"BELTANE, MEMORY OF THE FIRE" by Luciano González Sarmiento

Beltane, Memory of the Fire PROGRAM NOTES WORLD PREMIERE First Prize in the III Concurso Internacional de Composición para Música de Cámara Arturo Dúo Vital, organised by Botín Foundtion 2014 LXIV FESTIVAL INTERNACIONAL DE SANTANDER PLURAL ENSEMBLE Fabián Panisello, director 11 de agosto - 20.30h Palacio de Festivales - Sala Argenta, Santander (Spain) Luciano González Sarmiento Asesor musical da Fundación Botín Este concierto es fruto del compromiso y la colaboración de la Fundación Botín y el Festival Internacional de Santander para fomentar la creatividad en el ámbito musical, divulgar las obras de arte universales y apoyar la creación de los artistas de Cantabria.

El Festival Internacional de Santander se hace eco hoy del III Concurso Internacional de Composición de Música de Cámara “Arturo Dúo Vital” que la Fundación promovió en su convocatoria de 2014 y cuyo premio recayó en la obra titulada Beltane, Memory of the Fire del compositor español Juan Eiras.

Del siglo XX al XXI sin estridencias A diferencia de llamativas turbulencias seculares que nos ha deparado la historia, el siglo XXI se ha fundido con el XX como el día se funde con la noche, sin más sobresalto que el

diminuendo que describe el atardecer. Las aguas torrenciales de antaño se han tornado sosegadas en esta última confluencia secular y apenas nos hemos preguntado si el tiempo cronológico ha perturbado el devenir del tiempo estético. Mas, si alguien se lo preguntara, aquí podría obtener alguna respuesta, con el programa que el Plural Ensemble ha moldeado para ilustrar el estreno del último premio de composición otorgado por la Fundación Botín al compositor Juan Eiras por su obra Beltane, Memory of the Fire, ganadora del III Concurso Internacional de Composición de Música de Cámara “Arturo Dúo Vital”, 2014. Si la obra de Eiras emerge en el siglo XXi cual lirio brotado de la floresta del XX, el programa que hoy lo entorna acentúa esta característica germinal.

Inteligente es su inicio, con la Música para 5 piezas de madera, cinco bloques tubulares de madera (claves) que, afinados en diferentes alturas, conjugan durante unos diez minutos los parámetros elementales con los que el americano Steve Reich (Nueva York, 1936) construía durante la década de los setenta su “minimalista” arquitectura sonora, con las palmas de las manos en su Clapping Music de 1972 o con este juego de cinco claves compuesto un año más tarde y para el que Reich no necesitaba más que la tímbrica elemental de unos trozos de madera combinada con el continuo variado del ostinato a través del cual los colores y las densidades fluyen como el aire en el espacio.

No fue el minimalismo un juego caprichoso, sino una propuesta de síntesis que apaciguara el frenesí especulativo del siglo con el retorno a lo originario en su estado más elemental. Esta actitud de coherencia ante la supervivencia del arte como juego es equivalente a la que se refleja en las obras programadas de Franco Donatoni y Pierre Boulez, dos de los compositores más relevantes y conspicuos del siglo XX. Obras de madurez en

ambos casos y, por tanto, de síntesis que, sin perder las esencias de aquel discurso estructuralista divulgado y defendido desde los espacios conspiradores de Darmstadt (1946 - 1955), recrean la dimensión lúdica del arte como invención y como conjugación de las infinitas variables que la combinación de sus elementos produce.

Franco Donatoni (Verona, 1927 - Milán, 2000) reclama con su Arpège (1986), para flauta, clarinete, violín, violonchelo, vibráfono y piano, “el lúdico ejercicio de la invención”, es decir, el juego que es capaz de transformar mínimos materiales sonoros en “obra conclusa” a través de procesos cercanos a la alquimia más pura, como el de la transmutación o permutación.

