Revista nº 14 Junta Estudios Históricos Tucuman 2014

Page 1


2

ISSN 0327-1560

Copyright © 2014 JUNTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE TUCUMÁN C. C. 155 – (4000) San Miguel de Tucumán Tucumán – República Argentina Editoras: Prof. Elena Perilli de Colombres Garmendia – Sra. Sara Peña de Bascary Colaboración especial en diagramación: Manuel Ocaranza Zavalía Se terminó de imprimir en el mes de diciembre de 2014 en artes Gráficas Crivelli – Salta WWW.agcrivelli.com.ar


Revista de la JUNTA DE ESTUDIOS HISTORICOS DE TUCUMAN Director: Ventura Murga _______________________________________________________________________________ Nº 14 San Miguel de Tucumán, diciembre de 2014 ________________________________________________________________________________ Comisión de Referato: Dr. Carlos Páez de la Torre (h), Prof. Nélida Beatriz Robledo Prof. Elena Perilli de Colombres Garmendia. _______________________________________________________________________________ Las opiniones y cuanto se dice en los trabajos publicados en esta revista, son exclusiva responsabilidad de sus autores.

SUMARIO Miembros de la Junta………………………………………………………………………… 5 - 9 Prólogo……………………………………………………………………………………….

11

ARTÍCULOS La condición femenina en tiempo de los incas según el P. Bernabé Cobo Teresa Piossek Prebisch……………………………………………………

13 - 47

El parque de Tucumán (1935) Elena Perilli de Colombres Garmendia…………………………………..

49 - 84

Federico Schickendantz. Un científico investigador y vehemente Sara Peña de Bascary…………………………………………………..…

85 - 124

Tucumán y el Norte después de la Batalla de Río Colorado: los gobiernos de José María del Campo y José Posse. Carlos Páez de la Torre (h)………………………………………………..

125 – 174


4

El gobernador brigadier general Alejandro Heredia y la milicia durante su gobierno en Tucumán (1832-1838) Félix Alberto Montilla Zavalía………………………………………………

175 - 192

Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834) Pedro León Cornet…………………………………………………………

193 - 229

Antiguos viñedos y vinos en el patrimonio cultural de los salteños Rodolfo Leandro Plaza Navamuel…………………………………………

231 - 256

Los judíos en América antes de Colón. Acerca del poblamiento de América y de la Argentina Antonio Virgilio Castiglione………….……………………………………

257 - 277

El “Loco Torres” Eduardo Frías Silva………………………………………………………

279 - 285

NOVEDADES

Acciones de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán durante los años 2013-2014....................................................................................................................

287 - 291

Homenaje de la Junta de Estudios Históricos al presidente Julio Argentino Roca en el centenario de su muerte………………………………… 292 - 299 Distinciones……………………………………………………………………………… 300 - 301 Miembros de Numero recientemente fallecidos………………………………… 202 - 303 Actividades de algunos de Miembros de Número de la Junta (2013-2014)……. 304 - 312 Nuevos Miembros de Número y Correspondientes (2013-2014)………………… 312 - 315


JUNTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE TUCUMÁN

COMISIÓN DIRECTIVA (2013 -2014)

PRESIDENTE Lic. Teresa Piossek Prebisch

VICEPRESIDENTE Prof. Elena Perilli de Colombres Garmendia

SECRETARIA Sra. Sara Peña de Bascary

PROSECRETARIO Dr. Justino Terán Molina

TESORERA Arq. Marta Beatriz Silva

PROTESORERO Sr. Ventura Murga

VOCALES Prof. Nélida Beatriz Robledo Arq. Alberto Nicolini

REVISORES DE CUENTAS Prof. Lucia Piossek Prebisch Dr. Carlos Páez de la Torre (h)


6

MIEMBROS FUNDADORES DE NÚMERO Sr. Ventura Murga Dr. Carlos Páez de la Torre (h)

MIEMBROS DE NÚMERO Arq. Alberto Nicolini (1972) Dr. Armando Pérez de Nucci (1988) Lic. Teresa Piossek Prebisch (1988) Dra. Celia Terán (1988) Sara Peña de Bascary (1988) Prof. Lucía Piossek de Zucchi (1994) Dr. Diego E. Lecuona (2001) Prof. Elena Perilli de Colombres Garmendia (2001) Dra. Olga Paterlini de Koch (2001) Dra. Cristina del Carmen López (2006) Prof. Nélida Beatriz Robledo (2006) Prof. Irene García de Saltor (2006) Arq. Marta Beatriz Silva (2006) Dr. Félix Montilla Zavalía (2010) Dr. Justino Terán Molina (2012) Dr. Pedro León Cornet (2013) Jorge Alberto Corominas (2013) Dra. Gabriela Tío Vallejo (2014)

MIEMBROS FUNDADORES DE NÚMERO FALLECIDOS Roberto Zavalía Matienzo, Enrique Kreibohm, Jesús Natividad Medina de Lázaro, Prof. Antonio Serrano Prof. Carlos M. Reyes Gajardo, Prof. Manuel García Soriano, Dr. Víctor E. Molina, Dr. Ramón Leoni Pinto, Prof. Orlando Lázaro, Prof. Hilda Zerda de Cainzo, Dr. Ernesto Muñoz Moraleda, Prof. Rodolfo A. Cerviño, Prof. Pedro José González, Prof. Teodoro Ricardo Ricci

MIEMBROS DE NÚMERO FALLECIDOS Dr. Horacio W. Bliss, Prof. Luis Cano, Dra. Stella Maris Molina de Muñoz Moraleda, Lic. Severo G. Cáceres Cano. Fray Rubén González O. P


MIEMBRO HONORARIO DE NÚMERO Dr. Roberto Levillier (1966) †

MIEMBROS CORRESPONDIENTES CAPITAL FEDERAL Dr. Isidoro J. Ruiz Moreno R.P. Hugo Storni S.J. Prof. José Ma. Ramallo Dra. Cristina Minutolo

Dr. Víctor Tau Anzoátegui Dr. José María Mariluz Urquijo Dra. Hebe Clementi Dr. Eduardo Martiré

CATAMARCA Prof. Armando Bazán Lic. Marcelo Gershani Oviedo

CÓRDOBA Prof. Bernardino Calvo Prof. Edmundo Heredia Dr. Carlos Prudencio Bustos Argañaraz

CHACO Dr. Ernesto J. A. Maeder Arq. Ramón Gutiérrez

ENTRE RÍOS Prof. Facundo A. Arce Sr. Juan Isidro Quesada Elías


8

MENDOZA

Dr. Edberto Oscar Acevedo Prof. Luis Alberto Coria

RÍO NEGRO Prof. Nilo Fulvi

SALTA Prof. Olga Chiericotti Sr. Leandro Plaza Navamuel

SANTIAGO DEL ESTERO Dr. Antonio Virgilio Castiglione

TUCUMÁN Dr. Eduardo Berberián Prof. Lucio Reales Prof. Silvia Eugenia Formoso Lic. María Florencia Aráoz de Isas Prof. Olga Liliana Asfoura de Adad Prof. María de las Mercedes Cerviño de Rodríguez Prof. Marta Inés Zavalía Lic. Gloria Zjawin Gentilini Dra. Beatriz Vitar Mukdsi


MIEMBROS EN EL EXTERIOR Dr. Alejandro Málaga Medina (Arequipa, Perú) Sr. Manoel Lelo Belloto (San Pablo, Brasil) Sr. Agustín de la Fuente Candamo (Lima, Perú) Fray Gómez Canedo (Washington D.C., Estados Unidos) Dr. César Gutiérrez Muñoz (Lima, Perú) Dra. Graciela Sánchez Cerro (Lima, Perú) Dr. Franklin Pease G.Y. (Lima, Perú) Dra. Donna J. Guy (Tucson, Arizona, Estados Unidos)

MIEMBROS CORRESPONDIENTES FALLECIDOS Prof. Urbano Joaquín Núñez, Dr. Andrés R. Allende, Dr. Roberto Etchepareborda, Dr. Bernabé Martínez Ruiz, Dr. Alberto Gabriel Padilla, Dr. Humberto Mandelli, Fray José Brunet O.M., Dr. Raúl A. Molina, Dr. Estratón Lizondo; Dr. Antonio J. Pérez Amuchástegui, Prof. Carlos Alberto Lanzilloto, Pbro. Ramón Rosa Olmos, Prof. Ernesto Salvatierra, Sr. Gaspar Guzmán, Dr. Edmundo Correas, Dr. Atilio Cornejo, Sr. Víctor Sáa, Dr. José Carmelo Busanich, Prof. Oscar L. Ensick, Dr. Orestes Di Lullo, Dr. Nicanor Rodríguez del Busto, R.P. Jorge Bekier, Dra Selva Santillán de Andrés, Prof. Estela Barbieri de Santamarina, Prof. Catalina Pistone de Hernández, Prof. Adela Fernández de Schorr, Dr. Pedro Santos Martínez, Dr. Alberto Rex González, Dr. Dardo Pérez Guilhou, Prof. Gerardo Pérez Fuentes, Prof. Pedro I. Galarza, Prof. Luis Alen Lascano, Luis A. Ledesma Medina, Prof. Luis O. Colmenares, Prof. Jorge Comadrán Ruiz, Prof. Fermín Chávez


10


PALABRAS PRELIMINARES

La Junta de Estudios Históricos de Tucumán lanza su Revista N° XIV. Es un logro más de los muchos realizados a lo largo de sus cuarenta y ocho años de existencia, superando dificultades y cumpliendo con el objetivo propuesto el día de su creación: contribuir al conocimiento de la Historia de Tucumán y del Noroeste argentino, y difundir el fruto de las investigaciones realizadas a través de cursos y publicaciones. Esta Revista, al igual que las trece que le precedieron, presenta investigaciones inéditas, nueve en total, que la Junta entrega al público lector deseoso de conocer los sucesos de nuestra riquísima historia que es la de la construcción de nuestra comunidad, tanto tucumana como argentina.

LIC. TERESA PIOSSEK PREBISCH Presidente


12


LA CONDICIÓN FEMENINA EN TIEMPO DE LOS INCAS SEGÚN EL P. BERNABÉ COBO Teresa Piossek Prebisch

Ignoro si hay otra conquista en la que, como la de América por España, el conquistador haya escrito tanto sobre el conquistado, al extremo de que si conocemos la historia de mayas, aztecas, incas y otras culturas aborígenes no es tanto por lo que ellos registraron sobre sí mismos,1 sino, primordialmente, por los testimonios de los cronistas españoles. Afortunadamente fueron muchos; algunos gente con estudios, otros simples soldados, pero todos movidos por un sentimiento común: el de comprender que lo que estaban viviendo era un momento único en la historia de la humanidad que debía ser perpetuado por escrito. Entre los que escribieron sobre los incas, uno de los más eminentes es el P. Bernabé Cobo, naturalista e historiador como lo 1Las

grandes culturas americanas como la azteca e inca no desarrollaron la escritura. La excepción fueron los mayas que tuvieron un complejo sistema de escritura jeroglífica sólo accesible a iniciados. Se cree que también tuvieron cierto tipo de sistema de escritura las culturas andinas Paracas y Mochica. Ver Del Busto D., José Antonio: Perú preincaico. Librería Studium Editores. Lima. 1986.


14

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

describe el P. Francisco Mateos en la Introducción a su obra. 2 Nació en el pueblo de Lopera, en Jaén, en 1580, y su educación aparentemente se redujo a primeras letras. Era un muchacho de quince años cuando llegó al pueblo un capitán proveniente de Indias que reclutaba gente para hacer una expedición al famoso El Dorado y el joven, colmado de brío juvenil e ilusiones, dejó para siempre la casa paterna y se alistó. La expedición, compuesta por seis embarcaciones e integrada por mil quinientas personas, zarpó de Sanlúcar de Barrameda en febrero de 1596 y arribó a la Isla Trinidad dos meses después. Los viajeros llegaban llenos de optimismo, pero se encontraron con que una vez más- El Dorado era un chasco y aquellos que se aventuraron en su búsqueda, en lugar de fortuna hallaron toda suerte de malaventuras, desde encuentros con indios caribes antropófagos, hasta enfermedades y hambrunas sin cuento. El joven Cobo, frustrado y solo en el Nuevo Mundo, pasó a la Isla Española3 donde permaneció un año, y luego a Panamá lugar en el que encontró su destino. Ocurrió cuando conoció al provincial de la Orden Jesuita en Méjico, el P. Esteban Páez, enviado como visitador a los jesuitas del Virreinato del Perú. A éste, algo le atrajo de la personalidad del muchacho, quizá su capacidad de observación

Biblioteca de Autores Españoles, Tomo XCI: Obras del P. Bernabé Cobo de la Compañía de Jesús. Estudio preliminar y edición del P. Francisco Mateos de la misma Compañía. Ediciones Atlas, Madrid, 1964. 3 Hoy territorio ocupado por las repúblicas de Santo Domingo y Haití. 2


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

15

y asimilación4 -como escribe el P. Mateos- y lo tomó bajo su protección. Lo llevó a Lima y le proporcionó una beca para estudiar en el colegio real de San Martín dirigido por jesuitas, el primero de carácter universitario fundado en la capital virreinal, institución formadora de religiosos, magistrados y funcionarios en el que estudiaban los hijos de la élite limeña y de otras ciudades del Virreinato. Era el año 1599 y el joven permaneció en él dos estudiando Humanidades. En 1601, con veintiún años de edad, tomó la decisión de ingresar en la Compañía de Jesús. Cursó sus dos años de noviciado en un pueblo de indios próximo a Lima llamado Santiago del Cercado. En 1603 hizo sus primeros votos y continuó sus estudios de Humanidades y Filosofía. En 1609 fue a Cuzco donde tuvo su primer encuentro con la que fuera la gran capital del Tahuantinsuyu, el imperio incaico, en la que permaneció hasta 1613. A partir de allí viajó a la ciudad de La Paz, 5 a las ruinas de Tiahuanacu, al Lago Titicaca con su mítica Isla del Sol, a Pachacamac y, como señala el mismo P. Mateos, por sus escritos puede en parte reconstruirse el itinerario, y juntamente presenciar la génesis y el desarrollo de una vocación científica, cuyos rasgos se van de día en día perfilando.6…Su personalidad inquieta y andariega de buscador de maravillas, se iba definitivamente modelando en el hombre de ciencia, curioso e infatigable investigador de la naturaleza americana y sus secretos, que éste fue Ibídem, p. IX Más conocida entonces como Chuquiabo. 6 Ibídem, p. XVIII. 4 5


16

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

en concreto el Dorado espiritual que encadenó el interés y la vida de Cobo.7 Su tercera probación la hizo en 1616, contando 36 años, en el Colegio de la Compañía del pueblo de Juli donde jesuitas ilustres como los PP. Alonso de Barzana, Juan Romero y otros estructuraron el sistema que regiría las llamadas reducciones de indios a cargo de la Orden. Entonces fue cuando el P. Cobo aprendió las lenguas quichua y aymara fundamentales para evangelización, de las que, llevado por su curiosidad científica, hizo un estudio comparativo tendiente a probar su origen común. Viajó mucho por el Perú en cumplimiento de su tarea misional que siempre acompañó con la observación profunda de los hechos que lo rodeaban. Cosa que veía, ya fuera obra humana o de la naturaleza, le llamaba la atención y la transformaba en objeto de su estudio: fauna, flora, geografía, fenómenos geológicos, usos, costumbres, etnografía, arqueología, legado de las antiguas culturas y a ese conjunto tan variado de realidades que lo asombraban, lo iba asentando por escrito para componer la que sería su monumental Historia del Nuevo Mundo. Pero el P. Cobo ansiaba conocer más de las Indias y pidió a sus superiores autorización para mudarse a Méjico cosa que concretó en 1630. Al pasar por Guatemala, en una actitud que pinta su carácter no sólo inquieto sino también emprendedor, cuando conoció el árbol de chirimoya que no había visto en el Perú, recogió pepitas y las 7

Ibídem, p. XX.


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

17

envió a un conocido de Lima para que las sembrase, y, al regresar de Méjico doce años después, en 1642, comprobó con gran satisfacción que el árbol había arraigado en tierra peruana y fructificado exitosamente. Los años siguientes, en los que figura como lector de latín en el Colegio de la Compañía, del Callao, los dedicó a completar su obra. Murió en Lima el 9 de octubre de 1657, a los setenta y siete años de edad, cuarenta y ocho de ellos de residencia en el Perú y cuarenta dedicados a escribir su obra comenzada en 1617. Ésta consta de tres partes generales divididas en libros, de las cuales se conoce la primera en su totalidad y una parte de la segunda; el resto, hasta el presente, está extraviado de modo que de los 43 libros originales sólo han llegado hasta nosotros 17. Sin embargo conocemos cuál fue el contenido total gracias al minucioso prólogo que él mismo escribió. La primera parte trata de la naturaleza de las Indias: mineralogía, flora y fauna, tanto especies autóctonas como traídas del Viejo Mundo y aclimatadas por los españoles, discerniendo entre las originarias de Europa, de Asia o de África. El hombre americano, sus diversas naciones, características físicas y culturales, usanzas, creencias religiosas, organización social y política. La segunda trata del descubrimiento de las Indias y su conquista. De sus virreyes y gobernadores. De cómo se trasplantó “la república de los españoles”. De la conversión o cristianización de los


18

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

indios. Del reino del Perú y provincias de la América austral. De la fundación de la ciudad de Lima. La tercera estaba dedicada al reino de Nueva España o Méjico. A las provincias de América septentrional. A las islas, tanto del Mar del Norte -Océano Atlántico- como del Mar del Sur -Océano Pacífico-. A las rutas marítimas. De los países que conoció, el P. Cobo tuvo preferencia por el Perú por haber sido esta república de los reyes Incas -escribe- la más concertada en su manera de gobierno de cuantas hubo en las Indias,8 de la que nos dejó un minucioso panorama, tan amplio, que a partir de él pueden desarrollarse diversos temas relativos al Perú incaico. De entre ellos he elegido éste que a continuación desarrollo: LA CONDICIÓN FEMENINA EN TIEMPO DE LOS INCAS A los conquistadores les asombró la perfección de la organización incaica que se conservaba al momento de su llegada no obstante haber sufrido el país siete años de guerra civil entre los hermanastros Huáscar y Atahuallpa, por la posesión del trono. La base de esta organización administrativa, de estructura piramidal en cuya cúspide estaba el Inca9, era la masa popular habitante del imperio, varones y mujeres quienes, de hecho, resultaban propiedad del soberano, algo hoy inadmisible, pero Ibídem, p. XXXVII. La palabra Inca, escrita con mayúscula, se aplica al soberano y a gente de sangre real. Escrita con minúscula es un gentilicio. 8 9


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

19

comprensible para entonces, si se considera que constituían la energía productiva prácticamente única de un país donde no existían animales de tiro y carga10 equiparables a los equinos, ni se conocía esa maravilla tecnológica, creación del Viejo Mundo que es la rueda 11 En el imperio inca la ociosidad era severamente castigada y todos debían trabajar. Los varones, en labrar campos y minas; en construir edificios, caminos y puentes; en desempeñarse como sirvientes, soldados o chasquis en el sistema de correos. Este criterio de tener derecho a disponer de la persona humana como fuerza laboral se acentuaba en el caso de las mujeres quienes ya no sólo estaban a disponibilidad del Inca, sino del varón con el cual les tocara convivir durante su existencia. Observa el P. Cobo12 que, entre las mujeres del pueblo, la virginidad no era especialmente valorada, sino que, cuando el indio pone los ojos en alguna para tomarla por mujer, no… se informa de si ha vivido honesta o disolutamente…; lo que ante todas cosas miran es qué bienes tiene la esposa, y lo segundo si es hacendosa y le sabrá servir y regalar…13 Luego agrega: Sirven las mujeres a sus maridos como unas esclavas: ellas llevan todo el peso del trabajo, porque, además de La llama ha sido usada desde tiempos pretéritos y hasta hoy para transporte de bultos, pero puede cargar poco peso y se cansa rápidamente. 11 Esta actitud posesiva de la masa humana, por parte de quien ostentaba el poder, no fue exclusiva de los Incas, ya que la historia nos muestra que se dio casi sistemáticamente en todos los imperios primitivos. 12 Ibídem, Tomo XCII, Libro undécimo, cap. VII, p. 22. 13 Ibídem. El subrayado y todos los siguientes puestos en el presente artículo corresponden a la autora. 10


20

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

criar los hijos, guisan la comida, hacen la chicha,14 labran toda la ropa que visten así ellas como sus maridos e hijos,15 y en la labor del campo trabajan más que ellos; los cuales no saben poner mano en cosa en que no le hagan compañía y ayuden sus mujeres… Por eso, aunque regía la exención de tributar las mujeres todas16… de hecho sí lo hacían al trabajar junto a sus maridos. Éstos -continúa el P. Cobo- hasta cuando caminan, yéndose ellos vacíos, las llevan cargadas como a jumentos. A esta causa era… grandeza, y… no pequeña riqueza, el tener muchas mujeres [aunque] contentábanse con una sola los plebeyos…17 Si bien los hombres del pueblo tenían derecho a poseer una sola mujer, entre los de más alto nivel social no se imputó a delito… el tener muchas…18. Por el contrario, el poseerlas túvose por autoridad, honra y hacienda, palabra, esta última, que expresa con elocuencia la valoración que se hacía de la mujer. Era una posesión utilitaria que servía tanto para la satisfacción sexual, como para fuerza productiva, y el hecho de que el Inca obsequiara una, era merced y privilegio especial que se daba por remuneración de servicios… o por ser [los obsequiados] personas de mucha calidad o de grande ingenio, habilidad y suficiencia para el gobierno de la república; y era éste La chicha era la bebida alcohólica por excelencia de los pueblos andinos. Téngase en cuenta que antes de la Revolución Industrial que permitió, entre otros cambios, la posibilidad de fabricar telas y ropa en grandes cantidades y a precios económicos, todo lo relativo a tejeduría era labor manual realizada principalmente por mujeres. De allí la importancia, para un varón, de contar con varias tejedoras de su propiedad. 16Ibídem, Libro duodécimo, cap. XXVII, p. 119. 17 Ibídem. 18 Ibídem, Libro decimocuarto, cap. VII, p. 247. 14 15


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

21

un favor que se tenía en grande estimación, porque era hacienda y servicio. El que la mujer constituyera hacienda y servicio para el varón, era una actitud cultural que impregnaba toda la sociedad incaica, incluso a las propias víctimas acostumbradas a la sumisión desde la infancia, al punto que la aceptaban como hecho normal de su existencia y así lo observa el P. Cobo: …entre esta gente eran tan sujetas las mujeres… al servicio de sus maridos… que aunque fuesen muchas, no… osaban más de lo que se les mandaba; y no sólo servían en los oficios caseros, sino también en el campo, en las labranzas,…en edificar casas y llevar cargas, cuando sus maridos caminaban…Esto último ocurría aunque estuviesen embarazadas, hecho que el cronista menciona trasuntando lo inhumano que le resultaba: …no pocas veces acontecía, que, yendo cargadas, les venían los dolores del parto en el camino, y para parir no hacían más que desviarse un poco del camino, y en pariendo, llegábanse adonde había agua y lavaban la criatura y a sí mismas, y echándosela encima de la carga…, tornaban a caminar como antes que pariesen. Finalmente, en nada ponían los maridos las manos, en que no les ayudasen sus mujeres. Por lo cual, quien tenía acopio dellas, se tenía por rico y de hecho lo era.19 La mujer del pueblo trabajaba todo el día para poder cumplir con los deberes propios de su condición, uno de ellos hilar. Hilan las indias no sólo en sus casas, -escribe el P. Cobo19

Ibídem, p. 247.

sino también


22

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

cuando andan fuera dellas ora estén paradas, ora vayan andando que… no les es impedimento el andar para que dejen de ir hilando…20 En el otro extremo de la pirámide social estaba la Coya o reina, mujer legítima del Inca, que llevaba una vida regalada, tanto que, cuando se movilizaba fuera de palacio, iba en sus andas ricamente aderezadas de brocado y pedrería.21 Sin embargo, para la sucesión del trono no contaban en absoluto las hijas; el solo hecho de ser mujer tácitamente las inhabilitaba para ocuparlo. MATRIMONIOS

EN MASA

Si bien el Inca disponía de la energía física de la gente y la asignaba a la tarea que considerara necesaria, en el caso de los varones no se inmiscuía en su intimidad; por el contrario, en el caso de las mujeres también se arrogaba el derecho a disponer de su sexualidad porque la mujer virgen constituía un bien valioso al que se le daban distintos destinos según las conveniencias del Estado personificado en el Inca. A cierto número de mujeres éste lo destinaba a la vida marital -y por ende, a la reproducción- y con tal fin anualmente se realizaban matrimonios en masa por disposición imperial. En el lugar donde se 20Ibídem,

Libro décimocuarto, cap. XI, p.258. Libro duodécimo, cap. XXI, p.105. Lo que el P. Cobo llama brocado (por brocato), era tela cubierta de plumas de ave que formaban una superficie muy colorida, brillante y suave. 21Ibídem,


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

23

hallaba presente el inca, en un día señalado del año juntaba el gobernador [de cada provincia] en la plaza todos los mozos y mozas de la gente plebeya que estaban para casar (la edad dellos era desde quince hasta veinte años, y la dellas algo menos), y allí les daba a cada uno su mujer, los cuales desde aquel día entraban en la contribución de los pechos y tributos y ayudaban a la comunidad en los trabajos públicos; se les señalaban chácaras, hacían sus casas y vivían por sí. Esta primera mujer que daba el gobernador del Inca, era la legítima, y pocas veces… se les daba otra.22 Los involucrados tenían libertad de elección ya que daban así a ellas como a ellos a escoger con quien casarse… 23 En el caso de que no se sintieran atraídos por ninguno o ninguna en especial, se los casaba igualmente pues era inaceptable que habiendo cumplido edad adecuada para hacer vida conyugal, permanecieran solteros. Y, como todo en la organización social incaica, había leyes que regían estas uniones conyugales.24 MUJERES LEGÍTIMAS Y MANCEBAS Como antes dijimos, los varones no plebeyos podían tener varias mujeres, pero siempre había una que era la legítima.25 Con ésta se desposaba con solemnidad y ella ejercía la administración de 22

Ibídem, p. 248. Libro undécimo, cap. XXV, p. 115. 24 Ibídem. Ver cap. XXVI, p.116 y sigs 25 Ibídem, p. 248. 23


24

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

la vida doméstica. Las restantes eran concubinas o mancebas y la diferencia jerárquica entre éstas y aquella se manifestaba hasta en la muerte: Cuando fallecía la… legítima… hacíanse grandes llantos…, mas si moría alguna de las mancebas, llorábanla sólo sus parientes…La muerte de la legítima le planteaba al viudo el problema de cuál mujer había de tener el cargo de la casa y ser obedecida de las otras, y por experiencia se impuso la siguiente costumbre: que muerta la mujer legítima [no] se casase ni hiciese la solemnidad [de boda] con ninguna de las mancebas, sino que tomaba otra, pasado el tiempo de luto…; dan por razón -explica el P. Cobo- que fuera afrenta casarse con alguna de sus mancebas, y también por quitar toda ocasión de que se matasen [entre ellas] con esperanza que, faltando la legítima mujer, lo había de ser alguna dellas.26 ¿Y de qué se valían los varones para poseer tantas mancebas? El P. Cobo explica que de muchas maneras y por varios títulos alcanzaban… la multitud de mujeres que tenían fuera de la legítima, que a veces era en número excesivo. Entre las mancebas una solía ser la que podría llamarse fundacional pues había sido habida de la siguiente manera: …los padres daban a sus hijos cuando eran niños una mujer que los limpiase y sirviese hasta que tenían edad; y antes que los casasen,

26

Ibídem, p. 249.


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

25

estas amas les enseñaban vicios y dormían con ellos… y esta tal quedaba en la casa por manceba después que se casaban.27 Otra manera de adquirir mancebas era el de la guerra, en la cual los capitanes y hombres de cuenta se aprovechaban de estos despojos -las mujeres de los vencidos- y los repartían entre sí como si fueran ganado. Pero [el modo] más general y con el que las más eran habidas, era por merced del Inca, que con este género de premio remuneraba los servicios señalados…28 También un varón obtenía mancebas por vía de herencia; porque era costumbre entre ellos heredarse las mujeres de sus padres y hermanos… excepto la legítima con quien el padre legítimo había contraído matrimonio…, porque con ésta era prohibido el acceso carnal de los hijos, y lo mismo era de las… concubinas, si habían parido del padre…;asimismo heredaban las mujeres de sus hermanos…29 y el caso arquetípico fue el de Manco Cápac, el fundador de la dinastía incaica aproximadamente en el 1200 d. C, quien, desaparecidos sus tres hermanos, tomó como esposas a las que fueron suyas. Sin embargo, para esta práctica que hoy resulta tan promiscua regían ciertas normas: Tenían en estos matrimonios y usos de mancebas sus fueros y grados de consanguineidad… Fueron prohibidos los matrimonios entre ascendientes y descendientes,

Ibídem. Ibídem, pág. 250. 29 Ibídem. 27

28


26

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

como con hija y nieta, madre y abuela y la violación de estas normas se castigaba con la pena de muerte para ambos cómplices.30 En cuanto a los Incas, si bien ellos por norma se casaban con una hermana para mantener la limpieza de sangre, era antiquísima y general prohibición de hacerlo con aquella con la que tuviera consanguineidad en primer grado…; es decir, que tanto él como ella fueran hijos de la misma madre. La norma se respetó hasta el reinado de Tupac-Inca-Yupanqui, padre de Guaynacapac, (Huayna Cápac) que fue el primero que la quebrantó, casándose con su propia hermana de padre y madre…31 MUJERES DEDICADAS AL CULTO: LAS ACLLAS Manco Cápac fue un líder nato y construyó su poder enlazándolo hábil e inextricablemente con el culto religioso, asentado éste sobre el dogma fundamental de que él era hijo del sol, enviado del cielo al mundo para que lo gobernase32 por lo que sus decisiones eran incuestionables. Ese enlace entre el Inca y la divinidad era uno de los pilares sobre los que se asentaba el poder imperial por lo cual debía evidenciarse en manifestaciones exteriores como templos y santuarios, y en la estructuración de un cuerpo de personas dedicado al culto religioso, integrado por sacerdotes, pero mayormente por mujeres. Ibídem. Ibídem. Se ha respetado la ortografía del texto original. 32 Ibídem, Libro duodécimo, cap. IV, p.64. 30 31


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

27

Ya dijimos que el Inca, adueñado de la sexualidad de las mujeres, destinaba cierto sector de ellas a la vida marital, pero a otro y numeroso sector, lo requisaba de las distintas provincias del imperio que estaban obligadas a entregar, como un tributo más, criaturas de ambos sexos, aunque el número de niñas que se juntaba era mucho mayor que el de los niños, como se echa de ver por los ministerios a que las destinaban, observa el P. Cobo.33 Las hijas -continúa el cronista- estaban comúnmente en poder de sus padres no más de hasta los diez años, y de allí adelante estaban a disposición del Inca…El modo que había de recogerlas era éste: a cada provincia se despachaba un juez o comisario nombrado por el Inca, que sólo entendía en este negocio de recoger las niñas, guardarlas y enviarlas al Cuzco cuando estaban en edad. Este funcionario se denominaba apupanaca y en los pueblos de su jurisdicción, tenía potestad de señalar todas las que a él le pareciesen hermosas y de buena traza y disposición, desde ocho o nueve años para abajo.34 Imaginemos cómo se produciría el hecho: La seleccionada habría vivido normalmente con su familia hasta el día en que llegó a su vivienda un hombre desconocido, rodeado de gran protocolo, que venía en representación del Inca y que sencillamente se apropió de ella sin poder reclamar sus padres por razón alguna ni mostrar tristeza porque se la llevasen.35 La niña

Ibídem, Libro undécimo, cap. XXXIV, p. 134. Ibídem. 35 Ibídem. 33

34


28

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

quizás apenas tendría tiempo de despedirse de ellos y poco después se hallaría ingresando a un gran edificio cuyos altos muros de piedra ya concitaban la idea de encierro, de clausura. La recibirían unas solemnes señoras, las mamaconas36 quienes le explicarían que, a partir de ese momento, ella era una aclla o virgen escogida; que jamás regresaría con su familia porque su nuevo hogar sería la Acllahuasi37 o casa de escogidas, y desde ese instante la niña, aunque llorara de tristeza, sabría que el cambio producido en su vida era irreversible. Las mamaconas se desempeñaban como guardianas y preceptoras de las niñas seglares, acllas,… las cuales aprendían… así las cosas tocantes a su religión, ritos y ceremonias della, como los ministerios propios de mujeres y necesarios a la vida humana…38 Y, sobre todo, aprenderían algo que hasta entonces no conocieron: la resignación que de tanto ejercitarla a lo largo de su existencia finalmente se transformaría en un hábito mental. Nada material iba a faltarles pues, para sustentarlas, había señalada renta de las heredades consagradas [por el Inca] a la religión, y mayordomos que entendieran en proveerlas de lo necesario y [también] en guardarlas con toda vigilancia, a fin de que se conservasen doncellas.39

Mujeres mayores dedicadas al culto desde la juventud. En lengua quichua, aclla significa virgen escogida y huasi, significa casa. 38 Ibídem. Libro décimotercio, cap. XXXVII, p.232. 39Ibídem, Libro duodécimo, cap. XXXIV, p. 134. En el cap. XXVIII, p. 120, el cronista cuenta que En asentando el Inca un pueblo,…dividía los campos y tierras de pan llevar en 36 37


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

29

Señala el P. Cobo que era muy numerosa la cantidad de mujeres que, desde niñas, las consagraban a los ídolos y vivían en perfecta clausura y castidad, como entre nosotros las monjas. En cada pueblo principal y cabeza de provincia en que había templo del sol, tenían edificado junto a él un monasterio o casa de recogimiento. Allí permanecían las acllas en reserva hasta que llegaban a la edad en que el Inca disponía de ellas…40 La Acllahuasi era controlada por el mismo gobernador o comisario o apupanaca, y su única puerta de acceso estaba custodiada por guardas y porteros… que siempre eran muy viejos.41 Encerrábanse en estos monasterios -continúa el P. Cobo- desde niñas de diez a doce años, no por devoción suya ni de sus padres, sino por la voluntad del Inca y rito de su religión…42 Criábanse allí hasta los catorce… en compañía de las mamaconas, que eran las mujeres… dedicadas al servicio de sus dioses al modo de monjas…las cuales enseñaban a estas niñas todas las obras y ejercicios mujeriles, como hilar y tejer lana y algodón, guisar de comer, hacer sus vinos o chichas, con los otros ministerios que pertenecen a mujeres…43 lo que las transformaba en operarias especializadas. Entendían estas vírgenes en el servicio de sus dioses…, de los más principales como eran Viracocha, el sol, tres partes: …una parte aplicada a la religión…, otra tomaba para sí, y la tercera dejaba para la comunidad… 40 Libro décimotercio, cap. XXXVII, p. 231. 41Ibídem, p. 232. 42Ibídem, p. 231. 43Ibídem, Libro duodécimo, cap. XXXIV, p. 134


30

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

trueno y algunos otros; y era requisito necesario para ser admitidas a este estado y profesión, que fuesen vírgenes y conservasen la virginidad toda la vida…44 DISTRIBUCIÓN DE LAS ACLLAS EN LA CELEBRACIÓN DEL INTI RAYMI Cuando en la capital del imperio se celebraba en la gran plaza Huacay-pata la fiesta anual del Inti Raymi, dedicada al sol, el apupanaca sacaba algunas de las niñas del tributo que habían cumplido trece o catorce años, y de ahí para arriba… y las llevaba al Cuzco conforme al número -o tributo- que a cada provincia cabía enviar aquel año. Juntas en aquella ciudad… que eran en número excesivo, las ponían en presencia del Inca, el cual las repartía luego…, por este orden: Unas aplicaba a los monasterios de mamaconas para enterar el número de las que morían… Las más nobles y hermosas señalaba para criadas y mancebas suyas…A éstas se las conocía generalmente como mujeres del Inca y cuenta el cronista que los reyes incas tenían ordinariamente a cincuenta y a cien mujeres, y los más poderosos, que fueron los últimos, a doscientas y trescientas.45 Estaban siempre prestas a servirlo y lo acompañaban en sus viajes y campañas guerreras. Uno de los servicios era

44Ibídem,

Libro décimotercio, cap. XXXVII, p. 232. Viracocha era el dios creador de todo lo existente, incluso del sol divinizado por los pueblos andinos. 45Ibídem, Libro duodécimo, cap. VIII, p. IX.


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

31

atenderlo en sus comidas y hay un ameno párrafo que describe la ceremonia: Comía el rey asentado en un banquillo poco más alto que un palmo… de madera colorada muy linda… La mesa era el suelo,46 como los demás indios, pero con grande ostentación y riqueza de vajilla de plata y oro, opulencia de manjares y regaladas chichas… Traíanle las señoras los manjares todos juntos… y se los ponían delante…, y el que él apetecía, señalaba se lo trujesen, y tomándolo una de estas señoras…, se lo tenía en la mano mientras comía.47 Como ya dijimos, el Inca, a gran cantidad de las acllas que tomó para sí, repartía entre sus capitanes y parientes, remunerando con este género de premio los servicios…48 o entregándolas como prenda y garantía de un pacto diplomático. Fuera como fuese, la involucrada se encontraba, de pronto, transformada en posesión de un hombre al que, quizá, jamás vio en su vida. Otro servicio femenino impuesto por el Inca, que menciona el P. Cobo era éste: servía por su turno al Inca una de sus hermanas con mucho número de hijas de señores, que… se mudaban cada ocho días. Estas señoras le asistían siempre para servirle; porque los criados y gentiles hombres no entraban dentro de la sala donde él

El mobiliario era muy escaso entre los Incas y los aborígenes en general, quizá por el poco desarrollo de la carpintería debido a la falta de herramientas de hierro para trabajar la madera. 47Ibídem, cap. XXXVI, p.138. 48 Ibídem, Libro undécimo, cap. XXXIV, p. 134. 46


32

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

residía, sino que se estaban fuera en los patios, y en llamando a alguno, entraba descalzo a su presencia.49 SACRIFICIO DE ACLLAS El P. Cobo escribe que a algunas acllas les tocaba un destino trágico pues, de entre las reunidas para la celebración del Inti Raymi, el Inca gran número… mandaba guardar para matar en los sacrificios que se hacían en el discurso del año… con el fin de impetrar por la salud suya… o cuando iba…a la guerra; y para, si muriera, enviar a la otra vida en su compañía…50 Cuando conquistaban y sujetaban alguna nación, escogían una cantidad de los más hermosos [niños y adolescentes] que había entre ellos [los vencidos], y los traían al Cuzco, donde los sacrificaban al sol por la victoria que decían haberles alcanzado.51 Los primeros destinados para este cruel e inhumano sacrificio, parte eran varones y parte hembras, y déstas era mayor el número que se mataban. Los varones eran niños de diez años para abajo, y las mujeres eran admitidas al sacrificio así niñas de la misma edad, como doncellas hasta de quince o dieciséis años, de las que se

Ibídem. Libro undécimo, p.141. Ibídem, Libro undécimo, cap. XXXIV, p. 134. Era costumbre muy divulgada entre los pueblos andinos el sepultar mujeres y sirvientes junto con el soberano o señor muerto. 51Ibídem, Libro décimotercio, cap. XXI, p. 201 49

50


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

33

guardaban para esta carnicería en los recogimientos o monasterios de las mamaconas.52 A los elegidos para el sacrificio, a modo de homenaje y despedida, dábanles bien de comer y beber antes de quitarles la vida, y a los chiquitos… les daban las madres el pecho, diciendo que no llegasen con hambre ni descontentos adonde estaba el Hacedor. A los de mayor edad comúnmente procuraban emborracharlos primero. Daban con todos dos o tres vueltas alrededor del ídolo, y sacrificábanlos ahogándolos con un lazo o degollándolos; y a otros sacaban los corazones vivos, y así con ellos palpitando, los ofrecían al dios a quien se enderezaba el sacrificio.53 Los sacrificados, tanto varones como mujeres, debían ser de belleza perfecta; no habían de tener mancha ni lunar en todo su cuerpo… y era tanta la puntualidad que se tenía en esto y en que las personas que se ofrecían no tuviesen fealdad ni mancha…, como se echará de ver por este caso: Habiendo traído… una muchacha de catorce años para el sacrificio, la excluyó el ministro como a víctima indigna de su dios, porque… le halló un pequeño lunar debajo de uno de los pechos. Vivía esta mujer cuando los españoles entraron en la tierra, y… trabó amistad con uno dellos, a quien dio cuenta del trance riguroso en que se había visto…54Sin duda sentiría

Ibídem. Un ejemplo es el caso de las momias encontradas en Llullaillaco: adolescentes y un niño de corta edad sacrificados a los dioses. 53 Ibídem, Libro décimotercio, cap. XXI, p. 201. 54 Ibídem, Libro décimotercio, cap. XVIII, p. 194. 52

dos niñas


34

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

agradecimiento por el lunar que, al valerle la calificación de imperfecta, le permitió continuar gozando de la vida varios años más. DE ACLLA A MAMACONA


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

35

A las acllas que no fueron inmoladas en el sacrificio se les presentaban, como ya vimos, dos oportunidades de salir de su enclaustramiento: ser destinadas a mujer del Inca o a obsequio; sin embargo, a algunas solía ocurrirles que les transcurrían los años y no eran llevadas a palacio ni tampoco obsequiadas. Con esto se les cerraban todas las expectativas o ilusiones que pudieron haber concebido de ampliar su horizonte de vida y entonces pasaban a la categoría de mamaconas, que quiere decir las “señoras madres”, a las que el Inca consagraba a sus dioses en ofrenda perpetua. La forma de consagrarlas era que las casaban con ellos con particulares ceremonias y solemnidad, y de allí adelante eran llamadas y tenidas

por

mujeres

suyas…55

Con

estos

esponsales

se

transformaban en el nexo visible entre los mundos real y divino, en uno de los pilares sobre los que se sostenía el edificio de la organización político-religiosa imperial. Entre estas mamaconas o esposas místicas había jerarquías y… en cada casa o monasterio había una que con más propio título era tenida por esposa del sol o del ídolo a quien se había consagrado; y ésta era siempre la de más alto linaje, tanto que en el templo principal del Cuzco, -el Templo del Sol o Coricancha- era de ordinario mujer del sol una hermana del mismo rey… [Ella] tenía el gobierno del monasterio, y las otras la respetaban y obedecían… y admitía visitas de sus deudos y devotos, no permitiéndose a las 55Según

la importancia del templo o santuario, en número de mamaconas asignadas a su servicio religioso variaba entre cincuenta y doscientas.


36

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

demás que fuesen visitadas ni de sus parientes ni de otras personas…56 Mantener la virginidad era norma primordial y rigurosa; al respecto, el P. Cobo escribe que El que escalaba la casa o el recogimiento de las mamaconas, le mataban colgándole de los pies y dejándolo así dentro de la misma casa donde hizo el delito; y si alguna de las mamaconas lo metió dentro y pecó con él, se le daba la misma pena…57 o bien lo pagaba… enterrándola viva… junto con el cómplice de cualquier estado y condición que fuese, excepto el Inca, del cual afirman que algunas veces [se] excedía en esto y tenía entrada con algunas.58 En este caso las cosas sucedían de muy distinta manera según escribe el cronista: La misión de los guardas era evitar que algún varón ingresara al monasterio a tentar a las enclaustradas; resultaban, por lo tanto, los primeros responsables de su virginidad por lo que debían cumplir celosamente su misión para no ser castigados por negligencia, pero en el caso de que el varón transgresor fuese el Inca, se les planteaba el delicado conflicto de deber denunciar nada menos que al hijo del sol. Sin embargo, por lo que el P. Cobo continúa relatando, se deduce que el hecho ocurría tan a menudo, que ya se había establecido una suerte de código de procedimientos: Las que condescendieron a los requerimientos del Inca se quedaban en su clausura y estado como si nada hubiese ocurrido Ibídem, p. 232. Libro undécimo, cap. XXVI, p. 117. 58 Ibídem, Libro décimotercio, cap. XXXVII, p.232. 56

57Ibídem,


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

37

aunque, obviamente, todo el monasterio estaba enterado del suceso. En cuanto al Inca, lo que las guardas y porteros en tal caso hacían en prueba de su gran vigilancia, era que entendido que el Inca había entrado alguna noche, otro día estando él en la plaza del sol, donde asistía al sacrificio ordinario de cada día, se llegaba a él por las espaldas uno de los guardas… y sentándose junto a él, le decía muy quedo: “Inca, esta noche entraste en la casa del sol, y tuviste que ver con una de sus mujeres.” Y el Inca así quedo respondía: “Pequé.” Con esta sola palabra quedaba absuelto de culpa y, sobre todo, con esto se volvía la guarda seguro de no haber faltado a su debida custodia y vigilancia.59 OCUPACIONES DE LAS MAMACONAS ¿Y en qué pasaban sus horas, que debieron ser muy largas, las mamaconas, esas mujeres sometidas desde la niñez y adolescencia al encierro? Ya vimos que las que permanecían en las Acllahuasis se desempeñaban como guardianas y preceptoras de las acllas… Si, en cambio, eran destinadas a un santuario o templo, sus ordinarias ocupaciones y ejercicios eran esmerarse en el servicio y culto… pero lo más del tiempo hilaban y tejían ropa de lana, de algodón y de vicuñas, muy fina y delicada, con labores muy primas y de colores varios y muy vivos, para vestir a sus ídolos y ofrecer en los

59

Ibídem.


38

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

sacrificios, y también para vestidos del Inca60quien, cabe señalar, jamás usaba dos veces una misma prenda, sino una nueva cada día. Labrábanle esta ropa las mamaconas, y la más era de lana de vicuña, que es poco menos delicada que seda61 y se llamaba cumbi... Destas ropas se vestían los reyes, grandes señores y toda la nobleza del reino, y no la podía usar el común del pueblo.62 El Inca, si lo deseaba, la repartía a los… señores63 como obsequio diplomático o en reconocimiento de méritos. Habían hombres tejedores de cumbi, pero los hechos por las mamaconas eran los más finos y delicados...64 Parte de estas ropas se guardaba en los depósitos reales o se llevaba a los templos para ser ofrecida en sacrificio a los dioses. Pero había otro tipo de ropa exquisita que hacían las mamaconas. Unas eran las de telas de plumería… las de mayor estima y valor… Labrábanlas en el mismo cumbi, pero de forma que sale la pluma sobre la lana y la encubre a modo de terciopelo. La materia prima era la innumerable multitud y variedad de aves que cría esta tierra, de tan finos colores, que excede todo encarecimiento.65 Otra era la bordada de chaquira que se tenía por la más preciosa de todas. Era esta chaquira unas cuentecitas de oro y Ibídem, cap. XXXVII, p.232. Ibídem, Libro duodécimo, cap. XXXVI, p.138. 62 Ibídem, Libro décimocuarto, cap. XI, p.259. 63 Ibídem, Libro duodécimo, cap. XXX, p. 125. 64 Ibídem, Libro décimocuarto, cap. XI, p. 258. 65 Ibídem, cap. X, p.260. 60 61


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

39

plata muy delicadas…[de la cual] estaba toda la pieza cuajada… sin que pareciese el hilo…66 El P. Cobo agrega que también solían insertarse en el tejido esmeraldas y otras piedras preciosas,67 todo ello para el ajuar del Inca. Como puede deducirse, los monasterios de vírgenes escogidas eran verdaderas fábricas de vestimenta de la más excelente calidad, a la que las mamaconas, y también las acllas discípulas suyas, dedicaban muchas horas de su existencia. Otra ocupación de estas mujeres era hacer cantidad de chichas regaladas para ofrecer a los dioses y para que bebiesen sus sacerdotes68 y el Inca. No había ceremonia religiosa o celebración en la que no se consumieran grandes cantidades de esta bebida y la beodez no estaba mal vista. Las mamaconas, además, guisaban cada día los manjares que ofrecían en sacrificio y [que] comían los sacerdotes y ministros de los ídolos.69 Si bien, en cada pueblo de importancia había monasterio de vírgenes escogidas y templo del sol, los principales se encontraban en Cuzco; eran el Coricancha y la Acllahuasi situada a poca distancia de él. Algunas mamaconas vivían en la Acllahuasi, pero otras en el Coricancha. El P. Cobo lo describe en un capítulo de su obra70 según datos recogidos de la tradición oral y de lo que él vio aún en pie a Ibídem. Libro duodécimo, cap. XXXVI, p.138. 68 Ya vimos que la chicha era la bebida alcohólica por excelencia de los pueblos andinos y suponemos que el calificativo regaladas significa que las preparadas por las escogidas era de muy alta calidad. 69 Ibídem. 70 Ibídem, Libro décimotercio, cap. XII, p. 167 y sigs. 66

67Ibídem,


40

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

comienzos del siglo XVII cuando llegó a Cuzco. Conviene conocer esta descripción para entender lo que para una mamacona significaría ser designada para residir en él. Era el más alto honor al que podía aspirar, la culminación de su existencia como virgen escogida, esposa espiritual del dios sol, servidora del santuario máximo de la ciudad ombligo del mundo, capital del imperio que consideraban el más poderoso del mundo conocido. EL CORICANCHA Escribe el P. Cobo que Manco-Cápac quien, como ya dijimos, se intitulaba hijo del sol…, para más establecer este embeleco, tuvo… especial cuidado de edificar templo a su padre el sol. Escogió… un muy capaz y principal sitio, y en él comenzó a labrar el gran templo de Coricancha… Al comienzo fue de humilde y tosca labor de tapias y adobes de tierra, pero los Incas que le fueron sucediendo [lo] levantaron a la grandeza y majestad en que lo hallaron los españoles.71 Llamábase Coricancha, que quiere decir “casa de oro”, calificativo muy acertado por la incomparable riqueza de este metal,… que había en él.72 Su solar abarcaba un amplio espacio encerrado por un muro de cantería de extraordinaria perfección que el cronista llama cerca. Al producirse la conquista, fue asignado a la Ibídem, Libro duodécimo, cap. IV, p.65. Ibídem, Libro décimotercio, cap. XII, p. 168 y sigs. El solar que ocupaba el Coricancha era, aproximadamente, del tamaño de una manzana, de 140m. de lado. 71

72


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

41

Orden de Santo Domingo que construyó iglesia y convento sobre sus cimientos: El edificio de este gran templo -escribe el P. Cobo- era de la mejor fábrica que se halló en estas Indias; todo por dentro y fuera de curiosas piedras sillares, asentadas con gran primor sin mezcla, y tan ajustadas que no lo podían estar más… La pared de la frontera deste templo, por la parte de afuera, tenía en lugar de cornisa una cinta hecha de planchas de oro, encajadas o clavadas en las piedras, de ancho de una tercia…73 En ella se reflejaban los rayos solares

provocando el efecto de que el edificio emitía luz

propia, que se irradiaba hacia los cuatro puntos cardinales como proclamando al mundo su sacralidad. Todo en el Coricancha era solemne, ritual y suntuoso. Fuera de muchas imágenes y estatuas que había de oro y plata, -continúa el P. Cobo- no tenía suma la vajilla y piezas de estos ricos metales… aplicada al culto y servicio del sol…74 La cerca que rodeaba el conjunto edilicio tenía una sola entrada que iba a dar a un patio pequeño… Dentro… había muchos edificios; los principales eran cuatro piezas grandes puestas en cuadro y bien labradas, que eran como capillas para el Viracocha, para el sol, la luna, trueno y los dioses principales.

Ibídem, p. 169. La tercia era la tercera parte de una vara, es decir, que medía igual que el pie: unos 30cms. 74 Ibídem. 73


42

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Una de estas piezas era el recogimiento de las mamaconas que servían en el templo, y el demás edificio para morada de los muchos sacerdotes y sirvientes que aquí residían. La pieza principal, o (como si dijésemos a nuestro modo) la capilla mayor en que estaba el altar del sol y de los otros grandes dioses, tenía increíble riqueza; porque en lugar de tapicería, estaba toda ella por dentro, techo y paredes, vestida y aforrada de láminas de oro; de donde se puede colegir la gran riqueza de este templo, que era la mayor de que se ha hallado en ninguno otro de todo este Nuevo Mundo.75 Dentro de esta capilla de riqueza extrema, se guardaba un tesoro por sí solo de valor incalculable, la estatua del sol que el P. Cobo describe así: Era una imagen de bulto, dicha-llamadaPunchau que significa “el día”, obrada toda de oro finísimo con exquisita riqueza de pedrería, su figura de rostro humano, rodeado de rayos, como nosotros lo solemos pintar… Antes del amanecer la sacaban de su capilla al patio en el que ya estaban reunidas con unción las mamaconas, y tenían la puesta en tal disposición, que miraba al oriente, y en saliendo el sol, hería en ella; y como era una plancha de metal finísimo, reverberaban y volvían los rayos con tanta claridad, que parecía el sol. Decían los indios que juntamente con su luz les comunicaba el sol su virtud.76 Ibídem. Agrega el cronista que delante de esta capilla tenían hecha una huerta, en la cual, los días que se hacía fiesta del sol, hincaban cañas de maíz con sus hojas y mazorcas hechas de oro finísimo… 76Ibídem, cap. V, p. 157. 75


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

43

Lo mismo sucedía cuando, en las grandes fiestas, sacaban la estupenda imagen a la gran plaza Huacay-Pata, atestada de multitud desde antes del amanecer, y la colocaban mirando hacia el naciente. Es fácil imaginar el efecto alucinante que produciría en gentes habituadas a no poner límites entre lo real y lo sobrenatural, la reverberación que producía sobre ella la luz del sol mientras emergía de entre los cerros incrementando gradualmente su intensidad. A la imagen del Punchau de noche la metían en su capilla, donde dormían en su compañía muchas mamaconas, hijas de señores, que decían ser mujeres del sol y fingían que el sol se ayuntaba con ellas. 77 Como buenas esposas, las mamaconas madrugaban todos los días a guisar de comer para el sol y sus ministros. Para cocinar, encendían el fuego que en el Coricancha no se alimentaba con cualquier leña, sino con una particular curiosamente labrada y pintada lo que supone la existencia de artesanos encargados de tan singular labor. 78 Cumplida la tarea cocineril, las mamaconas aguardaban con devoción, en el patio del recinto sagrado, la salida del sol y cuando lo veían asomando por el horizonte y hiriendo con sus rayos en el Punchao…, le ofrecían la comida que le habían preparado, quemándola con ciertas solemnidades y cantares, diciendo: “Come, sol, esto que te han guisado tus mujeres”. Y los manjares ofrendados, 77Ibídem,

78Ibídem,

Libro décimotercio, cap. XII, p. 369. cap. XXXVII, P.232.


44

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

transformados en humo, subían hacia el cielo donde estaba el esposo divino. Y hecho este sacrificio, daban de los mismos manjares a los sacerdotes del sol y demás ministros del templo y gente que estaba de guarda de dicho monasterio, y ellas también comían.79 Después se dedicaban a las tareas de hilar y preparar la chicha que en los sacrificios se gastaba,80 que guardaban y servían en cántaros y vasos de oro y plata. De este modo iba transcurriendo año a año la existencia de estas mamaconas que se consideraban afortunadas por residir en el Coricancha. A él se reducía el mundo místico en el cual las habían ubicado y al cual se habían adaptado. No les era permitido salir de su recogimiento… pero esta clausura no era tan estrecha que no saliesen fuera… si bien era solamente para hallarse presentes en los sacrificios que al sol hacían donde quiera que fuese… porque tenían gran parte en ellos como esposas suyas.81 Por esta razón tenían cargo de ejercer en ellos algunos ministerios, como era sacar en público el ídolo de la luna…82 Imaginábanla con forma de mujer y tal era la estatua que della tenían… la cual estaba a cargo de mujeres que hacían oficio de sacerdotisas; y cuando se sacaba afuera, la llevaban ellas mismas en hombros.83 Ibídem, p. 233. cap. XXXVII, p. 233. 81 Ibídem. 82Ibídem, Libro décimotercio, cap. XXXVII, p. 233. 83Ibídem, cap. VI, p. 158. La luna era considerada esposa del sol y las estrellas, hijas de ambos. 79

80Ibídem,


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

45

Estas ceremonias significaban para las mamaconas un momento

culminante

en

el

que

interrumpían

su

perenne

recogimiento y tenían contacto, aunque fugaz, con la multitud que las veneraba por ser vínculo visible entre su realidad humana y la divinidad. A todas… tenía el pueblo tan gran respeto como a gente santa y que tenía familiar trato y comunicación con sus dioses, que ni a la ropa les osaba nadie tocar.84 Así fueron pasando, a lo largo de más de tres siglos, varias generaciones, cientos de mujeres, las mamaconas entregadas en cuerpo y alma al servicio de los dioses. La práctica hubiese seguido así, pero un día de 1526 comenzó un cambio inimaginado, presagio de otro mayor e irreversible que se aproximaba: Murió el Inca Huayna Cápac y estalló la guerra entre los hermanastros Huáscar -hijo legítimo- y Atahuallpa -bastardo- por la posesión del trono. Triunfó éste quien, además, ambicionaba erigir a Quito, su ciudad natal, como capital del imperio en detrimento de Cuzco, pero en 1532, en el momento cuando creyó que su ambición se concretaba, llegaron gentes desconocidas que lo depusieron. Querían oro y Atahuallpa, para comprar su libertad, se lo dio a raudales. ¿De dónde lo obtuvo? El P. Cobo nos lo dice: del Coricancha fue de adonde hizo sacar Atauhualpa85 la mayor parte del gran rescate que en Cajamarca ofreció por su libertad al marqués don Francisco

84Ibídem,

85

cap. XXXVII, p.232. La ortografía aceptada es Atahuallpa, pero se ha respetado la usada por el P. Cobo.


