El retrato de dorian gray

Los Argumentos Universales

El Retrato de Dorian Gray De Oscar Wilde

Jose Daniel Mar铆n Barros 1r. Comunicaci贸n Audiovisual Universitat Pompeu Fabra

El Retrato de Dorian Gray Estudio sobre los orígenes míticos y literarios sobre la obra de Oscar Wilde.

La obra escogida para el presente ensayo es la novela “El Retrato de Dorian Gray”, y no sus para mí poco acertadas adaptaciones al cine.

La única y sublime obra de Oscar Wilde puede remitir por su temática, aunque compleja y única, a otras obras cuyos personajes se transforman, desdoblan, envejecen y rejuvenecen a voluntad o se alían directamente con el diablo. A saber, como ejemplos, “El doctor Jeckyll y Mister Hyde”, “Drácula”, “El club de la lucha”, “Moby Dick”…

En las citadas obras, aunque muy diferentes en la forma, se puede observar como un personaje se ve atrapado por una obsesión que le incita a un cambio voluntario, con ayuda sobrenatural o química, en búsqueda de diferentes objetivos, aunque en ningún caso es la búsqueda de la eterna juventud y belleza que caracteriza la obra de Wilde.

Antecedentes mitológicos de la novela.

La obra bebe de fuentes mitológicas diversas, pues en ellas se encuentran el mito de Narciso y el de Fausto en el caso del protagonista, que es en el que nos centraremos. Sin embargo, la breve novela abarca subtramas en las que es fácil entrever otros motivos universales, como es la figura del mentor, que puede ser un Mefistófeles camuflado (figura importantísima y atractiva que merecería un ensayo aparte y extenso), la cortesana desinteresada y traicionada o el triángulo amoroso con la variación homosexual que se da en la novela. El hedonismo del mentor y por mimetismo de Dorian Gray, la búsqueda de la belleza estética, tan propia del autor de la novela, la importancia de las formas por encima del fondo, todo ello se da de forma subrepticia cuando no directa en la trama, aunque bucear en todo ello daría más para una tesis que para un ensayo de estas características.

Sin embargo, nos centraremos en los motivos del aliado del diablo, la visita al averno y los mitos de Narciso y Fausto, pues son los más representativos de la novela. Sin embargo, el “¿quién soy yo?” de Edipo subyace, como en santísimas tramas, en el trasfondo de la novela, así como la ancestral búsqueda del elixir de la vida o la eterna juventud.

Narciso era un ser embebido de su belleza, tanto, que subyugado por preciosidad reflejada en el agua, muere ahogado. En la “Metamorfosis” de Ovidio, ello está famosamente conocido y aquí muy resumido. Todo ello, tras rechazar cruelmente, como en la novela de Wilde, a una cortesana enamorada de él. El amor de Dorian es por el arte de ella y no por ella misma, en lo que aparece cierta ideología esteta del propio Wilde; sin embargo, como en la Poética de Aristóteles, Lord Henry ve en esta desdicha elementos bellos en cuanto al desarrollo trágico de la misma 1. En cuanto a este mito, la comparación no es simple pero si que es cierto que Dorian permanece desde el principio 1

TARSICIO HERRERA ZAPIÉN. Memorias de la Academia Mexicana de la lengua, Tomo XXVII, (1997-1999), Académica, Discursos de ingreso, Homenajes, Trabajos diversos leídos en sesiones ordinarias, extraído de http://bvmc-obras.s3.amazonaws.com/5d7/219/645/f09/496/887/891/be6/35d/f76/69/mimes/5d7219645f09-4968-8789-1be635df7669.pdf#page=391, 19 de Mayo de 2013

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de la novela enamorado de sí mismo influenciado por Lord Henry, como se ha dicho una especie de mentor diabólico que inflige a Dorian la idea de la eterna juventud, la idea de la superioridad de la belleza sobre todo lo demás y cuyas enseñanzas, en formas de aforismos, y especialmente tras un diabólico regalo en forma de libro, acaban de convencer a Dorian Gray de su deseo mantenerse por siempre joven, bello, y poder experimentar todos los placeres que existen en el mundo, a menudo ellos perversos e inmorales desde el punto de vista de nuestra cultura occidental y cristiana.

Hay también una oda homosexual de Horacio, “O crudelis adhuc”, dirigido a cierto Ligurino, que superlativiza la belleza frente a una vejez deforme. Según Tarsicio Herrera Zapién1, ello sirve de punto de partida para la novela de Wilde, quién según el susodicho autor era el mejor investigador greco-latino de su época.

Fausto se alía con el diablo para permanecer joven determinado tiempo y también experimentar desconocidas sensaciones. Como cita May2, Fausto es un poema filosófico en el sentido de centrarse en lo que podría ser la vida: sus tentaciones, catástrofes y alegrías: justo aquello que Dorian Gray ansía y en efecto experimenta a lo largo de la novela, mas las alegrías pocas son en el sentido más moralista del término. Si bien Fausto firma el pacto con su propia sangre, Dorian lo hace intelectual y espiritualmente.