Sobre el mismo principio ideológico, aunque metodológicamente diferente, Pierre Boulez, (Montbrison, 1925) compuso sus Derives como “derivados” de obras anteriores, concretamente la compuesta en homenaje a su amigo el director de orquesta suizo Paul Sacher (Messagesquisse,1976) para violonchelo solo y seis violonchelos, en la que Boulez propone las letras que componen el nombre de Sacher (S-A-C-H-E-R) (Mi bemol, La, Do, Si, Mi, Re) como un conjunto interválico (no una serie) sobre el que desarrollar una serie de “variaciones” o variables.

El primero de estos “derivados”, Derive I, que hoy se interpreta, se estructura en dos partes y una coda final, con el denominador común del “juego” como procedimiento para construir y deconstruir los materiales propuestos: un pulso lento e insistente en la primera y un crescendo en la segunda, para terminar con una breve coda que reduce la tensión con el mismo acorde del inicio.

Fueron estos modelos, y muy especialmente el de Pierre Boulez con el que trabajó muy estrechamente, los que el

transilvano Peter Eötvos (Odorheiu Secuiesc, Rumanía, 1944) asume como referencia para su brillante carrera de compositor y de director de orquesta. Sin desligarse en absoluto de sus referencias culturales más próximas, como las de Bartok, Kurtag y Ligeti, Peter Eötvos es un fervoroso epígono del francés Pierre Boulez, como bien se podrá observar al escuchar la pequeña Natasha programada en este concierto, una obra en la que la música es tan gestual como sonora (como en Boulez) y tan lúdica como formal.

Desde la levedad del aire expresa Fabián Panisello (Buenos Aires, 1963) las emociones suscitadas por el Libro del frío del poeta Antonio Gamoneda, (Oviedo, 1931) para quien bajo las águilas silenciosas, la inmensidad carece de significado.

Poética de la música y la palabra, analogías y equivalencias discurren a lo largo de los 13 poemas que el músico ha extraído del libro del poeta en busca de una poiesis del conocimiento y una mística de la emoción.

Panisello compone para una plantilla semejante a la que Schoenberg usó en su Pierrot y por tanto no resultan extrañas algunas analogías, pero ni textos ni contextos son coincidentes y, por tanto, la originalidad es evidente.

Estas obras sucintamente comentadas entornan el estreno de Beltane, Memory of the Fire, la obra que concita la atención de este concierto por estrenarse en rigurosa prèmiere en el Festival.

El propio autor, Juan Eiras, la describe así: Beltane era una antigua festividad celta que se celebraba el 1 de mayo y marcaba la llegada del buen tiempo. Esta palabra de origen gaélico significa buen-fuego (bel-tane) y tradicionalmente,

al caer la noche se encendían hogueras en las montañas como acto de purificación.

Beltane, Memory of the Fire está estructurada en dos macrosecciones, en donde la primera funciona a modo de gran exposición en desarrollo en la que se abordan los materiales principales, que son reconstruidos en la segunda, a través de la memoria. En este proceso de reescritura el fuego es determinante, ya que elimina la materia hasta que los recuerdos prevalecen.

Esta obra es la segunda del ciclo celta que hasta el momento se completa con Samhain, Ganadora de la Convocatoria para Jóvenes Compositores 2012 de Plural Ensemble.

Como toda obra nueva, Beltane, Memory of the Fire exige al oyente una actitud renovada para su escucha con un ágil ejercicio de la memoria, ya que “la música se destruye si la memoria no es capaz de conservarla” (Isidoro de Sevilla). El autor apela asimismo a la memoria de los símbolos, de los rasgos ancestrales de nuestras culturas, para estructurar un discurso narrativo que interpreta y recrea con los recursos musicales más evolucionados de nuestro tiempo las formas rituales que la tradición ha conservado y nos ha ido transmitiendo.

Luciano González Sarmiento Asesor musical de la Fundación Botín