Revista Clitoriana

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JUSTICIA PARA TODAS pág. 8

TOP 10 PAÍSES MÁS VIOLENTOS pág. 14

PUNTOS POR LA IGUALDAD pág. 20

L A I D UN M A Ñ S A O P H C M E R CA E D S O L R PO LA MUJER DE pág. 10


JORGE BOHÓRQUEZ Director de Fotografía Diseñador Gráfico Ilustración

CATALINA PRADA Diagramación Diseñador Gráfico Ilustración

CESAR MATEUS Director Editorial


WWW.CLITORIANA.COM

Editorial Rkive


ECONOMÍA

16 EMPRESAS VS. LA VIOLENCIA 17 DISCRIMINACIÓN LABORAL

INTERNACIONAL

6 -7 AGRESORES Y DEMANDAS 8 - 9 ALERTA ISABEL CLAUDINA 14 - 15 TOP PAÍSES PELIGROSOS

EN PORTADA

10 -11 CAMPAÑA MUNDIAL POR LOS DERECHOS DE LA MUJER


DEPORTES

20 PUNTOS POR LA IGUALDAD 21 LA MIRADA DE GÉNERO

VOCES FEMENINAS

18 SIEMPRE ROMPER EL SILENCIO 19 DENUNCIAMOS EL ACOSO

EN PORTADA

22 PERSPECTIVA DE GÉNERO EN EL ARTE DE HOY


INTERNACIONAL

VERÓNICA MOLINA: UNA VIOLACIÓN EN ANTIGUA GUATEMALA Por Kimberly López En marzo de este año, Verónica Molina denunció haber sido agredida sexualmente por Diego Ariel Stella, extranjero y dueño del restaurante Ni Fu Ni Fa, ubicado en Antigua Guatemala. Verónica optó por llevar su caso ante la justicia guatemalteca. Sin embargo, tras cinco meses de batalla legal, su agresor sigue libre, mientras ella exige que no haya impunidad. “Esto es una pesadilla”, narra Verónica, decepcionada por el sistema de justicia. Articular estas palabras no es fácil para Verónica Molina, de 41 años. Hace cinco meses, fue víctima de una agresión sexual. A inicios de este año denunció a Diego Ariel Stella de haberla inmovilizado para violarla. En Guatemala, el nivel de impunidad en denuncias por agresiones sexuales y violaciones alcanza el 99 por ciento, según estimaciones del Ministerio Público (MP). Solamente este año, más de 8 mil 700 mujeres han sido víctimas de violaciones y agresiones sexuales. Verónica se resiste a pensar que su caso conformará una cifra más en las estadísticas de impunidad.

MINEDUC, EN VEZ DE DESPEDIRLO INTENTÓ REINSTALARLO Por Francelia Solano Familiares de varias estudiantes del PEMEM II, en zona 1, exigen que el Ministerio de Educación despida al maestro Edwin Rivera quien fue denunciado en 2017 por acosar sexualmente a las alumnas. Rivera fue enviado a la dirección departamental del Mineduc, por la presión de las familias, pero temen que en el

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futuro sea reasignado como docente. Al inicio del año escolar 2021, Marcela, tenía todo listo para que su hija Lucía, entrara a clases en el Instituto Nacional Experimental de Educación Básica PEMEM II. A las madres y padres no les dijeron quiénes serían los maestros hasta que, en un live de Facebook, organizado por el claustro, el Instituto les informó el nombre del nuevo catedrático: Edwin Giovani Rivera Mendoza. El nombre era conocido en el Instituto. Marcela había oído de él en 2017, en las noticias, cuando se supo que una estudiante, menor de edad, grabó en audio al maestro Edwin Rivera insinuándoles, a 3 de

ellas, que sostuvieran relaciones sexuales con él. El Instituto decidió proteger al maestro antes de velar por el derecho al acceso a la educación de quienes allí estudian y a la integridad de las niñas. Durante dos meses varias madres y padres de estudiantes del Instituto interpusieron denuncias ante la dirección departamental y la PDH. Entre ellos, Carolina Montejo, una de las madres que pertenece a la junta de padres del PEMEM II. Ella ha sido la encargada de poner las quejas en sus tiempos libres, luego de su trabajo haciendo limpieza. También es la que encara a la administración de la escuela.

