente. Así lo explica Elsa María Monsalve Sánchez, coordinadora de sostenibilidad de Antioquia Presente y líder del proyecto de acompañamiento psicosocial que ejecuta esa corporación desde 2020 en el Norte y Bajo Cauca. Según explica, son más de 637 talleres los que se han realizado en temas diversos y complejos como resolución de conflictos, estilos de vida saludable, pautas de crianza, prevención del consumo de sustancias psicoactivas, prevención del abuso sexual, educación sexual y reproductiva, depresión, autocuidado y primeros auxilios psicológicos. “Escogimos en conjunto con las comunidades temas que fueran de interés para ellos y que impactaran en la población. Conformamos una especie de grupos focales y empezaron a llegar solicitudes específicas, por ejemplo, de trabajar con los jóvenes en la prevención de consumo de sustancias psicoactivas o el embarazo adolescente, o hablar con los adultos mayores de salud mental”, dice Monsalve. Ese trabajo se fortalece y se complementa con el acompañamiento de otras entidades como las comisarías de familia o algunos programas municipales. La clave, además, agrega la vocera, es que no son charlas magistrales: son talleres experienciales que muchas veces tienen un juego como excusa para abordar temáticas difíciles.

El origen de la estrategia

Jennifer Montoya Díaz, profesional ambiental y social de EPM y gestora del equipo de relacionamiento con los municipios de interés de Hidroituango, explica que la estrategia de acompañamiento psicosocial surgió de la contingencia de 2018 y en un comienzo fue uno a uno, enfocado a las familias damnificadas en Puerto Valdivia. “Los resultados fueron tan positivos y las comunidades valoraron tanto esos espacios que desde 2020 decidimos extenderlos a buena parte del Bajo Cauca con talleres psicoeducativos. Son espacios muy importantes porque ayudan a fortalecer la salud mental, mejoran la calidad de vida, el bienestar emocional y fortalecen el tejido social y eso para nosotros es clave”. Los talleres tienen, en promedio, una participación de 30 personas. La proyección es que en 2023 se realicen 245 encuentros en 49 sectores priorizados en el Bajo Cauca. También que las temáticas se puedan ampliar a fortalecer organizaciones comunitarias y proyectos productivos.

This article is from: