El Suicidio y sus etapas

EL SUICIDIO Y SUS ETAPAS 1. EL SUICIDIO El término suicidio 1 se deriva del latín sui (sí mismo) y cidium (muerte, del verbo coedere que significa matar), y significa ¨darse a sí mismo la muerte¨. En 1969, la OMS aplicó el término de “acto suicida” para todo hecho en el que una persona atenta contra sí misma, independientemente del nivel de intención letal o el conocimiento del objetivo final de morir (Salud, 2014).

Es menester hacer algunas aclaraciones en cuanto al suicidio ya que existe la diferencia entre suicidarse y tener pensamientos suicidas. Los primeros son aquellos que sólo tienen ideas suicidas en su mente; otras por su parte las planifican por un tiempo hasta finalmente consumarlas; y finalmente están los que se quitan la vida de manera impulsiva y sin previa premeditación.

En 1971 el sociólogo francés Emilio Durkheim, quien llevó a cabo una de las primeras investigaciones para descubrir las influencias sociales que inciden en el suicidio, descubrió que hay tres categorías: el suicidio egoísta que se produce por la desintegración social y por una pérdida de conexiones familiares promovidas por la agitada vida urbana; el suicidio altruista el cual se lo consuma como un acto de sacrificio por la comunidad y debido a vínculos fuertes con la sociedad; y, el suicidio por anomia que responde al caos social y a los cambios sociales y económicos drásticos que generan crisis e interrumpen la estabilidad de la sociedad.

En cuanto a las causas del suicidio se refiere, éstas pueden ser múltiples y siempre de carácter subjetivo. Sin embargo, dentro de los factores más importantes que incitan al suicidio están la depresión, la esquizofrenia, la demencia y la adicción al alcohol o substancias psicotrópicas. (Betancourt, 2008, p.1) La depresión está presente en el 80% de los casos de suicidio, lo cual llama la atención a la investigación sobre este tipo de desorden, con esto se evitará los mitos que entorpecen un proceso adecuado de prevención.

Referirnos al suicidio es referirnos a la razón número uno de muerte en adolescentes en el Ecuador según la investigación realizada por el Observatorio Social del Ecuador auspiciado

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Ponerle fin a la propia vida, es una reacción trágica a situaciones de vida estresantes. Recuperado de https://www.mayoclinic.org/es-es/diseases-conditions/suicide/symptoms-causes/syc-20378048

por la Unicef en el año 2018. Adolescentes entre 13 y 17 años consideran el suicidio como salida a todos los problemas que están atravesando.

Entre las razones más comunes están dentro de este grupo están: depresión, acoso escolar, violencia sexual, divorcio de los padres, embarazo no deseado, migración, entre otros.

Siendo la depresión la causa principal en adolescentes.

En cuanto a las cifras de suicidio en los adolescentes, en el 2010 la tasa por 100 mil adolescentes fue 8, mientras que en 2016 se incrementó a 10 siendo Pichincha la provincia con más casos registrados (Velasco, 2018. p 80).

La conducta suicida se analiza a partir de dos dimensiones que están interconectadas.

Una es la que está relacionada con los rasgos de la persona, es decir su genética, abuso de sustancias por parte de ella y personalidad. La segunda dimensión tiene que ver con los desencadenantes que la persona enfrenta como: enfermedades psiquiátricas agudas o acontecimientos adversos. La conducta suicida se agudiza cuando dos de estos factores coinciden, con esta premisa en mente podemos entender porque hay personas que se suicidan mientras otros no lo hacen aun enfrentando los mismos problemas (Salud, 2014).

Según la IASP2, a través de sus estudios, ha identificado que aquellos jóvenes que provienen de familias con historiales suicidas suelen ser propensos a este mismo comportamiento. La violencia doméstica, al igual que las dificultades socio-económicas que atraviesan las familias, son factores que intensifican el riesgo del suicidio en adolescentes (Betancourt, 2008. p 8).

Es interesante que según las estadísticas del Observatorio Metropolitano de Seguridad Ciudadana3, (entidad que ha venido realizando estudios relacionados al suicidio desde el año 2003) uno de los meses en donde hubo un índice mayor de suicidios era en el mes Julio debido a las presiones y expectativas familiares en cuanto a lo académico, las cuales pueden abrumar a los adolescentes, quienes por impulso, optarían por el suicidio como mecanismo de escape (Betancourt, 2008. p 6).

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Asociación Internacional del Estudio de Dolor. Organización dedicada al estudio e investigación con el propósito de brindar herramientas para la superación del dolor. Fundada en 1973 y con presencia en 125 países a nivel mundial. www.iasp-pain.org 3 Son Centro sectoriales e interinstitucionales que recolectan, procesan y analizan datos de hechos que afectan la seguridad y convivencia ciudadana. www.omsc.quito.gob.ec

El adolescente puede enfrentar situaciones de dolor, angustia y soledad, estos sentimientos pueden dar lugar a la depresión y esta a su vez a quitarse la vida. Sin embargo, es fundamental que el cuadro depresivo sea diagnosticado por un profesional ya que se convierte en una conducta que no es fácilmente modificable.

La depresión siendo un cuadro que antecede al suicidio muestra señales que les ayudan a los padres o líderes espirituales a tomar cartas en el asunto. Por ejemplo, en relación al aspecto físico un adolescente que está sumido en depresión carece de energía para llevar a cabo actividades físicas. En cuanto a lo interno es posible ver que un adolescente deprimido tiene una perspectiva pesimista de ver, pensar y sentir.