46

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Pizarro.86 De ese reservorio sagrado al que, durante años, sucesivos Incas habían dotado de increíble riqueza. El desmantelamiento del Coricancha, comenzado nada menos que por alguien por cuyas venas corría sangre Inca, fue la señal más catastrófica del inminente fin del imperio. Para las mamaconas, que no conocían ni imaginaban otra forma de existencia que servir al dios sol como sus esposas místicas, ver su templo insultado con el saqueo debió ser como asistir al fin de un mundo del cual ellas habían sido, durante más de trescientos años, pilar fundamental.87 Al conocer este impresionante tramo de la historia americana, surge espontáneamente la pregunta de cómo les fue posible a los Incas reunir tan enorme cantidad de oro y plata. La respuesta es que la naturaleza se la proveyó pues la Cordillera de los Andes, sobre todo en el sector de los Andes Centrales -justamente el área nuclear del Tahuantinsuyu- es una de las formaciones naturales más ricas en metales preciosos existentes en el mundo. Agreguemos que todo metal precioso que se recogía en el Tahuantinsuyu era propiedad del Inca quien disponía qué se haría con él.

86Ibídem,

Libro décimotercio, cap. XII, p.169.


T. PIOSSEK PREBISCH: La condición femenina en tiempo de los incas

47

Acllas o Vírgenes Escogidas hilando en sus husos ante la Coya o reina que las observa. "Dibujo del cronista Felipe Huamán Poma de Ayala, tomado de su obra Nueva crónica y buen gobierno.



E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

49

EL PARQUE DE TUCUMÁN (1935) Elena Perilli de Colombres Garmendia

Esta contribución quiere dar a conocer desde una perspectiva histórica, la acción de un grupo de hombres de la llamada Generación del Centenario en Tucumán, en defensa de la naturaleza y su preservación. Fueron figuras de prestigio, gobernaban la provincia, ocupaban los cargos en la Legislatura y el Congreso Nacional, poseían fortuna y al mismo tiempo eran hombres cultos que desarrollaron un plan de acción implícito para hacer de Tucumán un polo de desarrollo cultural en la región y en el país. Con mentalidad pionera el filósofo Alberto Rougés presentó a la legislatura provincial en 1935 un proyecto para la creación de un parque en Tucumán, con el fin de mantener en estado óptimo una bella zona de la selva tucumana con magníficos ejemplares de árboles autóctonos. Fue aprobado en 1936 y dio lugar al Parque de La Florida. El doctor Alberto Rougés fue abogado, filósofo, industrial 

Centro Cultural Alberto Rougés-Fundación Miguel Lillo.


50

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

azucarero. Su familia era propietaria del Ingenio Santa Rosa y Rougés conocía esta zona desde niño. En el trabajo se analizan los antecedentes del proyecto en una propuesta anterior del doctor Julio López Mañán, en 1913 que no llegó a concretarse. Eduardo Holmberg (h) y Miguel F. Casares opinaron sobre esta revelando las ideas que al respecto se tenían en cuenta en el orden internacional.

Dr. Alberto Rougés

Dr. Julio López Mañán

Tanto López Mañán como Rougés fueron la expresión de una minoría ilustrada que se adelantó en su tiempo y manifestó la importancia de cuidar los bosques, promoviendo la creación de espacios verdes (reservas, parques) para el solaz de la población y


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

51

mejor calidad de vida. Ellos advirtieron el peligro del avance de la agricultura y del monocultivo de la caña de azúcar; y plantearon la necesidad de diversificación y evitar el efecto dañino de los desmontes. Eran conocedores de la geografía de su provincia y fervorosos defensores de sus potencias y contaron con el magisterio del Sabio Miguel Lillo, quien dedicó su vida a estudiar la flora y la fauna y fue el referente en diversos campos de acción. En el trabajo se alude a otros miembros del grupo generacional como Juan B. Terán, Ernesto Padilla quienes compartieron estas preocupaciones. Para la elaboración del artículo se consideró el texto del proyecto propiamente dicho, la correspondencia de Alberto Rougés, sus Ensayos, artículos de los diarios La Gaceta y la Nación y bibliografía édita. Se incluye así mismo el texto del proyecto como material de utilidad para investigadores. UNA GENERACIÓN CON PREOCUPACIÓN AMBIENTAL Al comenzar el siglo XX hubo en Tucumán una etapa brillante en la que se dio una afortunada coincidencia. Los hombres que tenían el poder político y el económico, eran a la vez hombres cultos. Conformaron la llamada “Generación del Centenario” o “de la Universidad” y su acción fue suficiente para crear la conciencia cultural de la más pequeña de las provincias argentinas y hacer de ella un polo de desarrollo en el país.


52

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Fueron años de creación de instituciones, sanción de leyes pioneras, reformas tributarias, modernización de la industria azucarera y de gradual consolidación de las bases económicas, sociales, culturales e institucionales para lograr un protagonismo que acompañó el proceso de crecimiento nacional. A partir de la creación de instituciones los hombres de esta generación avanzaron en la búsqueda del fortalecimiento de la autonomía regional, a la que entendieron debían hacer realidad con el desarrollo y ejecución de planes educativos, radicación de industrias nuevas y el sólido apoyo a la actividad azucarera. Consideraban imprescindible el fortalecimiento de una identidad regional, que debía concretarse a través de planes de colonización rural y agrícola. Tal vez lo de “generación” no debe considerarse en forma estricta, si se toma la fecha de nacimiento de sus integrantes. Pero sí lo fue por la acción coordinada en un plan implícito que desarrollaron para modernizar la provincia y dar perfil propio a la región del noroeste argentino. Al acercarse el Centenario, Tucumán era una promesa de desarrollo industrial y calidad ambiental soñada por un puñado de hombres visionarios. Ellos, en la primera mitad del siglo XX conformaron la clase dirigente y tuvieron distintos grados de participación, ya fuese como activos políticos o como dirigentes culturales. Entre las cabezas


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

53

principales estaban, Juan B. Terán, Ernesto Padilla, Julio López Mañán, Alberto Rougés, Juan Heller, José Ignacio Aráoz y otros. Empezaron a influir activamente en la vida cultural hacia 1904 con la Revista de Letras y Ciencias Sociales en la que colaboraban escritores de renombre como Leopoldo Lugones, Miguel de Unamuno, Guillermo Ferrero, Rubén Darío. Renovaron la vieja Sociedad Sarmiento, con los llamados Cursos Libres donde nació la idea de la fundación de la Universidad en el pensamiento de Juan B. Terán, quien amaba la naturaleza y afirmaba en sus escritos "no hay disidencia que no aplaque un cuarto de hora de meditación ante la naturaleza". "Cuando se ha sentido el hechizo del bosque tropical se comprende el ansia por volver a él".1 Terán presentó en 1914, siendo diputado, un proyecto de ley a la Cámara que prohibía la explotación de bosques sin autorización oficial. Recordaba que las masas arbóreas eran fundamentales para regular el clima, y siendo el nuestro igual al de Santiago del Estero la diferencia estaba dada por la presencia de la montaña. Señalaba el grave

descuido

sobre

los

árboles

y

proponía

medidas2.La

preservación de la naturaleza fue una preocupación común. Toda esta generación apuntó hacia esa dirección. La alta casa de estudios del norte se fundó en 1914, en medio de los problemas 1

ELENA PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA, "Preocupaciones de una generación con conciencia ecológica" en Nilda María Flawiá (comp.) Juan B Terán Estudios críticos sobre su obra, (Buenos Aires, 2013) 2 CARLOS PÁEZ DE LA TORRE (H) Pedes in terra ad sidera visus. Vida y tarea de Juan B. Terán(1880-1938) Centro Cultural Alberto Rougés, Fundación Miguel Lillo (Tucumán,2010)


54

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

creados por la Primera Guerra Mundial, cuando Ernesto Padilla fue gobernador de Tucumán y ejecutó el proyecto. Muy duros fueron los comienzos, además de los problemas financieros, hubo que vencer la indiferencia, cuando no la hostilidad. Los nombrados eran los más conocidos, aunque muchos otros se sumaban, reconocían la tutela y magisterio del sabio Miguel Lillo, naturalista retraído y tímido, que estaba dedicado a estudiar la flora y la fauna y que alcanzaría fama internacional por sus trabajos de botánica y zoología. Lillo y Ricardo Jaimes Freyre, el poeta modernista alto-peruano, eran mayores que el resto y tuvieron la condición de referentes y maestros en todas las acciones emprendidas por el grupo. Lillo fue profesor de la Universidad (miembro del primer Consejo Superior), logró distinciones científicas de importancia, sin haberlas buscado. A su muerte, en 1931, legó sus colecciones y su biblioteca a la Universidad, con la condición de que fueran administradas por una Comisión Asesora Vitalicia. Sus amigos que profesaban hacia él profunda admiración por el esfuerzo científico realizado y que compartían el amor por la naturaleza, se encargaron de armar la institución que conserva y difunde su obra: la Fundación Miguel Lillo, que desarrolla una labor que enorgullece a la ciencia argentina.3

3

ELENA PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA, ELBA ESTELA ROMERO, Un proyecto geopolítico para el noroeste argentino, Centro Cultural Alberto Rougés, Fundación Miguel Lillo (Tucumán, 2012)


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

55

De él se dijo "Conocer la naturaleza fue todo el sentir de su vida, vivió para conocerla, vivió conociéndola. El saber popular de nuestra fauna y de nuestra flora, saber social, obra de muchas generaciones, ese saber impreciso, fragmentario e inseguro, ascendió merced a la obra de Lillo a la categoría de lo preciso y de lo necesario volviéndose así ciencia... y nuestra fauna y nuestra flora se han vuelto así, no por obra de una institución o de una sociedad científica, sino por el esfuerzo heroico de un solo hombre, patrimonio definitivo de toda la humanidad".4 Esa generación se adelantó en su tiempo en los temas de preservación de recursos naturales y de la moderna ecología. Fue motivo de preocupación la protección y cuidado de las especies autóctonas, para ornato e industrialización (naranjos, tarcos, palos borrachos, algarrobos, cedros, etcétera). Legislaron para proteger el agua y otros recursos que aseguraran al hombre una mejor calidad de vida y el cuidado del medio ambiente. El gobernador Ernesto Padilla era un hombre enamorado de su tierra, entre sus muchas acciones para promover el adelanto debo resaltar sus novedosas ideas, referentes a la protección de las especies autóctonas. Advertía que la industria azucarera había incrementado notablemente la riqueza de los tucumanos pero a costa de que la provincia perdiera, en parte, su aspecto de naturaleza virgen. El hombre había cambiado la hermosura de la naturaleza 4Alberto

Rougés, Ensayos, "Miguel Lillo, el naturalista", Centro Cultural Rougés, Fundación Miguel Lillo (Tucumán, 2005)


56

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

tropical, talando los árboles para reemplazarlos por verdes y geométricos cuadros de caña de azúcar. Este proceso no podía detenerse pero sí moderar sus efectos, plantando árboles donde no los había, y haciendo un uso racional de los recursos. Se apoyó en el consejo y conocimiento de Miguel Lillo y con una mentalidad, que hoy llamamos ecologista, quiso despertar la conciencia de sus comprovincianos en cuanto al valor de sus legendarios bosques de cebiles, laureles, álamos. Con su ejemplo alentó la plantación de árboles,

prefiriendo

siempre

las

especies

autóctonas,

pues

consideraba que Tucumán poseía una flora única. Compartió con Lillo, Rougés, Terán, López Mañán y otros comprovincianos esta inquietud. Fue infatigable en su lucha para evitar la depredación de la naturaleza. Clemente Onelli evocaba lo que el tucumano había realizado diciendo "Traten de hacer ustedes lo que Padilla en 1915, lo que trató de iniciar en la provincia de sus amores; no podía impedir que los propietarios de los bosques de los altos faldeos del Aconquija hicieran su obraje destructor de la selva, pero se empeñó en dar ejemplo contrario y allí, en el extenso valle del río Salí Bajo, que es un punto despoblado de la ciudad y de propiedad fiscal, plantó una centena de miles de arbolitos jóvenes, perfumados de azahares y saturados de esencias, que formarían por ese lado una semicorona de bosques periurbanos tan proclamados por los higienistas modernos"5

5 CLEMENTE

ONELLI, "Entre bosques y parques". (Buenos Aires, 1922), pág. 24.


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

57

Padilla advirtió tempranamente los problemas que acarrearía a la provincia el monocultivo azucarero y en su gobierno se preocupó por abrir rumbos a la diversidad, ensayando otras posibilidades agrícolas. Pensaba interesar a algunos productores en la mandioca, tenía fe en las frutas, que permitirían desarrollar una industria de dulces, que daría a la azucarera algún derivado remunerador. Así habilitó un vivero de naranjos, que esperaba dejar dotado de un millón de árboles al concluir su mandato. Allí se harían los injertos con un concepto de selección, hasta lograr el tipo de naranja tucumana: jugosa, dulce, con cáscara gruesa y de buena resistencia. Además, podían estudiarse en el vivero todas las variedades de citrus, aprovechando las posibilidades climáticas de la provincia. Observaba Padilla que la fruta abundante representaría siempre riqueza en una región y que llenaríamos los caminos de bellos y perfumados naranjos, que además beneficiarían con su vista y sombra acogedora. Entre los hombres nombrados, Alberto Rougés fue el autor de acciones concretas en esta dirección. Abogado, industrial azucarero, su obra de filósofo se destaca en América por su originalidad. Escribió numerosos trabajos de reflexión densa y profunda, su obra cumbre fue Las Jerarquías del ser y la eternidad; y fue quien estimuló la labor de Juan Alfonso Carrizo para recopilar sus famosos Cancioneros. De Rougés surgió la idea de crear una institución que, a la muerte de Lillo, evitara la pérdida de su biblioteca e invalorables colecciones; compartió esta inquietud con Ernesto Padilla, con quien


58

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

mantuvo una profusa correspondencia compartiendo sueños, proyectos y obras. Fue uno de los albaceas testamentarios del Sabio y presidió la Comisión Asesora Vitalicia de la Fundación que custodiaría su legado. Desde muy joven hasta su muerte fue fiel a los ideales de su grupo generacional, preocupándose por la Universidad. EL PROYECTO. SUS ANTECEDENTES "EL NUMERO DEL CENTENARIO" Entre tantos temas que preocuparon a los hombres del Centenario, cabe mencionar el de los espacios naturales protegidos. Alberto Rougés presentó al Poder Ejecutivo, en 1935, un proyecto para la creación de un parque, tomando como base el derecho al medio ambiente y que se considerará en esta contribución. Fue notable su preocupación por el futuro de nuestros recursos naturales, planteando la necesidad de que el Estado crease áreas protegidas.6 Hubo antes iniciativas interesantes en esta materia que se analizarán en el trabajo. Las acciones concretas de miembros del grupo generacional expresan la preocupación común por los recursos naturales y demuestran una mirada adelantada a la de otros coetáneos. Alberto Rougés recogió para fundamentar su propuesta las ideas de Julio López Mañán, desarrolladas en 1913, para crear una 6

RUBÉN FERNÁNDEZ, “El parque de Tucumán: visionario proyecto de Rougés”, en Actas de las VIII Jornadas sobre la Generación del Centenario y su proyección en el NOA (19001950). Centro Cultural Alberto Rougés, FML, (Tucumán 2011)


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

59

reserva en San Javier en el marco del programa de la celebración del Centenario de 1916. Lo denominó el "Numero del Centenario". Julio López Mañán, abogado, con talento de jurisconsulto, fue ministro de Gobierno de Luis F. Nougués, tuvo bancas de diputado en el Congreso, entre otros cargos fue director de la Defensa Agrícola Nacional, secretario de la Confederación Argentina del Comercio, la Industria y la Producción; profesor en las Universidades de Buenos Aires y la Plata; escribió Tucumán Antiguo: Anotaciones y Documentos y numerosos artículos en la Revista de Letras y Ciencias Sociales de la que fue fundador. Tuvo iniciativas de gran interés como la creación del Ingenio Modelo (una pequeña fábrica azucarera). En la Dirección de Agricultura y Defensa Agrícola, en 1913, impulsó la donación de veinte hectáreas de terreno en Villa Nougués a la Nación para la creación de un vivero y subestación experimental. Años después, en 1915, la Nación cedió el vivero de montaña a la Universidad de Tucumán, con los mismos fines. Combinó la docencia, el derecho y la función pública. Luchó por la modernización agrícola de Tucumán y del país. Consideraba López Mañán que el proyecto de creación de una reserva ofrecía la magnitud y el significado moral suficiente para ser tomado en cuenta, ya que tendría fines de bienestar y recreo común. Advertía que la selva subtropical que llegaba hasta casi los suburbios, había debido retroceder a sitios poco menos que inaccesibles, clareada de sus mejores especies forestales en los restos que aún quedaban vecinos a la capital. Y en ellos las vertientes y arroyos, la


60

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

fauna originaria, los ásperos senderos, todo lo que le daba carácter, tendía a desaparecer bajo la acción irreflexiva o sin control de la necesidad o comodidad más pasajeras de los particulares. Estimaba López Mañán que cualquier esfuerzo para detener esa acción destructora sobre una zona determinada de la provincia y para permitir la reconstitución del viejo título de su prestigio, respondía al más claro concepto de los valores morales de un pueblo, y ningún momento mejor para realizarla que con motivo de celebrar un acontecimiento como el Primer Centenario de la Independencia Argentina. La reserva sería una obra de alta utilidad, más que de estética, permitiría permanecer en ella con fines de descanso, deporte o estudio y no excluía de su seno la existencia de villas, sitios mejorados con especiales fines y hasta industrias que explotasen el suelo comprendido. A su juicio esta reserva debía ser extensa y abarcar toda la parte montañosa que se extendía desde el cerro de San Javier, en toda su corrida hasta los límites de la provincia al oeste. “De tal modo la reserva comprendería la vertiente oriental del cerro de San Javier hasta la línea actual de cultivos más o menos su cumbre, la quebrada de Lules, las cuestas de Periquillo, Raco y los valles que se escalonan sucesivamente, a más y más altura, dando paso a los riachos y torrentes que forman los ríos Lules y Tapia”.7 Allí estaban todos los

7 JULIO LÓPEZ MAÑÁN,

“El número de Tucumán”, LaNación,14-XII-1913, (Bs. As, 1913)


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

61

climas, los panoramas más variados, los suelos y producciones más diversas. López Mañán fue apoyado ampliamente por el sabio Miguel Lillo quien le dirigió dos cartas sobre la propuesta; en la primera, de 22 de diciembre de 1913 afirmaba que su opinión era enteramente favorable y lo felicitaba “por la forma concienzuda y hasta diré erudita con que usted trata la cuestión”. Lamentaba que se valiera del antiguo mapa de Antonio Correa para su croquis, pues si bien era el mejor que existía en Tucumán, tenía errores en la zona en cuestión en la primera y segunda edición de 1907. Le prometía hacer un croquis según el conocimiento que tenía de la región colocando las alturas que él mismo determinó. 8 Tras una serie de consideraciones sugería que en el área tropezaría con grandes dificultades ya que allí estaban las mayores estancias de la sierra tucumana, sobre todo el Valle de Tafí, donde se ubicaban las casas de las cuatro estancias en que se dividía. Proponía en cambio, expropiar a toda costa y lo más pronto posible la falda oriental del cerro San Javier hasta donde llegasen los cultivos, con un objetivo práctico: evitar la continuidad del desbosque que no dejaría de influir en la cantidad de agua de las vertientes que abastecían a la ciudad y especialmente, cercar toda esta parte para evitar la entrada de ganado y de hombres que contaminaban el agua. A juicio de Lillo no tenía sentido la expropiación al occidente de la cumbre de San

8De

Miguel Lillo a Julio López Mañán, Tucumán, 22-XII-1913


62

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Javier pues había muy poco bosque, con maderas poco utilizables y de dificultoso acceso. Sí entendía, igual que López Mañán, que la región se prestaba para el turismo y otras aplicaciones. Por cierto, era necesario construir caminos. Lillo consideraba que la región que debía expropiarse era otra: la falda oriental del Aconquija, por ejemplo entre el río de Monteros y el Río Seco, desde la cumbre de 5000 metros hasta la llanura, una zona que era de gran belleza, con espléndidos paisajes de los dos Ñuñorcos y la vecindad inmediata de Tafí al norte. Conservaba aun grandes bosques vírgenes, que era necesario preservar. Había ríos caudalosos y todas las variantes de la flora y fauna. En una segunda carta de enero de 1914 volvía sobre el tema. “Si deja de lado en su proyecto el Valle de Tafí, será más viable la expropiación", no dudaba de la belleza de la región elegida por López Mañán, pero la que él señalaba no le iba a la zaga, con la ventaja de conservar aún grandes bosques vírgenes que resultaba urgente preservar. Reflexionaba Lillo sobre la idea generalizada de que a las márgenes de los caminos no debía haber árboles, porque atajaban el sol; sin embargo para el Sabio los grandes árboles detenían la lluvia menuda que producía barro y contribuían "a tener la pista más seca". Si se cortaban los árboles crecían enseguida arbustos muy tupidos que sin atajar la lluvia, impedían su pronta evaporación.9

9De

Lillo a López Mañán, Tucumán, 2-I-1914


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

63

Por otra parte señalaba Lillo que el acceso a esta reserva sería más fácil, quedaría a dos horas de ferrocarril y tendría como cabecera a Monteros. Además, en esta área las expropiaciones costarían mucho menos. Lillo instaba a López Mañán a perseverar en el proyecto que sería muy beneficioso, no para obtener provecho material, sino para la cultura del país. OTRAS OPINIONES AUTORIZADAS También Eduardo A. Holmberg (h) y Carlos Casares opinaron sobre la iniciativa de López Mañán. El primero dirigió una carta al tucumano en diciembre de 1913 sobre la reserva forestal. En ella decía "Si esta idea no fuera suya en absoluto, porque está tan dentro de su manera de pensar, yo reclamaría la prioridad a nombre del sentido común y para él, porque en verdad es extraño que aún no exista una reserva forestal dentro de la extensión que abarcan las selvas subtropicales del norte argentino".10 Reflexionaba sobre el término "reserva" que en el sentido forestal debía ser la extensión que "se reserva" el gobierno para concretar en ella todos los elementos de cuidado y de progreso, a fin de transformar lo que era bueno en algo mejor. Apelaba Holmberg a la esperanza de que los tucumanos valorasen sus bosques de cebiles, laureles, alisos y queñuas y la

10Carta

de Eduardo Holmberg a López Mañán, La Gaceta, Tucumán, 18-XII-1913


64

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

importancia que tenían para cambiar el clima, que a su juicio estaba experimentando modificaciones. Un ejemplo era el Valle de Tafí donde la sequedad avanzaba lentamente y la única manera de detenerla era por medio del árbol. No era posible contar con los particulares para la repoblación de los bosques, tarea lenta e indispensable, de modo que el gobierno debía encargarse de ella. Afirmaba que los valles calchaquíes estaban cubiertos de algarrobos siglos atrás y deberían repoblarse. Si no pudieran obtenerse maderas en la reserva al menos serviría para enseñar a los niños el amor y cuidado de los árboles. Holmberg instaba a López Mañán a pelear por la Reserva Independencia. “¡los grandes jardines para nada sirven si no se siembra en ellos y aquel es un jardín tan grande..!”11 y añadía: "Algún día cuando se hayan convencido de que sus bosques valen tanto o más que sus cañaverales, los tucumanos plantarán árboles y cada uno, como el glorioso Franklin podrá decir yo que te planto recostaré mis canas a tu sombra!" Por su parte Miguel F. Casares agregaba al mismo tiempo que el aplauso, ciertas informaciones recogidas en su último viaje por Estados Unidos que resultaban útiles para aclarar ideas y conocer sobre este tema en el orden internacional. Comprobaba que la opinión general se manifestaba contraria al proyecto, atribuyéndole poca utilidad para el gasto que implicaba. Se analizaba el mismo desde un enfoque material, prescindiendo de las razones de utilidad 11

Ibídem


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

65

y conveniencia que representaban para la educación y bienestar de un pueblo las impresiones estéticas y de la importancia que tenía, sobre todo en las comarcas subtropicales, el ofrecer a los pobladores el acceso fácil a regiones de clima benigno donde pudiesen buscar alivio de los calores estivales. Recordaba que no era bien conocida la acción de los bosques sobre los climas y los regímenes de aguas subterráneas. Sin embargo, su correlación era evidente y nadie la discutía. La influencia del árbol sobre la temperatura atmosférica, sobre el estado higrométrico y los rocíos, era un fenómeno harto comprobado en el mundo y que se había hecho notar en la Argentina. La acción desecante y la temperatura del viento zonda habían aumentado con el arrasamiento de los árboles y arbustos de las regiones que recorría y ello haría peligrar, en los años futuros, las cosechas y aun los plantíos de varios departamentos de Mendoza y San Juan, si no se tomaban decisiones previsoras. Se preguntaba quién conocía las modificaciones que acarrearía al clima de la capital tucumana, si se dejaba la selva del cerro San Javier librada al azar, a la explotación sin límites y al vandalismo industrial. Era un hecho común en Europa la expropiación de los bosques próximos a las ciudades, por ejemplo en Viena, donde se había destinado un importante monto de dinero para adquirir un vasto territorio de bosques y praderas que formarían una cintura higiénica y estética a dicha capital. Decía Casares que era conocida la función de las raíces de los árboles como reguladoras de las aguas que filtraban hacia las fuentes


66

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

y manantiales. La explotación irracional o ilimitada de los bosques ha traído, en más de un caso, la intermitencia de los manantiales y los desbordes de los ríos. Era acertado comparar la función de la selva con la de un embalse. La ciudad de Tucumán, alimentada por aguas captadas de las fuentes del cerro San Javier, corría el riesgo de presenciar la destrucción lenta de ese hermoso dique natural, si los poderes públicos no tomaban medidas que la defendiesen de los ciegos avances del progreso industrial. Citaba la voz de alerta que había dado en 1905 el ingeniero César Cipoletti sobre la irrigación en Tucumán, que anunciaba la posibilidad de que las fuentes que proveían de agua a dicha capital desapareciesen si se proseguía con la destrucción inconsulta de bosques. Las dos razones, clima y abastecimiento de agua a la ciudad, eran fundamentos suficientes para llevar a cabo la reserva que proyectaba López Mañán. A ello agregaba que sería un número digno para celebrar el Congreso de1816. Sería el gran atractivo del norte argentino y provocaría el turismo dentro del país, atrayendo a los viajeros. A primera vista parecería que las ventajas de los parques fueran otras que las de utilidad económica, sin embargo la experiencia de América del Norte demostraba lo contrario, tan era así que la tendencia era procurar que se sostuvieran con recursos propios. Citaba como ejemplo al jefe de la división de parques nacionales en Canadá en 1912, quien se refería al enorme tráfico de turistas que daban lugar a una importante recaudación. En efecto el


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

turismo

traía

aparejado

un

movimiento

67

internacional

e

interprovincial de capitales, apreciable por sus efectos. Pero el turismo no solo era útil por el hecho de que el viajero gastaba apreciables sumas de dinero y se llevaba buenas impresiones, Era provechoso porque como vanguardia de la colonización provocaba la remisión de capitales y la implantación de nuevas industrias y comercio. Daba como ejemplo el puerto de Mar del Plata que había llegado a ser uno de los municipios más importantes de Buenos Aires por el turismo. Con este criterio, el gobierno norteamericano teniendo en cuenta el beneficio de la nación, hizo en 1872, la reserva del parque de Yellowstone, de 800.000 hectáreas, la cual debía reglamentarse con el fin de preservarlo de todo daño y expoliación y de conservar en su estado natural sus bosques, depósitos minerales, las curiosidades naturales y maravillas que encerraba. Gracias a ello el parque de Yellowstone era un enorme y espléndido museo natural, al mismo tiempo que lugar de recreo y descanso. Este ejemplo no tardó en ser imitado por otros países al darse cuenta de que con el progreso de los medios de locomoción nació el turismo, como nueva necesidad humana, que así como las necesidades de la vida en la ciudad requieren de la formación de plazas, jardines y parques urbanos, las necesidades de la vida del estado exigían la formación de grandes parques. Esta idea condujo a que los gobiernos se preocupasen por imitar este proceder y por el


68

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

perfeccionamiento físico, intelectual y moral del pueblo como base principal de bienestar y porvenir de las naciones. También Canadá sancionó, pocos años después que Estados Unidos, una ley de parques nacionales y reservas forestales. Se planeaba y dirigía la construcción de caminos, senderos, parques de caza, puentes, siembra de peces, etc. en los parques de Rocky Mountain, Hasper, Jaho, Glacier, Waterton Sake, Buffalo, Elk Island. En ellos el viajero podía ver diversidad de paisajes y gozar de los más variados climas, al mismo tiempo que practicar atractivos deportes. Suecia en 1904, por iniciativa de Nordenskjöld, destinó a parque 18.000 hectáreas en los alrededores de los lagos de Laponia. Austria tenía el suyo de 2000 hectáreas en los bosques vírgenes de Bosnia. En Suiza, en el territorio de la comuna de Zernes, fue creado en pequeña extensión el primer parque nacional que hoy tiene 5000 has. Citaba, además, a Australia, Nueva Zelanda, Rusia y casi todos los países europeos. Advertía que el gobierno argentino con buen criterio venía desde tiempo atrás decretando provisoriamente "reservas" en distintos puntos que luego, con el tiempo, se transformarían en hermosos parques. En cuanto al proyecto de López Mañán entendía Casares que no era necesario expropiar por entero el cerro San Javier, bastaría adquirir distintos puntos que, por razones de belleza o de acción muy directa sobre los manantiales y su higiene, fuera imprescindible salvaguardarlos y restringir el dominio en los terrenos restantes. Ese criterio, sin ser muy costoso para la provincia ni perjudicial a los


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

69

propietarios de los terrenos, sería suficientemente eficaz para conservar las riquezas que encierra el cerro de San Javier y para brindar a los hombres un exponente de las bellezas de la zona subtropical andina. Casares aplaudía la propuesta y la justificaba por su riqueza de suelo y la diversidad de climas que ofrecía desde su ladera, que permitía obtener un desarrollo normal de casi todas las plantas de la tierra, que habiendo en él hermosos ejemplares de tarcos, pacarás, tipas, cebiles y otros árboles espléndidos, solo se requería la senda o huella que les daría acceso o lucimiento para que el viajero pueda admirar la flora arbórea de las provincias del norte. Con la construcción de caminos y terrazas podrían darse puntos de mira hacia el valle de Tucumán, que ofrecía la exteriorización más acabada que hay en la república de actividad agrícola e industrial. Consideraba Casares que la fundación del Parque de Tucumán estaría justificada por las ventajas reales y materiales que aportaría a la provincia y a la nación misma.12 1935. HACIA LA REALIZACIÓN DEL PARQUE La idea de Julio López Mañán fue tomada por el filósofo Alberto Rougés quien coincidiendo con Miguel Lillo propuso que el Estado adquiriera una zona cercana a la vieja Ibatín (donde se había fundado la ciudad en 1565) para la creación de un parque con el fin 12MIGUEL F. CASARES

"El parque de Tucumán" , en La Nación, 15-III-1914


70

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

de preservar una espléndida área de la naturaleza tucumana salvándola de la codicia de la vida económica que talaba el bosque para sacar la madera y labrar la tierra para la agricultura. El licenciado Rubén Fernández se ha ocupado muy bien de este tema y señala en un cuidadoso trabajo que con este proyecto se daba un paso adelantado en tres principios legales y doctrinarios que hoy intervienen en la protección de los recursos naturales. Ellos son: a) principio de responsabilidad: el generador de efectos degradantes del ambiente es responsable de los costos de las acciones preventivas y correctivas de recomposición; b) principio de sustentabilidad: el aprovechamiento de los recursos naturales y la preservación del patrimonio natural y cultural, condicionantes del desarrollo económico y social. La gestión sustentable debería garantizar el uso de los recursos para las generaciones futuras, c) principio de solidaridad: la Nación y los estados provinciales serán responsables de la prevención y mitigación de los efectos ambientales transfronterizos adversos de su propio accionar, así como la minimización de los riesgos ambientales sobre los sistemas ecológicos compartidos. A juicio del investigador en el proyecto de Rougés se reconocen estos principios.13 Rougés temía el trazado arrasador de los ferrocarriles que demandaban la madera, compartía esta idea con Lillo, que se apenaba por el bosque e instaba a actuar de inmediato para

13RUBÉN FERNÁNDEZ:

"El parque de Tucumán...."cit,(Tucumán,2011)


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

71

conservar ese pedazo de la selva subtropical del Aconquija. Consideraba que en el Parque podría trazarse un camino desde el llano hacia las alturas que solucionase la vía de acceso a Tafí del Valle (el llamado camino de la Quebrada del Portugués). Hay una intención manifiesta del filósofo por proteger los recursos naturales y favorecer la flora y la fauna, pues contemplaba severas sanciones a quienes cometieran ilícitos. De este modo se verían beneficiadas incrementándose en número de ejemplares y en majestuosidad. En el área elegida se hallaban alrededor de cinco mil especies botánicas y setecientas especies de aves. El parque proyectado comprendía las inmediaciones de Ibatín donde fue fundada la ciudad por Diego de Villarroel en 1565 y la finca denominada La Florida que perteneció al doctor José Ignacio Aráoz, distinguido jurista, político, dirigente agrario quien en mayo de 1935 escribía desde Buenos Aires a Absalón Acosta (en Villa Quinteros): "Acabo de recibir su carta en la que me da la triste noticia de que por orden del Banco Hipotecario Nacional, he dejado de ser poseedor para siempre de la estancia La Florida, propiedad de mi familia desde hace ciento cincuenta años..."14 Las tierras eran herencia de Bernabé Aráoz, caudillo tucumano que se puso al servicio de la patria desde la Revolución de Mayo, fue destacado partícipe en la jornada de 1812, prestando apoyo a Belgrano en la Ciudadela y en la batalla de Salta. En 1814 fue el 14

MARÍA FLORENCIA ARÁOZ DE ISAS, José Ignacio Aráoz. Una vida tucumana (18751941).Centro Cultural Alberto Rougés, Fundación Miguel Lillo (Tucumán, 2001) pág. 399.


72

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

primer gobernador de Tucumán y siguió en acción hasta 1824 en que fue fusilado por rivalidades políticas, al desatarse la etapa de las guerras civiles. Rougés proponía que dentro del Parque, las ruinas de la vieja ciudad fueran declaradas monumento histórico y veía en ello la perspectiva de un atractivo turístico en toda la zona aledaña de majestuosa naturaleza que le impactaba desde muy niño. Era una visión progresista y muy adelantada para aquel tiempo. En una carta al historiador Manuel Lizondo Borda, en 1928, manifestaba su predilección por la región "Bella la descripción de la selva subtropical, de sus árboles suntuosos, a la que debo mi primera inolvidable emoción de lo sublime. Familiar para mí desde la infancia siento por ella ternura de amistad que no soporta bien una ausencia demasiado larga".15 Quería conservar el legado de la historia heroica de Tucumán en aquellas ruinas, que se hallaban desamparadas y preservarlas para las generaciones venideras, convirtiéndolas en monumento público. Rougés citaba en la fundamentación del proyecto una publicación norteamericana del Servicio de Parques Nacionales de dicho país para marcar las diferencias entre bosques y parques nacionales (Glimpses of our National Parks. USA. Washington, 1931). Decía que los bosques se crearon para administrar la industria de su explotación de acuerdo al interés público, de modo que se 15Alberto

Rougés, Correspondencia (1905-1945), Centro Cultural Rougés, FML, (Tucumán 1999) 1-X-1928, pág. 64.


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

73

controlase el provecho privado como en épocas anteriores. En los bosques nacionales podía haber animales mientras que en los parques solo por excepción, en la medida que no fueran perjudiciales. Enterado que la propiedad de La Florida se remataba, en 1933, Rougés solicitó al ex-gobernador Ernesto Padilla que interviniese en el remate del Banco Hipotecario, en el que uno de los lotes comprendía las ruinas de San Miguel. Decía "como lo demostró Ricardo Jaimes Freyre, en ese mismo lugar fue fundada Cañete y antes que esta, El Barco. La última fue la primera fundación que se hizo en el Tucumán. Según mis recuerdos, la ciudad comprendía alrededor de 49 cuadras cuadradas, o sea en cifras redondas 100 hectáreas. No es posible que tales ruinas sean objeto de una venta con fines comerciales, máxime entre nosotros, en que una ruina constituye un objeto extraordinario... La Providencia te ha señalado en este momento, como en otros muchos en que has sabido proteger valores puramente culturales... para que sustraigas a la codicia económica tan preciado valor de nuestra historia”. Le pedía que obtuviese que el Banco Hipotecario eliminase la venta del lote San Miguel y lo reservase hasta que el Estado, nacional o provincial la convirtiese en monumento público16. Este lote había sido subdividido en cinco sub-lotes que saldrían a remate.

16

Ibídem, carta 130, 24-XI-1933,pág. 132


74

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Incansables fueron ambos en la preservación del sitio histórico, Rougés volvía sobre el asunto en 1934, recomendando a Padilla que hablase con José Ignacio Aráoz e invocaba la ley nº 9080 de marzo de 1913 que declaraba propiedad de la Nación las ruinas y yacimientos arqueológicos. De modo que el Banco Hipotecario no podía vender esas ruinas. Padilla pensaba que con las ruinas de San Miguel también era imperioso que Tucumán recuperase sus bosques de naranjos, que había en Yacuchina y en La Florida, aunque todos agrios eran de distintas frutas. 17 Las tratativas con el gobierno provincial se agilizaron y en febrero de 1936, Alberto Rougés escribió a Padilla "El 16 el cte. se rematará La Florida. Hoy lo veré al ministro Frías, ese que cifra muchas esperanzas en que se realice la idea. Sé que Miguel Campero es muy partidario. Manuel Lizondo Borda publicará mañana un artículo en La Gaceta sobre los caminos a Tafí. Es partidario entusiasta del de la Quebrada del Portugués. Lo considera muy superior al de La Ventanita"...18 La Caja Popular de Ahorros de Tucumán fue autorizada a transferir al gobierno de la Provincia de Tucumán la finca La Florida, ubicada en el primer distrito de Monteros, compuesta de una superficie de 9882 hectáreas, 5005 metros cuadrados, que dicha institución adquirió en remate público efectuado por el Banco 17Ibídem, 18Ibídem,

carta nº 218, 6-XII-1935, pág. 226. carta nº 227, 6-II-1936, pág. 235.


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

75

Hipotecario Nacional, en la suma de $126.000m/n debiendo el PE reintegrar a dicha Caja Popular de Ahorros las sumas que esta hubiera desembolsado como parte del precio, más los intereses correspondientes. Los gastos que demandase el reintegro expresado así como los servicios futuros por el crédito hipotecario, se atenderían de rentas generales con imputación a la ley. Por ley sancionada el 16 de noviembre de 1936, el Poder Ejecutivo de Tucumán fue autorizado a adquirir, para hacer de él un parque, el inmueble al que se refiere el proyecto. Feliz con la noticia, Rougés le comentaba a Padilla, "Sabrás que ya se sancionó la ley autorizando a adquirir La Florida para parque. Se crea una comisión para administrarlo en la que está don Rodolfo Schreiter como jefe del Museo de Historia Natural. Desde hace unos meses unos soldados de la "volanta" recorren el parque e impiden la caza en él. Espero que no tardará en reconstruirse la flora y fauna de esa región".19 En efecto, la comisión presidida por el ministro Frías, estudió un plan para el parque y dispuso medidas para la conservación de la fauna. Diez días después de creado, gracias a sus contactos e influencias, Rougés logró que el Gobierno de la Provincia de Tucumán declarase la expropiación de 2000 hectáreas con destino a la formación de un centro de veraneo y reserva forestal en la Sierra de San Javier, con 500 hectáreas reservadas, para una

19Ibídem,

carta nº271, 7-XII-1936, pág. 272


76

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

nueva área protegida, el Parque Aconquija.20 Dicha área protegida cuenta en la actualidad con el instrumento legal (Ley nº 1672) y el resto de la Sierra se halla protegido por el Parque Universitario San Javier, que es propiedad de la Universidad Nacional de Tucumán, desde 1948. Actualmente el Parque La Florida se halla en el programa de Áreas Naturales Protegidas de la Dirección de Flora, Fauna Silvestre y Suelos, allí, en un sector funciona el Vivero de la Provincia. Tucumán tuvo muy tempranamente (a escasos dos años de la creación de los primeros parques nacionales) un área protegida para la preservación de la naturaleza. EL PROYECTO. SU TEXTO21 "Forma ya parte de la conciencia colectiva en nuestro país, la necesidad de que se conserven intactas, en estado de naturaleza -con su flora, su fauna y su gea peculiares- grandes áreas de tierra que se desataquen entre las demás por su belleza y su valor educativo. Nuestra opinión pública, representada por nuestros grandes diarios, está ya hecha al respecto. La reciente ley de Parques Nacionales en que ella se ha expresado, que crea los de Nahuel Huapi e Iguazú significa la iniciación de una obra social de una importancia considerable, cuya finalidad es poner al alcance de toda la colectividad y conservar intacto

20RUBÉN

FERNÁNDEZ," Parque de Tucumán: visionario proyecto de A. Rougés", cit, pág. 185. D.F.F.S.S Dirección de Flora, Fauna Silvestre y Suelos. Programa Áreas Naturales Protegidas, 2008 21Alberto Rougés, Ensayos, Centro Cultural A. Rougés, FML, transcripción del proyecto. (Tucumán,2005)


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

para los venideros un patrimonio de un considerable valor estético y educativo, que no tenemos el derecho de destruir. Se halla también en nuestro actual ambiente de ideas, la de que es necesario continuar la obra así iniciada, mediante la creación en el país, que la citada ley prevé, de otros parques, representativos de otros géneros de bellezas naturales que las regiones de las Cataratas del Iguazú y de los lagos patagónicos. Entre aquellas tiene un puesto destacado la de la falda del Aconquija, con sus selvas subtropicales exuberantes, majestuosas, suntuosamente decoradas de epifitas. La legendaria belleza de estas conmovió, sin duda, profundamente a los indomables guerreros de poemas, que cumplieron en el Tucumán lo que la crónica de la época denominó la “entrada”, una de las máximas proezas de la conquista de América. Cuando esos guerreros crearon una ciudad- la de San Miguel- a los pies mismos de esa selva, sin duda ante la augusta presencia de esta, en un arranque de lírico entusiasmo, que contrastaba fuertemente con el ruido de sus armas sangrientas e insaciables, pusieron a esa ciudad, como segundo nombre “Nueva tierra de Promisión”. Desde entonces hasta hoy, esa selva ha recibido los exaltados homenajes de soldados, misioneros, cronistas, historiadores, sabios y poetas. Así, ungida ella por la historia, por la ciencia, y por el arte, las potencias dispensadoras de la inmortalidad en el recuerdo no podemos permitir la destrucción de sus más subidos valores, de sus más hermosas expresiones, de sus árboles multiseculares -los más codiciados por el ogro de la vida económica- sin asumir una abrumadora responsabilidad ante los argentinos del mañana. Máxime cuando la gran red vial cuya construcción hemos iniciado acelerará el ya tan avanzado proceso de destrucción de nuestro acervo forestal. Impresionado por esta, nuestro ilustre naturalista Lillo nos decía en sus últimos días “hace ya tiempo que no voy a nuestros bosques, porque me causa mucha pena su

77


78

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

mutilación”. Nuestro deber de hoy es pues evidente, no admite dilación, debemos asegurar de inmediato la conservación de algunas de las más bellas manifestaciones que aún subsisten de la selva subtropical del Aconquija. Juntamente con ellas debe ser convertida en dominio público, la zona contigua que escala la montaña hasta su cumbre. Un extremo del parque se encontraría así en el cálido subtrópico y el otro en las nieves eternas. Entre los dos términos, en una distancia relativamente reducida, se ofrecería a la curiosidad y a la admiración de los visitantes todos los climas y una maravillosa gama de paisajes. Nuestro ilustre comprovinciano el doctor Julio López Mañán que tan claras pruebas nos ha dejado de su pasión por el bien público y de su talento, fue el primero en percibir la necesidad de un parque en Tucumán. En un artículo publicado en “La Nación” del 14 de diciembre de 1913, propuso con miras a un gran parque, una considerable reserva, que debía comprender la falda del cerro San Javier y la región serrana situada al occidente de la misma hasta las altas cumbres del Aconquija. El proyecto obtuvo el cálido aplauso de una elite pero nuestra opinión pública se hallaba lejos aún de poder valorar la magnífica iniciativa, y el proyecto no se realizó. Entre los que lo aplaudieron con entusiasmo, uno de los primeros fue el doctor Miguel Lillo. La zona elegida le pareció de una gran belleza pero creyó preferible otra del sud de Monteros. En carta del 22 de diciembre de 1913, le decía al respecto al doctor López Mañán: “Para mí la zona que debiera expropiarse para formar la reserva, sería la falda oriental del Aconquija, por ejemplo entre el río de Monteros y el río Seco, desde la cumbre, que tendrá unos cinco mil metros, hasta la llanura. Allí se encuentra la vegetación forestal, tal vez la más exuberante de la República, la que hasta ahora ha sido poco explotada; hay ríos caudalosos, como son los nombrados, todas las variantes de flora y fauna, paisajes espléndidos como los que ofrecen los dos Ñuñorcos y la vecindad inmediata de Tafí al norte”. La expropiación


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

costaría incomparablemente menos, pues no hay poblaciones, ni estancias de la importancia de la otra zona. El acceso a esta reserva sería muy fácil, quedaría a dos horas de ferrocarril de aquí y tendría como cabecera a Monteros”. Y poniendo en su palabra un calor que no le era habitual, reflejo, sin duda, del profundo amor a la naturaleza que había en él y de la honda amistad que lo vinculaba al doctor López Mañán, el doctor Lillo concluía así su carta “En fin, mi querido amigo, nuevamente lo felicito por la iniciativa y le ruego persista en ella, que si se realiza, en cualquier parte que sea, será de grandes beneficios, no diré para obtener un beneficio material, sino para la cultura del país ante todo”. Y bien, un feliz azar hace hoy fácilmente realizable la idea de un parque en Tucumán, del doctor López Mañán, y la ubicación del mismo en el sitio señalado por nuestro sabio naturalista. El banco Hipotecario Nacional va a vender próximamente una parte importante de la zona indicada por aquel para ubicación de la reserva. La venta, que ya fracasó hace algunos meses se realizará ahora por una base mucho menor que entonces y considerablemente inferior al precio que la propiedad tenía cuando el doctor Lillo escribió su carta y que el que tiene en épocas normales. De una extensión de cerca de diez mil hectáreas el inmueble aludido se extiende hasta las altas cumbres que colindan con Catamarca, donde alcanza, según el doctor Lillo, a cinco mil metros de altura. El agua es abundante. El río Pueblo Viejo, que constituye el límite norte del proyectado parque es uno de los más caudalosos del sud de la provincia. Sus numerosos saltos de agua y las grandes piedras graníticas de su lecho, constituyen elementos estéticos de crecido valor. Por su borde va un camino de rodados que escala la montaña siguiendo las huellas de los conquistadores. “El camino de la quebrada, que es la entrada de los Andes de Tucumán” se decía en la época de la conquista. Llevaba él hasta Chuquisaca, por los tambos de la Ciénega, por

79


80

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Tolombón, Córdoba del Calchaquí, Chicoana, Casabindo y Talina. Como el histórico camino de la quebrada, el que se construyera en el proyectado parque desde el llano hacia las alturas, sería el camino de acceso ahora hasta de neumáticos a las regiones altas del Aconquija, y entre ellas, al valle de Tafí, que colinda con la propiedad a que nos referimos. Se resolvería así pues, en una forma adecuada, el arduo problema de un camino a Tafí. Porque el que se construyera sería en todo su recorrido un camino por una propiedad pública, destinada al solaz y a la educación de todo el pueblo, propiedad cuidada especialmente con tal objeto, conservada en estado de naturaleza, salvo los caminos y las sendas que la hicieran accesible. Severas sanciones, como es de regla en tales casos, protegerían su flora y su fauna. Esta sería cada vez más numerosa y aquella cada vez más imponente. Por otra parte, es sabido que nuestra fauna y nuestra flora, como las de todo el norte se distinguen también por su variedad. En este, en efecto, se hallan cinco mil especies botánicas de las siete mil con que cuenta aproximadamente el país, y setecientas especies diferentes de aves, sobre las ochocientas a novecientas en que se estima la avifauna nacional. El Parque del Tucumán sería así, en verdad “la nueva tierra de promisión” que vieron allí maravillados los ojos del capitán Don Diego de Villarroel cuando fundó este a los pies de la selva, la ciudad de San Miguel. Las ruinas de esta que deben ser declaradas monumento público, constituirán un número obligado de un programa de turismo al proyectado parque, en cuyas inmediaciones se hallan. Convendría agregar a este parque en las regiones elevadas de la montaña, previo un estudio detenido, algunas extensiones de tierra contigua que aporten a aquel, elementos de interés científico o estético. Tales serían, por ejemplo, algunos bosques notables de pinos, algunas lagunas, talvez la del Tesoro, algunos glaciares y algún pico de montaña de gran altura, tal vez el Clavillo que mide 5550 metros según la


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

medición del geólogo argentino Augusto Tapia, quien ha publicado un notable trabajo sobre nuestros glaciares (Apuntes sobre el glaciarismo pleistocénico del Nevado del Aconquija; Bs As 1925). El gran parque de Tucumán, así realizado, sería un maravilloso sitio de turismo. Sumaría a la belleza singular de sus bosques subtropicales de la región baja de la montaña, la de los bosques de pinos de las regiones frígidas y la gracia de las verdes y floridas colinas de “praderas alpinas”, como se las ha denominado. Más arriba encontraría el turista las torturadas queñuas y más en alto aún, la belleza desolada de los glaciares y de las nieves eternas, donde picos sensiblemente más altos que el más alto de Europa tentarían al turismo más audaz. El parque no constituirá, por supuesto, por sí solo, la solución de todos los problemas que nuestros bosques nos plantean. Habría que realizar cuanto antes un estudio de ellos y determinar cuáles son aquellos cuya conservación o replantación es exigida por un interés colectivo, como ser el de asegurar la buena distribución de las aguas. Una vez determinados, la mejor solución consistiría en la adquisición de dichos bosques por el Estado, como se ha hecho en otros países. El Estado los haría explotar en la forma más adecuada a los intereses de la colectividad. Es aquí oportuna una referencia a un país que en materia de grandes parques y de reservas forestales del Estado, marcha seguramente a la cabeza de los demás. Nos referimos a Estados Unidos de Norteamérica. He aquí lo que dice respecto a tal materia una publicación del “Servicio de Parques Nacionales” de dicho país. “No hay que confundir los parques nacionales con los bosques nacionales. Los bosques nacionales se hallan contiguos muchas veces a los parques nacionales, ellos fueron creados para administrar la industria de la explotación de bosques de acuerdo con el interés público; en vez de que la explotación se haga,

81


82

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

como en el pasado, privadamente con miras solamente al provecho privado, es ahora hecha de acuerdo con métodos que contemplan el interés público”. “Los árboles son cortados de acuerdo con principios científicos de arboricultura, que aconsejan no cortar los de poca edad hasta que lleguen a un determinado tamaño, lo que asegura la conservación de los bosques”. “Ovejas, caballos y animales vacunos pastean en las praderas de los bosques nacionales con la autorización del gobierno, mientras que en los parques nacionales los animales domésticos son admitidos solo por excepción, cuando no son obstáculo para la comodidad de las gentes o cuando no dañan a la belleza del paisaje. En la estación de caza, ésta está permitida en los bosques nacionales, pero nunca en los parques”. “En resumen, los parques nacionales no son como los bosques, propiedades comercialmente explotadas sino lugares reservados para el descanso, recreo y educación de la gente. Obedecen solamente a las leyes de la naturaleza”. “Como antecedente de este proyecto de parques, acompaño copia del artículo citado publicado en La Nación, por el doctor López Mañán y de los juicios acerca del mismo de Lillo, Miguel Casares y Eduardo Holmberg. Es de advertir que, desde la época del proyecto del doctor López Mañán hasta ahora, los grandes parques y reservas forestales han adquirido

mucha

mayor

importancia

en

Estados

Unidos

de

Norteamérica y otros países. En aquella nación existen actualmente catorce parques y 150 bosques nacionales y se ha dictado una previsora legislación”.


E. PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA: El Parque de Tucumán (1935) .

83

BIBLIOGRAFÍA ARÁOZ DE ISAS, MARÍA FLORENCIA, José Ignacio Aráoz. Una vida tucumana (1875-1941) Centro Cultural Alberto Rougés, Fundación Miguel Lillo (en adelante CCAR FML) (Tucumán, 2001) CASARES, MIGUEL F. “El Parque de Tucumán”, en: La Nación, Buenos Aires, 15III-1914. FLAWIÁ NILDA MARÍA (comp.), Juan B. Terán. Estudios críticos sobre su obra, (Buenos Aires, 2013) FERNÁNDEZ, RUBÉN, “El parque de Tucumán: visionario proyecto de Alberto Rougés”, en: Actas de las VIII Jornadas La generación del Centenario y su proyección en el noroeste argentino (1900-1950) CCAR FML (Tucumán 2011) LÓPEZ MAÑÁN, JULIO. “El número de Tucumán”, en: La Nación, Buenos Aires, 14-XII-1913 ONELLI, CLEMENTE: Entre bosques y Parques (Bs. As., 1922) PÁEZ DE LA TORRE, CARLOS (H): Pedes in terra ad sidera visus. Vida y tarea de Juan B. Terán (1880-1938), CCAR FML (Tucumán, 2010). PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA, ELENA, ROMERO, ELBA ESTELA. Un proyecto geopolítico para el noroeste argentino. Los intelectuales del Centenario en Tucumán, CCAR FML (Tucumán, 2012) PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA, ELENA. “Preocupaciones de una generación con conciencia ecológica”, en: Nilda Flawiá (comp.) Juan B Terán. Estudios críticos sobre su obra (Buenos Aires 2013). PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA, ELENA: “El gobernador que amaba la naturaleza”, en: La Gaceta, Tucumán, 8-VI-1997. Rougés Alberto, Correspondencia (1904-1945), CCAR FML, (Tucumán 1990) Rougés Alberto, Ensayos. CCAR FML (Tucumán, 2005)


84

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

ROUGÉS ALBERTO, “El parque de Tucumán” (proyecto presentado al PE de la Provincia de Tucumán) La Comercial, 1937. TERÁN, JUAN B., Estudios y Notas, en Obras Completas, Tomo I, UNT, (Tucumán, 1980) TERÁN, JUAN B., Por mi ciudad, “El sentido moral del árbol”, Obras Completas, Tomo IV. (Tucumán, 1980)


FEDERICO SCHICKENDANTZ UN CIENTÍFICO INVESTIGADOR Y VEHEMENTE Sara Peña de Bascary

Federico Schickendantz

En la segunda mitad del siglo XIX, llegaron al Rio de la Plata numerosos científicos europeos, especialistas en distintas disciplinas. Algunos, los llamados naturalistas viajeros, vinieron de paso a


86

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

estudiar las riquezas de nuestro suelo, su flora y su fauna. Otros, arribaron en búsqueda de nuevos horizontes, con el objetivo de radicarse en la Argentina. Aquí trabajaron, formaron sus familias, fueron investigadores, educadores, y brindaron sus conocimientos y experiencias para la formación de los argentinos. Muchos científicos vinieron a Tucumán y en esta ciudad dejaron una impronta fundamental para el progreso. Entre ellos, se destaca la figura del químico alemán Federico Schickendantz.1 RUMBO AL RIO DE LA PLATA Federico Schickedantz nació en Landau, ciudad de la Baviera Renana (El Palatinado), el 15 de febrero de 1837. Hijo de Juan Federico Schickedantz y de Luisa Guillermina Von Geritchen, de noble familia. Obtuvo excelente educación en el Instituto Real de Estudios de Baviera, donde llegó a ser un buen pianista2. Estudió química en las Universidades de Heidelberg y Münich; discípulo de Bunsen, era ya en 1860 ayudante, junto al príncipe de Gales, del profesor Brodie en la Universidad de Oxford. Por ese entonces, la

SARA PEÑA DE BASCARY, “El temperamental Federico Schickendantz” en: La Gaceta, Tucumán, Suplemento Literario 18-V-1980. En ese artículo tratamos algunos aspectos de la personalidad del científico. Con los años hemos, adquirido nuevos datos que amplían su biografía y damos a conocer en este trabajo. 2VICENTE OSVALDO CUTULO: Nuevo diccionario biográfico argentino. Asiento: Federico Schickendantz. 1


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

87

Empresa de Minas de Samuel Lafone y Quevedo3, que explotaba yacimientos en Catamarca, necesitaba un hábil metalurgo para mejorar la producción y publicó un aviso a este fin en los diarios de Inglaterra. El joven Schickendantz, que contaba a la sazón 24 años, vio el anuncio y se presentó, con una recomendación de su profesor. Fue aceptado, se firmaron los convenios respectivos y al poco tiempo se embarcó hacia el Río de la Plata. No bien llegado a Montevideo, donde estaba la sede del establecimiento de su empleador, se encontró con el primer escollo: la empresa Lafone había sufrido un revés financiero y quería rescindir el contrato pagándole un resarcimiento, ya que no había ninguna seguridad de poder cumplir lo convenido. No era Schickendantz hombre de amilanarse: planteó trabajar durante un año y propuso: “Señor Lafone, en todo caso como me tiene que pagar mi año de sueldo, permítame que lo gane en su establecimiento y si al fin de ese tiempo si quería desistir el contrato uno u otro podrá hacerlo”4. La propuesta fue aceptada y de inmediato Schickendantz se puso en marcha hacia Catamarca. Atravesando así el país en épocas de la campaña de Pavón y cayó prisionero de indios ranqueles aliados del ejército de Derqui. Finalmente llegó a Santa María, por el fuerte de Andalgalá, cuando la empresa trasladaba el ingenio al lugar llamado Pilciao.

3SARA PEÑA DE BASCARY:

“Lafone: gentleman, minero, arqueólogo”, en: ibídem 9-I-78. ANÓNIMO. “Federico Schickendantz, homenaje a su memoria”. (U.N.T., Tucumán, 1943).

4


88

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

LOS PRIMEROS TIEMPOS EN PILCIAO, CATAMARCA En 1862 se instaló definitivamente en el Ingenio Pilciao, con los propietarios de la mina, Samuel Lafone y Quevedo y el marino danés Juan Heller. Rápidamente demostró el joven químico su capacidad en metalurgia: gracias a sus ensayos, se pudo abaratar el costo de la fundición de metales, solucionando en parte el problema de la empresa. Fue además el comienzo de una gran amistad entre Lafone, Heller y Schickendantz. El trío fue puntal en la evolución y el progreso del distrito minero del Fuerte de Andalgalá, donde se encontraban los yacimientos5. De entrada Schickendantz buscó una forma rápida y económica para la fundición así, descubrió un método ingenioso y sencillo para concentrar el oro, existente en el cobre, de éxito completo. Este sistema, vigente durante años, fue llamado “Schickendantz” en su honor. En los ratos libres, comenzó a diversificar sus investigaciones y a escribir los resultados, que fueron publicados. Contaba con un excelente laboratorio en Pilciao. En 1868 dio a conocer un estudio físico geográfico (Geografische Mitteilungen) en Alemania, en colaboración con el prestigioso naturalista Germán Burmeister. Durante el período (1862-1870) de su permanencia en Pilciao, se dedicó a los estudios de la flora del lugar y a las posibilidades que 5

SARA PEÑA DE BASCARY: “Un marino danés en la aventura del Pilciao” en: La Gaceta, Suplemento Literario, Tucumán, 22-II-1976


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

89

esta prometía. Determinó así los alcaloides que podrían extraerse de algunas plantas de quebracho blanco. De los estudios que dio a conocer sobre el tema, surgió la aplicación dada por científicos franceses, a esos alcaloides, figurando en primer término la Aspidspermina. “Schickendantz formó un hortus siccus, del que mandó muchas muestras a los botánicos de Europa y estas le merecieron el reconocimiento de los hombres más distinguidos en esta ciencia. Entre otras cosas, remitió colecciones curiosas de cactus (cardones) y opuncias (pencas) de las que tantas variedades hay en Catamarca”6. Tenía predilección por la Botánica. Posiblemente por ello, su prestigioso amigo el Dr. Jorge Hieronymus, le honró clasificando al rodajillo -arbusto que crece en Chile- como Bulnesia Schikendantzii y al olivillo de la Rioja, Córdoba y Catamarca- cuyos frutos producen una tinta morada, y el tronco y hojas una especie de añil- como Montea Schikendantzii.7 Cabe aclarar que ya antes de salir de Europa, muy joven, Schickendantz había publicado algunos estudios, entre ellos uno sobre dosificación del azoe en colaboración con su maestro, el sabio Bunsen. EL FUERTE DE ANDALGALÁ, PILCIAO Y LAS IMPRESIONES DE UN VIAJERO Al margen de la explotación minera, Lafone, Heller y Schickendantz 6

diversificaron

sus

actividades

ampliamente

y

SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA, Anales de la... Vol. XLII, pág. 101. (Buenos Aires, agosto1986). 7Ibídem.


90

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

convirtieron a Andalgalá en un pujante centro de progreso agrícola, industrial y cultural. Realizaron una hercúlea tarea despertando inquietudes en hombres de la región. Hicieron traer llamas de Bolivia, para manufacturar ponchos de vicuña que se hicieron famosos y codiciados. A este fin encargaron a Inglaterra una máquina industrial para tejer, que fue la primera de este tipo en el país. Elaboraron buenos vinos, criaron ganado en las fincas El Carrizal y Las Blancas, los viñedos proliferaron y el aguardiente catamarqueño se cotizó en todo el país. Para lograr estas realizaciones, lucharon contra muchos inconvenientes: entre ellos, el árido clima castigado por el Zonda y la falta de costumbre de los lugareños de trabajar en forma organizada. Con estos productos, coparon casi todos los premios de la Exposición Nacional de Córdoba en 1872.Entre ellos, su medalla de plata por los ponchos de vicuña. El Colegio del Fuerte de Andalgalá fue obra, también, de estos hombres. Allí se impartía una esmeradísima educación, dando prioridad a las artes y a la música. Ernest William White, joven naturalista inglés que visitó la región y en especial Pilciao, en su libro Cameos from the silver land8, sin traducción al castellano, realiza una descripción que da una idea cabal de la importancia del establecimiento. El lugar le fascinó, pasando de asombro en asombro, desde la señorial casona estilo 8

SARA PEÑA DE BASCARY, “Un viajero inglés en Catamarca y Tucumán”, en La Gaceta, Suplemento Literario, Tucumán, 21-VI-1981. Traducción de la autora.


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

91

Tudor que hizo construir Lafone, hasta la amabilidad de los anfitriones. Pero, de estas sorpresas, la más agradable fue escuchar el coro de niños nativos dirigidos por Lafone y Quevedo, que le hizo exclamar: “Yo he escuchado y admirado el canto de nuestras catedrales en mi patria. Pero nunca escuché tan deliciosa armonía, perfecta en tono y tiempo, como la que brotaba de esas gargantas infantiles, medio indias, de Pilciao, sucios pelagatos de 5 a 6 años de edad que nunca usaron un zapato, cuyos cuerpos se cubrían con harapientas camisas, mostrando su morena piel a través de los numerosos girones ondulantes, todos ellos adiestrados para participar; no solamente interpretaban Mendelsshon, Beethoven y Mozart, sino que lo hacían a la perfección” 9. AGRADABLES ESPARCIMIENTOS – LA VISITA DE GROUSSAC No todo fue trabajo y estudios en la vida de Schickendantz, Lafone y Heller, eran hombres de vasta cultura y muchas inquietudes. El mejor pasatiempo en las noches catamarqueñas fue el intercambio de conocimientos, le ejecución de música en un piano traído especialmente de Alemania. En 1866, Juan Heller escribe a Lafone y le comenta que “el domingo se han dicho dos misas en esta,

9Ibídem


92

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

la última fue de Lugones [sacerdote] con música de piano tocado por Don Federico – que le parece a Ud”10. Fueron anfitriones de personajes de predicamento, entre ellos Paul Groussac, gran amigo de Schickendantz. El francés recordaba que, cuando estuvo en Catamarca, aceptó la invitación de su amigo y ex colega de Tucumán Federico Schickendantz de visitarlo en su arrinconado valle. Escribe Groussac: “Don Federico, era a la sazón Director Técnico del importante ingenio metalúrgico de Pilciao, propiedad del estimable americanista D. Samuel Lafone, que fue, hasta hace poco, digno profesor de esta Facultad y por entonces también residía en su establecimiento”. Comentaba: “Aunque mis invitantes me habían mandado su mejor mula de paso, no exagero diciendo que estas treinta leguas de áspera serranía, entre pedregales y carrizales, se me hicieron parecidas a sesenta, pero se compensaron las molestias del viaje, con lo cordial y ameno de la hospitalidad”. Terminaba: “No temáis que os describa la fundición de cobre, ni siquiera la espaciosa habitación –mitad estancia, mitad home ingléscon su patio lleno de plantas, su buena mesa, su biblioteca y sala de música, donde a la noche, mientras yo en mi rocking chair, recorría una revista, mis huéspedes, pianistas ambos, tocaban a dos o cuatro 10ARCHIVO

HISTÓRICO DE TUCUMÁN (en adelante AHT). Libro copiador de cartas de Juan Heller, 1862-1870. Perteneció a la Srta. Mercedes Rougés Heller. ACLARACION: Los libros Copiadores del Capitán Juan Heller Johanssen, en poder de sus descendientes RougésHeller, han sido nuestra fuente de consulta en distintos trabajos que dimos a conocer sobre Heller, sobre Lafone y Quevedo y sobre Federico Schickendantz. Dos de estos copiadores (que atesoraba Mercedes Rougés Heller) se encuentran actualmente en el Archivo Histórico, donados por Carlos Páez de la Torre (h), a quien su propietaria se los obsequió; los otros (de Emilio y Susana Rougés Heller), que citaremos más adelante, están en poder de la familia. En adelante se citan respectivamente como LJH-I y LJH-II.


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

93

manos, algunos andantes de Bach o Beethoven. En esa casa amiga, isleta de perfecta civilización, entre la más árida rustiquez pasé una semana agradabilísima”11. Ocasionalmente

alternaban

con

propietarios

de

otros

establecimientos y es precisamente en una reunión social donde Don Federico

Schickendantz

conocería

a

quien

cambió

fundamentalmente su vida: la encantadora María Josefa [Mariquita] Díaz de la Peña, sobrina de Don Miguel Díaz de la Peña, diputado al Congreso en 1818 y 1819 y propietario de la estancia Santa Rita de Huasán. Rápidamente los jóvenes congeniaron y el casamiento se realizó en 1865.

LA VISITA DEL INSPECTOR GENERAL DE MINAS En 1869 el Inspector General de Minas, el británico Mayor F. Ignacio Rickard, realizó una inspección por distritos mineros de Argentina. Lógicamente, estuvo en Catamarca, en las minas de Lafone. En cartas de Juan Heller a don Samuel vemos lo importante que consideraron esta visita. Schickendantz acompañó al inspector en el recorrido por los establecimientos mineros de la región. Juan Heller comentaba a Lafone: “El señor Rickard pasó con D. Federico a Pipanaco. Estoy convencido que el hombre va muy contento con su

11PAUL

GROUSSAC, Conferencia en la Facultad Filosofía y Letras: “El romanticismo francés”; en: Nosotros, año XIV- Tomo XXXVI, págs. 9-10. (Buenos Aires, 1920) y en RICARDO ROJAS: Historia de la Literatura Argentina. Tomo XIV, p. 229. (Buenos Aires, 1925).


94

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

visita a Pilciao, lo ha dado a entender en cada momento. Dice que el año entrante acompañará, como es probable, a Sarmiento en las visitas a las provincias y hará lo posible para hacerlo pasar por Pilciao”12.Continuaba su relato: “Don Federico ha tenido que hacer muchos ensayos para Rickard, de todas las piedras que ha juntado desde San Juan, ya puede figurarse Ud. que ha sido tarea y que más de una vez se le ha ido la sangre contra la cabeza, como él dice” 13. Sabido es que Schickendantz tenía un carácter muy especial. A todo esto su esposa “Mariquita” (María Díaz de la Peña), cuenta Heller, se encontraba en ese momento en el Fuerte de Andalgalá, pero como había terminado la Semana Santa “se le acabará el paraíso. También se va acercando el nº 3”14. Es que la familia Schickendantz-Díaz de la Peña aumentaba rápidamente. Tuvieron varios hijos, entre ellos hemos detectado a: Federico, Eduardo, Pablo y Gustavo15. El informe Rickard se publicó en 1869. Allí se destaca que “el sistema de fundición con sus distintas operaciones me fue permitido estudiar por el Sr. Schickendantz, el inteligente químico metalurgista del establecimiento”. Describe el inspector minuciosamente con gráficos y textos el método y concluía: “recién hace dos años que el Sr. Lafone ha podido aprovechar el valor del oro y puedo decir también el de la plata presente en el cobre. Antes de adoptar el

AHT. LJH-I. Carta a Samuel Lafone. 12. IV. 1869. Ibídem 14Ibídem 15 Datos proporcionados por Carlos Páez de la Torre (h). 12 13


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

95

sistema descubierto por el Sr. Schickendantz, de producir bottoms16 la ley de oro no alcanzaba a 3 onzas por tonelada y la de plata, rara vez pasaba de 120 a 130 onzas. Hoy es distinto”17. En mayo de 1869, Heller comentaba a Lafone que “Don Federico le había hablado para continuar con su contrato por dos años después del 1º de enero de 1870. Que pretendía 3000 pesos, a lo que le respondió que creía les parecería mucho en Montevideo y que se enojó mucho, pero que después se convenció que estaba bien y convino quedarse dos años más”.18 Además, en la misma misiva, le decía: “Don Federico se lució con la producción de cobre”19. En abril, habían alcanzado 1000 quintales de cobre, y en mayo estaban en plena fundición y esperaban alcanzar 1100 quintales. El inquieto Schickendantz, por esa época, interesaba a Heller sobre el beneficio del plomo y bronces amarillos, y decía “que es probable que escriba sobre el particular”. Heller le contestó que no estaba demás que estudiara la cuestión, pero que por el momento no podían encarar el gasto que eso representaba. Concluía Heller: “Don Federico es muy amigo de sacar cuentas alegres”20.

Nombre en inglés que se daba a las barras de cobre. RICKARD; Informe sobre los distritos minerales, minas y establecimientos de la República Argentina en 1868-1869.Presentado al Gobierno Nacional por el Mayor F. Ignacio Rickard. F.G.S. Miembro de la Sociedad de Geografía y Geología de Inglaterra Inspector General de Minas. (Buenos Aires, 1869) Pág. 126. 18 Heller a Lafone 17 de mayo de 1869 fs. 189 a 192.AHT, en LJH-I. 19Ibídem. 20Heller a Lafone, junio 19 a 21 de 1869, fs. 234 a 239, en: ibídem. 16

17F. IGNACIO


96

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

TUCUMÁN: ENTRE EL NACIONAL Y LA ESCUELA AGRONÓMICA Por aquel tiempo, Schickendantz sufría los trastornos de una dispepsia que posiblemente aumentó la acritud de su temperamento: ese carácter que le traía no pocos problemas. Pensando, tal vez, que el clima podría ser dañino a su salud, comenzó a estudiar la posibilidad de establecerse en Tucumán, aunque eso no significaría la desvinculación de Pilciao, ya que Lafone y Heller contarían con el resultado de sus ensayos químicos. En 1870 toma la decisión y se traslada a Tucumán. Comienza a ejercer la docencia en el Colegio Nacional como profesor de Física y Química. Conoce allí a su discípulo predilecto, que años más tarde sería el encargado de dar continuidad a su obra: el joven Miguel Lillo, como veremos más adelante. En 1871, es designado director de la Escuela Agronómica creada en Tucumán por iniciativa del presidente Domingo Faustino Sarmiento

y

su

ministro

Nicolás

del

Nacional.

Fue

este

nombramiento un gran honor para Schickendantz, ya que en la designación se le llamó sabio alemán21. Es en esa época que se acrecienta la intemperancia de su carácter. Estallan graves desinteligencias con el rector del Colegio don José Posse, que igualaba a don Federico en el carácter endiablado. El enfrentamiento dio como resultado la renuncia de Schickendantz a la cátedra y, consecuentemente, también a la 21

ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA Argentina, pág. 102. (Buenos Aires, 1896). Pág. 102.


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

97

dirección de la Escuela Agronómica. Paul Groussac, en un artículo de La Razón de marzo de 1874, también en polémica con Posse, menciona el hecho: “En vano presencié la destitución inmoral y funesta de mi noble amigo Federico Schickendantz que traté de impedir con el Dr. Bruland, como si el lenguaje de la magnanimidad pudiera despertar eco en un pecho secado por la bilis y la intriga. Por más que las pruebas se acumulaban, quedaba yo ciego y sordo, no quería entender estas palabras que me escribía Schickendantz como sabio vaticinio y que transcribo textualmente para mayor evidencia: Although I should scold you for your attachment to Posse, the most vile of all tucumanos, and whom you should rather beg for be your enemy, in orden to save your dignity22. Sucedió a Schickendantz, como director de la Escuela Agronómica, el pintoresco ingeniero español Juan de Cominges. Acotamos como hecho significativo que a poco andar renunció, como su antecesor, por desinteligencias con Posse. La circunstancia se repetiría con Paul Groussac en el Colegio Nacional. REGRESO A PILCIAO En enero de 1872, Schickendantz acompañó a Pilciao en gira científica, al geólogo Stelzner y al botánico Hieronymus y se comprometió con don Juan Heller a realizar análisis de metales 22

En; La Razón, Tucumán, 18.III. 1874. Traducción: Aunque debería recriminarle su afecto a Posse, el más vil de todos los tucumanos, y de quien usted debería más bien rogar que sea su enemigo, en orden de salvar su dignidad.


98

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

desde octubre de ese año. Posiblemente, este viaje animó a Schickendantz a adelantar su regreso a Pilciao, ya que el 14 de mayo Heller le escribía: “…Augier me dio su mensaje que con mucho gusto fue recibido por todos sus amigos del Fuerte. No le escribí pues en esos días estaba con Don Samuel aprontándose para el viaje y que carta mejor. No dudo haya hablado detenidamente sobre todo y puesto en la balanza Tucumán y el Fuerte. Don Samuel sabrá para qué lado se ha inclinado, espero el último. Entiendo que usted renunció a su empleo”23. En los comienzos de esta nueva etapa en Pilciao, Schickendantz estuvo muy deprimido. La amargura que le causó el alejamiento del Colegio Nacional perduraría por mucho tiempo. Heller comentaba asiduamente a Lafone los altibajos que este sufría, y que se acrecentaban por la ausencia de Mariquita, que no pudo acompañarle inmediatamente. Por otra parte, surge del epistolario Heller–Lafone, que su esposa no estaba muy conforme con el regreso a Catamarca. En julio de ese año, Heller decía a su socio: “No es Don Federico el descontento sino la comadre Marica que ha hablado en reserva. Hay que conceder ese aumento ya que Don Federico hoy en día nos hace más falta que nunca, si él no hubiera vuelto a Pilciao o no hubiésemos sabido la ley de plata que ahora tiene la mina y tal vez la hubiéramos botado por inservible”. Como comentario al margen, 23Juan

Heller a Federico Schickendantz, 14 de mayo de 1872. En: LJH-II, Cfr. SARA PEÑA DE BASCARY, “El temperamental Federico…”, cit.


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

99

terminaba la carta: “Dona Marica ha tenido una chancleta, cosa inservible como incómoda”24. En Octubre se presentó otro problema. Evidentemente, Mariquita presionaba a Schickendantz para alejarse de Pilciao. Decía Heller a Lafone: “No comprendo como don Federico piensa conseguir una colocación en Catamarca, realmente debe estar loco, casi creo que Usted debe estar mal informado. No sea que la Marica que habiendo tomado el gusto a la vida en Tucumán, trata de sacar a Don Federico de Pilciao”25. En marzo de 1874, Heller comentaba a Lafone sobre D. Federico: “su genio que nada le favorece y le causa muchas amarguras”26. En una oportunidad, le aconsejaría: “Mi querido amigo, sea usted un poco más tolerante y sin duda será más feliz”27. En diciembre de 1874, se percibe que Schickendantz ya había superado

el

problema,

reapareciendo

su

inquietud

por

la

investigación. Heller decía a Lafone: “Que a más de sus trabajos preparatorios para esta oficina se ocupará con estudios para facilitarle una nueva carrera. ¿Cuál será? ¿En que estará pensando ahora?”28. El tiempo fue paliando los problemas anímicos de don Federico. El apoyo de estos amigos, con preocupación y consejos, fue fundamental para la recuperación.

24Juan

Heller a Samuel Lafone Quevedo, julio de 1872. En: ibídem, Cfr. Ibídem. “Chancleta” era la denominación despectiva de las hijas mujeres. 25 Juan Heller a Lafone Quevedo. Octubre de 1872. En: ibídem, Cfr. Ibídem. 26 Juan Heller a Lafone Quevedo. Marzo 10 de1874. En: ibídem, Cfr. Ibídem. 27 Juan Heller a Schickendantz. Agosto 23de 1874. En: ibídem, Cfr. Ibídem. 28 Juan Heller a Lafone Quevedo. Noviembre 27de 1874. En: ibídem, Cfr. Ibídem.


100

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Cabe destacar que, en esa época Heller y Lafone estaban abocados a la puesta en marcha del ingenio azucarero, La Trinidad, en Tucumán. Y de no ser por los denodados esfuerzos de Schickendantz, designado administrador, por sacar adelante la mina, esta hubiese sucumbido en 1872. Se dedicó, además a dar impulso a los viñedos del Fuerte de Andalgalá, y la empresa incrementó sus ingresos con la venta de sus excelentes vinos. Schickendantz se preocupaba por Catamarca. En un artículo publicado en 1874 en La Plata Monatsschrift: “Un viaje al cerro", se refiere críticamente a la enseñanza superior de esa provincia. Finalizaba su escrito diciendo: "Debería cumplir aquí mi promesa, hecha en el principio de este artículo, de hablar sobre los obstáculos que se oponen a un desarrollo sano de esta tierra…” “Estos obstáculos no desaparecerán antes de que se introduzca una reforma completa en la enseñanza superior.”… “Allá donde las ciencias naturales están consideradas como un interesante pasatiempo con extraños juguetes y no como la fuente de conocimiento de todas las cosas perceptibles del mundo y, especialmente, del hombre y su posición en el mismo...” “Pero Roma no se hizo en un día y se necesitará tiempo para introducir un nuevo sistema. Y una vez hecho esto, desaparecerán todos estos obstáculos y el limpio cielo de Catamarca cubrirá con su bóveda a un pueblo trabajador y contento; se aprovechará hasta la última gota de agua, con que la naturaleza ha dotado tan mezquinamente a esta tierra, en la seguridad

de que ninguna

triquiñuela

de abogado, ninguna

corruptibilidad sin castigo, pueda defraudar a los propietarios en sus


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

101

derechos. Entonces florecerán la viticultura y la minería, sin necesidad de temer que algún proceso fraudulento devore las fatigas de veinte años de trabajo”29.

EL INVESTIGADOR Schickendantz fue esencialmente un investigador, minucioso y perseverante. Sus indagaciones dieron importantes resultados e inició la publicación de los mismos. Sus Datos de la empresa de minas del Señor Lafone, remitido a la Exposición de Paris, mereció un premio del jurado en 1874. Publicó además estudios sobre minería,

formación

de

salinas,

sulfatos

naturales,

botánica,

Industrias actuales y del porvenir en Catamarca (1875) y tratados de agricultura, dados a conocer en: Boletín del Departamento de Agricultura de la Nación, Boletín de la Academia de Ciencias de Córdoba, Actas de la Academia Nacional de Ciencias y en La Plata Monatscrift. En 1874.Fue designado Miembro Corresponsal de la Academia Nacional de Ciencias de Córdoba, a propuesta de Burmeister que incluía, además, a FranciscoP. Moreno, Carlos Berg, Francisco San Román, Juan D. F. Seecamp y Juan J. J. Kyle30. En 1881 la minería llegó a su ocaso. Nuevas industrias se perfilaron como de mayor porvenir y Schickendantz buscó otros horizontes. Ese año fue designado rector del Colegio Nacional de 29

FEDERICO SCHICKENDANTZ; “La personalidad de los argentinos – Juicio crítico de un minero alemán”; En: Norte geológico, Nº 8. (Tucumán, oct. 1977). 30BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CÓRDOBA, (Córdoba, 1874) págs. 78 y 79.


102

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Catamarca. No se limitó allí a las tareas docentes: realizó un completo estudio sobre las industrias de la zona, en colaboración con don Samuel Lafone y Quevedo, que publicó la imprenta oficial. Pero el destino quiso que fuese agraviado. El Gobierno, en 1883, “le quitó el rectorado sin consultarle, aunque confiándole cátedras muy importantes y mejorándole el sueldo”31. Reaccionó violentamente con la renuncia y, recordando el ofrecimiento de su amigo Juan Heller, regresó a Tucumán a trabajar en el Ingenio Trinidad. De esa experiencia surgieron sus valiosos escritos sobre la industria azucarera. REGRESO A TUCUMÁN Don Federico se relacionó con Inocencio Liberani, a quien conoció en los tiempos del Nacional y se dispuso a colaborar en el proyecto de confección de una nueva “Memoria Descriptiva de Tucumán”. El 30 de abril de 1888, se dirigió al ingeniero geógrafo Antonio M. Correa, "para solicitar su colaboración en la Memoria Descriptiva de esta Provincia"32 que proyectaba Liberani. Años después, en 1891, integraron ambos una comisión gubernamental, para evaluar una plantación de cafetales en Lules de Ezequiel Bravo Bazán. La calificaron “digna de todo encomio”, y entendían que Bravo Bazán 31ANÓNIMO,

cit. pág. 13 PEÑA DE BASCARY; “Inocencio Liberani”, en: Revista Junta de Estudios Históricos de Tucumán, Nº 13, pág. 138. (Tucumán, 2013); citado de: CARLOS PÁEZ DE LA TORRE (H); “Otra memoria sobre Tucumán”, en: “Apenas Ayer”, La Gaceta, Tucumán, 17.III.2011 32SARA


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

103

“era acreedor a la consideración de sus conciudadanos, por el noble ejemplo que ha dado”.33 Schickendantz se preocupó por las aguas servidas y vinazas de los ingenios. En 1888, informaba al Gobierno, como Director de la Oficina Química Municipal, que su derrame en los arroyos y acequias era un verdadero peligro para la salud. Afirmaba que se podía neutralizar el daño por medio de “la cal quemada” y utilizar después esa agua para regar cañaverales. A este fin los ingenios debían tener dos depósitos para hacer el tratamiento, propuesta que explicaba minuciosamente. A su juicio, así “se libraría a la población de focos infecciosos y se conservaría pura el agua de ríos y arroyos, se impediría el exterminio de peces” y "se devolvería a los terrenos los elementos de fertilidad; y, más aún, se aumentaría ésta en alto grado".34 LA SOCIEDAD CIENTÍFICA Hacia 1884, hubo un proyecto para fundar una “Sociedad Científica” en Tucumán. La opinión de Schickendantz al respecto, fue enviada quien impulsaba la iniciativa, el Dr. Ignacio Colombres, y se publicó en el diario El Orden el 17 de julio de 1884. Decía que encontraba positiva la idea, con algunas recomendaciones: "importa 33Ibídem,

pág. 139. SCHICKENDANTZ, Informe al Gobierno de la Provincia 20-VIII-1888, publicado en la "Memoria Municipal", Tucumán, 1889. Cfr. CARLOS PÁEZ DE LA TORRE (H), “Apenas Ayer” en: La Gaceta, Tucumán, 15-IX-2002 34FEDERICO


104

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

que sus miembros se contenten con el modesto rol de simples obreros, y no pretendan ser arquitectos en la construcción del edificio científico". Expresaba que "su tarea debe consistir en reconocer el carácter geológico del país, reuniendo, en excursiones emprendidas por diferentes miembros, muestras de rocas y metales; formar un inventario de toda la flora y una colección completa de toda la fauna de esta provincia; explorar las moradas de los antiguos y buscar y conservar sus artefactos, etcétera”. Acotaba que, "acopiado el material, no tardarán en afluir los hombres versados en investigaciones científicas, y recién los estudios de estos serán beneficiosos para la ciencia". Agregaba Schickendantz que "hay que precaverse contra la manía de presentar al público cuanta cosa insignificante, cuanta teoría extravagante, se le ocurra a uno u otros miembros". Los trabajos "orgánicos y de mérito" siempre tendrían lugar en las revistas de la Academia de Córdoba, la Sociedad Científica o el Círculo Médico. "Y así como hay muchos que, por una debilidad harto común, se mueren por ver su nombre estampado en un periódico, no importa cuál, así también abundan los que gustan hacer que les oigan hablar. Para una Sociedad seria, no hay peste peor que los ?hableros? [Sic].Las ciencias buscan la verdad; no son pues tema para declaraciones fútiles y para farsas médicas” 35.

35CARLOS

PÁEZ DE LA TORRE (H); “El rol de la ciencia”, “Apenas Ayer”, en La Gaceta, Tucumán, 15.IX.2002


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

105

HALLAZGO DE MINAS DE SULFATO DE SODIO En setiembre de 1885, Schickendantz expuso al Gobierno que había encontrado "en la banda norte del río Vipos, una mina de sulfato de sodio" y pedía que se le concediera el derecho de explotarla. La solicitud pasó a dictamen del fiscal de Estado, quien opinó que no estaba sancionado todavía el Código de Minería, por lo que

eran

aplicables

el

Estatuto

de

Hacienda

de

1853

y

subsidiariamente las Ordenanzas de México. Como el Estatuto llamaba mina "a todo yacimiento de sustancias minerales o reducibles a metal", el ácido sulfúrico estaba comprendido, por lo que correspondía dar la concesión a Schickendantz. Este debía extender su labor, "desde 200 varas desde el punto señalado como el arranque de la mina y en la dirección que lleve su veta", bajo el deslinde y amojonamiento que practicaría el Departamento Topográfico. Era necesario, además, iniciar los trabajos en un plazo de 90 días, bajo pena de perder la concesión, y pagar una patente de 20 pesos. En enero de 1886, Schickendantz pidió prórroga. Argumentó que previo a explotar la mina, necesitaba "conocer la opinión de una autoridad científica sobre la misma, y habiendo sido imposible al doctor Brackebusch, venir a esta ciudad antes de pocos días, necesitaba que el plazo se extendiera por tres meses más”. El Gobierno autorizó la prórroga, pero el expediente se detiene allí. No


106

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

se sabe si Brackebusch llegó a dictaminar sobre el yacimiento de Schickendantz.36 MINERÍA EN TUCUMÁN - UNA POLÉMICA. Don Federico, en febrero de 1891, publicó una carta en el diario La Unión, dirigida al jefe de la Oficina de Estadística de la Provincia. Expresaba que, con motivo de la última Exposición de París, la Dirección Nacional de Minas le había remitido varias planillas con preguntas sobre existencia de minas y naturaleza de metales explotables en Tucumán. Como presidente entonces de la Comisión Auxiliar local de la muestra, Schickendantz contestaba: “que no se conocían en esta provincia vetas de metal, exceptuando una de cobre que se supone existe en el departamento de Trancas". Ahora, en la "Memoria general" que acaba de editar el ingeniero Henry D. Hoskold, encontraba "la noticia de que una persona que estuvo en Tucumán el año pasado, dice haber descubierto una mina de ¿Telurio con oro?”. Apuntaba: “no debe ser un cualquiera quien puede haber hecho la clasificación de semejante mineral, y hubiera convenido que el señor Hoskold publicase el nombre de aquella persona. Pero me permito decir, señor director, que esto del ¿Telurio con oro? es, en mi concepto, una patraña tan grande como la del ¿Seleniuro de plata? que el señor Seleniche dice haber descubierto en las minas de oro de

36

Ibídem; “Mina de sulfato de sodio”, en: “Apenas Ayer”, La Gaceta, Tucumán, 17-IV-2009.


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

107

Romay". Advertía: “que no podía darse ningún valor a la "Memoria" sobre yacimientos tucumanos que se publicó con motivo de la Exposición de Filadelfia, ya que "se reduce a una simple enumeración de minerales, copiada de un texto cualquiera de Mineralogía". Schickendantz terminaba afirmando: "no hay duda de que se encontrarán minerales explotables, tanto en la sierra del Aconquija como en la de La Candelaria; pero, por lo pronto, tienen los tucumanos que ocuparse con mayor provecho en industrias agrícolas"37.

LA OFICINA QUÍMICA MUNICIPALMIGUEL LILLO, EL DISCÍPULO Una de las obras más destacables de Schickendantz, es haber contribuido a la formación del científico Miguel Lillo, posibilitando así la continuidad del estudio de las Ciencias Naturales en Tucumán. Como ya vimos, se conocieron en el Colegio Nacional. El discípulo colaboró con el maestro. En carta a Ignacio Colombres, decía Schickendantz que él era “únicamente un botánico aficionado”; sobre las especies que había incorporado al Herbario (catálogo que adjuntaba de 210 especímenes),aclaraba “debo los nombres de algunas a don Miguel Lillo quien tiene un raro conocimiento de la flora tucumana y a quien quedo muy agradecido por la ayuda38. El mismo Lillo aseveraba, en una carta de autobiografía, que fue su discípulo: “Con Schickendantz mis estudios tomaron mayor 37Ibídem;

“Minería en Tucumán”, “Apenas Ayer”, en: La Gaceta, Tucumán, 28-VIII-.2002 PEÑA DE BASCARY; “Naturalistas en Tucumán”, Todo es Historia, Nº 104, Buenos Aires, 1976. 38SARA


108

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

vuelo”.Recordaba, además, que "en 1885 fui nombrado ayudante de la Oficina Química Provincial, en 1889 pasé a subdirector y en 1892 a Director hasta la fecha. Esta oficina fue fundada por el reputado químico Federico Schickendantz a quien debo la iniciación en esta ciencia (Química)"39. En 1884, durante el gobierno de Santiago Gallo, se había creado la Oficina Química Municipal y se designó Jefe a Don Federico. El Orden del 6 de febrero de 1885, anunciaba: “El Señor Schickendantz. Jefe de la Oficina Química Municipal, acompañado de su ayudante Miguel Lillo, se ocupa de instalar la oficina en el local de la Municipalidad. En los primeros días de la semana entrante comenzara a prestar servicios por el bien del público y el mal de los falsificadores de bebidas y sustancias alimenticias. ¡¡ Ojo, mucho Ojo!! Expendedores de cosas no puras!!!40 En un informe al Intendente doctor Pedro Ruiz de Huidobro, del 1º de marzo de 1886, dice Schickendantz: “La Oficina Química, creada el 10 de noviembre de 1884. Instalóse recién el 5 febrero de 1885, con el nombramiento del que tiene el honor de firmar el presente informe”41. El mentado informe es completísimo y se refiere a todo lo actuado en un año de gestión. Decía que su primer cuidado fue el traslado al edificio de la Municipalidad, de los aparatos y reactivos que se adquirieron en Francia y que gracias a la

39Ibídem 40El

Orden; Tucumán, 6 de febrero de 1885. Tomo II, pág. 90. (Tucumán, 1924).

41DIGESTO MUNICIPAL DE TUCUMÁN;


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

109

generosidad de los concejales le concedieron $1.600 en oro para comprar un laboratorio en Alemania, el que a la fecha ya estaba en el Puerto de Rosario42. La obra que don Federico realizó allí fue notable. Organizó la Oficina

Química

Municipal,

reglamentó

su

funcionamiento

minuciosamente43, equipó los laboratorios y benefició, con sus análisis de aguas, bebidas y alimentos, la salud de la población. Llevó a cabo numerosos estudios sobre salinas, abonos, azúcares, minerales y alcaloides. Elevó completos informes sobre el resultado de sus investigaciones y publicó continuamente, en diarios locales, ilustrativos artículos sobre los temas que le atrajeron. Finalmente, creó los Anales de la Oficina Química. Fue esta una etapa muy productiva que aportó efectivos logros al progreso de la ciudad y de la provincia. En junio de 1885, eleva al Intendente, Ruiz Huidobro, un detallado informe sobre el agua de las vertientes de San Javier. Las encontró de gran pureza, con sales de magnesio, no excesivas, y que eran saludables. Decía “que se presentaba un problema interesante: el naturalista Grange atribuía el coto al uso de agua que contenía sales de magnesio, opinión impugnada por Chatin. Sería realmente una calamidad si la conducción del agua de San Javier a este lugar diese lugar al desarrollo del “conocido adorno”, con todas las

42Ibídem,

43

pág. 91. Ibídem, pág. 260. Reglamento de la Oficina Química Municipal


110

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

consecuencias morales e intelectuales. Este es un asunto que incumbe al Tribunal de Medicina de pronunciarse, no a mi”44. En abril de 1887 dirige al Ministro de Gobierno, Dr. Ignacio Colombres, un “Informe Geológico”. En el mismo, muy detallado, se refiere a las riquezas de nuestro suelo que estaban aún sin explotar, porque faltaban investigaciones para hacerlas conocer. Se refería a reino vegetal y a la mineralogía. Aconsejaba al Gobierno se hicieran exploraciones prolijas de nuestras serranías para poner a disposición de la Oficina Química las muestras vegetales y minerales para un examen químico. Decía que “tales muestras formarían, la base de un museo provincial, al cual se incorporarían también cuantos objetos se encontrasen de los antiguos moradores del país”45.Solicitaba, además, un subsidio de $ 2.000 para el laboratorio. Al iniciarse la gran epidemia del cólera, El Orden del 9 de noviembre de 1886, informaba que se había decidido ampliar, con nuevos miembros, el Tribunal de Medicina. Quedaba constituido por Dr. Tiburcio Padilla, Juan Mendilaharzu, Víctor Bruland, Pedro Catalán (miembro del consejo deliberante), Manuel Esteves, David Posse, Luis de la Peña, Eliseo Cantón, Vicente García, Francisco Mendioroz (médico municipal), Federico Schikendantz(Jefe de la

44COMPILACIÓN

ORDENADA DE LEYES DECRETOS Y MENSAJES DE LA PROVINCIA DE TUCUMÁN, vol. XI (1885-1886). Págs. 163-165. Tucumán, 1918.”Coto” es la denominación vulgar del bocio. 45Ibídem; Vol. XII, (1887), Págs. 591-592. Tucumán, 1918.


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

111

oficina Química Municipal) y el Dr. Benjamín Matienzo (secretario de la intendencia)46. Por esa época entusiasmó a su colaborador Miguel Lillo, a realizar un viaje a Europa con el fin de perfeccionarse y adquirir la experiencia necesaria para definir su vocación. Al regreso, manifestó Lillo: “Mi resolución está tomada, mi vocación son las Ciencias Naturales y entre ellas la Botánica”47. En los Anales de la Sociedad Científica Argentina de 1887, se publica el trabajo de Don Federico, Estudios Enológicos, en que se ocupa del análisis de los vinos que se bebían en Tucumán. Entre las varias críticas que hacía, concluía enfáticamente: “No es pues más que el lucro lo que causa la rebaja del extracto en los vinos del país con gran detrimento de la moral pública y del bolsillo del consumidor. No vaciló en declarar como fraude infame el librar al comercio un vino con solamente 16 grados de extracto como se me presentó uno de Mendoza.” También, en ese mismo número de los Anales, se publicó un trabajo de Schickendantz en colaboración con Miguel Lillo: Determinación de la Glucosa en los vinos y en los productos de la Industria Azucarera48

46CYNTHIA

FOLQUER;”Cólera morbus” y cólera divina. Miedo a la muerte e imaginario religioso en Tucumán argentina a fines del siglo XIX”, en: Boletín Americanista (Barcelona, 2011) pág. 85. 47 SARA PEÑA DE BASCARY; “Naturalistas en Tucumán”. cit. 48 SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA, cit; vol. XXIII, Buenos Aires, 1887


112

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

SU ÚLTIMA POLÉMICA SE ALEJA DE TUCUMÁN En 1892, don Federico tuvo un grave problema en la Oficina Química. La rigidez de su carácter le llevó a enfrentarse con las autoridades provinciales. Sucedió que se negó a realizar unos análisis de vinos del modo que la firma Rimbaut lo exigía, con una etiqueta que indicara un producto importado, que no correspondía al contenido. La negativa motivó una serie de trámites que la burocracia dilató en forma desmedida, interviniendo fiscales, ministros y el Consejo de Higiene. Schickendantz no depuso su actitud y como corolario presentó su renuncia al ministro: “Cuando hace pocos días tuve el honor de hablar con S. S. sobre mi renuncia aproveché la circunstancia para manifestarle con toda franqueza lo que pienso yo acerca del dictamen fiscal recaído en el asunto Rimbaud, como también acerca de la disposición de S. S. y del Consejo de Higiene de sellar artículos que siempre han sido rechazados por esta oficina como falsificados y no tengo reparos en repetir que, en mi concepto ningún artículo del Reglamento de esa oficina o del Decreto del Gobierno de la Provincia puede ser alterado por una nota de S. S. o del Consejo de Higiene” 49.

Adjuntaba la reiteración de la renuncia, muy escueta y dura que, como es de imaginar, fue aceptada de inmediato. Una vez más 49

COMPILACIÓN, cit. vol. XIV, pág. 268. (Tucumán, 1918).


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

113

puso de manifiesto su actitud de polemista y la franqueza con que emitía sus opiniones. Muy pocos comprendieron que tras el hosco carácter y la dureza de procedimiento, Schickedantz buscó por sobre todo cumplir inflexiblemente con su deber. Este episodio motivó su alejamiento definitivo de Tucumán. Se trasladó a Buenos Aires a ejercer la docencia en el Colegio Nacional. Heller y Lafone, en esta época, estuvieron preocupados por los problemas de su amigo. En cartas de don Juan a don Samuel se comprueba esto. El15 de Noviembre de 1891: “A Schickendantz y Marica no los he visto después de su ida a Buenos Aires.” 50 El 29 de enero: “Hace tiempo que no he visto a Don Federico, este pobre hombre está muy aburrido aquí, no tiene genio para llevarse bien. Habla de ir a Buenos Aires una vez que los hijos acaben de colocarse allí. Tiene la suerte que los hijos se portan bien, principalmente Eduardo que parece adelantará pronto”51. El 17 de junio, nuevamente Heller le comenta a Lafone: “Don Federico aún sin poder arreglar su nueva ocupación y mucho me temo se quedara sin nada” 52. Por último, el 18 de setiembre del 92 dice: “El sábado pasado se marchó don Federico con toda su familia a Buenos Aires”53.

50Heller

a Lafone, en AHT,fs. 159 fs.190 52Ibídem. fs. 273 53Ibídem. fs. 320 51Ibídem.


114

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

CARTAS DE SCHICKENDANTZ A MIGUEL LILLO Se

conservan,

algunas

cartas,

inéditas,

de

Federico

Schickendantz al Dr. Miguel Lillo, en las que se aprecia una faceta muy importante de su personalidad. Hablamos del afecto, el respeto, y los temas que tenían en común, especialmente los relacionados a la Oficina Química y a la Botánica54.Las damos a conocer, en la certeza que ilustran sobre la amistad del científico alemán con el sabio tucumano que, perduró inclusive cuando Schickendantz ya había dejado Tucumán para siempre. Las misivas son muy interesantes, y además, reveladoras de que no siempre tenía mal carácter. Nº1 (Nota sin lugar y fecha, posiblemente desde Tucumán) Señor Don Miguel Lillo: Sírvase Ud mandar diluir 4 de las bordelesas de bisulfito de cal de modo que resulten 16 bordelesas de diluido. Dos de estas se llevaran al matadero para desinfectar el agua según la manera por mi indicada, una a la casa de aislamiento. Suyo Federico Schickedantz.

Nº2 (Nota sin lugar y fecha; por el tenor de la misma, es desde Tucumán) Señor D. Miguel Lillo Hotel de París. Buenos Aires Las cartas de Federico Schickendantz a Miguel Lillo, se conservan en el Archivo del Centro Cultural “Alberto Rougés” de la Fundación Miguel Lillo. Transcripción de la Lic. Sara G. Amenta. 54


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

Muy estimado Don Miguel: Preocupado como estaba yo en consecuencia de ciertas historias que Ud. conocerá a su regreso, no contesté su carta del 24 de febrero pero le mandé mensaje con Eduardo, quien llegó a esa el sábado pasado. Hoy llegó su carta dirigida a Santiago, a la que contesto como sigue: Aun no se ha aprobado el presupuesto de la Provincia: el P.E. ha puesto en vigencia el del año pasado, pero recién ahora [hará] dos días. Hemos presentado las planillas para enero y febrero las que espero serán pagadas hoy o mañana: acto continuo les mandaremos los $100 y entregaremos el saldo a su tía. Hemos recibido, ha como 15 días, 450$, valor de un vale, que apenas alcanzó a nuestros más apremiantes apuros; no más habíamos acordado de Ud. por creerle muy platudo. Quinteros se fue anoche a Córdoba, pero creo que pasará a esa, en cuyo caso conviene que Ud. lo visite. Con muchos deseos de verle a Ud de vuelta quedo su afmo. Federico Schickendantz.

Nº 3 Noviembre 4 de 1892 Señor Miguel Lillo Tucumán Estimado Don Miguel: En este momento -4 ½ pm – acabo de recibir su carta de 16 de septiembre, que parece haber demasiado en esa administración. Si bien me acuerdo he escrito todo lo que Ud. menciona en la citada; reciba Ud mis aprecios. Agradézcale no menos la promesa de enviarme a su debido tiempo los helechos, que mi hijo Federico me había solicitado para un señor Pardo. Nada hay que hacer con la oxiacantina desde que Schmidt en Marburgo ha publicado en el “Archiv. fico Phrmaciae”, con sus discípulos, una larga serie de

115


116

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

investigaciones sobre Benberina alchaloide entre las cuales figura también las O. Grandemente aburrido estoy para mi ociosidad forzosa, porque las pocas horas que paso diariamente en la oficina son más bien horas de charla que de trabajo. Consérvese Ud bueno y reciba los recuerdos de su afmo. Federico Schickendantz”

Nº 4 Buenos Aires, 21 de noviembre de 1892 Señor Miguel Lillo Tucumán Estimado Don Miguel: El señor Jaime Cibils ha traído últimamente de Mato – grosso una bolsa de hojas de “coca del monte”, que supongo es Erythroxylum microphyllum. Pensamos, Arata y yo, estudiarlo, pero sería interesante someter al examen también las especies que hay en esa (E. areolatum y E. Pelleterianum). Le quedaría muy agradecido si pudiera favorecerme con la remisión de (resp.) una bolsa de hojas, tanto de las dos especies, como también de la E. microphyllum, si existe en esa flete y gastos de recolección quedarían a cargo del suscrito. Acuso recibo de su última y le saluda su afmo. Federico Schickendantz

Nº 5 Buenos Aires, 12 de diciembre de 1892 Señor Miguel Lillo Tucumán Estimado Don Miguel:


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

Pablo me trajo su mensaje de Ud; que una vez terminadas sus tareas en el Colegio, se iría a los cerros y se ocuparía entonces en recoger las diferentes especies de Erythr. Vengo ahora con otra pretensión: En caso de no continuar Ud la investigación de la Baccaria, sírvase hacérmelo saber, para que yo en sociedad con Arata me ocupe de dicha planta. Me daría entonces una noticia sobre los resultados por Ud obtenidos, los que será publicada una vez terminado nuestro trabajo. Quedo su siempre afmo. amigo. Federico Schickendantz P.D. Sírvase darme el nombre de la especie de Ruprechlia que crece en las Lomas de Alurralde.

Nº 6 Buenos Aires, 30 de enero de 1893 Señor Miguel Lillo Tucumán Estimado Don Miguel: El sábado próximo pasado llegó su carta del 26 del presente; ayer me entregaron la bolsa con chuscho, y esta mañana recibí su última del 27.Contestando primero esta última doy a Ud muchas gracias por la remisión de la planta, sintiendo a la vez que sus encargados no hayan podido dar con la coca del Monte. En cuanto a la Vierteljahrsschrift poseo un solo número – 2tes Heft del año 1892 – que está con hoja y que se lo mandaré con don Carlos Lowhenhard. Contestaré su carta del 26 avisándole que he hablado hoy con Arata y Nelson sobre el vino de Grandval. Arata no tiene nada que observar en el vino Nº 1; el de 13 ‰ de glicerina; efectivamente semejante ley es completamente justificada, como verá Ud también en el librito de Bargman: se admiten 10 a 12 de glicerina por 100 de alcohol. Yo por mi parte encuentro algo bajo la polarización, pero ya sabe Ud que el cociente

117


118

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

glicométrico no es aun admitido aquí: la segunda clase no es admitida en esa, pues el Extracto – Glicosa da solamente 18.2, si bien aquí no hacen tal distinción. Me informa el señor Nelson que Grandval ha mandado hace pocos días 4 muestras de vino y que de las mismas esta Oficina ha rechazado 3; entiendo por estar teñidas con maqui. A este respecto me avisa el mismo señor Nelson que su modo de reconocer el maqui en un vino es tratando este último por alumbre amoniacal: se tiñe el vino, de un color rojo vinaza. La taña se tiñe (método Arata) de un color violado cual color no se extrae con alcohol amílico. Importante, según Arata, toneladas de maqui; veré de mandar una muestra, que se consigue en la calle Defensa, cerca de la Oficina. Trataré también de conseguirle copia de los análisis de las mencionadas viñas de Grandval. Sírvase felicitar a Gonnard por el feliz resultado de su examen de agrimensor y créame su afmo. Federico Schickendantz

Nº 7 Buenos Aires, 3 de febrero de 1893 Señor Miguel Lillo Tucumán Estimado Don Miguel: Domingo Mendilaharzu que saldrá de aquí el martes próximo llevará, para entregar a Ud, el número de la Vierteljahrsschrift55 y un sobre con frutas de Maqui, que debo a la bondad de Arata. Se ha pesado hoy su envío de Chuscho, resultando solamente 3 kilos. Conviene pues que nos mande siquiera 7 kilos más. Saluda a Ud y a Gonnard su afmo. Federico Schickedantz. 55

Revista: Deutsche Vierteljahrsschrift fur Literaturwissenschaft und Geistesgeschichte.


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

Nº 8 Buenos Aires, 2 de noviembre de 1893 Señor Miguel Lillo Tucumán Estimado Don Miguel: Ha pocas horas que he recibido su grata del 31 de octubre, junto con un número de Berliner Berichte. Guardaré este último, por el cual le estoy muy agradecido hasta que se me presente una buena preparación para devolverle. Con todo esto los Berichte míos no aparecen. Creo que la casa Friedländer sigue mandándolas al Ingenio La Trinidad, en cuyo caso irán a esa casa de correo central y es posible que las recojan de lo de Don Segundo García. Si en la ultima las han retenido sírvase comunicarle a Rosa o a Lola que con premura y segura posposición me las manden. Parece, según su citada, que buenas luchas le ha causado la revolución, y no poco desorden habrá hecho la división Bosch en ese Colegio, resp. a su Oficina .Los hombres honrados del alto comercio de Tucumán estarán de parabienes por no funcionar la Oficina, espero que le pagaran sus sueldos. Yo sigo vegetando, como me ha visto en febrero: ya sabe que salí de este Colegio porque son indomables los muchachos. De las investigaciones con Arata no hablemos: ya por mi parte me he desanimado, por otra parte Arata, por la edición segunda de sus apuntes de Química Orgánica, ha estado tan ocupado que el laboratorio estaba cerrado la mayor parte del tiempo. Con mis recuerdos a sus tías y a Gonnard quedo. Su afmo. Federico Schickedantz P.D. ¿Qué tal anda el recomendado de M. Ebelot?

119


120

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Nº 9 San Martín, 2 de abril de 1894 Señor Don Miguel Lillo Tucumán Estimado amigo: Habiéndoseme entregado en la Oficina Química su grata del 19 pude consultar a Nelson sobre los diferentes puntos de su carta. He aquí lo que me dice Nelson: No ha analizado esta Oficina vino alguno del señor Sabathié; y digo yo que miente dicho señor Sabathié si afirma que yo también lo he analizado: no tengo laboratorio y, quien sabe, si tendré. El centro vitivinícola está por el momento muerto, o, mejor dicho, no ha nacido aún. Ud sabe que hoy se llama vino de pasas cuando está de hecho conforme o exige la ley, es decir 100 kilos de pasas para 3 hectolitros de agua; entiendo que tal vino no debe dar menos del 25 % de extracto libre de glicosa. Esto me hace recordar que de vinos cortados se exigen aquí 24 de extracto y 12 de alcohol – según creo, si bien no estoy muy seguro. Por lo demás, esta Oficina tolera la mezcla de vino natural con vino de pasas, obligando, empero, a las expendedores declarar la naturaleza del producto. En otra ocasión seré más extenso, y, preguntándole en que han quedado sus averiguaciones sobre el paradero de mis Berichtes le saluda su afmo. Federico Schickedantz. P.D. En el próximo mes nos volveremos a trasladar a Buenos Aires.

Nº 10 Buenos Aires, 21 de febrero de 1895 Señor Don Miguel Lillo Presente


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

121

Estimado amigo: Doy a Ud poder para recoger de ingenio La Trinidad las números de los Berichte der Chemischen Gesellschaft de Berlín que se hallen, dirigidas a mí, en el Ingenio ante dicho. Su afmo. Federico Schickedantz

MUERTE DE SCHICKENDANTZ - UN DIGNO HOMENAJE Dijimos que en 1892 Schickendantz dejó definitivamente Tucumán y se trasladó a Buenos Aires, donde enseñó en el Colegio Nacional. De allí se dirigió a La Plata y Francisco P. Moreno lo designó en el Museo encomendándole la sección Química. Dos años después, cuando se disponía a viajar a Mendoza para hacerse cargo de la Oficina Química de esa ciudad, murió repentinamente, el 4 de abril de 1896.56 La Academia Nacional de Ciencias, en ese mismo año, publicó un artículo de homenaje, a quien apuntalara con sus conocimientos, la ciencia, la cultura el progreso de Tucumán en la segunda mitad del siglo XIX. En ese minucioso escrito, se destaca sobre la personalidad de Schickendantz: “Era al mismo tiempo muy modesto, a pesar de conservar relaciones científicas con sus profesores Bunsen, Wurtz y Roskoe y con otros científicos europeos y de américa como Burmeister y Domeyko entre otros, a la segunda carta que recibió del Director del Observatorio de 56

En cuanto a su esposa, María Díaz de la Peña, le sobrevió muchos años, la noticia de su muerte la da El Orden 30-V-1927.


122

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Córdoba llamándole doctor, le significó que no lo era a lo que el doctor Gould, le significó que no lo era porque le faltaba el pergamino que no había aceptado cuando la Universidad de Oxford quiso otorgárselo, era doctor por que poseía la ciencia y continuo llamándole así”57.

