Pirámides y Obeliscos
esfuerzo de millares de hombres, lo hicieron girar como una piedra de molino hasta posicionado en el centro del cuadrado [Ammmianus Marcellinus, Historia de Roma, Libro XVII (IV)]. Un bajorrelieve en el pedestal del obelisco de Estambul deja constancia del sistema utilizado para su transporte. Se observa claramente el uso de varios tornos o cabrestantes emplazados en el suelo, a ambos lados y por delante del monolito. Se aprecia también cómo un hombre tira del cabo para que la cuerda no se enrolle en el cabrestante, lo cual provocaría una gradual pérdida de potencia. Lamentablemente no hay detalles de cómo fue levantado. Dos inscripciones grabadas en la base, una griega y otra latina, afirman que este obelisco fue elevado en 32 días por un tal Proclus. Parece como si una gran rueda fuera arrastrada unida a la base del obelisco. Al respecto Rondelet comenta: Es dificil adivinar cuál podia ser el uso de esta rueda incompleta, quizás juera un medio para levantar el obelisco y emplazarb sobre elpedestal, pues la altura es casi igual a la distancia existente entre la base del obelisco y la circunferencia de k rueda [RONDELET, 1802, p. 47]. Durante el breve pontificado de Sixto V (1585-1590), se recuperaron y levantaron cuatro obeliscos egipcios en Roma: Plaza del Pueblo, San Juan de Letrán, Plaza de San Pedro y Plaza Esquilino. Para ello el Papa contrató al meticuloso ingeniero Doménico Fontana. Para describir la hazaña que representó el traslado y la erección del obelisco del Vaticano, considero interesante citar parte del texto correspondiente al libro San Pedro de Roma, Historia de la Basilica, escrito por James Lees-Milne: Se dice que de todas partes de Europa, matemáticos, nos tan absurdos que fueron
ingenieros y científicos, enviaron proyectos,
motivo de regocijo ante los miembros
de la Fabbrica.
algu-
Bartolomeo
Ammannati aseguró al Papa que si le concedía un año para reflexionar, hallaría la solución, y le suplicó que aguardara. Domenico Fontana, que sucedió en el mando a della Porta, presentó al Papa un obelisco de plomo y una grúa de madera que, dando vueltas suavemente a una manecilla, elevaba y hacía descender el obelisco con facilidad
[...]. Era (Fontana) un erudito muy exacto, con una
dedicación
meticulosa al detalle. Digno hasta lo absurdo, pedante en el hablar y en su actitud, no se le podía 2.2,0
venFUNDACIOÍ JUANELO TURRIANO