Alondras y Ruiseñores 2013

Cofradía Servita de Mª Stma. de los Dolores Revista Bienal de la Cofradía

Puente Genil - Semana Santa 2013 Número 5

Alondras y Ruiseñores Revista bienal de la Cofradía Servita de Mª. Stma. de los Dolores Puente Genil - Córdoba

Sumario

Número 5 - Marzo, 2013 Diseño y Maquetación

Alberto de la Rosa Velasco

Junta de Gobierno Cofrade Mayor

Fernando Chacón Giménez Hermano Mayor

Vicente Poyato Rubio Vicecofrade Mayor

Lorenzo Estepa Mohedano Secretario

Fructuoso del Val de la Torre Vicesecretario

Sergio Mª Velasco Albalá Tesorero

Alberto de la Rosa Velasco Vicetesorero

Carlos Molina Chacón Mayordomía

Francisco Chacón Rivas José Mª Martínez Chía Manuel Angel Rivas Márquez Francisco Serrano Rodríguez Juan José Cabezas Martínez Jesús Chacón Almeda Jesús Mª Pérez Márquez Vocalía Patrimonio

Francisco Chacón Almeda

Saluda del Presidente de la Agrupación de Cofradías Juan Miguel Granados Morillo.....................................................................................Pag.04

Saluda del Cofrade Mayor Fernando Chacón Giménez...............................................................................................Pag.05

La Virgen de los Dolores en nuestra Lírica Semanantera Juan Ortega Chacón..............................................................................................................Pag.06

Un año más Pampi Chacón Almeda...........................................................................................................Pag.09

Nuestro tiempo, nuestra responsabilidad Javier Villafranca Muñoz...................................................................................................Pag.11

Cofradía de María Santísima de los Dolores Juan Fernando García Arroyo........................................................................................Pag.13

Jura de Bandera en Cerro Muriano La Cofradía..................................................................................................................................Pag.16

XXV Aniversario Primero de los Dolores Lorenzo Estepa Mohedano.................................................................................................Pag.17

Vía Matris Sergio Mª Velasco Albalá....................................................................................................Pag.18

Fotos para el recuerdo Por cortesía de la familia De la Fuente Chacón.................................................Pag.28

En la Distancia Vicente Poyato Rubio. Hno. Mayor 2013....................................................................Pag.30

Plácido La Cofradía..................................................................................................................................Pag.32

Vocalía Preparación Actos Litúrgicos

Juan Ortega Chacón Javier Torres Carmona

www.virgendolores.es

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Alondras y Ruiseñores

Marzo 2013

Saluda del Presidente de la Agrupación de Cofradías y Corporaciones Bíblicas Juan Miguel Granados Morillo

C

ada vez que sale una revista a la luz pública, es un logro de muchos hermanos, los que han puesto toda su ilusión en que todo quede escrito para la posteridad y los que se han encargado de que todo salga a la perfección, para gusto y agrado de todos los lectores.

Pero quizás lo que no se sepa por muchos y no lo valoren algunos, son los momentos dulces de hermandad que se vive en torno a una idea, a un proyecto, o a una sola frase, momentos de recuerdos vividos, que van floreciendo en nuestros corazones, con la finalidad de que la Cuaresma goce del esplendor que merece nuestro pueblo y, por supuesto, la veneración de Nuestra Madre la Virgen de los Dolores.

Si cada momento que vive esta Cofradía, cada vez que al terminar de participar en la Eucaristía, se pudiera contar, como siempre quedan algunos hermanos pendientes de su Virgen; de cómo no se siente abandonada en ningún momento del recorrido por sus leales devotos, estoy seguro que de sus siete puñales, uno se saldría del pecho, porque sus hijos no la abandona.

En la actualidad estamos viendo en muchos sitios como madres desesperadas se agarran a bolsas de caridad. Deben de causar dolor y tristeza en todos nosotros, porque allá donde veamos sufrir a una mujer, tener la certeza que lucha más bravamente por sus hijos que por ella misma.

Si esta revista sirve para recordar los mejores momentos vividos durante el año, momentos de hermandad y cariño, me gustaría que sirviera para que si hay una oración diaria a nuestra Madre de los Dolores, que sea para paliar este dolor y pobreza actual.

No seremos cristianos si no tenemos comprendido el sentido de hermano y sentido del pobre, pues ambas cosas están vinculadas al mensaje de Jesús, tan esencial como el sentido de la oración.

No quisiera despedirme sin felicitar a la nueva Junta Directiva, que ha mantenido un diálogo abierto y comprensivo con esta Agrupación, y tampoco quiero cerrar esta salutación sin un recuerdo a todos los hombres y mujeres que formáis esta entrañable y querida Cofradía. Gracias por vuestra labor, gracias por vuestra entrega. Que María Santísima de los Dolores os colme de fe, salud y fuerza para seguir pregonando el nombre de María por todos los rincones.

Así se lo pido.

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Revista bienal de la Cofradía Servita de Mª. Stma. de los Dolores de Puente Genil

Saluda del Cofrade Mayor Fernando Chacón Giménez

E

stimados hermanos,

mi saludo más cordial y mi agradecimiento más sincero por todo el apoyo y la confianza recibida para ser vuestro Cofrade Mayor.

A lo largo de estos casi dos años en los que represento a nuestra Cofradía en la que somos todos Uno en Amor a María, no he dejado de recibir ese cariño y ese apoyo incondicional en todas aquellas tareas y actividades que desde la Cofradía se llevan a cabo.

Las personas que me han precedido en esta tarea han dejado realizada una encomiable labor. Es el momento de continuarla y de aportar algún grano más en esa gran montaña construida a base de amor al prójimo y devoción a María Santísima de los Dolores. Esa construcción no es posible sin la ayuda de los hermanos que sirven desde la Junta de Gobierno y de todas aquellas personas que, sin pertenecer a ella, hacen posible que se lleve a buen fin todas y cada una de las actividades y tareas que tiene el día a día.

Personalmente, ser Cofrade Mayor está siendo una gran experiencia como cristiano y, por supuesto, como persona. Está, además, dándome la oportunidad de vivir y compartir vivencias inolvidables con los miembros de nuestra Cofradía y con los de otras Hermandades y Cofradías de Puente Genil.

Como sabéis, además de procesionar y dar culto a nuestra Madre, una de nuestras finalidades es cultivar el amor al prójimo procurando formar una verdadera Cofradía y Hermandad entre nosotros y con proyección hacia los demás, especialmente los enfermos y necesitados.

Para ello, quisiera recordaros que, dentro de las actos de caridad, colaboramos con la Parroquia de Nuestro Padre Jesús Nazareno, Cáritas y otras instituciones similares de la Iglesia. Debido a las circunstancias actuales que muchas familias están pasando, debe ser uno de nuestros principales objetivos para estos años, tanto el actual como los venideros. Os animo a seguir colaborando y participando en la ayuda a esas personas.

En vuestras manos tenéis la nueva edición de Alondras y Ruiseñores, que como sabéis, comienza a publicarse bienalmente. Esta revista cofrade es el vehículo de transmisión de vivencias y pensamientos de todos en el Amor a María Santísima. Y se hace realidad porque hay personas que aportan artículos, fotos o poesías. Otras lo hacen económicamente. Y todo es unido por unos hermanos, quienes se encargan desinteresadamente de ponerla a nuestra disposición. A todos ellos, en nombre de la Cofradía, quisiera manifestarles nuestra mayor gratitud. ¡Viva María Santísima de los Dolores!

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Alondras y Ruiseñores

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La Virgen de los Dolores en nuestra Lírica Semanantera Juan Ortega Chacón

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lcanza con éste el quinto año de la edición de “ALONDRAS Y RUISEÑORES” que se ha erigido, en corto tiempo, en reconocido referente de las publicaciones cofrades que orlan y pregonan en sus vísperas a nuestra Semana Santa. Uno de sus avales más firmes lo constituye su contenido de carácter histórico, testimonial y documental aportando numerosos datos dispersos y fotografías de buena calidad o que recupera secuencias perdidas.

Que esto se haga sin ayudas, sin alharacas y con distribución gratuita por una Cofradía pequeña y humilde pero ferviente e ilusionada, creemos que es ejemplarizante y enaltecedor para todos.

El pasado año dedicamos la primera parte de esta temática a reunir retazos líricos de poesía popular que han cantado, en un tiempo relativamente cercano que lo permite, a la Virgen de los Dolores. Al cumplirse el centenario de la publicación del LIBRO DE MIGUEL ROMERO (Semana Santa en Puente Genil, 1911) pusimos especial énfasis en espigar su obra, habida cuenta de su fervorosa y proclamada devoción a nuestra Madre y pertenencia a su Hermandad. A ella dedicó varias composiciones destacando la famosa “Plegaria” que recitaba el Viernes Santo “Cangilones”, otro de nuestros legendarios hermanos ejemplares.

En este propósito continuamos para dar a conocer, aunque en su totalidad sería imposible, buena parte de los principales poemas y cantos con que el pueblo la alaba. ************ Puede resultar algo narcisista y para algunos presuntuoso que hable de la familia CHACÓN, uno que le corre por las venas la mitad de su sangre y que desde que tuvo uso de razón (inscrito al nacer) se le inculcó como seña de identidad familiar la devoción a la Virgen de los Dolores, como algo que imprime carácter hasta la muerte. Pero creo que debe – y tiene – que hacerse en base a que resulta inmemorial la dedicación consagrada de esta familia. Las primeras referencias aparecen a finales del siglo XVIII y con cierta preponderancia en la segunda mitad del XIX y todo el XX. Mi abuelo, Joaquín Chacón López (nacido en 1874) nos contaba que

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Foto I - Año 1.936

también era de los “López”. En los años veinte del pasado siglo ya era conocida como “Madre de los Chacones”. No era nada privativo puesto que en otras épocas era común – aquí en Puente Genil se daba en otras – que determinadas familias ejercieran mecenazgo patrocinador de cofradías. Fuera de aquí encontramos numerosas de ellas cerradas en número y excluyentes en las denominadas “de línea”.