La Universidad de Tucumán, Instituto Miguel Lillo, reeditó, en 1943, ese testimonio de reconocimiento. En su párrafo final, decía: “Schickendantz tenía fama de malo, pero, sin embargo, en los bosques de Pilciao, los peones aún recuerdan con cariño el nombre de Don Federico”58. La trayectoria de este vehemente científico alemán en nuestro país, especialmente en Tucumán y en Catamarca, estuvo jalonada de realizaciones, científicas y docentes que dejaron profunda huella en esas provincias. Federico Schickendantz fue esencialmente un gran investigador, y no hubo tema que no le interesase profundizar. Era, además, un hombre honorable, de arraigados principios. Supo defenderlos con el coraje propio de su fuerte personalidad y sus fundamentales convicciones.

BIBLIOGRAFÍA Y FUENTES CONSULTADAS FUENTES ARCHIVO HISTÓRICO DE TUCUMÁN. Juan Heller - cartas. Libro copiador .Desde 18/10/1862 al 22/05/1870.

57

ANÓNIMO, Boletín de la Academia de Ciencias. (Bs. As.1896). Cit.

58ANÓNIMO.


S. PEÑA DE BASCARY: Federico Schickendantz-Un científico investigador…

123

Juan Heller - cartas. Libro copiador .Desde mayo 1891 a octubre 1893. ARCHIVO CENTRO CULTURAL ALBERTO ROUGÉS DE LA FUNDACIÓN MIGUEL LILLO. Cartas de Federico Schickendantz a Miguel Lillo ARCHIVO PRIVADO EMILIO ROUGÉS HELLER. Libro copiador de Juan Heller. Años 1870-1873. ARCHIVO PRIVADO SUSANA ROUGÉS HELLER. Libro copiador de Juan Heller. Años 1874-1878 BIBLIOGRAFÍA ANÓNIMO. “Federico Schickendantz, homenaje a su memoria”. U.N.T. (Tucumán, 1943). ANALES DE LA SOCIEDAD CIENTÍFICA ARGENTINA, Vol. XLI, (Buenos Aires, 1896.) BOLETÍN DE LA ACADEMIA NACIONAL DE CÓRDOBA. (Córdoba, 1874) COMPILACIÓN ORDENADA DE LEYES Y DECRETOS DE LA PROVINCIA DE TUCUMÁN, vol. XIY XII. (Tucumán, 1918) CUTOLO, VICENTE OSVALDO; Nuevo diccionario biográfico argentino. (1750-1950) Bs. As. (1968-1985). DIGESTO MUNICIPAL-COMPILACIÓN ORDENANZAS, RESOLUCIONES, MEMORIAS Y DECRETOS DE LA MUNICIPALIDAD DE

TUCUMÁN, A PARTIR DEL AÑO 1868,vol. II.

(Tucumán, 1924). EL ORDEN, (Tucumán, 1885). FOLQUER, CYNTHIA; “Cólera morbus” y cólera divina. Miedo a la muerte e imaginario religioso en Tucumán argentina a fines del siglo XIX. En Boletín Americanista,(Barcelona, 2011). GROUSSAC, PAUL; conferencia. En “Nosotros”, año XIV- vol. XXXVI. (Bs. As., 1920) LA RAZÓN, (Tucumán, 1874.) PÁEZ DE LA TORRE (H), CARLOS; Historia de Tucumán. (Bs As, 1987).

“El rol de la ciencia”. En: “Apenas Ayer”, La Gaceta,(Tucumán, 15.IX.2002)


124

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

“La minería en Tucumán”. En: “Apenas Ayer”, La Gaceta, (Tucumán, 28.VIII.2002)

“Mina de sulfato de sodio”. En: “Apenas Ayer”, La Gaceta, (Tucumán, 17.IV.2009)

“Cafetal en Lules”, 1891. En “Apenas ayer. La Gaceta, (Tucumán, 8.IV. 2009). PEÑA DE BASCARY, SARA; “El temperamental Federico Schickendantz”. La Gaceta, Suplemento Literario (Tucumán, 18.V.1980). “Lafone: gentleman, minero, arqueólogo”. La Gaceta, Suplemento Literario (Tucumán, 9. I.1978) “Un marino danés en la aventura del Pilciao”; La Gaceta, Suplemento Literario (Tucumán, 22.II.1976) “Un viajero inglés en Catamarca y Tucumán”, La Gaceta, Suplemento Literario (Tucumán, 21.VI.1981).

“Naturalistas en Tucumán”, Todo es Historia, Nº 104, (Buenos Aires, 1976). “Mito y realidad de la Antigua minería del Tucumán”, Todo es Historia, Nº98, (Buenos Aires, 1975)

“Inocencio Liberani”. En: Revista Junta de Estudios Históricos de Tucumán”, Nº 13, (Tucumán, 2013) RICKARD; F. IGNACIO; Informe

sobre

los

distritos

minerales,

minas

y

establecimientos de la República Argentina en 1868-1869.Presentado al Gobierno Nacional por el Mayor F. Ignacio Rickard. F.G.S. Miembro de la Sociedad de Geografía y Geología de Inglaterra -Inspector General de Minas. (Buenos Aires, 1969) RICARDO ROJAS: Historia de la Literatura Argentina. Tomo XIV. (Buenos Aires, 1925) SCHICKENDANTZ, FEDERICO; “La personalidad de los argentinos – Juicio crítico de un minero alemán”; En: Norte geológico, Nº 8. (Tucumán, oct. 1977).


TUCUMÁN Y EL NORTE DESPUÉS DE LA BATALLA DE RÍO COLORADO: LOS GOBIERNOS DE JOSÉ MARÍA DEL CAMPO Y DE JOSÉ POSSE Carlos Páez de la Torre (h)

CAMPAÑA DE LA VICEPRESIDENCIA La batalla de Río Colorado, el 10 de febrero de 1862, con el triunfo de los “liberales” sobre los “federales”, alinea finalmente a Tucumán con los vencedores de Pavón. Entre sus secuelas regionales, está el ingreso de Catamarca en el nuevo orden, con la ascensión de Moisés Omil al gobierno. Lo mismo ocurre en Salta, con la reposición del gobernador Anselmo Rojo. Y en cuanto a Ángel Vicente Peñaloza, el caudillo termina firmando la “Paz de la Banderita” (mayo), donde se somete a la autoridad nacional y recibe un indulto. En esta “pacificación” del norte, ha correspondido papel de protagonista al coronel doctor Marcos Paz, cuyas fuerzas han operado eficazmente de acuerdo a las instrucciones del vencedor de Pavón, general Bartolomé Mitre. Además, como se sabe, fue de su


126

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

autoría el mecanismo para crear una autoridad nacional hasta que el país eligiera presidente y Congreso. Consistía en delegar los asuntos nacionales premiosos en Mitre y que cada provincia reasumiera, entretanto, su soberanía, fórmula que fue aceptada por las provincias liberales. Y todo esto significó que Mitre, candidato a presidente, buscara a Paz para acompañarlo como vice. En lo que a Tucumán se refiere, esa campaña electoral fue estudiada con detención por Edmundo A. Heredia, y a su trabajo nos remitimos1.

TABOADA, SIN POSIBILIDADES Las otras candidaturas vicepresidenciales en danza –de Manuel

Taboada

y

de

Domingo

Faustino

Sarmiento-nunca

prendieron en Tucumán. La primera, por la mala voluntad que, desde El Ceibal en adelante, los liberales tucumanos dispensaban al gobernador de Santiago. A esto se agregaba cierta tirantez que se planteó entre los Taboada y Mitre, al conocer éste que Santiago quería exigir reparaciones económicas a la Catamarca “pacificada”. Y en cuanto a la candidatura de Sarmiento, sólo José Posse intentó promocionarla un tiempo: pero después desistió, para adherirse a la de Paz.

1

EDMUNDO A. HEREDIA, “Algunos aportes para el estudio de la acción del Partido Liberal en Tucumán para las elecciones presidenciales de 1862”, en: Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán, IV (Tucumán, 1974), pp. 150-187.


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

127

El Gobernador José María del Campo designa a José Posse Ministro Secretario de Gobierno. San Miguel de Tucumán 5.III.1855


128

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Desde el oficialismo, tanto el gobernador José María del Campo como el diario gubernista El Liberal, fueron heraldos entusiastas de la postulación de Marcos Paz. Los apoyaba también la activa propaganda epistolar que diseminaba un hombre importante, como el ex gobernador José Frías. Inclusive, Campo llegó a enviar a su ministro Arsenio Granillo a La Rioja y Catamarca, para trabajar a favor de don Marcos. Por cierto que esto no contribuyó a mejorar las relaciones de Tucumán con Santiago, ya que Manuel Taboada –a pesar del desinterés que alguna vez proclamó por la nominación- bien hubiera querido ser el vicepresidente de Mitre… Por esa época, José Posse informaba a Sarmiento que “los Taboada están perdidos aquí en la opinión. La conducta que guardan después del Ceibal es no solo indigna sino horrenda. La prensa te revelará… cómo nos tratamos; estamos prendidos de las mechas”2. PROBLEMAS EN CATAMARCA La posterior cuestión de Catamarca fue otro acontecimiento que perturbó la región ese año 1862 y aumentó el encono entre Santiago del Estero y Tucumán. El gobernador interino de Catamarca, Moisés Omil, aspiraba a su elección como titular. Pero entre

los

liberales

2

–divididos-

había

surgido

una

segunda

De José Posse a Domingo F. Sarmiento, Tucumán 23-VIII-1862, en: ARCHIVO DEL MUSEO Epistolario entre Sarmiento y Posse. 1845-1888, I (Bs. As, 1946), pp. 107-108 HISTÓRICO SARMIENTO,


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

129

candidatura, la de Ramón Rosa Correa. El gobernador Campo apoyaba a Omil, mientras el gobernador Taboada apoyaba a Correa. Según el historiador Olmos, el santiagueño pensaba que Correa podía inclinar a los electores catamarqueños a apoyar su candidatura vicepresidencial. Así las cosas, se llegó (3-V-1862) al día de la elección en Catamarca. Los votos favorecieron a Correa, pero Omil vetó el resultado, alegando que no se llegaba a la mayoría dispuesta por la Constitución. Además, expulsó a cuatro diputados, como recurso para asegurarse el triunfo en una segunda vuelta. Correa requirió el auxilio nacional, a tiempo que movilizaba a los comandantes de campaña. Y Omil replicó con un ataque militar con las fuerzas provinciales, imponiéndose en las jornadas de 1 y del 5 de junio, tras las cuales logró ser elegido gobernador. Correa debió refugiarse en Santiago del Estero, y Taboada inició preparativos para lanzarse sobre Catamarca3. Como se sabía, Campo no iba a quedarse tranquilo. INTERVENCIÓN A SANTIAGO. MITRE PRESIDENTE Anselmo Rojo quiso mediar en el conflicto. Propuso una reunión entre Campo y Taboada, pero la iniciativa fracasó4.

3

RAMÓN ROSA OLMOS, Historia de Catamarca (Catamarca, 1957), pp. 197-199. P. BUTTA, “Intervenciones federales 1853-1943”, en: REPÚBLICA ARGENTINA, COMISIÓN DE ESTUDIOS CONSTITUCIONALES, Materiales para la reforma constitucional. IV. Intervención federal. (Bs. As. 1967), p. 62. 4MÁXIMO


130

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Alarmado, el coronel Emidio Salvigni escribía a Wenceslao Paunero: “Tanto Taboada como Campo se han empeñado en sostener, cada uno a su modo, una causa que no les pertenece, de donde ha nacido la rivalidad y los celos… la paz o la guerra depende de un soplo más o menos… sólo una mano poderosa puede detener el brazo de los gladiadores”5. La “mano poderosa” se movilizó. Mitre resolvió pedir al Congreso la intervención federal a Catamarca, a tiempo que se dirigía a los gobernadores de Tucumán y Santiago, ordenándoles que “se abstengan de toda mediación, intervención o ingerencia” en los asuntos de esa provincia6. La ley de intervención se sancionó el 16 de agosto, y Anselmo Rojo fue designado comisionado nacional. Claro que cuando llegó a Catamarca, ya había ocurrido aquella famosa revolución femenina, capitaneada por Eulalia Ares de Bildoza, que depuso a Omil, dando lugar a la instalación de Correa. El comisionado lo reconoció gobernador y se alejó de Catamarca el 12 de octubre de 1862, dejando la provincia pacificada, por el momento. Ese mismo día, en Buenos Aires, el general Bartolomé Mitre asumía la presidencia de la República, con Marcos Paz como vice. El Congreso proclamó la fórmula el 5, tras realizar el escrutinio. Paz había logrado los votos totales de Tucumán, Salta, Mendoza, San

De Emidio Salvigni a Wenceslao Paunero, Tucumán, 4-VIII-1862, en: ARCHIVO DEL GENERAL MITRE, Presidencia de la República… (Bs. As. 1912), XII, p. 190. 6 Mitre anticipó esto en carta a Manuel Taboada, Bs. As, 8-VIII-1862, en: GASPAR TABOADA Documentos históricos. Los Taboada. Luchas de la organización nacional. Documentos seleccionados y coordinados por… Vols. I-V (Bs. As, 1929-1950), IV, pp. 163-164. 5


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

131

Luis, La Rioja, Santa Fe, Corrientes y votos aislados de Buenos Aires. Taboada sólo obtuvo los de Santiago y cuatro de Buenos Aires. Campo, en carta a Mitre, prometió hacer lo posible para suavizar sus diferencias con los Taboada. Pero aseguró que “no habiendo propendido el comisionado nacional a la unión de las fracciones disidentes, después de reconocer al señor Correa en el gobierno, creo que debe ser corto el tiempo que goce de tranquilidad el pueblo de Catamarca”… 7 EL NOROESTE, OTRA VEZ EN GUERRA No se equivocaba Campo. En enero de 1863, los “omilistas” intentaron, sin éxito, recuperar el poder en Catamarca, y en marzo reventó la revolución montonera en La Rioja, poniendo a Catamarca en peligro de ser invadida. Conocidas las simpatías de Campo por Omil, se rumoreaba que había sido cómplice del frustrado golpe de enero, especie que Campo se preocupó de desvirtuar, en carta a Mitre. Son “vulgaridades de aldea”, le dijo8. El presidente nombró al gobernador de San Juan, Domingo Faustino Sarmiento, como director de la guerra. Este la conducirá con toda la violencia necesaria.

7De

José María del Campo al presidente Bartolomé Mitre, Tucumán, 8-XI-1862, en: ARCHIVO DEL GENERAL… cit, XII, pp. 62-65. 8De id. a id, 28-II-1863, en: ibídem, XXVI, pp. 69-70.


132

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

El Noroeste vuelve a encenderse. Catamarca es invadida por los caudillos Felipe Varela, Carlos Ángel, Severo Chumbita y Jerónimo J. Agüero, a quienes las fuerzas nacionales logran derrotar (31 de marzo) en Las Chacras. Los acontecimientos movilizan, por cierto, a José María del Campo y a los Taboada. El peligro los hace superar la tirantez. Campo avisa a Mitre, el 5 de abril, que abre campaña inmediatamente. “Procedemos de acuerdo con los gobiernos de Salta y Santiago en los sucesos de Catamarca, guiados por los mismos fines y los mismos principios… tendremos unidad de acción en las operaciones militares que hemos abierto, y sobre todo cordial inteligencia en la causa nacional”, dice Campo al presidente. Tiene 1.500 soldados de las tres armas, “cuya fuerza principal son 800 infantes”. Su propósito es llegar a “la plaza de Catamarca, por la razón o por la fuerza”9. CAMPO Y TABOADA EN CAMPAÑA Y así, Campo y Taboada están de nuevo en campaña. A pesar del buen resultado de Las Chacras, parten a Catamarca, buscando terminar definitivamente con “la reacción del partido mazorquero”. El gobierno de Tucumán quedará a cargo del ministro Arsenio Granillo. 9De

id. a id, Tucumán 5-IV-1863, en ibídem, pp. 79-82. El decreto de movilización de Tucumán es del 4-IV-1863. Cfr. El Liberal (en adelante, se cita: EL), Tucumán 9-IV-1863.


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

133

La fuerza que manda Campo está compuesta por el Batallón “General La Madrid”, algunos escuadrones de caballería y los infantes del Batallón “Río Colorado” lo que totaliza unos 700 hombres10. El 16 de abril, ya en esa capital, se conviene una alianza ofensiva-defensiva entre las tres provincias: el gobernador Manuel Taboada es el jefe del ejército de operaciones contra la montonera. Debe atacar Capayán, donde Varela está refugiado, mientras Campo operará en el Fuerte de Andalgalá11. El gobernador de Tucumán se traslada de inmediato a su objetivo. Trata de alcanzar al montonero Palacios, pero este huye al llegar a la cuesta de La Chilca, informa desde El Fuerte12. Allí organiza Campo dos expediciones. Una, con 250 hombres, actuará en Colpes, Saujil, Pomán y los pueblos de La Rioja hasta Chilecito; la segunda, de 400 soldados mandados por el coronel Natal Luna, operará en Belén, Londres, Tinogasta y se reunirá con la otra en Chilecito. En cuanto a Taboada, derrota (21 de abril) a la vanguardia de Varela en Huillapima y empieza a acosar al caudillo. En su

10Del

gobernador delegado Arsenio Granillo al gobernador de Catamarca, Tucumán 7-IV1863, en: EL, Tucumán 12-IV-1863. 11OLMOS, Historia… cit, p. 205; “Colaboración. Noticias del teatro de la guerra”, en: EL, 23IV-1863. 12 De José M. del Campo al gobernador Ramón R. Correa, Fuerte de Andalgalá, 16-IV-1863, en: “Sección oficial”, EL, 30-IV-1863.


134

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

persecución, se interna en La Rioja. Va con una división de las dos armas, más 100 infantes catamarqueños13. A todo esto, en tierras puntanas, ese mismo mes de abril, los jefes nacionales Sandes e Iseas baten a los montoneros en Punta del Agua. Los cabecillas se refugian en el campamento de Peñaloza. El anciano caudillo se niega a entregarlos y, como considera violada la paz de La Banderita, declara la guerra a Buenos Aires, al grito de ¡Viva el general Urquiza! Confía en que el vencedor de Caseros secundará su movimiento, cosa que no habrá de ocurrir… Los tres gobernadores –Campo, Taboada y Correa- firman una comunicación al presidente Mitre. Denuncian “la guerra civil surgiendo en la provincia de La Rioja, fomentada por el caudillo Peñaloza”. “Hordas de vándalos”, dicen, que “han venido a golpear a las puertas de las provincias de Córdoba, Catamarca, San Luis y San Juan”, exigiendo “la entrega de los destinos de estos pueblos por parte de los gobiernos que han surgido de su libre y espontánea voluntad”. LAS OPERACIONES Pero, señalan, “hay otro hecho más elocuente: el caudillo Peñaloza ha lanzado una proclama convocando a los pueblos a la guerra civil so pretexto de reacción”. Era “deber de los infrascriptos colaboradores de la obra que VE dirige, y amenazados los pueblos 13OLMOS,

Historia… cit. p. 206; “Colaboración”, cit. en nota 11.


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

135

que ellos gobiernan, aceptar el reto de la anarquía, y han empuñado las armas dispuestos a volar, sin excusar un solo sacrificio, a donde peligra la libertad de los pueblos y las instituciones que se han dado”…14 En el Fuerte de Andalgalá, Campo ha concentrado 300 infantes y 350 jinetes de Tucumán. Unidos al contingente de Salta (200 infantes y 250 de caballería) más 200 de Santa María y Amaicha, hacen un total de 550 soldados de infantería y 800 de caballería15. No tienen demasiadas ocasiones de combatir. El 25 de abril, en el cerro de Piedra Blanca, una de las divisiones de Tucumán, al mando

del

comandante

Amadeo

Alurralde,

mantiene

una

escaramuza con Agüero. Sólo hay un muerto y un herido. Campo exagera fantásticamente el parte de acción: “Veinticinco infantes monterizos que han quemado 2 paquetes a bala y que han cargado a bayoneta calada y 30 hombres de caballería al mando del valiente comandante D. Raymundo Castro, han sido suficientes para destruir en batalla campal a más de 200 enemigos de infantería y caballería”…16 Por su parte, Taboada ha llegado hasta La Rioja, donde derrota en Mal Paso (3 de mayo) al gobernador alzado.

14De

los gobernadores Ramón R. Correa, J.M. del Campo y M. Taboada al presidente Bartolomé Mitre, Catamarca, 13-IV-1863, en: EL, 30-IV-1863. 15 [Juan Estanislao de] ELÍAS, “Colaboración”, en: ibídem, 3-V-1863. 16De J.M. del Campo al gobernador delegado A. Granillo, Fuerte de Andalgalá, 26-IV-1863; y del comandante de la división Tucumán, Amadeo Alurralde, a J.M. del Campo, Bolsón, 26IV-1863, en: “Sección Oficial”, ibídem, 3-V-1863.


136

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

NUEVOS TRASTORNOS Pero Mitre tiene otras ideas respecto de la conducción. Responde a los gobernadores en campaña que, si bien agradece sus esfuerzos, las operaciones tendrán en adelante otro jefe: el general Anselmo Rojo. Campo regresa a Tucumán el 12 de abril y reasume el gobierno ese día. Hará más tarde el balance de casi un mes de campaña. “Esa campaña, Exmo. Señor –escribe al gobernador de Catamarca- ha sido estéril en hechos de armas, porque los enemigos no osaron sino una vez ponerse al frente de los bravos soldados tucumanos, huyendo cobardemente para la provincia de La Rioja los caudillejos invasores y los rebeldes que se les plegaron”…17 Otro disturbio habrá en Catamarca pocos días más tarde. El 30 de mayo, una sublevación militar obliga a huir al gobernador Correa. La ciudad se convierte en un caos. El general Rojo ordena al gobernador de Tucumán que envíe fuerzas a Catamarca. Campo responde sin dilaciones. El 4 de junio, al frente de 1.000 hombres y tras delegar el mando en Granillo, sale a encontrarse con Rojo en San Francisco. Pero la situación catamarqueña ya ha sido controlada por el mayor Emilio Alfaro, quien derrota a los alzados, los persigue y ejecuta a varios. El 11, Campo está de vuelta en Tucumán18. 17De

J.M. del Campo al gobernador Ramón R. Correa, Tucumán, 2-VI-1863, en: ibídem, 21VI-1863 18Del general en jefe “de las Fuerzas Movilizadas en las Provincias del Norte”, Anselmo Rojo, a J.M. del Campo, Santiago, 2-VI-1863; de J.M. del Campo a Anselmo Rojo, Tucumán, 3-VI-


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

137

ACCIÓN DE LAS PLAYAS A todo esto, la operación sobre los caudillos continua en La Rioja y Cuyo. Fuerzas nacionales, en torrente incontenible, caen sobre Los Llanos. Peñaloza sufre un contraste en Lomas Blancas (20 de mayo) y se repliega a las sierras de Córdoba. El gobierno cordobés inicia operaciones contra el Chacho, pero la cuestión se complica de pronto con una revolución que lo derroca y abre a Peñaloza la entrada a la ciudad. Los jefes nacionales Paunero y Sandes acuden rápidamente a sofocar esta gravísima novedad. La sangrienta batalla se desarrolla en Las Playas (28 de junio), con la total derrota del Chacho y Varela, quienes huyen hacia Los Llanos. Un encarnizado “rastrillaje” se cumplirá desde entonces, buscando capturar al caudillo. Sarmiento, el director de la guerra, es implacable. La columna de la Guardia Nacional de Tucumán que, siguiendo órdenes de Rojo, se unió a la del coronel Diego Wilde en la ocupación de La Rioja, llega de regreso a Tucumán el 21 de junio, con su jefe Octavio Luna. El gobernador Campo se traslada a Monteros para recibirla y licenciar a los soldados. Pronuncia en la ocasión una

1863, en: ibídem, 7-VI-1863; de Anselmo Rojo a J.M. del Campo, Santa Rosa, 17-VI-1863, en: “Terminación de la guerra”, ibídem, 25-VI-1863; “Regreso del gobernador Campo”, ibídem, 14-VI-1863; OLMOS, Historia…, pp. 206-207.


138

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

entusiasta arenga, con párrafos especiales para los “Cívicos de la ciudad de Monteros, Lanceros y Tiradores de la campaña”19. Todavía quedaban fuerzas tucumanas en operaciones. La columna de Amadeo Alurralde (200 hombres) permanecía en Catamarca, en prevención de disturbios. Pero al conocerse la última ofensiva de Peñaloza –esta vez contra el gobernador de San Juan- se resuelve que Tucumán colabore en estas “operaciones decisivas sobre el caudillo de Los Llanos”. PEÑALOZA ULTIMADO Desde La Cocha, el general Rojo pide a Campo 160 hombres que engrosarán la columna de Alurralde y el contingente de Santiago. El gobernador parte con esta fuerza –proveniente del regimiento 8 de línea- delegando otra vez el gobierno en el ministro Granillo, el 28 de octubre. Deja su contingente en manos de Rojo y regresa el 3 de noviembre20. Pero el 30 de octubre ha sido derrotado Peñaloza en Caucete, y el 12 de noviembre será ultimado, sin forma alguna de juicio. La muerte de Peñaloza es celebrada calurosamente por la administración liberal de Tucumán. La noticia llega a la ciudad dos días más tarde, y se publica en un “alcance” a la edición del 19 de 19“Regreso

de la columna tucumana” y “Proclama del gobernador de Tucumán a la División Tucumana Expedicionaria en Catamarca y La Rioja”, en: EL, 21-VI y 25-VI-1863. 20De Anselmo Rojo a J.M. del Campo, La Cocha 23-X-1863; “Marcha del Sr. Gobernador a la campaña” y “Regreso del Señor gobernador” en: ibídem, 12-XI, 29-X y 5-XI-1863


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

139

noviembre de El Liberal. Esa noche, en casa del gobernador Campo, empieza el festejo con una serie de brindis. Parte luego “la serenata que recorrió algunas calles de la ciudad en medio de vivas calurosos, sofocados por el marcial estrépito de la música y el ruido de los cohetes que profusamente se quemaban”. La crónica informaba que “la serenata se tocó en el café de La Armonía, donde se sirvió abundante cantidad de cerveza y los brindis se repitieron sin interrupción”. A hora muy avanzada, Campo se fue a su casa, donde aguardaban oficiales de La Guardia Nacional para felicitarlo21. LA GUARDIA NACIONAL Para terminar con los problemas militares, debe apuntarse que Campo dedicó especial atención a la Guardia Nacional. Así, en su mensaje de 1863 a la Sala de Representantes, lo enorgullecía que “en la actualidad la paz, el orden y las instituciones, están garantidos por 5 batallones que componen 1.200 bayonetas en estado de competir con las tropas de línea, fuera de los regimientos de la campaña que también se hallan en buen pie, y de la brigada de artillería perfectamente dotada de todo lo necesario. ¡No será en adelante Tucumán la presa de los bandidos, si sabe aprovechar los elementos que he puesto en sus manos!”… Para algunos, ese entusiasmo era exagerado. El coronel Salvigni relataba a Paunero que, en la formación del 9 de julio de 21“Serenata”

en: ibídem, 22-XI-1863.


140

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

1862, se reunieron en Tucumán 1.000 soldados de los batallones de la ciudad. Pero “no hubo ni un soldado de caballería, tal es el desprecio con que se miran aquí a los gauchos”. Para el coronel, mucho había que reorganizar: colocar “oficiales decentes a los batallones de los artesanos”, y

mejorar esa artillería de “cuatro

piezas de hierro en mal estado”, que sólo “pueden servir en un apuro”22. FINANZAS EN CRISIS Los sobresaltos militares no fueron los únicos problemas de la administración de José María del Campo. Las finanzas estaban en crisis. Durante 1861, a causa de la guerra, el Ejecutivo debió acudir al sistema de abrir una cuenta separada para los gastos de guerra, donde se incluían las entradas extraordinarias y los subsidios que remitió apresuradamente el Gobierno Nacional. En mayo de 1862, el gobernador presentó un proyecto de presupuesto que, a pesar de la supresión de algunas partidas (como la de instrucción pública, siempre favorita a la hora de los ahorros), varios empleos y obras públicas, tenía un déficit de 26.975 pesos, cuya cobertura se pediría al Tesoro nacional23.

22De

Emidio Salvigni a Wenceslao Paunero, Tucumán, 14-VII-1862 en: ARCHIVO DEL GENERAL… cit, XI, pp. 161-163. 23Mensaje de Campo a la Sala de Representantes, Tucumán, 20-V-1862, en: Compilación Ordenada… ,cit, III, pp. 39-40.


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

141

El presupuesto que aprobó finalmente la Sala, consignaba una cifra aun mayor de déficit: 33.375 pesos. Los gastos quedaban fijados en 71.875. Al año siguiente, el presupuesto 1863 se estableció en 77.936 pesos con 1 ¼ reales de gastos, mientras los ingresos se calcularon en 77.490 y 2 ½ reales24. Los gastos de guerra de 1862, fueron elevados: 22.622 pesos con 3 y ¼ reales. Se trataba, aclaró Campo a la Sala, del pago a quienes fueron afectados por los empréstitos bélicos: “había que hacer ver a los oportunos y generosos prestamistas que el partido que acababa de triunfar pagaba sus deudas”. El paso ponía al gobierno “en condiciones de salvar cualquier conflicto político o financiero, a la vez que daba testimonio elocuente de sus principios y moralidad, realizando un hecho sin ejemplo en este pueblo durante nuestras guerras civiles”25. LA LEY DE PATENTES Las campañas a La Rioja y Catamarca hicieron crecer notablemente los gastos en el ejercicio 1863. Con todo, el gobernador Campo pudo decir, en su último mensaje y refiriéndose a ese período, que “las rentas públicas han bastado para hacer frente a los gastos ordinarios de la administración”. El Gobierno “no ha dejado una sola deuda para el presente año, habiendo pagado la deuda atrasada 24

Leyes promulgadas Campo-Granillo, 11-VI y 16-VI-1862, en: ibídem, pp. 40-46, 105-111. Campo-Granillo a la Sala, 10-I-1863, en: ibídem, pp. 152-154 y anexo sin foliar.

25Mensaje


142

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

pendiente y habiendo hecho fuertes erogaciones para los gastos de las fuerzas en campaña, las que espero sean reembolsadas por el Exmo. Gobierno Nacional; en cuyo caso la Provincia habrá tenido en el año 63 un sobrante que vendrá a aumentar las rentas del presente año”26. La mejoría en la recaudación, se buscó por medio de una reforma a la Ley de Patentes. La modificación, expresaba el mensaje, “precisa el espíritu de la citada ley, que abraza las industrias y casos no comprendidos en ella o no explicados con la claridad necesaria para facilitar las operaciones de las mencionadas comisiones [se refiere a las Comisiones Clasificadoras de Patentes] y que conserva mejor la igualdad, que debe ser la base de todo impuesto”27. Un viajero inglés de esos años recogió, de boca del mismo gobernador Campo, algunos datos sobre el comercio que, “debido a la guerra civil”, se hallaba en “una condición muy reducida”. Según sus referencias, en 1861 Tucumán recibió importaciones por más de 2.000.000 de pesos, sobre todo de procedencia británica. En 1862 produjo 70.000 cueros, mientras los 14 ingenios existentes habían elaborado 75.000 arrobas de azúcar y 15.000 barriles de aguardiente. En cuanto al arroz, la producción era de 40.000 arrobas28. Como hombre del interior que era, Campo tomó –dentro de lo que las circunstancias le permitían- una serie de medidas tendientes 26Mensaje

Campo-Bernabé Piedrabuena, 1-I-1864, en: ibídem, p. 119 Campo-Granillo, 19-II-1863 y ley, en: ibídem, pp. 147-152. 28TOMÁS J. HUTCHINSON, Buenos Aires y otras provincias arjentinas con estractos de un diario de la exploración del Río Salado en 1862 y 1863 por… Traducida del inglés y anotada por Luis V. Varela (Bs. As, 1866) pp. 179-180. 27Mensaje


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

143

a desarrollar las poblaciones de campaña. En ellas, según Hutchinson, la tierra valía 10 pesos la cuadra cuadrada “en las vecindades de los pequeños pueblos”, y “en el campo, 5 pesos, teniendo todos facilidad para el pago”29. A fines de 1862, por circular, Campo mandó a los comandantes de Famaillá, Monteros, Río Chico y Graneros, que hicieran “las más vivas diligencias” para lograr que “alguno de los vecinos más acomodados de ese departamento establezca una posta”. Sería pagada por el empresario de la nueva mensajería de Tucumán a Córdoba, que empezaría a correr en enero de 186330. CAMINOS. LEALES. AMPLIACIÓN DEL RECTORAL Si bien, como aclaraba su mensaje, no pudo construir los puentes que requerían los caminos de toda la zona sur para aquella mensajería –que utilizaba el camino llamado “de la Travesía”- al menos tomó medidas para reconstruir el de Agua Blanca y conservar los otros. Campo trataba afanosamente de promover ese camino, que beneficiaba a todo el sur. En su presentación al Gobierno Nacional, había hecho notar que era al más beneficioso, “tanto por los recursos que ofrece al pasajero, como por ser 30 leguas más corto”31. Por otro lado, comisionó al agrimensor Pedro Dalgare Etcheverry para que trazara y amojonara un camino en línea recta 29Ibídem,

p. 177 del Ministerio de Gobierno, 31-XII-1862, en: “Sección Oficial”, EL, 4-I-1863. 31Mensaje Campo-Granillo, 1-I-1863, en: Compilación… III, pp. 74, 76. 30Circular


144

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

desde Tucumán a Monteros. Esta última población también contaría con un edificio propio para la escuela32. Dispuso también la reedificación de la Villa de Leales, “en un lugar de este departamento que reúna las condiciones para garantirla de una catástrofe como (la que) ha hecho desaparecer la que anteriormente estuvo fundada sobre el Río Grande, y que a más tenga las ventajas convenientes a un centro de población”. Una comisión de vecinos establecería el sitio. También nombró otra comisión para que recolectara los fondos y se encargara de la edificación de una capilla en Los Sueldos33. Prohibió, además, que se siguieran usando los cementerios ubicados dentro de las poblaciones. Quedaba vedada en ellos toda nueva inhumación, y era obligatorio habilitar otros en las afueras “y en sitios ventilados”34. A los fines del mejor servicio civil y militar, a causa de la larga distancia existente hasta Tapia, practicó una nueva división entre el Curato Rectoral y Trancas, fijando el punto de El Saladillo como límite del primero35. CORREOS. ESCUELAS

32Decretos

Campo-Granillo, 1-IX y 1-VII-1863, en: ibídem, pp. 118-119; 114-115. José María del Campo al P. Rómulo Laspiur, José Rodríguez y Lino Campero, 20-III1863, en: “Sección Oficial”, EL, Tucumán, 26-III-1863. Decreto Campo-Granillo, 2-X-1863, en: Compilación… III, pp. 146-147. 34Decreto Campo-Granillo 25-VIII-1863, en: Compilación…, cit. pp. 117-118. 35Decreto Campo-Piedrabuena, 7-III-1864, en: ibídem, pp.187-188. 33De


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

145

También proyectó y obtuvo una ley que lo autorizaba a “establecer correos en el territorio de la provincia”. Quería superar el sistema vigente de postas militares para la correspondencia oficial. Este, decía en el mensaje, aparte de ineficaz resultaba injusto, ya que, “violando una de las preciosas garantías acordadas al ciudadano, le imponía el deber de servirlas con su persona e intereses, sin remuneración de ningún género”36. En su último mensaje (enero de 1864) Campo subrayó que, “con paternal munificencia”, el presidente Mitre había enviado 10.000 pesos. Con esa suma se pudo atenuar los grandes daños causados por las inundaciones de febrero de 1863 y realizar diversas obras, entre ellas la reconstrucción de la iglesia de Leales37. Por esos días, difundió una exaltación literaria del paisaje de la provincia, el ex gobernador Salustiano Zavalía. En El Liberal, publicó un artículo alabando las bellezas naturales de Tucumán y lamentando que no se hubiesen cantado aún como merecían. Para abrir el camino, ofrecía un poema: “Mi viaje a Tafí”… 38. A principios de 1863, según el mensaje del Ejecutivo, Tucumán contaba con 20 escuelas fiscales, donde se educaban unos 600 niños. Esa cifra de educandos –hacía notar- seguía siendo escasa por incuria de los padres: no habían dado mucho resultado los

36Ley

promulgada 16-II-1864, Campo-Piedrabuena, en: ibídem, pp. 172-174. Campo-Piedrabuena, 1-I-1864, en: ibídem, p. 168 38SALUSTIANO ZAVALÍA, “A los amantes de la Literatura”, en: EL, 20-XI-1862. 37Mensaje


146

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

esfuerzos para hacer cumplir la ley que establecía la obligatoriedad de la enseñanza39. CRISIS EN EL COLEGIO SAN MIGUEL Claro que, en la administración Campo, la educación sufriría un rudo golpe por el alejamiento de Amadeo Jacques. Las dificultades de la provincia habían repercutido con fuerza en el Colegio San Miguel, que dirigía el maestro francés. La inscripción para 1862 había disminuido enormemente: sólo 54 niños se educaban en la escuela gratuita, 13 en la pagada y apenas 3 en la sección superior. En El Liberal, Jacques expresó su juicio sobre estos problemas. “Antes de la última guerra, había por todo en la Provincia de Tucumán 16 escuelas de varones sostenidas por el Estado, 15 en la campaña, una central en la ciudad”, decía. “No podemos decir, a falta de datos suficientes, cuántos niños cabalmente frecuentaban estas escuelas; pero, sí, afirmamos sin trepidar que su número era sumamente reducido y enormemente desproporcionado

con

la

población

de

la

provincia.

Más

desproporcionado era tal vez con los sacrificios verdaderamente cuantiosos que, a razón de lo limitado de sus recursos, la Provincia se imponía para ellas”.

39Mensaje

Campo-Granillo, 1-I-1863 en: Compilación… III p. 72


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

147

“Estas 16 escuelas costaban juntas al Tesoro 419 pesos 4 reales mensuales, ó 5.034 pesos anuales; medianamente cada una, 26 pesos 2 reales mensuales o 315 pesos anuales. Agréguese a eso el producto de los alumnos contribuyentes; el número de ellos, muy corto en la campaña, donde la contribución es de 1 peso mensual, ascendía en la Escuela Central de la ciudad a 25 poco más o menos, y la cuota era de 2 pesos al mes”. Concluía: “Se ve por estos guarismos que la liberalidad del gobierno no era lo que aquí hacía falta. Lo que faltaba más que todo, y diré casi completamente, por no detenerme en muchas otras causas secundarias, era la idoneidad de los preceptores”40. INDIFERENCIA POR LA EDUCACIÓN En una nota posterior, el mismo diario daría a Jacques toda la razón. Expresaba que “doloroso es decirlo, ese informe revela un hecho que prueba contra el estado moral de nuestro país. El gobierno subvenciona ese Colegio con una cantidad fuerte, relativamente a nuestras rentas, a condición de que sean admitidos hasta 10 alumnos gratis a la enseñanza superior y, según el informe, sólo tres educandos aprovechan del beneficio”. Además “el señor Jacques ha ofrecido no sólo habitación sino hasta su mesa a los jóvenes que quieran educarse… pero ni el estímulo de la 40AMADEO JACQUES,

1862.

“La instrucción pública en las Provincias Unidas del Plata”, en: EL, 4-V-


148

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

enseñanza gratuita, ni la economía de gastos mediante la liberalidad del Director, han estimulado a los padres de familias pobres a dar a sus hijos otra educación que mejore su condición moral. ¡Deplorable abandono, que no hay palabras bastante amargas a vituperar!”41. Este comentario sin firma pertenecía a José Posse. Así surge del contenido de su carta a Sarmiento: …“Mr. Jacques se fue a Buenos Aires… ha ido desencantado atribuyendo a causas vulgares y falsas el naufragio del colegio de San Miguel. Hice publicar un informe suyo suprimiéndole la parte desfavorable que tenía y explicando con un artículo de El Liberal la verdadera causa del atraso de la enseñanza”42. En nota al gobernador del 19 de agosto de 1862, Jacques afirmaría que “el origen del mal” estaba en “la profunda indiferencia de este pueblo con respecto a la educación y a su espíritu exclusivamente mercantil”. Decía que los niños, ni bien lograban los rudimentos del alfabeto, eran sacados de la escuela para llevarlos al mostrador: así le arrebataron los mejores alumnos. Además de eso, sucedía que “durante cinco meses seguidos este Colegio ha sido transformado en un cuartel de infantería”. En vano, había tratado, al principio, de seguir enseñando “en medio de la bulla de 400 soldados”: las tropas de Octaviano Navarro habían terminado por ocupar todos los lugares y dejarle sólo un cuarto para

41“El

informe del Sr. Jacques”, en: ibídem 31-VII-1862. José Posse a Domingo F. Sarmiento, Tucumán 2-XI-1862, en: cit. pp. 112-114 42De

ARCHIVO DEL MUSEO…

I,


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

149

él y su familia. A estos inconvenientes se agregaban, por supuesto, la maledicencia y las intrigas. Pocos días después de enviar esta nota, el 1 de setiembre, Jacques presentaba su renuncia. El “estado de postración” del Colegio quitaba a sus tareas, decía, “el único atractivo que podía apegarme a ellas”. Tampoco el Estado tenía sus sueldos al día. El gobernador Campo aceptó la dimisión el 3 de setiembre, no sin darle “bien merecidas gracias”43. Amadeo Jacques partiría a Buenos Aires a la búsqueda de mejores destinos. Es conocido que su amigo, el vicepresidente Marcos Paz, lo llevaría al rectorado del Colegio Nacional porteño, iniciándose esa última etapa de su vida que tan bien describiría en Juvenilia su discípulo Miguel Cané… Hay que apuntar que, por aquella época, el gobierno pensó encargar a los Padres Jesuitas las tareas educativas. A ese efecto se puso en comunicación con las autoridades de la Compañía, en Córdoba44.No tuvo éxito. POBLACIÓN. EDIFICIOS. LA PLAZA En cuanto a la ciudad, el viajero Hutchinson (que estimaba su población en 20.000 habitantes incluyendo suburbios, sobre las “80 Transcribe los textos RITA P. DE BERTELLI, “La acción educativa de Amadeo Jacques en Tucumán”, en: Álbum del Centenario, sin pie editorial y sin foliación [1916]. 44 Del P. Pedro Saderra a José María del Campo, Córdoba 5-I-1863, en: “Sección Oficial”, EL, 25-I-1863. 43


150

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

a 100.000 almas” del total de la provincia),deslizaba un par de elogios en la descripción. “Hay gran decadencia y negligencia en cuanto a los edificios de la ciudad de Tucumán, pero sus calles son mejor empedradas que las de Buenos Aires. Algunas de sus casas tiene un aire de comodidad –por ejemplo, una de la plaza, perteneciente a D. Felipe Posse- tal como no he visto en otra ciudad hasta llegar a Córdoba”, escribía. “La plaza está rodeada de árboles de naranja, y tiene una gran cantidad de sólidos asientos de ladrillo y argamasa”. En cuanto al precio de los inmuebles, Hutchinson informaba que “una cuadra cuadrada de tierra (150 varas cuadradas) en los suburbios de la ciudad, vale 25 pesos”45. El paisaje de la plaza principal sufrió una importante modificación. La pirámide que había erigido Celedonio Gutiérrez en 1841, fue considerada “un recuerdo de oprobio, cuya permanencia lastima el honor de Tucumán”. Consecuentemente, un decreto del Ejecutivo mandó demolerla. La medida se ejecutó el 13 de julio de 1862. En su lugar, se proyectó levantar “un monumento consagrado al recuerdo de las víctimas del año 40”, y se promovió la respectiva suscripción entre el vecindario46. DEMOLICIÓN DE LA PIRÁMIDE

45HUTCHINSON, 46Decretos

60.

Buenos Aires… cit., pp. 175-177. Campo-Granillo, 9-VII y 27-VIII-1862, en: Compilación… III, cit., pp. 51-52 y 59-


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

151

Entusiasmado, el viejo coronel Salvigni narraba a Paunero que “ayer se ha demolido la pirámide de oprobio que adornaba la bella plaza de Tucumán. Un pueblo inmenso presenció este acto de justicia. Era el monumento levantado por las victorias de Oribe, por los degüellos ejercidos por este cruel y bárbaro caudillo. En el mismo lugar se inaugurará luego otra columna, en conmemoración de los mártires de la libertad… Tucumán estará siempre al frente de las buenas ideas, que honran la civilización y la libertad” 47. Luego se resolvió que el monumento planeado tendría también un fin utilitario, construido “de manera que sirva al mismo tiempo para el surtidor de agua potable que se instalará después”. Con buen criterio, y acaso para hacerlo menos banderizo, el Gobierno cambió de idea dos años más tarde y resolvió, finalmente, que el monumento sería un homenaje a la jura de la Independencia48. El 10 febrero de 1864, tuvo lugar la ceremonia de inauguración de la gruesa columna enclavada al centro de la plaza. Su imponente aspecto quedaría registrado en las primeras fotografías que se conocen del paseo. Un tramo especialmente emotivo del acto, constituyó el traslado de toda la concurrencia a la Casa Histórica. Allí, según la crónica periodística, pronunciaron sus discursos “arrodillados”, los doctores Sabino O´Donnell y Ángel C. Padilla49.

47De

Emidio Salvigni a Wenceslao Paunero, Tucumán, 14-VII-1862, en: ARCHIVO DEL GENERAL… cit., XI, p. 162. 48Mensaje Campo-Granillo, 1-I-1863 y decreto Campo-Piedrabuena, 3-II-1864, en: Compilación… cit., III, pp. 74-75 y 171. 49“Inauguración de la columna de la Independencia”, en: EL, 14-II-1864.


152

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

EMPEDRADO. TRIBUNAL DE MEDICINA. JUZGADO NACIONAL Diferente había sido, un año atrás, el festejo del aniversario de la batalla de Río Colorado. Con ese motivo, según Régulo Martínez narraba a Mitre, “ha habido [en Tucumán] una verdadera orgía pública que en nada tiene que envidiarle al partido federal”… 50 En cuanto al empedrado de las calles, por la misma época Tucumán exhibía 56 cuadras dotadas del adelanto, “30 en las que miran de sur a norte y 26 en las de naciente a poniente”. Por considerarla una institución “de mero lujo en la actualidad” y ante la necesidad de ahorrar fondos, dado “el estado de penuria del Tesoro”, el Ejecutivo propuso y obtuvo la ley de supresión de la Oficina Topográfica creada en 1858. A cargo de la Policía quedó la inspección de “toda obra nueva, reforma o cerca”, como así también el trazado de la respectiva “línea de demarcación51. En cambio, se dispuso la creación de un importante organismo, el Tribunal de Medicina, bajo la presidencia del Médico Titular, con “dos profesores” nombrados por el Gobierno. Sus atribuciones abarcaban todo lo referido a medidas de salubridad pública, además del control del ejercicio del arte de curar y de la farmacia, y la evacuación de consultas judiciales sobre temas médicos. 50De

Régulo Martínez a Bartolomé Mitre, Tucumán, 17-III-1863, en: ARCHIVO DEL GENERAL… cit. XII, p. 276 51“El empedrado”, en: EL, 8-V-1864. Ley prom. Campo, 16-VII-1862, en: Compilación… III, cit. pp. 57-58.


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

153

Fue designado presidente el doctor Tiburcio Padilla, y como vocales los doctores Víctor Bruland y León de Soldati. El Gobierno aprobó el reglamento que elaboraron52. Por decreto del 15 de diciembre de 1863, el presidente Mitre dispuso la creación de los Juzgados Nacionales de Sección. Como titular del correspondiente a Tucumán, se designó a un ex gobernador, el doctor Agustín Justo de la Vega. El Gobierno habilitó, para sede del nuevo organismo, “las piezas que ocupala Honorable Sala de Representantes en los altos del Cabildo”53. JOSÉ POSSE, GOBERNADOR

Concluía ya el mandato de José María del Campo. El 22 de febrero de 1864, la Sala de Representantes designó gobernador de la Provincia, “por el bienio de ley” a José Posse. La decisión fue casi unánime: sólo hubo 1 voto por Anselmo Rojo y 1 por Ezequiel Molina. Antes de que concluyera su período –pero estando ya Posse electo- Campo presentó la renuncia. En los últimos meses, había desempeñado el ministerio Bernabé Piedrabuena, por renuncia del doctor Granillo54.

52Mensaje,

ley prom. 4-VI-1863 y reglamento, en: Compilación…,III, cit, p. 93-100. J.M. del Campo al ministerio de Justicia de la Nación, 11-XI-1863, en: “Sección Oficial”, EL, 15-XI-1863. 54Ley del 22-II-1864, en: Compilación… III, cit. p. 175; la votación, en: “La elección de gobernador de la provincia”, EL, 25-II-1864; de Campo a la Sala, 9-IV-1863, en: Compilación… III, cit. pp. 197-198. 53De


154

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

La Sala aceptó la dimisión de Campo, ordenando que Posse se hiciera cargo al día siguiente. Así, el 10 de abril, a las 12 de día, el nuevo gobernador asumió sus funciones, conservando como ministro a Piedrabuena55. Alto, robusto y apuesto, con ojos de azul pálido, Posse actuaba en la política desde fines del gobierno rosista. Tenía 44 años. Era íntimo amigo y corresponsal de Domingo Faustino Sarmiento. Hasta entonces, había sido diputado al Congreso de Paraná, constituyente de 1860 y ministro de José María del Campo, entre otras dignidades que alternó con su condición de curtido periodista de combate.56 Acompañó al gobierno de José Posse el ministro Piedrabuena, hasta mediados de 1865: murió repentinamente, el 1 de agosto. Desde el 29 de julio, lo había reemplazado en la cartera el ex gobernador Campo57. “Conocidas las aptitudes literarias del gobernador Posse – comenta

Paul

Groussac-

algunos

pudieron

creer

que

su

administración iba a descollar por los grandes proyectos y las brillantes utopías más o menos realizables: fue todo lo contrario; si de algo carece este gobierno es de brillo, o mejor dicho de brillantez.

55Ley

prom. Campo-Piedrabuena, 9-IV-1864, en: Compilación… III, cit. pp. 197-199; “Renuncia del señor gobernador Campo”, en: EL, 10-IV-1864. 56CARLOS PÁEZ DE LA TORRE (H), “El periodista y político tucumano José Posse en el centenario de su muerte”, en: Boletín de la Academia Nacional de la Historia, Vol. 78-79, 2005-2006 (Bs. As. 2008) pp. 379-292. 57“Necrología” y “D. José M. del Campo”, en: EL, 3-VIII-1865.


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

155

En cambio resalta la seriedad administrativa y el buen sentido superior”58. INQUIETUD POR EDUCAR El amigo de Sarmiento mostrará especial inquietud por la instrucción pública. Procede a reafirmar por decreto que, de acuerdo a la Constitución Nacional y al “espíritu de la Honorable Sala”, la enseñanza primaria es gratuita en todas las escuelas de la provincia, “de cualesquiera condición que fuesen los educandos”. Quiere, de esa manera, terminar con la corruptela de algunos preceptores del Estado que cobran “un tanto mensual a algunos niños a quienes suponen de familias acomodadas”59. Utilizando el subsidio nacional de 2.000 pesos fuertes para fomento de la educación primaria, resuelve establecer escuelas gratuitas “para la enseñanza de los niños pobres” en las villas de Famaillá y Concepción. Además, “careciendo la ciudad de una casa con destino a escuela del Estado, que sea digna de su objeto por su arquitectura y su comodidad interior”, envía a la Sala el proyecto – convertido en ley- que lo autoriza a disponer, para tal propósito, de algunos de los sitios fiscales o donados por particulares60. “Si nuestros recursos dieran –expresará en el mensaje de 1865- yo pretendería que se hiciese monumental la casa donde recibe 58PAUL GROUSSAC,

Ensayo histórico sobre el Tucumán [1882] (Tucumán, 1981), p. 251. Posse-Campo, 13-IX-1865, en: Compilación… III cit, pp. 301-302 60Decreto Posse-Campo, 18-IV-1865 y ley prom. Id. 1-XII-1865, en: ibídem, pp. 293-294, 316-317. 59Decreto


156

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

el niño el primer alimento para el espíritu; desearía que el aspecto del local le inspirase el sentimiento de dignidad y de decoro que son la base del carácter del hombre honrado. Pero si nuestras finanzas no dan para tanto, haremos lo que se pueda y lo mejor que se pueda hacer”. Le parecía que “una ciudad que aspira a tener teatro y paseo público de lujo”, debía poseer también “un alojamiento propio y decente para su escuela gratuita”61. ESTADÍSTICA ESCOLAR. EL INSPECTOR Según datos de la Comisión de Estadística, recogidos por la prensa, en 1864 había en el departamento Capital “21 escuelas; 6 públicas gratuitas, entre ellas 2 que sostienen los conventos de Santo Domingo y San Francisco; las 6 de varones, situadas tres en esta ciudad, una en Alderetes, otra en Ranchillos y otra en la Yerba Buena, teniendo a su cargo 404 alumnos. Las 15 restantes son particulares; de ellas, 9 de niñas, en esta Capital, con 164 discípulas; y 6 de varones, también en esta ciudad, con 154 estudiantes. El número de preceptores de todas, asciende a 20”. El informe expresaba que “hay pues, en todo, 722 educandos”. Recibían lecciones de lectura, escritura, aritmética, religión, gramática castellana y latina, geografía, francés, inglés, teneduría de

61Mensaje

Posse-Campo, 1865, en: ibídem, p. 325.


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

157

libros, dibujo, geometría y, en las escuelas de niñas, una veintena aprendía costura y bordado62. De acuerdo al mensaje de Posse, en 1865, “por los datos recogidos por el Ministerio, resulta un aumento de más de 300 niños sobre la cifra de los que cursaban el año pasado las escuelas del Estado”. Importante medida de Posse fue la creación del cargo de Inspector de Escuelas de la Provincia. Propuso y logró la ley respectiva. La finalidad era que el control educativo en los departamentos, no quedase librado a comisiones de particulares. Las funciones del inspector fueron reglamentadas minuciosamente. Debía visitar una vez por mes la Escuela Central de la Capital, y por lo menos dos veces al año las otras, esto además de efectuar todas las visitas extraordinarias que juzgase convenientes63. EL COLEGIO NACIONAL Pero el gran acontecimiento educativo del gobierno de José Posse fue, sin duda, la instalación del Colegio Nacional de Tucumán. La creación había sido dispuesta por decreto del presidente Mitre y del ministro de Instrucción Pública, Eduardo Costa, el 9 de diciembre de 1864.

62“Escuelas

en el departamento de la Capital”, en: EL, 23-X-1864. prom. 26-I-1866 y decreto Posse-Campo, 17-II-1866, en Compilación… III, cit. pp. 329-332 63Ley


158

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Los estudios durarían cinco años y sus programas serían los mismos vigentes en el Nacional de Buenos Aires. Un rector y tres profesores constituirían el elenco inicial. Se educarían allí también, por cuenta de la Nación, 20 jóvenes pobres de las diversas provincias, “según la distribución que se hará por un acuerdo especial”. Esto además, por cierto, de todos “los alumnos internos y externos que admita el local”. El arancel se fijaba en 9 pesos para los internos (cifra en la que se estimaba el costo de mantenimiento) y los externos pagarían 1 peso al matricularse cada año. Para ingresar al Colegio, era requisito “saber correctamente leer y escribir, y las cuatro operaciones fundamentales de la Aritmética”. Como rector interino quedaba nombrado el doctor Uladislao Frías, para preparar el local y llevar a cabo la instalación del Colegio en nombre de la Nación64. Con gran diligencia, Frías ejecutó todas las medidas necesarias que se le encargaron. En cuanto al local, por gestión del gobernador Posse, la Sala autorizó a utilizar el que perteneció al Colegio San Miguel, o sea los claustros del antiguo convento mercedario. Al lado se alzaba la primitiva iglesia de La Merced. Con “paredes de barro, fue la primera, la colonial, la que conoció Belgrano el año 12, y que para el 65 estaba ya en tan ruinoso estado, que cuatro años después tuvo que ser demolida”, apunta Cerviño. Un año antes,

64RODOLFO

A. CERVIÑO, Del Colegio San Miguel al Colegio Nacional. Dos etapas de cultura en Tucumán (Tucumán, 1964), pp. 33-34.


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

159

Posse había nombrado una comisión para recoger donaciones destinadas a un nuevo templo y contratar los trabajos del caso65.

