Sueño de libertad
Cierta vez estaba ofreciendo una conferencia en Londres a mediados de diciembre y le hice una pregunta al público que los dejó sin palabras: —¿Cuántos de ustedes sienten que al finalizar este mes estarán un año más cerca de su destino? La mayoría me miraba como si estuvieran sumidos en un coma cerebral. —Lo preguntaré otra vez: ¿Sienten que con el nuevo año se acercan más al propósito de sus vidas? Obviamente no hubo respuestas, ni siquiera alguien que asintiera con su cabeza. La mayoría solo existía sin más ni más. Las vacas existen. Los sapos existen. Sin embargo,
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