En la de la Virgen de los Dolores – tanto por vía paterna como materna – se incribía a los hijos y nietos al nacer, sin ningún tipo de primacía. Los cónyuges masculinos se incorporaban, desde el noviazgo, fervorosamente a la Hermandad con el pintoresco apelativo de “RIPARIOS”. Así se ha mantenido, con fidelidad ejemplar, hasta la actualidad. Prueba de ello es que ostentaron,

Revista bienal de la Cofradía Servita de Mª. Stma. de los Dolores de Puente Genil

consecutivamente, el cargo de PresidenteCofrade en estos últimos años: Joaquín Chacón Crespo; Francisco Chacón Cabello; Miguel Chacón Cáceres hasta Rafael Chacón Villafranca, al término de cuyo mandato se produjo un relevo no sólo generacional sino de apellidos en la cabecera de la cofradía.

grandielocuente y algo exaltado, reflejan el ambiente de general deserción que en el momento se vivía que se contrapone con la fidelísima devoción de la familia y Hermandad a la Virgen. Sin ningún tipo de posicionamiento o vanagloria creemos interesante su conocimiento por testimoniar una época, amarga y sectaria, que hemos de olvidar. Se titulaba “El juramento de los Chacones”:

Además del castizo “¡Viva la Madre de los Chacones!”, recuerdo desde niño otro que, a manera de deprecación, se le lanzaba a la Virgen en momentos afectivos, aludiendo a la mayoritaria dedicación agrícola de los hermanos: “¡Madre mía de mi alma, mucho trigo y mucha trama!”

Los años treinta del pasado siglo fueron desgarradoramente traumáticos y convulsos en la sociedad española que, fragmentada e irremediablemente enfrentada, acabó en la terrible y cainita Guerra Civil. Ya hemos abordado en diversas ocasiones las nefastas consecuencias que tuvo para nuestro pueblo, la Semana Santa y, significativamente, para nuestra Cofradía que perdió buena parte de su riquísimo patrimonio – aunque milagrosamente se salvó la bendita Imagen – y a demasiados hermanos que pagaron con su sangre e inmolados, sus crueles secuelas. Esa es la verdad histórica.

Enlazando ambas cuestiones, rastreando documentos antiguos, he encontrado un poema que voy a transcribir casi íntegro porque en cierta manera, aún exacerbado por la atmósfera política del momento, sirve de reseña de un tiempo, afortunadamente superado, pero que pertenece a la historia.

Fue publicado en “INDUSTRIA Y COMERCIO”, número 17 del año 1932. Esta revista fue prácticamente la única portavoz literaria de Puente Genil en Semana Santa y Feria y se estuvo editando hasta 1965. Este número fue impreso en la Imprenta (luego

Foto II - Año 1.963

“La Ideal”) de Don Gonzalo diecisiete que editó el emblemático periódico “El Aviso”, fundado por D. Baldomero Giménez.

Proclamada la II República el catorce de Abril de 1931, la Semana Santa de 1932, ante el clima de tensión y las arbitrariedades políticas, determinó que se suspendieran las procesiones. Solamente, en circunstancias dramáticas, procesionó en Sevilla la cofradía de “La Estrella”, de Triana. Incendios de templos y conventos crispaban un ambiente amenazante y revolucionario de marcado cariz anticatólico que puede percibirse en el poema. Está fechado el dieciocho de Marzo de ese año. Como autor aparece Constantino de Lucas, en su condición de “Capellán del Imperio Romano” lo que nos hace suponer su condición sacerdotal, aunque ignoramos si utilizó seudónimo. Se trata de un romance de buena factura y atinados recursos líricos que revelan un conocimiento de nuestros entresijos semananteros. El tono patriótico,

“De rodillas, a sus plantas le recé mis oraciones y le canté mis saetas, plegarias en que se esconden los más sentidos amores…

Y cuando mi vista alcé a sus ojos que son soles, - con más perlas que la aurora vierte en cálices de flores – así escuché que gemía la VIRGEN DE LOS DOLORES: “Cómo quieres que no sufra; cómo quieres que no llore si de nuevo a mi Hijo Amado le crucifican los hombres.

Hay cristianos como Judas que le venden o Españoles como el apóstol traidor que reniegan de su nombre… ***** ¿No ves como están ya mudas las calles sin procesiones y no se cantan saetas ni redoblan los tambores? ¡Ay del pueblo que abandone sus gloriosas tradiciones!

Y- ¡ay! de ti – Puente Genil. ¿Por qué cobarde te escondes cuando en torno de mi ermita rugen odios y traidores…?” **** Así sollozó la Virgen y así una voz le responde: Pobre Tortolica blanca

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que del Calvario en el monte junto a la Cruz de Jesús tienes tu nido de amores…

Cese ya tu triste arrullo serena el rostro y no llores que aún hay labios que te recen y aún hay almas que adoren y brazos que te defiendan si riesgo tu Imagen corre; que tiene Puente Genil más leales que traidores…

Esto un Chacón te lo dice.

Tú a los Chacones conoces porque fuiste y serás siempre la “Madre de los Chacones” Desde nuestra perspectiva actual hemos de hacer un enorme esfuerzo para poder situarnos en el contexto político-social del momento en que se escribió – hace ochenta años – para una

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valoración objetiva, cuando se han apagado tantos fuegos y cicatrizado las heridas. En cualquier caso consideramos su valor testimonial donde prevalece el halo poético, romanticista que lo envuelve y que revelan a un hombre culto que proclama una fidelísima devoción.

Dando un salto atrás en el rastreo de poemas o fragmentos de ellos alusivos a la Virgen de los Dolores, hemos de referirnos a uno de los más populares, emotivos y siempre vigentes en lo que pudiéramos considerar imprescindible antología. Nos referimos a las “Fiestas en La Puente” que, en jerga castiza, escribió D. Manuel Pérez Carrascosa. Fue leído por primera vez en el entonces denominado Lunes de las “Cien Luces” de 1921 y donado a la Cofradía de Jesús Nazareno. El autor, puso en boca de un muchacho campesino las cosas de nuestra Semana Santa que más le llamaron la atención, entre ellas el “encuentro” del antiguo “Sermón del Paso” (transcribimos el fragmento en la versión original): “…Y de to, lo qu’a mi maj me gujta ej er prendimiento qu’hasen en la plasa seij u siete romanoj que prienden a la Virgen crusando laj lansaj.

Un cura lej grita dende un barconsiyo: ¡Dejajla pasar, dejajla, dejajla! ¡Qu’ej la Madre bujcando a su Hijo! ¿No suj da ya lástima?”

Desgraciadamente el Sermón del Paso, como tal, desapareció sustituyéndose por la “Sentencia” que realiza la Corporación “El Pretorio Romano”, así como el emotivo “Encuentro” por lo que sólo perdura, en la lírica popular, de la que seguiremos (D.M) dando testimonios.

FOTOGRAFÍAS 1. La Virgen en su paso. Año de 1936. Fue la última Semana Santa, en vísperas de la Guerra con el manto expoliado. Está tomada a la entrada de la calle Don Gonzalo en su embroque con Ancha.

Obsérvense el “vacío” de la calle y detalles del paso. De Doña Matilde Aguilar. Archivo de Clemente Rivas.

2.

Idem.

En el paso de palio. Año 1963. Con el manto antiguo.

3. Óleo M Chacón. Propiedad del autor.

Foto III - Óleo M. Chacón

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Un año más Pampi Chacón Almeda

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n año más, el pasado mes de septiembre, compartimos el tradicional tapeo de la Cofradía para celebrar el día de Nuestra Señora de los Dolores. Pudimos realizarlo el mismo día 15, día de la festividad, sin tener que adaptarnos a las fechas como en ocasiones anteriores.

Un año más, y siguiendo la tradición que instauró nuestro Cofrade Rafael Chacón, volvíamos a reunirnos todos los hermanos y hermanas para compartir una jornada de convivencia después de la Función Solemne que tuvo lugar en la Parroquia de Jesús Nazareno.

Un año más, y ya van cuatro, se vuelve a celebrar en el Cuartel de La Corona de Jesús, cuartel al que esta Cofradía le quiere agradecer su generoso ofrecimiento para este singular encuentro.

Año a año se incorporan nuevos miembros de este cuartel a nuestra Cofradía, lo que también es un orgullo.

Un año más, volvían a estar un nutrido grupo de hermanos del 1º de los Dolores que, como siempre y después de veinticinco años, no han dejado de acompañar a Nuestra Madre Dolorosa. El año manantero que comienza en nuestra Cofradía con este tapeo, se presentó el pasado año para este cuartel de manera especial pues conmemoraron su veinticinco aniversario. Veinticinco años de cuartel siempre al lado de la Virgen de los Dolores, veinticinco años de trabajo infatigable por y para la Cofradía, veinticinco años ocupando puestos de responsabilidad y siendo la cabeza visible de la misma. El pasado año nos hicieron disfrutar dentro de los actos de celebración de su aniversario con el magnifico Via Matris.

Enhorabuena una vez más.

El año pasado, coincidiendo con este aniversario, fue Hermano Mayor de María Santísima Antonio Torres, integrante también del Primero de los Dolores. Fue un Viernes Santo muy especial para él y su familia siendo en todo momento palpable la emoción en todos ellos recordando a su querido padre durante el transcurso de la procesión.

Este año 2013 tendremos de Hermano Mayor a Vicente Poyato quien, a buen seguro, también tendrá entrañables momentos de recuerdo para su suegra, Natalia Chacón Cáceres. Allí estaremos, D.m., todos los hermanos de la Cofradía acompañándole.

Un año más tuvieron a bien cantarnos la misa nuestros amigos del Coro de la Virgen del Amor que, como es tradicional en ellos, nos pusieron la piel de gallina con sus cantos. Agradecerles igualmente su cuarto año de ofrecimiento y el acompañamiento que nos hacen

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En la celebración del tapeo del pasado año ya había nuevo Cofrade Mayor tras la elección realizada días atrás, en la que por mayoría fue elegido Fernando Chacón Giménez. Esa noche estuvo llena de felicitaciones, elogios y muestras de apoyo hacia su persona llenándonos de orgullo y satisfacción a todos los que lo conocemos. Asistieron un nutrido grupo de hermanos de su cuartel de La Corona para demostrarle su incondicional apoyo. Pasado un año ya se van viendo los frutos de su labor llevando la Cofradía como se merece.

tanto en la celebración religiosa como luego, de manera informal, en el tapeo, donde nos suelen deleitar con algún que otro cante.

