Doña Antonia de Eguiluz y del Barco - Juan Vidal-Abarca

Dª Antonia de Eguíluz y del Barco Estudio de identificación

Juan Vidal‐Abarca y López

Fray Francisco 27, portal 1, 3º dcha Tel: 945 13 18 44 01007 Vitoria‐Gasteiz

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Dª Antonia de Eguíluz y del Barco Ha sido una agradable sorpresa la reciente adquisición por parte de la Diputación Foral de Álava del retrato de esta aristócrata vitoriana, dado que se conservan muy pocos de este tipo. Su auténtico apellido es Eguíluz, y no Eguílaz como por error fue identificada por la galería Sotheby’s de Nueva York cuando saco a subasta el cuadro el 18 de octubre de 2000.

El retrato fue realizado en Vitoria en 1657 por el pintor Juan Amigo, vecino de la ciudad, que también era dorador y realizó diversos trabajos para varias parroquias alavesas entre 1641 y 1670, como bien dejó documentado la inolvidable investigadora Micaela Portilla, a quien ahora homenajeamos.

Vemos en el cuadro a una mujer joven, no muy agraciada, ataviada con un lujoso traje y luciendo en su pecho una joya de la familia. Al fondo un escudo con las armas de la familia: Eguíluz en el primer cuartel y del Barco en el segundo.

Figura 1 – Retrato de Dª Antonia de Eguíluz y del Barco, pintado en 1657 por Juan Amigo

Había nacido en Vitoria, siendo bautizada en la parroquia en San Pedro el 19 de octubre de 1628, por lo que en 1657, año en que está fechado el cuadro, tendría entre 28 y 29 años.

Había casado en Vitoria el 24 de febrero de 1646, con tan solo 17 años, con el capitán Bernardino de Isunza e Isunza, también vitoriano, bautizado en la misma parroquia de San Pedro el 18 de mayo de 1609, y por tanto 19 años mayor que ella.

En la fecha del retrato, 1657, Antonia ya había tenido cuatro hijos: Carlos Baltasar, Manuela, Bernardino Ángel y Micaela, nacidos en 1647, 1653, 1655 y 1656, y aún tendría otra hija, llamada Petronila, en 1663.

Tanto ella como su marido pertenecían a familias de la aristocracia del Vitoria de entonces, que habían hecho fortuna como mercaderes y se habían encumbrado socialmente, ya desde el siglo XV los Isunza, en el siglo XVI los del Barco y en el XVII los Eguíluz, como después expondremos.

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Buena prueba de ello es el retrato ahora aparecido, donde Dª Antonia viste un rico traje a la usanza de la época, muy similar a los representados por Velázquez (el cuadro “Las meninas” es de 1656) en los retratos de la casa real.

Cuando casaron, como era habitual, se celebraron las capitulaciones matrimoniales en Vitoria el 30 de marzo de 16461, con participación, por parte de la novia, de su padre Francisco de Eguíluz y Ochoa de Olano, pues su madre Dª Mariana del Barco y Aguirre había fallecido en 1644, y por parte del novio su madre Dª Ana de Isunza y Escoriaza, viuda desde hacía más de 30 años de su marido y tío carnal Pedro de Isunza y Añastro, pues se daba la circunstancia de que éste, nacido en Vitoria en 1553, había casado en 1606, es decir con 53 años, con su sobrina carnal Ana, nacida en Vitoria en 1585, hija de su hermano mayor Martín de Isunza, y por tanto 32 años más joven que su marido.

En dichas capitulaciones matrimoniales, el padre de la novia ofreció dar a su hija, a cuenta de sus legítimas, 91.747 reales, una cantidad bastante respetable, de los cuales se abonaron 4.000 en metálico el día de la boda, 7.747 reales en joyas y vestidos para la novia, y el resto, 80.000 reales, a abonar en un futuro, prometiendo una renta de 4.000 reales al año hasta tanto no se acabase de completar el importe total de la dote. Entre las joyas aportadas se encuentra una joya de diamantes valorada en 1.000 reales, 50 botones de oro, una gargantilla de oro de 100 reales y una banda de oro de 1.100 reales, y entre los vestidos, cinco valorados entre 100 y 200 reales y “un manteo de damasco verde guarnecido con franjones de oro”, valorado en 2.500 reales, todos los cuales fueron entregados el día de la velación2. El novio, por su parte, ofreció dar a la novia 1.500 reales en concepto de arras “por sus grandes partes de calidad virtud y honestidad”.