Tras el incidente, Rivera fue expulsado al final del ciclo escolar, enviado a la dirección departamental e instalado en el área administrativa. Sin embargo, el Ministro de educación no lo ha despedido, aún cuando, además de este señalamiento, pesan sobre el dcente dos denuncias pendientes de resolver, una por estafa y otra por peculado, debido a que se lo señala de haber sustraído del establecimiento una máquina para soldar que no ha sido devuelta.


LAS MULTIPLES EXPRESIONES ORGANIZADAS POR LA MUJER Por Gloria Álvarez Las demandas de las mujeres con respecto a la ejecución de los acuerdos de paz carecen de efectos tangibles. A 14 meses de que los mismos entrarán en vigencia, es difícil percibir cómo esos compromisos se convierten en acciones, en esta realidad donde seis de cada diez guatemaltecas viven en áreas rurales y la falta de servicios públicos es lo común. Aquí un ejemplo que sirva para explicar qué se ha hecho para «reconocer la igualdad de derechos de la mujer y el hombre en el hogar, en el trabajo, en la producción y en la vida social y política y asegurarle

las mismas posibilidades a la mujer que al hombre, en particular para el acceso al crédito, la adjudicación de tierras y otros recursos…», según reza al acuerdo socioeconómico. Este compromiso, al compararlo con los puntos del cronograma (documento en el que detallan cómo y cuándo), deja claro que todavía se carece de estrategias de acción encaminadas a evitar que lo anterior sea letra muerta. Cabe entonces conocer qué opinan cuatro guatemaltecas. Durante años y en diferentes espacios de la sociedad civil, ellas han presentado propuestas de

solución. A su criterio, la atención de los problemas nacionales incluye acciones específicas de género, etnia y edad. Los acuerdos de paz incluyeron de manera expresa algunas de sus demandas, otras se relegaron y unas más se omitieron, coinciden Eugenia Mijangos, de la Coordinadora de Acciones Legales de la Mujer (COALM), y Gloria Cospín, de la Oficina Nacional de la Mujer (ONAM). En cuatro de los siete acuerdos de temas sustantivos, se encuentran enunciados específicos tendientes a atender la problemática nacional que afecta a las guatemaltecas.

Sandra Morán, de la Asamblea de la Sociedad Civil (ASC), indica que el contenido de las demandas de las mujeres todavía no se ha abordado, «aún no está claro cuál es la dimensión de género», comenta. Estos reclamos se están haciendo de lado, al igual que aquellos que corresponden a otros sectores mayoritarios, afirma Eugenia Mijangos. En su opinión, se debe a la incongruencia que hay entre las políticas de gobierno y los acuerdos de paz. OCTUBRE 2021


INTERNACIONAL

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LAS COMUNIDADES DE SOLOLÁ SE UNIERON AL PARO PLURINACIONAL Por Lucía Escobar Desde las primeras horas de la mañana, las 83 comunidades de Sololá se unieron al paro plurinacional convocado por la Asociación de los 48 cantones de Totonicapán y diversas organizaciones de autoridades ancestrales, en rechazo al despido del fiscal Juan Francisco Sandoval de la FECI y para exigir la renuncia del presidente Giamattei y de la fiscal general, Consuelo Porras. Panajachel, el centro turístico más grande del lago comenzó los bloqueos desde las 7:00 am, cerrando las entradas del pueblo desde San Jorge La Laguna. Arriba en Las Trampas, sobre la carretera Interamericana KM 117, Jorge Julajul Mendoza, coordinador de autoridades indígenas de 83 comunidades de Sololá se dirigió a los manifestantes que pararon el paso de camiones y carros, para unirse a las demandas de justicia, pero también para exigir que baje el precio de la canasta básica y por los derechos de los pueblos indígenas. Por su parte, Paulina del Carmen Gonzales, alcaldesa indígena de San Pedro La Laguna estuvo acuerpando el paro y levantando la voz por el pueblo Maya, Xinca, Garífuna y Ladino/Mestizo. Paulina se suma a los clamores y afirma que “estamos aquí y vamos a estar todos los días hasta que renuncien a sus cargos”. Llena de certeza pregunta por las vacunas, el dinero, el préstamo y los impuestos. La alcaldesa resalta cómo a través de la pandemia los empresarios se han ido enriqueciendo mientras el pueblo de Guatemala sigue muriendo de hambre.


