Eje
1.
EL EMPLEO ES PRIMERO
Transformación económica para el empleo y la productividad Durante el Gobierno del presidente Mauricio Funes se han creado más de 101,000 puestos de trabajo formal y por lo menos 30,000 en la agricultura. A pesar de estos avances, la solución a los problemas del desempleo y del subempleo, de la desigualdad y la pobreza, de la exclusión y de la vulnerabilidad de extensos sectores de la sociedad siguen siendo las exigencias más sentidas de la población salvadoreña. Para superar esta herencia del pasado es necesario la elevación de las tasas de crecimiento de la economía, y de la calidad de ese crecimiento. Esto depende de la inversión sostenida y creciente en la formación del factor humano y la infraestructura económica y social, del dinamismo de la inversión privada, de la articulación de la política económica con las políticas del desarrollo social y la sustentabilidad ambiental, como también depende del despliegue de una activa política exterior y de una política fiscal y financiera alineada estratégicamente con los grandes objetivos y metas del país. Todo ello exige enfrentar y superar el viejo modelo económico neoliberal empobrecedor, importador y consumista, por un modelo productivo, que fortalezca el mercado interno y las exportaciones, estimule
el consumo básico de nuestra población, el ahorro y la inversión productiva, y posibilite la democratización de la estructura de oportunidades. El presente programa de gobierno pretende modificar la matriz productiva, es decir diversificar la producción bajo una apuesta a los sectores estratégicos de más alto valor agregado, que permitan generar la riqueza del país para atacar los grandes desafíos de la nación salvadoreña. El Gobierno de Salvador y Oscar impulsará una importante transformación del papel del Estado, como un Estado promotor y gestor del desarrollo económico y social. Ello pasa por una institucionalidad fuerte y eficaz, confiable , un Estado transparente, probo y basado en principios de austeridad, enmarcado en el Estado constitucional, social y democrático de derecho, capaz de corregir las fallas del mercado. El Gobierno, por consiguiente, será un socio estratégico de los sectores privados en el fortalecimiento de los tejidos productivos nacionales y territoriales, la modernización de los servicios, la creación de oportunidades de negocios y el incremento de la productividad de todos los factores. Así mismo trabajará para garantizar la mayor inclusión en los beneficios del desarrollo.