EN LOS MÁRGENES
INTIGA 24
JULIA ALONSO OCHOA
INTRODUCCIÓN
A lo largo de este mini ensayo se pretende exponer y explicar una realidad distópica actual entorno al tema de la vivienda. Analizar problemáticas con respecto al capital que dinamitan la precariedad y marginalidad de la clase trabajadora.
Se narrará en el distrito madrileño de Tetuán, analizando la variación del tejido de barrio a lo largo del tiempo y mostrando dinámicas económicas y políticas que han roto y siguen rompiendo redes de vivienda digna.
Observando los datos y analizándolos se pretende dirigir la mirada hacia posibiles futuros que ofrezcan distintas realidades, abriendo la puerta a utopías en las que apoyarse teóricamente y exponiendo posibilidades de lucha de clase y acción para afrontar la problemática en un futuro inmediato.
EL DISTRITO DE TETUÁN: CONSTRUCCIÓN DEL
TEJIDO DE BARRIO
Un distrito socio-culturalmente diverso
Centramos la mirada en el distrito de Tetuán. Un distrito que nace de la necesidad de asentarse en la ciudad de la clase trabajadora en el siglo XVIII.
Desde entonces hasta ahora, con la unificación de la ciudad, el nombramiento de Tetuán como distrito y las transformaciones socio-económicas, se distinguen en la actualidad seis barrios: Cuatro Caminos, Bellas Vistas, Castillejos, Berruguete, Valdeacederas y Almenara.
El transfondo sociocultural interesa para comprender unas cifras que marcan y determinan la demografía de los barrios y sus características económicas. Plagado de diversidad, Tetuán será una interesante ejemplificación de lo que ha pasado con las ciudades contemporáneas.
El distrito de Tetuán en números: la sociología y economía de un barrio
Historia
Tetuán crece y se organiza alrededor de unas vías características y principales.
Cuatro Caminos se convierte en un principal intercamibador cuando llega el metro a la ciudad, se abre una gran plaza que comunica al distrito con otras zonas de la ciudad y comienza a haber una confluencia de habitantes madrileños que dibujarán un paisaje urbano propio de la urbe.
Los edificios interactuán entre ellos y con los que los habitan, se crean comuniadades verticales que ahondan en sentimientos de pertenencia en la ciudad. Los barrios, plagados de esta verticalidad se organizan en avenidas y la trama urbana comienza a tener un sentido propio en la ciudad.
La historia del distrito: sobre cómo evoluciona y se resignifica un barrio
La esponja urbana
Bravo Murillo se convierte en la prinicpal avenida del distrito, plagada de verticalidad, utiliza los bajos de los edificios para el comercio, creando un paisaje urbano permeable y amable, que conecta directamente con la vivienda privada, proporcionándola carácter y tejiendo unas redes entre vecinos sostenidas por el trato directo y la familiaridad.
Se define con el tiempo el barrio madrileño, y conforme pasa el tiempo se va resignificando con la llegada de nuevas miradas a la ciudad y nuevos inquilinos con nuevas perspectivas culturales, abriendo la puerta al enriquecimiento y al cambio.
Tetuán, se reconocerá con el tiempo como un distrito diverso, tanto culturalmente como tipológicamente, ofreciendo diversidad comercial y variedad de paisajes.
El bloque de viviendas madrileño que hace barrio: Bravo Murillo como ejemplo de comunidad vecinal
Percepciones
Al alejarnos de las grandes avenidas y analizando el Tetuán contemporáneo, se observa como el que habita nota una frontera clara entre La Castellana y su barrio, entre la trama urbana de un lado y del otro de Bravo Murillo. Reconoce unas fronteras y unos nodos de comunicación que con el tiempo han ido cogiendo mayor significado.
Entiende y superpone al barrio una trama capitalista que ha roto la comodidad del habitar.
Es entonces cuando el que pasea y analiza su barrio nota la sobreestimulación en Bravo Murillo, pocas zonas verdes cerca de su vivienda y un atropellado tumulto de gente que encuentra pocas maneras de crear barrio en su entorno.