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¿Cuál es el proceso cuando se activa una alerta Isabel-Claudina?

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¿Cuánto personal tiene la Unidad de Mujeres Desaparecidas?

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¿Cuál es el rango de edad más elevado de desapariciones?

Las denuncias se reciben a través del 1572 y los receptores inmediatamente la derivan a la Unidad de Mujeres Desaparecidas. Allí activan la alerta, elaboran el boletín y se envían.

Se tienen alrededor de siete personas que activan y/o desactivan las alertas y que a su vez le dan seguimiento a nivel nacional. Luego cada fiscalía tiene a cargo la búsqueda e investigación.

Nosotros sacamos análisis en infografías de forma mensual y/o general, pero hay que recordar que la alerta IsabelClaudina es para reportar mujeres desaparecidas que son mayores de edad.

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¿Han encontrado un patrón en la desaparición de mujeres?

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¿Durante la pandemia cambiaron los patrones?

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¿Han encontrado redes de trata de personas a raíz de estas alertas?

Trabajamos patrones, pero en este caso no es un patrón criminal porque la desaparición de mujeres no es un delito en sí. Puede vincularse a un delito pero eso se encuentra en la investigación.

No, de hecho, se han mantenido. Este año hay una variación de un 2% entre razones personales y otras formas de violencia. Pero siempre se mantiene el porcentaje de otras formas de violencia.

Nosotros ya manejamos una cierta cantidad de categorías y subcategorías.. Estas las podemos obtener a partir de todas las declaraciones que nos brindan las mujeres al ser localizadas.

¿Dónde y cuándo desaparecen más mujeres? En los lugares de mayor incidencia de desaparición de mujeres, es Guatemala. Los días más incidentes son viernes con un 16 por ciento de las alertas, y lunes y sábado con un respectivo 15 por ciento.

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EN PORTADA

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ACERCA DE LA CAMPAÑA ÚNETE Y EL DÍA NARANJA Por Lisa Leveinstein


Di NO–ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres

Puesta en marcha en 2008, la campaña del secretario general de las Naciones Unidas ÚNETE de aquí al 2030 para poner fin a la violencia contra las mujeres (campaña ÚNETE) es un esfuerzo de varios años que tiene como fin prevenir y eliminar la violencia contra las mujeres y las niñas en todo el mundo. ÚNETE insta a los gobiernos, la sociedad civil, las organizaciones de mujeres, las y los jóvenes, el sector privado, los medios de comunicación y todo el sistema de las Naciones Unidas a unir fuerzas para abordar la pandemia mundial de violencia contra las mujeres y las niñas. La campaña se sirve

de marcos normativos y jurídicos internacionales existentes y trabaja para canalizar los esfuerzos de todas las oficinas y entidades de las Naciones Unidas que desarrollan la labor de poner fin a la violencia contra las mujeres. A fin de apoyar la campaña de todo el sistema de las Naciones Unidas y fomentar el compromiso público, en 2009 ONU Mujeres puso en marcha la plataforma de movilización social Di NO–ÚNETE para poner fin a la violencia contra las mujeres. Desde entonces, a través de un sitio web interactivo y cuentas en redes sociales, Di NO–ÚNETE ha reflejado los esfuerzos de

promoción realizados por la sociedad civil, activistas, gobiernos y el sistema de las Naciones Unidas. Aprovechando el impulso generado durante su primera fase —cuando 5.066.549 personas firmaron una petición internacional para hacer de la erradicación de la violencia contra las mujeres una prioridad mundial— la iniciativa propició y registró más de 5 millones de acciones entre 2009 y 2013 y colaboró con más de 900 organizaciones de la sociedad civil. La campaña ÚNETE ha designado el día 25 de cada mes como “Día Naranja”, un día para generar conciencia y pasar a la

acción para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas. Como color brillante y optimista que es, el naranja representa un futuro sin violencia contra las mujeres y las niñas. El día 25 de cada mes, Di NO–ÚNETE moviliza a personas de todo el mundo para apoyar la iniciativa #OrangeDay #DíaNaranja. Esta iniciativa insta a las personas de todas las partes del mundo a que lleven algo de color naranja y tomen medidas para poner fin a la violencia contra las mujeres y las niñas en todas las comunidades, durante los conflictos y en tiempos de paz. OCTUBRE 2021