Este año 2013, además celebran también aniversario, XXV años cantando a María y a todo aquello que esté relacionado con Puente Genil, sus costumbres y tradiciones. Desde la Cofradía nuestra más sincera enhorabuena y nuestro total agradecimiento.

Gracias al que fue nuestro Cofrade Mayor Fructuoso del Val se inicio está singular andadura del Coro de la Virgen del Amor en nuestra Cofradía.

El pasado año ponía fin a su mandato como Cofrade, después de 8 años de trabajo, entrega y sacrificios personales nuestro querido Fructu al que hay que agradecerle su labor. Y, por destacar alguno de sus logros, que fueron muchos, destacaría su proyecto de reforma de la candelería de nuestro paso que prácticamente está culminado dejando ya el camino hecho para su finalización. ¡¡Gracias Fructu!!

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Un año más, volveremos a vernos en esas fechas de Septiembre en el cuartel de La Corona, pero antes habremos disfrutado de la Cuaresma y de la Semana Santa esperando que este año, si Dios quiere, la climatología sea un poco más benévola y podamos procesionar durante el itinerario completo a nuestra Virgen de los Dolores por las calles de Puente Genil.

Revista bienal de la Cofradía Servita de Mª. Stma. de los Dolores de Puente Genil

Nuestro tiempo, nuestra responsabilidad Javier Villafranca Muñoz

Mª Stma. de los Dolores procesionando el Viernes Santo 2010

T

odos los que de una u otra manera participamos en la Semana Santa de Puente Genil, sabemos que no estamos inventando nada. Y posiblemente que no debamos inventar nada. Siempre he entendido que la aportación de los protagonistas de hoy a la Semana Santa, a las tradiciones, debe moverse en un doble sentido. Por un lado, si cuando llegado el momento de bajarnos de este carro hemos cambiado o añadido algo a las formalidades que un día nos encontramos, debe ser una aportación casi inconsciente. Se trata entonces de los inicios de una serie de encuentros, visitas, actos protocolarios… de tradiciones que surgen casi sin darnos cuenta, de aportaciones a una Cofradía o Hermandad, sin más consciencia de que lo que hacemos tiene sus cimientos anclados en la fe y creemos firmemente hacerlo por el bien de nuestro pueblo. Es por esto, por lo que de los comienzos de estas tradiciones o cambios que en algún momento hemos introducido, normalmente no existen textos, fotografías ni documentos que acrediten el cómo ni el por qué. Porque en la inmensa mayoría de las ocasiones carecemos de conciencia de estar cambiando o iniciando algo. Y si existen, posiblemente es que se tratan de cambios o aportaciones no demasiado inocentes.

No obstante, téngase en cuenta por el lector que lo afirmado no es más que la opinión de un humilde manantero y que, por lo demás, se trata de una afirmación absoluta, por lo que por supuesto y sin duda, existirán cientos de excepciones a la regla.

La segunda forma de aportar, y entiendo la de mayor responsabilidad, es la que me gustaría traer a estas páginas. Un día, cada uno de nosotros nos incorporamos a este mágico torbellino que es la Semana Santa. Nos enganchan a ella multitud de asideros: la fe, la tradición, el alma de las procesiones, la magia que se respira en cada uno de nuestros cuarteles, el participar en un mundo cuyo principal motor no es el dinero ni los intereses sino los sentimientos, y de entre los sentimientos, siempre los más nobles. Nos engancha, nos enamora el comprobar cómo los niños quieren ser hombres y en cambio los hombres se vuelven niños durante unos días o unas pocas semanas.

En definitiva, participamos de algo que ya estaba. Ese algo que tampoco crearon quienes nos precedieron, pero que asumieron como devoción la obligación de transmitir. Desde luego, de enmendar los errores que hubiere, de aportar los colores propios de cada tiempo

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y el aire fresco que cada generación insufla por necesidad vital a cualquier proyecto de vida.

Nuestros Cuarteles, nuestras Cofradías, afortunadamente, están llenos de esos hombres. Mananteros que conocieron, que vivieron, bebieron, soñaron y aprendieron con otros mananteros que décadas antes habían hecho lo propio. De ellos recibieron un legado sentimental y cultural “con raíces de fe y cuerpo de tradición” y se empeñaron en la idea de que esa transmisión no acabara en ellos. Con muchísimos menos medios que nosotros, en un entorno más complicado que el que nos toca vivir en este tiempo, pero posiblemente con una ilusión infinita, la ilusión que da el saber lo que se hace y el por qué se hace, nos mostraron el camino de la tradición, de cómo se gobierna una Cofradía, de por qué cada Sábado de Cuaresma hay que abandonar el brasero del Cuartel y subir al último bastión de los mananteros, al Pórtico de Jesús, a escuchar un Miserere y un Stabat Mater. Aquellos hombres sabían y nos enseñaron, que no basta con acudir a la Comida de Hermandad de nuestra Cofradía: que esa es la fiesta final siempre, tras la asistencia a los Cultos y Función de Regla. Y nos dijeron que los focos y las fotografías son para los actores y los artistas, no para los mananteros. Y nos gritaron que recemos al Terrible, donde está la Verdad, y que nuestro Cuartel sea una inmensa puerta abierta. Y que el saludo de Puente Genil sea siempre un abrazo fraterno. Esos hombres conocían el camino que transitaban y nos lo enseñaron.

Esta Cofradía ha contado y aun hoy cuenta con esos grandes hombres de la Semana Santa. Desde hace años se ha empeñado en la labor de reconocer a sus mayores tanto amor derrochado.

Algunos se fueron sin esa medalla, pero afortunadamente se llevaron -y fueron absolutamente conscientes de ello- el corazón de sus hermanos, ese inmenso corazón que se alimenta sólo a base de amor, de afecto y sencillez.

Bien, hermanos, hoy somos nosotros quienes estamos aquí. A nosotros nos toca cumplir con la obligación y la devoción del buen manantero. Transmitamos aquello que recibimos: generosidad, entrega, sacrificio, sonrisas, capacidad de amar y perdonar… Si lo hacemos, aun así, no podremos arrancar uno solo de los puñales del corazón de María, pero sí quizás enjugar alguna de sus lágrimas.

Vamos a ello, hermanos.

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Capitán del Imperio Romano (Viernes Santo 2010) llevando el escudo con el corazón y los siete puñales

Revista bienal de la Cofradía Servita de Mª. Stma. de los Dolores de Puente Genil

Cofradía de María Santísima de los Dolores Juan Fernando García Arroyo

Q

ueridos hermanos de la Cofradía de María Santísima de los Dolores: Es un verdadero orgullo que me permitáis colaborar con unas humildes letras que en primer lugar deben estar cargadas de agradecimiento. Agradecimiento por vuestra colaboración y participación activa, en todas aquellas solicitudes y propuestas que se os hicieron durante los años que tuve el gran honor de presidir la Agrupación de Cofradías, Hermandades y Corporaciones Bíblicas; y sobre todo de respeto, profundo respeto hacia los hermanos de la Cofradía pues, si importante fue la colaboración, más relevante fue su comprensión y apoyo hacia la gestión que se realizó durante aquellos años.

Muchas gracias a todos.

Juan Fernando García Arroyo Medalla de Oro de la Agrupación de Cofradías.

En segundo lugar quiero hacer una reflexión del momento actual sobre todos aquellos que nos sentimos cerca de María. Vosotros Cofrades, nada más y nada menos que de MARÍA SANTÍSIMA DE LOS DOLORES, el ejemplo más vivo, más presente, más candente de la vida actual. Los DOLORES, el sentimiento de sufrimiento más íntimo que una persona puede tener sobre su carne y su persona, y los no menos dolorosos padecimientos por los calvarios del dolor ajeno, por las amarguras del prójimo, por los dolores de nuestros familiares, amigos y conocidos, por los dolores y sin sabores que la vida pone delante de los más desfavorecidos y que nos convierte en pobres de alimentos y de espíritu.

Siempre que descansamos nuestra mirada en el rostro de María Santísima de los Dolores, nos dejamos llevar por el discurrir de su lágrimas que resbalan de sus sonrosadas mejillas salvando su pómulos hasta su seno, en el que se encuentra el corazón traspasado

por siete puñales, símbolo, como todos sabéis, de los dolores que sufrió María durante la vida terrenal de su Hijo Jesús: • • • • • • •

La profecía de Simeón La persecución de Herodes y la huida a Egipto Jesús perdido en el Templo, por tres días María encuentra a Jesús, cargado con la Cruz La Crucifixión y Muerte de Nuestro Señor María recibe a Jesús bajado de la Cruz La sepultura de Jesús

Dolores y padecimientos que todos conocemos desde nuestra juventud por medio de las clases de Religión, catequesis, etc; o bien tan sólo al ser simples cofrades que vivimos y conocemos los distintos pasos que dio Nuestro Padre Jesús desde que nació hasta su Muerte y Resurrección y que conmemoramos en cada Semana Santa.

Pero nos olvidamos con bastante frecuencia de que nuestra devoción a María no es solamente por reconocimiento a esos siete puñales que se clavaron para la eternidad en su bendito pecho, no es sólo por tener el valor de soportar los padecimientos de su Hijo como Madre Ejemplar que se convierte en Madre del mundo.

Como creyentes, tenemos otros puntos de apoyo que sustentan nuestra fe en la intercesión de la Santísima Virgen, y no son otros que su mano tendida para cogerla siempre y tener un regazo para nuestras lágrimas y para nuestras alegrías. María es MEDIADORA de todos nuestros ruegos, mediadora de nuestras desesperanzas, hacedora de imposibles que se hacen realidad por la fe en Ella. Tan presente está en nuestras vidas que nos prometió que concedería siete gracias a las almas que la honraran diariamente. Siete gracias que derrama sobre la humanidad a cambio de siete puñales que la humanidad le dio. Siete gracias que hoy, en nuestra cruda realidad, son de llanto diario porque faltan, están mermadas o no se valoran lo suficiente como para que dentro de la crudeza de la vida diaria,

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las tengamos como varales de apoyo para llevar nuestras vidas por la procesión de nuestro transcurrir por el camino de este mundo.

