Bignonia rosada (Podranea ricasoliana) Se trata más bien de un gran arbusto sarmentoso provisto de largos tallos blanquecinos que permiten ser guiado por muros y pilares. Crece con gran rapidez, los tallos son leñosos y las hojas compuestas por 7 a 9 folíolos. Por efecto del frío invernal puede perder el follaje parcialmente (Figura 17-16). La floración ocurre en pleno verano, enero y febrero, se prolonga hasta el otoño o cuando bajan las temperaturas y se inician las lluvias otoñales. Las flores son trompetas grandes, formadas por 5 lóbulos de color rosa-purpúreo, con vetas en violeta, que se desarrollan en grupos, en los extremos de las ramillas.
Ubicación
Plagas y enfermedades
Se desarrolla muy bien en las zonas con influencia costera sin grandes oscilaciones térmicas. Ocupa un espacio grande y necesita de una situación bien asoleada para florecer en abundancia.
Es sensible al ataque de conchuelas, en especial cuando se trata de ejemplares débiles, plantados a la sombra.
Manejo Es conveniente efectuar despuntes a inicios de primavera para incentivar la floración. Además eliminar una parte de los tallos sin hojas y a veces secos que quedan ocultos bajo las ramas más nuevas.
Suelo, riego y fertilizaciones Especie muy rústica y resistente a suelos pobres. Se ve favorecida con alta humedad atmosférica y riegos abundantes en primavera y verano.
Propagación Se realiza por acodo subterráneo y estacas de tallo. En forma natural y con gran facilidad los tallos llegan al suelo y enraízan, lo que la convierte en una planta potencialmente invasora.
Bibliografía • Consolino Francesca y Banfi Enrico. Guía de plantas trepadoras. Barcelona: Ediciones Grijalbo, 1994. • The Royal Horticultural Society. Enciclopedia de plantas y flores. Barcelona: Ediciones Grijalbo SA, 1990.
Jazmines y bignonias trepadoras
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