Reposar Ya Hoy Reposar – ¿a quién no le gusta? Pero el reposo primero hay que encontrarlo. Gracias a Dios – hay un ofrecimiento para poder tenerlo, un ofrecimiento de gracia.
"Por tanto, queda un reposo para el pueblo de Dios. Porque el que ha entrado en su resposo, también ha reposado de sus obras, como Dios de las suyas". Así decía el texto bíblico de Hebreos 4:9-10, con el cual el Apóstol Mayor Jean-Luc Schneider sirvió el 15 de febrero en Wels (Austria). Punto de partida y finalidad El reposo que menciona el texto bíblico se refiere al séptimo día de la creación, explicó el Apóstol Mayor. Los seres humanos tenían comunión perfecta con Dios. Todo respondía a su voluntad. Y Dios reposaba de sus obras. "Dios quiere volver a establecer la misma situación". Esta es la meta del plan de salvación que culmina con la nueva creación. "Hoy vivimos en un tiempo especial de gracia, donde el amado Dios nos hace un ofrecimiento de gracia: no necesitas esperar a la nueva creación, ya puedes tener antes comunión con Dios". Para eso hay que hacer algo, destacó el Apóstol Mayor Schneider: "Hay que aceptar hoy el ofrecimiento de gracia". Pues la gracia no es un bien sin límites, sino un ofrecimiento temporal.