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4.2. Bécquer y el flamenco. Sus poemas en el cante
También aborda este tema Paco Ibáñez pero en una línea más clásica en La Muerte, en este caso un poema de Espronceda, en el mismo disco Por una canción, (1990) en que grabó Volverán las oscuras golondrinas.
4.2.- Bécquer y el flamenco. Sus poemas en el cante
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Bécquer era amante del flamenco en parte debido a su infancia sevillana. Sus poemas han sido cantados recientemente por cantantes o cantaores flamencos en diferentes palos o estilos de los que queda constancia en forma de disco, o incluso menciones en internet a interpretaciones flamencas basadas en las Rimas. Los poemas se prestan a ello tanto por la forma como por el contenido. Tengo la sensación de que quedan en el olvido posibles versiones anteriores a la llegada del disco de vinilo pues como recoge el blog Canción y Poema (http://cancionypoema.blogspot.com) la interpretación flamenca de poemas de Bécquer ya se dio en vida del poeta:
Sabemos por las memorias de su amigo Nombela que Bécquer escribió algunos cantares, a los que un amigo suyo puso música de soleares y seguidillas, y que se cantaron por aquella época como poemas anónimos en Andalucía, sin conocerse el autor. Si aparecieran un día estas letras, serían las primaras manifestaciones de poemas musicados de Bécquer en el flamenco, (Cárdenas José C, 2013)
Reyes Cano explica pormenorizadamente las raíces de esa veta flamenca en Bécquer citando cantaores de la época, raíces que sitúa más en su origen sevillano que en la influencia de Heine y Ferrán y recurre a Juan Ramón para fundamentar ese vínculo de las Rimas
Pero en la contextura métrica, rítmica y sintáctica de sus poemas, en su depurada brevedad y en su asombrosa concentración expresiva hay una frescura popularista que, sin abdicar de su complejidad conceptual, permiten leerlos, tal como dijo Juan Ramón Jiménez, como si fuesen auténticas coplas flamencas: "Muchas de las Rimas de Bécquer, ¿qué son sino peteneras, soleares, malagueñas, sevillanas mayores?"Reyes Cano (2010:283)
Además de Sevilla y sus cantaores, otra influencia en esta veta flamenca del poeta la sitúa Reyes Cano (2010: 277) en Lista, desde luego, pero también Arjona, Mármol, Blanco White que iniciaron “una auténtica operación neopopularista que Bécquer tuvo ante sus ojos cuando se estaba fraguando su vocación de poeta.
Cita Reyes Cano la reseña que en 1861 hace Bécquer de La soledad de Ferrán, donde manifiesta su amor por la poesía popular, la andaluza en particular.
Hay otra (poesía) natural, breve, seca, que brota del alma como una chispa eléctrica, que hiere el sentimiento con una palabra, que huye, y, desnuda de artificio , desembarazada dentro de una forma libre, despierta, con una que las toca, las mil ideas que duermen en el océano sin fondo de la fantasía.(…). Las poesías de este libro [La Soledad de Ferrán] pertenecen al último de los dos géneros, porque son populares, y la poesía popular es la síntesis de la poesía. El pueblo ha sido, y será siempre, el gran poeta de todas las edades y de todas las naciones. (…) Una frase sentida, un toque valiente o un rasgo natural, le bastan para emitir una idea, caracterizar un tipo o hacer una descripción. Esto, y no más, son las canciones populares. Todas las naciones las tienen. Las nuestras, las de toda la Andalucía en particular, son acaso las mejores. En algunos países, en Alemania sobre todo, esta clase de canciones constituyen un género de poesía. Goethe, Schiller, Uhland, Heine, no se han desdeñado de cultivarlo; es más, se han gloriado de hacerlo. Entre nosotros, no: estas canciones se admiran, es verdad, se aplauden, se repiten de boca en boca. Trueba las ha glosado con una espontaneidad y una gracia admirables; Fernán Caballero ha reunido un gran número en sus obras; pero nadie ha tocado ese género para elevarlo a la categoría de tal en el terreno del arte" Reyes Cano (2010: 282)
El fondo flamenco de las Rimas puede resumirse con esta cita del blog cancionypoema.blogspot.com: “la concisión, la queja desgarrada, la pena, el tono dramático y hondo, etc. se aprecian en los temas de sus rimas, por lo que han sido fácilmente adaptados por los cantaores andaluces y por la rumba gitana para construir la letra de sus canciones” . http://.es/2013/02/becquer-y-el-flamenco.html (Cárdenas 2013)
La forma de los cantares flamencos también está en Bécquer y como ejemplo puede servir la descripción de una rima por Reyes Cano
la número XXIII, una verdadera soleá de cuatro versos de estructura paralelística, absoluta contención formal y una gradación conceptual tan resolutiva y directa como la de cualquier cantar: "Por una mirada un mundo,/ por una sonrisa, un cielo;/ por un beso ... ¡yo no sé/ qué te diera por un beso!". (2010:283)
O la afirmación de Victoria Yapur (2008) en la web Quejío Flamenco (http://pedelgom.blogspot.com.es):
Todas las rimas se podían cantar por seguiriyas. En Melilla en Festival organizado por Alfredo Arrebola en 1974 vaias rimas se adaptaron a los diferentes cantes flamencos. Lo hacían posible elementos propios de los cantes como la rima asonante y los versos octosílabos heptasílabos, sexasílabos, pentasílabos, etc., pero sobre todo por su carácter de síntesis popular.