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CAPÍTULO PRlllERO
islas de arena cuando quedan descubiertas por el descenso suficiente de las aguas, que ya empezaba a nuestra vuelta de Asuan; y antes de que lleguen a tiro las barcas, se sumergen, sin poder apenas ser divisados, cubiertos como están de barro y hojarasca. Pero es menester descargar las escopetas, y a falta de otro blanco son víctimas las pobres palomas, con tanto afán protegidas contra sus paisanos por Lady Duff Gordon 1 mientras habitó el Egipto para prolongar su vida, porque son propiedad de los aldeanos (en cuyas casas se ven como remate los grandes palomares en forma de colmena), a fin de aprovechar como abono su estiércol. ¿Y qué otra cosa habrán de hacer cazadores con sombrilla abierta, conforme yo mismo los he visto y acompañado? El método que yo adopté para hacerme independiente y eximirme 'de importunidades, consistía en escoger un muchacho ya crecido entre la turba de los que acuden alrededor de toda persona nueva, allí lo mismo que en Europa, y llevarlo como guía exclusivamente mío, entregándole cualquiera de los efectos que me molestaban, como el libro, los anteojos, el abrigo ó el bastón, lo cual le servía como signo de su temporal empleo y ale1 Letteri fro111 Egipt, núm. XXXIIL