El novio ya había heredado a su anciano padre Pedro II de Isunza en 1615, consistiendo su hacienda básicamente en el mayorazgo fundado por su tía Dª Catalina de Isunza y Lequeitio, fallecida en Vitoria en 1607, camarera que había sido de la reina Dª Isabel de Portugal. Pedro II de Isunza fue llamado al mayorazgo por su tía a pesar de no ser el primogénito (lo fue su hermano Martín V, que fue su suegro desde 1606), o quizás por eso mismo.

Curiosamente, el parentesco no les venía por Isunza, sino por Añastro. Los padres de su tía Dª Catalina fueron D. Luis de Isunza y Marquina, primo segundo de Martin IV, y Dª María de Lequeitio Rojas y Gauna, guarda damas que había sido de la Reina, la cual, en un primer matrimonio con Pedro de Añastro e Isunza, había tenido a Dª Ana de Añastro y Lequeitio, madre de Pedro II de Isunza y Añastro, que venía a ser hijo de una hermanastra de la fundadora. También se incluía en el mayorazgo la capilla de Nuestra Señora de la Concepción, situada dentro de la capilla mayor del convento de San Francisco de Vitoria, por donación al doctor Pedro Pérez de Lequeitio y su mujer Dª Ana de Gauna realizada en 1509.

1 - Ministerio de Cultura - Archivo Histórico Provincial de Álava, protocolo 2946, Juan Ortiz de Ayala 2 - antiguamente la ceremonia del desposorio y la de la velación no eran simultáneas, sino que podían pasar a veces años entre ambas. Bernardino y Dª Antonia se velaron en San Pedro de Vitoria el 4 de abril de 1646

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Eran los Isunza una de principales familias del Vitoria de entonces, y ostentaron hábitos de órdenes militares, y cargos públicos de importancia, aunque no llegar a conseguir ningún título nobiliario. Fueron unos de los comerciantes más fuertes del País Vasco, y algunos de sus miembros estuvieron establecidos en Flandes, concretamente en Amberes. Fue una familia muy extensa y variada, en la que también tuvieron cabida varios escribanos y algún platero, pero también hubo varios diputados generales de Álava: Luis de Isunza y Marquina 1537-1540, ya citado, Francisco de Isunza y Álava, 1558-61 y 1564-67, y el propio Bernardino de Isunza, marido de Dª Antonia, 1660-1663. También formaron parte del Ayuntamiento de Vitoria en muchas ocasiones, habiendo llegando a haber hasta tres o cuatro miembros de la familia simultáneamente en un mismo ayuntamiento (que se elegía cada año el día de San Miguel). Así, el propio Bernardino de Isunza fue alcalde en 1683, y su abuelo Martín Martínez de Isunza en 1577, 1582 y 1599, por no mencionar los cargos secundarios del ayuntamiento.

Martín III Martínez de Isunza y Aberásturi N. Vitoria; + Vitoria 1537 mercader alcalde de Vitoira 1528, 1535

Magdalena Martínez de Adurza y Paternina N. Vitoria; + Vitoria 1531

Martín IV de Isunza y Adurza N. Vitoria 1518 regidor Vitoria 1554

Ana de Añastro y Lequeitio

Martín V de Isunza y Añastro N. Vitoria 1547; + 1603 mayorazgo de Pedro Isunza alcalde de Vitoria 1577, 1582, 1599

1583

Luisa de Escoriaza y Álava N. Vitoria

Pedro III de Isunza y Escoriaza N. Vitoria 1586; + Vitoria 1631 sucesor mayorazgo regidor de Vitoria 1626, 1630 diputado Ayuntamiento

1618

Luisa de Zuricaray y Gamboa N. Vitoria 1596

Jacinta de Isunza y Zuricaray N. Vitoria 1627; + 1673 ganó en pleito el mayorazgo de Escoriaza en Vitoria

Carlos Baltasar de Isunza y Eguíluz N. Vitoria 1647 caballero Santiago 1679 + sin sucesión legítima

1663

José de Salamanca y del Forcallo N. Burgos 1622 caballero de Santiago 1664 I conde de Fuente el Salce con sucesión

Pedro I de Isunza y Adurza N. Vitoria vivio en la Corte y en Flandes fundo mayorazgo de Isunza que heredó su sobrino Martin V