María se compromete con todas las almas que recurran a Ella con fe a diario: A Poner paz en sus familias - A ser iluminados en los Divinos Misterios – A consolar sus penas y ser acompañados en sus quehaceres diarios - A dar cuanto le pidamos con tal de que no nos opongamos a la voluntad de su Divino Hijo y a la santificación de sus almas – A defender y proteger a cada una de estas almas en todos los instantes de sus vidas – A asistir visiblemente en el momento de su muerte para ver el rostro de María y A conseguir de su Divino Hijo que los que propaguen esta devoción sean trasladados de esta vida terrenal a la felicidad eterna directamente, pues serán borrados todos sus pecados, y mi Hijo y Yo seremos “su eterna consolación y alegría”.

Hoy ese compromiso de María se olvida. Pues no vamos a Ella con la frecuencia que nos pide ni somos capaces de rendir nuestra voluntad para intentar conseguir esas gracias que promete.

Nos olvidamos de que María está siempre a nuestro lado esperando simplemente que nos acordemos de ella como mediadora.

Por eso, os invito, me invito a mí el primero, a que recurramos a María de los Dolores a diario e intentemos que sus gracias se derramen sobre nosotros como consuelo y como pañuelo reparador de nuestras amarguras y desesperanzas.

Ahora, y a partir de ahora por siempre, a los pies de Ntra. Sra. de los Dolores, deberíamos más que nunca tener presente esas gracias,

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cuando caemos rendidos ante la mirada cautivadora y dulce de la imagen que nos embelesa cada Viernes Santo, deberíamos recordar sus gracias, su generosidad y su inagotable asistencia como camino, como senda, como luz para que no nos perdamos enredados en la ola enorme que nos arrastra a ninguna parte en el mundo actual.

Con esa única intención, tan solo animarnos a “usar”, con mucha más frecuencia la mano que nos tiende María para sosegarnos ante los problemas, para saber alegrarnos con las pequeñas cosas, para ser solidarios, para compartir de corazón y no sólo por razón de tener, para ser los más humildes ante los demás y a la vez el más orgulloso al poder tener amigos y participar unos con otros de sus vidas y no estar ni sentirnos solos.

Por todo eso, por nuestra fe en Ella y por toda una inmensidad más de sentimientos y alegrías que nos genera la ayuda de María, llamémosla a gritos desde nuestro alma y sintámosla con intensidad en un corazón que se desboca a la mediación de la Virgen de los Dolores para que nos ayude.

Si hacemos eso, tendremos un Viernes Santo diario en nuestras vidas.

Os agradezco sinceramente vuestra ayuda, sin fe, sin entrega, sin trabajo, sin hermandad, sin compartir, sin fallos, sin desengaños… no hay Cofradía, no hay amor a María y Ella no podrá repartir entre nosotros sus gracias.

Que la Virgen de los Dolores os proteja bajo su manto celestial por la eternidad y su Hijo Jesús, El Nazareno, os bendiga a todos.

Gracias.

Revista bienal de la Cofradía Servita de Mª. Stma. de los Dolores de Puente Genil

EL ADIOS DE UNA MADRE

EL DOLOR DE MARIA

Se marchó en una noche fría sin apenas hacer ruido con porte majestuoso la madre se despedía.

Dolores decimos, Madre, Dolores los que tú sentías al pie del Calvario cuando a tu Hijo perdías.

Le faltaban ya las fuerzas con el corazón quebrantado la vida se le iba.

Siete puñales clavaron en tu corazón de Madre, siete claveles brotaron de sangre que derramaste.

El dolor era tan grande que se palpaba en el aire ella con mucho amor sus fuerzas les transmitía.

Había llegado su hora las campanas redoblaban acompañándola en su partida.

Un leve escalofrío en sus rostros sentían no era el frío, era ella que desde el cielo les mandaban una caricia.

Las estrellas, desde entonces, resplandecen y brillan más hasta ellas llegó un lucero que nunca se apagará.

Tus lágrimas brillaban más que el cielo lleno de estrellas en el que se reflejaban el Creador de todas ellas.

Al postrarnos a tus pies en tu mirada serena sentimos todo tu Amor Madre dulce y buena.

Reina de los Altares no abandones a tus hijos que oran y te imploran al sentir sus dolores.

Te ofrecen su corazón y te llenan de flores eres la más bella flor Madre Virgen de los Dolores.

Beatriz Sánchez Martínez

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Alondras y Ruiseñores

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Jura de Bandera en Cerro Muriano

El 9 de junio de 2012, varios hermanos de la Cofradía juraron su fidelidad a España y besaron su Bandera durante un acto celebrado en la Base Militar de Cerro Muriano (Córdoba), sede de la Brigada de Infantería Mecanizada Guzmán el Bueno X. Durante el acto se llevó a cabo un sentido homenaje a los caídos por España y a nuestra Bandera. La ceremonia estuvo presidida por nuestro hermano General de la Fuente, y por el jefe de la Brigada, General Baños.

Tras el acto, el grupo se desplazó a la Residencia de oficiales Gran Capitán de Córdoba para disfrutar de una comida de hermandad.

En la foto aparecen los siguientes hermanos de la Cofradía (de izq. a dcha.): Asun López, Alejandro Reina, María de los Angeles Jurado, Cristina Gómez, Chica López, Paco Alvarez de Sotomayor, Fernando Chacón, Quico de la Fuente, Cristina Reina, Paco Chacón, Ricardo Chacón, Antonio Manuel Torres, Sergio Velasco y Jesús Torres.

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XXV Aniversario Primero de los Dolores Lorenzo Estepa Mohedano

E

l 2012 fue un año de celebración en el Primero de los Dolores, ya que cumplimos 25 años desde nuestra fundación. Ha sido un año especial no sólo para todos los hermanos de cuartel, sino también para nuestras familias y amigos. Intenso de recuerdos, reencuentros y de compartir momentos especiales con la gran familia que conformamos esta Corporación.

Para celebrar el aniversario, los hermanos organizamos algunos actos con mucha ilusión. Con objeto de darle difusión hemos promovido la elaboración de un cartel obra de Alberca, que evoca el encierro de María Stma. de los Dolores el Viernes Santo por la tarde. El sábado de Pasión tuvimos una comida de hermandad en las Bodegas Delgado, en la que familiares y amigos compartieron con nosotros nuestra alegría. Nos acompañó Jesús Gálvez Silva “Chifarri”, Manantero Ejemplar 2012; Ernesto Cáceres Molina, Pregonero Semana Santa 2012; así como representantes de la Asociación de Cofradías, el Cofrade Mayor de la Virgen de los Dolores, Fernando Chacón, y hermanos de las Corporaciones de La Corona, el Pelícano, Los Samaritanos, La Espina y la Sentencia de Edón entre otras.

Cartel anunciador XXV aniversario, autor Alberca.

Ese mismo sábado, en la Ermita de Jesús Nazareno delante de nuestra Titular y el Patrón, celebramos el Vía Matris, un acto que nos mantuvo dedicados durante todo el año en su preparación. El acto es un canto – oración a la Virgen de los Dolores, la Madre que nos ha mantenido unidos durante estos 25 años.

Queremos agradecer a todos los amigos y familiares que nos han apoyado en estos años.

Un fraternal abrazo.

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Vía Matris Reproducción completa y literal del Vía Matris presentado por la Corporación Bíblica “La Reconstrucción de Jerusalén“, el Primero de los Dolores, ante su Imagen titular el 24 de marzo de 2012 en la Parroquia de Jesús Nazareno.

Presentación

Lorenzo Estepa Mohedano

Q

uerido Reverendo Padre D. José Joaquín, queridos hermanos, familia, queridos amigos todos.

Buenas tardes, bienvenidos. Esta mañana nos reunimos para celebrar el Via Matris a nuestra Madre María Santísima de los Dolores, un acto de oración a la Virgen, la Madre de Dios.

Lo hacemos precisamente este año en el que cumplimos 25 años desde nuestra Fundación, la del Primero de los Dolores. Durante estos años, la Virgen de los Dolores ha sido nuestra Madre y Protectora, nuestra Luz y Guía, la que nos ha ayudado a acercarnos a su Hijo, a comprender su mensaje y tratar de llevarlo a nuestras vidas. Por todo ello, dedicarle nuestra oración, recordando sus Dolores, tratando de conocerla un poco más para seguir su ejemplo es lo menos que este cuartel podría hacer en fecha señalada.

Como de lo que se trata es de introducir el acto, voy a explicar brevemente en qué consiste y sus particularidades.

El fundamento del Vía Matris es la de considerar la vida entera de la Virgen, desde el anuncio del arcángel Gabriel hasta la muerte de su hijo, como un camino de fe y dolor. En el Via Matris este camino está articulado en siete “estaciones”, que corresponden a siete episodios, a los que la tradición del pueblo cristiano ha identificado como los siete “principales “ dolores de la Virgen -Madre del Señor.

El ejercicio mariano del Vía Matris tiene también una clara orientación cristológica, pues “en la Virgen María todo está en relación a Cristo y todo depende de él”. Así, al igual que los sufrimientos de Cristo se volvieron más agudos con el transcurso de su vida, llevándole cada vez más decisivamente hacia el sufrimiento supremo de la muerte en la cruz. De la misma forma, se volvieron más intensos los dolores de la Virgen: desde el anuncio profético de Simeón, hasta la hora de ver morir a su Hijo en la cruz.

Este ejercicio de oración, que hoy celebramos, también está impregnado de afectos, de recuerdos de la particular andadura de este cuartel en estos años, que traemos en ofrenda a Nuestra Madre ya que son fruto de la hermandad y religiosidad aprendida y vivida.

Estará salpicado por múltiples coplas, cánticos y saetas que son oración a nuestra Madre, y solicitud de guía para hacernos cada vez más hijos suyos.

Permitidme una breve reflexión para meditar en este rato de oración. No es fácil el camino del cristiano. No lo fue el de Jesús, tampoco lo fue el de María… y tampoco lo es el nuestro. No lo es desde nuestras fuerzas, como hombres y mujeres débiles y desde nuestra naturaleza humana. María como modelo de vida y la filiación con Dios – Padre es lo único que puede endulzar nuestra particular peregrinación.

Con este acto hoy, el Primero de los Dolores renueva su compromiso de estar siempre al lado de su Madre Dolorosa.