Dice el Fausto de Goethe2: Que los placeres y sinsabores, Éxitos y fracasos, Se sucedan como les plazca El hombre sólo está activo cuando no reposa nunca.

En “El Retrato de Dorian Gray” la sucesión de la acción se da de manera si no frenética si sin pausa. Todo empieza, como en la poesía de Fausto, con el enamoramiento y posterior rechazo de una chica humide, una “niña en flor”, que controla Mefistófeles, en el caso de la novela de Wilde, Lord Henry. Como Fausto, Dorian suma una crueldad tras otra y se bate con el hermano de la chica, que quiere rescatarla de las fauces de lo que percibe como el mal. En la novela de Wilde, el asesinato del hermano es accidental pero liberador: si en Fausto el Diablo inmoviliza el arma del hermano de Gretchen, en la obra de Wilde, una bala perdida es la causa de la muerte del hermano, James Vane.

R. May2 dice que Goethe presenta a Fausto como si experimentara un anticipo de su condenación eterna en esta niña. Fausto, sin embargo, se duele de la agonía de la niña y se irrita ante los comentarios de Mefistófeles, que le dice que no será la primera. En Dorian la irritación se da temporalmente ante los comentarios satíricos de Lord Henry, aunque rápidamente se perdona y sigue su imparable viaje de perversión y aberraciones.

Es en este viaje hacia la perversión dónde se puede encontrar el motivo de la visita al averno, que en el diccionario de motivos3 se refleja ejemplarmente en el influjo de Dante sobre la epopeya franco-italiana Huon d’Auvergne, cuyo héroe impide a su señor Carlos Martell llevar a cabo sus intenciones adúlteras. El personaje de Basilio en la novela de Wilde ejerce este rol de pretendido salvador del alma de Dorian, censurando sus acciones a la vez que, cegado por su amor por él, le perdona e intenta comprender 2

MAY, R. La necesidad del mito. Barcelona: Paidós, 1992

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FRENZEL, E. Diccionario de motivos de la literatura universal. Madrid: Gredos, 1980

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todos sus pecados. Dorian, que ve en este personaje el culpable de su desgracia, acaba matándolo.

Y es que Dorian se puede considerar un motivo de Aliado del Diablo, en el sentido de una separación de Dios y someterse al mal, consiguiendo a cambio poder, riqueza, saber y satisfacción amorosa. Tal como dice Germán Garrido4: “en los crímenes perpretados por Dorian Gray y Fausto subyace una agresión no ya contra la voluntad dívina, sino contra la condición humana, cuyo destino consistiría en la laboriosa construcción de un mundo a imagen y semejanza del universo divino conforme al ideal renacentista”.

El viaje al averno no está excesivamente explicado en la novela, pues tan solo se sugieren, sin detalles, perversiones sexuales y abusos de drogas. El hecho de que sus delitos y faltas se reflejen en el cuadro que Basilio pintó y no en su rostro hacen cada vez más que se aireen las sospechas sobre su naturaleza diabólica, y él mismo, a través del recorrido de los bajos fondos y sus perversiones, se encarga de condenarse y recorrer su particular infierno.

Variaciones y particularidades sobre la novela en relación a los argumentos universales.

Si algo puede destacarse como variación y aportación de “El Retrato de Dorian Gray” sobre los argumentos y motivos universales es la yuxtaposición, mezcla y heterogeneidad de varios argumentos y motivos en uno solo.

Además, la novela de Wilde aprovecha para lanzar una crítica velada sobre la época victoriana que vivió y que condenó su dandismo y homosexualidad, subrepticia y camuflada durante toda la novela, mas, en contra de algunas consideraciones, no da la mujer un rol peyorativo o menor, sino más bien manipulador y controlador.

Que Wilde era un esteta no es reseña novedosa, pero en la novela se aprovecha de su inteligencia e ingenio para dotar, sobre todo al personaje de Lord Henry, de un don de la palabra y una imaginación que refleja lo que para él representaba el mito del mentor: alguien muy inteligente, encantador, peligroso.

En el caso de Dorian como Narciso, aunque embebido de su belleza, no da lugar a un encantamiento para su muerte, en agua, sino que acaba asesinándose, si así puede decirse, al acuchillar el cuadro que representa su alma. Esta muerte voluntaria es la variación sobre este mito, aunque existen varios matices más que se diferencian del mito de Narciso. A éste nadie le toca en la versión de Ovidio, mas Dorian es amado y cree amar a Sybil Vane, pese a que en la novela se ratifica la pureza y aparente pudor de tal relación.

En cuanto a Fausto, su pacto no es tan meridiano y claro, aunque se deja entrever, y no hay fechas fijas ni condiciones de antemano, pero en el transcurso de la novela ya se van entreviendo las consecuencias de un deseo tan inhumano y febril como el que tuvo Dorian al desear permanecer joven y bello siempre.