El gobernador José Posse, en una fotografía tomada por Eduardo Lecoq.

MEMORABLE INAUGURACIÓN. MÚSICA Y DIBUJO El Colegio se inauguró el miércoles 1 de marzo de 1865, con la solemnidad que es de imaginar. Cerviño comenta, con acierto, que se trató de un acontecimiento “sólo comparable a la creación de la 65Ibídem,

p. 37. Decreto Posse-Piedrabuena, 22-VIII-1864, en Compilación… III, cit. p. 233.


160

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Universidad, medio siglo después”. El primer rector fue don Benjamín Villafañe, el ex gobernador de Tucumán en los dramáticos tiempos de la invasión de Navarro. Al año siguiente, Posse gestionó y obtuvo de la Sala autorización para que la Provincia estableciera “una Academia de Música y Dibujo para la enseñanza gratuita de 20 jóvenes a los que se educa en el Colegio Nacional”. Consideraba el Ejecutivo que “en el programa de los ramos que debían enseñarse, se echa de menos la Música y el Dibujo, dos artes necesarias para completar la educación de los jóvenes que abrazan la carrera de las Letras; artes más que adorno, de utilidad, que pueden servir de descanso a las fatigas del espíritu en el estudio de las ciencias, y que más tarde tendrán aplicación útil en vida práctica de los jóvenes”66. En el mensaje de 1865, Posse se complacía de la apertura del Colegio, “puesto que los jóvenes que siguen la carrera de las letras, no se ven ya en el caso de ir a buscar lejos de la familia los medios de cultivar el espíritu”. Agregaba: “el pie en que se halla el Colegio, la disciplina y moralidad establecidas, la seriedad, diremos, de su marcha, hacen esperar que de allí sacaremos todo cuanto nos hemos prometido a favor de la educación científica de nuestra juventud”67. PROBLEMAS EN SALTA

66Ley

prom.Posse-Campo, 29-I-1866, en: ibídem, pp. 339-340. Posse-Campo, 1865, en: ibídem, p. 326

67Mensaje


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

161

Pero si la inauguración del Colegio Nacional fue un saliente suceso en la vida tucumana durante la administración de José Posse, hubo otros, de distinta índole, que tuvieron notoria repercusión. Uno de ellos fue la cuestión de Salta. El ex gobernador Juan Uriburu, derrocado por una revolución en 1864, pidió ayuda militar a Posse para ser repuesto en el cargo. El gobernador de Tucumán se negó: invocando la Constitución, le indicó que formulara ese pedido al Gobierno Nacional68. Con todo, Salta estaba demasiado próxima como para una actitud de total prescindencia. Más si se sabía que, en las convulsiones de esa provincia, figuraba el ex gobernador Celedonio Gutiérrez. Los liberales no podían descuidar la oportunidad de cerrar nuevamente el paso al partido vencido en Pavón. Posse

y

su

colega

de

Santiago,

Manuel

Taboada,

intercambiaron correspondencia sobre el asunto. El tucumano sugería designar un mediador, que podía ser el doctor Uladislao Frías, temperamento que Taboada aceptó. Para Posse, las bases del arreglo debían ser dos: retirar el carácter militar y oficial a cualquiera del partido vencido, “muy especialmente a los enemigos de Santiago y Tucumán”; y que el gobierno que surja del arreglo sea liberal, de modo que desaparezca “la alarma que ha causado en estos pueblos la

68De

219.

José Posse a Manuel Taboada, 7-VI-1864, en: TABOADA, Documentos… IV, cit. pp. 218-


162

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

aparición del elemento mazorquero tomando parte en las disensiones del Partido Liberal”69. QUEJAS DE POSSE El 3 de junio, Posse expidió un decreto designando al doctor Frías como mediador en representación de Santiago y Tucumán. Debía acudir a Salta y proponer a los jefes de los partidos beligerantes, “bajo condiciones honorables, un arreglo amistoso, o que se ponga término a los males de la guerra”. Frías se trasladó a la vecina provincia, pero los acontecimientos ya se habían definido el 4 de junio. La tesitura de Posse fue aprobada por la Sala de representantes70. Sin embargo, el asunto le representó sinsabores, según lo cronicaba en carta a su amigo Sarmiento. …“Sucede que el jefe de la revolución solicitó, a título de llamarse liberal, mi cooperación armada para sostenerse; pretensión a que contesté con el silencio del desprecio, por no merecer otra solicitud tan extravagante. Pero el Gobierno Nacional, que tuvo conocimiento de aquella pretensión, me hizo la injusticia de dudar de mi conducta, y sin más ni más, sin requisición de las autoridades depuestas por la sedición, pidió al Congreso autorización para intervenir, para reprimir el escándalo de que una provincia tomase ingerencia armada en las cuestiones 69De

José Posse a Manuel Taboada, 31-V-1864, en: ibídem V, p. 134 Posse-Piedrabuena, 3-VI-1864; del gobernador provisorio Segundo D. Bedoya a José Posse, Salta, 13-VI-1864; mensaje de Posse a la Sala, 21-VI-1864 y contestación del 4VII-1864, en: Compilación… III, cit. pp. 216-221 70Decreto


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

163

internas de otra. El Congreso se ha negado, y a esta hora bien arrepentido estará el Gobierno Nacional de su ligereza, sabiendo que he cumplido con mi deber con tan buena o mejor conciencia que él”…71 ANTE LA GUERRA DEL PARAGUAY Fue durante la administración Posse que estalló la Guerra del Paraguay. El 4 de mayo de 1865, de acuerdo a las instrucciones del Ministerio de Guerra, la Provincia declaró en asamblea a la Guardia Nacional, disponiendo ejercicios doctrinales, dos veces por semana, para todos sus regimientos de caballería y batallones de infantería de la ciudad y campaña. Durante los días de ejercicios, era obligatorio el cierre de todas las casas de comercio, durante tres horas72. Se prohibió la salida de personas del territorio de la provincia “sin pasaporte de la autoridad competente”, que sólo lo otorgaba previo informe de los jefes militares. Además, se impuso la obligación de enrolarse en la Guardia Nacional, a todo ciudadano que tuviese entre 17 y 45 años. La Sala, a pedido del gobernador, lo autorizó a ofrecer al Gobierno Nacional “el concurso y decidida cooperación del pueblo tucumano para sostener la guerra a que leal y traidoramente ha sido provocada la República Argentina por la del

71De

José Posse a Domingo F. Sarmiento, 18-VII-1864, en: ARCHIVO DEL MUSEO…, I, cit. pp. 131-132. 72 Decretos Posse-Piedrabuena, 4 y 5-V-1865, en: Compilación… III, cit. pp. 295-296.


164

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Paraguay”. El Ejecutivo quedaba autorizado para usar las rentas de la provincia, como lo requirieran “las exigencias de la guerra”73. Toda la provincia se enfervorizó con el conflicto. “La noticia de la Guerra del Paraguay, el modo de promoverla y la clase del enemigo, todo eso junto ha venido a levantar el espíritu público, digo nacional, de todos los habitantes de la provincia. Hombres de todos los partidos me han rodeado estos días, ofreciendo a porfía sus servicios a la gran causa de la Patria”, escribía el gobernador Posse al presidente Mitre74. A fines de julio, ya estaba listo el contingente con el que Tucumán contribuiría a las operaciones en el Paraguay. Totalizaba 550 hombres, de los cuales 450 pertenecían a la Guardia Nacional movilizada; el resto eran enganchados, pedidos para la remonta del ejército de línea. El general Anselmo Rojo, designado por la Nación como Inspector de Armas, fue el encargado de recibir este grupo y hacerlo marchar hasta Santiago del Estero. En Matará, se reuniría con el reclutado en esa provincia, que estaba a cargo del general Antonino Taboada, como Inspector de Armas de Santiago y La Rioja75. Las damas tucumanas, encabezadas por doña Crisanta Garmendia de Helguera –viuda del coronel de la Independencia,

73Decretos

Posse-Piedrabuena, 18 y 19-V-1865; Mensaje y ley prom. Id. 8-V-1865, en: ibídem, pp. 296-299. 74De José Posse a Bartolomé Mitre, 8-V-1865, en: ARCHIVO DEL GENERAL… XXVI, cit. p. 131. 75 “Los contingentes”, “Marcha de los contingentes” y “El contingente”, en: EL, 20-VII, 6VIII y 13-VIII-1865.


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

165

Gerónimo Helguera- bordaron la bandera que llevaría el batallón de la Guardia Nacional76. Pero la marcha de los contingentes del norte se vio empañada por la sublevación del grupo perteneciente a Santiago del Estero, en el fortín La Viuda, territorio de dicha provincia, el 9 de setiembre. Según la nota de su jefe Taboada, en la madrugada se amotinó el 2° batallón del Regimiento Santiago, y al grito de ¡Nos venden! trató de atacar al Estado Mayor. Pero la escolta hizo fuego, ultimó a varios y logró desbandarlos. El movimiento “amenazó envolver al primer batallón y contingente de Tucumán, que se mantuvieron firmes en su puesto”77. CONSECUENCIAS DE LA VIUDA La vida del general Taboada estuvo en grave peligro durante el incidente. Años después, José Posse, en carta a Pedro Rueda, recordaría que “en aquella sublevación de La Viuda… a no ser el contingente de Tucumán, tiempo ha que hubiera dado cuenta a Dios de sus malas obras la estirpe Taboada…”78. Tras cronicar el desdichado suceso, el gobernador Posse destacaría que no alteró la fidelidad del contingente de Tucumán “aquel ejemplo contagiosa, y continuó su marcha por el Chaco hasta De Crisanta G. de Helguera al gobernador José Posse, 28-VII-1865 y texto del discurso de Posse, en: “Documentos oficiales” y “Bendición de bandera”, ibídem, 30-VII y 3-VIII-1865. 77 De Antonino Taboada al gobernador Absalón Ibarra, Viuda, 9-IX-1865, en: “Hay traidores”, ibídem, 24-IX-1865. 78De José Posse a Pedro Rueda, 30-X-1868, en: ARCHIVO DEL MUSEO… I cit., p. 189. 76


166

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

llegar a la ciudad de Santa Fe, no sin haber sufrido con abnegación y superado con heroísmo la espantosa soledad del desierto, el hambre, la desnudez y todo género de necesidades en aquel territorio inexplorado”79. Si bien Taboada hizo un escarmiento con los cabecillas de la sublevación –a quienes persiguió, capturó y fusiló- el motín de La Viuda determinó que no participara en la Guerra del Paraguay, ningún contingente de Santiago. El caso sin duda desagradó al presidente Mitre, y más si se considera que los Taboada eran sus más conspicuos aliados en el interior. Hubo otro batallón, de reserva, de 500 plazas, que por instrucciones del Ejecutivo Nacional, Tucumán procedió a acuartelar: luego, siguiendo órdenes del mismo origen, fue licenciado. En la provincia, los vecinos “más notables” levantaron una suscripción para ayudar a las familias de los guardias nacionales ausentes, sumas que Posse reforzó con un aporte mensual de la partida de gastos extraordinarios80. PARARRAYOS. OBRAS. “CAFÉ DE VALLADARES” La administración Posse llevó a cabo una serie de mejoras en la ciudad. Fue cambiado el piso de las galerías del Cabildo “que era de material, poniéndolo de madera”, y se embaldosó “sólidamente” toda la vereda que rodeaba a este edificio, “donde están reunidas hoy todas las oficinas públicas”, decía Posse en el mensaje. 79Mensaje 80Ibídem,

Posse-Campo, 1865, en: Compilación… III, cit. p. 321. p. 321-322.


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

167

En la torre del Cabildo, fue instalada la gran novedad: un pararrayos. Otro fue colocado “en una de las torres y media naranja de la Matriz”. El trabajo fue obra del joven técnico italiano Vicente Brusa. El gobernador, al dar cuenta de estas realizaciones a la Sala, esperaba que sirvieran “como estímulo” para que los particulares dotaran a sus casas de pararrayos. Le parecía necesario usar “este recurso de la ciencia contra las tormentas frecuentes en nuestro país tropical”81. En cuanto a la plaza principal –llamada Libertad o Independencia- en 1865 se terminaron de colocar las baldosas del “cuadrado”. Pero era propósito del Gobierno extenderlas a las calles laterales del paseo, además de duplicar el arbolado existente, para llenar “las comodidades que requiere el único punto que tenemos para reuniones populares”. Faroles a querosén fueron adquiridos para mejorar el alumbrado, tanto en la plaza como “a una cuadra de este centro, a todos rumbos”82. La ciudad, además, se modernizaba con la inauguración del Café de Valladares. Opinaba el diario local: “Recién podemos decir que poseemos un establecimiento de este género que hace honor a Tucumán. El edificio del Café de Valladares no haría un papel secundario en el mismo Buenos Aires, no sólo por su elegante construcción, sino también por las comodidades de que dispone”83.

81Ibídem,

p. 325. p. 324-328. 83“El café de Valladares”, en: EL, 26-VII-1865. 82Ibídem,


168

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

PROYECTO DE TEATRO. BANDA DE MÚSICA. MERCADO A principios de 1864, el Ejecutivo dictó un decreto disponiendo la construcción de un teatro en Tucumán. Designó al efecto “el terreno de propiedad del Estado, ubicado a dos cuadras de la plaza principal, rumbo al poniente”. El arquitecto Alejo Devillers debía levantar el plano y confeccionar el presupuesto respectivo. Posse consideraba que “el progreso material de esta capital, la cultura de su población y el refinamiento de sus nuevas costumbres”, definían la necesidad de erigir el teatro, “como una necesidad generalmente sentida por todas las clases de la sociedad”. El decreto fue aprobado por la Sala y convertido en ley84. Pero surgieron serios problemas en la construcción. Se vinieron abajo los arcos de las galerías y hubo que rehacer la pared del frente. Tales inconvenientes, agregados a la escasez de mano de obra derivada de la recluta para la Guerra del Paraguay, determinaron que en 1865 todavía la obra siguiera en embrión, según el mensaje de ese año del Poder Ejecutivo. La Banda de Música fue sustancialmente mejorada con “32 instrumentos flamantes” que el Gobierno adquirió en Buenos Aires. También se mejoró la Imprenta del Estado, en la cual la Sala invirtió 600 pesos, de acuerdo la autorización legislativa. Se mantenía la preocupación por el empedrado de las calles, y el gobernador obtuvo

84Decreto

Posse-Piedrabuena, 27-I-1864 y ley prom. 16-V-1864, en: Compilación… III, cit. pp. 213-215.


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

169

de la Sala la autorización para contratarlo con empresas particulares85. Asimismo, el Gobierno requirió y obtuvo de la Sala, la ley de expropiación de un terreno al naciente de la ciudad, para establecer un Mercado público. Según el mensaje respectivo, era algo que se hacía necesario, ante “el aumento constante de población y la exigencia de dar a la gran cantidad de habitantes del sector Este y de las chacras del Bajo, un mercado a donde concurrir para comprar sus alimentos”. Si bien ya existía un terreno donado con esa finalidad, su tamaño no era suficiente y se lo debía aumentar con la expropiación del predio lindero86. Por otro lado, el Ejecutivo hizo sancionar una ley que establecía, por un año, un impuesto sobre todas las carretas de abasto que concurriesen a los mercados del Oeste, con el exclusivo destino de costear “el empedrado del local de los referidos mercados y de las calles adyacentes”87. ILUSIÓN Y CATÁSTROFE DEL AÑIL El año 1864 fue el del gran espejismo del añil. El italiano Vicente Brusa, que había adquirido fama tras instalar el pararrayos, pidió al Gobierno privilegio para cultivar y elaborar en forma exclusiva el añil dentro de la provincia. Leyes prom. Posse-Campo, 16-X-1865 y 16-IX-1864, en: ibídem, pp. 306, 302-303 y 249250. 86Mensaje y ley prom. Posse-Piedrabuena, 24-III-1865, en: ibídem, pp. 281-283. 87Mensaje y ley prom. Posse-Piedrabuena, 9-V-1864, en: ibídem, pp. 208-211 85


170

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Argumentaba exhibiendo el buen éxito de sus ensayos con esa planta. La consideraba un “ramo de riqueza que puede formar por sí solo la fortuna del país” y que, sin embargo, “ha permanecido y permanece hasta ahora inexplotado y totalmente infructuoso”. Aseguraba tener los conocimientos necesarios, y los medios para “fundar una hacienda de añil, que baste al consumo de la provincia y que pronto remitiría sobrantes al exterior”. El privilegio le fue concedido88 Arsenio Granillo relata el triste fin de la especulación del añil. Brusa se asoció con el gobernador y con sus parientes Wenceslao y Manuel Posse. El establecimiento añilero se instaló en Ranchillos, con un gran gasto en “edificios, cercos, canales de irrigación”. El primer ensayo fue un gran éxito y entusiasmó a toda la provincia. Pero sobrevino una plaga de gusanos que arrasó con todo. Sin desalentarse, los empresarios insistieron. Esperaban que brotase la planta cuando, de repente, Brusa se suicidó. Dejó una carta manifestando que lo hacía por haberse equivocado en los cálculos al trazar la acequia del establecimiento. Pero, según Granillo, la verdadera razón eran “los malos resultados que preveía en la empresa”. En efecto, las plantas sólo brotaron en

88Solicitud

205

de Brusa, mensaje y ley prom. Posse-Piedrabuena, 3-V-1964, en: ibídem, pp. 201-


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

171

manchones aislados, y otra vez la plaga terminó con ellas, al igual que con el entusiasmo de los empresarios89. El gobernador José Posse había intervenido en la empresa y quedó arruinado. Relatando el trágico incidente a su amigo Sarmiento, contaba que Brusa se eliminó el 27 de setiembre de 1865, “a los 24 años de edad, lleno de ciencia y con una inteligencia superior”90. PRESUPUESTO. PATENTES. LOS CAMINOS El presupuesto de la provincia para 1864, se fijó en 82.350 pesos 1 real sobre 76.200 de recursos. El de 1865, fue de 7.992, 3 y ½ reales, sobre 77.200 de recursos. Para 1866, 83.729 pesos de gastos y 80.900 de recursos fueron las sumas votadas por la Sala91. El gobierno de José Posse elevó a los legisladores el proyecto de una nueva Ley de Patentes, donde buscaba hacer “más equitativa la distribución, puesto que la experiencia ha demostrado que hay industrias excesivamente recargadas, como la caña azúcar, que soporta hoy una patente que no está en relación ni con el capital que alimenta esa industria, ni con la decadencia a que han venido los frutos”92.

89ARSENIO

GRANILLO, Fuentes tucumanas. Provincia de Tucumán por… “Obra publicada en 1872, ahora nuevamente impresa”. Prólogo y comentarios de Manuel Lizondo Borda (Tucumán, 1947) p. 100-101. 90 De José Posse a Domingo F. Sarmiento, en: ARCHIVO DEL MUSEO… I, cit. p. 155. 91Leyes prom. Posse-Piedrabuena, 23-VII y 22-XII-1864; prom. Posse-Campo, 21-XI-1865, en Compilación… III, cit. pp. 227-232, 264-270, 309-316. 92Mensaje y ley prom. Posse-Campo, 8-V-1866, en: ibídem, pp. 360-365.


172

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Respecto a las comunicaciones, el gobernador dictó un decreto que designaba al ingeniero Pedro Dalgare Etcheverry para proyectar “el camino carretero que debe abrirse desde esta ciudad hasta los límites de la provincia con dirección a Catamarca, rumbo a la cuesta del Totoral, todo con arreglo a las prescripciones contenidas en la autorización del Gobierno Nacional”93. En su mensaje de 1865, Posse se refería al mal estado de los caminos interiores de Tucumán, como una deficiencia mantenida por “el egoísmo de los particulares”. Ocurría que “nadie se interesa en allanar una dificultad, en mejorar un camino en provecho propio” y “menos en utilidad del vecindario”. Lo mismo ocurría con los puentes. “Un particular lleva una acequia atravesando las vías públicas, poniendo puentes lo peor que pueda, allá donde ha suprimido la tierra firme, dejando para el vecino y para él mismo un peligro en el tránsito, siguiendo en esto los malos hábitos tradicionales de no hacer nada en provecho de la comunidad”94. OTRA MENSAJERÍA. CÓDIGO CIVIL. PESAS Y MEDIDAS A fines de noviembre de 1865, llegó a Tucumán el primer carruaje de la empresa de mensajerías “Unión Americana”, de Rosario. De esa manera, un segundo servicio vino a agregarse al que ya prestaba la empresa “Iniciadores”. Entre las encomiendas que 93Decreto

Posse-Piedrabuena, 20-IV-1864, en: ibídem, pp. 262-263. Posse-Campo, 1865, en: ibídem, p.323.

94Mensaje


C. PÁEZ DE LA TORRE (H): Tucumán y el Norte después de la Batalla de Rio Colorado…

173

traían los coches, llegaron algunos ejemplares del primer libro del Código Civil Argentino, obra del doctor Dalmacio Vélez Sarsfield. “Los ejemplares llegados han sido distribuidos entre las personas competentes,

especialmente

entre

los

empleados

de

la

Administración de Justicia”, informaba la prensa95. El Gobierno, además, hizo confeccionar en 1864, por el ingeniero Emilio Witz, las tablas de equivalencias de las pesas y medidas usuales en Tucumán, con las del Sistema Métrico Decimal, establecido en toda la República por ley del 10 de setiembre de 1863. Witz volcó todo en “un cuadro muy exacto y prolijo”, que en 1881 se conservaba en la Tesorería General de la Provincia96. El gobierno de José Posse se desarrolló en un clima de tranquilidad política. “Las provincias están tranquilas, y lo que es ésta parece un mar de leche, lo cual vale decirte que sigo sin ningún género de oposición”, escribía a Sarmiento en 186597. En su mensaje de 1865 a la Sala, cuando terminaba su gobierno, Posse se complacía en subrayar que “no dejo crédito alguno pendiente sobre las rentas del año venidero”. Bien pudo formular Groussac, un juicio positivo sobre esta administración, “de pocas innovaciones y muchas mejoras: un buen general se ocupa menos en

95“Nueva

empresa de mensajerías” y “Código Civil Argentino”, en: EL, 30 y 26-XI-1865. Alfredo Bousquet al ministro de Gobierno, 11-X-1881, en: Compilación… IX, cit. p. 275. 97De José Posse a Domingo F. Sarmiento, 18-I-1865, en: ARCHIVO DEL MUSEO… cit. I, pp. 139142. 96De


174

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

aumentar sus batallones que en completar sus cuadros y darles solidez”98

98GROUSSAC,

Ensayo… cit. p. 251.


175

EL GOBERNADOR BRIGADIER GENERAL ALEJANDRO HEREDIA Y LA MILICIA DURANTE SU GOBIERNO EN TUCUMÁN (1832-1838)

Félix Alberto Montilla Zavalía

Brigadier general Alejandro Heredia (litografía de Bacle. circa 1835)


176

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Tucumán fue uno de los centros políticos neurálgicos de las Provincias Unidas del Río de la Plata durante gran parte del siglo XIX. Luego de 1812, tras el triunfo del general Belgrano en el Campo de las Carreras en los alrededores de la ciudad se instaló el fuerte militar – llamado Ciudadela- y la fábrica de fusiles que nunca llegó a estar totalmente operativa. Más tarde, tras las derrotas de Vilcapugio y Ayohuma, Tucumán se convirtió en ciudad militarizada, pues el Ejército del Norte estableció allí sus reales durante varios años, y fue gracias al esfuerzo de la ciudadanía –y no del erario nacional- que se mantuvo dignamente a las tropas nacionales. A partir de 1814 la jurisdicción fue desmembrada en lo político de la Intendencia de Salta, creándose la Provincia de Tucumán y los tucumanos cobraron mayor importancia, incluso, en el orden nacional, lo que se evidenció al establecerse allí el Congreso que, finalmente, declaró la independencia de las Provincias de sudAmérica. Tucumán también fue el epicentro operativo del partido unitario durante 1830-1831 y lo volvió a ser diez años más tarde cuando se formó la Liga del Norte. Así, por cincuenta años, desde 1812 en adelante, la provincia estuvo en constante movilización. Por eso no ha de extrañar que de allí salieron grandes militares con actuación nacional: tales Alejandro Heredia, Gregorio Aráoz de


F. MONTILLA: El gobernador brigadier Gral. Alejandro Heredia y la milicia …

177

la Madrid, Bernabé Aráoz, Pedro Roca –padre de Julio Argentino Roca-, Gregorio Paz, Celedonio Gutiérrez, sólo por citar algunos. Y entre todos éstos queremos destacar al gobernador Alejandro Heredia. ALEJANDRO HEREDIA,

GUERRERO

DE

LA

INDEPENDENCIA,

CAUDILLO

FEDERAL, GOBERNADOR Y CAPITÁN GENERAL DE TUCUMÁN (1832-1838)

Alejandro Heredia había nacido en Tucumán allá por 1783, hijo de José Pascual Heredia y de María Alejandra Acosta, de viejas familias indianas. Cursó sus primeras letras en su ciudad natal y en el 1798 se marchó a Córdoba. Primero estudió en el Seminario de Loreto donde aprendió latín con fluidez (años después, daría a Juan Bautista Alberdi lecciones sobre esa lengua) y luego pasó a la Universidad de La Docta. Allí se graduó de Maestro en Artes en 1800, o sea en Filosofía, y en 1803 inició la carrera de Teología, siempre con las más altas calificaciones. En 1807 concluyó los exámenes previos al doctorado, llamados parténicas. Su descollante actuación en el certamen teológico público del 31 de mayo de 1808, hizo que la Universidad le diera por satisfechos ocho de los diez puntos del examen final o ignaciana. Rindió los dos restantes en acto público el 3 de julio de ese año, y el 14 de julio se graduó de licenciado y doctor en Teología. A fines de 1808, se presentó a concurso de cátedras, y obtuvo por unanimidad la de Teología Escolástica.


178

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Además de enseñar, en 1809 se inscribió en el primer curso de Matemáticas, cátedra que acababa de inaugurarse. Pero, en 1810, Heredia presentó la renuncia, que el claustro aceptó el 31 de agosto. Dio como motivo, el propósito de servir a la Patria, en la expedición que pasa a auxiliar las provincias interiores. Como teniente asistió a la Batalla de Huaqui (1811), y participó en el Combate de las Piedras y las Batallas de Tucumán (1812) y Salta (1813), siendo ascendido a sargento mayor. Estuvo en Vilcapugio y Ayohuma; en la recuperación de Jujuy y Salta con Güemes y Latorre; en Venta y Media y Sipe-Sipe. A órdenes de Belgrano operó en Santa Fé, y fue uno de los cabecillas del motín de la Posta de Arequito que desencadenó la caída del gobierno central y las luchas civiles (1820). Luego marchó hacia el Norte, poniéndose bajo las órdenes de Güemes y luchando bajo sus directrices en contra de Bernabé Aráoz. De 1824 a 1826 fue diputado por Tucumán en el Congreso Constituyente mostrando una clara tendencia federal. En 1827 fue elegido diputado al mismo congreso por la Provincia de Salta. Representó al gobernador Dorrego en una misión en el noroeste y luego, en 1831, desempeñó la función de representante para ajustar un tratado con Facundo Quiroga en Salta luego de la caída de la Liga del Interior (1831). Al año siguiente, el 11 de enero de 1832 a instancias del Tigre de los Llanos fue elegido gobernador de Tucumán prestando su adhesión a Rosas y luchando activamente contra los movimientos unitarios de Salta y Catamarca ejerciendo notable influencia sobre


F. MONTILLA: El gobernador brigadier Gral. Alejandro Heredia y la milicia …

dichas jurisdicciones que lo declararon

179

Protector del Norte.

También tuvo que lidiar contra las incursiones de Javier López. Desplegó un gobierno sumamente próspero en materia educativa y de moralidad. Propugnó el dictado de una Constitución que nunca llegó a sancionarse totalmente, y se rodeó de ilustrados jóvenes liberales a los que auxilió como Juan Bautista Alberdi, Brígido Silva, Marco Avellaneda y Salustiano Zavalía. En 1837 Rosas lo designó Jefe del Ejército de Operaciones contra el tirano Santa Cruz, y partió al teatro de operaciones, aunque sin auxilio económico ni refuerzos militares afrontó la contienda con escasas posibilidades de triunfar. Terminada la guerra regresó a Tucumán y asumió su cuarto mandato como gobernador de su provincia -8 de noviembre de 1838El 12 de noviembre de 1838 Heredia fue asesinado mientras se dirigía a su estancia Arcadia. Estaba casado con Juana Josefa Cornejo Medeiros1.

LA CREACIÓN DE CUERPOS MILITARES EN TUCUMÁN Para mantener en orden a Tucumán, y la zona de su influencia –Catamarca, Salta y Jujuy- el gobernador Heredia necesitaba al ejército disciplinado.

1

PAVONI, Norma Leonor; El Noroeste Argentino en la época de Alejandro Heredia, Tucumán,1981.


180

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Había encargado al comerciante Ezequiel Paz –hijo del ministro Juan Bautista Paz y hermano del coronel Gregorio Paz, que era uno de los comandantes argentinos que actuaron en el frente de batalla durante la guerra contra Bolivia- las gestiones para armar y uniformar a la tropa y la oficialidad. Paz, por correspondencia del 30 de octubre de 1836, le informaba:

…respecto a lo que me indica de los sables, remitiré [papel roto] cientos sables de buena calidad en un tropa que debe salir el 20 del mes entrante… me avisa el haber recibido el uniforme, la banda etc. … y la falta del penacho correspondiente al morrión … remitiré un mil y quinientas a dos mil yardas de paño punzó de la estrella, para vestir tropa, que me tendrá de costo de nueve a diez pesos yarda… el señor Rosas ha vestido todas sus tropas de chaqueta y pantalón punzó…he cerrado trato de los cuatrocientos ocho sables de tropa a quince pesos y sesenta de oficiales a veinticinco pesos; de las dos mil yardas de paño punzó de la estrella a diez pesos cuatro reales yarda, he preferido pagar algo más por ser de una calidad superior, un punzó vivo y firme; todo esto marchará el diez y ocho del presente, como igualmente todo lo que estoy comprando, que aún no sé a cuánto ascenderá. Vmd. me dirá si se necesitan más yardas de paño punzó, si paño azul de la estrella o cualesquier otro artículo para remitirlo en el momento…”.2

2

Archivo Histórico de Tucumán, Sección Oficios Varios, Volumen 37 fs. 196/197


F. MONTILLA: El gobernador brigadier Gral. Alejandro Heredia y la milicia …

181

Lancero federal (litografía en base a un dibujo de Isola, circa 1840)

Si bien no existían normas uniformes para confeccionar la vestimenta militar, pues cada Provincia la establecían para sus milicias, era de rigor, durante aquél tiempo que el uniforme de la tropa debía ser completamente en paño rojo punzó, permitiéndose a la oficialidad el paño azul –en pantalones y chaqueta- y el necesario detalle punzó en chaleco y en el penacho del morrión3. El color rojo punzó identificaba al movimiento federal. Tema no menor, pues el gobernador Heredia gustaba de utilizar en su propio uniforme una banda color celeste, y además había encargado, en 3

No se han encontrado referencias concretas y detalladas sobre los uniformes nacionales en el frente de batalla. No existe retratos que atestigüen con certitud la vestimenta de la tropa y oficialidad tucumana, salvo el retrato del gobernador con los colores punzó –chaleco- y azul –pantalones y chaqueta-.


182

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

otras oportunidades, paño verde para la realización de uniformes, hecho que había disgustado a Rosas, y que le había expresado a Heredia, como lo expondremos más adelante. Días más tarde, sabiendo que ya estaba en marcha los insumos, mediante decreto del 7 de noviembre de 1836 se disponía: “Don Alejandro Heredia, Brigadier, Gobernador y Capitán General de la Provincia de Tucumán y Protector de las de Salta, Jujuy y Catamarca; Considerando que el ejemplo es el mejor estímulo para facilitar los progresos que se requieren en la milicia, que es la garantía de la tranquilidad y reposo público de la provincia: considerando también que es un deber que nace con el hombre poner los medios al logro de tan laudable objeto, el Gobierno ha acordado y decreta lo siguiente: 1º Se crearán en esta capital dos cuerpos, uno de infantería y otro de caballería. 2º El cuerpo de infantería se compondrá de comerciantes y mercaderes y de todo joven decente que haya cumplido la edad de 15 años. 3º El uniforme que deberá usar el cuerpo de que habla el artículo anterior es el siguiente: pantalón y leva corta color verde invisible, morrión con cordonadura y penacho negro llorón: escudo blanco en el centro irá el esqueleto de la muerte, esto es canillas y calavera; en la circunferencia la descripción siguiente: libertad o muerte. 4º El jefe a quien se encargue el mando de dicho cuerpo, cuidará se guarde la mayor uniformidad en el vestuario. 5º El Juez de Comercio presentará el 1º de diciembre a las 5 de la tarde en la plaza a todos los comerciantes y mercaderes, y los jueces de


F. MONTILLA: El gobernador brigadier Gral. Alejandro Heredia y la milicia …

183

barrio, bajo la multa de 25 pesos, a todos los jóvenes decentes que no estén enrolados en otros cuerpos. 6º El cuerpo de caballería se compondrá de todos los hacendados o hijos de éstos que existan en la provincia, desde la edad de 15 años hasta 60 y que no estén enrolados en la milicia. 7º El uniforme que usará este cuerpo será pantalón y chaqueta azul con botonadura amarilla, sombrero negro redondo con penacho punzó y chaleco del mismo color. 8º Todos los individuos que deben componer el cuerpo de que habla el artículo antecedente, estarán en la plaza de esta capital el 1º del próximo diciembre a las 5 de la tarde, al efecto se pasará orden a los jueces de todos los departamentos de campaña para que comuniquen esta orden a quienes corresponde, y en contestación incluirán una lista prolija y exacta de todos los individuos a quienes se haya hecho saber la resolución del Gobierno. 9º Los jueces a quienes se comunica esta orden serán multados en 20 pesos por la más ligera falta que haya en su cumplimiento; igual pena sufrirán los individuos a quienes se comunique y no la ejecuten. 10º El cuerpo de infantería se titulará: Cazadores de la guardia provincial y el de caballería Volantes de San Miguel. 11º Los referidos dos cuerpos se presentarán uniformados en los términos prevenidos en la plaza de esta capital el día 1º del próximo mayo bajo la multa de 25 pesos que la sufrirá el que sin causa legal, infrinja esta orden4.

4

Documentos Argentinos. Decretos del gobierno de Alejandro Heredia (1832-1838), transcripción de MARTA INÉS ZAVALÍA, Tucumán 2010.


184

LOS

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

COLORES DE LOS UNIFORMES Y LA IRRITACIÓN DEL GOBERNADOR DE

BUENOS AIRES Las noveles unidades militares tucumanas creadas tenían por objeto el reclutamiento de las clases pudientes de la sociedad: comerciante y hacendados. Su uniforme difería al de la tropa o unidades comunes, pues incluía detalles y colores que tenían por finalidad darle un realce especial. Nótese la utilización del verde invisible y que el punzó quedaba reducido a un penacho de morrión y al chaleco del cuerpo


F. MONTILLA: El gobernador brigadier Gral. Alejandro Heredia y la milicia …

185

de caballería, y que no se exigía la cinta con la divisa de “F o M” – Federal o Muerte-. Esta situación irritó a Rosas que recriminó al gobernador Heredia el utilizar tonos que no conllevaban una identificación con los postulados federales. El gobernador porteño, por carta del 30 de marzo de 1837 le había hecho expresa queja por utilizar “banda celeste”, como así también “faja celeste y blanca para su uso, que las gorras que también ha pedido para la tropa en esa provincia nada tengan de punzo, ni el letrero exprese algo de federación, y que los vestuarios sean de color verde botella”5.

Heredia tomó la advertencia sin darle mayor importancia, y puso en evidencia que tal cuestión, menor, era para hacerle caer en desgracia: pues le contestó a Rosas, por carta del 18 de junio de 1837. “Tengo noticia que en ésa se trabaja con bastante artificio para infundir a Vd. desconfianzas contra mí, pero tengo la satisfacción de que Vd. no dará asenso a semejantes necedades, sin embargo, cualesquier duda que a Vd. ocurra sobre esta materia, comuníquemela con franqueza, yo contestaré del mismo modo, también sé que a Vd. dicen que aquí se hace uso de los colores verde y celeste, pretendiendo dar a entender que yo soy unitario o que cuando menos trato de hacer

5

Transcripta en: TERAN, JUAN B., Tucumán y el Norte Argentino, Tucumán 1980, página 103.


186

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

a Vd. oposición, a fe mía que nada de esto existe en realidad y si usan color verde o celeste en primer lugar es porque son más baratos y en segundo porque aquí no tienen significado alguno político, esto es confirmado por la experiencia, cuando se ha visto a los que usan estos colores batirse por la federación y sostenerla con energía; actualmente están llegando llenos de contento los individuos que he pedido a los regimientos en campaña, sin embargo de que vistieren de celeste, y otros de verde, por consiguiente aquí no se debe hacer caso de cosas que nada significan, en ésa sí, porque el pudor de los partidos ha dado a los colores alguna alegoría de oposición al sagrado sistema federal. Hoy que puedo disponer de las cosas, estoy preparando más de 600 hombres vestidos de punzón [punzó], y si los demás no van con el mismo color, sino azul, es porque no alcanzó al paño para todos”6.

6

Archivo Histórico de Tucumán, Sección Administrativa, volumen 46, fojas 224-225.


F. MONTILLA: El gobernador brigadier Gral. Alejandro Heredia y la milicia …

187

LA GUERRA CONTRA EL TIRANO SANTA CRUZ Mientras se pertrechaba al Ejército, con uniformes y armas, la complicidad del gobierno boliviano con los emigrados unitarios argentinos, que afectaba principalmente a la estabilidad del gobierno de Heredia –cuya influencia se ejercía en todo el norte del país-, y considerándose amenazada la soberanía de la Confederación Argentina sobre el territorio de Tarija –que se reclamaba como perteneciente a la Nación-, el encargado de la política exterior, el gobernador de Buenos Aires Juan Manuel de Rosas, comenzó a tomar cartas en el asunto. Los acontecimientos desencadenantes de la guerra ocurrieron en febrero de 1837 cuando se produjo un incidente fronterizo por la incursión de partidas bolivianas en territorio argentino. Luego, el 13 de febrero, Rosas declaró cerrada toda comunicación comercial, epistolar y de cualquier género entre los habitantes de la Confederación Argentina y los de Perú y Bolivia, declarando traidor a la patria a cualquiera que cruzara la frontera hacia esos países. Finalmente el encargado de las Relaciones Exteriores declaró la guerra al presidente peruano-boliviano Andrés de Santa Cruz -el 19 de mayo de 1837-, y como dijimos arriba, días antes, el 8 de mayo, había puesto al comando de las fuerzas nacionales al gobernador tucumano Alejandro Heredia. Nuevamente Tucumán se aprestó para afrontar los costos –en vidas y materiales- de la guerra. Parte de la financiación de la guerra


188

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

salió del erario tucumano, colaborando también el salteño –cuyo gobierno estaba en cabeza de Felipe Heredia, hermano del gobernador tucumano-. Heredia tardó en marchar al frente. Cuando decidió ir –4 de octubre de 1837- ya había tomado nota de la compleja situación que significaba partir de Tucumán. El presupuesto de guerra era abultado y las primeras escaramuzas militares beneficiaban a Bolivia. A más de ello la conspiración ya estaba tomando forma. Por ello no es de extrañar que, a esa altura, la observación de Rosas sobre los colores tenían para él cierta importancia, pues se evidencia que después, no ordenó que se utilizara el difundido verde invisible o botella en los uniformes. Esto lo atestigua la carta que le enviara el 7 de junio de 1838 Juan José de Palma, encargado de la confección de la vestimenta militar, a Heredia: “Se están trabajando los vestuarios para las bandas son como los modelos que le acompaño, para los músicos y para los tambores sin ojaladura y el ribetón todo alrededor de la chaqueta; a los clarines de Coraceros Argentinos igual chaqueta que a los músicos de Boltíjeros con ojaladura cuadrada. La ojaladura que me ordena Vd. ponga azul, ni de cerca se conoce en las chaquetas por lo que si le parece puede indicarme otro color que yo


F. MONTILLA: El gobernador brigadier Gral. Alejandro Heredia y la milicia …

189

estaba pensando ponerle ojaladura verde y que fuese para el batallón Defensores”.7

FIN DE LA GUERRA Y MUERTE DE HEREDIA Finalmente la guerra concluyó para Heredia y la Confederación Argentina. Tras algunas escaramuzas y un par de batallas el ejército boliviano tomó avanzadas posiciones militares sobre la Quebrada de Humahuaca y la puna salteña. A ello se sumaba el descontento de las tropas nacionales, por la falta de insumos y la demora en los pagos de sueldos, que desencadenaron sublevaciones y deserciones, mientras la opinión pública de los hacendados norteños también fustigaba la guerra, pues el comercio con el mercado más grande –y cercano- se había cerrado. A su turno los problemas domésticos en Catamarca, Tucumán y Salta, que minaban su influencia, terminan por determinarlo a replegarse –22 de agosto de 1838- y regresar a Tucumán, donde llegó abatido. De nuevo en su tierra Tucumán, intentará solucionar la guerra por las vías pacíficas, pero su prestigio ya se había jugado. Un par de meses más tarde murió asesinado en manos de uno de sus comandantes –que había participado en la guerra inconclusa-.

7

Archivo Histórico de Tucumán, Sección Administrativa, volumen 51, fojas 365 y vta.


190

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

La investigación de su muerte nunca se aclaró, aunque se la adjudicó al partido unitario. Una copla popular cantaba al respecto: Una tarde de noviembre Por una boscosa senda, En su galera viajaba El gobernador Heredia, No lleva escolta a su lado; Que, en su vanidad ingenua, Cree que lo escolta su fama De héroe de la independencia. Doctorcitos unitarios Lo mandaron a matar. Mal hicieron los doctores Y caro la pagarán. No era malo el indio Heredia, Que sabía perdonar. Que lo diga, si no, Alberdi; Que lo diga Marcos Paz. Y hasta el propio Avellaneda Lo podría atestiguar.8

Al saberse del fallecimiento de Heredia, el gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas dictó el decreto fechado el 21 de diciembre de 1838 por el que se le rendían los honores:

8

CARRIZO, Juan Alfonso; Cancionero Popular Tucumano, Volumen 2, Buenos Aires 1937, páginas 109 y 110.


F. MONTILLA: El gobernador brigadier Gral. Alejandro Heredia y la milicia …

“El horrendo asesinato perpetrado en los Lules jurisdicción de San Miguel del Tucumán en la ilustre persona del Exmo. Sr. D Alejandro Heredia Gobernador y Capitán General de aquella Provincia y General en Jefe del Ejército Confederado de operaciones, al paso que es un crimen espantoso que marca la ferocidad de los alevosos asesinos unitarios es un suceso digno del sentimiento de los Argentinos y el Gobierno en el deber en que se halla de dar una prueba inequívoca de su profundo pesar y del aprecio distinguido que le merece aquel Argentino esclarecido á quien la independencia de la República y la Causa Nacional de la Federación son deudores de particulares servicios, ha acordado y decreta: 1º- En el día que designará el Gobierno por decreto separado se celebrarán en la Iglesia Catedral exequias religiosas por el finado Brigadier General el Exmo. Sr. Gobernador y Capitán General de la Provincia del Tucumán y General en Jefe del Ejército Confederado de operaciones D. Alejandro Heredia con asistencia del Gobierno, de las corporaciones civiles y militares y de los ciudadanos invitados por la Autoridad. 2º- La víspera y el día que se designe para la función fúnebre llevarán luto los empleados civiles y militares las tropas de la guarnición mandadas por el General que se nombrará harán los honores prescriptos para los Capitanes Generales de Ejército en plaza con mando en Jefe en el tratado 3 titulo 5 c de las Ordenanzas Generales. 3º- Sobre el sepulcro en que descansan los restos mortales del benemérito General Heredia previo el asentimiento del Exmo. Gobierno de Tucumán se colocará a nombre de la Provincia de Buenos Aires y costeado por su Tesoro un monumento de mármol y en él una urna funeral en la que el Gobierno designará oportunamente la inscripción que lleve ante la posteridad el justo aprecio de esta Provincia hacia sus distinguidos servicios.

191


192

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

4º- El nombre del Brigadier D. Alejandro Heredia se inscribirá en la pirámide de la Plaza de la Victoria en cada una de las fiestas cívicas de Buenos Aires”.9

BIBLIOGRAFÍA- FUENTES CARRIZO, Juan Alfonso; Cancionero Popular Tucumano, Buenos Aires 1937 (volumen dos) LIZONDO BORDA, Manuel; Alejandro Heredia: gobernador de Tucumán, protector del norte y jefe del ejército Argentino en la guerra con Bolivia, 1832-1838, Tucumán 1939. -Gobierno de Alejandro Heredia: su acción en Tucumán, en la provincia del Norte y en la guerra de Bolivia 1832-1838, Tucumán 1939. MENDEZ AVELLANEDA, Juan M.; Alejandro Heredia: Marco Avellaneda; Tucumán 1838 – 1841, Buenos Aires 1977. NEWTON, Jorge; Alejandro Heredia: el protector del Norte, Buenos Aires 1972. PAVONI, Norma Leonor; El Noroeste argentino en la época de Alejandro Heredia, Economía y sociedad; Volumen 1, Tucumán 1981. PAEZ DE LA TORRE, Carlos; Historia de Tucumán, Buenos Aires 1987. TERAN, Juan B., Tucumán y el Norte Argentino, Tucumán 1980. Archivo Histórico de Tucumán; Sección Administrativa, volúmenes: 46; 51; - Sección Oficios Varios, volumen 37. Documentos Argentinos. Decretos del gobierno de Alejandro Heredia (1832-1838), transcripción de Marta Inés ZAVALÍA, Tucumán 2010. Registro Oficial del gobierno de Buenos Aires, volumen XVII, imprenta del Estado, Buenos Aires 1838.

9

Registro Oficial del gobierno de Buenos Aires, volumen XVII, imprenta del Estado, Buenos Aires 1838, páginas 142 a 144.


NOTICIA SOBRE LA VIDA Y MÉRITOS DEL DOCTOR DOMINGO JOSÉ GARCÍA (1759-1834) Pedro León Cornet

Dr. Domingo García

Una breve noticia genealógica sobre nuestro personaje, debe empezar con el alférez Melchor García del Moral. Era un andaluz de 

Trabajo de investigación con que el autor se incorporó, el 24.X.2014, como Miembro de Número de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán.


194

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

la villa de Osuna, donde nació aproximadamente en 1630, que pasó al Río de la Plata y se estableció en Buenos Aires. Allí se casó, el 5 de junio de 1658, con doña Teresa de Barrios. Tras enviudar, contrajo segundas nupcias con doña María de Meneses, viuda de Diego Muñoz. Del segundo matrimonio nació el luego capitán Sebastián García y Meneses, quien se casaría en Buenos Aires, en 1709, con doña María Engracia de la Cruz. Estos fueron padres de Melchor García de la Cruz, bautizado en la Catedral porteña el 2 de junio de 1710. Se sabe que en la década de 1720 se estableció en San Juan. En esa ciudad se casó, en 1729, con doña María Margarita de Uliarte. Entre sus hijos, estaba José Javier García y Uliarte, nacido en San Juan hacia 1732. Este se radicó en San Miguel de Tucumán, durante la década de 1750, y contrajo nupcias allí con doña Mariana Mercado. Serían los padres del doctor Domingo José García, nacido en la citada ciudad en junio de 1759, bautizado privadamente y posteriormente oleado en la Iglesia Matriz entre el 13 y el 16 de diciembre del mismo año, “de cuatro meses y medio”1. La trayectoria del doctor García es el propósito de este trabajo. Domingo José García –quien por lo general figura en los documentos como “Domingo” a secas- inició sus estudios en el Colegio de Monserrat, en Córdoba. Se graduó de Maestro de Artes, tras lo cual pasó a la Universidad de Chuquisaca; es decir, a la célebre 1A

estas y otras referencias genealógicas, las agradecemos a don Jorge Corominas. Están tomadas de su importante trabajo inédito “Los García del Moral”.


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

195

casa de estudios altoperuana, cuyos egresados tuvieron papel clave en el proceso revolucionario iniciado a fines del primer decenio del siglo que siguió. Conocemos el diploma universitario del doctor García, por el facsímil que publicó un diario tucumano, sin hacer constar el paradero del original2. El documento, confeccionado a pluma y en latín, atestigua que le confirieron el título, y que se le impuso, en el acto de graduación “en la parte superior de la cabeza el birrete con borla y flecos colgantes de color verde…después de rigurosos exámenes

públicos

y

privados

por

parte

de

los

Doctores

examinadores, en los cuales fue aprobado”. Encabezaba el diploma el dibujo de una cruz, y debajo de ella: “In Dei Nomine. Amen”. El Rector de la casa de estudios hacía saber, en el extenso diploma, para que conste, “que en esta Universidad, el año del Señor de 1783, a 7 de agosto y siendo las nueve antes del mediodía”, el Canciller de la Universidad “confirió, después del grado de Licenciado, el otro de Doctor en la sagrada facultad del Derecho Canónico a Don Domingo García”. En la ceremonia, “según es costumbre en esta Universidad y está mandado por Bulas Apostólicas”, el Canciller pronunció una oración en la que el graduando prometía pureza de conducta y fidelidad a la Iglesia y a los reyes. Y además, propuesta

2

“La Universidad de San Francisco Javier…”, en: La Gaceta, Tucumán, 21-VIII-1925


196

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Al año siguiente, el 28 de junio, el doctor García se incorporaba a la Matrícula de Abogados de Chuquisaca. Así consta en la lista que el historiador Samuel Velasco Flor publicó en 18773. Consta también allí que lo mismo hicieron, ese año, varios argentinos, condiscípulos de García. Tales, Mariano Zavaleta (luego sacerdote); José Miguel de Carballo, Juan Francisco de Castro y Careaga (luego sacerdote); Francisco de Illescas, Eusebio Antonio Mayada, Juan Campero y Juan Victorino Rodríguez4. Es sabido que este último, catedrático de la Universidad de Córdoba, se adhirió a la contrarrevolución liderada por Santiago de Liniers, que estalló en esa ciudad en 1810. La actitud le valió ser fusilado en Boca del Tigre, junto con el infortunado jefe de la Reconquista y otros compañeros. Luego de su graduación, García estuvo, desde el 15 de noviembre de 1784, entre los practicantes juristas de la Academia Carolina de Chuquisaca5. Corría 1786 cuando pasó a Buenos Aires, donde se inscribió en la Matrícula de Abogados que llevaba la Real Audiencia. Ejerciendo su profesión de abogado, el joven doctor García residió un tiempo en la capital del Virreinato. Allí se casó en primeras nupcias con doña Bernardina Arroyo, en 1787. Era una distinguida

3

A la lista de Velasco Flor, complementada con la de Valentín Abecia, más sus aportes propios, la publicó VICENTE OSVALDO CUTOLO, en: Argentinos graduados en Chuquisaca (Bs. As, s/e, 1963). Sobre García, ver pp. 30 y 113 4Ibídem, pp.30-32 5Ibídem, p.113


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

197

dama, hija de Juan Tomás de Arroyo-Jiménez de Paz y de María Elena de Sosa-Figueroa6. García permaneció en Buenos Aires con su mujer hasta 1789. Allí nació la primera hija, María Rosa Adanita García y Arroyo, muerta en la primera infancia. Luego, se trasladaron a San Miguel de Tucumán. Allí nacerían otros cinco hijos del matrimonio GarcíaArroyo. El primero ellos, Jacobo Salomón, nació el 18 de junio de 1790 y la menor, Mariana fue bautizada en la Iglesia Matriz el 2 de mayo de 1801. Pocos años después, falleció doña Bernardina Arroyo de García. Merece detenerse un momento el caso de su sucesión hereditaria. A pesar de que, en su testamento de 1825, el ya viudo García afirmaba que ella “no trajo otros bienes al matrimonio”, al parecer la familia Arroyo tenía vastas propiedades en la provincia de Buenos Aires, que se localizaban en la Ensenada de Barragán y en la isla de Monte Santiago. En esta última se construyó el puerto de La Plata, sin que el Estado averiguara sus condiciones de dominio. Años después, los descendientes plantearon el litigio correspondiente: una verdadera “causa célebre” de muchos cuerpos de expediente, que se arrastró durante largos años por los tribunales porteños. En 1926, el periodismo estimaba que el reclamo llegaba a los 100 millones de pesos, fantástica suma por entonces7. 6

Juan Tomás de Arroyo, nacido en 1731, era hijo de Tomás de Arroyo y de Ignacia Jiménez de Paz. Su esposa, María Elena de Sosa, era hija de José de Sosa y de María Elena Figueroa. Agradecemos estas referencias al ingeniero Diego Herrera Vegas. 7 “El pleito de la Ensenada y del puerto de La Plata”, en: La Gaceta, Tucumán, 4-V-1926.


198

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

El doctor García fue reconocido y autorizado por el Cabildo de San Miguel de Tucumán, el 3 de junio de 1786, para desempeñarse como abogado, gestión que realizó antes de pasar a Buenos Aires, bajando de Chuquisaca. Además, en julio de 1791,ya regresado a Tucumán, adquiere un solar donde edifica su vivienda. Esto marcaba un claro propósito de proseguir su vida futura en la ciudad natal8. Ya a esa altura, el prestigio y la capacidad de García tenían el reconocimiento pleno del vecindario tucumano. El 1 de enero de 1807, asume como Alcalde Ordinario de Primer Voto. En esa calidad, el 19 de septiembre del mismo año, el Cabildo le asigna la condición de Portaestandarte, para que saque y porte el Real Estandarte9. En 1810, se produce la Revolución de Mayo en Buenos Aires, que desplaza al virrey español y lo sustituye por una Junta Gubernativa. El doctor García está presente en la reunión del Cabildo del 25 de junio10, donde se informa al vecindario tucumano sobre aquellos graves sucesos. Asimismo, consta su presencia en el Cabildo del 28 de noviembre de 1811, entre los “vecinos principales” que reconocen al Primer Triunvirato. Ese año integra la Junta Subalterna de Tucumán, como presidente, junto con Domingo de Villafañe y Francisco Ugarte, y es nombrado Comandante General de Armas de la Provincia. Su grado militar es de teniente coronel. 8ARCHIVO

HISTÓRICO DE TUCUMÁN (en adelante, se cita AHT), Actas del Cabildo [transcriptas por Samuel Díaz], Vol. 11, fs. 99 v. y 356 v. 9Ibídem, Vol. 13, f. 147 v. 10 De aquí en adelante, citamos las actas impresas: MANUEL LIZONDO BORDA, Actas del Cabildo, vol. I, 1810-1816; vol. II., 1817-1824. Introducción y notas de… (UNT, Tucumán, 1939-1940).