Quiero contaros que el acto de hoy es fruto de un proceso de varios meses de preparación en el que todos los hermanos hemos participado, durante el que hemos contado la ayuda de amigos y familiares sin la que no hubiéramos podido hacerlo.

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Vía Matris

Sergio Mª Velasco Albalá

MATER DOLOROSA Su patria es la región en donde impera el amor, la virtud y la dulcura; es reina del dolor y la amargura y de la gracia, eterna compañera.

Del hombre su esperanza verdadera y fuente inagotable de ternura; entre todas las madres, la más pura y entre todas las reinas, la primera.

Sus lágrimas son perlas refulgentes que bañan sus mejillas inocentes.

Sus manos azucenas perfumadas que el dolor ha dispuesto entrelazadas.

Su amor es el Amor de los amores ¿Su nombre? ¡La Virgen de los Dolores!

L

a Orden de los Siervos de María ha sido la más importante propagadora de la devoción a María Santísima bajo la forma en que aún hoy es más conocida: Los Siete Dolores de la Virgen María.

Esta devoción añade a los dolores de María junto al Calvario, los padecidos durante la infancia de Jesús.

Consiste en meditar sobre siete momentos de dolor en la vida de María.

A partir del siglo XV, y por influencia de los Servitas, la devoción de los dolores de María entró en la liturgia de la Iglesia, y se ha festejado fundamentalmente en la celebración de la Pasión.

El Via Matris es el camino que nuestra Madre recorrió no sólo durante la pasión de su Hijo, sino también a lo largo de toda su vida. Es un camino doloroso, como el de todos los hombres. Via Matris es la senda por la que todos caminamos juntos con nuestra Madre: es camino que Ella bien conoce porque lo recorrió antes que nosotros.

Via Matris es, en fin, un camino que sube y no tan sólo hasta la cumbre del Calvario para acabar ante el sepulcro, sino hasta más allá de los horizontes de esta vida mortal: hasta la resurrección de Cristo.

Primer Dolor: La Profecía de Simeón.

Evangelio según San Lucas: Cuando se cumplieron los días de la purificación, según la Ley de Moisés, lo llevaron a Jerusalén para ofrecerlo al Señor, como está escrito en la Ley del Señor: Todo varón primogénito será consagrado al Señor, y para ofrecer el sacrificio según lo ordenado en la Ley del Señor: un par de tórtolas o dos pichones.

Había entonces en Jerusalén un hombre llamado Simeón, justo y piadoso, que esperaba la liberación de Israel: el Espíritu Santo estaba en él, y le había anunciado que no moriría sin ver al Mesías del Señor. Movido por el Espíritu fue al templo, y, al entrar los padres con el niño Jesús para cumplir lo establecido por la Ley acerca de él, lo recibió en sus brazos y bendijo a Dios diciendo: “Ahora, Señor, puedes dejar morir en paz a tu siervo, porque tu promesa se ha cumplido: mis propios ojos han visto al Salvador que has preparado ante todos los pueblos, luz para iluminar a las naciones y gloria de tu pueblo, Israel”.

Su padre y su madre estaban admirados de las cosas que decían de él. Simeón los bendijo, y dijo a María, su madre: este niño está destinado en Israel para que unos caigan y otros se levanten; será signo de contradicción para que sean descubiertos los pensamientos de todos; y a ti una espada te atravesará el corazón.

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Desde que tenemos uso de razón y, probablemente antes, todos recordamos como nuestra madre nos hacía la señal de la Santa Cruz en la frente. Cómo nos ayudaba a repetir las palabras de una oración sencilla, pidiendo la protección de Jesús y la Virgen María, aún cuando casi no éramos capaces de pronunciar las sílabas más elementales.

Hubo un tiempo en que el casco histórico, aquel núcleo de población primitivo, podía recorrerse saltando de torre a torre, de espadaña a espadaña. Lo que muchos historiadores han denominado “cristianópolis”, la conformación de un asentamiento cristiano, algo común en muchos de los municipios andaluces tras la Cruzada del Sur.

Cuantas veces hemos escuchado en nuestra casa narraciones de pasajes bíblicos contados por nuestras madres o abuelas.

Momentos que acaparaban toda nuestra atención de niños, porque irremediablemente los relacionábamos con las procesiones de las figuras bíblicas o con el día de la Cruz.

Quizá por ello Puente Genil, y Andalucía en su conjunto, han manifestado una auténtica pasión hacia la imagen de la Amantísima Virgen.

Y es que Puente Genil es una villa profundamente cristiana.

Es más, fundada en torno al 1270 precisamente con una intención evangelizadora: llevar el espíritu de Dios a las feraces huertas del Genil. Pero siempre de la mano de la Santísima Virgen, cuya imagen acompañaba a los ejércitos cristianos en la reconquista de estos pagos, otrora usurpados por los moros.

Se cuenta que hubo un tiempo en que una ardilla podía cruzar España de Sur a Norte saltando de árbol en árbol, de rama en rama.

Algo semejante podría decirse respecto a las Iglesias y Ermitas de nuestro pueblo.

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De ahí que los pobladores del entonces Pontón de Don Gonzalo invocaran a la Purísima Concepción ante la desesperación de la epidemia de la peste, encomendándose a su infinita bondad. La Virgen siempre ha estado presente a lo largo de los años en la sociedad religiosa que ha sido siempre y hoy es Puente Genil.

Y traigo a colación estos breves apuntes históricos y afectos maternales para introducirles en la niñez. Para transmitirles que las cosas no ocurren por casualidad.

Hay razones que explican el entusiasmo que los niños y niñas de esta tierra sienten por todo cuanto tenga relación con la Semana Santa. Sueñan contemplar las escenas de la pasión por las calles

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pontanas tras la celada de un casco de romano o los ojos de un rostrillo. Y sus corazones se arremolinan con el redoblar de los tambores, con los característicos olores que acompañan al tiempo de Cuaresma y la Pasión: aromas de azahar, vino, incienso y humo de bengalas.

Algo que ellos aún no alcanzan a comprender está detrás de esa atracción poderosa que les lleva a la felicidad. Como dijera Santiago Reina en su pregón: en la sangre se transmiten las vivencias de los hombres. Y esas vivencias se cultivan en la vega más fértil para los sentimientos y la amistad, que no es otra que la mesa del cuartel.

Ya sea en un cocherón, en un granero o en la casa más lujosa y digna. El cuartel tiene una dimensión mágica. Probablemente porque en él se acrisolan amistades del colegio y de la adolescencia con otras que han ido llegando a lo largo del camino. Porque en esa mesa hemos venido escanciando el néctar del conocimiento y sabiduría de otros cuarteles más viejos, tal como nos habían transmitido nuestros hermanos, padres o abuelos.

ha sido el deambular de nuestro cuartel por distintas calles de nuestro pueblo: primero en el cocherón de Ángel Chacón de la calle Escobar; a continuación en la casa de Conchi Leiva de la calle Cosano; después en la calle Luna; muchos años en el Granero de Blas Mohedano de la calle Guerrero; de allí a la calle Santos número 33, nuestra primera casa en propiedad; y finalmente en el precioso edificio de la Destilería de Bodegas Delgado, en la calle Cosano número 3, nuestro actual Cuartel.

Allá por el año 1987, el hermano Jesús Chacón nos propuso en una de las primeras juntas del pequeño grupo que acabamos de fundar, reunirnos en su casa para hablar con su padre, que entonces era Tesorero de la Cofradía de la Virgen de Los Dolores.

Valores como el respeto, la tolerancia, la honestidad, el compromiso, la fraternidad y la devoción son el pan que se comparte en cada reunión y en cada encuentro.

Hoy los hermanos del Primero de Mª Stma. de los Dolores celebramos 25 años de vida de Cuartel, siempre tras la estela de nuestra venerada Virgen, y le damos gracias por habernos mantenido juntos.

Segundo Dolor: La Huida a Egipto.

Evangelio según San Mateo: Tan pronto como se marcharon, un ángel del Señor se apareció en sueños a José y le dijo: Levántate, toma al niño y a su madre, huye a Egipto, y estate allí hasta que yo te avise, pues Herodes va a buscar al niño para matarlo. Él se levantó, tomó al niño y a su madre de noche, se fue a Egipto y estuvo allí hasta la muerte de Herodes, para que se cumpliera lo que había dicho el Señor por medio del profeta: De Egipto llamé a mi Hijo.

Como se narra en este segundo dolor, José y María huyen a Egipto para preservar a Jesús de la ira de Herodes.

No sabría decir si una huida pero, al menos, una peregrinación

No le costó mucho trabajo convencernos para que todos vistiéramos de azul en la mañana del Viernes Santo de aquel año. Recuerdo con emoción que nos subió al desván de su casa donde guardaba una veintena de túnicas perfectamente lavadas, planchadas y preparadas para la misión.

Probablemente entonces ni Ángel, ni nosotros mismos, éramos conscientes de que aquellas túnicas ya no volverían a colgarse en aquel desván, porque en adelante siempre vendrían con nosotros.

Estoy convencido que los integrantes de la Junta Directiva de la Cofradía, que en aquel tiempo presidía Don Miguel Chacón Cáceres, vieron posibilidades en aquellos niños. Y al poco nos invitaron a participar en uno de los Cabildos, al que asistimos dos o tres hermanos del Cuartel como representación.

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Se celebró en el salón de la planta baja del Cuartel de La Espina.

Para aquellos niños, el simple hecho de asistir a la reunión era poco menos que formar parte del Consejo de Ministros. Indiscutiblemente todo un evento en nuestra aún leve vida manantera.

Jerusalén por la fiesta de la Pascua. Cuando tuvo doce años, fueron a la fiesta, como era costumbre. Terminada la fiesta, emprendieron el regreso; pero el niño Jesús se quedó en Jerusalén sin que sus padres se dieran cuenta.

No citaré los nombres de los asistentes por no ser impreciso, pero diré que aquel Cabildo, que comenzaba con las preces, resultaba muy formal a la vez que amable y cariñoso. Y años después, sigo creyendo que aquella acogida tan entrañable que nos prestaron los cofrades de la Virgen, fue la principal motivación para que grabáramos a fuego en nuestros corazones un compromiso con la Reina del Amanecer del Viernes Santo.

