Batallitas castilleras

Hace unas temporadas estábamos en Alanís disputando cn nuestra escuela de fútbol base la correspondiente jornada del campeonato de la Sierra Norte de Sevilla de Fútbol 7. Mi equipoya había jugado y yo estaba al lado del banquillo visitante recostado en la valla viendo el partido de los infantiles cuando un jugador nuestro marcó un gol desde bastante lejos. Entonces oigo a Castillo, otrora alcalde de Alanís durante varias legislaturas y cancerbero del Liceo en los años setenta, decirle, a unos chavales que estaban sentados en la tribuna con él: ¿cómo le han podido marcar ese gol? Hay que estar más atento. A un portero en condiciones no le marcan un gol desde tan lejos”.

Me molestó el comentario porque venía de donde venia y sobre todo por el chiquillo, y volviéndome a la grada, medio en broma, medio en serio, le dije: “¿Cómo puedes hablar tú, precisamente tú? Si yo te he metido goles desde más del doble de esa distancia”. Le iba a recordar algunos, pero no me dio tiempo, pues Castillo bajó rápidamente a mi altura y en voz baja me dijo: “Cállate, so mamón, que esos niños no me han visto jugar y les estoy contando algunas batallitas”.

Lógicamente no le hice ni puñetero caso y las batallintas que él les estaba contando a los chavales, por lo menos algunas de ellas, se las conté yo, pero a mi manera, que por cierto variaban un poquito con su manera de contarlas.

Antonio Murillo