Riesgo de violencia sexual y acoso, tráfico de personas, esclavitud sexual y servidumbre doméstica

Tercer país con mayor número relativo al riesgo de los abusos sexuales País más peligroso en la violencia de tipo no sexual, riesgo de acoso y el tráfico de personas

Peligroso para la mujer en términos de acceso a la atención médica y el riesgo de prácticas culturales dañinas

Su reino conservador es uno de los más peligrosos en términos de discriminación económica y de derechos de propiedad


INTERNACIONAL

Gran discriminación económica y riesgo de prácticas tradicionales incluídos los llamados crímenes de honor Las mujeres se enfrentan a unas "condiciones de vida infernales" después de todos estos años de violencia continúa

Se ha acusado al Ejército de torturar, violar y matar a mujeres durante sus 9 años de lucha contra el grupo terrorista Boko Haram Malos datos de atención médica, violencia tipo no sexual, falta de recursos económicos y riesgos de prácticas tradicionales

Violencia sexual para las mujeres que incluye violación, acoso, sexo por coerción y falta de acceso a la justicia en dichos casos

15 OCTUBRE 2021


ECONOMÍA

Fijarse como meta erradicar la violencia contra las mujeres en el lugar de trabajo tiene que ser una obligación moral para el sector privado. Pero también un imperativo económico, puesto que la inacción de las empresas al respecto tiene costos significativos. Distintas investigaciones recopiladas por Naciones Unidas calculan que el costo global de la violencia contra las mujeres puede ascender hasta el 2% del producto interno bruto (PIB) mundial. Eso equivale a unos US$1,5 billones, es decir, el equivalente a la economía de Canadá. En el caso de una compañía de la lista Fortune 500, por ejemplos, esto representa pérdidas anuales de US$6,7 millones provocadas por absentismo, baja productividad y otras consecuencias de la intimidación y el acoso sexual o psicológico a las mujeres en todo el ámbito laboral. Se han hecho numerosos estudios por países, pero como ejemplo sirven estos dos: En Papúa Nueva Guinea los días de trabajo que se pierden por violencia de género cuestan entre el 3 y el 9% de la masa salarial de las empresas.

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UN IMPERATIVO ECONÓMICO GRAVE Por Sergio L. García Mientras, en Perú se pueden llegar a contabilizar hasta 70 millones los días de trabajo perdidos al año por esta razón. La violencia de género también deja huellas más intangibles, pero igualmente costosas para el sector privado. Desmotivación, baja satisfacción laboral, altos niveles de estrés, caída en el desempeño del trabajo en equipo y daño irreparable a las relaciones interpersonales, entre otras. Esos mismos problemas afectan a las mujeres que son víctimas de prácticas violentas y abusivas en sus casas, por lo que las empresas deberían empezar a considerar cómo traspasar la esfera laboral, para tratar de ayudar a quienes estén sufriendo situaciones de violencia en el ámbito doméstico. El necesario cambio en el ámbito empresarial debe ir acompañado, no obstante, de un cambio social que se ve lejano, a la luz de los resultados de un reciente averiguación para unos ocho países de la región. Así más del 80% de los menores de 25 años respondieron que creen que los hombres pueden tener relaciones sexuales con quien quieran, pero las mujeres no. Las empresas tienen la urgente misión de erradicar la violencia en el lugar de trabajo.


/01 La legislación y los mecanismos de aplicación en materia de derecho laboral deben ser coherentes y eficaces, con miras a la entrada en vigor de leyes de naturaleza proactiva y mecanismos específicos de presentación de denuncias que ejerzan un efecto disuasorio.

/02 Se deben eliminar TODOS los obstáculos CON EL FIN DE que las mujeres tengan acceso a la justicia, incluida CLARO la justicia DE TIPO laboral.

/03 Los códigos del trabajo y el derecho penal, civil o de familia, así como otros cuerpos legislativos, deben ser coherentes entre sí y no sólo contemplar sanciones, sino también EL prever incentivos para reforzar la lucha QUE VA EN contra DE la violencia GENERADA en EL trabajo.

/04 Se debe prestar una atención especial a la economía DE TIPO informal, YA QUE ESTA emplea MUCHAS mujeres de manera oculta y desprotegida.