Tetúan se gentrifica y con ello la hostilidad llega a la trama urbana.
Diagrama de percepciones en la deriva: Tetuán dibujado a partir de los diagramas de Kevin Lynch
TETUÁN DISTÓPICO: LA VIVIENDA COMO PRIVILEGIO
Introducción a la distopía
¿Qué ha destruido nuestro barrio? ¿Cómo se ha creado la hostilidad urbana? ¿Se prioriza lo humano a la hora de idear planes de vivienda actualmente? ¿Es suficiente con reformar lo que ya está roto?
En el barrio existe un enriquecimiento que conlleva la migración en la vida cultural, un patrimonio arquitectónico que determina un tejido de barrio, pero también y sobre todo, una globalización sistemática que desvaloriza lo humano y precariza a los habitantes.
Lo idílico de la comundidad vecinal madrileña se rompe cuando a tu vecina le desahucian porque el dueño es un fondo de inversión que pretende turistificar la vivienda.
Se rompe todo cuando la única actividad intergeneracional es beber cerveza sobrecostosa e ir de compras por las principales avenidas.
El distrito contemporáneo: ejemplificación de las problemáticas de la turistificación en los barrios
La hostilidad de los vacíos
Bravo Murillo, como avenida principal con potencial de esponjamiento de barrio, se ha convertido en el lugar de acogida de grandes franquicias de alimentación y moda. Comprando locales a pequeñas empresas, las grandes marcas resignifican la avenida, gentrificando la zona y acabando con el comercio local propio de los bajos de los edificios.
La hostilidad urbana surge cuando los espacios abiertos escasean porque se han cambiado de uso parcelas destinadas a lo público, cuando fruterías locales en esquinas se sustituyen por salones de apuestas. De pronto, la avenida se convierte en un pasillo opaco en sus esquinas, un largo pasillo despoblado y desprovisto de interacciones.
La gentrificación crea estragos en el significado de comunidad vecinal.
Los vacíos de un barrio: Bravo Murillo definido por salones de apuestas, franquicias y pisos turísticos
Viviendas colectivas
Tetuán se trata de un distrito con una gran heterogeneidad de viviendas colectivas, no sólo en cuanto a características arquitectónicas sino en cuanto a su disposición en el mapa.
Se observa cómo existe un mayor número de viviendas en las zonas oeste y céntrica del distrito, que coincide con el entorno de Bravo Murillo y que crea un tejido de barrio recargado en muchas de sus zonas.
Se puede analizar, por tanto, cómo la sobrecarga de viviendas en altura y la especulación con el terreno, crea un paisaje urbano desprovisto de zonas verdes. Tetuán se ha convertido en una amalgama de descampados y grandes bloques de vivienda.
Se construye sin descanso mientras se gentrifica la zona, Tetuán es centro y sus habitantes deben marcharse.
Número de viviendas colectivas en alquiler por sectores censales: Datos reinterpretados obtenidos del Ayuntamiento de Madrid
Superficies habitables
Resulta interesante analizar cómo en las zonas con un mayor hacinamiento de vivienda colectiva cuentan con una superficie menor.
Teniendo en cuenta que la media de personas que habita en una casa actualmente es de 2,34 personas, 40 metros cuadrados, considerado infravivienda, es el lugar de acogida de unidades familiares.
Las mayores superficies de vivienda se encuentran bordeando la Castellana , implicito en este caso un nivel adquisitivo de las personas que allí habitan mayor.
Existe, por tanto, una clara barrera de clase cuando se habla de la superficie de la vivienda. Y además, la especulación hace que las clases sociales se polaricen aún más y que la soñada clase media no puede acceder poco a poco a la comodidad prometida.
Superficie media de viviendas colectivas por sectores censales: Datos reinterpretados obtenidos del Ayuntamiento de Madrid
Capitalización del barrio
Bravo Murillo se convierte en la principal ruptura socio-económica del distrito con la especulación. Se observa como los sectores censales a la derecha de la avenida van a poseer una renta mayor que los que se situán a la izquierda de la misma.