Creyendo que iba en la caravana, anduvieron una jornada, al cabo de la cual se pusieron a buscarlo entre los parientes y conocidos; al no encontrarlo, volvieron a Jerusalén en busca suya.

A los tres días lo encontraron en el Templo sentado en medio de los doctores, oyéndolos y preguntándoles.

Pero con el paso de los años fueron apareciendo en nuestra vida otros personajes cruciales en la consolidación de nuestra devoción a María.

Cuando termina la etapa de Miguel Chacón como Cofrade Mayor, desde la Junta Directiva deciden buscar un relevo generacional, capaz de perseverar en el amor a la Virgen. Y al cabo, podemos afirmar que estuvieron iluminados por la Stma. Virgen, cuando propusieron esta empresa a nuestro querido Rafael Chacón Villafranca.

No se entendería nuestro cuartel, ni la propia configuración actual de la Cofradía, sin la destellante figura de Rafael. Hombre de unas cualidades humanas sobresalientes, con una simpatía natural inusitada, con una alegría que asomaba siempre a su permanente sonrisa. Él cultivó una relación de amistad y tradición entre aquellos viejos cofrades y unos niños recién llegados.

Rafael se ganó el respeto y la consideración más sincera de todos los hermanos del Cuartel. Nos enseñó con su actitud a perseverar en el amor a María Stma. Siempre se deshizo en elogios con nosotros, entregándonos con generosidad su mejor tesoro: su compañía, su amistad y su alegría.

Seguramente él fue nuestro particular San José, y nos tomó de la mano para guiarnos por el camino de la devoción a la Virgen y del amor a Puente Genil.

Tercer Dolor: “El Niño perdido y hallado en el Templo”.

Evangelio según San Lucas: Sus padres iban todos los años a

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Todos los que le oían estaban admirados de su inteligencia y de sus respuestas.

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Al verlo, se quedaron maravillados; y su madre le dijo: «Hijo, ¿por qué has hecho esto? Tu padre y yo te hemos estado buscando muy angustiados». Les contestó: «¿Por qué me buscabais? ¿No sabíais que yo debo ocuparme de los asuntos de mi Padre?».

Ellos no comprendieron lo que les decía.

Jesús responde a su Madre diciéndole de alguna manera que él estaba donde tenía que estar, en su lugar natural. Y ahora me siento en la obligación de hablaros de predestinación.

La mañana del Jueves Santo es en Puente Genil el día del Amor Fraterno. Y como tal se celebra muy especialmente en los cuarteles.

En un enclave privilegiado de la geografía andaluza, donde convergen las provincias de Córdoba, Sevilla y Málaga, abrazado por el Río que desde las cumbres de Sierra Nevada busca el encuentro con la vega del Guadalquivir, rodeado de fértiles huertas y extensos olivares, avistado por un viejo castillo vigía, envuelto en los aromas dulces de la primavera, alumbrado por el sol más radiante y luminoso, y bajo un cielo azul majestuoso, se alza Puente Genil.

El pontanés se siente afortunado por la dicha de nacer en este pueblo alegre y bullicioso, cuyo mejor patrimonio es la sociabilidad

de su gente. Y es el Jueves Santo cuando se exterioriza de una forma más evidente el orgullo de ser pontanés y el amor a la tierra que pisamos.

Hoy saldrán Los Romanos y cientos de figuras bíblicas acompañando a las cofradías, convirtiendo nuestras calles en una fenomenal recreación viva de la liturgia cristiana.

Pero entre las figuras habrá algunas que para nuestros familiares y amigos tendrán un atractivo singular, que observarán con especial admiración, queriendo entrever o acertar quién desfila tras el rostrillo del Rey Ciro, de Zorobabel, de Esdras o de Nehemías. Aquellas que con plumín de oro diseñara Julio Cámara, con pincel certero policromara Pedro García, y con tijera celestial confeccionará nuestro particular sastre real, José Antonio Torres Aguilar.

Al llegar al Cuartel al mediodía, entre abrazos y saludos cariñosos, se presiente un emocionante encuentro como preludio del Viernes Santo.

Nuestro hermano Jesús Pérez, que vive con plena intensidad el almuerzo del Jueves Santo, siempre nos regala un entrañable epílogo, invitando a todos los hermanos a darnos un abrazo. Y en este punto cuando digo todos, me refiero a todos y cada uno. Es un hecho que repetimos cada año como muestra de cariño, de amistad

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estaba llenando la empedrada Plaza del Calvario, mostrando su respeto a Ntro. Padre Jesús Nazareno.

Y recuerdo el escalofrío que nos recorrió el cuerpo al escuchar la llegada de los Romanos, que desafiaban a los elementos para presentar ante Jesús la dulcísima Diana.

Con todos los hermanos de la Cofradía junto a la Virgen, con nuestro hermano Mayor transmitiendo su alegría a pesar de que la procesión no pudiese celebrarse, con el regalo que nos habían hecho los Romanos subiendo hasta el Calvario. Allí permanecíamos todos, probablemente en el lugar en el que estábamos predestinados a estar, en nuestro sitio natural, al que hemos tenido la suerte que nuestra Amantísima Madre de los Dolores nos invite cada año.

Puente Genil, alborear del Viernes Santo. Ventana del cielo.

sincera, y se ha convertido en un símbolo ejemplar del sentido de un cuartel.

Pero hemos citado antes que íbamos a hablar de predestinación.

Porque ése es el sentimiento que acompaña a todos los hermanos del cuartel en cada momento de la Cuaresma y la Semana Santa, conscientes que es nuestro Cuartel el lugar donde tenemos que estar, nuestro sitio natural.

Durante muchos años, desde que teníamos once o doce, el amanecer del Viernes Santo se ha convertido en una especie de rito en nuestro entorno familiar. Al despuntar las cinco de la mañana, nos despertamos y preparamos para el momento cumbre de nuestra devoción a la Virgen, la procesión del Viernes Santo.

Nos enfundamos la preciosa túnica azul con su cuello y puños de terciopelo. A continuación ceñimos el fajín grana, en mi caso uno bordado que con tanto cariño me regalaron mis hermanos del cuartel.

Hubo un momento precioso cuya magnitud no puedo dejar de contaros y que fue el amanecer del Viernes Santo del pasado año. Por primera vez desde que recuerdo, la lluvia determinó que ninguno de nuestros santos titulares pudiera salir en procesión.

Pero aún así, aunque llovía con intensidad, el devotísimo pueblo

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Cuarto Dolor: “Jesús encuentra a su Madre en la Vía Dolorosa”.

Evangelio según San Lucas: Cuando lo conducían, echaron mano de un tal Simón de Cirene, que venía del campo, y le cargaron con la cruz para que la llevara detrás de Jesús. Lo seguía mucha gente y mujeres que se daban golpes de pecho y se lamentaban por él.

Jesús se volvió a ellas y les dijo: «Hijas de Jerusalén, no lloréis por mí; llorad por vosotras y por vuestros hijos, porque vienen días en los que se dirá: Dichosas las estériles, los vientres que no han dado a luz y los pechos que no han amamantado. Entonces comenzarán a decir a las montañas: Caed sobre nosotros, y a los collados: Sepultadnos; porque si esto hacen al leño verde, ¿qué no harán al seco?».

En la película “LA PASIÓN” hay un escena preciosa que encierra uno de los más maravillosos misterios de María, su infinito amor. María se acerca a Jesús hincado de rodillas en el suelo por el peso del madero, y le dice: “estoy aquí”.

En dos palabras se expresan tantos sentimientos que sería imposible describirlos.

El cariño de una madre mimando a su recién nacido, el auxilio a un hijo en situaciones difíciles, la compañía y el cuidado de

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nuestros mayores, la segunda paternidad que los abuelos viven ayudando a criar y educar a sus nietos, nuestros hijos.

Estoy aquí, contigo, a tu lado, amándote, siempre. El amor inquebrantable de una madre.

Por eso en la poesía, en las saetas y en las coplas de Semana Santa se exalta el encuentro de María con su Hijo, por ser un acontecimiento trascendental del sentido de la vida cristiana: el Amor.

Durante años hemos tratado de imitar y conservar aquellas tradiciones más significativas, pero a la vez hemos amoldado la vivencia manantera a nuestra forma de ser, siempre celosos de respetar la idiosincrasia pontana.

Y pretendo recrear ahora uno de los momentos más propios de nuestro Cuartel como es la subida de la calle Amargura acompañando a la Virgen en el atardecer del Viernes Santo.

En la angostura del arranque de la cuesta de la Amargura todos los hermanos apagamos los cirios y nos acercamos a la Virgen para rezarle cantando, para llevarla entre coplas en ese último trance ansiado y doloroso del encuentro con su Hijo Jesús. Es el momento de agradecimiento por habernos permitido un año más alumbrarla en su camino por las calles de Puente Genil.

Alondras y Ruiseñores, Stabat Mater y otras coplas se cantan con el mayor entusiasmo y entre lágrimas íntimas que ruedan por las mejillas de los hermanos.

Allí, en aquel recoleto espacio se siente el singular privilegio de estar junto a María, bajo su manto protector, contemplando la belleza de su rostro, la luz de su mirada entre las llamas de los cirios, Madre de Dios coronada, Reina del Dolor subiendo hacia el encuentro de su Hijo.

Mirando a tu alrededor puedes ver a los hermanos de la Cofradía y del cuartel que no apartan su vista del tornasolado trono de la Virgen, y entretanto surge como caída del cielo la voz dulce y melodiosa de nuestro hermano Julio, quien hace vibrar hasta las piedras del bendito suelo del camino del Calvario.

Y por fin la Madre se acerca a su Hijo: “Estoy aquí”.

Quinto Dolor: “Jesús muere en la Cruz”.

Evangelio según San Juan: Junto a la Cruz de Jesús estaban su madre, la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena. Jesús, viendo a su madre y junto a ella al discípulo a quien amaba, dice a su madre: «Mujer, ahí tienes a tu hijo». Luego dice al discípulo: «Ahí tienes a tu madre». Y desde aquella hora el discípulo la acogió en su casa.

Sexto Dolor: “María recibe el cuerpo muerto de Jesús”.