El 25 de noviembre se celebra el Día mundial por la erradicación de la violencia contra la mujer. Son muchas, desgraciadamente, las asignaturas pendientes para que la mitad del género humano deje de estar en situación de vulnerabilidad frente a la otra mitad. Muchas de esas cuestiones por abordar se dan en el ámbito del trabajo, donde las mujeres, además de seguir ganando menos y teniendo menos posibilidades de promoción -lo que para muchos significa una violencia estructural-, siguen sufriendo comentarios y actitudes sexistas por parte de sus compañeros varones. OCTUBRE 2021


VOCES FEMENINAS

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Silencio, silencio, silencio. Estallido. No conozco otra forma de romper un silencio agobiante y doloroso que no sea en desorden, uno estruendoso e incómodo y seguramente feroz, porque nace de un sufrimiento contenido y auténtico. No hay posibilidad de quebrar el silencio en calma. Y romperlo no sólo es una opción válida siempre, sino imprescindible para dejar de vivir la violencia. Ninguna transformación se hace en silencio, sin señalamientos, sin interpelación. Hablo desde mi historia. Ese territorio que visito una y otra vez, que me ayuda a entender lo que soy. Rastreo mi

historia entre correos enviados y mensajes de texto guardados para no olvidar lo que viví y que estoy decidida a no repetir. He regresado a los retazos de imágenes que guardo en la memoria para traer al presente las palabras vulgares con las que me hirieron. Cierro los ojos y veo al que me ofreció “darnos vergazos” afuera de un restaurante porque no quería acompañarlo a la última cerveza y, de inmediato, surge ese cuarto en el que el esposo de una amiga me cerró el camino para “pasárnosla bien”. Era un hombre 20 años mayor que yo. Pido ayuda a una amiga para reconstruir el momento que

vino luego de la patada que recibí de un antiguo profesor: según me cuenta, manejé en silencio un largo tiempo y luego, grité con toda mi impotencia. Hago cuentas: todo esto en más o menos 10 años. En cada ejercicio de la memoria hay, de un lado, novios, amigos, compañeros de organización. Del otro yo, sin saber muy bien cómo resolver el tumulto de sensaciones que tenía. Miedo, rabia, impotencia y mucho silencio. Mientras escribo, vuelve a asomarse ese sentirme “chiquita”. Vuelve la vergüenza de no haber estado a la altura de llamarme “feminista”. Se ha dicho que el anonimato no es la manera, pero se opta a él cuando no hay otro canal para denunciar, evitar represalias o que no repita la agresión. Esconde un problema mayor: instituciones que no se preocupan por resolver la violencia que viven las mujeres. Si se busca deslegitimar denuncias que han roto el silencio por el anonimato, nos vendría a todas y todos exigir un Ministerio Público (PNC) y un sistema de justicia independiente e imparcial, que actúe con celeridad. O una Policía Nacional Civil que nos cuide y no de la que tengamos que cuidarnos. ¿Qué buscamos cuando rompemos el silencio? Justicia para nosotras y que no seamos agredidas otra vez. Buscamos que no haya niñas violadas, que ninguna madre reciba la noticia de su hija violentada hasta la muerte. Queremos que nos traten con el respeto que nos merecemos, que no nos despidan por indignarnos.


Las calles, el transporte público, las paradas de buses y los mercados no son espacios seguros para nosotras. Nos enfrentamos a los piropos, a las miradas lascivas, a los manoseos de los hombres. Las mujeres hemos sufrido este tipo de violencia sexual y por eso, desde 2015, nos organizamos en el Observatorio Contra el Acoso Callejero (OCACGT) para evidenciarlo. Hoy te convocamos para que también seas ojos y bocas que gritan «¡Ey! Eso es acoso y el acoso es violencia». No sabíamos cómo sería, pero sí lo que queríamos: sacar la voz en contra del acoso callejero. Fue en junio del 2015 que empezamos a organizarnos, a convocar a las amigas para hacer «algo» juntas para enfrentar este tipo de violencia sexual. Aunque somos una colectiva feminista jóvena tenemos la frustración, el enojo, el miedo, la indignación y la digna rabia suficientes para movernos. Y no solo lo hace nuestras experiencias sino las de todas esas generaciones anteriores de mujeres que hoy quizás, ya en la vejez, siguen sin poder disfrutar los espacios públicos.