María de Isunza y Añastro N. Vitoria

Francisco Ignacio de las Cuevas e Isunza N. Vitoria 1701; casó contra la voluntad de su padre; heredó mayorazgos de Isunza, Eguíluz y del Barco en 1725 a la muerte de su tío Bernardino Angel + sin sucesión 1727

1723

Pedro de Isunza y Lequeitio N. Vitoria 1559; proveedor general de Galeras + Puerto de Santa María 1593 con sucesión

Ana de Isunza y Escoriaza N. Vitoria 1585

1646 Bernardino II de Isunza e Isunza N. Vitoria 1609; +Vitoria 1687 mayorazgo de Dª Catalina de Isunza caballero de Santiago 1649 alcalde de Vitoria 1676, 1686 diputado general de Alava 1660-63 mayorazgo de Catalina Isunza Rojas

Bernardino Angel III de Isunza y del Barco N. Vitoria 1655; +Vitoria 1725 caballero de Santiago 1679 colegial de San Bartolomé de Salamanca, oidor Audiencia de Santa Fé de Bogotá mayorazgo de Dª Catalina de Isunza 1687, al que agregó los retratos de la familia heredó mayorazgos de Eguíluz y del Barco en 1700 y el de Añastro + sin sucesión

Urbana de Urbina y Gaviria N. Urbina de Basabe sin sucesión

1708

Juan II de Isunza y Adurza N. Vitoria 1520 canonigo de Santa Maria de Vitoria

1606

Bernardino I de Isunza y Añastro N. Vitoria 1559 proveedor general de Galeras testó en Bruselas 1606; +1631 sin sucesión

Pedro II de Isunza y Añastro N. Vitoria 1553; +Vitoria 1615 abad de Santa Pía, que dejó al casar mayorazgo de Dª Catalina de Isunza

Antonia de Eguíluz y del Barco N.Vitoria 1628; +Vitoria 1679 pintada por Juan Amigo

Ana de Isunza e Isunza N. Vitoria 1610 casó 1643 con Juan de Uriarte y Ortiz de Zurbano, en cuya sucesión recayó en 1728 el mayorazgo de Catalina de Isunza Rojas, incluidos los retratos

1687 Ines María García de Petronila de Isunza y Juan Francisco de las Cuevas Eguíluz Andoin y Báñez de y Nanclares N. Vitoria 1663; + 1702 Artazubiaga N. Vitoria 1655; +Vitoria 1735 N.Vitoria 1688; una vez viuda, entró monja en Santa Clara de Vitoria 1733

Antonia Ventura de las Cuevas e Isunza N. Vitoria 1695; + Madrid 1740 monja mercedaria descalza en el convento de la Concepción de Madrid; heredó mayorazgos de Eguíluz, Barco y Añastro en 1728

Francisca Javiera de las Cuevas e Isunza N. Vitoria 1699; + 1725

1723

José Ignacio de Landázuri y Ariz N. Vitoria 1692 sin sucesión caso 2ª vez con Joaquina de Romarate, con sucesión

Figura 2 – árbol genealógico de esta rama de los Isunza

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A pesar de la importancia de la familia, no dejaron en Vitoria ninguna edificación de tipo palaciego digna de mención. Los Isunza de esta rama vivieron en una casa de gran tamaño que iba desde la calle Zapatería, por donde tenía su entrada principal (hacia el actual nº 36), hasta la Correría, ocupando dos solares en cada calle, estando uno de los de la Zapatería dedicado a patio o jardín. En la fachada de la calle Zapatería estuvo colocado un escudo con las armas de los Isunza, que milagrosamente se ha conservado y se encuentra en el Museo de Heráldica de Mendoza3.

Figura 3 – escudo de armas de Isunza que estuvo en la calle Zapatería (hoy día en el Museo de Heráldica de Mendoza)

Esta casa fue de Martín III Martínez de Isunza y Aberásturi, y recayó en su nieto Martín V que vivía en ella con su mujer Dª Luisa de Escoriaza, y seguramente también, dado su gran tamaño, su hermano y yerno Pedro II con sus hijos Bernardino y Ana.