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

199

Entretanto, es conocido que, desde el 25 de mayo de 1810, se precipitan los sucesos. Se produce la contrarrevolución de Santiago de Liniers en Córdoba, y la Junta manda una tropa para sofocarla. Tras cumplir su cometido, ese Ejército –ahora llamado “del Perú”, pero más conocido como “Ejército del Norte- continúa rumbo al Alto Perú, para imponer la revolución. En lo que resta de 1810, se suceden el contraste de Cotagaita (octubre) y la victoria de Suipacha (noviembre). Pero en junio de 1811, ocurre el desastre de Huaqui, con la consiguiente retirada de los restos de la fuerza patriota batida. Después de esa derrota, narra Gregorio Aráoz de La Madrid que el doctor García lo aceptó –con grado de teniente de artillería- para integrar el escuadrón que se mandó desde Tucumán como auxilio, al mando de Gervasio Robles y con uniforme costeado “por las señoras del pueblo”11. Se nombra nuevo jefe del maltrecho Ejército a Cornelio Saavedra, a quien el nuevo gobierno (que ya no es Junta sino Triunvirato) reemplaza por Juan Martín de Pueyrredón. Empieza 1812. Pueyrredón intenta otro ataque en Nazareno (enero) y tras fracasar, se retira rumbo a Tucumán y pide el relevo. El mando pasa entonces (marzo) a Manuel Belgrano, quien contramarcha y acampa en Jujuy, dispuesto a rearmar el Ejército del Norte. Pero a comienzos de ese año 1812, mientras Belgrano va en viaje para asumir su comando, el Triunvirato dispone conferir una 11

GREGORIO ARÁOZ DE LA MADRID, Memorias del general…(ed. de EUDEBA, Bs. As, 1968), I, p. 14


200

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

grave responsabilidad al doctor Domingo García. Por decreto del 29 de enero de 1812,lo designa nada menos que Gobernador Intendente y Capitán General de la Intendencia de Salta12. Su jurisdicción abarca, como se sabe, además de Salta –que es la capital- las provincias de Jujuy, Catamarca, Tucumán y Santiago del Estero. Se trata de la zona directamente amenazada por el enemigo realista, triunfador en Huaqui, que se prepara a avanzar A García no lo asusta el riesgo, y agradece la designación al poder central. En su nota del 21 de febrero, afirma que el cargo conferido “me llena de las mejores y más nobles satisfacciones por la honrosa confianza que me dispensa”. Asegura que “lo desempeñaré de buena fe y con legalidad para no desmentir el concepto y servir cumplidamente a la Patria”. Informaba que “a la posible brevedad haré mi marcha [a Salta], luego que permita y dé lugar la mala estación del tiempo, que es lluviosa, los caminos se hallan intransitables y los pasos de los ríos peligrosos”13. Reunido el Cabildo tucumano el 19 de marzo, expresa el acta que ingresó “el Señor Doctor Domingo García, teniente coronel del Ejército”, y presentó su nuevo título. Por estar “la Capital [Salta] ocupada por el enemigo” y “por orden del señor general don Manuel Cfr. ARCHIVO GENERAL DE LA NACIÓN ARGENTINA, Toma de Razón de despachos militares, cédulas de premio, retiros, empleos civiles y eclesiásticos, donativos, etc. 1740 a 1821 (Ed. Oficial, Bs. As, 1925), p. 342 13 De Domingo García al poder central, Tucumán, 21-II-1812. Este y otros documentos que se citan del Archivo General de la Nación (en adelante: AGN), provienen de los Legajos N° 485, 1819-1825; N° 483, 1812-1813, y N° 504, 1812-1813, en: Sala X: 5.75; 5.7.3; y 5.10.1, respectivamente. Consultamos las fotocopias facilitadas por gentileza del señor Juan Bautista García Posse. 12


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

201

Peres (sic) Belgrano”, el Cabildo toma el juramento correspondiente a García, y dispone pasar aviso a las ciudades subalternas, para “su debido reconocimiento”.

Nota de Domingo García al Alcalde Pedro Bernabé Gramajo. Marzo 19 de 1812.

García finalmente puede llegar a Salta e instalarse en su despacho. La situación es de franca penuria. No sólo debe afrontar


202

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

los gastos de la capital de la Intendencia, sino enviar fondos a Belgrano, que los requiere febrilmente desde Jujuy, donde está abocado a reorganizar el Ejército del Norte. Manifestará, en julio de 1812, que encontró “los fondos públicos todos agotados, y con innumerables deudas, todas de privilegio, que procedió a satisfacerlas para afirmar el crédito del Gobierno y tener recursos”. Como los ingresos de Hacienda eran insuficientes, decía, “no le quedó más arbitrio que el empréstito” que estaba señalado a esa Capital. Cuidó de que su obtención no fuera “ejecutiva y estrepitosa, sino con moderación para no causar disgustos y conseguir se hiciese efectiva, conservando el gobierno su dignidad”. Logró así reunir la mitad del monto, y esperaba llegar al total sin dificultades. Con estos fondos, decía, “se han pagado postas, reses que ha consumido el Ejército, fletes de carretas, compra de 600 mulas, hospital”, etcétera. Pero Belgrano seguía solicitando dinero para las urgencias del Ejército. No las podía atender García con el resto del empréstito, pero gracias al “crédito del Gobierno” había conseguido un préstamo de don Francisco Asencio Lezama y otro capitalista14. Como la fuerza realista se acerca, Belgrano dispone replegarse rumbo al interior. El Triunvirato le ha ordenado seguir hasta Córdoba. Antes, emite (29 de julio) aquel famoso bando, donde

14

De Domingo García al poder central, Salta, 21-VII-1812. .


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

203

ordena que los habitantes marchen detrás del Ejército, con sus armas, ganados, cosechas y mercancías, bajo severísimas penas. La medida le parece catastrófica al Cabildo de Salta, y pide que se revise. García está de acuerdo con ese criterio. Expresa a Belgrano que “la falta de gente y caballada” tornaba imposible “extraer todo el ganado”. Hacerlo requería “4.000 hombres y, a proporción, otros tantos caballos, para recogerlo y sacarlo hasta la jurisdicción del Tucumán”. Advertía que la medida dejaba a Salta sin auxilios para cuando se la reconquistara. Le parecía que, para privar al enemigo de caballos y mulas mansas, bastaba con arrearlos a puntos difíciles y custodiarlos con partidas. Así se evitaba “el sacrificio total de las pobres familias que no pueden seguir al ejército”15 El gobernador García desarrolla una sacrificada y empeñosa tarea de apoyo al Ejército del Norte. Más adelante la expondrá en detalle. El 9 de agosto, desde Salta y en nota al Cabildo de San Miguel de Tucumán, incita a los tucumanos a imitar el esfuerzo de Salta y Jujuy. “Asombra ver a los hijos de esta ciudad [Salta] y de Jujuy, abandonar a sus padres, a sus madres viudas, sus hogares y todos sus intereses, para correr a reunirse con el más pobre, con el más triste artesano que arrojó su taller para tomar las armas en defensa de la Patria”, dice. 15

BERNARDO FRÍAS, Historia del general Martín Güemes y de la provincia de Salta, o sea de la independencia argentina (Depalma, Bs. As, 1971), II, p. 407.


204

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

“No creo desnudos de igual energía a los vecinos de ese valiente pueblo. Nada pues costará a Vuestra Merced reclutar todo joven, sin distinción ni aceptación de persona, sin reparar al comerciante, al hijo único, al de la viuda, ni al casado”, expresa. “Hágales entender Vuestra Merced que en Salta no ha quedado un teniente coronel, ni un coronel de los ancianos retirados, que no esté en el cuartel general”. Y recomendaba: “cuando se hace un servicio, que sea completo: que vengan costeados por sí y el vecindario, sin gravar los fondos nacionales, más que en la ración, cuando esta no se pueda ahorrar…”16. O que pone en guardia al mismo Cabildo (23 de junio) sobre la prédica realista y subversiva del comendador de La Merced, Fray Domingo Salas, advirtiendo que el fraile era un ferviente adversario de la Revolución “y como tal ha seducido a los vecinos para que no ayuden ni sirvan en la milicia, no presten auxilio ni hagan cosa favorable…”17. Entretanto, la fuerza realista, al mando del brigadier Pío Tristán, avanza hacia Jujuy. Habrá de ocupar esa ciudad, luego la de Salta y seguir en dirección a Tucumán. El 20 de agosto, García envía una carta tipo a varios organismos de Salta. Expresa que, como “las marchas del enemigo sobre nuestro territorio no me permiten demorarme más tiempo en

Transcripta por: JULIO P. ÁVILA, La ciudad arribeña. Tucumán 1810-1816. Reconstrucción histórica (s/e, Tucumán, 1920) p.362 17 AHT, Sección Administrativa (en adelante, se cita: SA), T. 22, fs. 229 y 270. 16


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

205

esta capital”, necesitaba constancias sobre su comportamiento de gobernador, “para que me sirva de resguardo en lo venidero”18. Las respuestas se le remiten ese mismo día y contienen enormes ponderaciones. El Cabildo de Salta expresa que García, durante su desempeño, “se ha comportado con el mayor pulso y prudencia que se puede desear; manifestando en todas sus relaciones con este Ayuntamiento una política juiciosa, seria y útil a las atenciones de este pueblo; cuya salud ha consultado y sostenido con tanta moderación y equidad, cuantos han sido mayores los apurados lances”.

Por su parte, el Deán del Cabildo Eclesiástico expresa que el doctor García “goza del general aprecio de este vecindario”, por “su contracción asidua y pronta en los negocios públicos de la Patria y privados de las partes, en los que ha manifestado un celo infatigable por el bien común”. El Presidente y dos directores de la Comunidad de San Francisco, informan, por su parte, que García “ha observado el mayor celo y desinterés en la administración de Justicia, manifestando asimismo su amor a la Patria en las acertadas providencias que ha propendido al bien público, sin que hayamos oído cosa alguna contra su honor y buena conducta”. La

Comunidad

de

La

Merced

certificaba

que

“los

procedimientos” del gobernador intendente “han sido cabales en 18

Tanto el pedido de García como las respuestas que siguen, constan en: AGN, X.5.7.5.


206

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

todo punto; miremos a la administración respectiva de su oficio o a las providencias de discreción que ha tomado en las críticas circunstancias”. Destacaba “la humanidad y benignidad con que se ha hecho amar y respetar”. Y siguen las conceptuosas comunicaciones de Salta. El Hospital de Caridad de San Andrés, dice que “este Hospital de Caridad y sus pobres tendrán que llorarlo por el paternal cariño con que se ha comportado con ellos”. La Administración de Tabacos, resalta la integridad de García “en todas las relaciones de su manejo”. Así lo dice “la voz común de este pueblo, que hoy hace demostraciones de verdadero sentimiento por la próxima partida de tan benemérita persona”. Para los Ministros de Hacienda de las Cajas Reales, el doctor García “ha servido a la Patria con tan infatigable actividad, celo e inteligencia, que es digno de los mayores elogios, así por ello como porque con su conocido talento, sabiduría y prudencia, ha sabido conciliar aquel importante objeto con los intereses del vecindario que admira lleno de gratitud el paternal amor que ha merecido a su benemérito jefe el Sr. Dr. García”.

El historiador Bernardo Frías destaca, en esta circunstancia, el temple del gobernador García. Uno de sus hijos, Jacobo, falleció en Córdoba en el servicio, pero el dolor consiguiente no hizo flaquear al padre en sus obligaciones. “Ningún efecto han causado los estímulos


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

207

de la carne y de la sangre –expresó al gobierno- cuando traía a la memoria la proposición del sabio emperador de Roma, que la muerte por la Patria es una vida eterna de honra y de gloria” El gobernador García, en medio de las angustias del momento, cubría también las providencias administrativas necesarias. El 9 de setiembre, siempre desde Salta, informaba al Cabildo tucumano que Manuel Silva había sido comisionado para trasladar el archivo de Salta y de Santiago del Estero hasta la ciudad de Tucumán. El mismo día, autorizaba y disponía “por órdenes superiores de esta ciudad a las de abajo”, que Silva debía pasar a desempeñarse allí como escribano del cuerpo capitular19. El 14 de septiembre, un oficio de García indica, al mismo Cabildo, la aplicación correspondiente a los fondos de sisa, que debían pasar a la Caja20. Esto muestra que, a pesar de que el 20 de agosto-en la solicitud de certificaciones que vimos-se declaraba a punto de partir, en realidad siguió instalado en Salta, por lo menos hasta ese 14 de setiembre. Vale la pena detenerse en esta cuestión de fechas con cierto detalle, porque aquí tienen importancia. Reiteramos, entonces, que García estaba en Salta el 14, es decir, diez jornadas antes de la batalla de Tucumán. Suponiendo que ese mismo día haya partido desde Salta, el peligro del trayecto hasta Tucumán, y las dificultades que los caminos presentaban en aquella 19AHT, 20

SA, T. 22, fs. 306-309 Ibídem, f. 310


208

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

época, hace conjeturar que debe haber llegado a su ciudad natal el día 17 o el 18, por lo menos. Esto nos trae a aquella “Memoria” sobre la batalla de Tucumán, que Belgrano redactaría un año después del suceso. En ese texto, el general desliza un reparo sobre el doctor García. Afirma que este se había “ido dos o tres días antes de la acción”, y en cuanto al teniente de gobernador, Francisco Ugarte, Belgrano dice que no apareció en tal acción.21. Esa mención, en lo que respecta a García, arroja una sombra injusta sobre el gobernador intendente, que es preciso analizar y esclarecer. Decimos que injusta porque no se necesita argumentar demasiado para suponer las razones de tal ausencia. En primer lugar, pensemos que García tenía entonces 53 años, lo que era una alta edad para la época. No podía pensarse que estaba en condiciones de montar a caballo y de empuñar el fusil o el sable, aparte de que su salud –como lo diría posteriormente al gobierno- estaba en decadencia. Pero hay más que eso. Puesto que era responsable de las cinco ciudades que componían la Intendencia, hay que pensar que la ausencia pudo estar motivada por los mil y un trajines que demandaba no solamente lo relativo al refuerzo del Ejército, sino a la recepción de los contingentes militares de las otras ciudades, y la

21

Usamos el texto que, con prólogo de Mario Belgrano, se compiló en un libro titulado: Manuel Belgrano, Autobiografía y memorias sobre la expedición al Paraguay y batalla de Tucumán (Emecé, Bs. As, 1942), pp. -55-64


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

209

atención de la enorme masa de población civil (el “Éxodo jujeño”) que venía detrás de las tropas. No puede suponerse que quien había demostrado tanta diligencia en los aprestos, no estuviera presente, sin causas muy justificadas, a la hora de las definiciones. No es ocioso recordar que tampoco Bernabé Aráoz estuvo físicamente presente en la acción de 24. Y, sin embargo, no solamente jamás se criticó esa ausencia, sino que se lo considera, con toda justicia, uno de los grandes apoyos de Belgrano y del Ejército del Norte. En suma, no haber estado presente en la batalla, no significa necesariamente falta de colaboración. En el caso de García, esa colaboración fue más que notoria y eficaz. Un dato más, que consta en la documentación. Tan cerca de Belgrano estaba García en las inmediaciones de la batalla, que facilitó el aljibe de su casa de familia, para que se escondiera allí el plomo de la Maestranza de Artillería que el general –dudoso del éxito del encuentro- quería ocultar a los realistas. Era demasiado pesado para trasladarlo con premura hasta Santiago. También se usó al efecto el aljibe de la casa de Ugarte. Días más tarde, se extrajo el plomo. Era una enorme cantidad: consta en los documentos que su transporte posterior a Buenos Aires requirió 11 carretillas22. La mención negativa en la “Memoria” no fue la única injusticia que Belgrano cometió con García. Acaso por la angustia y

22

ÁVILA, La ciudad…cit, p. 382.


210

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

nerviosidad que le producía la proximidad del enemigo, el general, desde Jujuy, remitió al Triunvirato una queja por la falta de colaboración que hallaba en el gobernador intendente y sus tenientes, salvo del de Jujuy. Por eso, el 28 de agosto, el gobierno reconvino a García en una comunicación. Claro que el doctor García no tenía tiempo para responder a ese cargo, en medio de las acuciantes tareas previas al combate. Lo haría detalladamente días más tarde, como veremos. Son

conocidos

los

acontecimientos

que

siguieron.

El

vecindario tucumano solicitó enérgicamente a Belgrano, acampado en La Encrucijada de Burruyacu, que no obedeciera la orden superior de retirarse a Córdoba y dejar las ciudades del trayecto a merced de los realistas. Le pidieron que se detuviera en Tucumán y presentara batalla, asegurando que reforzarían sus milicias, además de aportarle todo el dinero y los pertrechos necesarios. El general aceptó la oferta, que coincidía, últimamente, con lo que puede conjeturarse que era su criterio. Y el Ejército del Norte, reforzado con las milicias criollas, logró la resonante victoria del 24 de setiembre de 1812, que frenó el avance realista hacia al interior de las Provincias Unidas. Pero sucede que el doctor García se ha sentido justamente afectado por la reconvención del Triunvirato. Es una sensación que no ha mitigado el éxito del 24. Y dieciocho días después de la victoria-exactamente el 11 de octubre- y desde Tucumán, procede a responder aquella comunicación del gobierno central. Interesa


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

211

transcribir gran parte de sus párrafos, porque allí el gobernador intendente expone todo lo que aportó en beneficio de la fuerza de Belgrano. Al comienzo, sintetizaba el contenido de la nota que recibió. Expresaba que “cuando consideraba a V. E. informado de los distinguidos y particulares servicios que han hecho a favor de la Patria el gobierno de Salta y sus tenientes subalternos en la remisión de reclutas y auxilios que se han pedido para organizar y formar al Ejército, recibo la prevención de V. E. de 28 de agosto, en la que se reconviene a todos, a excepción de don Francisco Pico, por la menos actividad sobre este punto”.

Pasaba entonces a enumerar sus servicios “La absoluta escasez de fondos en las cajas principales y sufragáneas; la limitada población de la provincia; las anteriores extracciones que se han hecho de reclutas y el resabio de sus habitantes, podrían haber causado justamente ese defecto; pero nada ha sido inconveniente para que se dejasen de proporcionar cuantos socorros se solicitaron desde que entré al mando”.

Continuaba: “Así, de mi parte como de la de mis tenientes, ha sido redundante el celo, empeño e integridad para franquearlos puntualmente. En los


212

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

mayores apuros jamás me embaracé con dificultades; cuando el erario defectuaba [sic]me comprometí más de una vez con mis bienes y crédito a pedir especies y dinero por vía de empréstito; y contraído a alejar

desconfianzas

en

los

vecinos

pudientes,

asegurándoles

consideraciones y efectivos cumplimientos cuando yo no pudiese verificarlos, encontré siempre recursos sobrados; y de este modo se remitieron el ejército cantidad de mulas, caballos, ganados vacunos, dinero; pago de libranzas de postas, deudas atrasadas, útiles y otras especies importantes en ingentes cantidades, guardando el orden y satisfacción de los gastos constitutivos de la Provincia para conservar la tranquilidad de las fronteras del Chaco”.

García subrayaba que “este esfuerzo no se debe a ninguna virtud oculta, al erario nacional que encontré enteramente exhausto y agotado, ni a violencias e injusticias, sino al meritísimo y generoso pueblo de Salta, adicto a estos servicios y comprometido por la causa de la Patria, por la dignidad y honor con que yo lo había gobernado y administrado justicia, tratando a todos con lenidad y urbanidad y reproduciendo las suaves, benignas y piadosas intenciones que V. E. quieren manifestar y ejercitar en las Provincias Unidas para consolidar en los corazones un sistema liberal, que es el que nos conviene”23.

El historiador Bernardo Frías, comentando este documento, resalta el logro de García de que el empréstito forzoso de 29.000

23

Transcribe estos párrafos: FRÍAS, Historia…cit, pp. 397-398


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

213

pesos impuesto a Salta, se pagara la mitad hasta junio, a fuerza de “prudencia, de paciencia y de buen modo”24. García se había encontrado con un gobierno lleno de deudas, el comercio paralizado, los empleados públicos impagos y calamidades similares. Los que antes eran comerciantes prósperos no tenían efectivo, porque sus fondos estaban detenidos en otras provincias, embargados o perdidos. A pesar de eso, no rehusaron al empréstito. Antes bien, le ofrecieron alhajas y bienes raíces para que el Estado los vendiera, un sacrificio que García rehusó “por muchas consideraciones”25. En cuanto a cumplir la orden de abandono impartida por Belgrano, decía que “marchó la principal parte del vecindario sin exceptuar Alcaldes ni Regidores y habiéndose decidido muchos a incorporarse en la Compañía de Patriotas, dejaron abandonadas sus casas y familias acompañando a nuestro Ejército en su retirada”.

Se hallaron entonces “en la acción del Veinte y Cuatro (de septiembre) donde algunos han quedado muertos, otros heridos y los demás volviéndose a incorporar en la Vanguardia han regresado persiguiendo al enemigo en su retirada”.

24Ibídem, 25Ibídem,

ibídem. p. 399


214

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

García no estaba de acuerdo tampoco con la reconvención que el gobierno central extendía a sus tenientes. Sobre el de Tucumán – que era Francisco Ugarte- decía que era “de la mejor opinión y de suficientes facultades”: había sufrido serios daños, ya que “una estancia se le ha despoblado por la extracción de ganados y caballos para mantener el ejército”. Además, “por los suplementos que ha hecho para el envío de reclutas con útiles a Jujuy, se le deben más de 4.000 pesos y jamás ha fallado en servicios que se le han exigido”. Sobre el teniente de Catamarca –Domingo Ortiz de Ocampoexpresaba que “no lo considero reprensible de ningún modo”, ya que “a su celo y actividad se le debe el envío de más de trescientos hombres que por mi mano se han entregado al Ejército”. Y en cuanto al de Santiago –José Prudencio Vargas-tenía el mérito de “iguales servicios”. Deseaba que “tenga V. E. bien entendido que “en la acción del Veinte y cuatro y para su acertada victoria todos han concurrido, los jefes militares, los políticos, oficiales subalternos, soldados, paisanos, obrando cada uno según su clase, ocupación y posibilidad”.

Y, decía “a ninguno considero menos acreedor a una condigna consideración de V. E. Los pueblos todos han ayudado según sus proporciones”, aunque el de Tucumán parecía más afectado como provisor de mayor


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

215

número de gente y cabalgaduras, porque allí se había instalado el cuartel general”26.

El documento, del cual transcribe buena parte el historiador Frías es suficientemente revelador sobre la actuación del gobernante en 1812. En los renglones finales, García se refería a su persona. No había podido trasladar su familia a Salta, y estaba emigrada “más allá de Santiago”. Su estancia había sufrido la “despoblación” de sus ganados y caballos. Expresaba finalmente que “lo más es que me falta la salud, y si estos servicios merecen en la justificación de V. E. alguna consideración”, solicitaba que “se atienda a la solicitud de retiro” que presentaba. El borrador de la respuesta, fechada 27 de octubre de 1812, decía que “ha sido muy satisfactoria a este Superior Gobierno la lectura de los oficios de V. S. del 11 del corriente (octubre) con que manifiesta los distinguidos y particulares servicios hechos a favor de la Patria por el gobierno de su cargo y tenientes subalternos de la provincia, en la remisión de reclutas e importantes auxilios con que ha socorrido al ejército”.

En vista de ellos, seguía, “este gobierno está sumamente satisfecho, tanto de los recomendables servicios de cuya persona 26

AGN, id. nota 18. Los subrayados son nuestros.


216

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

mira con la más alta consideración, como de los sacrificios que han padecido en obsequio de la Patria”. Agregaba que si García se empeñaba en su solicitud de retiro, “no puede el gobierno concederla como se la concede sin tenerlo muy presente para destinarlo en la oportunidad donde decorosamente continúe sus importantes tareas”. Y a esos efectos, disponía que “se pondrá V.S. de acuerdo con el Capitán General D. Manuel Belgrano, a quien manifestará V. S. esta disposición, para las providencias que sean del caso”27. La gestión de García sigue después de la batalla. Data del 26 de septiembre un oficio que Belgrano le cursa, acreditando que, el 22 de enero, don José Eugenio del Portillo, había puesto al servicio de las armas de la Patria, “un negro surtido de un par de pistolas y de un avío de montar y en vista [de ello] ha resuelto esta Superioridad que en su nombre le dé V.S. las correspondientes gracias y que se publique en gazeta”28. Actúa hasta diciembre de 1812. Está fechado el 2 de ese mes, el oficio donde comunica al Cabildo de Tucumán que, por orden del general Belgrano, ha sido designado Auditor de Guerra y Escribano de Gobierno29. Es el último documento que el doctor García firma como gobernador intendente de Salta. Lo reemplazará en la función el coronel Feliciano Antonio Chiclana, quien asume el 15 de diciembre. Ex miembro del Primer Triunvirato, es Chiclana personaje de notorio relieve. Su designación 27Ibídem 28AGN, 29AHT,

Leg. 483, cit. SA, T. 22, f. 366.


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

217

muestra con claridad la importancia que la gobernación de estas provincias tenía para el gobierno nacional, dado la proximidad de ellas con el Alto Perú, teatro de la guerra. Pero el fin de la gobernación, no aleja a García de la actuación pública: conserva intacto el peso de su prestigio de ex funcionario y de jurisconsulto. En el Cabildo del 11 de febrero de 1813, aparece su firma entre la del vecindario principal que presta ese día juramento a la memorable Asamblea General Constituyente. Al mes siguiente, el 29 de marzo, el Cabildo resuelve que “se levante constancia, de un modo auténtico”, de los “notorios y constantes” servicios prestados por San Miguel de Tucumán “en favor del Ejército Auxiliador y del sagrado sistema que con tanta gloria se sostiene”. Esto, para que “el tiempo no lo borre”, y para “impetrar las gracias que la Soberanía tenga a bien dispensar a un pueblo que por todas vías ha manifestado un decidido patriotismo”. Mandaba entonces oficiar al doctor Domingo García y a Francisco Ugarte, como ex gobernador el uno y como ex teniente el otro, para que “informen el número de ganado vacuno con que mandaron contribuir al Ejército desde su entrada a esta ciudad, de los caballos, bueyes y carretas para servicio del mismo, y de todo lo demás con que se ha auxiliado y los abonos que efectivamente se hayan hecho en pago”. Es de creer que estos informes -al mismo tiempo que volvían a acreditar la indiscutible importancia de la gestión de Garcíaconstituyeron un fuerte sustento para el decreto del Director


218

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Supremo, doctor Gervasio Posadas, del 8 de octubre de 1814. Por el mismo, se creó la “Provincia de Tucumán”, con capital en San Miguel de Tucumán y con Santiago del Estero y Catamarca como subordinadas. Entre los considerandos, Posadas declaraba el propósito de “distinguir de algún modo al glorioso pueblo de Tucumán, que ha rendido tan señalados servicios a la Patria”. Al año siguiente, 1815, el doctor García es elegido Alcalde de Primer Voto, en el Cabildo del 10 de octubre: el 1 de enero del año siguiente, el cuerpo lo recibe en tal carácter. Será 1816, como se sabe, el año en que Tucumán es sede del Congreso que declara la Independencia. García hará oír su voz en las complicadas cuestiones que rodearon la elección de los diputados locales, y que narra en detalle Julio P. Ávila en La ciudad arribeña. En el Cabildo del 18 de enero, es el único que se opone a la renuncia del representante electo, doctor José Agustín Molina, y su reemplazo por el canónigo José Ignacio Thames. También se opone al nombramiento de un tercer diputado, “porque la población no permite ese número”, argumenta. Además, dice el acta, García expresó que “protestaba de nulidad todos los acuerdos que se hayan hecho referentes al nombramiento de los diputados; que sus motivos se expresarán en el Supremo Congreso y que, con la mayor sinceridad, hacía otra protesta, de convenir en el nombramiento de dos diputados, siempre que se subsanen del modo más digno los motivos que han causado la distinción de opiniones”.


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

219

El mandato de Alcalde del doctor García terminaba en enero de 1817, y se eligió en su reemplazo al doctor Nicolás Laguna. Pero debió continuar en el cargo (así se resolvió en Cabildo del 21 de enero) porque Laguna, primero por enfermedad y luego por ausencia, no se incorporó. Ese año 1817 firmaría, con Francisco Ugarte y ante escribano, una propuesta al Estado: la confección de 6000 cortes de cajas de fusil30. A comienzos de 1818, y de acuerdo a lo dispuesto por el Estatuto Provisional, se forma una lista (Cabildo del 23 de febrero) de “personas elegibles para los empleos de gobernador, tenientes de gobernador y subdelegados de partidos”. El nombre del doctor García integra esa lista, junto con los del doctor Feliciano de la Mota Botello, Bernabé Aráoz, Francisco Pinto, el teniente coronel Alejandro Heredia, el doctor Nicolás Laguna, Domingo Villafañe y Tomás Taboada. Obviamente (como lo comenta Manuel Lizondo Borda, en nota al pie de página del acta que transcribe) la nómina revela quiénes eran por entonces los hombres más importantes de la ciudad. Un año más tarde, ocurre un grave suceso. El 11 de noviembre de 1819, estalla el motín militar que destituye al gobernador Feliciano de la Mota Botello. El doctor García fue llamado en consulta al Cabildo y nombrado, al frente de un grupo de vecinos notables, para parlamentar con los insurrectos. Al frente del golpe se 30Ibídem,

T. 26, f. 214-215.


220

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

encontraba un uruguayo, el capitán Abraham González, del Regimiento de Dragones. Pero, aunque no apareció en un primer momento, se sabía que detrás de la revuelta estaba el ex gobernador Bernabé Aráoz. Se sucedieron tensas reuniones, de las que participó García. El Cabildo nombró gobernador por breves días a José Víctor Posse, y luego un cabildo abierto, celebrado con urgencia, decidió que el gobernador fuera el coronel Bernabé Aráoz: en quien, además, “por razón de su mayor grado entre los militares de la provincia, ha recaído igualmente, por derecho, el gobierno militar”. Luego de un rechazo para cubrir las formas, Aráoz asumió el mando. El movimiento de Tucumán tenía un dramático significado. Era la primera vez que una asonada deponía a un gobernante legalmente designado. Según el general José María Paz, “fue la primera chispa al incendio que cundió luego por toda la República”. La figura de Aráoz tenía enorme popularidad en la campaña, pero no ocurría lo mismo entre la gente de alguna cultura de la ciudad. De allí que, y a la luz de los hechos posteriores, puede estimarse que el doctor García no estaba entre los seguidores de don Bernabé. Aráoz trató de rodear de cierta legalidad al golpe que lo había elevado al poder. Es así que consignaba como “provisorio” a su cargo, e incluso justificaba lo ocurrido en una carta al general José de San Martín. Hablaba de la “paz octaviana” reinante en la provincia bajo su mando. Claro que esa tranquilidad sería muy breve.


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

221

El general Manuel Belgrano, que habitaba en Tucumán retirado y enfermo, confiaba a su amigo José Celedonio Balbín que “me hallo sumamente pobre, se han agregado a mi casa varios jefes fieles y honrados y no tengo como mantenerlos: ayer he escrito al gobernador Aráoz pidiéndole algún auxilio de dinero y me lo ha negado”. Amargado, el general quería volverse a Buenos Aires, pero, decía, el gobernador se había negado incluso a facilitarle caballos para su carruaje. Como se sabe, Balbín aportó los fondos necesarios. Y a último momento, cuando ya Belgrano se disponía a partir, Aráoz resolvió que un grupo de 50 soldados lo escoltara hasta Santiago del Estero. Con el país envuelto en anarquía, los sucesos de Tucumán se precipitarían. El 22 de marzo de 1820, Aráoz proclama la “República de Tucumán”. La instituye como “república libre e independiente, hermana y federada” de las restantes del Río de la Plata. En rigor, se trataba de establecer la autonomía provincial dentro de un sistema de gobierno confederado. Aráoz pasa a ser “Presidente” de esa “República”. Juan B. Terán entiende que la pomposa denominación de “República”, que tanto dio que hablar, puede haber sido dictada por algún legista, acaso Serrano, Arteaga o Domingo García. No era una actitud separatista. Aráoz pretendía mostrar claramente la intención de Tucumán de decidir sobre su destino, sin depender de Buenos Aires.


222

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

La flamante “República”, integrada por Tucumán y Catamarca (ya que Santiago del Estero se declara autónoma) llega a dictar su Constitución. Pero el 28 de agosto de 1821, el coronel Abraham González encabeza un nuevo movimiento armado, que derroca a Bernabé Aráoz. Y al día siguiente, una asamblea popular, presidida por el doctor Domingo García, proclamaba gobernador a González. Este asume como “Gobernador Intendente”, con lo que, de hecho, se dejaba atrás la famosa “República”. Pero esto distaba de significar la paz. La lucha se planteó rápidamente entre dos bandos: Bernabé Aráoz en uno y Diego Aráoz en el otro. Se sucedieron combates, saqueos, gobernadores que duraban pocos días: en un momento dado, el mando estuvo a cargo de un triunvirato. En ese clima de caos, el doctor García se desempeñó (Cabildo del 17 de octubre de 1821) como Asesor de la corporación capitular y de los Juzgados ordinarios. Dos de los efímeros gobernadores –Diego Aráoz y Nicolás Laguna- lo tuvieron como secretario. El doctor García asiste al Cabildo Abierto del 5 de abril de 1822, que resuelve nombrar gobernador a Clemente Zavaleta, a condición de que los Aráoz depongan sus armas. Hace ya varios años que el doctor García es viudo de doña Bernardina Arroyo. Es en esa turbulenta década de 1820, es que decide casarse de nuevo. Elige a doña Fortunata García. Hija de don Calixto García y doña Josefa Quinteros. Su familia pertenecía a los primeros pobladores de San Miguel de Tucumán. Era descendiente


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

223

directa del Capitán Bernabé García de Valdés, uno de los vecinos que en 1567 fundaron la ciudad de Nuestra Señora de Talavera, en Santiago del Estero. Entre sus ascendientes, García de Valdés y Salas y Valdés, hubo figuras de mucha significación tanto en la conquista como en la colonización de Tucumán.

Doña Fortunata García de García

Ocho hijos nacerían de ese matrimonio: entre ellos, el gobernador Próspero García. Casi no es necesario recordar que doña


224

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Fortunata pasaría a la historia en 1841, por haberse atrevido a retirar, de la pica donde estaba expuesta, la cabeza del degollado Marco Avellaneda, a la que dio sepultura. El 7 de agosto de 1825, el doctor García redacta su testamento31. Aclara que antes, “estando emigrado en el Valle de Catamarca, otorgué testamento nuncupativo” ante el escribano Bernardo Correa, y que lo protocolizó en Tucumán la escribanía de Florencio Sal. Allí consigna detalladamente el nombre de sus padres, de sus dos esposas, de sus cuatro suegros, y enumera los hijos de ambas nupcias –así como los cónyuges que ya tenían los de la primera- e informa que ya habían fallecido María Rosa Adanita y Jacobo GarcíaArroyo. Declara que doña Bernardina “no trajo otros bienes al matrimonio” y enumera los que aportó doña Fortunata con toda minucia: las joyas, la ropa y “un sitio con esquina” de 15 varas de frente y 83 de fondo. Dispone mejorar a doña Fortunata “por su honestidad y nuestra desigualdad de edad”. Los bienes de García están constituidos por su “casa habitación” y la esquina contigua, así como “la estancia de Famaillá”. Una cláusula curiosa es la que se refiere a su esclava, llamada “la Negra María”. Expresa que le otorgó “carta de libertad con cargo de que me sirva fielmente hasta [el final de] mis días, y que sucedido

31

AHT, Protocolos, N° 22, año 1834, f. 22


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

225

mi fallecimiento quede libre; y porque me ha faltado muchas ocasiones el respeto desobedeciendo con soberbia a su señora, desde ahora revoco y anulo la tal carta”. Encontramos nuevamente actuando al doctor García en funciones de importancia, en 1827 y en 1828.Por entonces es diputado a la Sala de Representantes, por el departamento de Monteros. Renuncia el 9 de mayo de este último año32. Pero continuaba siendo Asesor, cargo que ejerce hasta el 24 de abril de 1829, cuando es reemplazado por José Antonio Zavalía33. Al poco tiempo, empieza a cumplir funciones de presidente del Superior Tribunal de Justicia. El gobernador Javier Paz le informa sobre el reglamento para la formación de un nuevo Juzgado de Segunda Instancia, el 18 de julio de 182934. Por esos días, encontramos otra comunicación del gobernador Paz al “Presidente del Superior Tribunal”, doctor Domingo García, comunicando la aceptación de la renuncia de Lucas Zavaleta como Juez Suplente. Al año siguiente, el doctor García vuelve a ser elegido presidente del alto tribunal35. El gobernador Paz lo felicita por el orden con que se desempeñó el Tribunal36. Curiosamente, también se lo registra al año siguiente (13 de septiembre de 1831) con el nombramiento de Auditor de Guerra del Ejército “por poco tiempo”, en la Capital37. 32Ibídem,

SA, T. 34, f. 122 y 131. T. 35, f. 75 34Ibídem, f. 180. 35Ibídem, T. 36, f. 95. 36Ibídem, T. 37, f. 53. 33Ibídem,


226

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Pero, en 1830, el país se ha dividido tajantemente en dos bloques. Uno responde al gobernador porteño Juan Manuel de Rosas, quien con los gobiernos de Santa Fe, Entre Ríos y Corrientes, ha suscripto el Pacto Federal. El otro es el bloque unitario, con la Liga del Interior, que lidera el general José María Paz y con quien se alinea Tucumán. Paz pone en apuros a los federales con sus resonantes victorias militares. Pero, por una casualidad, cae prisionero de una partida federal, y la jefatura de su ejército pasa a Gregorio Aráoz de La Madrid. Éste retrocede hasta Tucumán y se enfrenta con los federales de Juan Facundo Quiroga en la batalla de La Ciudadela (noviembre de 1831), donde es completamente batido. El contraste obliga a La Madrid a huir hacia el Norte. Pero su familia ha quedado en Tucumán: planea volver para rescatarla y confía en armar nuevas milicias. Cuenta en sus Memorias que, por esos días, se encontró en territorio salteño con el doctor García “que venía emigrado”. Le narra su propósito y García lo disuade enérgicamente. “¿A dónde va usted, paisano; a sacrificar a su señora e hijos? ¡En el momento en que Quiroga lo vea a usted reuniendo las milicias, fusila a toda su familia, no lo dude usted; su señora está incomunicada

37Ibídem,

f. 110.


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

227

juntamente con su hermana, pero sus hijos están libres en casa de sus parientes! ¡No cometa usted por Dios tal atentado!”.

Estas expresiones, narra La Madrid, lo hicieron abandonar el proyecto38. Pablo Lascano, en uno de sus escritos, afirma que García “emigró a las regiones escarpadas de Bolivia”39, lo que es posible. En algunos textos, al pasar, se dice que se refugió en Chile. No hemos podido confirmarlo. Acaso esta última versión lo confunde con otro emigrado en Chile, un homónimo, el importante riojano Domingo García, protector de La Madrid varias veces citado también en las Memorias de este. Lo cierto es que en 1833, el doctor García ya estaba de regreso en Tucumán. Gobernaba entonces el general-doctor Alejandro Heredia. Su nombre empieza a aparecer en los documentos. Por ejemplo, cuando el ministro Juan Bautista Paz pide su opinión y la de Florencio Sal, sobre los conocimientos forenses de Pedro Gregorio Cobo, quien buscaba autorización para actuar como abogado 40. Corre 1834 cuando el doctor García retorna a la alta magistratura judicial. El 15 de febrero, el gobernador Alejandro Heredia le informa que la Legislatura sancionó la creación de un Supremo Tribunal, y que lo han designado presidente, porque “en él

38ARÁOZ DE LA MADRID,

Memorias…cit, II, p. 64 “Fortunata García de García”, apéndice en: Ibídem, p.302 40 AHT, SA, T. 41, nota del 22-VI-1833. 39PABLO LASCANO,


228

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

concurren las cualidades necesarias por sus luces, conocimiento y versación”41. El 20 de febrero de ese año, como titular del Tribunal, presenta al Gobierno una copia del proyecto de ley de un Tribunal de Alzadas. Ese valioso aporte institucional sería, en los documentos, la última actuación pública del doctor García en su ciudad natal 42. Había pasado casi medio siglo desde que, en 1786, inscribiera en Tucumán su titulo de abogado y doctor. Falleció en Tucumán el 21 de julio de 1834 a los 75 años. Había recorrido, sin duda, un largo camino bajo el signo de tiempos arduos y difíciles. Probablemente Domingo José García habría soñado ser “un hombre de sentencias, de libros, de dictámenes”, esa vida que Jorge Luis Borges conjeturaba como aspiración de Francisco Narciso de Laprida. Pero la realidad de “estas crueles provincias” lo arrastró por destinos muy diferentes. Le había tocado ser gobernador intendente de Salta del Tucumán, el cargo de mayor riesgo y responsabilidad durante la guerra de la Independencia. Tuvo que ingeniárselas para mandar entre la penuria, logrando recursos de cualquier manera, y para apoyar simultáneamente el rearmado del Ejército del Norte, poniéndolo en condiciones de triunfar en Tucumán. Jugó su patrimonio personal en esa empresa de desinterés y de patriotismo. Después de eso, las funciones de legislador y de magistrado, 41Ibídem,

42Ibídem,

T. 40, fs. 92 vuelta a 93. T. 42, f. 70-71.


P. L. CORNET: Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)

229

desempeñadas en medio de guerras y conflictos de todo tipo, debieron haberle parecido casi un descanso a este padre de catorce hijos, hombre de juicio sereno y de buen consejo. En pocos años más, se cumplirá un siglo que la afirmación asentada por Julio P. Ávila. Para él, García fue “ciudadano de esclarecida figura en el orden literario, social y político de aquel tiempo”. Llamaba “la figura más saliente y la cabeza mejor organizada con que la Revolución contó en Tucumán”, a este hombre “de gran carácter y decidido patriota”. Agregaba algo que puede repetirse hoy: “Tucumán lo ha olvidado por completo: ni un monumento, ni una calle, ni una escuela que recuerde su memoria. ¡Alrededor de su nombre reina el silencio!”… 43.

43

ÁVILA, La ciudad…cit, pp. 31 y 55.



R.L. PLAZA NAVAMUEL: Los antiguos viñedos salteños y sus vinos

231

ANTIGUOS VIÑEDOS Y VINOS EN EL PATRIMONIO CULTURAL DE LOS SALTEÑOS Rodolfo Leandro Plaza Navamuel

Yo soy quien pinta las uvas y las vuelve a despintar, al palo verde lo seco y al seco lo hago brotar. Jaime Dávalos1

Es muy conocida la historia vitivinícola mendocina, no así la salteña, pese a que las fuentes de investigaciones historiográficas sobre la temática, escasea en ambas regiones (aunque más en la segunda). Además, Mendoza encabezó el desarrollo vitivinícola antes que Salta. Esto es así, entre otras razones, porque la provincia cuyana a más de contar (a diferencia del aislado y serrano Valle de Calchaquí) con vías de fácil intercambio y una enorme superficie cultivable, en Mendoza se pudo trabajar con una estrategia comercial muy diferente a Salta debido fundamentalmente a la llegada del

1

Fragmento de “Vidala del Nombrador”, vidala. Letra de Jaime Dávalos y música de Eduardo Falú, 1954; En: DÁVALOS, JAIME: Yo soy quien pinta las uvas, Colección Cancionero, Buenos Aires, Torres Agüero Editor, 1980.


232

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

ferrocarril, que permitió la modernización a través de la introducción de tecnología y mano de obra, y el rápido ingreso de la producción cuyana al mercado nacional. Si bien, desde hace un tiempo a esta parte, el comercio y el progreso de la industria vitivinícola salteña ha cambiado. No obstante, e indiscutiblemente, gracias a la pujanza y al espíritu progresista de aquellos laboriosos precursores de la región, que durante los siglos XVIII y XIX trabajaron las viñas en estas tierras vírgenes e inhóspitas, con incansable tesón y esfuerzo y que hoy, las nuevas generaciones pueden gozar y mejorar. Pero, vamos a lo nuestro: 1. HACIA LAS INDIAS Los pasajeros a Indias, una vez que obtenían su licencia de embarque, eran inscriptos en los libros llamados de Asientos de pasajeros, que se conservan en el Archivo General de Indias y que registran las otorgadas por la Casa de Contratación desde 1509 a 1790. Era obligación de todo pasajero llevar su matalotaje a bordo. Un documento que nos interesa con relación al matalotaje2 de los pasajeros, es de Martín de Orue en el siglo XVI, que lleva por título “Relación del matalotaje y otras cosas que cada vna de las personas que obieren de yr a las prouincias del Río de la plata han de llevar para su sustentación y proveimiento”. En esta relación se indican numerosos artículos, entre los que se destaca: Ocho arrobas de 2Matalotaje:

Comida que se lleva en el barco para la marinería.


R.L. PLAZA NAVAMUEL: Los antiguos viñedos salteños y sus vinos

233

vino en su vasija a razón de cinco reales la arroba, además de otros artículos recomendados para comerciar con los indios3. Entre las cédulas que Felipe II dirigió al virrey del Perú don Francisco de Toledo entre 1574 y 1575, contradictorias unas, reformadas otras, se trataba que en América no se produjese algunos productos a fin de no inferir perjuicio a la industria de la Península. De allí que Solórzano escribió que “en las instrucciones y despachos secretos que se dieron al virrey D. Francisco de Toledo, se le ordenó que tuviese mucho cuidado de no consentir que en estos reinos se labrasen paños, ni pusiesen viñas, olivares, & por muchas causas de gran consideración y principalmente porque habiendo provisión bastante de estas cosas, no se enflaqueciese el trato y comercio con España”4.

Virrey Francisco de Toledo 3

Francisco de Aguirre

TORRE REVELLO, JOSÉ: Crónicas del Buenos Aires colonial, Buenos Aires, Editorial Bajel,

1943, p. 56 y sigts.

MANUEL de: Diccionario histórico biográfico del Perú, 2º Edición, tomo X, Lima, 1934, p. 303 y sigts. 4MENDIBURU,


234

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

2. EN AMÉRICA: LOS

CONQUISTADORES Y SUS DESCENDIENTES TRAZANDO

LOS CAMINOS DEL VINO

Cuando los conquistadores hispanos se convirtieron en colonizadores, entre sus primeras acciones estuvo la de plantar viñas. El visionario Francisco de Aguirre, uno de los más ilustres conquistadores del Perú y que participó de numerosas expediciones en el norte argentino, hizo introducir originalmente la vid en Santiago del Estero, remitiéndolas desde Coquimbo y encomendando al padre Juan Cidrón con las primeras semillas de trigo, cebada, algodón, plantas de vid, higueras y otros árboles de Castilla (nogales y perales) aproximadamente en 1556. A partir de entonces, se puede sostener que nace el vino en la Argentina, aunque indiscutiblemente las especies de Vitis vinífera que hoy se producen no son las mismas que la de aquellos años, ya que la evolución vitivinícola argentina se debe a la incorporación de nuevas variedades de uvas y avances tecnológicos desde mediados del siglo XIX. La ciudad de Santiago del Estero nacida con el nombre de Barco, fue sostenida tenazmente por su plantel fundador superando el flagelo de la primera guerra calchaquí. De sus campos y obrajes salieron los socorros para dotar a San Miguel de Tucumán fundada el 31 de mayo de 1565 por Diego de Villarroel en el lugar de Ibatín. Ya en el siglo XVI, la vieja ciudad de San Miguel fue laboriosa y progresista y se hizo famosa por más de una industria. Se cultivaban huertas y quintas con árboles frutales de Castilla; había viñas y tenía


R.L. PLAZA NAVAMUEL: Los antiguos viñedos salteños y sus vinos

235

sus sementeras de trigo, maíz, cebada, algodones y campos de lino del que se obtenía buen lienzo5. Francisco de Aguirre y Meneses, pertenece a los llamados jefes fundadores de ciudades, conquistador y gobernador del Tucumán, fundador de Santiago del Estero, precursor de Córdoba y renombrado conquistador de Chile, ha sido considerado “uno de los reales

fundadores

y

constructores

de

la

Argentina”.

Los

descendientes de Aguirre se extendieron por los territorios de Chile y Argentina. Resulta interesante ver cómo la descendencia salteña del visionario Aguirre, es decir: los Lisperguer y Aguirre, y sus ramas sucesoras, los Aramburú y Lisperguer, los Peñalva y Aramburú, entre otros, tendrán más adelante destacada intervención en la historia vitivinícola del Valle de Calchaquí. Asimismo, recordemos que la poderosísima familia de Lisperguer, era poseedora de una de las más grandes fortunas de Chile y de las mejores viñas de ese país.

3. FUNDACIÓN Y PRIMEROS VIÑEDOS EN SALTA En 1563, se creó la Gobernación del Tucumán, cuya capital será luego la ciudad de Salta, dependiendo del Virreinato del Perú y Audiencia de Charcas. Se sabe que algunos años después, el gobernador del Tucumán, general Juan Ramírez de Velasco, plantó BORDA, MANUEL: Historia del Tucumán (Siglos XVII y XVIII), Publicación de la Universidad Nacional de Tucumán, Departamento de Investigaciones Regionales, Instituto de Historia, Lingüística y Folklore, Tucumán, Talleres Gráfico Miguel Violetto, 1941, p. 83 y 84. 5LIZONDO


236

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

viñas en estas tierras salteñas. Ramírez de Velasco, era descendiente del Infante y fundador de la Real Divisa en la Sonsierra de Navarra, el cristianismo rey don Ramiro Sánchez de Navarra (hijo y descendiente de reyes, padre y ascendiente de reyes), y del célebre Cid Campeador Rodrigo Díaz de Vivar. Hasta nuestros días se halla numerosa descendencia en todo el territorio argentino de aquel glorioso conquistador y fundador, gobernador del Tucumán, Paraguay y Río de la Plata, general Juan Ramírez de Velasco.

Juan Ramírez de Velasco, fundación ciudad de La Rioja


R.L. PLAZA NAVAMUEL: Los antiguos viñedos salteños y sus vinos

237

La producción vitivinícola existe en la provincia de Salta desde sus días fundacionales y podemos afirmar que el vino se elabora en tierra salteña desde hace cosa de cuatro siglos y medio, de la mano de antiguos conquistadores y fundadores, como el gobernador del Tucumán don Francisco de Aguirre, el padre Juan Cidrón o el general Juan Ramírez de Velasco. Es importante advertir que fue el virrey del Perú don Francisco de Toledo quien ordenó fundar una ciudad en el Valle de Salta. Don Jerónimo Luis de Cabrera intentó en 1571 cumplir con dicha orden, pero fracasó, lo mismo que Gonzalo de Abreu y Figueroa, en 1574. Más tarde, siendo el licenciado Hernando de Lerma gobernador del Tucumán (1580-1584), recibe una nueva orden del virrey Toledo, y Lerma concretó el mandato. Para tal efecto, Lerma convocó al Cabildo de Santiago del Estero y a los antiguos vecinos de la Gobernación el 23 de julio de 1581, con el propósito de escuchar las opiniones de cada uno y definir si dicha fundación se haría en el Valle de Salta o en el Valle de Calchaquí. Fueron veintisiete los votantes, de los cuales trece lo hicieron por el Valle de Calchaquí, mientras que catorce votaron por el Valle de Salta, resultando solo un voto de diferencia a favor de la fundación en Salta6. Entre los fundamentos expuestos a favor del Los votos por el Valle de Calchaquí, con un total de trece, fueron del capitán Juan Pérez Moreno, alcalde ordinario; Hernán López Palomino, alcalde ordinario; Juan Cano, regidor; Juan Rodríguez Pizarro, alguacil mayor; Bartolomé de Sandoval, procurador mayor; Miguel de Ardiles, vecino; Gonzalo Sánchez Garzón, vecino; Juan de Morales, vecino; Luis de Gamboa; Gaspar Rodríguez, vecino y regidor. Los votos por el Valle de Salta, con un total de catorce, fueron de Santos Blásquez, regidor; Cristóbal Pereira, regidor; Pedro de Cáceres, regidor; Jerónimo García de la Jara, tesorero de la Real Hacienda; Antonio de Miraval, maestre de campo y teniente general; Alonso de Cepeda, vecino; Blas Ponce, vecino; Alonso 6


238

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Valle de Salta, se tenía en cuenta que era un Lugar más propio para la viña, y que en el Calchaquí no se da. Interesante y curiosa la idea que tenían los trece cabildantes santiagueños a favor de la tesis calchaquí7; pero respecto al tema que nos atañe, más curiosa es aún la opinión del tesorero de la Real Hacienda Jerónimo García de la Jara, que votó por el Valle de Salta, porque se aseguraba “el tránsito con el Perú, (donde) abundan pastos, leña, madera y pescados, aunque oyó decir que las viñas no se dan en dicho suelo”8. El 14 de abril de 1582 Lerma está frente a Salta eligiendo el sitio, solares y límites. El 16 la declara legalmente fundada levantando el Acta de rigor. A todo esto, su escribano Rodrigo Pereira, anota en el acta de fundación, que: “el sitio más cómodo y conveniente y mejor asiento para asentar y poblar esta dicha ciudad; así por la mucha abundancia de tierras fértiles para estancias y sementeras, pastos, viñas y huertas de recreo que parece tener, como por estar entre dos ríos, el uno llamado de los Sauces y el otro de Siancas, y prometer muchas otras buenas esperanzas”.

de Contreras, capitán; Martín Moreno, vecino; Luis de Gallegos, vecino; Francisco de Torres, escribano público; Lope de Quevedo; Antonio de Robles; Bartolomé de Mansilla, vecino; este último con la restricción de “que se debe conquistar primero Calchaquí porque dificultosamente le parece que se sustentara Salta, si no se conquista Calchaquí”. 7REYES GAJARDO, CARLOS M.: Apuntes históricos sobre San Carlos del Valle Calchaquí de Salta, Buenos Aires, S.A. Casa Jacobo Peuser Ltda., 1938, p. 26. 8FORTUNY, PABLO: Nueva historia del norte argentino. Descubrimiento y conquista, Buenos Aires, Ediciones Teoría, Biblioteca de Estudios Históricos, 1966, p. 79.


R.L. PLAZA NAVAMUEL: Los antiguos viñedos salteños y sus vinos

239

Quedando fundamentada así, en el acta basal la existencia de viñas y huertas en lo que hoy es la ciudad de Salta. Otro de los muchos ejemplos de vitivinicultores que contamos en Salta, es el capitán a guerra, regidor, procurador y alguacil mayor Pedro Gómez de Butrón y Moxica, alcalde ordinario de Primer Voto en 1608, mestizo, nacido en Arequipa, Perú alrededor de 1560 y antepasado de, entre otros salteños notables, Margarita del Carmen Puch, la esposa del general Güemes. Fue Gómez de Butrón vecino encomendero con grandes posesiones y propietario de una estancia en la villa de Madrid de las Juntas, donde poseía quinientas vacas, cuarenta yeguas y tres jumentos para la cría de mulas, doscientas cabras y treinta bueyes. En sus sementeras cultivaba trigo y maíz, y producía ciento cincuenta arrobas de vino9. Comentaba el obispo del Tucumán Juan Bravo Dávila en 1691, que los indios que conquistó y redujo el gobernador Alonso de Mercado y Villacorta, fueron llevados nuevamente al Calchaquí “donde han hecho haciendas de viñas, trigo y maíz”10. A pesar de este infrecuente testimonio, vale destacar, que antes de la llegada de los españoles a América, no existía la vid y lógicamente tampoco la vitivinicultura. Los indígenas contaban con otras bebidas alcohólicas como la chicha y la aloja y pasaron varias centurias para que los nativos adoptaran al vino. Otro testimonio respecto a las condiciones NAVAMUEL, RODOLFO LEANDRO: Vínculos y mestizaje en torno al general Güemes, Salta, Edición del Centro de Investigaciones Genealógicas de Salta, 2011, p. 48 y 49. 10 Los gobiernos del gran pacificador Alonso de Mercado y Villacorta, se sucedieron desde 1655 a 1660 y de 1664 a 1670. 9PLAZA


240

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

de los indios, sobre la industria y las bebidas nativas, lo daba un religioso desde España al Consejo de Indias, opinando que “esta gente (…); sólo su cuidado se emplea en sembrar y coger un poco de maíz para su diavicto, el cual les sirve de comida y bebida, porque dél también hacen un brebaje que llaman chicha, de que beben y hacen sus borracheras muy a menudo, muy mejor que con vino de España”11.

A mediados del siglo XVII, Salta ya era un importante centro económico y político. Contaba con cuatrocientas casas de familia y seis Iglesias. El campo de toda la región estaba salpicado de haciendas con sus capillas a cuyo alrededor se iban formando los futuros pueblos. Su producción de ganados, harina, maíz, vinos, cueros y sebo, eran reclamados en el Perú, Potosí y Chile. Estas actividades comerciales fueron consolidando una gran región con vínculos comerciales, culturales y familiares que perduraron a través de los siglos. La actividad misional formó una población criolla con cultura original12. Recordemos que el cultivo de la vid estuvo siempre unido a la misión evangelizadora, pues sin la vid no se puede obtener el vino que para los católicos representa la sangre de Cristo y por tanto, sin vino es imposible celebrar la misa. Por eso las leyes recomendaban a los sacerdotes, ante la falta de vides, sustituir el vino con una bebida ATILIO: El virrey don Francisco de Toledo. Verdadero fundador de Salta. Propulsor del derecho indiano, tomo I, Salta, Ediciones Limache, 1983, p. 112. 12 Datos que debemos a la gentileza de Ercilia Navamuel. 11CORNEJO,


R.L. PLAZA NAVAMUEL: Los antiguos viñedos salteños y sus vinos

241

dulce en base a pasas de uva remojadas en agua. Bien afirmaba Emilio J. Schleh en 1914, que la industria del vino se ha desarrollado con los anticuados métodos que hoy se conservan en gran parte aún, en los departamentos productores: Cafayate, San Carlos, Molinos y La Viña, que son los únicos donde se elabora el vino desde largo tiempo atrás. Añadiendo Schleh que “en 1618 se mencionaban ya los vinos del Tucumán y se hacía comercio de ellos con Buenos Aires, adonde se remitió en el citado año, en vista de la escasez del litoral, cuatro carretas con botijas de vino”13.