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Revista de Filología Alemana, 2012, vol. 20 239-350 extraído de http://revistas.ucm.es/index.php/RFAL/article/viewFile/39755/38246, 20 de Mayo de 2013.

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Como ya se ha comentado, su viaje al averno, incitado por Lord Henry, que como ya se ha comentado puede ser una representación del Mefistófeles de Goethe, no es literal sino representado por bajos fondos y sobre todo es algo sugerido, nada descriptivo, quizá por el temor de Wilde de la incomprensión que podría provocar tal tema en la época. Si hay coincidencias en la lujuria, aunque el consumo de opio es, lógicamente, más propio de la época en la que se redactó la novela que de los años en los que se redactaron los diferentes Faustos.

En definitiva, Wilde sabe integrar en una no muy extensa novela gran cantidad de referencias míticas y motivos y argumentos universales, superpuestos y magistralmente mezclados, lo que hace que su libro provoque todavía fascinación y su estudio, bajo su aparente sencillez argumental, sesudas disquisiciones.

La estructura de Campbell en “El Retrato de Dorian Gray” La campbelliana estructura del viaje del héroe en “El Retrato de Dorian Gray” no está definida en plenitud pero hay un interesante diálogo con la inapelable distribución relatística.

La llamada a la aventura del anti-héroe que representa Dorian la provoca Lord Henry, lo que incita al protagonista a un viaje interior que pretende iniciático pero que provoca su devastación y depravación. No se trata de una búsqueda objetual, pero nada más sublime existe que el propio viaje interior.

Dorian se ahonda voluntariamente en el terreno desconocido y participa de las pruebas interiores que se desarrollan debido a su conducta: la muerte de Sibil Vane, que puede explicar el punto campbelliano de la mujer como tentación, la persecución a la que le somete el hermano de ésta y, sobre todo, ver la propia destrucción de su alma en el retrato que pintó su amigo Basil.

La prueba más difícil es la que supone la amenaza de muerte que en un momento final de la novela supone el encuentro con James Vane, hermano de Sybil, pero debido a su aspecto supera esta prueba.

Es de suponer que la única recompensa, tardía y circunstancial, es la muerte accidental de James, en lo que supone su más grande aventura en su visita al infierno interior que lo acecha. No se pueden considerar recompensas ni gracias los momentos lujuriosos, etílicos u opiosos que en teoría disfruta el protagonista, pues se trata sin duda de una etapa más de su autodestrucción, tal como la moral de Wilde lo describe en el relato.

La disolución del protagonista es evidente e imparable a lo largo de la novela, en diálogo con la edípica pregunta “¿Quién quiero ser?”. Esta disolución y escisión de sí mismo no logra, pese a sus intentos finales, cambiar su personalidad egoísta y hedonista, pues descubre tardíamente que sus actos son siempre en provecho propio y nada amoroso o altruistas.

El camino de vuelta está explicado en diálogo con la teoría de Campbell. El héroe no consigue adaptarse ni redimirse bajo ningún concepto de su depravación y corrupción,

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por lo que el final de su aventura es su propio sacrificio, apuñalando la pintura y devolviendo la naturalidad del objeto y de su propio cuerpo, que aparece muerto, demacrado, arrugado y deformado.

En resumen, Oscar Wilde abogó por entrelazar el estilo clásico del relato partiendo de la base, innegable en la esencia de su ser, de dotarla de originalidad. No reniega ni mucho menos de la estructura mítica, pero aporta elementos que la hacen diferente, especial y única.

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Bibliografia BALLÓ, J.; PÉREZ, X. La llavor immortal. Els arguments universals en el cinema.

Barcelona: Empúries, 1995.

CAMPBELL, J. El héroe de las mil caras. Psicoanálisis del mito. Mèxic: Fondo de Cultura Económica, 1992.

FRENZEL, E. Diccionario de motivos de la literatura universal. Madrid: Gredos, 1980.

MAY, R. La necesidad del mito. Barcelona: Paidós, 1992 Germán GARRIDO, Revista de Filología Alemana, 2012, vol. 20 239-350 extraído de http://revistas.ucm.es/index.php/RFAL/article/viewFile/39755/38246, 20 de Mayo de 2013.

TARSICIO HERRERA ZAPIÉN. Memorias de la Academia Mexicana de la lengua, Tomo XXVII, (1997-1999), Académica, Discursos de ingreso, Homenajes, Trabajos diversos leídos en sesiones ordinarias, extraído de http://bvmcobras.s3.amazonaws.com/5d7/219/645/f09/496/887/891/be6/35d/f76/69/mimes/5d7219 64-5f09-4968-8789-1be635df7669.pdf#page=391, 19 de Mayo de 2013.

PÉREZ, XAVIER, clases magistrales de Primero de Comunicación Audiovisual, UPF.

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