Los Eguíluz, por su parte, ya tenían su casa solariega en Subijana-Morillas, pero Francisco de Eguíluz cuando se estableció en Vitoria compró una casa en la 1ª vecindad de la Herrería en 1603, y cuando casó segunda vez en 1625, compró la casa de al lado en 1626, con intención quizá de unirlas y hacer una casa más ostentosa, pero esto no se llegó a realizar y ambas casas se mantuvieron independientes

3 - VIDAL-ABARCA LÓPEZ, Juan. “Museo de heráldica alavesa”. En Museos de Armería y Heráldica alavesa, Vitoria-Gasteiz 1983, pág. 200

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Figura 4 – casa de Francisco de Eguíluz en Subijana-Morillas Los del Barco, sí tuvieron en cambio una casa notable en la calle Cuchillería de Vitoria, conocida como “casa de los cubos”, colindante por el Sur con la llamada casa del Cordón, ya desaparecida, pero de la que han quedado testimonios fotográficos.

En ella vivía el tío de Dª Antonia, D. Antonio del Barco y Aguirre, como poseedor del mayorazgo del Barco que había fundado su padre Marco Antonio del Barco y Verástegui Figura 5 – casa de los Cubos, de la familia del Barco, en la calle Cuchillería de Vitoria (desparecida)

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Figura 6 – escudo del linaje del Barco en la casa de los cubos de la calle Cuchillería de Vitoria (desaparecida)

El caso es que el matrimonio compuesto por Bernardino de Isunza y Dª Antonia de Eguíluz acabó instalándose a vivir en el palacio de Arrieta de la calle de la Cuchillería (actual museo de Naipes). Bernardino llegó a un acuerdo con D. Manuel de Arce y Astete, como marido de la dueña del mayorazgo de Arrieta Dª Josefa López de Arrieta y Barrientos, que como sus antecesores estaban establecidos en Valladolid, por el que no les cobraba renta alguna siempre que se ocupasen de hacer las reparaciones necesarias, “que fueron muy cuantiosas y de muchísima utilidad4”.

Dª Antonia falleció en 1679, habiendo otorgado su testamento en 1674, en el que se mandaba enterrar en la capilla de la Concepción del convento de San Francisco, que era de su marido, e hizo donación para la virgen de dicha capilla de una joya de perlas, “para adorno de la Virgen en todas las festividades principales” y que la guardase su esposo y sus descendientes. Declaraba que estaban a su servicio un escudero5, Juan de Guinea, y tres criadas Ignacia, María y Marta y nombró herederos a sus cuatro hijos Carlos, Bernardino Ángel, Manuela y Petronila6.

Bernardino de Isunza, por su parte, hizo su testamento cerrado en 1685, que se abrió a su muerte a los dos años en 1687, y en él reconocía que además del mayorazgo de Catalina de Isunza, ya citado, había recaído en él el de Añastro por muerte de Manuel Baltasar de Añastro y Escobar, y además tenía los vínculos saltuarios “de mayor a mayor” de Mora Legarda y de Adurza7.

Daba noticias de un hijo natural que tuvo su padre en una moza hidalga de Oñate, llamado Sebastián de Isunza y Larrínaga, ya fallecido, que había hecho fortuna en Cartagena de Indias, y había mandado 6.000 pesos (casi 100.000 reales) a su hija Manuela de Isunza y Eguíluz. Mandaba que la joya que dejó su mujer para la virgen de la capilla de la Concepción se incorporase al mayorazgo de Isunza que él poseía y no se pudiera vender nunca. Para entonces ya había fallecido su hijo primogénito Carlos por lo que dejaba herederos a los tres restantes.

Comentaba que además de su hábito de Santiago, orden en la que él mismo se había cruzado caballero en 1647, había conseguido de S.M. en 1663 la merced de otros cuatro hábitos, dos para sus hijos Carlos y Baltasar Ángel, que 4 - Ministerio de Cultura – Archivo Histórico Provincial de Álava, protocolo6074, Juan Antonio Maturana, testamento de Bernardino de Isunza, 10-8-1685 5 - curiosamente los escuderos solían estar a cargo de las hijas 6 - Ministerio de Cultura – Archivo Histórico Provincial de Álava, protocolo 5633, Pedro González de Apodaca, 2-10-1674.

7 - estos vínculos saltuarios eran una singularidad y se dieron con mucha frecuencia en Vitoria, y en ellos iba sucediendo el pariente de más edad del último poseedor, no el pariente más cercano

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se cruzaron caballeros en 1676, y dos para los futuros maridos de sus hijas Manuela y Petronila. Manuela murió soltera y Petronila cuando casó en 1687 con Juan Francisco Cuevas Nanclares, unas semanas antes de morir su padre, llevo en dote dicho hábito, pero su marido no hizo uso de él8.