4. EN EL VALLE DE CALCHAQUÍ En el siglo XVIII funcionaba en el Valle de Calchaquí la bodega de don Julián de Lea y Plaza, dueño de vastas propiedades y destacado hombre de campo dedicado al cultivo de maíz y trigo, entre otros cereales y forrajes, como a la cría de ganado vacuno, ovino y principalmente al inverne y comercio de mulares, empresa y vocación que heredó de su padre. En su terruño experimentó afanosamente con algunas cepas ingresadas a los Valles por los jesuitas y mercedarios, a las que agregó nuevas variedades que trajo de sus viajes al Alto Perú y Chile en 1769. El cultivo de la vid en aquella zona es de antigua data y don Julián es de los pioneros en el siglo XVIII, quien animado por sus inquietudes progresistas, hizo EMILIO: Salta y sus riquezas. Apuntes económicos y estadísticos, Buenos Aires Otero y Cía. Impresores, 1914, p. 48. 13SCHLEH,


242

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

construir una bodega muy bien equipada en la Estancia de Caracha, Cachi, en la cual elaboraba aguardiente y vinos destinados al consumo familiar y a un reducido comercio en la zona. En 1795 se trasladó a Molinos para cumplir la función de Juez partidario y llevó su actividad agroganadera, introduciendo también planteles de viñas e instalando otra bodega. Sus hijos heredaron las bodegas y a la vez transmitieron a sus descendientes la afición por la producción de uvas, y una innegable destreza en el proceso de vinificación, faena que iba a difundirse rápidamente años más tarde en toda la extensión vallista. En efecto, la elaboración de vinos alcanzaría décadas después una señalada importancia, comenzando a ser reclamados por el comercio. Fue entonces que uno de sus nietos, el coronel don Wenceslao Plaza, introdujo en los Valles Calchaquíes desde Chile las primeras vides francesas en 1886, entre otras, la variedad tinta Malbec, cultivadas en su establecimiento La Perseverancia, en Animaná; es decir, que inició la plantación de viñedos de uvas finas que hicieron cambiar la vieja industria vitivinícola, constituyéndose don Wenceslao a fines del siglo XIX en uno de los más importantes productores vitivinícolas de la provincia, reconociéndose sus vinos por su calidad en todo el NOA. Posteriormente, su afán progresista, hizo que trajera a Salta de sus viajes a Chile otras variedades francesas, como la Pinot (blanca y tinta) y Lorda o Tannat, propulsando además la implementación de un nuevo sistema de riego por canales que se venía utilizando exitosamente en Mendoza,


R.L. PLAZA NAVAMUEL: Los antiguos viñedos salteños y sus vinos

243

en reemplazo del viejo sistema por anegamiento en tazas altas y cuadros, difundido en los Valles desde tiempos remotos. “El cuidado con que están mantenidos estos viñedos, es digno de señalarse”, así lo registraba en un informe el Centro Vitivinícola Nacional en 1910.

Cnel. D. Wenceslao Plaza, quien llevó desde Chile a Salta las primeras cepas

francesas.

Sala de la finca y bodega La Perseverancia, Animaná, Salta. Membrete de las correspondencias de la bodega de don Wenceslao Plaza

Nos sentimos obligados a destacar en este periodo el nombre de don Sigifredo Brachieri, otro de los eficaces propulsores de los nuevos métodos de elaboración de vino en su establecimiento La


244

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Rosa, en Cafayate, antigua propiedad que perteneció a don Manuel Fernando de Aramburú y Frías, hacendado y político de la región, quien se ocupó de todo lo concerniente al legado de su madre doña Josefa Antonia de Frías, en cuanto a la donación de las tierras para la fundación del pueblo de Cafayate, como de su concreción el 26 de octubre de 1840. Luego se irán sumando otros que contribuirán con la implementación de nuevas técnicas y progresos, tanto en la industrialización como en la comercialización. Volviendo al siglo XVIII y principios del XIX, Cadena de Hessling añade que en Seclantás “la familia Ibarguren cultivaba la vid con la técnica de cabezo dejando que la planta se desarrolle en forma casi arbórea envolviendo el tronco”14, a lo que debemos aclarar que éstos, los Ibarguren Díaz, heredaron la estancia y viñas de su antepasado, el capitán de la Independencia don José Mariano Díaz de Lea y Plaza, quien se abocó a la actividad agrícola y al cultivo de viñedos, elaborando sus propios vinos en una bodega familiar. También en el siglo XIX en el Valle de Arriba, Departamento de Molinos, debemos mencionar la bodega Colomé de don Nicolás Severo de Isasmendi, que heredó doña Ascensión Isasmendi de Dávalos. Aunque es justo recordar que a Isasmendi la finca Colomé le venía por herencia de su padre y a él de su primera esposa doña María Magdalena Diez Gómez, heredera de su antecesor, el maestre de campo general don Diego Diez Gómez, que durante las primeras 14HESSLING,

117.

MARÍA TERESA CADENA de: Geografía de Salta, Salta, Ediciones Puna, 1985, p.


R.L. PLAZA NAVAMUEL: Los antiguos viñedos salteños y sus vinos

245

décadas del siglo XVIII elaboraba vinos en numerosas tinajas, y quien, entre otros inmuebles, conservaba la iglesia de Molinos. En aquellas centurias, se destacaron como hacendados y bodegueros

los

de

Peñalva

en

Tolombón,

originariamente

encomienda recibida por la familia de Aramburú y heredada por don Juan Estanislao de Peñalva y Aramburú, su primer bodeguero y fundador del pueblo. El general Anselmo Rojo poseía 800 plantas de viñas en su finca La Cruz. Existían además en los Valles pequeños predios con viñedos destinados al consumo de uva de mesa y para elaboración de pasas. En 1865 alcanzaban un especial interés los vinos de Cafayate y San Carlos, y en esa época el Registro Estadístico de la Provincia reconoce 19 bodegas y 5 destilerías en Salta. En la segunda mitad del siglo XIX, don José Modesto Moreno del Corro era dueño de una bodega en su finca La Banda (o La Claudia), en Cafayate. Hacia fines del siglo XIX, las mejores bodegas eran la de don Salvador Michel y La Perseverancia de don Wenceslao Plaza en Animaná, la de don Amadeo Vélez en Angastaco, la de López Hermanos en San Felipe, y La Angostura que primero fue de don Indalecio Gómez y luego de don Juan Uriburu. Don José Antonio Chavarría con la bodega La Rosa, y El Recreo de Peñalva Hermanos, en Cafayate. Esta última dirigida por don José Tomás de Peñalva Frías, fue una de las más modernas, con máquinas moledoras a vapor y secciones bien montadas para alambique y destilería con toneles de madera. En esta época se cultivaban vides Criollas, Moscatel y Malbec, a las que se irán incorporando cepas de Torrontés, Ferral,


246

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Carignan, Alicante Bouché, Pinot, Semillón y Lorda o Tannat, entre otras. Así, pues, el progreso llegó de la mano de estos pioneros, y la elaboración del vino en Salta, a principios del siglo XX, ya era considerada como la industria de mayor importancia. En este período, es preciso traer a la historia vitivinícola salteña a un hijo de estas tierras, cuyo potencial de productor lo desarrolló en la provincia de San Juan. Se trata de don Justo Castro, nacido en Rosario de Lerma, Salta el 17 de octubre de 1837, hijo del guerrero de la Independencia don José Julián Castro y de doña Manuela de Elizondo. Don Justo descendía de don Juan de Elizondo, que tenía un viñedo en aquellas primeras décadas del siglo XVIII en Rosario de Lerma, e indudablemente que don Justo sabía de la vid y del vino porque lo había visto elaborar y lo había bebido en su bodega familiar. Este salteño levantó la bodega más grande y moderna de su tiempo y sin duda, es uno de los precursores fundamentales

de

la

historia

industrial

vitivinícola

de

los

sanjuaninos. Fue electo vicegobernador en 1895, y tras la renuncia del titular del Poder Ejecutivo don Domingo Morón, para ocupar una banca en el Senado de la Nación, don Justo asumió como gobernador de la provincia de San Juan, hasta finalizar el período constitucional, en 1897. Para ubicarnos en tiempo y espacio, recordaremos que en 1910 la población de la provincia de Salta, era de 190.000 habitantes, aproximadamente. En esos años iniciales del siglo XX, se hablaba que en la provincia, la uva daba cantidades considerables y se


R.L. PLAZA NAVAMUEL: Los antiguos viñedos salteños y sus vinos

estimaban

quinientos

quintales

de

247

fruto

por

hectárea,

recomendándose “el sabor dulce de la uva de mora y las sobresalientes cualidades de las uvas para elaborar vinos blancos y tintos, que cobran fama día a día”. El poeta y periodista salteño Joaquín Castellanos opina en 1917, que el territorio de la Provincia de Salta, es más vasto que el de algunas

naciones

europeas

y

americanas,

y

que

sintetiza

geográficamente el de toda la República. Además, sostiene que lo complementa con peculiaridades que le son propias y que dentro de un conjunto de analogías, Salta destaca rasgos topográficos y climatéricos que lo individualizan y tiene una zona cuya naturaleza – similar a la de Catamarca, La Rioja, San Juan y Mendoza- ofrece clima y tierra insuperables para el viñedo15. La vitivinicultura salteña ganaba en importancia, la evolución se había iniciado y los vinos gozaban de fama en todo el país, a pesar de

las

dificultades

comunicaciones,

que

ocasionaba

especialmente

las

el

regiones

problema

de

las

calchaquíes,

tan

distantes de las líneas férreas. Cafayate que poseía varias fuentes de agua, en esa época no podía aprovecharlas debidamente por la falta de obras de irrigación, las que posteriormente multiplicarían la producción agropecuaria. En cuanto a las transformaciones y cambios económicos generados por la afluencia inmigratoria, es preciso resaltar que a JOAQUÍN: Acción y pensamiento. Al margen de la historia, labor parlamentaria, más allá de la literatura, Buenos Aires, J. A. Pellerano, 1917, p. 325. 15CASTELLANOS,


248

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

diferencia de Cuyo, en 1910 y hasta bien entrada la década del 20´, excepto dos bodegueros: Lávaque (libanés) y Lovaglio (italiano), la mayoría de los grandes propietarios de entonces pertenecían a linajes tradicionales: Plaza, Peñalva, Frías, López, Torino, Vélez, Michel, Chavarría, Diez, y Villagrán, estaban pues, vinculados por si mismos o por alianzas parentales, a las viejas familias patricias de la región 16.

5. PRIMEROS ENÓLOGOS La intervención profesional en este periodo es fundamental. La enología es el arte de elaborar los vinos y por supuesto que está íntimamente ligada a la historia de la vitivinicultura salteña. Hemos rescatado algunos hacedores de vinos que obraban de verdaderos enólogos, sin haber adquirido sus licencias en los claustros, pero sí en la práctica. Algunos fueron tan exactos, que elaboraron vinos elogiados por catadores expertos, como los de don Wenceslao Plaza, don Francisco Peñalba Aranda, los elaborados por José Basilio Gil, los de don Silverio Chavarría, don José Tomás de Peñalva Frías, don Clodomiro Villagrán, don Belisario López, don Rafael Lovaglio, don José Francisco Plaza, o don Manuel F. Lávaque, entre otros.

En 1910, Mendoza registraba cincuenta y cinco bodegas y los inmigrantes europeos eran propietarios de treinta y ocho establecimientos, mientras que los argentinos según se registra, tenían diez bodegas. Las restantes pertenecían a productores de otras nacionalidades, como de Chile, Uruguay, y de procedencias no conocidas. 16


R.L. PLAZA NAVAMUEL: Los antiguos viñedos salteños y sus vinos

249

El primer enólogo de Cafayate fue el jujeño don Miguel Hurtado, quien se desempeñó desde fines de 1917 como director de la Estación Enológica. A fines de la década de 1940, la Estación Enológica, esta vez dependiente de la Nación, había cambiado su denominación por la de Dirección Nacional de Vinos y Otras Bebidas, llegando para dirigir la misma un grupo de tres enólogos mendocinos, encabezado por don Luis P. Bustos, quién se desempeñó en esas funciones durante muchos años; trabajó en varias bodegas privadas y llegó a ser intendente de Cafayate, de eficaz gestión. Los enólogos que lo acompañaron permanecieron solo dos años y se fueron. Más tarde, aquella Dirección volvió a cambiar de nombre por el de Instituto Nacional de Vitivinicultura, Delegación Cafayate, cuya denominación se mantiene hasta hoy. Además de los expertos que hemos mencionado: Hurtado y Bustos, nos interesa destacar a los primeros enólogos oriundos de Cafayate y/o con raíces vallistas, cuyos títulos fueron obtenidos en la Escuela de Fruticultura y Enología de San Juan, creada por Domingo F. Sarmiento el 7 de setiembre de 1862, dependiente del Ministerio de Agricultura de la Nación. El primer profesional que llevó su diploma a Cafayate fue el enólogo don Virgilio Carlos Plaza Navamuel (1929-2007), que se recibió en 1952 y comenzó a aplicar sus conocimientos durante algunos años en la “Bodega Luis Emilio Romero Ltda. S.A.”, de San Juan, y más tarde en Cafayate, en el laboratorio de la “Bodega La Rosa” de Michel Torino Hnos.,


250

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

dedicándose posteriormente y hasta 1989, a la agricultura y a la viticultura en su finca “San Pedro de Yacochuya”. Tiempo después, se irán incorporando en Cafayate al grupo de enólogos oriundos del Valle de Calchaquí, don Arnaldo Etchart, don Julio Octavio Ruiz Moreno, don Salvador Figueroa Outes y don Rafael Azcárate (h), que durante la década de 1960 obtuvieron también sus diplomas en la Escuela Nacional de Fruticultura y Enología de San Juan, quienes desarrollarán sus profesiones en las diferentes bodegas de Cafayate, Animaná y Molinos. Sin duda que el estudio histórico sobre un tema como el aquí tratado, es extenso. De ahí que esta investigación, acotada a la provincia de Salta, apunta desde los orígenes del vino en la Argentina y a la gran transformación que tuvo su producción a partir de mediados del siglo XIX. Las tradicionales fincas y empresas vitivinícolas salteñas, se han transferido, tanto a manos de capitales nacionales (que inmediatamente traspasaron total o parcialmente en nuevas operaciones los paquetes accionarios), como a grupos extranjeros y/o multinacionales. Es decir, en general, excepto casos puntuales, la historia reseñada ha cumplido su ciclo. Contemplemos pues tal como lo señalamos al principio, el reflejo de aquella pujanza y el espíritu progresista de los viejos pioneros de la región que –no debemos olvidar-, fueron los esforzados iniciadores de una industria que adquiere en nuestros días una singular importancia.


R.L. PLAZA NAVAMUEL: Los antiguos viñedos salteños y sus vinos

251

6. EL MUSEO DE LA VID Y EL VINO EN CAFAYATE En el acápite titulado “El Museo en ruinas” de nuestro libro Génesis de la vitivinicultura salteña (2008), hacíamos referencia a la creación del Museo de la Vid y el Vino en Cafayate que fue una excelente idea del ex intendente don Julio Octavio Ruiz Moreno, cuidando de guardar y mostrar a propios y visitantes la historia de la producción vitivinícola que ha identificado fuertemente a la región. Señalábamos que el turismo, actualmente cumple un papel importante entre las actividades económicas de la Provincia, y que debería contar con un Museo en mejores condiciones que el actual, sensiblemente descuidado y muy distante en su imagen de la idea original, es decir, que el mismo debería reflejar la pujanza y el espíritu progresista de sus viejos y nuevos productores, tal como ocurre en otras zonas vitivinícolas del país y del mundo. Comentábamos sobre el edificio que restaurado en 1979 con subsidios otorgados por la Secretaría de Turismo de la Nación, el Gobierno de la Provincia de Salta, la Municipalidad de Cafayate y algunas empresas, fue posible instalar el museo. Este primer museo es cierto que nació con algunas deficiencias, pero tenía la posibilidad de ir perfeccionándose y convertirse con el tiempo en un verdadero centro histórico-cultural, lamentándonos que, hoy por hoy es una verdadera ruina. Sin embargo, sosteníamos que Salta tiene mucho para mostrar y que reúne historiadores y museólogos que pueden aportar sus


252

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

conocimientos para conseguir una adecuada presentación de nuestro pasado enológico industrial, convencidos de que museólogos no escaseaban en la provincia. A lo expuesto en aquel libro publicado en 2008, debemos referirnos a que el 11 de marzo de 2011, luego de varios años de anhelar la recuperación del Museo a fin de promocionar la actividad turística y la producción vitivinícola de los Valles Calchaquíes, el gobernador de la provincia don Juan Manuel Urtubey inauguró el nuevo Museo de la Vid y el Vino, que está emplazado en el predio del antiguo museo conocido con el nombre de “La Bodega Encantada”, estructura que se integra a la oferta turística de la Ruta del Vino. El lugar propone una muestra dinámica e interactiva sobre la historia y características de los viñedos y los vinos de altura. El Museo de la Vid y el Vino, está a la vanguardia de los Museos Temáticos Argentinos y posicionado como uno de los más originales e innovadores museos dedicados al vino de todo el mundo. Según sus creadores temáticos, Héctor Berra y Gustavo Borlasca “representa un valioso aporte cultural de Cafayate al país”. En cuanto a la sección denominada Memoria de la Vid, ofrece un espectáculo con innovadoras técnicas de

exhibición,

con

efectos

escénicos,

lumínicos,

programas

multimedia y presentaciones audiovisuales. El visitante toma contacto con diferentes escenas relacionadas con el sol, el agua, el trabajo del hombre y los viñedos más altos del mundo, el cielo de los Valles, el clima y la tierra. La sección Destino de Vino, ubicada en el antiguo edificio, es donde el vino de Cafayate y los Valles Calchaquíes


R.L. PLAZA NAVAMUEL: Los antiguos viñedos salteños y sus vinos

253

cuentan su historia. Llegando al final del recorrido se puede conocer los procesos del vino y luego las variedades emblemáticas de la región, como el Torrontés, Cabernet Sauvignon, Malbec, Tannat, entre otras. El tramo final se denomina El Vino Cuenta su Historia y lo hace mediante una propuesta multimedia que sintetiza el proceso del vino17. Ahora bien, personalmente me alegra esta propuesta pero aún los salteños seguimos esperando ver algo coherente. De la misma manera, debo señalar que me ha tocado trabajar en el contenido de los textos históricos, mancomunadamente con la directora de Planificación del Ministerio de Turismo y Cultura, Ana Cornejo Remy. Sin embargo, el grupo de empresarios bodegueros integrantes de Bodegas de Salta, la Dirección General de Patrimonio Cultural dependiente de la Secretaría de Cultura de la Provincia y algún otro improvisado ensayista que increíblemente fiscalizó el contenido del Museo, observaron los textos, a través de absurdas tachaduras y exclusiones, con una idea comercial actual por poco petulante, alejada de la verdad histórica y de la visión que debe tener un Museo por más recursos tecnológicos, estéticos, narrativos y moderno que sea. Ignorando adrede en los textos presentados, hechos de suma importancia en la historia de la vitivinicultura de la zona, menciones justas de los auténticos precursores durante los siglos XVI al XIX y, como tal, dignos de quedar manifiestamente registrados en el Museo. Prensa de la Secretaría de Cultura de Salta, Gobierno de la Provincia de Salta, Argentina; sábado 12 de marzo de 2011. 17


254

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Se han mezclado datos y personajes como si todos los que allí figuran hubiesen trabajado de igual manera por el progreso de la industria vitivinícola de la provincia, quitándose fotografías que ocupaban lugares destacados en el Museo original, mientras que los bodegueros actuales aparecen como si fueran los descubridores del néctar de Baco, comenzándose a contar una historia absurda iniciada a partir de ellos, a cuya sombra ficticia y confusa se mueven ciertos intereses que, claro está, no es historia. Si bien el Museo actual es único en la Argentina, su contenido histórico es lamentable. Se ha tardado mucho para restaurar el Museo, luego se dijo que se ha “inaugurado el Museo de la Vid y el Vino”, pero lo cierto es que ya existía y al menos en ruinas como estaba, había cierta ecuanimidad y claridad en la exposición. VINO CALCHAQUÍ De Juan Carlos Dávalos18, al poeta Joaquín Castellanos De tierras indias, Señor poeta, es este mosto savia cordial; del verde valle que se divisa de una Apacheta como un oasis entre desiertos de nieve y sal. Savia de viejas cepas de España 18

LA GACETA, Domingo 20 de febrero de 1921, Salta y sus poetas. Una página inédita de Juan Carlos Dávalos.


R.L. PLAZA NAVAMUEL: Los antiguos viñedos salteños y sus vinos

255

que los abuelos conquistadores, plantaron junto con sus lanzones en tierra extraña, mientras al indio le disputaban valles y alcores. Vino que tiene sabor de tierra, olor de fértil valle en Abril, la vena ardiente que atiza fuegos de amor y guerra o evoca danzas al son vibrante del tamboril. Aquellos recios peninsulares, en pugna terca con su destino, de este “bon vino” cataron sobrios en sus hogares, se confortaron en sus empresas con este vino. ¡Bien haya el vino de sabor fuerte que una sonrisa pone en los labios y da a las almas como el olvido, como la muerte la paz que en vanas filosofías buscan los sabios!

BIBLIOGRAFÍA CASTELLANOS, JOAQUÍN: Acción y pensamiento. Al margen de la historia, labor parlamentaria, más allá de la literatura, Buenos Aires, J. A. Pellerano, 1917. CORNEJO, ATILIO: El virrey don Francisco de Toledo. Verdadero fundador de Salta. propulsor del derecho indiano, tomo 1, Salta, Ediciones Limache, 1983. DÁVALOS, JAIME: Yo soy quien pinta las uvas, Colección Cancionero, Buenos Aires, Torres Agüero Editor, 1980.


256

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

FORTUNY, PABLO: Nueva historia del norte argentino. Descubrimiento y conquista, Buenos Aires, Ediciones Teoría, Biblioteca de Estudios Históricos, 1966. HESSLING, MARÍA TERESA CADENA de: Geografía de Salta, Salta, Ediciones Puna, 1985. LA GACETA, Domingo 20 de febrero de 1921, Salta y sus poetas. Una página inédita de Juan Carlos Dávalos. LIZONDO BORDA, MANUEL: Historia del Tucumán (Siglos XVII y XVIII), Publicación de la Universidad Nacional de Tucumán, Departamento de Investigaciones Regionales, Instituto de Historia, Lingüística y Folklore, Tucumán, Talleres Gráfico Miguel Violetto, 1941. MENDIBURU, MANUEL de: Diccionario histórico biográfico del Perú, 2º Edición, tomo X, Lima, 1934. PLAZA NAVAMUEL, RODOLFO LEANDRO: Génesis de la vitivinicultura salteña, Salta, Edición especial del Centro de Investigaciones Genealógicas de Salta, 2008. -----: Vínculos y mestizaje en torno al general Güemes, Salta, Edición especial del Centro de Investigaciones Genealógicas de Salta, 2011. REYES GAJARDO, CARLOS M.: Apuntes históricos sobre San Carlos del Valle Calchaquí de Salta, Buenos Aires, S.A. Casa Jacobo Peuser Ltda., 1938. SCHLEH, EMILIO: Salta y sus riquezas. Apuntes económicos y estadísticos, Buenos Aires Otero y Cía. Impresores, 1914. TORRE REVELLO, JOSÉ: Crónicas del Buenos Aires colonial, Buenos Aires, Editorial Bajel, 1943.


LOS JUDÍOS EN AMÉRICA ANTES DE COLÓN ACERCA DEL POBLAMIENTO DE AMÉRICA Y DE LA ARGENTINA

Antonio Virgilio Castiglione

PALABRAS INTRODUCTORIAS La existencia de un continente que no fuera Europa, África, Asia y Oceanía era totalmente desconocida en la antigüedad, tanto que los historiadores de entonces no la mencionaban en absoluto. Los primeros conocimientos que los europeos tuvieron de esta nueva tierra surgen a partir del descubrimiento y de la conquista por parte de los españoles, en 1492. Para entonces, América estaba habitada, desde el Polo Norte hasta Tierra del Fuego y desde el Atlántico hasta el Pacífico, por millones de habitantes, de miles de tribus distintas y que hablaban centenares de lenguas diferentes. Y toda esa realidad, totalmente diferente de a de los europeos 1.

1

JEAN-FRANÇOIS-ALBERT DU POUGET, Marqués de Nadaillac (1818-1904), antropólogo y paleontólogo francés, en “L’Ancienneté de l’homme”, Paris, 1870, A. Franck.; “Les premiers hommes et les temps préhistoriques”, Paris, 1881, Masson; “L’Amérique préhistorique”, París, 1883, Masson. HENRY VIGNAUD: “Le problème du peuplement actuel de l´Amérique et de l´origine ethnique de sa population indigène”, en Journal de la Société des Américanistes de París. París, nouvelle série, Tº. XIV, año 1922, pág. 1/63.


258

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Con ese desconocimiento, tanto los españoles como los portugueses creyeron haber llegado al Asia (concretamente a la India). Pero al advertir que ello era un error, que estaban ante una tierra totalmente inexplorada, comenzaron a investigar quiénes eran sus habitantes, de dónde provenían, su origen, si eran o podían ser cristianos, su grado de civilización, sus idiomas, etc. Para entonces la llamaron “Las Indias, Islas y Tierra firme del mar Océano de los Reyes de Castilla”2. ¿CÓMO SE POBLÓ AMÉRICA? Para S. Canals Frau, ese poblamiento se llevó a cabo con elementos traídos por al menos cuatro distintas corrientes de población, todas ellas provenientes de Asia, aunque dos de ellas llegaron a través de Oceanía3. Excepto las dos últimas, que habrían atravesado el Océano Pacífico en balsas, el resto habría cruzado por Beringia, hoy estrecho de Bering, que para ese tiempo no existía, ya que Alaska y Rusia estaban unidas por tierra. Hay autores que sostienen que el hombre americano desciende de emigrados de África y/o Europa. Otros de la antigua y desaparecida Atlántida4, otros de una tribu de Israel, o de Cartago 5, Cananea, 2

JUAN LÓPEZ DE VELAZCO: “Geografía y descripción universal de las Indias” (desde 1571 a 1574), con adiciones de D. Justo Zaragoza; Madrid, Est. Fortanet, 1894; pág. 1. 3 SALVADOR CANALS FRAU: “Poblaciones aborígenes de la Argentina”, Buenos Aires, Hyspamérica, Compañía Impresora Argentina, 1986; pág. 129. 4 Atlántida (o isla de Atlas). Esta teoría es relatada y descripta por Platón en los diálogos Timeo y Critias, Atlántida es una isla mítica, que Platón la sitúa delante de las Columnas de Hércules y la describe como "más grande que Libia y Asia juntas". Critias, discípulo de Sócrates, comenta que siendo niño escuchó de su abuelo una historia acerca de ella, y que ése a su vez, lo supo de Solón, a


A.V.CASTIGLIONE: Los judíos América antes de Colón

259

Fenicia o Troya; o de los polinesios, australasios, romanos, chinos o mongoles, tártaros, griegos, noruegos y otros escandinavos, etc.6. Y no faltan quienes afirman –v. gr. Brasseur de Bourbourg y Posnanosky- que el hombre sobre la faz de la tierra se originó en América Central y de aquí emigró al resto del mundo. Nuestro sabio, Florentino Ameghino, afirma que el hombre es originario de SudAmérica (más abajo volveremos sobre él en especial). Y en aras de dejar cubiertas todas las posibilidades, diremos que el Prof. Schobinger, director del Instituto de Arqueología y Etnografía de Mendoza, al tratar sobre el origen de los culturas pre-colombinas, tituló su libro “Vikingos o extraterrestres”?7. En el caso de las primitivas civilizaciones de Sudamérica, los portadores pertenecen igualmente a un solo tipo, el de los ándidos, que se diferencian de los brasílidos por ostentar menos caracteres mongólicos, y que manifestaron una arquitectura apropiada a la vida de montaña, en la región andina. Admitiendo la llegada de los polinesios, portadores de alta cultura, ello habría acontecido hacia el final del segundo milenio antes de Cristo, por lo que el autor que comentamos sostiene que las

quien se la habían contado sacerdotes egipcios del Nilo. Esta historia se remonta en el tiempo a nueve mil años antes de la época de Solón, y en ella se narra los atenienses detuvieron el avance del imperio de los atlantes, belicosos habitantes de esa isla. Y que al poco tiempo de la victoria ateniense, desapareció en el mar a causa de un violento terremoto y de un gran diluvio. 5 ALEJO VANEGAS DEL BUSTO: “Primera parte de las diferencias de libros que hay en el universo”, Toledo, 1540. 6 DANIEL ANTOKOLETZ: “Historia del Derecho Argentino (derecho castellano, indígena, indiano y argentino)”, Tº II, Bs. As., La Facultad, 1929; pág. 8-9, sum. nº 62. 7 JUAN SCHOBINGER: “Vikingos o Extraterrestres”, Ed. Huemul, 1982.


260

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

civilizaciones americanas deben haber nacido mil años antes de Cristo8. Según los propios aborígenes, cuando fueron consultados por los conquistadores acerca de su origen, manifestaron ser descendientes del Sol, o por generación espontánea u otras explicaciones. Dijimos más arriba que el debate acerca del origen del hombre en América comenzó con la noticia misma del descubrimiento. Este provocó el problema de determinar cuál era el origen de los Indios en América. Desde entonces los investigadores se propusieron aclarar esa cuestión. Como para esa época los textos bíblicos gozaban de autoridad absoluta, los primeros escritores buscaron una explicación en los mismos9. Y en materia literaria, marca el comienzo la publicación en Sevilla en el año 1535, por parte de Gonzalo Fernández de Oviedo, de su obra “Historia General y Natural de las Indias, Islas y Tierra Firme del Mar Océano”. Este autor ofrece dos alternativas acerca del origen del hombre americano o indio: a) originarios de Cartago, gracias a los viajes de los comerciantes cartagineses, que habrían sido los descubridores de América; b) procedentes de antiguos españoles. Podemos decir que Oviedo es el introductor de las teorías del origen tras-atlántico.

8SALVADOR 9

CANALS FRAU: obra citada, pág. 139. PAUL RIVET: “Los orígenes del hombre americano”, Ed. Cuadernos Americanos, nº 5, México,

1943, pág. 15/16.


A.V.CASTIGLIONE: Los judíos América antes de Colón

261

Otro problema que se planteó para entonces era si esos seres que habitaban el Nuevo Mundo eran humanos o no (llegaron a calificarlos de “homúnculos”), si ellos podrían llegar a ser cristianos, si se convertirían por las buenas o a la fuerza, o habría que esclavizarlos. Fray Bartolomé de las Casas (1484/1566), el denominado “Protector de los Indios”, sostuvo que los habitantes de las Indias Occidentales (América) descendían de los de las Indias Orientales (Asia), “porque las primeras eran parte de las segundas”10. Francisco López de Gómara (1511/1566), que fuera mano derecha y biógrafo de Hernán Cortés, y cronista de la conquista, fue durísimo en sus conceptos para con el hombre americano, dijo que su principal dios era el diablo, mantenían relaciones sexuales como los animales, eran grandes sodomistas, caníbales, sin noción de lo que es Justicia, vergonzosamente desnudos, salvajes, insensatos, sucios, borrachos, viciosos, en síntesis, la peor gente que Dios pudo haber creado 11. Aparece López de Gómara como el primer autor español en sugerir a Atlantis como el posible origen del hombre americano (recuérdese que el primero fue Platón). Él razonaba que los indios mejicanos utilizaban la palabra “atl” para referirse al agua, y que ello se debía precisamente a aquellos orígenes. Atlantis quedaba –se decía- en la

10

BARTOLOMÉ DE LAS CASAS: “Apologética historia sumaria” (1536) e “Historia de Indias” (1517), aunque publicadas mucho más tarde (1909 y 1876, respectivamente). 11 FRANCISCO LÓPEZ DE GÓMARA: “Historia General de las Indias”, Zaragoza, 1521; y “Crónica de la conquista de Nueva España”.


262

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

zona del Caribe, y al hundirse, sus habitantes pasaron a las islas de Cuba, La Española, y resto del Continente americano. Agustín de Zárate (1514/1560), cronista e historiador español, apoyaba la teoría de López de Gómara sobre Atlantis, y que sus habitantes emigraron a América ante de que ese continente se hundiera en el océano. En esa línea también estaban Francisco Cervantes de Salazar, Pedro Sarmiento de Gamboa, y entre nosotros, Emilio y Duncan Wagner12. Por su parte, el italiano Girolamo Benzoni (1519/1570) apoyaba la teoría “cartaginesa” 13. El portugués Antonio Galvâo, tras vivir varios años en Oriente como gobernador portugués de las Islas Molucas (hoy Indonesia), consideró creíbles las versiones de que los viajeros chinos habían llegado a América mucho tiempo antes que Colón, y que los chinos o los indios poseían similares facciones y costumbres, aunque no especificaba cuáles, pues solo mencionaba “los pequeños ojos y las narices chatas”14. Siguiendo esa línea, Magalhâes destacaba el parecido de la cara achatada de los indios habitantes de Brasil con la de los chinos15.

12AGUSTÍN

DE ZÁRATE: “Historia del descubrimiento y conquista de la provincia del Perú”, 1555. Francisco Cervantes de Salazar: “Crónica de Nueva España”, 1566; Pedro Sarmiento de Gamboa: “Historia de los Incas”, 1572. Emilio y Duncan Wagner: “Civilización Chaco Santiagueña”, 1932. 13 GIROLAMO BENZONI: “La storia del Nuovo Mondo” (“Novae novi orbis historiae”), 1572. 14 ANTONIO GALVÂO: “The discoveries of the world, from the first Original Unto the year of our Lord”, 1555. 15 PERO DE MAGALHÂES: “Historia de la provincia de Santa Cruz, a la que vulgarmente llamamos Brasil”, 1576.


A.V.CASTIGLIONE: Los judíos América antes de Colón

263

Y visitando nosotros el Archivo de Asunción del Paraguay, encontramos una obra de García y Merino, que sigue la teoría de Galvâo, en el sentido de que los chinos eran asiduos visitantes de las costas americanas, en especial las peruanas. Da como ejemplo que en las huacas mortuorias incas se encontraron vasijas con inscripciones en idioma chino e imágenes de asiáticos16. En lo personal, y como hombre de derecho, nos parece muy importante la cuestión del origen del hombre americano, porque en nuestras investigaciones sobre la Historia del Derecho, hemos notado en algunos “ordenamientos jurídicos”, como ser los aztecas, los mayas y los incas, cierta influencia de los derechos orientales, con mucha injerencia religiosa, que le daba un carácter sagrado, divino o teocrático a esos derechos, penas durísimas que sirvieran de escarmiento, crueles en el castigo de los delitos; el soberano como propietario de la tierra, la colectivización de la agricultura, canales, guarda de los excedentes de las cosechas, la poligamia permitida a los nobles, castigo a la vagancia, etc. Como los datos conocidos para entonces eran totalmente insuficientes, pues el desconocimiento era muy grande, se lanzaron varias vías de investigación, entre ellas la antropología o historia natural del hombre, la clasificación de las razas humanas y el examen de sus caracteres distintivos, la filología, etc. EL ORIGEN DEL HOMBRE SERÍA SUDAMERICANO (AMEGHINO) 16

MANUEL GARCÍA Y MERINO: “Relaciones entre los antiguos peruanos y los chinos”, Lima, 1890.


264

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

El sabio argentino Florentino Ameghino (1854/1911), en su “Doctrinas y descubrimientos” (1971), sostuvo que “el origen del hombre es sudamericano, que esta región es la cuna del género humano, que el hombre partió de Sud América para poblar los otros continentes. Que los hombres de las otras regiones de la Tierra tienen un origen común con los de Sudamérica es un hecho indiscutible. Que el homo papaeus se trasladó primero de Sud a Norte América a través de Panamá, y posteriormente, un grupo se trasladó al Asia (raza mongólica) por Bering, mientras que otro grupo (raza Galley Hill) pasó hacia Europa por un puente de la era cuaternaria que unía Canadá con Europa” 17. Con gran ingenio razonaba que si Bering pudo ser puente para venir de Asia, también pudo ser puente para ir hacia ese continente. De todos modos, tanto Ameghino como sus adversarios de la época han quedado superados por el avance de la ciencia. Ahora se sostiene que el hombre provendría del África. LA LLEGADA DE LOS ÁRABES A AMÉRICA Armando Vivante, al afirmar que hubo negros en América antes de la llegada del conquistador europeo, sostiene que el Sultán de Guinea, hacia el 1300 d.C., preparó una flota para averiguar si había

AMEGHINO: “Doctrinas y descubrimientos”, Buenos Aires, La Cultura Argentina, 1917, págs. 169/187. Punto IV. “Origen y emigraciones de la especie humana”. Cap. I, “El origen sudamericano del hombre”. 17FLORENTINO


A.V.CASTIGLIONE: Los judíos América antes de Colón

265

tierra firme a otro lado del Atlántico, y que ellos realizaron al menos tres viajes a América del Sur18. Juan Suárez de Peralta

19

decía que no pensaba que los nativos de

la Península de Labrador o de la Florida (en el Caribe) tuviesen el mismo origen que los sudamericanos habitantes del Estrecho de Magallanes. Y más tarde llegó a proponer que algunos americanos eran descendientes de egipcios o de etíopes, debido a las costumbres de las mujeres de participar en negocios, o que los hombres efectúen tareas hogareñas, o que las mujeres orinen de pie y los hombres sentados, y que tanto hombres como mujeres hagan sus necesidades en público. TESIS DE LA APARICIÓN SIMULTÁNEA DEL HOMBRE EN VARIAS PARTES No podemos dejar de mencionar la tesis de varios sabios “poligenistas”, que sostienen que no hay razón alguna para pensar que el ser humano no haya aparecido simultánea o sucesivamente en distintos lugares de la Tierra, como ser en América, Europa, África o Asia20. Nos permitimos concluir este primer punto, opinando que la tesis del poblamiento del Nuevo Mundo, por el Noroeste del continente (Bering), por gente que vino del Asia o a través de ella, nos parece la 18

ARMANDO VIVANTE: “El problema de los negros prehispánicos americanos”, en Revista del Museo de La Plata, 1967, Tº VI, Antropología, nº 36, pág. 292; Ibrahim Hallar: “El descubrimiento de América por los árabes”, Bs. As., Ed. Caridad, 1960. 19 JUAN SUÁREZ DE PERALTA: “Tratado del descubrimiento de las Indias y su conquista” (1580), año 1949, pág. 5. 20 Bory de Saint Vincent, Morton, Frederick Muller, Hervé, Pouchet, etc.


266

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

solución más lógica y natural, especialmente desde el punto de vista antropológico, etnográfico y Lingüístico. LAS DIEZ TRIBUS PERDIDAS DE ISRAEL (LOS “OPHIRITAS”) Dentro de las distintas teorías que acabamos de mencionar más arriba en forma sintética, aparece una interesante que sostiene que “los civilizadores originales de México y América Central (Meso América) fueron las diez tribus perdidas de Israel”. Según esta teoría –proveniente de unos monjes españoles- luego de que su reino fuera destruido hacia el año 721 a.C., diez tribus de Israel escaparon de la cautividad a que habían sido sometidas por sus captores, dejaron Palestina, Siria y Asiria y vinieron hacia América. Benito Arias Montano (1527-1598) editó un mapamundi, en el que explicaba que los descendientes de Noé poblaron el Nuevo Mundo: Ophis llegó al Perú y Jobal colonizó el Brasil 21. Algunos sostienen que cruzaron el Asia por Siberia hasta llegar al estrecho de Bering (o Beringia) y desde allí llegaron a territorio hoy americano, y siguieron hacia Centro y Sud América. Otros, en cambio, afirman que esos emigrantes lo hicieron a través de Persia, la India, Polinesia, cruzaron el Pacífico Sur en pequeñas y frágiles embarcaciones (del tipo “Kontiki”), y que se radicaron en Sud América, especialmente en Bolivia y Noroeste argentino.

21ARIAS

MONTANUS, BENITO: “La Biblia Polígolta”, Amberes, 1570.


A.V.CASTIGLIONE: Los judíos América antes de Colón

267

Esta teoría que explicamos fue recibida con beneplácito por mucha gente, aunque otros como Baldwin22 la calificaron de “lunática”23. Esta novedosa como interesante teoría, fue sostenida por el belga Johannes Fredericus Lumnius (1533/1602), en su obra “De extremo Dei iudicio, et Indorumuocatione” (Venecia, 1569), con argumentos teológicos tomados del libro IV de Esdras, que indicaba que diez tribus de hebreos que estaban en Asiria, escaparon de Salmanasar 24 a Arzareth25. Esa localidad sería India (América). 22

JOHN DENISON BALDWIN: “Ancient America in notes on American Archaeology”, 1871; “Wence come that Old Civilization?”, pág. 167. 23 Ver el libro en internet: http://books.google.com.ar/books?id=ilgeItOfCW0C&pg= PA167&lpg=PA167&dq=Baldwin+the+lunatic+fancy&source=bl&ots=jtWRH8z7XU&sig=tDTq63 diew6N-J7G8tiQQtL2nFI&hl=es&sa=X&ei=IlA7U-3lEcKC0AHK1ICgAQ&ved=0CCoQ6AEw AA#v=onepage&q=Baldwin%20the%20lunatic%20fancy&f=false 24 Salmanasar V era el rey de Asiria que gobernó el país durante los años 727 a 722 a. C. En el año 725 a.C. invadió el reino de Israel, porque su rey Oseas se negaba a pagar el tributo. Sitió Samaria, que la capital del reino, y tras saquearla (en realidad terminó la invasión su hijo y sucesor Sargón II, porque Salmansar murió durante el sitio), se llevó a las tribus de Israel cautivas y las dispersó por el imperio asirio. 25 Arzareth: este nombre en hebreo significa “montaña” (=Ar) de Zareth. Según la tradición, fue el lugar a donde fueron desterradas las diez tribus perdidas de Israel hacia el año 721 a.C. No se sabe bien dónde queda, hay muchas hipótesis acerca de ello, aunque se decía que quedaba detrás de un gran río. Algunos la sitúan en Rumania, otros en Ucrania; como el texto dice que “está a un año y medio de camino”, otros piensan incluso que se trata del Japón. Hoy los estudiosos piensan que es un nombre legendario, inexistente, ya que las diez tribus no habrían perdido, sino que habrían sido mezcladas con otras poblaciones antiguas y desaparecieron, ya que ésa era una práctica de Asiria en la antigüedad (lo mismo hizo Stalin con los tártaros de Ucrania, en 1944, que fueron enviados en masa a Uzbequistán, y en su lugar envió familias rusas a Crimea). Era política de los asirios que para evitar que los pueblos sometidos se sublevaran, los mezclaban con otros pueblos y de esa manera hacerles así perder su identidad cultural. Pero los judíos pensaron que Dios nunca podía permitir que su pueblo elegido desapareciera así nomás, y forjaron la creencia de que un día volverán de un lugar misterioso, escondido, donde se encuentran. Esas tribus se habrían traslado hacia allí observando las leyes de Moisés, hasta el tiempo de la restauración. El tiempo de la restauración era, según la creencia judía, el día fijado por Dios para restaurar las doce tribus de Israel. Dios traería a las otras diez, de su lugar oculto donde se encuentran, las reuniría y de esa manera volverían a estar las doce juntas. Antecedentes: según la tradición bíblica, Moisés liberó a las doce tribus de Israel, hacia el año 1200 a.C., gracias a diez plagas enviadas por él contra el Faraón y su pueblo. En ese éxodo (o salida) las 12 tribus quedaron libres, y fueron a radicarse en la Tierra Prometida (Palestina), donde estuvieron hasta


268

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Esos versículos dicen (en una traducción nuestra): “Estas son las diez tribus que habían sido llevados prisioneros, fuera de en su propia tierra al tiempo del rey Osea (Josiah), a quien el rey de los asirios Salamanasar los llevó cautivos a otras tierras, cruzando un río. Entonces ellos decidieron irse a un territorio lejano, desconocido, jamás habitado por la raza humana, y adonde pudieran tener las leyes que no les permitieron tener en sus tierras. Y así cruzaron el río Eufrates por los lugares angostos del río y tras un viaje de un año y medio llegaron a una región llamada Arzareth” 26. El teólogo español Juan Suárez de Peralta (1537/1590)

27,

es otro

de los primeros peninsulares españoles en apoyar la teoría que analizamos, y en su “Tratado del descubrimiento de las Indias y su conquista” (1580), cuando escribe el origen de los indios, también funda su opinión “en la autoridad del Cap. XIII, del libro cuatro de Esdras”. el año 721 a.C., en que diez de ellas fueron llevadas nuevamente cautivas, esta vez por los asirios, y que no aparecieron nunca más. Sólo quedaron dos, que luego se fusionaron en una sola, la de Judá, de la que descienden hoy todos los judíos del mundo. 26 Libro II Esdras 13:40-47. Versículos nº: (versión en inglés) 40.Those are the ten tribes, which were carried away prisoners out of their own land in the time of Osea the king, whom Salmansar the king of Assyria led away captive, and he carried them over the waters, and so came they into another land. 41 But they took this counsel among themselves, that they would leave the multitude of the heathen, and go forth into a further country, where never mankind dwelt, 42 That they might there keep their statutes, which they never kept in their own land. 43 And they entered into Euphrates by the narrow places of the river. 44 For the most High then shewed signs for them, and held still the flood, till they were passed over. 45 For through that country there was a great way to go, namely, of a year and a half: and the same region is called Arsareth. 46 Then dwelt they there until the latter time; and now when they shall begin to come, 47 The Highest shall stay the springs of the stream again, that they may go through: therefore sawest thou the multitude with peace. 27 JUAN SUÁREZ DE PERALTA: obra citada.


A.V.CASTIGLIONE: Los judíos América antes de Colón

269

Ante todo aclararemos que el libro de Esdras (por el nombre del autor) no pertenece a la Biblia, es un libro apócrifo. Tampoco se conoce hoy “IV Esdras”, ya que esa era la antigua nomenclatura y que ya no se usa. Ahora se lo denomina “II Esdras”. Sintéticamente,

sostiene

que

los

habitantes

de

América

descienden de los marinos judíos que el rey Salomón envió a Ophir (Ofir). Ophir, según la Biblia, era un lejano país rico en oro, piedras preciosas y maderas olorosas. En relación con esta afirmación, diremos que Pedro Cieza de León (1520/1554), cronista español en Indias, escribió en 1553, al tratar acerca del señorío de los Incas, que ellos poseyeron más plata y oro que todos los reyes de España 28. Tenga presente el lector que en la época de Carlos I (y V de Alemania), España era la nación más poderosa de la Tierra. Y que Atahualpa, para tratar de recobrar la libertad, infructuosamente entregó a Pizarro tres grandes habitaciones llenas de oro hasta el techo. Los otros párrafos dicen: que el rey Salomón construyó una flota en Esyón Guéber, que está cerca de Elat, a orillas del mar de Suf, en la tierra de Edom (Mar Rojo). Que Hiram envió a las naves a sus servidores, marineros, conocedores del mar, con los servidores de Salomón, llegaron a Ophir (u “Ofir”), y trajeron de allí 420 talentos de oro que llevaron al rey Salomón (I Reyes, 9:26-28). En otra parte (II Crónicas 8:18 y 9: 10) agrega: que Hiram le envió, por medio de sus siervos, navíos y marinos conocedores del mar, que 28PEDRO

CIEZA DE LEÓN: “Crónicas del Perú”, Madrid, 2ª parte, 1880, pág. 49.


270

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

fueron con los siervos de Salomón a Ophir, de donde tomaron 450 talentos de oro, que trajeron al rey Salomón. Y los siervos de Hiram y los siervos de Salomón, que habían traído oro de Ophir, trajeron también madera de algummim y piedras preciosas. En 1607, el dominico Gregorio García, en su “Origen de los indios del Nuevo Mundo”, trató de demostrar las afinidades morales, intelectuales y lingüísticas que existían entre los Judíos y los Indios29. Según esta teoría, los descendientes de Noé se asentaron en Ophir. Miguel Cabello de Balboa (1535/1608) efectuó una crónica sobre el pasado prehispánico del Perú, y sostenía que el Perú era Ophir (véase el juego de letras, donde mudando la “O” del comienzo al final de la palabra, queda Phiro o Perú) y que el segundo “Perú” era Yucatán (hoy México), derivando ese nombre de Iectan, que el padre de Ophir. Las afirmaciones de Cabello de Balboa se apoyaban además en los parecidos de los Indios de América con los de las Indias del Este: ambos usaban ropas de algodón y el estilo de la vestimenta era similar; que ambos se sentaban en la tierra en lugar de utilizar sillas o bancos, ni utilizaban mesas. Explicaba que la diferencia de color de la piel de unos y de otros se debía al cielo, a las estrellas, la aridez de los vientos, la falta de melanina, y la adaptación del hombre al medio

29GREGORIO

1607.

GARCÍA: “Origen de los indios del Nuevo Mundo e Indias Occidentales”, Valencia,


A.V.CASTIGLIONE: Los judíos América antes de Colón

271

ambiente, etc., que oscurecía un poco la piel de los que vivían en América30. No podemos concluir esta teoría sin intentar explicar qué habría pasado tras la llegada de este pueblo: según Antonio Montesinos – que era un judío portugués arribado a América, que antes se llamaba Aaron Levi, de 1644- los judíos de las diez tribus recién arribados se escondieron en las montañas de Quito, que los aborígenes locales inicialmente les hicieron la guerra, pero fueron derrotados. Luego trabaron una relación pacífica. Cuando llegó el conquistador español, los indios mantuvieron el secreto de ese pueblo judío escondido. Según Montesinos, todo ello le había sido explicado por un cacique indio, de nombre Francisco, que cierto día le confesó “que era hebreo, de la tribu de Levi”. Al escuchar esa confesión, Montesinos le dijo que él también era judío, y de esa manera el cacique lo condujo a su pueblo, que estaba oculto. Menasseh Ben Israel, un judío portugués nacido en Madeira en 1604, que llegó a ser el Gran Rabino de Amsterdam, afirmó que estas tribus nunca retornaron al segundo templo de Israel, que sus miembros continúan profesando la religión judía, que ellos retornarán a Jerusalén y que las Doce Tribus se reunirán nuevamente31.

CABELLO DE BALBOA: “Miscelánea Anthártica”, aproximadamente de 1580. ROTH: “Magna Bibliotheca anglo judaica. A bibliographical guide to Anglo Jewish

30MIGUEL 31CECIL

history”, Londres, 1937. MENASSEH BEN ISRAEL: “Spes Israelis” u “Origen de los Americanos, esto es esperanza de

Israel”, Amsterdam; Madrid, 1881.


272

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Por su parte, el “Libro de Mormón” trata las tres migraciones provenientes de tierras asiáticas hacia América. Sostiene que la tribu de Jared (los Jareditas), llegaron a América al tiempo de la confusión de lenguas; un segundo grupo hizo lo propio bajo el liderazgo del profeta Lehi en la época de Sedequías, rey de Israel y el tercero, guiado por Mulek llegó en esa misma época. Su autor trata la historia del pueblo de Jared y las razones que los motivaron a abandonar sus hogares en Asia para aventurarse en una nueva tierra32. DESDE LA LINGÜÍSTICA Otros autores -y desde la lingüística o filología- también intentaron resolver este problema, mediante la comparación de las lenguas americanas con las europeas y asiáticas. Quizás el más conocido sea el de Vicente Fidel López. Teniendo en cuenta la cercanía con nosotros, el sacerdote italiano Miguel A. Mossi 33, en sus estudios realizados en Santiago del Estero, sostuvo que “he conseguido con el cotejo de las raíces hebreas con las kjéchuas (o quechuas) sacar el verdadero alfabeto kjéchua por identidad de más de 500 palabras que salen de las raíces hebreas con las mismas letras e igual significación sin discrepar en una sola letra; por lo cual tuve que escribir un diccionario hebreo-kjéchua que consta de 525 raíces hebreas con las correspondientes kjéchua ... 32HUGH

NIBLEY: “Lehi en el desierto y el mundo de los jareditas”, Ed. Deseret, 1952. A. MOSSI: “Diccionario Analítico-Sintético-Universal”, Univ. Nac. de Tucumán, Imp.

33MIGUEL

Miguel Violetto & Cía., 1926, pág. 85, nota al pie, fechada en 28/05/1893. VICENTE FIDEL LÓPEZ: “Las razas arianas del Perú”, Montevideo, 1868.