En una ocasión que las voluntarias de OCACGT nos reunimos en el Centro Histórico de la ciudad, un grupo de hombres nos acosaron. Al confrontarlos uno de ellos contestó: «Si no quieren que les digamos nada regresen a sus casas». Este es un ejemplo claro de la creencia que aún persiste de que las mujeres no podemos usar las calles, plazas y otros espacios que son considerados masculinos. Este tipo de violencia se justifica en lo que llamamos mitos sobre el acoso callejero. Se cree que solo las mujeres bonitas son acosadas, que nos pasa por andar mostrando el cuerpo, que tenemos la culpa por la forma en que vestimos, que solo es una forma de coqueteo, que nos gusta que nos digan cosas en la calle, que solo es solo un piropo. Las violencias que sufrimos las mujeres en los espacios públicos modifican nuestras vidas y hacen que tomemos decisiones con base al miedo a ser agredidas: no salimos y nos encerramos en casa, dejamos de trabajar o estudiar, cambiamos las rutinas y usamos diferentes rutas y otros buses aunque implique más tiempo y dinero, nos anulamos

como mujer al limitar nuestras expresiones, dejamos de vestir de cierta manera, sentimos vergüenza de nuestro cuerpo y nuestra autoestima se afecta. Creemos que podemos cambiar nuestra realidad violenta por una que sea justa para las mujeres, niñas y niños. Por eso le apostamos a desaprender desde la infancia. Las investigaciones e intervenciones formativas que hacemos en OCACGT nos han enseñado que los niños aprenden a acosar porque imitan a los hombres adultos que lo hacen. Así se forma la idea de que es la forma «normal» de interactuar entre hombres y mujeres. Le apostamos a que no estamos solas, a que hay otras personas y organizaciones haciendo lo necesario para erradicar el acoso sexual. ¡Seguimos adelante siempre en voz alta, porque las calles también son nuestras! Te convocamos a que tú también saques la voz y denuncies el acoso callejero.

¡Ey! Eso es acoso y el acoso es violencia

OCTUBRE 2021


DEPORTES

TODO A TRAVÉS DEL DEPORTE Por Alexandra Ramirez El deporte tiene el poder de trascender las barreras de sexo, raza, religión y nacionalidad. Promueve la salud y el bienestar, mejora la autoestima y enseña liderazgo, habilidades para trabajar en equipo y perseverancia. Las mujeres en el deporte desafían los estereotipos de género, se convierten en la inspiración como modelos a seguir y muestran a hombres y mujeres como iguales. Ver es dar un paso más hacia ser. Las mujeres son más visibles

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en el deporte ahora que nunca: de un total de 997 atletas, sólo 22 mujeres compitieron por primera vez en los Juegos de 1900 en París. Las Olimpíadas de 2012 en Londres fueron los primeros Juegos en los que se presentaron mujeres a competir en todos los deportes del programa Olímpico. En Río, aproximadamente 4.700 mujeres, el 45 por ciento de todos los atletas, representarán a sus países en 306 eventos. Como muchos sectores han reconocido cada vez más, las mujeres amplían las perspectivas, aportan nuevas ideas e innovaciones y llegan a nuevas audiencias. No obstante, todavía hay un largo camino por recorrer antes de ver una igualdad total en el mundo del deporte. Las niñas y mujeres en todo el mundo obtienen menos

oportunidades, menor inversión, capacitación y la seguridad cuando practican un deporte. Cuando logran llegar a ser atletas profesionales, se encuentran con un techo de cristal y una brecha sustancial en el salario. La retribución total para la última Copa Mundial de Fútbol Femenino, por ejemplo, fue de 15 millones de dólares estadounidenses, comparados con los 576 millones de dólares de la última Copa Mundial de Fútbol Masculino. Fuera del campo de juego, las mujeres no cuentan con representación suficiente en las esferas de liderazgo de las organizaciones deportivas, en las compañías de prendas deportivas ni con los anunciantes. Hasta julio de 2016, 22 mujeres son miembros activos del Comité Olímpico Internacional (COI)

(24,4 por ciento) y cuatro mujeres (25 por ciento) son miembros de la Junta Ejecutiva. La Agenda 2030 para Desarrollo Sostenible adoptada por las y los líderes mundiales en 2015 ha establecido la hoja de ruta para alcanzar la igualdad de género para 2030. La Agenda reconoce explícitamente que el deporte es un facilitador importante para el desarrollo y el empoderamiento de las mujeres. “Nuestro mensaje de equidad de género, cierre de brechas y eliminación de violencias contra las mujeres, debe llegar a todos los sectores y rincones de la sociedad. Y como toda tarea comienza en casa, hemos empezado esta campaña en las entidades del Estado. Hoy llegamos al deporte donde queremos que crezca la representación femenina, pero también el respeto a la integridad y la dignidad de las mujeres”, señaló la vicepresidente de la junta ejecutiva.