A su muerte se hizo inventario de sus bienes que ascendió a la cantidad total de unos 130.000 reales, cantidad bastante comedida, y quitados los gastos y deudas quedaron unos 29.000 reales a cada hijo.

Entre los bienes muebles se citan numerosas pinturas, la mayoría religiosas, y entre ellas 9 retratos de diferentes personas de la familia Isunza de 2,5 varas (unos 2 m de altura) con guarnición (marco) dorada y negra, valorados en total en 297 reales (33 reales cada cuadro), y otros 4 retratos de medio cuerpo también de la familia, valorados también a 33 reales el retrato.

Sorprende una valoración tan baja, cuando la mayoría de los cuadros que se detallan (unos 90 en total) tienen una valoración media entre 50 y 500 reales.

También se incluyen dos tablas antiguas, valoradas en unos 1.000 reales cada una, compradas sin duda por sus antepasados en Flandes. Se incluye un mobiliario abundante, cuya valoración asciende a casi 2.000 reales, y unos conjuntos de tapices valorados en total en casi 6.000 reales.

El caso es que no cabe la menor duda de que entre los 9 retratos citados se encontraba el de Dª Antonia de Eguíluz, y casi sin duda había otro retrato del propio Bernardino de Isunza, y posiblemente de sus padre Pedro II de Isunza y Dª Ana de Isunza. Estos cuadros se habrían ido confeccionando a lo largo del tiempo, desde el siglo anterior, progresivamente y siempre con las mismas medidas, como era costumbre en la Corte, donde habían servido Dª Catalina de Isunza y su madre Dª María de Lequeitio, la primera como camarera de la Reina Dª Isabel de Portugal en 1570 y la segunda como guarda damas de la Reina. Por tanto arrancando de Luis de Isunza y Marquina, padre de Dª Catalina de Isunza, y seguramente ella misma y quizás su hermana Dª Candida.

Dª Antonia de Eguíluz tenía un único hermano, dos años más joven que ella, llamado Baltasar de Eguíluz, caballero de Santiago en 1661, poseedor del mayorazgo de Eguíluz que había fundado su padre en 1646 y que en 1681, por muerte de su tío carnal Antonio del Barco y Aguirre, heredaría el de el Barco, fundado por su abuelo Marco Antonio del Barco y Verástegui, y en cuya casa se instaló a vivir. Había casado dos veces, la primera en Vitoria en 1652 con Dª Micaela de Vidania y Berasategui, nacida en Vitoria en 1624, seis años mayor que él, y un buenísimo partido, hija del doctor (en Leyes) Laurencio de Vidania y Gamarra y de su segunda mujer Dª Ana María de Berasategui y Landáburu, hija de un modesto maestro de escuela de Aramayona avecindado en Vitoria, cuyos hermanos habían hecho una enorme fortuna en Potosí, donde se habían establecido, razón por la que Dª Ana María pudo llevar al matrimonio una dote de ¡12.000 ducados!9 Se daba la circunstancia de que una hermanastra de Dª Micaela, Dª Mariana de Vidania y Lazárraga, hija de un primer matrimonio de 8 - Ministerio de Cultura – Archivo Histórico Provincial de Álava, protocolo6074, Juan Antonio Maturana, apertura del testamento 6-5-1687 9 - Ministerio de Cultura - Archivo Histórico Provincial de Álava, protocolo 2595, Juan de Ugarte, testamento de Dª Isabel de Landáburu 31-7-1625.

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su padre con Dª Juana de Lazárraga y Guevara, riquísima heredera, estaba casada desde 1642 con Antonio del Barco y Aguirre, tío carnal de Baltasar y de Antonia y dueño del mayorazgo del Barco. Baltasar no tuvo sucesión de este matrimonio, ni tampoco del que contrajo en 1663, al enviudar, con Dª María de Uzquiano Ibarra y Velázquez, natural de Miranda de Ebro.

Baltasar participó activamente en el gobierno de Vitoria, siendo elegido alcalde en 1671 y 1682; segundo alcalde en 1662 y 1670, procurador general en 1660, regidor en 1679, 1686 y 1698, y diputado del Ayuntamiento en 1652, 1659, 1667, 1674, 1677, 1680, 1683 y 1685 Murió sin sucesión en Vitoria en 1700 y su mujer Dª María de Uzquiano le sobrevivió hasta 1717 en que murió, fundando una capellanía con sus bienes.

