A rasgos generales, este plan proponía la ocupación de las partidas del Riquer y Huerta Mayor, al otro extremo del barranco del río Riquer, ya que contaba con un terreno menos accidentado y con pendientes aceptables para edificar. Se tomaron como ejes las carreteras de Játiva a Alicante (calle Alzamora y La Alameda) y de Alcoy a Bañeres (calle Oliver). El Ensanche se dividió en tres zonas: Primera zona: comprendía las calles que se hallaban en construcción y las ya proyectadas en las inmediaciones del centro de la ciudad: toda una franja paralela por ambos costados a la Avenida del País Valenciá y el espacio comprendido entre la calle San Nicolás y el río Molinar. Segunda zona: situada en la partida del Riquer y limitada por la carretera de Játiva a Alicante, barranco de Soler, Monte de San Cristóbal y carretera de Alcoy a Bañeres. El puente de Cristina servía de enlace entre la primera y segunda zona. Tercera zona: correspondía a los terrenos de la Huerta Mayor y estaba limitada por el barranco de Soler, Riquer y Benisaidó y por el Monte de San Cristóbal, tomando como eje la carretera de Játiva a Alicante. La segunda y tercera zona se comunicaban por el puente de San Roque. Además se proyectó por su parte superior otra unión, que coincide con el actual terraplén del Barranquet de Soler en la prolongación de la calle Santa Rosa. Para la comunicación del casco antiguo con la primera y tercera zona se planteó la construcción de sendos puentes, que se materializarían al principio de los años treinta del siglo XX, con el puente de San Jorge y el Pontón de San Jaime. También se conectaba la primera y segunda zona con un puente en la prolongación de la calle Colón, que no se llegó a construir. Este plan de ensanche ha tenido validez hasta mitad del siglo XX, y ha sido el que mayor influencia ha tenido en el planeamiento urbanístico de la ciudad.
3. POSTERIORES PUENTES En el costado Este de la ciudad quedaba el obstáculo del barranco del río Molinar, con un desnivel de hasta 50 m y cuyo curso atravesaba el camino de Penáguila por un pequeño puente, comunicando el núcleo de la población con varias fábricas y un arrabal formado en los costados del camino. A principios de siglo con motivo de la construcción de la carretera de 3º Orden de Alcoy a Callosa d’Ensarriá, se levantó el Viaducto de Canalejas, permitiendo la cómoda comunicación con la orilla opuesta, la mejor urbanización del barrio del Tosal y la ampliación de la calle Gonzalo Barrachina.
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