A.V.CASTIGLIONE: Los judíos América antes de Colón

273

Queda pues probado -afirma Mossi- el origen hebreo de dicho idioma”. Y en otra parte de su obra afirma que las tribus de Atamisqui (población de Santiago del Estero donde Mossi vivió en 1888, a cargo de ese curato) hablaban hebreo antiguo. Aunque, en rigor de verdad, debe decirse que prácticamente no existe idioma del mundo antiguo en el cual los investigadores no haya intentado describir semejanzas con las del nuevo continente: chino, japonés, árabe, vasco, sumerio, turco, mongol, tártaro, polinesio, maorí, copto, etc. 34. ALGUNAS OTRAS PRUEBAS El arqueólogo ruso Bernardo Graiver manifiesta que cuando visitó el Museo Arqueológico de Santiago del Estero (Argentina) junto al escritor Joaquín Meyra, observó en él una serie de piezas arqueológicas de arcilla y en ellas dice haber leído o reconocido simbología hebrea, como ser la estrella de David, o palabras arameas, como ser “Ab” (padre), “Pesaj” (Pascua), y una frase que decía “faltan tres días para la Pascua …”; o el tetragrama de Yahvé. Lo mismo en otras piezas, con supuestas inscripciones en arameo o hebreo V. CASTIGLIONE: “Historia de Santiago del Estero - Muy Noble Ciudad (Siglos XVI a XVIII)”, año 2012, pág. 54/55. BENIGNO FERRARIO: “La investigación lingüística y el parentesco extra continental de la lengua Qhexwa”, Montevideo, 1934. JOSÉ IMBELLONI: “El idioma de los incas del Perú en el grupo lingüístico melanesio-polinesio”, en “Investigaciones para la etnogénesis americana”, 1926. ENRIQUE PALAVECINO: “Elementos lingüísticos de Oceanía en el Quichua”. 34ANTONIO


274

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

antiguo. Dice creer haber reconocido una insignia con un gran barco con remos y una inscripción que habla de una tribu denominada “Zevilum”35. El arqueólogo e investigador Adán Quiroga, investigando a los calchaquíes y a “la nación quichua y otras de América”, afirma que había encontrado huellas vivas de civilización judaica y se apoyaba en la obra de George Jones, intitulada "Identity of the aborigines of America with the people of Tyrus and Israel”, referida a la identidad de los indios americanos con las tribus israelitas, y la opinión de Lord Kingsborough, quien también aseveraba que América fue colonizada por los israelitas. Concluía Quiroga que “hay tradiciones sobre los contactos del pueblo judío con las razas americanas”, y que “por más aventurada que parezca la invasión judaica a nuestra América, no puede negarse, al menos, la coincidencia de numerosas creencias, de ritos y tradiciones judaicas y americanas” 36. El jesuita español Joseph Gumilla (1686/1750), quien exploró como misionero la cuenca del río Orinoco (hoy Venezuela), comprobó que la oración ritual que los indios de esa región dirigían a diario al Sol era la misma que decían los hebreos y que figuran en el Deuteronomio. Cuando les consultó dónde habían aprendido esa

GRAIVER: “Judíos en América”; “Historia de la Humanidad en la Argentina bíblica y Bibliónica”, Ed. Albatros, Ed. Albatros (de Biblos, Fenicia). 36ADÁN QUIROGA: “Calchaquí”, 1923, pág. 32/33. 35BERNARDO


A.V.CASTIGLIONE: Los judíos América antes de Colón

275

oración, le contestaron que de sus antepasados, pero que en realidad ellos no adoraban al Sol, sino a quien lo había creado37. INFLUENCIA DEL DERECHO HEBREO EN CULTURAS SUDAMERICANAS En nuestras investigaciones sobre el derecho de los aborígenes antes de la llegada del español (haciendo Historia del Derecho), nos ha parecido ver alguna influencia del derecho hebreo en culturas sudamericanas, especialmente del N.O. argentino. Esta tesis es a la que adhieren José de Acosta, Nicolás de Techo, José de Sosa y Lima, Pedro Lozano, Adán Quiroga y Walter Krickberg. Citaremos como ejemplo de ella: a) La existencia de nombres judíos entre los calchaquíes (David, Jacobo, Moisés, Samuel, Salomón, Sansón, Jonás)38. b) La práctica de la circuncisión entre los diaguitas. También se circuncidaban los indios de Yucatán. c) Instituciones como el levirato y el sororato, entre los calchaquíes, diaguitas y tonocotés. d) El sistema corporativo de trabajo corporativo de los diaguitas y calchaquíes, conocido como de mingas, que se llevaba a cabo en las siembras y cosechas, donde todos los miembros de una familia se daban cita para trabajar en determinado lote y luego pasaban al de otra persona (similar al ritual agrario israelita del minkhah). GUMILLA: “El Orinoco ilustrado y defendido. Historia natural, civil y geográfica de este gran río y de sus caudalosas vertientes”; 1731. 38NICOLÁS DE TECHO: “Historia del Paraguay, de la Compañía de Jesús”; 1673. ADÁN QUIROGA: obra citada, p. 32/41. 37JOSEPH


276

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

e)

Circunstancias

fácticas,

como

la

estrella

de

David

aparentemente dibujada en los torteros de los aborígenes que habitaron en Santiago del Estero39. f) El uso del traje talar con ceñidor. g) El carácter de supersticiosos de los judíos y de los Calchaquíes. h) Finalmente, la vinculación entre los idiomas arameo y quechua y las 600 palabras en común entre ambos idiomas que encontrara el padre Mossi40. i) Hay quienes afirman también que los preceptos de los incas, que en idioma quichua son “ama sua” (no robarás), “ama kella” (no holazanearás), “ama lulla” (no mentirás), “ama vanuchi” (no matarás), “ama konkawakichu” (no olvidarás), tienen su origen en los mandamientos mosaicos. CONSIDERACIONES FINALES Leyendo la historia -y más aún la ciencia- observamos que las verdades van cambiando según las épocas. Nuevos datos que se GRAIVER: obra citada. A. MOSSI: “Diccionario Hebreo-Quechua-Castellano”, Tucumán, 1926. Por ejemplo (un

39BERNARDO 40MIGUEL

resumen transcripto por Adán Quiroga, en “Calchaquí”, pág. 39): Quichua Chay (persona) Auki (padre) Mayu (río) Hara (falda del cerro) Yacu (agua) Kelka (escribir) Khata (cubrir) Samana (descanso) Taka (machucar) Zara (grano)

Hebreo Chay (ser viviente) Av (padre) Mayin (río) Har (montaña) Yav (mar) Kelhav (escritura) Khatah (cubrir) Saman (tiempo de fiesta) Daka (machucar) Zarakh (semilla)


A.V.CASTIGLIONE: Los judíos América antes de Colón

277

agregan, diferentes interpretaciones, ponen en boga teorías muchas veces insólitas. Pero también hemos podido comprobar que en cada teoría suele haber una parte, un aspecto que nos acerque a la realidad del hecho estudiado. Porque los acontecimientos históricos suelen ofrecer varias aristas por donde enfocarlos. Esto me lleva a pensar que posiblemente en este tema apasionante la respuesta auténtica pueda darse algún día juntando varias interpretaciones. Mientras así sea, espero que este ejercicio de mostrar el estado actual de la investigación acerca de la existencia de judíos en América antes de Colón resulte de alguna manera provechoso.



E. FRÍAS SILVA: El “loco Torres”

279

EL “LOCO TORRES” Eduardo Frías Silva

ADVERTENCIA En el número 13 de esta Revista, publicamos “La Plaza Independencia y la calle 25 de Mayo de Tucumán, en el año 1910. Recuerdos de infancia”, uno de los textos inéditos del doctor Eduardo Frías Silva (1903-1988). Como allí se apuntaba, lo debimos la gentileza de su sobrino, el doctor Hernán Frías Silva. Del mismo origen, damos ahora otro de los escritos de aquel eximio y erudito conocedor de detalles del pasado tucumano, transcripto textualmente, subtítulos incluidos. Se refiere a cierto pintoresco personaje de la ciudad de comienzos del siglo XIX, don José Vicente Torres. Tenía larga fama. Así lo comprueba el hecho de que hace más de un siglo, en la revista porteña Caras y Caretas (número 30, del 29 de abril de 1899), Ernesto Cabrera le dedicaba el artículo titulado “Una aventura del loco Torres (Tradición tucumana)”. Carlos Páez de la Torre (h)

Don José Vicente Torres era un sanjuanino que a fines del siglo XVIII llegó a Tucumán, donde “sentó sus reales” al casarse con la linajuda doña Catalina Ruiz de Huidobro y Aráoz de La Madrid.


280

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Este buen señor tenía un espíritu muy festivo, y se complacía en gastar bromas al prójimo, algunas tan pesadas que eran verdaderas “locuras”: de allí el apodo de “Loco” que le aplicaron sus contemporáneos. Entre esas “locuras”, voy a referir algunas, que me han llegado por tradición familiar, ya que mis tías Frías eran bisnietas de una hermana de la citada doña Catalina (Dolores, casada con Don Clemente de Zavaleta, gobernador de Tucumán).

LOS PERROS DEL LOCO Torres, o mejor dicho su mujer, era propietario de una hermosa finca en El Bajo, que hoy forma parte del Parque Centenario (la casa de aquél es la que ocupa el Polo Club)1, por donde pasaba una caudalosa acequia, que el vecindario utilizaba como balneario en los días de canícula, tan frecuentes en nuestra ciudad. A falta de casillas adecuadas, las señoras y niñas bañistas dejaban sus complicados vestidos, visos y enaguas, al pie de los frondosos árboles que bordeaban el curso de agua. Lo cierto es que Torres, quizás por curiosidad malsana o por ganas de bromear simplemente, se puso en el trabajo de adiestrar a tres perros que poseía y a los que había llamado Jeringa, Bitoque y Pa’ tu culo, para que a un simple gesto suyo se arrojaran sobre las 1

Actualmente, es sede de la Escuela Municipal de Jardinería "Carlos Thays" (Nota de 2014, CPT)


E. FRÍAS SILVA: El “loco Torres”

281

prendas de vestir y las llevaran hasta el distante río, dejando a sus dueñas en un traje, que si bien no era como los bikinis de ahora, tan semejantes al de Eva, resultaban indecorosos para la mojigatería de aquellas felices épocas. Es de imaginar cómo se solazaría el autor de la travesura (y sus cómplices, si los hubo) ante la confusión de las hermosas bañistas. EL BANQUETE DE DOÑA CATALINA A raíz del episodio que acabo de narrar, la alta sociedad tucumana decretó un “boicot” contra el loco, y dejó de invitarlo a las habituales reuniones que se realizaban, alternadamente, en las casonas de mayor amplitud, a falta de locales públicos. La víctima inocente de esa actitud colectiva resultaba doña Catalina, que no podía asistir a esas fiestas sin la compañía de su marido. Para buscar un acercamiento, Torres convenció a su mujer de que debía ofrecer a la parentela y relaciones más encumbradas, un suculento banquete a servirse en la hermosa casa de la quinta. La buena de doña Catalina aceptó entusiastamente la sugestión; comenzó a repartir las invitaciones y a tomar las providencias necesarias para que el ágape resultara bien. El marido se ofreció a preparar un plato sanjuanino de fama: un pastel semejante a la torta real, de que tanto se envanecían nuestros vecinos de Salta y que tarda varios días en sazonarse.


282

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Llegado el día de la fiesta y en medio de la cordialidad reinante, a la que no eran ajenas las frecuentes libaciones de un buen vino que el dueño de casa recibía periódicamente desde el terruño, se sirvió el tan afamado pastel, que por sus propias manos aquél había preparado. Tan pronto como terminaron de ingerir el sabroso manjar, los comensales

se

desmayaban, “desgraciaron”

sintieron

otras en

descompuestos:

vomitaban, pleno

y

salón,

todos pues

algunas sin

damas

se

excepción

se

Torres,

escabullido

sigilosamente momentos antes, se cuidó de cerrar con llave desde afuera las puertas. ¿Qué había pasado? Pues sencillamente que al improvisado cocinero, en su afán de vengarse del aislamiento en que lo tuvieron sus relaciones, le pareció ocurrente mezclar con la masa del pastel algunas cucharadas soperas de “Ipecacuana”, el más fuerte purgante que se conocía en aquellos tiempos. TRAVESURAS NOCTURNAS La casa que habitaba en Tucumán la familia Torres Ruiz de Huidobro (en la actual calle Mendoza, sexta cuadra, acera Norte), tenía azotea y parapeto. El agua de lluvia bajaba por una canaleta desde el techo a la vereda, que estaba a un nivel de un metro sobre el de la calle.


E. FRÍAS SILVA: El “loco Torres”

283

Cuando comenzaba a oscurecer, el loco subía a la azotea y desde ese sitio estratégico, a la tenue luz del farol de la esquina, trataba de distinguir si algún encumbrado personaje pasaba por frente de su casa con dirección hacia el poniente, donde vivían unas hermosas muchachas “amigas de hacer favores”. En el preciso momento en que los tenorios se encontraban frente a la boca del albañal, Torres, desde arriba y utilizando el conducto como megáfono, con voz de ultratumba les decía: “¡abajo la vedera!”. Oír semejantes voces y no ver a nadie que las profiriera provocaba, como es lógico, un espanto tal en los viandantes, que más de uno se arrojaba a la calle, quedando allí maltrecho y descalabrado, o por lo menos lleno de tierra y de excrementos de animales. AGASAJOS EN SANTIAGO DE CHILE Por el año 1824, a Torres le tocó realizar un viaje de negocios hasta Chile, que coincidió con la visita que a ese país hacía el Nuncio Apostólico de América, acompañado por su Auditor, el presbítero Juan María Mastai-Ferretti, que con el tiempo gobernaría la Iglesia Católica con el nombre de Pío IX2. Durante la travesía de la Cordillera de los Andes, los viajeros se hicieron muy amigos. Tanto, que el Nuncio pidió a Torres que le 2

Mastai-Ferretti (1792-1878) había llegado a Buenos Aires en enero de 1824, y el ministro Bernardino Rivadavia le ordenó retirarse de esa ciudad y del territorio de la provincia. Partió entonces, vía Mendoza, a Chile, a donde arribó el 6 de marzo (Nota de 2014. CPT)


284

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

llevara en sus mulas parte de su equipaje, a fin de que estuviera disponible en destino unos días antes, de modo que se pudieran planchar las sotanas, capas y roquetes con antelación a la llegada de los dignatarios. Tener esos tesoros en sus manos y ocurrírsele a Torres una de sus habituales travesuras, fue todo uno. Apuró la marcha y llegado a Santiago de Chile, se puso las vestimentas eclesiásticas y mandó a uno de los peones a anunciar al Señor Obispo la inminente llegada del Nuncio y de su comitiva. Por supuesto que las autoridades civiles y eclesiásticas y los fieles, se movilizaron para recibir dignamente a los distinguidos huéspedes, que por primera vez desde la Independencia llegaban al país. Después de entrar triunfalmente en la ciudad impartiendo bendiciones, y de recibir el besamanos y los homenajes que le tributaron, Torres se afligió y confesó la “pequeña broma” que quiso hacer. Pío IX, cuando conocía a algún argentino, le preguntaba siempre por el señor Torres, “tan gracioso”, que se había hecho pasar por el Nuncio. Al final de su vida, estaba tan “loco” don José Vicente, que sus yernos Ciriaco Díaz Vélez, Eusebio Esteves y Silvestre Ramsay (esposos de Mercedes, Josefa y Juana Torres, respectivamente) no le dieron participación alguna en la testamentaría de su esposa, doña


E. FRÍAS SILVA: El “loco Torres”

285

Catalina Ruiz de Huidobro, como puede verse en el expediente sucesorio de ésta, que se encuentra en nuestro Archivo General.

Renglones finales del manuscrito del doctor Eduardo Frías Silva, con su firma al pie.



NOVEDADES

287

ACCIONES DE LA JUNTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOS DE TUCUMÁN DURANTE LOS AÑOS 2013 -2014.

AÑO 2013 En el mes de marzo de 2013, se celebró la primera reunión del año. Se repartió a los miembros ejemplares de la REVISTA XIII de la institución. La Junta hizo entrega de los diplomas que acreditan la pertenencia a la Institución de los miembros de número y correspondientes. Se decidió que el curso anual trate el periodo “Tucumán 1820 a 1852”. El día 13 de abril se realizó la Asamblea General Extraordinaria, para reformar el Estatuto. El 19 de abril, se presentó la REVISTA XIII de la Junta, en el Museo de la Casa Histórica de la Independencia. Se refirió a la publicación el doctor Pedro León Cornet. Ejemplares de la misma fueron distribuidos entre instituciones culturales de Tucumán y del país. El Suplemento Literario del diario LA GACETA, publicó un elogioso comentario sobre la REVISTA XIII, firmado por el profesor Armando Raúl Bazán, miembro de número de la Academia Nacional de la Historia. Las clases correspondientes al Curso 2011, titulado EDUCAR AL SOBERANO.

DOMINGO FAUSTINO SARMIENTO. SU BICENTENARIO, se editaron

en CD. Continuaron los trámites ante AFIP para obtener, para la Junta, la exención impositiva, por su carácter de institución sin fines de lucro.


288

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Se continuaron componiendo y distribuyendo mensualmente, por internet, las EFEMÉRIDES TUCUMANAS, además de los homenajes, en fechas especiales, por las misma vía. HOMENAJE AL GOBERNADOR LUCAS CÓRDOBA A CIEN AÑOS DE SU MUERTE.

El 29 de julio, la Junta realizó un acto ante la tumba del ilustre

tucumano, en el Cementerio del Oeste. A su personalidad, se refirió el doctor CarlosPáez dela Torre (h) En agostosetiembre, se dictó el curso TUCUMÁN DE 1820 A 1852: UNITARIOS Y FEDERALES, en el Centro Cultural “Alberto Rougés” de la Fundación Miguel Lillo, institución que lo auspició, juntamente con la Universidad Nacional de Tucumán. El 30 de agosto, se realizaron las Asambleas General Ordinaria y Extraordinaria de la Junta. Fue renovada la Comisión Directiva, como estipula el Estatuto. Se aprobó el nombramiento, como nuevos Miembros de Número, del doctor Pedro León Cornet y del señor Jorge Corominas. Y como Miembros Correspondientes, fueron designados el doctor Antonio Virgilio Castiglione, por Santiago del Estero, y el señor Rodolfo Leandro Plaza Navamuel, por Salta. El 27 de noviembre, se realizó la Asamblea General Ordinaria, complementaria de la realizada en agosto. El 13 de diciembre, la Dirección de Personas Jurídicas expidió la constancia de normal funcionamiento de la institución. AÑO 2014 En el mes de marzo, se celebró la primera reunión ordinaria. Se decidió que el tema a desarrollar en el curso correspondiente al año 2014(vigésimo dictado por la Junta, a partir de 1995), será TUCUMÁN EN


NOVEDADES TIEMPOS

DE

289 LA

CONFEDERACIÓN ARGENTINA (1853-1862),y que se

desarrollará en el mes de agosto. En abril, se solicitó a los miembros de la Junta aportar trabajos de investigación para la REVISTA N° XIV de la institución. El 19 de mayo, la Junta presentó al legislador José Manuel Páez, de la Comisión de Educación de la Legislatura, una nota pidiendo se “declare a la Junta de Estudios Históricos de Tucumán, institución de Interés Cultural y Provincial, en razón de la fructífera labor que viene realizando a lo largo de sus 48 años de existencia”. El 17 de junio, la licenciada Teresa Piossek Prebisch presentó, con el auspicio del Centro Cultural “Alberto Rougés” de la Fundación Miguel Lillo, la cuarta edición de su libro RETABLO TUCUMANO. Se refirió al mismo el profesor Jorge Estrella. Conjuntamente con el referido Centro Cultural, se realizó un HOMENAJE AL

DR. JUAN B. TERÁN CON MOTIVO DEL CENTENARIO DE LA

UNIVERSIDAD DE TUCUMÁN. Pronunció una conferencia el doctor Carlos Páez de la Torre (h), ilustrada con numerosas imágenes de la vida y obra del homenajeado. En los meses de agosto–setiembre, se dictó el curso programado, con el auspicio del Centro Cultural de referencia y en la sede del mismo. El 22 de septiembre, se realizaron las Asambleas General Ordinaria y Extraordinarias. Se aprobaron las designaciones de la doctora Gabriela Tío Vallejo, como Miembro de Número, y del señor Marcelo Gershani Oviedo como Miembro Correspondiente por Catamarca. La Dirección de Personas Jurídicas aprobó lo actuado por la Junta de Estudios Históricos de Tucumán.


290

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Se envió una nota de felicitación a la Junta de Estudios Históricos de San Juan, con motivo de haber cumplido diez años de vida. En este mes falleció el Miembro Fundador de Número de la Junta, profesor Pedro José González, a quien nos referimos especialmente en otra sección. En octubre, habiéndose recibido diez artículos para la REVISTA XIV de la Junta, dirigida por el señor Ventura Murga, y previa aprobación de la Comisión de Referato, se encomendó su diagramación. Como encargadas de la edición, actuarán la profesora Elena Perilli de Colombres Garmendia y la señora Sara Peña de Bascary. En este mes, se realizó un HOMENAJE AL CENTENARIO DE LA MUERTE DEL

PRESIDENTE JULIO ARGENTINO ROCA, tema que tratamos en un

apartado especial. El 24 de octubre, el doctor Pedro León Cornet se incorporó como Miembro de Número, con la disertación NOTICIA SOBRE LA VIDA Y MÉRITOS DEL DOCTOR

DOMINGO JOSÉ GARCÍA (1759-1834), en un acto realizado en el

Centro Cultural “Alberto Rougés” de la Fundación Miguel Lillo. El 6 de noviembre, se presentó una nota al Intendente de San Miguel de Tucumán, Domingo Amaya, exponiendo el proyecto de la Junta, a iniciativa de su presidente, licenciada Teresa Piossek Prebisch, de destinar el predio llamado “Parque Norte” a un PARQUE BOTÁNICO DEL BICENTENARIO, en homenaje a los 200 años de la Declaración de la Independencia. En la gestión, colaboraron los doctores Justino Terán Molina y Félix Montilla Zavalía, ambos Miembros de Número de la Junta. El día 3 de noviembre, los Miembros de Número de la Junta, señores Jorge Corominas y Ventura Murga, presentaron su libro LOS LÓPEZ DE

VERA, 1710-2014. La exhaustiva investigación allí realizada sobre esa


NOVEDADES

291

familia, constituye un ponderable

aporte al estudio de la genealogía

tucumana. Dos Miembros de Número, la profesora Lucia Piossek Prebisch y el doctor Carlos Páez de la Torre (h), fueron distinguidos por importantes instituciones. Sus galardones, a los cuales nos referimos en el apartado DISTINCIONES, son honrosas para la Junta que integran. Se

continuó

distribuyendo

mensualmente,

por

internet,

EFEMÉRIDES TUCUMANAS, además de los homenajes relativos a fechas especiales. Desde el mes de noviembre, la Junta cuenta con página en FACEBOOK. La Municipalidad de San Miguel de Tucumán, invitó a la licenciada Teresa Piossek Prebisch, como presidente de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán, a integrar el jurado del CONCURSO PÚBLICO NACIONAL PARA LA REALIZACIÓN DE UN MONUMENTO CONMEMORATIVO DEL BICENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA ARGENTINA y del CONCURSO PROVINCIAL DE LOGOTIPO, ISOTIPO O ISOLOGOTIPO DE LA MUNICIPALIDAD DE SAN MIGUEL DE TUCUMÁN como Ciudad Histórica del Bicentenario de la Independencia Argentina. En la ocasión, la licenciada Piossek Prebisch se refirió a la nota enviada por la Junta al Intendente, sobre el proyecto de un Parque Botánico del Bicentenario. Señaló cuán adecuado sería que el monumento conmemorativo del evento, fuera ubicado en ese parque cuya creación se propuso. ****


292

Revista de la Junta de Estudios Histรณricos de Tucumรกn


NOVEDADES

293

HOMENAJE DE LA JUNTA DE ESTUDIOS HISTÓRICOS AL PRESIDENTE

JULIO ARGENTINO ROCA EN EL CENTENARIO DE SU MUERTE

El 18 de octubre de 2014, en el Museo de la Casa Histórica de la Independencia Nacional, se realizó un homenaje al Gral. Julio Argentino. Roca. Abrió el acto la Sra. presidente de la Junta Lic. Teresa Piossek Prebisch. La Sra. Sara Peña de Bascary, se refirió a la personalidad del homenajeado. TUCUMANO ILUSTRE

- GRAN PRESIDENTE

A un siglo de la muerte del General Julio Argentino Roca nos encontramos reunidos en la Casa de la Independencia, para rendir un justo y merecido homenaje a su memoria. Recordamos a este ilustre prócer tucumano, presidente la Nación en dos oportunidades, 1880-1886 y 1898-


294

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

1904, senador por Tucumán, uno de los constructores de la Argentina moderna, al igual que quienes le precedieron en ese objetivo: sus comprovincianos Juan Bautista Alberdi y Nicolás Avellaneda. Su trayectoria, jalonada de acciones memorables, dejó una impronta indeleble en la historia de la patria. Nació en Tucumán el 17 de julio de 1843, hijo de un hogar patricio, heredó las virtudes militares de su padre, el Coronel José Segundo Roca, que guerreó a las órdenes de San Martín, Paz, Alvear, Bolívar y Sucre. Fue su madre Doña Agustina Paz. Desde muy joven inició la carrera militar; fue soldado de la Confederación, guerrero heroico del Paraguay, genial conquistador del desierto. El Tte. General Julio Argentino Roca armonizó sus condiciones de militar con extraordinarias dotes de gobernante. Ideó y proyectó la campaña del desierto asentando la soberanía nacional en el vasto territorio de la Patagonia. Concluyó la cuestión de límites con Chile con el tratado que concertó en 1881. Fue, además, el primer presidente constitucional que reclamó la soberanía de las Islas Malvinas. Tenía atributos de gran estadista como lo dijo, certeramente, el Dr. José Arce: Las consecuencias de su actuación como gobernante son de tal trascendencia, que siempre ofreceremos motivo para la admiración de los argentinos, frente a una vida consagrada al país de manera ejemplar. Roca, que había elegido la divisa Paz y administración, hizo honor a ella. Al asumir su primera presidencia, el 12 de octubre de 1880, expresó en el Congreso: Necesitamos paz duradera, orden estable y permanente; y a este respecto lo declaro bien alto desde este elevado asiento: emplearé todos los resortes y facultades que la Constitución ha puesto en manos del


NOVEDADES

295

PE para evitar, sofocar y reprimir cualquier tentativa contra la paz pública. Al terminar su último mandato, en 1904 y retirarse a su hogar como simple ciudadano, el General Bartolomé Mitre acudió a expresarle: Yo le tomé hace seis años juramento y vengo a decirle que lo ha cumplido. Promovió una política ferroviaria inédita. A iniciar su gobierno había 2.318 kilómetros de vías y al finalizar su mandato en 1886, el total de las vías férreas era de 6.142. Impulsó la ampliación de la red telegráfica en todo el país construyendo nuevas líneas en zonas aisladas. Por Ley, promulgada en 1884, se creó el Registro Civil que permitió se inscribieran oficialmente nacimientos, matrimonios y defunciones. Y, por la Ley de matrimonio civil, estableció la obligación de que, previamente a la ceremonia religiosa, se realizara el casamiento civil imponiendo penalidades a quienes celebraran un matrimonio sin constatar el acta correspondiente. Con la finalidad de otorgar créditos accesibles para viviendas a la clase media y obrera, Roca propició la creación del Banco Hipotecario Nacional, por ley votada en 1886. Ante la imperante inquietud social, Roca encomendó al Dr. Joaquín V. González preparar un Código de Trabajo, obra que llevó a cabo con la colaboración del Dr. Bialet Massé quien investigaba la situación de la clase obrera argentina. Dos tomos fueron presentados al Congreso. Sin duda, que con el Código del Trabajo, Roca fue el precursor de la legislación obrera argentina. A partir de ese proyecto que nunca se aprobó, con los años se fueron logrando las leyes que el Congreso sancionó en materia laboral. Impulsó a reforma de la Ley Electoral de 1902, que hizo posible que el Socialismo obtuviera una banca en el Congreso siendo el primer diputado de ese partido Alfredo Palacios, quien asumió en marzo de 1904.


296

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Cumplido su período de gobierno se despidió en el Congreso el 10 de mayo de 1886, el mismo día en que un desquiciado lo agredió. Brindó un pormenorizado balance de gestión. Decía que dejaba el gobierno “con la conciencia tranquila, con el ánimo sereno, acariciando la idea del silencio y del retiro que las democracias reservan a quienes las han servido bien o mal; sin odios ni rencores para nadie, ni siquiera para el loco que acaba de agredirme. Luego añadió: Tengo el alma llena de gratitud para los consejeros que me han acompañado en el gobierno, para vosotros que me indicabais con sabias y oportunas leyes la ruta que debía seguir y para todos aquellos de mis conciudadanos que me han alentado con sus manifestaciones de aprobación y simpatía en los momentos de prueba o fallecimiento. Concluía una etapa extraordinaria de la vida institucional argentina en la que Roca había cumplido creces su misión. El plan de obras públicas del ministro Emilio Civit dió lugar a la construcción de edificios emblemáticos como los Palacios de Justicia y del Congreso, y la Escuela Industrial entre tantos otros. Impulsó el proyecto de Eduardo Madero para las obras de diques y almacenes que conformarían el nuevo puerto de Buenos Aires, iniciadas en 1884. Se construyeron los puertos de Rosario, Paraná y Bahía Blanca y se iniciaron las de los puertos de Mar del Plata y Neuquén. Durante sus presidencias se sancionaron, el Código Penal y el de Minería, y se reformaron los Códigos Procesales y de Comercio. Sobre la educación, decía Roca: Tengo la íntima convicción de que la base más sólida del engrandecimiento de un pueblo es la instrucción general. Por ella se eleva el nivel moral de los ciudadanos y la nación adquiere todos los resortes. Estaba convencido que era prioritario extender la educación primaria a los sectores populares. Dice en su primer mensaje


NOVEDADES

297

al Congreso: Hemos extraviado hasta cierto punto el rumbo de la educación de la juventud argentina, fomentando en grande escala, con una preferencia exagerada a la enseñanza superior las profesiones liberales de que actualmente se siente plétora entre nosotros. Consecuente con este objetivo sanciona en 1884 la ley Nº 1420 de educación común, gratuita y obligatoria, la que sienta las bases de nuestro sistema educativo. El gran impulso de la educación primaria tuvo lugar durante el primer gobierno de Roca. En un mensaje al Congreso planteó la necesidad de dar un sesgo práctico a la enseñanza. Dijo que era necesario que: La instrucción secundaria no sea la escuela preparatoria para los estudios facultativos exclusivamente, sino el medio de difundir una instrucción capaz de preparar al estudiante para todas las funciones de la vida social del ciudadano. Su preocupación por establecer una estrecha vinculación entre el sistema educativo y el mundo del trabajo estuvo siempre presente en su acción como gobernante. Percibió que las grandes transformaciones económicas y sociales que habían tenido lugar en sus presidencias, exigían una adecuación del sistema educativo para hacerlo compatible con las necesidades de la producción. Roca percibió claramente un siglo atrás, la necesidad de vincular a la educación con el mundo del trabajo. Creó el Consejo Nacional de Educación, dependiente del Ministerio de Instrucción pública y la enseñanza universitaria fue concebida como autónoma, según la “Ley Avellaneda” de 1885. La Cultura fue otra de sus grandes preocupaciones. Entre 1881 y 1886 el Congreso votó, por iniciativa de Roca, la publicación de Historia de la revolución Argentina de Vicente Fidel López; las obras completas de Sarmiento; y las de Juan Bautista Alberdi y contribuyó a la publicación de


298

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

la Historia del General San Martín de Mitre. Durante su segundo gobierno se inauguró el nuevo local del Museo de Bellas Artes, se ampliaron las instalaciones del Museo Histórico y del Archivo General de la Nación y se instaló la Biblioteca Nacional en la antigua sede de la calle México, confirmándose en su dirección a Paul Groussac, nombrado en el cargo por Roca en 1884, durante su primera presidencia. Mucho más podríamos decir de la obra del presidente Roca, pero la magnitud de la misma obliga a la síntesis que hemos brindado. Recordemos que en este lugar, la Casa de la Independencia Nacional, Roca dejó un importante legado cívico y cultural. Corría 1902 cuando era avanzado el estado de deterioro de la Casa Histórica. Con tal motivo, durante una visita a Tucumán del ministro de Obras Públicas Emilio Civit, doña Guillermina Leston de Guzmán, le solicitó que el gobierno nacional tomara medidas para salvaguardarla. En respuesta, el presidente Roca aprobó un proyecto de construcción de un lujoso templete de mampostería y vidrio en cuyo interior se conservaría la Sala de la Jura de la Independencia. Las obras comenzaron en 1903. Roca encargó a la escultora tucumana Lola Mora, la realización de bajorrelieves que se ubicarían a los costados del acceso al templete, dedicados al El 25 de Mayo de 1810 y a La Declaración de la Independencia de 1816. Además le encomendó una escultura de la Independencia la que también tendría el mismo destino. Cuando la artista vino a Tucumán con las obras, vio que el lugar previsto para emplazar la estatua no era adecuado pues obstruiría la visión del, por lo que solicitó se la ubicara en la plaza principal de la ciudad y logró que el gobierno Nacional, rápidamente, firmara un Decreto haciendo lugar al requerimiento.


NOVEDADES

299

Es así como Roca, con su decisión de construir el Templete, deja obras emblemáticas en Tucumán: la conservación y preservación del histórico Salón de la Jura, los bajorrelieves y la espléndida escultura La libertad, hoy en plaza Independencia. La artista Lola Mora con gratitud, en el relieve dedicado al 9 de julio de 1816, dotó a uno de los congresales con la figura de su protector y mecenas. En su primera presidencia Roca ya se había ocupado de la Casa Histórica cuando encomendó al pintor Augusto Ballerini los retratos de los congresales. El Templete fue inaugurado el 24 de septiembre de 1904 con la presencia del Gobernador de Tucumán Lucas Córdoba, quien fuera gran amigo de Roca y la del Ministro Emilio Civit. Finalizamos este homenaje recordando dos importantes conceptos sobre la figura del Pte. Roca: Leopoldo Lugones, en 1938, expresó en celebradas líneas: Fue dos veces presidente de la República. Mandó en jefe sus ejércitos. Completó su dominio territorial por las armas. Lo aseguró en el Derecho y, dándole todavía prosperidad, orden, paz y justicia, mereció con ello el título de Constructor de la Nación, entre los grandes que así venera la Patria. Medio siglo después el Dr. Félix Luna expresó: Roca fue el hombre que instaló un régimen de paz, de orden, de prosperidad en el país, mantuvo la paz con los países vecinos, fue el que abrió las fronteras para que vinieran inmigrantes, capitales, ideas y tecnología. Fue el que amparó un proceso de expansión y prosperidad como no hubo memoria en el país. Tucumano ilustre, de quien nos enorgullecemos los tucumanos, honor a su memoria. Sara Peña de Bascary, 18 de octubre de 2014 *****


300

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

DISTINCIONES

Honran a la Institución, las distinciones recibidas por dos de sus Miembros de Número, la profesora Lucía Piossek Prebisch y el doctor Carlos Páez de la Torre (h). El 16 de septiembre de 2014, la profesora Lucía Piossek Prebisch recibió el Premio Konex de las Letras, en la categoría “Ensayo Filosófico”. Graduada en Filosofía y Pedagogía en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, desarrolló allí una larga y

relevante

profesora

carrera, de

como Filosofía

Contemporánea y a cargo de las cátedras

de

Filosofía

de

la

Historia y Filosofía Argentina, por ella inaugurada. Fundadora y directora del Instituto de Historia del Pensamiento Argentino, la Universidad Nacional de Tucumán la distinguió en 2000 como Profesora Emérita de la casa. Es autora de importantes ensayos, como De la trama de la experiencia; El filósofo topo; Argentina, identidad y utopía; Alberdi, entre muchas otras. Es miembro de instituciones como el Centro de Estudios Filosóficos, de la Academia Nacional de Ciencias; de CELCIRP, con sede en París; de la Comisión Académica del Centro “Juan Dalma”, de la Fundación Miguel Lillo.


NOVEDADES

301

El doctor Carlos Páez de la Torre

(h)

recibió,

el

13

de

noviembre de 2014, la “Mención de Honor Senador Domingo Faustino Sarmiento”, la más alta distinción que confiere el Senado de la Nación, en reconocimiento a su trayectoria. Es miembro fundador de la Junta de

Estudios

Históricos

de

Tucumán; miembro de número de la Academia Nacional de la Historia y miembro correspondiente de la Academia Nacional de Periodismo, de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas y de la Academia Nacional de Derecho de Córdoba. Ha ganado, entre otras distinciones, el Diploma Konex al Mérito en Comunicación-Periodismo, y el Premio “Ensayo” de la Academia Argentina de Letras. Es autor de numerosos trabajos de investigación histórica, y de una treintena de libros: Historia de Tucumán; Pedes in terra ad sidera visus-Vida y tarea de Juan B. Terán (1880-1938); Nicolás Avellaneda-Una biografía; La cólera de la inteligencia-Una vida de Paul Groussac, entre otros. 


302

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

MIEMBROS DE NÚMERO FALLECIDOS PROFESOR PEDRO JOSÉ GONZÁLEZ El 20 de agosto de 2014,

la

Junta perdió a uno de sus más apreciados miembros fundadores de número,

el

profesor

Pedro

José

González. Santiagueño de nacimiento, se radicó en Tucumán, donde formó su familia y desarrolló su prolífica y brillante labor docente. Había egresado

como profesor

de

Historia, en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT, y se especializó en Historia Argentina. Fue catedrático de esa casa, así como de la Universidad Tecnológica Nacional y de la Universidad “Santo Tomás de Aquino. Mostró su solvencia en excelentes trabajos de investigación, editados en revistas especializadas y en actas de congresos. Fue miembro de la Comisión Asesora del Museo de la Casa Histórica de la Independencia. En la función pública, se desempeñó como presidente del Consejo de Educación de Tucumán; como subsecretario de Educación, y como Secretario de Estado de Educación y Cultura. Hombre de hogar, dotado de trato exquisito y de firmes valores éticos, fue un caballero en el más amplio sentido de la palabra.


NOVEDADES

303

PROFESOR TEODORO RICARDO RICCI Con la muerte del

profesor

Teodoro Ricardo Ricci, ocurrida el 31 enero de 2014 de enero, la Junta perdió a uno de sus miembros de número,

integrante

del

grupo

fundador. Era egresado como profesor de Historia y Geografía, de la Facultad de Filosofía y Letras de la UNT. Ejerció destacadamente la docencia en esa casa de estudios, durante toda su vida. Fue catedrático titular de Geografía de América, dirigió el Departamento de Geografía y fue decano de la Facultad de Filosofía y Letras. Presidió la filial Tucumán de la Sociedad Argentina de Estudios Geográficos. Autor de penetrantes trabajos de investigación, su “Geografía de Tucumán” escrita en colaboración con la profesora Selva Santillán de Andrés, le valió el Premio “Francisco P. Moreno” que otorga la Sociedad Argentina de Estudios Geográficos. Es una obra imprescindible para el conocimiento de la geografía tanto tucumana como de la región noroeste. Excelente y cordial amigo, dotado de gran generosidad personal, siempre será recordado con sumo aprecio por quienes lo conocimos. 


304

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

ACTIVIDADES DE ALGUNOS MIEMBROS DE NÚMERO DE LA JUNTA (2013-2014)

LIC. TERESA PIOSSEK PREBISCH 2013: •El 18 de abril: discurso de presentación de la Revista N° XIII de la Junta en la Casa Histórica de la Independencia. •Organizó el curso: “Tucumán de 1820 a 1852: Unitarios y Federales”. •Artículo: “De Ibatín a La Toma”. Publicado

en

Revista

Yerba

Buena,

octubre.

•En

La

Gaceta,

diciembre, publicó el artículo “La admirable Compañía de Jesús”. 2014: •En la Revista Yerba Buena, publicó “100 años de la Universidad Nacional de Tucumán.”(Junio). •Organizó el curso: “TUCUMÁN EN TIEMPOS DE LA CONFEDERACIÓN ARGENTINA (1853-1862)”. •El 17 de junio presentó la cuarta edición de su libro “Retablo tucumano”, en el Centro Cultural Alberto Rougés (FML). Se refirió a la obra el Prof. Jorge Estrella. •29 de junio: discurso en Quebrada del Portugués, en recordación de la fundación de la ciudad de Barco por Juan Núñez de Prado (1550). •El 28 de julio: Discurso en celebración de los veinte años de la Asociación Amigos de la Casa Histórica de la Independencia. •Realizó la cuarta edición de su libro “Los hombres de la entrada. Historia de la expedición de Diego de Rojas”. •El 27 de septiembre, en el Centro Cultural del Bicentenario, de Santiago del Estero, presentó el libro “Historia de Santiago del Estero” del Dr. Raúl Jorge Lima.


NOVEDADES

305

ELENA PERILLI DE COLOMBRES GARMENDIA 2013 PUBLICACIONES: “Notas para una Historia de San Pedro de Colalao”, Revista Nº 13 Junta Estudios Histórico de Tucumán. •"Sarmiento y su visión de la flora e industria maderera tucumanas", en Domingo Faustino Sarmiento su Bicentenario, (edición digital) JEHT. •"Preocupaciones de una generación con conciencia ecológica" en Nilda M. Flawiá (comp.), Juan B. Terán. Ensayos críticos sobre su obra. CONFERENCIAS: •"Cuero y Azúcar, Tucumán siglo XIX": docente curso: “Tucumán 1820-1852. Unitarios y federales”, JEHT y Centro Cultural Rougés. (FML). •"Noticia biográfica sobre el Dr. Nicolás Laguna" en curso “Conmemoración Bicentenarios Asamblea del año XIII y Batalla de Salta, 1813-2013”, Archivo Histórico de Tucumán. 2014 PRESENTACIONES LIBROS: •Los Cossio de Raúl Evaristo Cossio. •Estudios críticos sobre su obra. Nilda M. Flawiá (comp.). PUBLICACIONES: •"Consideraciones sobre la Batalla de Tucumán", Bol. Nº 50 Instituto San Felipe y Santiago de Salta. •"Los tiempos de Miguel Campero", en Revista Junta Estudios Históricos Catamarca. •"Notas sobre la moda en Tucumán (1895-1915)" en Boletín Nº 1 Historia y Cultura del Centro Cultural Alberto Rougés (FML). Compiladora. CONFERENCIAS: •"Agitaciones bélicas en el Noa previas a Pavón (18601862)". •Docente en curso “Tucumán en tiempos de la Confederación Argentina”, JEHT. "Bicentenario de la Provincia de Tucumán (1814-2014)" Disertante en Colegio Los Cerros, Yerba Buena.


306

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

SARA PEÑA DE BASCARY 2013-2014 PUBLICACIONES: •“Inocencio Liberani, científico, investigador arqueólogo” en: Revista Nº 13 de Junta Estudios Históricos (2013). •“San Miguel de Tucumán, 1812, vida cotidiana en tiempos difíciles” en: Actas IX Jornadas la Generación del Centenario y su proyección en el Noroeste Argentino” (presentadas en abril 2014). •“Federico Schickendantz. Un científico investigador y vehemente”, en: Revista Nº 14 de la Junta (2014). • “La colección arqueológica Alberto Paz Posse” en: Boletín Nº 1 Historia y Cultura del Centro Cultural Alberto Rougés (FML) 2014 (edición digital). •“Jesuitas en Tucumán actividades misioneras y agro industriales”, en: SIPA- Seminario Internacional de Patrimonio Agroindustrial (edición digital). CONFERENCIAS: •“Celedonio Gutiérrez, gobernador (1841-1852” en curso 2013 de la Junta. “Naturalistas en Tucumán” en curso 2014 de la Junta. SEMINARIOS: •Integró mesa panel sobre accionar de jesuitas en: SIPASeminario Internacional de Patrimonio Agroindustrial: Tucumán (2-5 de sept. 2014). Presentó ponencia (citado en publicaciones). HOMENAJES: •Disertó en Homenaje a al Bicentenario de la muerte del Presidente Roca el 18.X.2914. (Ver apartado especial) DESIGNACIONES: •Secretaria de Junta de Estudios Históricos de Tucumán (agosto 2013). •Miembro del Centro de Estudios Genealógicos de Tucumán (2013), prosecretaria (2014).


NOVEDADES

307

ALBERTO NICOLINI 2013-2014 PUBLICACIONES: •“Sarmiento y la cuestión de la capital de la república” Junta Estudios Históricos Tucumán. Ed. CD (Tucumán.2013). •“Enrico Tedeschi, profesor extraordinario de la Universidad Nacional de Tucumán”. En: Noemí Adagio y Alejandra Sella, edit., “Enrico Tedeschi. Work in Progress”. Universidad Mendoza (2013). •“La conservación del patrimonio arquitectónico en Tucumán”. En: ‘Temas de la Academia: cultura, arte y región” Academia Nacional Bellas Artes (Bs As, 2013). •“Estructura y usos del espacio en la ciudad hispano-americana en los siglos XVII y XVIII”. En: “La Ciudad colonial del Nuevo Mundo: formas y sentidos II” (Sto. Domingo, 2014). •“Institucionalización nacional y arquitectura de estado (1880-1920)” En: ‘Patrimonio arquitectónico argentino. Memoria del bicentenario (1810-2010)” Tomo II (1810-1880). Ministerio Cultura Nación (Bs. As. 2014). •“Un siglo de permanencia y cambio en las ciudades sudamericanas: cuatro tipos nuevos de estructura urbana entre 1850 y 1950”. En: ‘Temas de la Academia: cambios y persistencias en tiempos de transición” Academia Nacional Bellas Artes (Bs As, 2014). CARLOS PÁEZ DE LA TORRE (H) 2013 NOMBRAMIENTOS: •Miembro de la Comisión Asesora Honoraria Vitalicia de la Fundación Miguel Lillo (8.11.2013) INVESTIGACIONES: “La batalla de Salta”, en: Todo es Historia, n° 547, Bs. As, Febrero 2013. •“Sobre Juan B. Terán y Paul Groussac”, en: NILDA


308

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

MARIA FLAWIA compiladora), Juan B. Terán. Estudios críticos sobre su

obra (Bs. As, 2013) CONFERENCIAS: •En curso de la Junta “Tucumán de 1820 a 1852: unitarios y federales”. •“Los Soldati de Tucumán”, en Instituto Argentino de Ciencias Genealógicas, (Bs As). •“San Miguel de Tucumán en 1816: la ciudad, la gente, las pequeñas historias”, en Jockey Club de Tucumán. •“La Batalla de Salta”, en Academia Nacional de la Historia (Bs. As). •“Las dos grandes batallas del Norte”, Academia Nacional de la Historia, sesión especial (Salta), editada en Boletín del Instituto “San Felipe y Santiago” de Estudios Históricos de Salta. •Presentación libro Eduardo Wilde. Una historia argentina, de Maxine Hanon, en Academia Nacional de la Historia, (Bs. As.) •Presentación de Bernardo Lozier Almazán, en incorporación como miembro correspondiente por Provincia de Buenos Aires, en Academia Nacional de la Historia (Bs. As) 2014 INVESTIGACIONES: •Don Lucas Córdoba, coautoría con Pedro León Cornet (Ediciones de la Veinticuatro, Tucumán) •Crónica histórica de la Agrimensura en Tucumán (Edición Colegio de Agrimensores de Tucumán) •Rostros del viejo Tucumán, coautoría con Sebastián Rosso (Edición La Gaceta, Tucumán) CONFERENCIAS: •“La personalidad de Juan B. Terán en el centenario de la UNT”, organizada por la Junta, en el Centro Cultural Rougés. •Integrante panel “Julio Argentino Roca”, con Gustavo Wallberg y Rosendo Fraga, Fundación Federalismo y Libertad y la Fundación Friedrich Neumann, en teatro del Hotel Hilton. •En curso de la Junta: “Tucumán en tiempos de la Confederación Argentina (1852-1862)”. •Panel con Pacho O’Donnell,


NOVEDADES

309

presentación de El derecho a la salud. 200 años de políticas sociales en la Argentina, obra colectiva del Ministerio de Salud de la Nación. PRÓLOGOS: •El caso Groussac, por Alberto M. Sibileau (Bs.As); •Historia del Poder Ejecutivo de Tucumán (1565-2011)", por Félix Montilla Zavalía (Tucumán) DISTINCIONES: “Mención de Honor Senador Domingo Faustino Sarmiento”, otorgada por la Cámara de Senadores de la Nación.

MARTA BEATRIZ SILVA 2013: •Directora Proyecto Investigación: “Conservación, Revalorización y Restauración del Patrimonio Arquitectónico y Urbano de Tucumán”; CIUNT; FAU. •Asesora sobre la Villa de Medinas en dos Talleres de Diseño de la FAU. Dictó clase y acompañó alumnos y docentes al sitio. (Abril). •Colaboración a Junta de Estudios Históricos de Santa Fe: comentario del libro de Luis M. Calvo, Vivienda y ciudad colonial. El caso de Santa Fe, para Revista Nº LXX. (En prensa). •Evaluadora Proyectos de Investigación de Universidades Nacionales de Santa Fe, de Patagonia San Juan Bosco, Mendoza y Católica de Córdoba. 2014: •Integra equipo estudio documental y relevamiento planos para “El Proyecto de Restauración y Puesta en Valor de Iglesia Catedral de Tucumán”. (En realización). •Jurado Concurso de fotografía “Tucumán ayer y hoy: Una mirada sobre el Patrimonio Urbano, Arquitectónico y Artístico desde la Fotografía”. ICOMOS y FAU, UNT. (Septiembre). •Docente “Curso Arte y Arquitectura Religiosos del NOA”. UNT, FAU. (Octubre-Noviembre). •Como Asesora de la Comisión de Patrimonio de la Provincia está trabajando con la UREP, sobre el edificio sede Ente de


310

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

Turismo. (En realización). •Ratificada como Asesora Honoraria de Comisión Nacional de Museos y de Monumentos y Lugares Históricos. JUSTINO TERÁN MOLINA 2013: •“Origen de la Argentinidad en Tucumán. La ciudad de Barco”. Revista “Yerba Buena”. • Presentador y Prologuista del libro Ing. Antonio Correa. Su vida y obra de Nelly Correa.• Disertante “X Congreso Nacional de Genealogía de la República Argentina” Catamarca. • Disertante “Jornadas Hispanoamericanas de Defensa de la Civilización”. Salta. •Organizador y disertante como Presidente del Instituto Tucumano de Cultura Hispánica de los 463 años de la fundación de la Ciudad de Barco. 2014: •Presentador del libro Los Cossio, de Raúl Cossio. •Presentador del libro Con Perseverancia, de Roberto Espeche Trapani. •Dictado de conferencia Retrato, Daguerrotipo y Fotografía en el Tucumán de entonces. Organizado por la Junta de Estudios Históricos. •Organizador y disertante como Presidente del Instituto Tucumano de Cultura Hispánica de los 464 años de la Ciudad de Barco. •Designado Miembro de la Comisión Nacional de Conmemoración del V Centenario del nacimiento de Sta. Teresa de Jesús. •Disertante XLIV Congreso Nacional de los Institutos de Cultura Hispánica de la República Argentina”. Córdoba. CRISTINA DEL CARMEN LÓPEZ Doctora en Historia. Profesora Titular Historia Argentina I, Investigadora Independiente CONICET. Directora de proyectos y tesistas de grado y posgrado.


NOVEDADES

311

PUBLICACIONES: •“Entre la colonia y la revolución: estrategias de los

pequeños productores tucumanos”, Cuadernos de Historia. CIFFyH, UNC, 12, 2013. • “Entre sermones y cuentas. Actividades misioneras y económicas de la Compañía de Jesús en la Gobernación del Tucumán”, Rev. Junta Estudios Históricos, 13, 2013. • “Relaciones mercantiles de Tucumán, siglo XIX”, Breves Contribuciones del I. E.G., Tucumán, 2013, (on line). •Orden y conflictos. Tucumán, de la Colonia a la Organización Nacional, Rosario, Prohistoria, 2013. CONGRESOS Y CONFERENCIAS: •“De estancia a villa: lazos de vecindad y

formas de identidad colectiva en Tucumán, (siglo XVIII)”, CLADHE IV, Bogotá, Colombia, julio 2014. • “Inversión, circulación y patrimonios inmobiliarios en Tucumán, 1790-1830”, XXIV Jornadas de Historia Económica, Rosario, octubre 2014.• Ciclo de Conferencias del Archivo Histórico

Tucumán,

“Gobernadores,

lugartenientes

y gobernadores

intendentes en el orden hispánico”, setiembre 2014 FÉLIX ALBERTO MONTILLA ZAVALÍA Autor del libro Historia del Poder Ejecutivo de Tucumán 1565-2011 publicado por el Gobierno de la Provincia mediante decreto nº 2810/3 (ME) del 16/09/2013, la obra fue prologada por el Dr. Carlos Páez de la Torre (h) y presentada por el Lic. José Sánchez Toranzo. Autor de los trabajos "El alcance del artículo 2º de la Constitución Nacional en la interpretación de Germán Bidart Campos " en el libro colectivo en honor a Bidart Campos editado por la Asociación Argentina de Derecho Constitucional (2014). El derecho laboral indígena en Argentina: la minga. Algunos aportes. La Ley Noroeste (LLNoa) 02/2013; Valores


312

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

cristianos en la Constitución de Hungría de 2011. El Derecho, Derecho Constitucional (EDDC) 17/04/2013; La elección, configuración y vacancia del Poder Ejecutivo en las constituciones provinciales del período 18531860. EDDC 08/2013; Educación religiosa: la confesionalidad del Estado en Salta. EDDC, 15/10/2013; El artículo 2º de la Constitución Nacional. “Presupuesto de culto”. La Ley Actualidad, 15/10/2013; La honra de los funcionarios públicos vs. la libertad de expresión. La Ley 03/12/2013. ****

NUEVOS MIEMBROS DE NÚMERO Y CORRESPONDIENTES

GABRIELA TÍO VALLEJO (Miembro de Número) Doctora en Historia por El Colegio de México, Profesora Asociada en la cátedra de Historia de América UNT. Ha dirigido el Instituto de Investigaciones Históricas Ramón Leoni Pinto.

Sus estudios sobre el

periodo tardo colonial, la revolución y los procesos políticos y sociales de las primeras décadas del siglo XIX en Tucumán pueden encontrarse en sus libros “Antiguo Régimen y liberalismo. Tucumán, 1770-1830”, UNT, 2001 y “La República Extraordinaria. Tucumán en la Primera mitad del siglo XIX. Rosario, 2011. En los últimos años ha reorientado sus preocupaciones hacia la historia social de la justicia en la primera mitad del siglo XIX. Ha


NOVEDADES

313

publicado los resultados de sus investigaciones en diversas revistas y obras colectivas. PEDRO LEÓN CORNET (Miembro de Número) Abogado (UNT), graduado en 1964, con Medalla de Plata. Ha publicado cuentos, poemas (varios de ellos editados en el libro “Migración y otras inquietudes”), y artículos en diversos medios. En materia histórica, ha publicado “Tucumán, fundación y traslación”, y los libros “Una historia de Tafí del Valle”(2011) y “Don Lucas Córdoba” (2014). Ha sido presidente de la Sociedad Argentina de Escritores, filial Tucumán. Ha participado en distintos libros colectivos. Escribe en la revista “Yerba Buena”. Presentó la Revista nº 13 de la JEHT (18.IV. 2013). Se incorporó (24.X, 2014) como Miembro de Número de la Junta, con la conferencia “Noticia sobre la vida y méritos del doctor Domingo José García (1759-1834)”, trabajo que se edita en esta Revista nº 14. JORGE COROMINAS (Miembro de Número) Genealogista. Miembro fundador del Centro de Estudios genealógicos de Tucumán y su actual vicepresidente. Miembro de la Academia Americana de Genealogía, miembro de número de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán y miembro del Instituto Güemesiano de Salta, así como correspondiente de diversos centros de genealogía del país y del extranjero. Es autor de numerosas publicaciones de investigación, como: "Los vascos en Tucumán 1565 - 1810", "Matrimonios de la Catedral de Tucumán 1565 -


314

Revista de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán

1765","Los López de Vera 1710 - 2014", en coautoría con Ventura Murga, entre otras. RODOLFO LEANDRO PLAZA NAVAMUEL (Miembro correspondiente Salta) Autor de numerosos libros: “Los de Lea y Plaza. Señorío y Tradición del Valle del Calchaquí Salteño” (2000), “El Patriarca del Calchaquí” (2009), “Belgrano y su legado” (2010), “Vínculos y mestizaje en torno al general Güemes (2011), entre otros. Colabora en “El Intransigente” y otros medios periodísticos. Pertenece a instituciones genealógicas de Argentina, Uruguay, Chile, Bolivia y Costa Rica, a dos institutos de estudios históricos de Salta, y a la Academia Argentina de la Vid y del Vino. Vicepresidente y director de publicaciones del Instituto Güemesiano y del Centro de Investigaciones Genealógicas de Salta. Director de la Biblioteca Provincial “Dr. Atilio Cornejo”, de Salta. Nombrado “Visitante Distinguido” de la ciudad de Tarija y de la provincia Cercado, por el Concejo Municipal. Mención de Honor de la Municipalidad de San José de los Cerrillos. ANTONIO V. CASTIGLIONE (Miembro correspondiente Santiago del Estero) Abogado (UNT, 1975) y Magister en Dirección de Empresas. Miembro de Número de la Academia de Ciencias de Santiago del Estero y del Instituto Nacional Belgraniano. Miembro correspondiente en su provincia del Instituto de Historia del Derecho dependiente de la Academia Nacional de Derecho de Córdoba; de la Junta de Estudios Históricos de Tucumán; del Centro de Estudios Genealógicos de Tucumán y del de Catamarca; del Instituto Güemesiano de Salta, y de la Asociación Argentina de Derecho


NOVEDADES

315

Procesal. Premio Faja de Honor de la SADE, filial Santiago del Estero, por su trayectoria literaria (2013). Autor de varios libros, entre ellos: “La inmigración italiana en Santiago del Estero” (2006), “Historia de Santiago del Estero” (Bi-Centenario 1810/2010) (2011), “Historia de Santiago del Estero – Muy Noble Ciudad” (Siglos XVI a XVIII) (2012). MARCELO GERSHANI OVIEDO (Miembro correspondiente por Catamarca) Licenciado en Historia y Magíster en Historia Regional Argentina (Universidad Nacional de Catamarca). Profesor adjunto de Historia de Catamarca y de Historia del Noroeste Argentino (Departamento de Historia, Universidad Nacional de Catamarca). Fundador y presidente del Centro de Estudios Genealógicos y Heráldicos de Catamarca, y Miembro de Número de la Junta de Estudios Históricos de Catamarca. Cursa el doctorado en Historia en la Universidad del Salvador. Autor de los libros Los Correa. Trescientos años en la historia de Catamarca (Catamarca, 2012) y Sociedad y devoción en Catamarca. Siglos XVII-XXI (Bs As, 2013). Coautor del libro Los Dalla Lasta. Una saga provinciana (Bs As, 2003).

****


Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.