Al morir Baltasar, sucedió en los mayorazgos de Eguíluz y de el Barco su sobrino carnal Bernardino Ángel de Isunza y Eguíluz, hijo de nuestra Dª Antonia, ya fallecida en 1679, del que después nos ocuparemos.

El apellido Eguíluz se encuentra muy extendido por todo el Oeste alavés, originado en el topónimo Eguíluz, correspondiente a casa fuerte solariega de Eguíluz situada en el ayuntamiento de Lezama en el valle de Ayala. La rama principal de esta familia, dueños de dicha casa fuerte, se pude documentar sin problemas hasta el siglo XIV, pero todas las demás familias existentes con este apellido no tienen por qué pertenecer a su mismo linaje, ni tener un origen común.

Estos Eguíluz que nos ocupan procedían del lugar de Subijana-Morillas, y constituían una familia hidalga de cierta importancia, y de ella únicamente se ha podido llegar a documentar hasta Juan Fernández de Eguíluz, bisabuelo de Dª Antonia, que vivió a principios del siglo XVI. Su escudo de armas, ya aparece en la fachada de la casa de SubijanaMorillas, y consiste en un escudo partido con dos lobos en el primer cuartel, y dos calderas en el segundo, y rodeando a todo el escudo, una orla con nueve aspas.

En el escudo que figura en el retrato de Dª Antonia, se han modificado las armas de Eguíluz, sin duda por mejorar el diseño del escudo, colocándolas en un escudo cortado en lugar de partido. Este escudo tiene la particularidad de ir en colores, y por ello podemos apreciar que en el primer cuartel el fono es de plata y los lobos de sable, o negros, y en el segundo cuartel, el fondo es azul y las calderas de oro. La orla aparece de gules o rojo, con las aspas de oro También figuraban las armas de Eguíluz en la sepultura que Francisco de Eguíluz compró en el convento de Santo Domingo de Vitoria, donde mando colocar una losa con el mismo escudo de armas, y con el rótulo: “Es de Francisco de Eguíluz, dio por ella 100 ducados”10.

Esta sepultura ha desaparecido, como todo lo referente al convento de Santo Domingo, pero podemos documentar el convenio llevado a cabo por Francisco de Eguíluz con el convento el 3 de diciembre de 1616 a la entrada 10 - Archivo Histórico Nacional, Sección de Órdenes Militares, expediente para caballero de Santiago de Baltasar de Eguíluz y del Barco 1661, exp 2585

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del capítulo para tener allí su enterramiento él y sus sucesores y poder poner en ella una lápida con su escudo de armas11.

El primero al que podemos documentar de esta familia es a Juan Fernández de Eguíluz, casado con María López de Aprícano, vecinos de Subijana-Morillas, al que ya encontramos en 1549 comprando, con otros parcioneros, parte del molino de Peñacorba en término de Morillas “donde Techa”12.

Seguramente fue él quien hizo la casa de Subijana-Morillas, poniendo en su fachada el escudo de la familia.

Aún vivía en 1561 cuando en unión de su hijo Cristóbal compró ciertas heredades en Subijana Morillas13, pero ya había fallecido en 1563 cuando su viuda vendió a su citado hijo Cristóbal “un molino entero, en los viejos de morillas en el río Bayas”14.

Cristóbal debió ser el hijo mayor, pero tuvo numerosos hermanos, que fueron: Juan Fernández de Eguíluz, cura de Morillas, Diego Fernández de Eguíluz, avecindado en Aprícano, donde quedó importante descendencia, Pedro de Eguíluz, avecindado en Escota, Martín de Eguíluz, avecindado en Trespuentes, Andrés de Eguíluz, vecino de Burgos, y Bartolomé Fernández de Eguíluz, clérigo, que en 1575 figura como residente en la corte romana Todos ellos, en unión de su madre, vendieron en a Cristóbal su parte en la casa de Subijana-Morillas en 157515. Ello nos da una idea de la expansión e importancia que ya había adquirido la familia.