El suicidio ha ido ganando espacio en nuestra sociedad, es una amenaza latente frente a la cual el gobierno no ha podido hacer nada. También es un problema que envuelve a los adolescentes de la iglesia porque los problemas y las crisis que lo fomentan también son parte de la comunidad de creyentes.

Jonathan era un muchacho de 16 años quien sufrió acoso por parte de su profesora de literatura. La docente le envió a leer una obra literaria, aquel trabajo era grupal pero el adolescente lo hizo solo. Su calificación fue cero por no trabajar con sus compañeros. Jonathan ya no quería ver más a la profesora. Cuando entregó el último trabajo, la maestra le dijo que no servía para nada y lanzó las hojas al piso. Él no lloró, no reclamó y fue el último día que asistió a clases de Literatura. Ese mismo día se quitó la vida. (Telégrafo, 2019) Hablar de las situaciones que enfrentan cada uno de los adolescentes es hablar de problemas serios. Los obstáculos son grandes, el desafío de igual manera parece ser muy difícil de conquistar. Hay muchas cosas que juegan en contra del desarrollo del adolescente. La influencia, pasa más tiempo en el colegio rodeado de otros adolescentes, cada uno con su propia forma de pensar. El internet pone a su disposición mucha información, gran parte de ella prohibida para su edad. El ausentismo por parte de los padres hace que sus maestros sean los menos experimentados, es decir, sus propios compañeros de aula. Sumado a todo esto está la dificultad para hablar de ciertos temas como la depresión, el acoso escolar y el suicidio.

Por un momento pensamos como creyentes que los adolescentes de la iglesia estarían lejos de experimentar situaciones de esta naturaleza, sin embargo, a lo largo del tiempo pudimos reconocer que no era así. Por la sencilla razón que las familias de creyentes cometían

los mismos errores en comparación de aquellas que no lo son y también estaban expuestas a los problemas igual que los demás.

2. ETAPAS DEL SUICIDIO El proceso suicida se inicia en el momento en que comienzan los pensamientos sobre cómo quitarse la vida, pasa por la realización de los primeros intentos suicidas, con un incremento gradual de la letalidad del intento, hasta lograrlo; es decir, se establece una secuencia progresiva. Es posible que ocurran manifestaciones previas con actitudes de escape, de venganza, altruismo o búsqueda de riesgo, tendencia a percibirse como perdedor, baja tolerancia a la frustración, dificultad para resolver conflictos, desesperanza y abandono (Cañon, 2011. pp 63-64).

Sin embargo, según el historiador y sociólogo canadiense Gerard Bouchard, el proceso suicida es el período que comprende el momento en que se produce la crisis y el paso al acto, y aclara que en los adolescentes este proceso puede ser muy corto, inclusive de horas, y es más corto aun en los segundos intentos de suicidio. Bouchard divide este proceso en cinco momentos (Barón, 2018. pp 54-55).

La primera etapa es la búsqueda de soluciones frente a los problemas que el adolescente puede estar atravesando, ésta etapa puede ser catalogada como una etapa normal en cualquier crisis. El adolescente hace una especie de inventario o evalúa las posibles soluciones a sus problemas considerando la posibilidad de que se produzca un cambio y, por lo tanto, el dolor que siente disminuye. Cabe resaltar que algunas personas podrán tener varias soluciones e identificar estrategias para resolver la crisis; otras, por el contrario, no encontrarán soluciones que puedan responder a sus necesidades presentes. En esta etapa, la idea de suicidio no se toma como una posible solución.

La segunda etapa es la ideación suicida. En medio de la búsqueda de soluciones, una imagen súbita, breve y pasajera de muerte aparece como una posible salida una vez que las soluciones que encuentra son ineficaces para reducir la intensidad de la crisis, y por lo tanto son rechazadas. La idea del suicidio comienza a aparecer más frecuentemente, muchas veces encubierta por la idea de que algo pasara para morir, como, por ejemplo, una enfermedad grave o un accidente, pero cada vez más se piensa en el suicidio y se empieza a elaborar escenarios posibles.

La tercera etapa es la de “rumiación”. La inconformidad es cada vez mayor y más difícil de soportar, el deseo de escapar a la angustia es cada vez más apremiante. La imposibilidad de resolver la crisis y el sentimiento de haber agotado todas las posibilidades provoca un aumento de la angustia. La idea del suicidio se vuelve constante y regular, lo que genera aún más angustia y aviva el sufrimiento y el dolor.

La cuarta etapa se llama de cristalización, en la cual el adolescente se encuentra totalmente desesperanzado. El suicidio es ya considerado como la solución a todos los sufrimientos. Es el momento en el que se elabora un plan preciso: el día, la hora, el medio, el lugar. El adolescente puede sentirse aliviado y dar signos de estar mejor, ya que el suicidio representa la solución definitiva, y él posee el medio para poner fin a su sufrimiento. Con frecuencia, en este momento el adolescente hace una ruptura emotiva de los que lo rodean y un sentimiento de aislamiento está presente. Sólo hará falta el evento que lleve el paso al acto .

La última etapa es la que contiene un evento desencadenante. Después de la etapa de cristalización, el paso al acto se vuelve inminente. Un evento desencadenante está ligado al acto suicida, sin importar muchas veces la intensidad o trascendencia manifiesta del evento, pero es un evento que para el adolescente se agrega a la serie de pérdidas significativas que ha sentido en su vida.

Lo importante de este proceso es tener en cuenta que se puede intervenir en cualquier momento; hay que recordar que la ambivalencia y el miedo de pasar al acto siempre van a estar presentes, inclusive hasta el último momento, y que una intervención adecuada puede interrumpir el proceso en cualquier momento.