A la izquierda, con las viviendas más pequeñas y en las zonas más congestionadas de bloques residenciales, se encuentran los hogares con menor renta.
La gentrificación que coloniza al barrio desde Chamberí y Chamartín crea un paisaje distópico en el que tener la comodidad de una vivienda digna es un privilegio al que muy pocas personas pueden acceder.
Si gano el sueldo mínimo, la mayor parte de las viviendas del distrito se llevarían el 70% de mi sueldo. La dignidad depende del captial.
Renta media (€/m ² x mes) viviendas colectivas por sectores censales: Datos reinterpretados obtenidos del Ayuntamiento de Madrid
Alquiler como concepto distópico
Recapitulando, la gentrificación se come al barrio atravesando Chamartín y Chamberí, los bloques de vivienda los compran fondos de inversión, el distrito se plaga de airbnbs, los alquileres suben, las familias se hacinan en 40 metros cuadrados sin poder llegar apenas a fin de mes, se deshaucian a las inquilinas que no pueden pagar 1300 euros por su vivienda al mes, las inquilinas no pueden irse a otro sitio porque poco a poco en el barrio el alquiler es de 1300 euros, la vivienda es un negocio, la vida humana insignificante, la habitabilidad una leyenda.
Alquilar se vuelve un infierno desde el primer momento que tu estabilidad y la de tu familia depende de un casero, una inmobiliaria o un fondo de inversión. La distopía no es futura sino que se respira día a día.
Cuantía media arrendamiento (€/ mes) viviendas colectivas por sectores censales: Datos reinterpretados obtenidos del Ayuntamiento de Madrid
OKUPACIÓN DE LOS VACÍOS: LA LUCHA
COMO ALTERNATIVA
Okupar como lucha política
Es muy llamativo y reconfortante observar como la esperanza se construye desde la sindicalización y la colectivización.
El Tetuán contemporáneo se vuelve inhabitable para la mayoría de los ciudadanos. En un sistema capitalista que incita al individualismo, surgen espacios donde problemáticas individuales pueden ser políticas y reivindicativas.
La alineación por identidad, orientación o marginalidad de pronto se vuelve importante para derribar conceptos opresores en el barrrio. Permite mediante la comunidad, poner encima de la mesa problemáticas interseccionalmente.
Los CSO surgen como alternativa espacial de acogimiento de estas disidencias, intentando transformar el barrio desde dentro.
Historia de las okupaciones en el distrito de Tetuán: los CSO (Centros Sociales Okupados) como alternativa de organización política
Okupar es rehabitar
La Enredadera se trata de uno de los centros sociales okupados más importantes de la ciudad de Madrid.
Organizando actividades diversas, desde deportes, fiestas hasta reuniones de colectivos políticos, ofrece un espacio donde poder hablar de esta marginalidad sistémica y donde poder hacerla frente planteando nuevos modelos de comprender lo comunitario.
La Enredadera okupa un edificio industrial abandonado y lo resignifica gracias al tejido de barrio que se crea a su alrededor. A través de la autogestión, se crea un territorio amable y esponjado entre una realidad que ahoga y oprime.
Ejemplifica, por tanto, el poder de la unión de imaginarios, deja ver cómo lo colectivo es poderoso y la humanización espacial sigue viva.
La Enredadera: principal centro social okupado del distrito, historia y colectivos
CONCLUSIÓN
Si después de analizar tu barrio, sigues sin percibir un desolador individualismo, una inexistenicia de derechos humanos y una tristeza sistematizada, sal del opiaceo capitalista.
Es miedoso comprender que tus privilegios no dependen más que de la especulación y vergonzoso asumir que tener un techo forma parte de esos privilegios.
La vivienda no es un bien negociable, la vivienda es de calidad, es acogedora, es interseccional, es universal.
Mientras el desencanto colonializa el tejido de barrio, la esperanza se mueve por los márgenes, ofreciendo espacialidad a la disidencia, exclamando que lo colectivo es lo único que puede rehabitar y reconstruir el pensamiento y los anhelos.
JULIA ALONSO OCHOA INTIGA 24 CURSO OTOÑO 2024