Cristóbal siguió en la casa de Subijana-Morillas, habiendo contraído matrimonio con Catalina Ochoa de Olano, natural de Trespuentes, en la década de 1550, de una familia de hidalgos bien asentados, hermana de Juan Ochoa de Olano, que acudió varias veces como procurador general de los hijosdalgo de la Hermandad de Iruña a las Junas Generales de Álava. Vivieron en la casa de Subijana-Morillas, y Cristóbal continuo con la compra de bienes raíces por la zona, hasta que falleció en 1584, heredando su mujer la casa de SubijanaMorillas, la cual en su testamento, redactado en 1606 mando a su hijo Francisco, el padre de Dª Antonia.

Tuvieron solo este hijo varón, y cuatro hijas, todos los cuales abandonaron el patronímico Fernández, pasando a apellidarse simplemente Eguíluz. De las hijas, la mayor de ellas María de Eguíluz, casó en 1589 con Juan de Montoya y Arbígano, natural de Escanzana, de una importante familia de hidalgos una de cuyas ramas se estableció en Armiñón, donde hizo una de las casas palacio de 11 - Ministerio de Cultura – Archivo Histórico Provincial de Álava, protocolo 1717, Diego Ramírez 12 - Ministerio de Cultura – Archivo Histórico Provincial de Álava, protocolo 6655, Esteban de Isunza 13 - Archivo Diputación Foral de Álava, DH.1055-16 14 - Archivo Diputación Foral de Álava, DH.1055-32 15 - Archivo Diputación Foral de Álava, DH 1055-23

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allí. Los descendientes de María de Eguíluz, heredaron en 1740 el mayorazgo de Eguíluz, cuando faltó la descendencia de la rama de nuestra Dª Antonia.

La siguiente hija, Catalina, nacida en Subijana-Morillas en 1566, casó en 1585 con Bartolomé de Eguíluz y Corcuera, natural de Abecia, una importante familia de la zona, que se solía apellidar Eguíluz, o bien Abecia Eguíluz.

Bartolomé familiar del Santo Oficio, y un hijo del matrimonio, llamado Pedro Ortiz de Eguíluz, también lo fue; otra hija fue Isabel Ortiz de Eguíluz, casada con el dueño de la casa fuerte de Zárate Chávarri de Luquiano.

Las otras dos hijas Ana e Isabel, nacidas en Subijana-Morillas en 1575 y 1580 entraron monjas en el convento de Santa Clara de Vitoria, que al ingresar hicieron renuncia de sus legítimas en su hermana mayor María16.

Francisco que fue el hijo tercero, nacido en Subijana-Morillas y bautizado allí el 9 de marzo de 1571, fue quien levanto verdaderamente la familia, merced a sus actividades mercantiles, que ejerció desde Vitoria donde se estableció. Estas actividades fueron tan variadas, como la del envío de barcos a Terranova para la pesca del bacalao en 1599 y 1600, o el suministro de trigo a varios conventos vitorianos, aparte de ejercer de prestamista.

Celebró un primer matrimonio en Subijana-Molillas en 1596 con María López de Armentia y Ochoa de Arce, natural de Subijana de Álava, hija de Juan López de Armentia y de María Ochoa de Arce que falleció pronto sin dejarle sucesión, no obstante, su suegra María Ochoa de Arce, mucho después, en 1628, ya contraído segundo matrimonio, le nombró en su testamento como un heredero más junto con sus restantes hijos, con el encargo de fundar una capellanía de 1.000 ducados en la iglesia de Subijana de Álava de la que quedarían como patronos Francisco de Eguíluz y sus descendientes. Buena prueba de la enorme confianza que le inspiraría su yerno, y del buen destino que daría a su dinero.

Pasaron casi 30 años hasta que volvió a contraer segundo matrimonio, lo que le dio ocasión para aumentar bien su fortuna, y poder casar con una rica heredera vitoriana, como hizo en 1625 con Dª Mariana del Barco y Aguirre.

Para dar más lustre a su situación de comerciante rico, consiguió de S.M. que se le nombrara correo mayor de Vitoria, cargo que tenía una renta de solo 120 ducados al año, 1.320 reales, pero que era muy bien visto.

Esta segunda fase de su vida, hasta su muerte en 1650, ya fue más sosegada, e intervino de forma moderada en las tareas de regir la ciudad de Vitoria, siendo elegido diputado del ayuntamiento en 1631, 1637 y 1640, y regidor del mismo en 1636.

16 - Archivo Diputación Foral de Álava, DH 1065-46, testamento de Catalina Ochoa de Olano 287-1606

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