Este domingo finalizaron los Juegos Olímpicos de Tokio. Por un lado, nos dejan importantísimos avances en cuestiones de paridad de género e inclusión en los deportes. Por el otro, observamos situaciones que todavía nos demuestran que queda un largo camino por recorrer para que las mujeres y diversidades sean juzgadas y tratadas con igualdad y respeto. En esta nota, destacamos los hechos más notables desde la mirada de género: Inclusión y diversidad. Estos Juegos fueron sin duda los que mayor representación de personas de diversas orientaciones sexuales e identidades de género visibles tuvieron, marcando un alentador comienzo sin precedentes. Quinn, representando a la selección de fútbol de Canadá, se convirtió en le primere deportista transgénero no binarie en ganar una medalla olímpica. También participó Laurel Hubbard, levantadora de pesas neozelandesa transgénero. “El deporte es algo para todo el mundo”, afirmaba. Por otro lado, Thomas Daley, saltador de trampolín británico, aprovechó su medalla de bronce ganada para levantarse por los derechos de las personas LGBTIQ+ y representar a la comunidad. También Anissa Urtez, de la selección de sóftbol de México, y Amanda Chidester, de Estados Unidos, visibilizaron a la comunidad: son pareja y jugaron una contra la otra, y contaron en posteos de sus redes sociales sobre esta situación. Que la diversidad sea visible en el deporte es indispensable para que muchas personas jóvenes encuentren referentes, y sepan que también tienen un lugar en estos espacios.

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ARTE

Visibilización de artistas femeninas, denuncia de las injusticias y lucha contra las violencias machistas, sobre estos tres pilares básicos descansa “Blanco, Negro y Magenta”, la asociación de mujeres en las artes de diversas disciplinas, formaciones y edades, que posee una prolífica actividad cultural y social, pese a su corta trayectoria. Fundada en 2017 por la artista y comisaria Concha Mayordomo, este colectivo “surge ante la necesidad de encauzar las inquietudes artísticas y feministas de un grupo de mujeres que trabajan en el ámbito de la creación”. Así lo explica en una entrevista con Efeminista su actual presidenta, la fotógrafa e historiadora del arte Dora Román. “En el color blanco se encontrarían las puras, las sencillas, pero también las débiles y vulnerables; en el color negro, como antítesis del anterior, a las pecadoras, las malvadas y siniestras, y en el magenta a la mayoría, ya que se relaciona con el mundo femenino, la armonía, la alegría y el equilibrio espiritual. A la hora de fundar la asociación nos pareció que era un nombre muy adecuado y defendemos que todas tenemos, en mayor o menor medida, implícitamente los tres colores, que al fin de cuentas es una manera de huir de los encasillamientos “, apuntala

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Román sobre el origen del nombre del colectivo, ganador en 2019 del Premio Diario 16 a la Mejor Asociación, por su decidido apoyo a las iniciativas encaminadas a lograr un mundo más justo e igualitario con el arte como vertebrador. A lo largo de sus cuatro años de historia, diferentes mujeres consagradas del mundo del arte y la cultura se han sentado como ponentes en sus tertulias mensuales de carácter feminista. “En nuestras exposiciones planteamos un tema de trabajo y lo abordamos siempre teniendo en cuenta este concepto, trabajándolo desde la práctica artística, ya sea el dibujo, la escultura, la fotografía, el collage… en definitiva, desde cualquier disciplina. Blanco, Negro y Magenta, cuyas muestras artísticas suelen versar en torno a temas actuales como el cambio climático, o la abolición de la prostitución.

LA ASOCIACIÓN BLANCO. NEGRO Y MAGENTA Por Natalia Ibañez




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