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Colombia partida en dos

Por estos días se cumplieron 74 años del asesinato de Jorge Eliécer Gaitán, quién hizo celebre la frase de que Colombia no era un país de dos partidos: Liberal y Conservador, sino un país partido en dos: Oligarquía – y su clientelay el pueblo. Hoy, seguimos igual. El Señor Cesar Gaviria amenaza con no votar la reforma a la salud si no se acogen sus intereses en la misma, intereses que nombran el pueblo como pretexto y que responden a los intereses de quienes se han venido enriqueciendo indebidamente con dineros públicos cooptados por las EPS, mientras en veredas y corregimientos, la gente se enferma y se muere sin mayor preocupación por los mercaderes de la salud. Lo acompañan los otros fragmentos de la misma oligarquía: Cambio Radical, La U, el Partido Conservador y el Centro Democrático, los mismos que durante treinta años abandonaron a los colombianos de las regiones apartadas a su suerte y que poco han hecho para garantizar el derecho a gozar de un ambiente sano, prerrequisito, para que podamos hablar de salud pública. En todos los campos, estas gentes “importantes”, no se acuerdan del pueblo si no en época electoral, lo triste es que ese pueblo sigue como en tiempos de Jesús, votando por Barrabas, quienes los roban, engañan y asesinan, condenándolo a su condición de siervos miserables de generación en generación.

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Petro ha puesto al pueblo, de verdad, en el centro de la política pública: Salud, pensiones, trabajo, reforma agraria, educación y éste es su pecado ante las plutocracias y sus clientelas, que no quieren ceder nada de sus prerrogativas mal habidas. El pueblo tiene la palabra y la fuerza para cambiar el rumbo, pero para ello se necesita organización, dignidad y coraje, que esperamos no se hayan perdido, sepultados bajo el fango de la historia. *Sociologo, director Movimiento Ser Ciudadano.

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