Evangelio según San Juan: Después de esto, José de Arimatea, que era discípulo de Jesús, aunque en secreto por miedo a los judíos, pidió autorización a Pilato para retirar el cuerpo de Jesús.

Pilato se lo concedió. Fueron, pués y retiraron su cuerpo.

La luz de la vida se enciende tras cada pérdida. Aunque añoremos la presencia física, su alma brota como un destello cegador en

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el interior de nosotros mismos. Somos lo que fuimos. La huella imborrable del pasado guía cada paso que damos, alumbra nuestro pensamiento, guarda con primor nuestra ventura.

Hoy hemos querido que este templo, que fuera la ermita de aquel pretérito cementerio, sea la casa de nuestros antepasados.

Asolados por la infinita bondad de la misma Virgen que ellos también amaron. Con nuestro mayor respeto, con cuidado, con nostalgia y con alegría, hoy los hacemos presentes.

Aquí mismo los recuerdos entrando con José María Campos para rezar la Salve en la tarde del Viernes de Dolores. Personajes tan fenomenales como Pepe Chacón, Paco Chacón o nuestro Rafael. Con quienes tanto hemos convivido y de los que seguimos aprendiendo. Ellos nos enseñaron el valor más elevado de nuestra tradición, el amor a la Virgen María, Madre de Dios.

Quisiera explicar, con las limitaciones de mi torpe narrativa, que ellos viven en nosotros. Que han resucitado para traernos la felicidad.

Tenemos la obligación de reverdecer nuestra fe a través de su testimonio, haciendo presente a Jesucristo en cada lance de nuestra vida. Porque no estamos aquí por casualidad.

Séptimo Dolor: “Jesús puesto en la tumba”.

Evangelio según San Juan: Fue también Nicodemo –aquél que anteriormente había ido a verle de noche- con una mezcla de

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unas cien libras de mirra y áloe. Tomaron el cuerpo de Jesús y lo envolvieron en vendas con los aromas, conforme a la costumbre judía de sepultar. En el lugar donde había sido crucificado había un jardín, y en el jardín un sepulcro nuevo, en el que nadie todavía había sido depositado. Pusieron allí a Jesús, porque era el día de la Preparación de los judíos y el sepulcro estaba cerca.

En el salón de nuestro cuartel hay un pilar lleno de fotos de niños y niñas que todos miramos con especial alegría y que ansiamos que aumente. Es un altar a nuestros descendientes. A los hijos e hijas que deben afrontar el futuro inmediato, la próxima generación.

Tenemos la obligación de quererlos, de educarlos en una vida cristiana, de enseñarles que Puente Genil es su pueblo amado, de mostrarles el camino de la verdad de la vida en Cristo.

El día de mañana su túnica será azul, blanca, negra o quizás morada. Porque como hicieron nuestros padres respetaremos y aceptaremos su libertad de acercarse a una u otra Cofradía, de tomar el rumbo que crean más oportuno.

Pero en nuestras manos está que guarden bajo la túnica que elijan, una muy especial, acaso de plata, la túnica del amor. Esa que está tejida con la sarga de la honradez, bordada con el hilo fino de la verdad, con agremanes de humildad, con brocados de esfuerzo y ceñida por el fajín de la devoción a Jesús y a la Virgen María.

Terminamos dedicando este acto a los seres más maravillosos que jamás hayamos conocido, quienes para nosotros son el ejemplo más claro del amor de Dios: A nuestros padres y madres. Por ellos.

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XXV Aniversario Coro Virgen del Amor

Queremos felicitar al Coro Virgen del Amor en su XXV Aniversario y agradecerles las múltiples muestras de cariño y las distintas

colaboraciones que han tenido con nuestra Cofradía y con la Semana Santa de Puente Genil. Que Nuestro Padre Jesús Nazareno os colme de éxitos y bendiciones, y que Nuestra Madre os ilumine el camino para seguir cantando a Puente Genil y a su Semana Santa.

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Fotos para el recuerdo Por cortesía de la familia De la Fuente Chacón

Mañana del Viernes Santo de 1953, al final de la calle Ancha distinguiéndose al fondo la casa Lemoniez. Se observa el palio con cinco varales, bordado en malla y tisú de plata por las RR.MM Adoratrices de la cordobesa plaza de San Pedro.

El Hermano Mayor que se ve en la imagen es Rafael Chacón Chacón a la edad de 17 años, siendo el más que joven que, hasta la fecha, ha tenido la Cofradía. Ese mismo año, y con este motivo, su familia donó el Campanillo que tañe en la torre más alta de la Ermita de Jesús Nazareno.

Junto a él en la foto se sitúa el Padre D. Alejandro Rojas, quien vino a Puente Genil en el año 1951, apareciendo en el Sermón del Paso en 1954. Junto al poeta José Cabello y Cabello, compuso el himno a Jesús Nazareno, estrenado en marzo de 1952.

Posteriormente, en el año 1956, predicó el Triduo a María Santísima, dedicándole un soneto. El Padre Rojas continuó visitando Puente Genil hasta el año 1965.

En primera fila, de izquierda a derecha, se ve a Jesús Chacón Villafranca, con un cirio entre las manos. A su lado, vestido de hermano, Antonio Almeda Chacón y, junto a él, Joaquín Chacón Villafranca. En segunda fila, vestido de hermano y con un bastón en su mano derecha, aparece Antonio Jurado Chacón; junto a él, Luis Fernando Chacón Villafranca (también con bastón) seguido por Jose María Chacón Villafranca (con un cirio). El niño que asoma su cara y que porta una vela torcida es nuestro añorado Rafa Chacón Villafranca.

En tercera fila está Angel Chacón y, detrás de él con gafas de sol, Mariano Chacón Rivas. A su lado, Antonio Almeda Campos y el Padre Rojas. Junto a D. Alejandro está Rafael Chacón Chacón, Hermano Mayor ese año. A su lado, Joaquín Chacón Yerón y, junto a él, con gafas y al que sólo se le puede distinguir media cabeza, Antonio Chacón Cáceres. Al lado derecho de la foto, con el bastón de cruceta en sus manos, está Francisco Montero Serrano, conocido por “Cangilones”.

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Tarde del Viernes Santo de 1962 en la calle Aguilar, durante la procesión de subida hacia la Parroquia de Jesús Nazareno. Se distinguen la farmacia de D. Carlos Melgar, el cierro artístico de la casa que, en aquel momento, era Correos y la casa de Salud Chacón.

De izq a dcha: Manuel Carvajal Jurado, José Chacón Yerón –Hermano Mayor-; José Luis Chacón Jurado, abanderado del Imperio Romano; Matilde Jurado Reina, Sra de Chacón; Juan López Torres, más conocido como Juanito Coca, Manuel Reina (actual Capitán del Imperio Romano) y Francisco Muñoz Ligero.

Viernes Santo de 1943, en la calle D. Gonzalo nada más pasar la casa llamada “los cristalitos”, apreciada a la derecha.

María Santísima luce manto valenciano realizado en 1940; saya granate bordada, cosida en 1941; y la Corona elaborada en 1942 por Díez Roncero, en la que destacan el cintillo adornado con pedrería que rodea el canasto y los elementos vegetales así como los haces en pináculos calados con rayos de extremos flamígeros. El palio, también valenciano, es estrenado ese mismo año 1943. Como curiosidad, la Virgen es procesionada con las manos cruzadas.

De izq a dcha se distinguen los siguientes hermanos: Joaquín Chacón Yerón, Pedro Yerón Chacón, Francisco Chacón Yerón, José Berral Berral -Hermano Mayor-, Joaquín Chacón Crespo – Hermano Ayudante- y Eduardo Chacón Rivas.

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Alondras y Ruiseñores

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En la distancia Vicente Poyato Rubio. Hermano Mayor 2013

H

a transcurrido casi un año desde que quien escribe tomó el relevo de ser Hermano Mayor de Ntra. Sra. Madre de los Dolores (Viernes Santo, 6 de abril), en un simbólico acto en la calle del Caño Carretas, el cuál me inundó de regocijo y fervor. Pues llegó la realidad de un sueño con el que vivimos -creo- todos los que formamos parte de esta gran Cofradía.

el cumplimiento soñado desde antaño. Y es que va para muchos años ya cuando decidí acompañar a María Stma. de los Dolores en su recorrido del Viernes Santo, alumbrando a su excelsa imagen.

En este punto, me vienen a la mente los amaneceres de las Dianas (todas celebradas que recuerde); el desayuno en la casa de tío

El hecho de subir con María Dolorosa hasta el Calvario, rodeado por esta Hermandad y con hermosos cánticos a nuestra Madre, me produjo una felicidad indescriptible. Desde ese día, y a lo largo de este tiempo, mi corazón y mi pensamiento sólo tienen una obsesión: bajar con María desde el Calvario -siguiendo a su Hijo- por las calles pontanesas.

Las circunstancias hacen que viva fuera de Puente Genil (en Fuengirola). Sin embargo, la distancia no es olvido y como nativo de aquí - aunque no soy hombre de Cuartel- me vinculo a una Cofradía: la de la Virgen de los Dolores; no podía ser de otra manera. He de decir, por otro lado, que he gozado y me he sentido orgulloso, como Hermano Mayor, participando en representación de nuestra Cofradía, en los diversos actos Marianos que, durante el año pasado, se celebraron con motivo del XXV Aniversario de la Coronación Canónica de la Inmaculada Concepción. En concreto, fueron varios los cultos y desfiles procesionales de la Patrona por nuestros barrios. Gracias al Cofrade, Fernando Chacón, quien me ha tenido siempre comunicado, transmitiéndome las fechas más significativas de dichos eventos, así como los actos relacionados con la Cofradía: entre otros, la festividad de los “Dolores Gloriosos” de María (15 de septiembre) y el Cabildo en el Cuartel de “La Corona” (sábado, 17 de noviembre).

En todas estas celebraciones, he vibrado con el cariño y amistad de todos nuestros hermanos, a la vez que se han echado unos ratitos agradables. Así llegamos a este año de la “Fe”, proclamado así por su Santidad el Papa, para conmemorar el L Aniversario del Concilio Vaticano II y - como ya he dicho- este “hermanito” ve

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Vicente Poyato Rubio - Antonio Manuel Torres García - Fernando Chacón Giménez

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Miguel Chacón - Cofrade por entonces de la Virgen-; el aperitivo de mediodía en casa de Paco Chacón Cabello...; sin dejar de citar los Besamanos del Viernes de Dolores, cuando la Función religiosa de fin de Cultos tenía lugar a media mañana y después la comida de Hermandad en los cuarteles de “Las Cien Luces”, “La Espina”, “Los Samaritanos”,... Por aquellos entonces, un servidor aún no vestía ni túnica ni capillo y gustaba adjuntarse - como hermano de luz- a tío Paco Chacón, tío Antonio Chacón, Ángel Chacón e Hipólito Chacón... y fue en uno de esos sábados de Cuaresma, cuando conocí personalmente al inefable Rafa Chacón Villafranca - que en Gloria esté- y a su cohorte de jóvenes del Primero de los Dolores,y también de “La Corona”. ¡Cuánta fe y devoción nos transmitíste a todos por la Virgen de los Dolores! Tú me facilitaste la primera túnica y cirio e inflamaste el fervor -y creo que el de muchas personas más- en Ntra. Sra. de los Dolores. Así, de esta manera, continúo y continuaré siendo “un Doloroso”. En estas líneas debo tener un recuerdo muy especial para tío Pepe Chacón y Francisco Montero “Cangilones”; dos personas “Marianas” por antonomasia.

Quiero terminar estas vivencias con el agradecimiento a mi esposa Mercedes, mis hijos y, por qué no, a mi nietecito que, si María Stma. de los Dolores lo propicia, me acompañarán junto a todos vosotros, hermanos y hermanas de la Cofradía, el próximo Viernes Santo, tras haber celebrado sus Sagrados Cultos. ¡¡Viva la Virgen de los Dolores!!

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Alondras y Ruiseñores

Marzo 2013

Plácido La Cofradía

Plácido Pérez cumple cuarenta años como vestidor de María Santísima. Con este motivo, Alondras y Ruiseñores recoge la conversación mantenida con nuestro amigo recordando hechos y anécdotas de todo este tiempo. Estas líneas son un merecido homenaje a quien, desde hace cuatro décadas, viste a María Santísima con la mayor vocación de servicio, devoción y fervor.

M

“ anolo Chacón Melero y Juan Ortega me invitaron a vestir a la Virgen en 1973, y acepté con mucho gusto. Hasta entonces la vestía la Camarera Mayor que, en aquel momento, era Yeyes - Dolores Crespo Chacón. Una anécdota de aquellos años es que se decía en Puente Genil que venía el vestidor de la Macarena de Sevilla, pero no lo soy. Yo soy vestidor desde los 13 años. Empecé ayudando a un vestidor de Cádiz, de dónde soy, que se llamaba Salvador. Pero se puso enfermo y yo continué vistiendo a las Vírgenes a las que él vestía. La primera fue la Victoria de la Hermandad de la Expiración de Cádiz”.

“Quise ser sacerdote franciscano, y, de hecho, ingresé en el Seminario pero, por motivos familiares, tuve que dejarlo y trasladarme a vivir a Córdoba con mi familia. Y comencé a estudiar delineante de Contrucción, trabajando después en una empresa constructora. Cuando esta empresa cerró a finales de los 70, decidí dedicarme por completo a este mundo: primero con unas florísterías en Córdoba, en la Avenida de Granada y en la calle Alfonso XIII, frente al Círculo de la Amistad. En Puente Genil me instalé definitivamente en el año 1986, con la florístería donde sigue hoy día. Me decidí por este pueblo por su gente, su genio y su forma de ser. El trato aquí es una mezcla de Córdoba, Sevilla y Málaga: Córdoba es más seria, y yo soy más gaditano, más abierto.

Y la gente de Puente Genil es muy alegre”.

“Desde entonces, aquí visto a muchas Vírgenes: Virgen del Amor, María Stma de la Soledad, la Virgen de la Esperanza, la de los Angeles, las Lágrimas,.. En mis manos han estado también la Amargura, el Consuelo, el Rosario, la Guía... En total, 32 Vírgenes de las provincias de Córdoba, Sevilla y Huelva. Pero la Virgen de los Dolores es especial porque fue mi primera dolorosa. ¡Y 40 años vistiendo a la misma Imagen crea lazos muy fuertes! La Cofradía, además, siempre me ha tratado de forma exquisita. Lo mismo que la familia Chacón. Desde el principio, todo han sido atenciones y

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detalles que me honran. Pero yo soy de los vestidores antiguos, de los que nunca han cobrado”.

“Cuando vistes a una Virgen - continúa Plácido - el estilo viene tanto por la Imagen como por el carácter de la Cofradía. María Stma. ha sido siempre seria porque es T.O.R. (Tercera Orden Regular) servita. De hecho, todavía hay una orden en España, aunque quedan pocos conventos servitas”.

Y afloran los recuerdos: “Manolo Chacón vestía el hábito negro con capucha, escapulario, correa negra y en el pecho, un corazón bordado con 7 puñales. El se lo ponía en Semana Santa y las personas pensaban que había decidido ingresar en la orden de los frailes, pero no era cierto. Se lo ponía el Viernes Santo porque él sí pertenecía a esa orden servita que te comento”.

“Cuando comencé a vestir a María Santísima, Yeyes, como Camarera Mayor entonces, compraba los tocados y yo me apañaba con lo que tenía. Era mantilla de blonda de cretona y tira bordada. La Virgen salía espectacular, con un tocado valiente. Pero hay que tener en cuenta que las vírgenes dolorosas no se visten

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caprichosamente, sino según la Liturgia: de blanco en Navidad. Y de rojo en Candelaria o Purificación. De hebrea en Cuaresma y de reina durante los cultos y la Semana Santa.

En Resurrección, de blanco otra vez y en verano de tonos claros: blanco, blanco y rosa o blanco y verde, según la advocación.

En Septiembre, con motivo de la Festividad de los Dolores Gloriosos, se viste de tonos más oscuros y a finales de octubre, por la festividad de Todos los Santos y los Difuntos, de luto. Y éste, normalmente, es el negro, ya que el morado no suele gustar a las Cofradías. Y, por último, para la festividad de la Inmaculada Concepción puede ser o bien Inmaculada antigua, con saya roja y manto azul; o como moderna, de blanco y celeste”.

“La Virgen de los Dolores de Puente Genil,en particular, se viste al estilo antiguo, saya roja y manto azul, para la Inmaculada. De hebrea en Cuaresma con los colores tradicionales, ahí siempre está preciosa. De reina con el manto y la saya que, como todos sabemos, son joyas de nuestra mananta. En verano, en cambio, se viste de colores claros. En septiembre, con un equipo impresionante en brocado azul marino, tanto la saya como el manto. Y, en noviembre, de negro con el hábito de los servitas, que es de saya negra, correa negra con caída y escapulario con corazón. Es ahí la única ocasión en el año en la que luce las manos cruzadas, que son, dicho sea de paso, preciosas”.

Plácido habla con devoción del momento en el que sus manos tocan a María Santísima: “vestir a la Virgen es un rito, que se cumple con el máximo respeto e intimidad. Sólo las camareras (María Jesús Chacón y Rosi Serrano, un equipo fabuloso) y el vestidor pueden entrar. El

mayordomo y el prioste lo hacen una vez que la Imagen tiene la saya puesta. Ahí es cuando la camarera mayor, que es María Jesús, indica el tocado que lleva la Virgen y que puede ser de blonda, tul, tul bordado, fantasía, crepe,... Nunca lleva un mismo tocado, pero, eso sí, siempre va clásica. Ni seria, ni triste sino clásica. Finalmente, se colocan el manto y la corona”.

Y los recuerdos vuelven a brotar: “Recuerdo con mucho cariño cuando viajaba en tren hasta Puente Genil y, en su estación, me recogia Francisco “Cangilones” en su moto. José María Martínez nos esperaba en Jesús y desayunábamos en el “Bar Dunia”.

Tras vestir a María Santísima, comíamos en el bar ”las Vegas”. Y, de nuevo, me acompañaban a la estación de tren. Había unas latas de carne de membrillo con la Imagen de la Virgen con un tocado de tul, siempre me regalaban algunas, entre otras cosas... La Cofradía me invita a todo: cultos, comida o cena de Hermandad, pero, por mi profesión, no he podido asistir”.

y clase. Ante la Virgen, además, sientes mucho respeto, cariño y devoción. No la vistes mecánicamente. Y quiero, también, destacar el incremento de su ajuar en estos últimos años. Los equipos tienen que renovarse y sus tocados son muy buenos.

El exorno floral también se cuida mucho, así como el estilo en los cultos y el paso.

La Imagen está muy cuidada y con mucho gusto. El mayordomo, los exornos, todo planificado y bien pensado... La Cofradía y las camareras siempre están atentas a las peticiones de las personas que, con fervor, se quieren acercar a María Santísima... es un orgullo ser su vestidor”.

Tu labor: un orgullo Tu sencillez: un ejemplo Tu amistad: un símbolo

“Manolo Chacón Melero era como un hermano para mí. Teníamos una relación muy estrecha, ¡era tan simpático! Y un caballero. Y Rafa Chacón era otro caballero, atento, fraterno, hermano de sus amigos y exquisito en el trato. Con motivo de mis veinticinco años de vestidor de la Virgen me organizó un homenaje al que, debido, de nuevo, a mi trabajo, no pude asistir. ¡¡Todavía lo recuerdo entrando en la tienda preguntándome dónde me enviaba los regalos!!”

“Cuando visto una Imagen me llama el ambiente agradable de la Cofradía, que se fomente la fraternidad... y eso es lo que encuentro en la de los Dolores. La Cofradía tiene historia, tradición, señorío

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Alondras y Ruiseñores

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En la Puente una mañana.

Con el son de la Diana, asomada a su portal, como una flor temprana, tenues claros de sol, reflejaban tu mirada.

Luz de amor y dolor, Que a Jesús iluminaban.

De añil, intenso el cielo, sobre capillos cobalto, almas serenas que portan, el estandarte muy alto.

Pasos de Dolor que llevan, nuestra Virgen al Calvario.

Voces que gritan, silencio.

Por Jesús crucificado.

Manolo Chacón Berral

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Galería de imágenes Viernes Santo 2011

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